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VIGENCIA DE LA NORMA JURÍDICA EN EL TIEMPO

En el sistema jurídico peruano se toma como fuente, respecto al tema de vigencia, lo que
enuncia su Constitución Política. La norma suprema nos da como regla general que la “ley desde
su entrada en vigencia se aplica a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas
existentes y no tiene fuerza ni efectos retroactivos, salvo en materia penal cuando favorece al
reo” (principio de irretroactividad). Asimismo, que las normas entran en vigencia al día siguiente
de su publicación en el diario oficial (otra regla general); que la ley se deroga (pierde su vigencia
y a su vez su validez) sólo por otra ley y/o por ser declarada inconstitucional. Sin embargo,
pueden darse algunos conflictos al interpretar lo dispuesto a partir de estos preceptos. Veamos
primero las siguientes categorías:
a.- Aplicación inmediata: Está contenida en el principio de irretroactividad, lo que nos
restringe a aplicar la norma sólo al momento estricto de su entrada en vigencia (regla general: al
día siguiente de su publicación).
b.- Aplicación diferida: Se constituye cuando la norma expresamente señala que
entrará en vigencia desde un futuro establecido y no desde el día siguiente de su publicación, si
no después. A ese período se le conoce como vacatio legis.
c.- Aplicación ultractiva: Concurre cuando la norma es utilizada para regular hechos
acaecidos luego de haber perdido su vigencia.
d.- Aplicación retroactiva: Cuando la norma entra a regular sobre hechos ocurridos con
anterioridad a su entrada en vigencia. Sólo es permisible en materia penal.
Ahora bien, la interpretación de la que esbozábamos presuntas dificultades líneas arriba
tiene antecedentes notorios y expuestos por el profesor Marcial Rubio, quien reseña que “a
inicios del siglo XX, los desastres financieros traídos por la Primera Guerra Mundial obligaron a
establecer normas que regularan los efectos de las leyes, especialmente en materia de deudas
impagas; desde entonces, dos teorías se han disputado alternativamente la mejor interpretación
posible de la problemática: la teoría de los derechos adquiridos y la teoría de los hechos
cumplidos”. Ambas teorías pretenden interpretar cuál es la aplicación correcta de las normas en
el tiempo; pero no necesariamente son incompatibles, pues concuerdan en que si la ley no es
modificada o derogada será aplicable a los hechos que ocurran en corriente; sin embargo, la
diferencia en los efectos de ambas se presentará con la modificación legislativa, desde ese
momento, la teoría de los derechos adquiridos pregona la aplicación ultractiva de las normas
“antiguas”, mientras que la teoría de los hechos cumplidos pretende la aplicación irretroactiva de
la norma “nueva” a los hechos acaecidos en su vigor. Veamos con más detalle en los siguientes
puntos.

. Conclusiones

1. En relación a la aplicación de la norma tributaria en el tiempo, le son aplicables las reglas


establecidas en la Constitución vigente, lo cual significa que se rigen por el Principio de la
Irretroactividad y de manera excepcional se pueden regir por el principio de Retroactividad o
de Ultractividad, de ser el caso. 2. Esto significa que una Ley tributaria entre en vigencia de
manera inmediata, a partir del día siguiente al de su publicación, salvo que la propia ley
posponga su vigencia en todo o en parte, dando lugar a lo que denominados aplicación
diferida de la norma. 3. Por seguridad jurídica el legislador ha establecido que las leyes que
regulen tributos de periodicidad anual entran en vigencia a partir del primero de enero del año
siguiente, en todo aquello que signifique la modificación de los elementos esencial del tributo
que están modificando, no así para aquellas modificaciones a los elementos no esenciales del
tributo. 4. Cuando el artículo 109º de la Constitución establece la retroactividad benigna en
materia penal, esta no alcanza a las sanciones establecidas como consecuencia de las
infracciones o contravenciones de naturaleza tributaria, sino sólo al delito tributario. 5. Las
normas que otorguen beneficios, incentivos tributarios o exoneraciones surten efecto a partir
del 1 de enero del año siguiente a la fecha de la publicación de la norma que otorga el
beneficio, salvo que el propio legislador disponga otra cosa. 6. Cuando se trata de normas
interpretativas, estas rigen a partir de la vigencia de la norma que están interpretando, y no
existe en estos supuestos retroactividad.

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