III CONGRESO INTERNACIONAL EVALUACION PSICOLOGICA

Terapia Cognitiva-Conductual para el Enfado Patológico

Ponente: Juan Sevillá Gascó

Resumen realizado por: Luis Alberto Paiva Rojas

El autor considera al enfado como una de las emociones olvidadas en cuanto a estudios, según
su reporte hace mención que entre los años 1971 al 2005, se realizaron muchas investigaciones,
como primer lugar asociadas al estudio de la depresión con una cantidad de 1267, del mismo
modo con 410 investigaciones sobre ansiedad en el segundo lugar y finalmente en el tercer lugar
con 7 artículos realizados sobre el “Enfado”.

Las razones por la que existen pocas investigaciones sobre el enfado se debe a lo siguiente, la
inexistencia de una categoría formal en el DSM, lo que sí existe es que es considerado como
parte de una característica de otros trastornos y estaría asociado como por ejemplo al Trastorno
límite de la personalidad, depresión, trastorno bipolar, maltrato infantil, entre otros. Otra de las
razones previstas en la ponencia, es sobre el poco interés que tiene las personas que desarrollan
un cuadro de enfado, es decir no suele buscar ayuda fácilmente, por el contrario, asumen que
se encuentran bien, ahora por parte de evaluador, consideran que este tipo de persona no son
clientes cómodos como para tratar alguna terapia por las reacciones inmediatas que pueda
tener.

En una especie de interrogativa que hizo el ponente es sobre, ¿Cómo surge el enfado en la
persona?, se mencionó sobre algunos mitos con relación al enfado siendo el común de las
personas en la actualidad, “los hombres se enfadan más que las mujeres”, “El enfado siempre
incluye una conducta visible”, “La gente que se enfada tiene baja autoestima”, entre otros.

Fue así que a modo de preámbulo que inicio su marco teórico, ya posteriormente dio a conocer,
como es que se define al enfado. Desde su perspectiva realizó una investigación conjuntamente
con Pastor en el año 2016, en el cual refieren al enfado como una tendencia generalizada que
muchas veces sirve como agente regulador ante los pensamientos centrados a la descalificación
moral, así mismo esto provoca una altísima activación fisiológica y es percibida y es fácil de notar
cuando una persona está molesta, y sin dejar de lado es acompañado de conductas agresivas.

Así mismo se habló sobre cómo fue evaluado el enfado mediante un análisis funcional,
proporcionando información crucial para su entendimiento, se direccionó en poder definir los
procesos psicológicos del enfado desde la objetividad de los pensamientos, emociones,
comportamientos, lo que buscaba era poder entender en si el origen del problema, y que otras
posibles variables podrían estar involucrados, por ejemplo, el impacto del estado de ánimo,
problemas de pareja o consumo de sustancias tóxicas.

Y cuánto dura el proceso del enfado. Según las fuentes que se mencionó en la ponencia, habla
de que el 50 % de los episodios de enfado dura menos de una hora, otro 30 % de los episodios
de enfado dura más de un día, esto se concluye, que dependerá del impacto en la persona y de
cómo es percibido.

Entonces como es posible evaluar al enfado patológico, se habla de métodos, como primera
técnica se habla de una entrevista clínica, también a través de una autobservación y autor
registros, del mismo modo se utiliza la observación, y la aplicación de cuestionarios entre los
cuales tenemos a Novaco Anger Scale and Provocation Inventory (NAS-PI; Novaco, 2003), Anger
Disorder Scale (ADS; Di Giuseppe y Tafrate, 2004), State-Trait Anger Expression Inventory (STAXI
- II; Spielberger, 1999). Otras de las técnicas eficaces mencionadas para el tratamiento del
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enfado, son: el manejo de estímulos e interrupción de la respuesta, pasar por un proceso de

relajación, asistencia a una terapia cognitiva, incentivar el entrenamiento de las habilidades
sociales.

Así mismo, como se habla del proceso de evaluación, técnicas empleadas, se menciona también
sobre las fases del tratamiento para poder controlar el enfado y estas se dividido en tres fases:

Fase inicial. Se da la aplicación de una técnica el cual permite aumentar la percepción de enfado
en el sujeto, a través de los auto registros, así mismo el cambio emocional en las sesiones
implantadas, o también mediante un Rol-play. Es más dentro de esta fase, se manifiesta el
control de estímulos, esto consiste en intervenir en el medio para que no exista agentes
disparadores y así evitar enfadarse ante un hecho fortuito.

Fase intermedia. En esta fase se da la aplicación de la terapia cognitiva, donde el objetivo es

reducir el nivel de enfado a través del cambio de pensamiento negativos por positivos, así mismo
se hace una breve recomendación en no caer en pensamientos habituales que son
desencadenantes a enfadarse. Ante lo mencionado el auto propone una propuesta diferente,
diseñada a partir de la terapia cognitiva como la terapia racional. Las ventajas de esta propuesta,
recae en que suele administrarse de forma universal y es apoyado con el poder del “Perdón”.

Se dice que ante una situación donde se suscita una serie de conflictos, es recomendable la
asistencia del perdón para minimizar y llegar a una conciliación.

Fase Avanzada. Ya en esta fase, se centra básicamente en lo cognitivo, es decir la persona

traslada la conducta de enfado al pensamiento, es aquí donde busca solucionar y evitar
respuesta de enfado. Esto servirá para mejorar las habilidades sociales y tener un estilo de vida
ideal para la persona y así no verse afectados manifestando alguna recaída.