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CRIMINALISTICA

RESUMEN Y ANALISIS DE LA PELICULA DOCE HOMBRES SIN PIIEDAD

Los doce miembros de un jurado deben juzgar a un adolescente acusado de haber matado a su
padre, todos menos uno están convencidos de la culpabilidad del acusado el que disiente
intenta con sus razonamientos introducir en el debate una duda razonable que haga
recapacitar a sus compañeros para que cambien el sentido de su voto.

Como película ‘Doce hombres sin piedad’ es la sencillez más absoluta. Doce hombres, los que
conforman el jurado popular en un caso de asesinato, se reúnen en una sala para debatir y
decidir si el acusado es culpable o inocente. Como condición, todos los miembros del jurado
deben estar de acuerdo en su decisión, tiene que ser unánime, tanto para la inocencia como
para la culpabilidad. Once de los doce miembros se muestran a favor de condenar al acusado a
la silla eléctrica, mientras que uno (Henry Fonda) deja caer la sombra de la duda sobre el
veredicto.

Comienza desde ese momento un tira y afloja entre los doce hombres encerrados en esa
calurosa sala para tirar del resto hacia su posición. Sidney Lumet hace un enorme alegato a
favor del poder de la palabra y la honradez del sistema judicial si lo aplican las personas
adecuadas. Este arquitecto, padre de tres hijos, tendrá la difícil misión de convencer a once
más para no terminar condenando al joven a la silla eléctrica.

El argumento que más repetirá Fonda, y que Lumet subraya una y otra vez, es el de la duda
razonable. Cuando un argumento, una tesis de la fiscalía o un testigo no se presenta como
100% fiable, la sombra de la duda está ahí. Lo que muy hábilmente muestra Fonda es que él no
sabe a ciencia cierta si el acusado es culpable o no, pero lo que sí sabe es que las pruebas en su
contra son rebatibles.

Lo que también hace muy bien Lumet es retratar en buena medida cómo se comporta el ser
humano. Desde los que se ciegan por la sed de venganza, sin atender a razones; los que
quieren salir lo antes posible del marrón y solo apoyan al grupo mayoritario, los que dicen lo
que los demás quieren escuchar, los que se mantienen en la cerrazón ante cualquiera que no
sostenga sus mismas tesis y los que, en mayor o menor medida, están abiertos a modificar su
parecer si los argumentos en contra son lo suficientemente fuertes. Y los argumentos, en este
caso, lo son.

La diferencia entre el personaje de Fonda, y otros, pero principalmente el suyo, y los que se
oponen en rotundo (porque quieren ir a un partido, porque les duele la nariz o porque
directamente les da igual el caso) está en el uso que hacen de la palabra. Los argumentos
racionales, explicados con calma y sustentados sobre evidencias, no tienen rival.

De esta manera vamos deshojando la margarita del caso. Lo más interesante de todo es que la
película no muestra en ningún momento el crimen y apenas muestra un breve plano del
acusado en el banquillo de los acusados. Somos nosotros, como espectadores, los que vamos
creándonos la película por nuestra cuenta. Es cierto que no hay mucha opción de estar a favor
de ningún otro personaje que no sea el de Fonda, pero ‘Doce hombres sin piedad’ se convierte
igualmente en un perfecto análisis social, tremendamente estimulante.
DILIGENCIAS QUE DEBEN HACERSE EN EL SIGUIENTE CASO

Asegurar la escena del crimen

Recoger la declaratoria testimonial de posibles testigos

Recojo de objetos en la escena del crimen

Cadena de custodia del arma utilizada en la escena del crimen

Prueba toxicología al imputado

Prueba de luminol al imputado

Pericia psicológica al imputado

Pericia psiquiátrica al imputado

Necropsia de ley a la victima

Reconstrucción de los hechos acontecidos

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