Madre, yo al oro me humillo, Yo quiero ser llorando el
él es mi amante y mi amado, hortelano
pues de puro enamorado de la tierra que ocupas y de continuo anda amarillo. estercolas, Que pues doblón o sencillo compañero del alma, tan hace todo cuanto quiero, temprano. . poderoso caballero Alimentando lluvias, caracoles es don Dinero. Y órganos mi dolor sin instrumento, Nace en las Indias honrado, a las desalentadas amapolas donde el mundo le acompaña; . viene a morir en España daré tu corazón por alimento. y es en Génova enterrado. Tanto dolor se agrupa en mi Y pues quien le trae al lado costado, es hermoso, aunque sea fiero, que por doler me duele hasta el poderoso caballero aliento. es don Dinero. . Un manotazo duro, un golpe Es Galán y es como un oro, helado, tiene quebrado el color; un hachazo invisible y homicida, persona de gran valor un empujón brutal te ha tan cristiano como moro; derribado. pues que da y quita el decoro . y quebranta cualquier fuero, No hay extensión más grande poderoso caballero que mi herida, es don Dinero. lloro mi desventura y sus conjuntos Son sus padres principales, y siento más tu muerte que mi y es de nobles descendiente, vida. pues que en las venas de Oriente . todas las sangres son reales. Ando sobre rastrojos de difuntos, Y pues es quien hace iguales y sin calor de nadie y sin al duque y al ganadero, consuelo poderoso caballero voy de mi corazón a mis es don Dinero. asuntos. . .Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo. . No perdono a la muerte horno se nos quema. enamorada, no perdono a la vida desatenta, Y el hombre... Pobre... ¡pobre! no perdono a la tierra ni a la Vuelve los ojos, como nada. cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; vuelve los ojos locos, y todo lo vivido En la noche dichosa, se empoza, como charco de culpa, en en secreto, que nadie me veía, la mirada. ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía Hay golpes en la vida, tan fuertes... sino la que en el corazón ardía. ¡Yo no sé!
Verde que te quiero verde.
Aquesta me guiaba Verde viento. Verdes ramas. más cierto que la luz del mediodía El barco sobre la mar a donde me esperaba y el caballo en la montaña. quien yo bien me sabía, Con la sombra en la cintura en parte donde nadie parecía. ella sueña en su baranda, verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. Verde que te quiero verde. Bajo la luna gitana, las cosas la están mirando Hay golpes en la vida, tan fuertes... y ella no puede mirarlas. ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como Verde que te quiero verde. si ante ellos, Grandes estrellas de escarcha, la resaca de todo lo sufrido vienen con el pez de sombra que abre el camino del alba. se empozara en el alma... ¡Yo no sé! La higuera frota su viento con la lija de sus ramas, Son pocos; pero son... Abren zanjas y el monte, gato garduño, oscuras eriza sus pitas agrias. en el rostro más fiero y en el lomo ¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde? más fuerte. Ella sigue en su baranda, Serán tal vez los potros de bárbaros verde carne, pelo verde, Atilas; soñando en la mar amarga. o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos
del alma de alguna fe adorable que el Destino blasfema. Esos golpes sangrientos son las crepitaciones de algún pan que en la puerta del