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La implementación de la economía creativa

en el desarrollo de la creatividad e innovación


en las empresas

Economía
Creativa
Plan Textual

TORRES ROJAS JAIME


RAMIREZ SIERRA DANIEL FELIPE
CRUZ MENDEZ CRISTIAN EDUARDO
Plan Textual a 1990. Fue el Coordinador de la
Conferencia de la Conferencia
Tema: Economía Naranja (Creativa) Audiovisual Europea, copatrocinada por
la Comisión Europea y el Gobierno del
Tipo de texto: Argumentativo Reino Unido, en 1998.
Presentaremos Aspectos a favor y en
contra con relación al conocimiento de la En 2006 se convirtió en presidente del
economía naranja, dando ideas concretas Centro de Investigación John Howkins
y concisas sobre este tema, daremos a sobre la Economía Creativa, lanzado por
conocer nuestro punto de vista, con la el Gobierno Municipal de Shanghai en la
intención comunicativa de convencer y Escuela de Creatividad de Shanghai, la
cambiar las ideas sobre el determinado Academia de Teatro de Shanghai. Es
tema. asesor de la Shanghai Creative Industries
Association y del Shanghai Creative
Bibliografía y Origen Industry Center. Desde 2007, ha presidido
“John Anthony Howkins (nacido el 3 de BOP Consulting, una consultoría
agosto de 1945) es un autor y independiente de investigación y
conferenciante británico sobre Creative estrategia que maximiza el potencial de la
Industries, particularmente sobre el cultura, los medios y la creatividad, en
desarrollo de este sector económico en paralelo con su trabajo de consultoría
China. Es profesor visitante de la independiente. También trabajó como
Universidad de Lincoln, Inglaterra, periodista durante muchos años en
vicedecano y profesor visitante de la Frendz, Time Out, The Sunday Times,
Escuela de Creatividad de Shanghai, Harpers & Queen y The Economist. Fue
Shanghai Theatre Academy, China”. editor de InterMediate, Vision (la revista
(Wikipedia, John Howkins, 15 de julio BAFTA) y The National Electronics
del 2017) Review.”. (Wikipedia, John Howkins,
15 de julio del 2017)
Trayectoria
“La carrera en medios de Howkins se
extiende por televisión, cine, medios
digitales, publicaciones y consultoría con
compañías como HandMade plc, Hotbed
Media, HBO y, desde 1982 hasta 1996,
Time Warner. Fue presidente de la
London Film School y ex director
ejecutivo del International Institute of
Communications, una organización de
membresía independiente y sin fines de
lucro que se enfoca en políticas críticas y
asuntos regulatorios en las
telecomunicaciones y los medios. Fue
Director Ejecutivo de el Instituto
Internacional de Comunicaciones, con “En 2001 John Howkins, durante una
miembros en más de 100 países, de 1985 entrevista concedida a la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual esotérico, antes bien, el motor de su
(OMPI) dijo que la economía creativa “es carrera, condición e identidad.”
una (…) en la que las ideas son los (Fuente
principales aportes y los principales Electrónica/Wikipedia/https://es.wikipe
resultados. (...) es una economía en la que dia.org/wiki/Econom
la gente dedica la mayor parte de su %C3%ADa_creativa)
tiempo a generar ideas. Es una economía
o sociedad en la que la gente se preocupa
y reflexiona sobre su capacidad de
generar ideas, en la que no se limita a ir a “El Origen: El concepto de economía
la oficina de 9 a 5 para hacer un trabajo naranja aparece por primera vez el 30 de
rutinario y repetitivo, como se lleva octubre de 2013 cuando el Banco
haciendo desde hace años, ya sea en el Interamericano de Desarrollo – BID,
campo o en las fábricas. Es una economía lanzó el libro sobre economía creativa y
en la que la gente, allá donde se cultural: “La Economía Naranja: una
encuentre, hablando con los amigos, oportunidad infinita” cuyos autores son
tomando una copa, al despertarse a las Felipe Buitrago e Iván Duque ambos
cuatro de la mañana, piensa que puede consultores de dicha entidad bancaria.”.
tener una idea que funcione de verdad, y (Adesca, ¿Qué es la economía
no sólo una idea por el mero placer naranja?)
Índice IV. Dedicatoria
I. Presentación V. Conceptos claves
II. Introducción VI. Objetivo General y Específicos
III. Justificación

Formulación de Argumentos 3. Argumento de ejemplificación


1. Argumento de Autoridad
2. Argumento Empírico
I. Presentación
En este trabajo daremos a conocer, ¿Qué es la economía naranja? El impacto que esta tiene
en la sociedad, como la sociedad toma esta nueva ciencia y la aplica en su ámbito
Empresarial, como esta se ha manifestado en el desarrollo de las empresas, y el crecimiento
innovador en Colombia, también hablaremos de sus características, beneficios que esta
ideología maneja compitiendo con otras ideólogas de la innovación. Además de las
oportunidades o beneficios que esta brinda al utilizarse en el ámbito laborar como
herramientas de crecimiento integral y productivo aplicándola en los procesos de
producción y en los demás departamentos de una empresa además de las nuevas
tecnologías o metodologías que esta trae o relaciona a la hora de su utilización. Trataremos
de dar un sentido más específico a esta economía de la creatividad ya que esta, posee
muchas decisiones o contextos, mediante los cuales las expresan en diferentes situaciones.
II. Introducción
Sabemos que la economía naranja, según sus definición científica, por decir una de las más
precisas, dadas a conocer por la página Marketing y Finanzas (24 de agosto del 2105) es
“La Economía Naranja; es el conjunto de actividades que de manera encadenada permiten
que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está determinado
por su contenido de propiedad intelectual”. Esto se podría interpretar como una Filosofía o
un tipo de ciencia que abarca la innovación, y un estilo de procesos que desarrolla o da
entender que la creación o el mejoramiento de algo, que está ya establecido, puede llevarlo
a su máximo potencial. esto nos lleva a un factor importante que sería; la implementación
de la economía creativa en el desarrollo de la creatividad e innovación en las empresas, La
cual responderemos mediante la investigación y argumentos precisos de este tema, además
de; su importancia en el crecimiento de las empresas.

Mediante estos dos factores, desarrollaremos el tema, desde nuestro punto de vista, dando
una explicación más específica de esta misma, Analizando que es lo innovador de esta
economía, como es que esta puede llegar a integrarse y materializarse en un campo laboral
etc. Además de su muchas definiciones y conceptualizaciones que esta tiene por medio de
investigaciones que la plantean desde un punto de vista, desarrollando diferentes ideologías
para manejar esta economía creativa partiendo de los resultados prácticos que esta misma
dio a conocer mediante su uso como estandarte de la creatividad y la innovación. También
usaremos dos conceptos que van familiarizados con esta economía creativa que son la
creatividad y la innovación. Analizando que la creatividad según su definición científica es
“La creatividad, denominada también pensamiento original, pensamiento creativo,
inventiva, imaginación constructiva o pensamiento divergente, es la capacidad de crear, de
innovar, de generar nuevas ideas o conceptos, o nuevas asociaciones entre ideas y
conceptos conocidos, que normalmente llevan a conclusiones nuevas, resuelven problemas
y producen soluciones originales y valiosas. La creatividad es la producción de una idea o
un concepto, una creación o un descubrimiento que es nuevo, original, útil y que satisface
tanto a su creador como a otros durante algún periodo”. (Significados, Creatividad, 23
abril 2018). Y la innovación “La innovación se acostumbra a asociar con la idea de
progreso y búsqueda de nuevos métodos, partiendo de los conocimientos que le anteceden,
a fin de mejorar algo que ya existe, dar solución a un problema o facilitar una actividad”.
(Significados, Innovación, 05 abril 2018).

Con estos dos conceptos nos sumergiremos en los interrogantes de esta economía los cuales
nos permitirán entender y asimilar la intención que desarrolla este texto, sirviendo de
conector de las ideas argumentadas a continuación.
Es importante entender y dar a desarrollar este tema, ya que esta ideología permite a
cualquier empresa que la aplique, tener crecimientos o beneficios en cualquiera de los
ámbitos que este decida utilizarla. Esta es una gran herramienta en el crecimiento integral
empresarial permitiendo a cualquier persona que tiene una base emprendedora, apoyarse a
través de esta para su camino hacia el éxito. Es importante saber que la economía creativa
es una herramienta para el desarrollo y el crecimiento de cualquier acción u objeto
mediante el cual se utiliza esta. La implementación de esta es tan importante que en
Colombia se creó una ley que apoya esta iniciativa de creatividad, la cual su idea dice que
“El emprendimiento es importante no solo dentro de esta ley, sino en general. Es a partir de
él que las naciones se preparan para cambiar sus modelos de financiación e inversión, para
generar más y mejores mente facturas”, (libro La Economía Naranja: una oportunidad
infinita, publicado en 2013 por el BID). Esta busca promover el desarrollo cultural y
artístico del país a través de los jóvenes como pilares del crecimiento de esta ideología o
filosofía artística, ya que los jóvenes son fuentes o dueños de la innovación y la creatividad.
Pero esta no aplica solo para los jóvenes, sino, también busca encontrar y desarrollar el
pensamiento de la innovación y la creación a todo ese talento humano que se encierra en un
esquema repetitivo.

la economía creativa aparte de ser una herramienta para el desarrollo innovador y cultural,
también, puede tener diferente puntos de vista y métodos para su utilización y aplicación,
debido a que diferentes entes que la han aplicado, han obtenido distintos resultados, porque
según la aplicación de esta, va de la mano con la innovación y la creatividad, es decir estos
dos conceptos con los que está economía se apoya y se desarrolla, aparentemente pueden
para ser iguales, pero según John Howkins “Sin embargo es un buen momento para señalar
que la creatividad es distinta de la innovación: la primera es resultado de la iniciativa
individual y es sumamente subjetiva, en tanto la segunda es el resultado del trabajo
colectivo, de grupo, y es objetiva. En el mundo real, la creatividad y la innovación van de la
mano. Pero, en cualquier caso, los personajes referidos, que curiosamente tienen en común
el haber sido ciudadanos estadounidenses sin que con ello se pretenda inferir que los
grandes inventores en la historia de la humanidad son oriundos exclusivamente de la Unión
Americana-, son un ejemplo muy concreto de lo que John Howkins considera como la base
de la economía creativa”. (América latina en movimiento, ¿Una economía creativa?).
Esto se podría interpretar que la creatividad es un concepto más individualista autónomo
que va de un pensamiento único, y la innovación abarca en el trabajo colectivo, es la
recopilación de conocimientos para llegar a mejorar o transformar algo que ya existe.
III. Dedicatoria
Queremos dedicar este trabajo a todas esas persona que a través del pensamiento creativo
logran dar un impacto a la sociedad generándoles la motivación hacer parte de una
comunidad innovadora dispuesta a cambiar el futuro social, económico, cultural, educativo,
laboral y religioso.
IV. Conceptos Claves
Innovación: “La innovación consiste en utilizar conocimiento para construir un nuevo
camino que lleve a una determinada meta. Cada proceso de innovación es específico para
cada caso, y muy probablemente no sirva para abordar otros retos. Es por ello que resulta
complicado definir de forma estricta un método para innovar. A veces se dice también que
carece de lógica, porque aborda problemas que aún no se han descubierto o crea
necesidades. En cualquier caso, en este artículo voy a intentar expresar lo que entiendo yo
por innovación.
Casi a modo de consenso puede afirmarse que la innovación se asocia al progreso de la
sociedad: innovar es aumentar el valor de la sociedad y de lo que ella hace. Innovar es, de
hecho, una necesidad vital que en todo momento realizan los seres humanos con el fin de
progresar. Obviamente, la frecuencia e intensidad con la que se realizan los procesos de
innovación depende de una gran cantidad de circunstancias que afectan a la persona, como
por ejemplo su condición social o económica”. (EOI, ¿Qué es la innovación?, 03
Septiembre 2015 Por JPalaci)

Economía: “La economía es una ciencia social que estudia la forma de administrar los
recursos disponibles para satisfacer las necesidades humanas. Además, también estudia el
comportamiento y las acciones de los seres humanos. Como los recursos del planeta son
escasos y desgraciadamente, no todos podemos disponer de todo, nos vemos obligados a
administrar esos bienes para conseguir lo que nos falta. La ciencia económica envuelve la
toma de decisiones de los individuos, las organizaciones y los Estados para asignar esos
recursos escasos. La economía se centra también en el comportamiento de los individuos,
su interacción ante determinados sucesos y el efecto que producen en su entorno (en los
precios, la producción, la riqueza o el consumo, entre otros). Es una ciencia social porque
estudia la actividad y comportamiento humanos, que es un objeto de estudio altamente
dinámico. Los humanos somos impredecibles. Ver origen de la economía.”.
(Economipedia, Economía)

Idea: “Una idea (del griego ἰδέα 'aspecto, apariencia, forma',1 relacionado con εῖδος eîdos,
‘vista, visión, aspecto’) es una representación mental que surge a partir del razonamiento o
de la imaginación de una persona. Está considerada como el acto más básico del
entendimiento, al contemplar la mera acción de conocer algo. La capacidad humana de
contemplar ideas está asociada a la capacidad de razonamiento, autorreflexión, la
creatividad y la habilidad de adquirir y aplicar el intelecto. Las ideas dan lugar a los
conceptos, los cuales son la base de cualquier tipo de conocimiento científico o filosófico.
Sin embargo, en un sentido popular, una idea puede suscitarse incluso en ausencia de
reflexión, por ejemplo, al hablar de la idea de una persona o de un lugar”.(Wikipedia,
Idea, 5 abril del 2017)
Empresa: “Una empresa es una unidad productiva agrupada y dedicada a desarrollar una
actividad económica con ánimo de lucro. En nuestra sociedad, es muy común la creación continua
de empresas. En general, una empresa también se puede definir como una unidad formada por un
grupo de personas, bienes materiales y financieros, con el objetivo de producir algo o prestar un
servicio que cubra una necesidad y por el que se obtengan beneficios.” (Glosario de contabilidad,
¿Qué es una empresa?, debitoor)

Crecimiento Empresarial: “Al hablar de crecimiento empresarial la definición más precisa


sería la que lo considera como el proceso de mejora de una compañía que la impulsa a alcanzar
determinadas cotas de éxito. El crecimiento del negocio puede lograrse de dos formas distintas: bien
aumentando los ingresos percibidos por la organización gracias a un aumento del volumen de venta
de sus productos o un incremento de los ingresos percibidos por sus servicios; bien mediante el
incremento de la rentabilidad de las operaciones, que es el que se consigue al reducir de forma
efectiva los costes” (EAE BUSINESS SCHOOL, Crecimiento Empresarial)
Desarrollo: “El desarrollo es un concepto histórico que ha ido evolucionando, por lo que no tiene
una definición única. Aun así, se puede decir que desarrollar es el proceso por el cual una
comunidad progresa y crece económica, social, cultural o políticamente. Desde sus inicios, las
teorías relacionadas con el desarrollo se interesaron por los procesos de enriquecimiento material, es
decir, por el incremento del volumen de producción de bienes y servicios. Estas teorías
economicistas entendían que el medio para alcanzar el desarrollo era la acumulación de capital
físico. Se defendía que un aumento del producto interior bruto per capita reduciría la pobreza e
incrementaría el bienestar de la población. Esta premisa se basaba en que, a más producción, más
renta, y, a más renta, mayor bienestar económico. Es decir, que el desarrollo estaba directamente
relacionado con el crecimiento económico, tanto de los países como de las personas. Como apunta
Keith Griffin en su ensayo “Desarrollo humano: origen, evolución e impacto”, el crecimiento se
convertía no sólo en el medio para alcanzar el desarrollo, sino en el fin del desarrollo mismo. ”
(EOM, Introducción al concepto del desarrollo, Juan perez)
IV. Objetivo General
 Dar a conocer y desarrollar un conjunto de ideas por las cuales podamos unir
coherentemente las múltiples definiciones de la economía naranja para
comunicar un concepto más actualizado y preciso sobre esta economía
creativa la cual se desarrolla en diferentes empresas del pais

Objetivos Específicos
 Dar entender que es la economía naranja
 Que beneficios genera mediante su aplicación en las empresas grandes y
pequeñas
 Que Principios Utiliza para su desarrollo en las empresas
1. Argumento de Autoridad
Basándonos en estos dos artículos citados a continuación daremos nuestro punto de vista
extrayendo lo más importante y lo más preciso a lo que estamos trabajando, sin alterar la
trayectoria del documento. La economía naranja, conocida mundialmente, como economía
creativa es un proceso que busca desarrollar y promover la innovación y la creatividad en
muchos campos de los países, pero hoy en día, mediante la modernización y el impacto que
ha tenido la tecnología le han dado diferentes significados o usos. Primero para dar un
concepto claro o definir una idea sobre la “economía naranja”, es un asunto complejo y
complicado pues ya que cultura, creatividad y economía son conceptos que se relacionan
pero no son iguales y al enfocarse en ellos se puede llegar a separarse el uno de otro si no se
hace el procedimiento correcto. Sin embargo no se trata de relacionar estos diferentes
conceptos de manera brusca o incoherente, más bien, tratar de coger, una de las
características de estos conceptos y asimilarlos con la economía creativa. Se dice que la
economía creativa, también, es el conjunto de actividades que de manera encadenada,
permite que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, la transformación de
ideas inmateriales o un campo material, podríamos iniciar diciendo que esta se trata del
análisis y contextualización de ideas, desarrollándolas y aplicándolas en el campo más
adecuado, mediante un proceso creativo y estratégico. Esta va mucho de la mano con el
análisis cotidiano sobre el cual el sujeto está ubicado, es decir, como puedo hacer para
mejorar hoy, y no tener el mismo resultado del día anterior, es muy importante enfocarse en
todos los aspectos o características de un ambiente, donde el sujeto quiera aplicar la
economía creativa, ya que, con la consideración de la situaciones que pasan alrededor se
puede tomar avances o herramientas para comenzar a trabajar en lo que se quiere llegar
hacer. En las empresas esto se podría interpretar como el lanzamiento de un nuevo producto
o servicio, ya que, esto tiene detrás un proceso relacionado a la economía creativa, ¿Por
qué? Una empresa al lanzar al mercado un nuevo producto, tuvo que hacer, diferentes
investigaciones en el mercado, en el cual ellos están establecidos para dar a conocer su
producto, es decir, análisis competitivo, con cuanta competencia cuenta el producto, como
esta puede afectar el lanzamiento o la adquisición de este nuevo producto, aquí es donde la
empresa tendrá que tomar las riendas de la creatividad del producto, como hacer para que
este se diferencie de sus competidores, es decir, es un gran proceso de investigación y
creatividad en el cual empresa invierte tiempo y capital para que su producto pueda tener
un buen posicionamiento en el mercado y que no se vea afectado tanto por el consumo de
sus competidores, aquí también, podemos hablar de la innovación, como es la producción y
fabricación del producto, sus características de producción y ensambla miento la cuales
deben ser atractivas además de que no afecte el manejo o el uso de este mismo cuando lo
aplique el consumidor. Hay muchos aspectos en los cuales esta economía creativa inflige y
beneficia al que lo aplique, y en las empresas sale muy rentable utilizarla, además de que no
requiera mucho procedimiento, ya que esta se basa o inicia desde una idea o conocimiento
compartido, debido que esta se caracteriza por su espontaneidad al momento de requerirla.
También es importante resaltar el método, por el cual la creatividad es una herramienta
crucial en las empresas al momento desarrollar esta economia, debido a que esta, es el
punto de inicio de muchos futuros empresarios. La creatividad es algo muy simple pero
productivo, ya que no requiere de unas características fijas para poderse usar, si no que esta
es libre, todas las personas pueden ser creativos, aplicarlo en cualquier momento no de su
vida, no es un misterio ni un proceso de estricto desarrollo, si no, se trata de pensar en el
cambio de una situación para mejorar o tener mayores beneficios.

“Por qué este grupo de actividades empiezan a crecer y a consolidarse como una nueva forma de
emprendimiento? Es más, ¿por qué un sector como la ‘economía naranja’ o ‘economía creativa’ aún
permanece poco visible en el radar de los economistas? Ponerse de acuerdo en temas importantes
resulta difícil. Se dice, en tono de broma, que en una discusión de cinco economistas siempre hay
seis posiciones distintas. A continuación se muestran algunos de los motivos del poco entusiasmo
alrededor de este tema. Primero, definir la ‘economía naranja’ es un asunto complejo, pues cultura,
creatividad y economía son conceptos que merecen ser limitados. Segundo, la relación entre
economía y cultura suele ser desconocida para muchos, además de que no es evidente dentro de la
teoría económica tradicional. Tercero, la cuantificación financiera de las actividades culturales y
creativas es reciente. Las herramientas que se utilizan están en constante evolución. Y finalmente,
hay muy pocas personas interesadas. Por eso es necesario que usted se involucre, haga parte del
debate y se sume a los ‘negocios culturales’.
¿Por qué se llama ‘economía naranja’? Frank Sinatra decía que el naranja es el “color más feliz”.
El color naranja se suele asociar con la cultura, la identidad y la creatividad. Este color es asociado,
en los países occidentales, con el entretenimiento y la extroversión. Algunas filosofías y religiones,
como el confucionismo, relacionan el naranja con la transformación. En India, el ‘chacra naranja’ es
el abdomen. Esta parte del cuerpo es el centro creativo del individuo. Existen muchos más
significados del color en casi todas las sociedades del planeta. Sin embargo, fue el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) la entidad que ‘pintó’ de naranja al valor agregado que generan
las industrias y empresas culturales. Además, lo que realmente interesa es que este color permita
fusionar la economía con la cultura. Es decir, ambas actividades son caras de la misma moneda. Por
una cara está el valor simbólico y por la otra, el valor cuantitativo.

LA ECONOMÍA CREATIVA
John Howkins, especialista en el tema de la “industrias creativas”, afirmaba que la ‘economía
creativa’ comprende los sectores en los que el valor de los bienes y servicios se fundamenta en la
propiedad intelectual Las actividades económicas de estos sectores van desde la arquitectura, las
artes visuales y escénicas, artesanías, pasando por el cine, el diseño editorial, y hasta se alcanza a
cubrir el cine, la música, la moda y los juguetes. En el año 2005, según cálculos de Howkins, estos
sectores representaron el 6,1 % de la economía global. Algunas estimaciones más recientes,
elaboradas por el Banco Mundial (BM) señalan que la “economía naranja”, para 2011, alcanzó 4,3
billones de dólares. Esta cifra se acerca al 120 % de la economía de Alemania, pero también
equivale a 2,5 veces los gastos militares del mundo. Pero ojo. Hay que tener en cuenta que el gasto
militar depende, en la mayoría de los países, casi totalmente del presupuesto público.Por el
contrario, la ‘economía naranja’ es un contribuyente neto. Otras cifras permiten confirmar la
importancia de este sector. Según la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el
Desarrollo (UNCTAD), entre 2002 y 2011, las exportaciones de bienes y servicios creativos
crecieron 134 % El Instituto de Investigación Internacional sobre Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus
siglas en inglés) mostró que para el mismo período las transferencias hacia donaciones, cooperación
militar y compra de armamentos crecieron 71 %. Y tenga cuidado al analizar este último dato. La
primera década del siglo XXI estuvo marcada por las guerras en Irak y Afganistán. Puntualmente,
para 2012 el estudio “Impacto económico de las industrias creativas en las Américas”, comisionado
por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el BID, mostró que las exportaciones de
esta economía alcanzó la cifra representativa de 646 mil millones de dólares. Si estos bienes y
servicios los insertamos en la clasificación que hace el Centro Internacional de Comercio (ITC, por
sus siglas en inglés), estaríamos hablando de la quinta mercancía con mayor nivel de
comercialización a nivel global. Más allá de los datos anteriores, ¿cuál es la importancia de esta
economía? “En estos momentos de desaceleración económica, producto de la caída en el precio del
petróleo, el desarrollo de modelos económicos alternativos basados en el conocimiento, creatividad
y la cultura, se presentan como una oportunidad para hacerle frente a estas situaciones”, respondió
Ángel Moreno, coordinador del grupo de Emprendimiento Cultural del Ministerio de Cultura.
Y Moreno no se equivoca. Durante la crisis económica de 2009, las ventas de petróleo reportadas
por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) registraron una caída de 40 por
ciento, mientras que las exportaciones del sector ‘creativo’ apenas de contrajeron 12 %. Pero sin ir
más atrás. Actualmente, los ingresos petroleros de Colombia se han reducido 35 % por el continuo
desplome de los precios del crudo. Esto ha llevado a que los analistas y el Gobierno esperen un
menor nivel de crecimiento de la economía.

¿CUÁL ES LA MEDIDA DE LA ‘NARANJA’ EN COLOMBIA?


“En Colombia existe un gran talento humano y creativo para desarrollar las diferentes industrias
culturales, a partir de la participación en espacios de circulación que permiten potenciar el
intercambio de bienes y servicios culturales, y así aportarle cada vez más al desarrollo económico
del país”, asegura Moreno. El BID pronosticó para 2012 que este sector de la economía hizo un
aporte de 3,3 % al Producto Interno Bruto (PIB) del país. Adicionalmente, la generación de empleo
estuvo cercano a 5,8 %, una cifra que está por encima de la registrada en Holanda, Reino Unido o
Finlandia. Moreno sugiere que la cultura ha ganado cada vez más relevancia como un sector que no
solamente aporta a la identidad, a la cohesión social y al patrimonio cultural del país, “sino que es
un potencial generador de crecimiento económico”. No obstante, el Ministerio de Cultura junto al
Departamento Administrativo de Estadística Nacional (Dane) vieron la necesidad de realizar una
valoración económica de los fenómenos culturales. De allí nació la Cuenta Satélite de Cultura. Las
estimaciones derivadas de esta cuenta sugieren que el aporte de la ‘economía naranja’ en el país
están entre 1,5 % y 1,7 %. Puntualmente, en 2012 este sector representó 1,57 por ciento del PIB.
Esta base de datos se encarga de recopilar y medir las actividades culturales con el fin de
compararlas con las demás actividades económicas. En este orden de ideas, resulta sorprendente
que la actividad económica derivada de la cultura sea superior al cultivo de café (0,6 %). También
está cerca de la extracción de carbón (1,7 %) y no tan distante de la generación y distribución de
energía eléctrica (2,4 %). En palabras de Moreno la Cuenta tiene “como propósito generar un
sistema de estadísticas para el sector cultural, en la cual se identifiquen indicadores como el valor
agregado de los bienes y servicios culturales, análisis de la oferta y demanda de productos
culturales, el comportamiento del empleo cultural, las fuentes de financiación y el gasto en cultura.
De igual modo da cuenta de indicadores no monetario tales como asistencia a espectáculos en vivo,
ejemplares de libros editados, entre otros”. En ese sentido, surge una inquietud: ¿por qué medir?
“Es importante medir el aporte del sector cultural, en la medida que podamos tener datos
estadísticos, tenemos la posibilidad de identificar el alcance y aporte a la economía y construir un
lenguaje común con otros sectores. Desde la economía debe entenderse que la Cultura genera
empleo y muchas posibilidades de ingresos, hoy en día cuando hay indicadores para todo, lo que se
no mide no existe” argumenta el coordinador del Grupo de Emprendimiento Cultural. Esta
metodología, la cual está al nivel de los sistemas de cuentas nacionales de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), ha puesto al país como líder en este tipo de investigación en América
Latina. Entre los casos exitosos se destaca la aplicación de la Cuenta Satélite de Cultura en Costa
Rica, Bolivia, Ecuador y Perú. Para el caso colombiano, el campo cultural está dividido
estadísticamente en los siguientes sectores: audiovisual, libros y publicaciones periódicas, música
fotograbada, juegos y juguetes, artes escénicas y espectáculos, educación cultural, creación
publicitaria, artes visuales, creación, diseño y patrimonio cultural.

SACANDO EL ‘JUGO’ DE LA NARANJA


Según datos de la Cuenta Satélite de Cultura, el sector de las artes escénicas y espectáculos
artísticos en Colombia, presentó un incremento de 22,2 % entre 2005 ($211.394 millones) y 2012
($258.349 millones). Por su parte, el sector audiovisual a experimentó un crecimiento de 109 %
entre el 2005 ($1,14 billones) y el 2012 ($2,39 billones). La producción de música fonográfica
presentó entre los años 2005 y 2012 un leve crecimiento negativo promedio de 0,3 %, lo cual refleja
la permanente desaceleración en el consumo de música en soporte físico y la moderada aceleración
de acceso a la música grabada paga en otros formatos. Este comportamiento también se explica por
las actuales tendencias de acceso a la música, en donde la asistencia a espectáculos en vivo tuvo un
crecimiento de 30 % entre los años 2005 y 2012, pasando de 265 318 millones a 343 897 millones
de pesos respectivamente. El sector de fabricación de juegos y juguetería en 2011 tuvo un repunte
en la producción hasta 153.768 millones de pesos, pero en 2012 retrocedió hasta 145.573 millones
de pesos.” (Portafolio, ¿Qué es la economía naranja?, Juan Sebastián Rojas)

Donna Ghelfi1
“Para utilizar la creatividad hay que determinar, ante todo, el mejor momento de explotar la
naturaleza no rival de las ideas y, en segundo lugar, el momento idóneo para hacer valer los
derechos de propiedad intelectual, e introducir las ideas en el mercado de la competencia entre
productos. Las dos decisiones son el punto central del proceso de gestión en ese ámbito”.
The Creative Economy, John Howkins
“La creatividad” está presente en nuestra vida cotidiana, desde el momento en que nos despertamos
hasta el momento en que nos acostamos. En nuestra moderna sociedad del siglo XX, la creatividad
y la invención nos acompañan a lo largo del día, cuando vamos a la oficina, cuando nos vamos de
compras, en el mercado, y por la noche, cuando vamos al cine a ver la última película de moda.

Para entender la creatividad y la importancia de la propiedad intelectual en el objetivo de explotar la


“propiedad privada”, cabe remitirnos al libro “The Creative Economy: How People Make Money
From Ideas” (La economía creativa: transformar una idea en beneficios, del autor John Howkins2.
Publicado en 2001, ese libro ha pasado a ser un punto de referencia para los que desean combinar
creatividad y ojo para los negocios.

Howkins, que estuvo recientemente en Ginebra para asistir a la segunda Reunión


Intergubernamental entre Períodos de Sesiones sobre un Programa para el Desarrollo (20 a 22 de
junio de 2005), celebrada bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual
(OMPI), tuvo la amabilidad de conversar conmigo sobre la creciente importancia de las economías
creativas.

Donna Ghelfi (DG): Sr. Howkins: nos gustaría mucho que nos contara lo más destacado de su vida
y carrera.

John Howkins (JH): Mi carrera ha sido muy heterogénea. Empecé siendo periodista y escribiendo
sobre los medios de televisión, de información y comunicación, sobre las tecnologías de
transmisión por satélite y por cable y las nuevas tecnologías. Luego ejercí de consultor político, en
tanto que director ejecutivo del International Institute of Communications3, cuyos miembros
proceden de alrededor de 100 países y viene a ser el único grupo que existe a nivel mundial
encargado de reflexionar en la esfera de las tecnologías y la política en materia de comunicaciones.
Empecé, pues, a moverme en el contexto normativo mundial y luego me trasladé al sector
comercial, trabajando principalmente con Time Warner en la creación de nuevas empresas para
generar activos en las esferas cinematográfica y televisiva. Hoy llevo una doble vida, es decir, por
un lado, soy empresario y dirijo varias compañías cinematográficas y de televisión, y en segundo
lugar, y en paralelo, me ocupo de ayudar a países, ciudades y empresas a explorar y utilizar la
creatividad, en particular, la forma de sacar beneficios financieros de esa creatividad y ahí es donde
la propiedad intelectual entra en juego.

DG: ¿Qué fue lo que le inspiró, o en qué momento decidió centrar su atención en la “creatividad”?

JH: A finales de los años noventa se hablaba mucho de tecnología, de informática y de tecnologías
de la información (T.I.): el boom del .com, la Web, Internet, y llegué a la conclusión de que se
estaba perdiendo mucho de vista lo que, en los negocios a los que me dedico, es el punto de partida:
el hecho de tener ideas. A mi entender, en cierto modo se estaba pasando por alto eso y prestando
demasiada atención a la tecnología y yo quería que volviéramos a dar importancia al hecho de
concebir ideas: cómo incitar a la gente a generar ideas, cómo colaborar con otros para generar ideas;
también era importante tener en cuenta que a veces la gente toma la iniciativa, crea y perfecciona
ideas, y las protege y empieza a vivir de ellas.

Del mismo modo que una y otra generación de ejecutivos han tenido que aprenderlo todo sobre
informática e Internet, hoy tienen que estar al tanto sobre la propiedad intelectual.

DG: ¿Llegó usted por sí mismo a esa conclusión o la inspiración le vino de la experiencia de otras
personas frente a esos desafíos?

JH: Mucha gente venía a verme y me decía “quiero crear una empresa”, “quiero crear un programa
informático”, “se me ha ocurrido una idea para hacer una película”, “he pensado en que podríamos
publicar”, o “se me ocurre un proyecto que podría realizarse por medio del comercio electrónico”.
En un gran número de casos, no sabían por dónde empezar y los estudios de abogados tampoco se
esforzaban realmente para ayudarlos y, en cuanto a los gobiernos, no entendían muy bien de qué iba
todo. Así que me di cuenta de que había problemas que había que solucionar, empezando con los
bancos, la financiación y las instituciones públicas y, en particular, los gobiernos.

[La gente] compra y vende palabras, música, pinturas, objetos curiosos, programas informáticos,
genes, derecho de autor, marcas, patentes, propuestas, formatos, popularidad, reputación, colores. Y
todos los productos que están en venta en nuestro ruidoso mercado son derechos a utilizar o, por
hablar como haría un abogado, a explotar la propiedad intelectual.

DG: ¿Así que todo empezó con la idea de las “ideas”? Luego escribió usted el libro “The Creative
Economy”, en el que pasa de la creatividad “individual” a la economía creativa: todo un salto.

JH: Sí, es verdad, pero si te detienes a pensar en las grandes compañías, todas ellas han partido de
las ideas, por lo general, de uno o dos inviduos, que un día se imaginaron una forma de hacer las
cosas de manera diferente o mejor que los demás, y ahí está el quid de la cuestión. Empecé
ocupandome de las artes, de la esfera cultural, lo que normalmente se consideran los sectores
creativos, pero realmente la creatividad abarca mucho más que eso. Considero que es decisiva, no
sólo para los sectores que hemos venido a llamar creativos, sino para todo: para la planificación
urbana, el transporte, la gestión hotelera y todo tipo de cosas. Significa reconocer el extraordinario
talento que puede tener el individuo y contribuir a que ese talento se ponga al servicio de la
sociedad.

La creatividad no es ninguna novedad y lo mismo cabe decir de la economía; lo que es nuevo es la


naturaleza y el alcance de la relación entre una y otra y de qué forma se combinan para generar una
riqueza y un valor extraordinarios.

DG: ¿Y por qué razón no le convencen expresiones como “sociedad de los conocimientos” o
“sociedad de la información”?

JH: Según mi entender, la palabra “información” no tiene suficiente fuerza. He estudiado la historia
de la palabra “información”, y su significado ha cambiado de forma drástica en los últimos 40 a 50
años. Se ha visto acaparado en gran medida por todo lo que tiene que ver con los sistemas
informáticos, las computadoras, dejando de lado la iniciativa del ser humano, la mente humana,
eliminando la emoción, el entusiasmo que incita a actuar. La gente utiliza la información para
generar ideas, por lo que no me parecía que la palabra “información” lo abarcara todo.

A su vez, la palabra “conocimientos” me parecía sacada directamente de los libros, algo académica,
algo que está ahí fuera, mientras que lo que a mí me interesaba es lo que tenemos aquí (se toca la
cabeza), en el cerebro, en la mente, la forma en que puedo utilizar el cerebro para generar nuevas o
mejores ideas. Así que, en cierta medida, las palabras “información” y “conocimientos” no se
ajustaban a lo que yo quería expresar. La palabra creatividad, que es la misma que utilizamos “para
crear” y para describir a Dios creador, me parecía guardar relación con algo que ha estado ahí
siempre. Empecé a mirar las cosas desde un punto de vista algo espiritual y creo que así es como
concibe la gente su propia creatividad. Es algo que atañe a lo más íntimo de la persona. Cuando
alguien dice “tengo una idea, ¿qué os parece?” (el producto o servicio creativo), todo el mundo
presta atención, pues a todos nos gusta que nos empujen o incluso estimulen. Se tiene el sentimiento
de engendrar, y es sumamente personal; se trata de algo espiritual y sin duda muy personal. Y las
palabras “información” y “conocimientos” no reflejaban todas esas cuestiones o emociones,
sentimientos y posesión. Así que al elegir las expresiones “creatividad” y “economía creativa”, lo
que quería era que el debate adquiriera un matiz más personal.
DG: ¿Qué entiende usted por economía creativa?

JH: Empezaría diciendo que es una economía en la que las ideas son los principales aportes y los
principales resultados. Diría también que es una economía en la que la gente dedica la mayor parte
de su tiempo a generar ideas. Es una economía o sociedad en la que la gente se preocupa y
reflexiona sobre su capacidad de generar ideas, en la que no se limita a ir a la oficina de 9 a 5 para
hacer un trabajo rutinario y repetitivo, como se lleva haciendo desde hace años, ya sea en el campo
o en las fábricas. Es una economía en la que la gente, allá donde se encuentre, hablando con los
amigos, tomando una copa, al despertarse a las cuatro de la mañana, piensa que puede tener una
idea que funcione de verdad, y no sólo una idea por el mero placer esotérico, antes bien, el motor de
su carrera, condición e identidad.

Por “economía creativa” se entienden las operaciones que generan los productos creativos
(resultantes). Cada operación puede comportar dos valores complementarios: el valor de la
propiedad intelectual intangible y el valor de la plataforma física (de haberla). En algunos sectores,
como el de los programas informáticos digitales, es mayor el valor de la propiedad intelectual. En
otros, como las artes, el valor unitario del objeto físico es más elevado.

DG: Por lo que veo, para usted, el humanismo está en el centro de la idea de la economía.

JH: La idea de la economía es sumamente humanística.

DG: ¿Y cómo ha sido acogida la expresión “economía creativa”?

JH: La expresión “economía creativa” ha ido extendiéndose de una forma extraordinaria por todo el
mundo. He viajado por todo el mundo y todo el mundo quiere ser creativo, todos los países quieren
ser creativos, todas las ciudades quieren ser creativas. Estamos llegando a una situación un poco
absurda. Me gustaría dar con una ciudad en la que no digan que lo que quieren es ser creativos o
que al menos utilicen la palabra de una forma más concisa de lo que suele hacerlo la gente. La
palabra “creatividad” está ya un poco desgastada, se ha usado y abusado de ella. Y yo me empeño
en reafirmar los principios básicos de la creatividad. Cada cual la interpreta a su manera, y yo la
interpreto en gran medida en el sentido de que cada cual se abre paso en el mundo creando su
propio sentido de identidad y que con ella pueden ganarse la vida. No todos convienen en que
existen vínculos entre la identidad propia y la forma de hacer negocios. Muchos ni siquiera se
molestan en reflexionar sobre el principio humanístico de la creatividad y se limitan a ver la
dimensión económica y social de la misma. No es que me moleste, pero yo sí veo una relación con
los orígenes humanistas, cuando en la Europa del siglo XVII se empezó a tomar conciencia de que
los individuos como tales podían crear y ser originales por medios que hasta entonces sólo eran
prerrogativa de Dios o de otro creador universal. De ahí que la economía creativa tenga un potencial
sumamente extraordinario. Y si se refleja eso en la forma de funcionar, pasará a ser un elemento
muy, pero que muy poderoso.

DG: ¿Qué diferencia existe entre creatividad e innovación?

JH: Para mí son conceptos totalmente distintos. Esa diferencia no se refleja quizás en mi libro, pero
es algo a lo que me he dedicado en los últimos tiempos. La creatividad reside en el individuo y es
subjetiva; la innovación parte de un grupo y es objetiva. Toda innovación será sometida en un
momento u otro a un comité y su continuación dependerá de que sea aprobada, mientras que la
creatividad es mucho más caótica y subjetiva. La creatividad induce innovación; la creatividad
fomenta la innovación; la creatividad se traduce en innovación. La innovación no es nunca fuente
de creatividad. Tomemos por ejemplo las canciones pop, que pueden ser sumamente creativas.
Quien escribe una canción que tiene letra y ritmo y un sonido que nos gusta es, para nosotros,
creativo. Pero no es innovador. Personas como Tom Cruise pueden ser creativas pero no
innovadoras. Un productor cinematográfico, un director de películas, un director de orquesta y un
diseñador pueden ser creativos pero no innovadores.

DG: ¿Existen diferencias entre creatividad artística y creatividad científica?

JH: La creatividad científica es muy interesante. Hace dos años tuve ocasión de conversar con John
Sulston, Jefe de la unidad británica que participó en el desciframiento del genoma humano y que
recibió el premio Nobel de fisiología y medicina en 2002. John me dijo que su trabajo no era
creativo, era bastante reticente a calificarlo así. Lo que él trataba de decirme es que su trabajo es
muy duro pero que se limita a comparar cifras y que eso no es para nada creativo. Se resistía a que
lo calificaran de anárquico y romántico. Esa observación la hizo en una reunión de una comisión
sobre propiedad intelectual integrada por cerca de 20 eminencias, cuya mayoría le dijo literalmente:
“lo que estás diciendo son tonterías, John”. Y yo estoy de acuerdo con ellos. Considero que los
científicos pueden ser tan creativos como los artistas, no tengo duda alguna sobre ello. Muchos
artistas no son creativos. Realizan, pintan otros paisajes, etc. y, desde el punto de vista técnico, no
tengo nada que decir, pero eso no es lo que yo calificaría verdaderamente de creativo. Por lo
general, los programadores de computadora no son verdaderamente creativos pero elaboran
programas y existen unas cuantas excepciones que dejan constancia de que puede haber creatividad
en ese campo.

DG: Así pues, la idea es lo primero en llegar, seamos artistas o científicos. ¿Y lo que hagamos con
la idea será lo que diferencie el producto creativo e/o innovación de los demás?

JH: La innovación es un proceso social. Tiene mucho más que ver con crear nuevos medios, nuevos
métodos de hacer algo para el mercado y de ofrecerlos al consumidor.

DG: En su libro, dice usted:

“Tanto las artes como las ciencias se esfuerzan por imaginar (visualizar) y describir (representar) la
naturaleza y el significado de la realidad. La diferencia reside en las razones que inducen a ello, en
cómo presentan su imaginación al mundo y cómo protegen su valor económico. Por decirlo simple
y llanamente, la creatividad es igual en ambos casos, pero los productos creativos son diferentes”.
(The Creative Economy, pág. xi).

¿Sigue usted pensando así?

JH: Sin duda alguna

DG: Y en este contexto, ¿qué función desempeña la propiedad intelectual (P.I.)?

JH: La propiedad intelectual solía ser un tema arcaico y aburrido, algo relegado a los especialistas,
pero en los últimos años ha pasado a tener una influencia muy importante en la forma en que se
generan ideas y se hacen valer, así como en la producción económica mundial.
La gente necesita ganarse la vida con sus ideas, por lo que precisa que se les otorgue ciertos
derechos exclusivos sobre las mismas. Y para eso tenemos el derecho de autor, las patentes, las
marcas y otros sistemas de protección de derechos exclusivos. Es uno de los medios para ello y en
algunos sectores es el principal medio de hacerlo. En otros sectores no es el principal medio pero no
deja de tener importancia. ¿Cómo enfocar la cuestión? A ese respecto, yo diría que, de la misma
manera que la gente que genera ideas se ha beneficiado para ello del acceso a ideas de todo el
mundo, cuando concedamos derechos exclusivos, se trate de derecho de autor o de una patente, o
del registro de una marca, esos instrumentos todos ellos diferentes, debemos hacerlo de modo que
velemos por un equilibrio adecuado entre el derecho de los individuos a responder a unas y otras
necesidades y la justificación de ganar dinero; y si con sus ideas consiguen algo extraordinario, pues
que ganen muchísimo dinero. Yo no tengo nada en contra de que la gente gane muchísimo dinero,
ni de que otros tengan acceso a una obra o idea. Creo que allí es donde reside hoy el problema, lo
que hoy está sobre el tapete en la Reunión IIM de la OMPI y en otras instancias de debate. Todavía
no hemos dado con una solución al problema; todavía hay quien piensa incluso que no existe tal
problema. En la compañía cinematográfica que dirijo, todos los activos están protegidos por
derecho de autor y tenemos que hacerlo valer, sobre eso no hay duda alguna. Quien escribe
canciones, escribe novelas, tiene ideas, crea logotipos o marcas necesita protección: no puede
ponerse eso en duda. Y a medida que nos vayamos encaminando hacia una economía cuyos pilares
sean las ideas, más necesario será velar por que los que generen esas ideas vivan bien. En caso
contrario, iríamos por mal camino.

DG: ¿A lo que usted se refiere es a vivir bien y tener derecho a obtener remuneración?

JH: Bueno, se trata de más que de un derecho a remuneración pues parecería que ese derecho
equivale a que se tengan que obtener licencias obligatorias y a cambio sólo se recojan las migajas.
No, yo me refiero a mucho más que eso, es decir, creo que todo el que realice algo extraordinario y
destacado debe tener la posibilidad de sacar dinero de ello. Pues en algunos sectores, hacer algo
extraordinario y destacado suele ser muy caro y arriesgado y entraña la obligación de obtener un
montón de dinero para hacer frente a otros problemas. Por otro lado, se precisan normas que
permitan que la gente tenga acceso a las ideas, a las obras y conocimientos que se hayan generado
en el marco de esa economía creativa. Es un equilibrio muy delicado que por el momento está algo
“desequilibrado”.

En la economía creativa, los empresarios (a los que a menudo se llama “empresarios creativos”)…
recurren a la creatividad para dar libre curso a su riqueza interior. Como los verdaderos capitalistas,
consideran que si se sabe gestionar adecuadamente esa riqueza creativa, se generará todavía más
riqueza… esos empresarios tienen cinco características en común: i) punto de mira, ii) enfoque, iii)
buen ojo para los negocios, iv) orgullo y v) prisa.

DG: Eso nos lleva a plantear la cuestión de lo que se vienen a llamar “sectores creativos”: ¿de qué
se trata?

JH: (Riéndose) Esa es la pregunta que intento eludir casi siempre. Le voy a decir de que se trata. En
la mayoría de los países existen hoy alrededor de 14 sectores, a saber, la publicidad, la arquitectura,
las artes, la artesanía, el diseño, la moda, la edición, la cinematografía y el vídeo, la televisión y la
radio, los programas informáticos interactivos de ocio, la música, las artes de interpretación y
ejecución, la fotografía, los servicios informáticos, etc. que tienen un elevado componente artístico.
En mi libro4, a esa lista he añadido otros sectores científicos o no relacionados con las artes y tengo
que decir que a medida que escribía el libro iba añadiendo sectores. Así pues, si hablo mucho sobre
los sectores creativos, es porque esa es la expresión que entienden los gobiernos y que utilizan la
OMPI y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). De ahí
que me parezca adecuada.

Por otro lado, la creatividad a la que me refiero existe prácticamente en todos lados. Si yo estuviera
en el sector del turismo y tuviera un hotel, por ejemplo, está claro que la clave del éxito de mi
establecimiento estaría en que ofrezca buenas habitaciones a buenos precios, que ofrezca servicios
al cliente, etcétera. Pero si quiero ofrecer algo más, ¿a quién me dirijo? ¿Me voy a ver al encargado
del servicio de bebidas? Pues no. Tendré que dirigirme a alguien que considere creativo. Así que
necesito gente creativa, y no fuera sino en mi propia empresa. Si me dedico a la elaboración de
medicamentos o soy el director de un puerto deportivo, necesito gente que aporte nuevas ideas
sobre la forma de diferenciar nuestros bienes o servicios de los de la competencia. Si el puerto está
en el lago de Ginebra, lo que querré es ir a ver a los propietarios de barcos para saber qué puedo
hacer para que mi puerto sea el mejor del mundo. Y eso no lo puedo hacer si me quedo sentado en
mi despacho cruzado de brazos. Tengo que tomar la iniciativa y hablar con los que tienen barcos y
colaborar con ellos. La gente que trabaja en el puerto deportivo son, con toda probabilidad,
sumamente brillantes, pero es probable que el director ni siquiera cruce ni media palabra con ellos.
Lo más probable es que esté sentado en su oficina, verificando que se amarren bien los barcos para
que no se hundan; eso de por sí no está mal y seguro que llegará a viejo. Pero no por eso su puerto
será realmente el mejor. Así pues, en cierto sentido, la creatividad puede aplicarse a todo.

Por “sectores que dependen del derecho de autor” se entiende, ante todo, sectores de actividades
susceptibles de protección por derecho de autor o derechos conexos… Por “sectores que dependen
de las patentes” se entienden todos los sectores que realizan productos que pueden protegerse por
patente… En cuanto a los “sectores dependientes del registro de marcas y diseños”, son todavía más
amplios, y por su talla y su diversidad, se diferencian menos. Juntos, esos cuatro sectores
constituyen “los sectores creativos” y la “economía creativa”. Esta definición es controvertida.
Mientras que las demás definiciones que he citado se adaptan a la práctica internacional, en torno a
ésta no existe consenso.

DG: Así que al hablar de sectores creativos no habría, por consiguiente, que limitarse a sectores
específicos…

JH: No. Los sectores convencionales de fabricación y de servicios son, en líneas generales, no
creativos, pero si se aplica un enfoque creativo a dichos sectores, seguro que se logran cosas muy
interesantes. Tomemos, por ejemplo, el caso de los automóviles: se trata de un sector de fabricación
tradicional pero si compara usted la industria automovilística estadounidense con la japonesa, una
es sumamente creativa en comparación con la otra. Y eso lo explica todo. Algunos conceden mucha
importancia a los conceptos tradicionales de creatividad, y se quedan un poco cortos; yo veo las
cosas de forma mucho más amplia, en el sentido de que la creatividad abarca todo lo que hacemos y
no quiero que se restrinja su alcance. Me complace decir que el Gobierno del Reino Unido, que al
principio restringía la creatividad a las artes, hoy es mucho más abierto o inclusivo en relación con
esa cuestión.

DG: ¿Me equivoco diciendo que las primeras iniciativas del Gobierno del Reino Unido se centraron
en lo que se refiere al patrimonio cultural?

JH: Sí, pero eso no duró mucho tiempo. En ese momento estaba al mando un gobierno conservador,
en funciones hasta 1997. A mediados del decenio de 1990, el gobierno laborista hizo suya la idea de
lo que conocemos hoy por sectores creativos. Quería adoptar un enfoque totalmente nuevo en
relación con las artes y su financiación. El entonces Secretario de Cultura, Chris Smith, partía de
que obtendría más financiación del Ministerio de Economía si conseguía que se entendieran los
beneficios económicos que se derivan de las artes. Si presentaba las cosas de la siguiente manera:
“Necesito 500 millones o incluso 1.000 millones de libras esterlinas para el sector de las artes a fin
de crear empleo, actividad económica, recaudar impuestos, etc.”, el Ministerio de Economía le
respondería: “ya, sí, sí, bueno…”, y eso es lo que Chris Smith hizo. Se trataba, claramente, de una
maniobra en la forma de presentar las cosas para obtener más dinero del Gobierno, y logró lo que
quería. De repente todo el mundo se dio cuenta y empezó a decirse: “es verdad: las artes no sólo
revisten valor artístico, también revisten importancia económica”. Se trata de un mensaje sencillo
del que hoy todos somos conscientes. Ha llegado el momento de evolucionar en esa dirección.

DG: ¿Habremos de cambiar nuestra forma de funcionar en aras de esa economía creativa?

JH: Sí, y creo que en ese sentido todo el mundo está evolucionando. En mi libro aludo a varios
métodos que utiliza la gente para dirigir empresas, métodos que hoy son más vigentes que nunca.
Hoy las empresas se dirigen sobre la base de un grado mucho mayor de colaboración y apertura. La
fragmentación es mucho mayor y en la mayoría de los casos, las cosas parecen funcionar. Creo que
se trata de algo a largo plazo, las cosas no van a cambiar de la noche a la mañana pues se precisan
cambios en la educación, el sistema de enseñanza, y las universidades. Se precisa también que la
gente cambie de mentalidad (en relación con el riesgo y en sus relaciones unos con otros).

En Londres, por dar un ejemplo, se observa hoy una forma de trabajar sumamente fragmentada,
heterogénea y basada en la colaboración. Quien tenga una idea, encontrará sin duda una institución,
un grupo de personas o amigos que encuentren esa idea fantástica. Y eso mismo se observa hoy en
media docena de países de todo el mundo, no más. Ese modelo de colaboración empezó en el
contexto de los programas informáticos de código abierto pero es algo que tiene mucho mayor
alcance e importancia. Tomemos nuevamente por ejemplo el caso del puerto deportivo. Quien tenga
sentido de la responsabilidad y posea un presupuesto y responsabilidad en la gestión del mismo, si
se queda aislado, no llegará a ningún lado, o llegará pero muy despacio. Lo que hay que hacer es
utilizar el talento que está a nuestro alcance. Eso quiere decir que todo el mundo puede tener ideas y
que si haces participar a suficiente gente en una idea, ya sean colegas, usuarios, colaboradores o
clientes, científicos, lo que sea, si invitas a participar en ello a gente de todo tipo, avanzarás mucho
más rápido. Es muy difícil dirigir un equipo partiendo de un modelo de colaboración pues lo ideal
es que cada cual contribuya al máximo de su capacidad individual y que sea cual sea la idea que
tengan, esas ideas sean valoradas, y se forme así una unidad de colaboración. Se trata de un
equilibrio muy difícil de lograr.” (OMPI, El motor de la creatividad en la economía creativa:
entrevista a John Hawkins, Donna Ghelfi1)

VI.2Argumento empírico
En mis experiencias laborales, he presenciado muchas veces la innovación y la creatividad al
momento del crecimiento empresarial. A continuación daré a conocer una de estas experiencias y
como se relaciona con el tema que estamos tratando. Me situó un año atrás, donde trabaja como
ensamblador de ensaladas de la empresa Frisby S.A. allí pude ver los distintos procesos por los
cuales la empresa estructuraba la creación de nuevos platillos exquisitos, ellos usaban
principalmente la idea del buzón de sugerencias, las opiniones del consumidor como base de la
transformación del producto, tomando en cuentas la más novedosas o ingeniosas a la hora de
aplicarlas al respectivo producto. Otra característica que pude apreciar es la toma de ideas de los
colaboradores de la empresa, ya que, cada mes se tomaba exámenes de los buenos procedimientos
realizados por los colaboradores a la hora de la preparación de los platos, además de tomar algunas
sugerencias de los mismos colaboradores para modificar o cambiar el plato, para su mejoramiento o
mayor beneficio para el consumidor.

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