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Índice
1 Definición
2 Diagnóstico y evaluación
3 Manifestaciones extraintestinales
3.1 Orales
4 Diagnóstico diferencial
5 Tratamiento
5.1 Farmacológico
5.2 Dieta
6 Cirugías
7 Véase también
8 Bibliografía
9 Referencias
10 Enlaces externos
Definición
La colitis ulcerosa también se conoce como colitis ulcerativa crónica idiopática o
colitis ulcerosa crónica indeterminada y frecuentemente se abrevia como CUCI o CUI.
Es una enfermedad crónica; sin embargo, se puede mantener en remisión por largos
períodos. Esto quiere decir que la enfermedad puede cursar con períodos de
actividad e inactividad. Los períodos de actividad se conocen como brotes.
Algunas fuentes la citan como una enfermedad autoinmunitaria; esto quiere decir que
está originada por anticuerpos producidos por el propio organismo que reaccionan en
su contra, dañándolo. Su causa específica no está bien descrita: puede ser
desencadenada por factores ambientales, como algunos casos que se desarrollan
posterior a una infección intestinal.
Si bien existen diversas hipótesis sobre las causas de la colitis ulcerosa, ninguna
de ellas ha sido comprobada y actualmente no hay cura, excepto a través de la
extirpación quirúrgica del colon. Una hipótesis sugiere que algún agente, que puede
ser un virus o una bacteria atípica, interactúa con el sistema inmunitario del
cuerpo y desencadena una reacción inflamatoria en la pared intestinal.
Aunque existe evidencia científica que demuestra que las personas que tienen
colitis ulcerosa padecen anomalías del sistema inmunitario, se desconoce si estas
anomalías son una causa o un efecto de la enfermedad.
Diagnóstico y evaluación
Su edad de presentación típica es antes de los primeros 40 años de vida; sin
embargo, se ha llegado a establecer el diagnóstico en personas de edad avanzada.
La manifestación más típica es la aparición de sangrado rectal o de una hemorragia
digestiva baja que suele ser intermitente. Además se puede observar presencia de
pus en las heces (debido a la inflamación de la mucosa) o incluso de moco. El color
de la sangre es determinante: cuanto más oscura, la afección puede haber dañado un
mayor tracto del colon. En los casos en los que el sangrado sea profuso habrá que
recurrir a transfusiones sanguíneas para corregir la anemia derivada de la pérdida
de sangre. Además, suele producir en el paciente dolor abdominal cólico,
generalmente en hipogastrio y flancos, junto con tenesmo, fiebre, diarrea, y
taquicardia. No tienen por qué aparecer todos de manera simultánea,23 pero son
sugerentes de enfermedad inflamatoria intestinal (EEI).
La afección inicia siempre en el recto y se extiende desde ese punto a los demás
segmentos del colon, siendo la enfermedad más grave cuanto mayor porcentaje del
colon esté comprometido. La inflamación suele ser continua sin respetar segmentos.
Manifestaciones extraintestinales
Orales
Se observan vesículas fibrinopurulentas que pueden localizarse en las encías o el
paladar; se les llaman estomatitis vegetantes y tienen un aspecto similar al de la
estomatitis herpética primaria.4 También se ha descrito una mayor prevalencia de
periodontitis apical en individuos afectos.5
Diagnóstico diferencial
La colitis ulcerosa se puede semejar a otras colitis parasitarias, isquemia
intestinal o sobrecrecimiento bacteriano (colitis pseudomembranosa). La historia
clínica, hallazgos endoscópicos y de biopsia ayudarán a clarificar el diagnóstico.
El Crohn afecta todas las capas del intestino, incluyendo la muscular y la serosa,
por lo que puede fistulizar o presentar abscesos; la afección de la colitis
ulcerosa se limita a la mucosa. En el Crohn es frecuente el hallazgo de fístulas y
abscesos perianales que son de difícil manejo.
Tratamiento
Farmacológico
El tratamiento farmacológico se basa en antiinflamatorios e inmunorreguladores.
Los corticoesteroides son antiinflamatorios más poderosos y por ende con mayores
efectos secundarios. Se pueden administrar por vía oral, intravenosa o en enemas.
Se utilizan cuando el empleo de la 5-ASA no es suficiente para que el paciente
entre en remisión (se inactive la enfermedad). Lo ideal es utilizarlos a la menor
dosis posible por el menor tiempo posible; sin embargo, algunos pacientes los
necesitan en dosis altas durante las crisis graves y otros a dosis bajas de forma
crónica para poderse mantener con baja actividad inflamatoria.
Dieta
Ciertas dietas pueden tener un efecto beneficioso sobre los síntomas de la
enfermedad, si bien hasta la fecha no se han realizado suficientes estudios y no
hay pruebas de que permitan la curación de la mucosa intestinal. Las dos dietas que
han demostrado mayor eficacia son la dieta sin gluten y la dieta baja en FODMAP, en
combinación con el tratamiento farmacológico.6
Cirugías
Existen diversas opciones quirúrgicas: