como en la tierra no hay dos, Estaba quieta la inquietud por una vez. se fue de caza una tarde La desazón en sazón y por los montes del Señor. ¡cómo se parecía el mundo a Gerarda Seguro llevaba el paso, envuelta en sensaciones de encaje! listo el plomo, el corazón Las palabras chocan contra la tarde repicando, la cabeza /y no la descomponen. erguida y dulce la voz. La furia no me deja solo conmigo. Bajo el oro de la tarde Habrá que recortar la sombra militar. tanto el cazador cazó que finas lágrimas rojas ¡Camaradas especialistas en esperar cansancios: se puso a llorar el sol... apaguen el amor dudoso que baja humilde y despacito! Cuando volvía cantando suavemente a media voz Hasta el revés del cosmos morirá! desde un árbol, enroscada, una serpiente lo vió.
Iba a vengar a las aves,
más, tremendo, el cazador con hoja de firme acero la cabeza le cortó. Fragmento del Martín Fierro (José Hernández) Pero aguardándolo estaba a muy pocos pasos, yo... Lo até con mi cabellera Mi gloria es vivir tan libre y dominé su furor. como el pájaro del cielo; Ya amanatiado le dije: no hago nido en este suelo - Pájaros matasteis vos, ande hay tanto que sufrir, y voy a tomar venganza y naides me ha de seguir ahora que mío sois... cuando yo remuento el vuelo. Más no lo maté con armas, busqué una muerte peor: Yo no tengo en el amor "lo besé tan dulcemente quien me venga con querellas; que le partí el corazón". como esas aves tan bellas Cazador: si vas de caza que saltan de rama en rama, por los montes del Señor, yo hago en el trébol mi cama, teme que a pájaros venguen hondas heridas de amor. y me cubren las estrellas.