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ANTOLOGÍA DE LA POESÍA ESPAÑOLA (1939-1975) trágicamente a la gallina ciega;

y una mano nos coge el pensamiento.


JOSÉ GARCÍA NIETO
Ángel, Ricardo, Juan, abuelo, abuela,
SONETO DE LA NIEVE TODAVÍA nos tocan levemente, y sin palabras
nos hablan, nos tropiezan, les tocamos.
Mira cómo se quema el Guadarrama
en sus torres azules. Esa loma ¡Estamos siempre solos, siempre en vela,
tiene un poco de nieve, una paloma esperando, Señor, a que nos abras
que ha librado sus alas de la llama. los ojos para ver, mientras jugamos!

Qué desierta de pájaros la rama Escrito a cada instante (1949)


donde a la luz mi corazón se asoma,
como un clavel de invierno sin aroma DÁMASO ALONSO
como un campo segado de retama.
TORRENTE DE LA SANGRE
Crezco de amor bajo este sol tendido,
y crecen las montañas imitando ¡Ceja, testuz fatal! ¡Cómo te siento,
el hielo que mi ardor no te ha deshecho. furibundo, embestir contra mis sienes!
Ciega bestia en acoso, ¿por qué vienes
Bajo un ave de nieve estoy vencido Contra el dique a romper de tu aposento?
y están sus alas frías coronando
una sierra de sangre por mi pecho. ¿Qué frenesí te acucia? Ese lamento
mugidor, di ¿por qué? ¿Por qué, si tienes
Versos de un huésped de Luisa Esteban (1944) mis más dorados días en rehenes
y en prenda un corazón que fue del viento?
LEOPOLDO PANERO
Árbol de pulpa roja, arrebatado
POR LA TARDE del huracán de mi secreta mina,
Por donde en sombra rompes tu camino;
Palabra vehemente de las cosas
inanimadas; roca, pino, cumbre árbol, cual yo, torrente despeñado,
solitaria de sol; silencio y lumbre; ciega bestia, cual yo, ¡Mi ángel de ruina!
quietud de las laderas rumorosas. ¡Oh ciclón de mi propio torbellino!

Intactas de mis manos silenciosas Oscura Noticia (1944)


entre el romero azul de mansedumbre,
transparentes de Dios y en su costumbre. DE PROFUNDIS
silencian el pinar mariposas.
Si vais por la carretera del arrabal, apartaos, no os
Y el corazón silencia levemente inficione mi pestilencia.
su palabra más pura, y su retama El dedo de mi Dios me ha señalado: odre de
se alza en dorado vuelo, mientras arde, putrefacción quiso que fuera este mi cuerpo,
y una ramera de solicitaciones mi alma,
al fresco soplo, en limpidez de fuente, no una ramera fastuosa de las que hacen languidecer de
la profunda quietud del Guadarrama, amor al príncipe
lento de mariposas, por la tarde. sobre el cabezo del valle, en el palacete de verano,
sino una loba del arrabal, acoceada por los trajinantes,
Versos del Guadarrama. (1945) que ya ha olvidado las palabras de amor,
y sólo puede pedir unas monedas de cobre en la
LA GALLINA CIEGA cantonada.
Yo soy la piltrafa que el tablajero arroja al perro del
A mis hermanas mendigo,
y el perro del mendigo arroja al muladar.
Estamos siempre solos. Cae el viento Pero desde la mina de las maldades, desde el pozo de la
entre los encinares y la vega. miseria,
A nuestro corazón el ruido llega mi corazón se ha levantado hasta mi Dios,
del campo silencioso y polvoriento. y le ha dicho: Oh Señor, tú que has hecho también la
podredumbre,
Alguien cuenta, sin voz, el viejo cuento mírame,
de nuestra infancia, y nuestra sombra juega Yo soy el orujo exprimido en el año de la mala cosecha,
yo soy el excremento del can sarnoso, conjúrame esta angustia
el zapato sin suela en el carnero del camposanto, llenando ese vacío que un día y otro abren,
yo soy el montoncito de estiércol a medio hacer, que y un día y otro, huecos,
nadie compra murmuran, corazón, llanto, tarde, mi angustia,
y donde casi ni escarban las gallinas. masa oscura latiendo.
Pero te amo,
pero te amo frenéticamente. Movimientos elementales (1947)
¡Déjame, déjame fermentar en tu amor,
deja que me pudra hasta la entraña, VICENTE GAOS
que se me aniquilen hasta las últimas briznas de mi ser,
para que un día sea mantillo de tus huertos! EN DESTIERRO

Hijos de la ira (1944) Así, arrojado misteriosamente


En esta vida, el hombre está angustiado
BLAS DE OTERO Quiere sabes qué mano le ha arrojado,
Sí, pide luz para su pobre frente.
LA TIERRA
¿En dónde está esa luz que el hombre siente
Un mundo como un árbol desgajado. remote, en dónde? Oh Dios, ya te he mirado:
Una generación desarraigada. Sombras tan sólo. Estaba desterrado.
Unos hombres sin más destino que Oh mundo oscuro, negro Dios poniente.
apuntalar las ruinas.
Te he mirado: A lo lejos, vi hondos fuegos,
Romper el mar Vi que mi entraña estaba a muerte herido
en el mar, como un himen inmenso, Y tuve sed de Ti, mal de infierno.
mecen los árboles el silencio verde,
las estrellas crepitan, yo las oigo. Y contemplé tus crueles astros ciegos.
Mas sólo cuando, en fin, miré la vida
Sólo el hombre está solo. Es que se sabe Logré asomarme a tu rencor eterno.
vivo y mortal. Es que se siente huir
—ese río del tiempo hacia la muerte—. Arcángel de mi noche (1944)

Es que quiere quedar. Seguir siguiendo, CARLOS EDMUNDO DE ORY


subir, a contramuerte, hasta lo eterno.
Le da miedo mirar. Cierra los ojos DE MIS SUEÑOS
para dormir el sueño de los vivos.
En la ondulada vida de mis sueños
Pero la muerte, desde dentro, ve. En las puertas de arena de mis sueños
Pero la muerte, desde dentro, vela. En las orillas de betún de mi sueño
Pero la muerte, desde dentro, mata. Tropiezo con los ángeles antiguos
Y tropiezo con fuentes y con muslos
...El mar —la mar—, como un himen inmenso, Mi sueño es un atroz horno de humo
los árboles moviendo el verde aire, Y en mis sueños se queman mis manos cada vez.
la nieve en llamas de la luz en vilo...
Versos de pronto (1945)
Ángel fieramente humano (1950)
ÁNGEL GONZÁLEZ
GABRIEL CELAYA
CUMPLEAÑOS
MASA OSCURA DE LLANTO
Yo lo noto: cómo me voy volviendo
Masa oscura de llanto, menos cierto, confuso,
llamando en el vacío remoto y obstinado; disolviéndome en aire
dime tú, nocturno, cotidiano, burdo
dime entre maraña de gritos tu abandono; jirón de mí, deshilachado
di las olas negras y lentas de otra orilla, y roto por los puños.
y, llanto, sordo llanto,
que, volviendo, murmuras, corazón agolpado Yo comprendo: he vivido
-sofocada magnolia de carne densa y dulce-; un año más, y eso es muy duro.
dime, di, nocturno, ¡Mover el corazón todos los días
pronuncia la palabra de labios apretados, casi cien veces por minuto!
Para vivir un año es necesario Mis amigos dijeron:
morirse muchas veces mucho. no sirves para nada.

Áspero mundo (1956) En la calle, en las aulas,


odiando y aprendiendo
CLAUDIO RODRÍGUEZ la injusticia y sus leyes,
me perseguía siempre
ALTO JORNAL la triste cantinela:
no sirves para nada.
Dichoso el que un buen día sale humilde
y se va por la calle, como tantos De tristeza en tristeza
días más de su vida, y no lo espera caí por los peldaños
y, de pronto, ¿qué es esto?, mira a lo alto de la vida. Y un día,
y ve, pone el oído al mundo y oye, la muchacha que amo
anda, y siente subirle entre los pasos me dijo, y era alegre:
el amor de la tierra, y sigue, y abre no sirves para nada.
su taller verdadero, y en sus manos
brilla limpio su oficio, y nos lo entrega Ahora con ella,
de corazón porque ama, y va al trabajo voy limpio y bien peinado.
temblando como un niño que comulga Tenemos una niña
mas sin caber en el pellejo, y cuando a la que, a veces, digo,
se ha dado cuenta al fin de lo sencillo también con alegría:
que ha sido todo, ya el jornal ganado, no sirves para nada.
vuelve a su casa alegre y siente que alguien
empuña su aldabón, y no es en vano. Salmos al viento (1956)

Conjuros (1958) JAIME GIL DE BIEDMA

JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO PÍOS DESEOS PARA EMPEZAR EL AÑO

AUTOBIOGRAFÍA Pasada ya la cumbre de la vida,


justo del otro lado, yo contemplo
“Fui un mísero afligido desde mi mocedad, un paisaje no exento de belleza
siempre lleno de espanto, lleno de tristeza…” en los días de sol, pero en invierno inhóspito.
(Salmos., 88, 16) Aquí sería dulce levantar la casa
que en otros climas no necesité,
Cuando yo era pequeño aprendiendo a ser casto y a estar solo.
estaba siempre triste, Un orden de vivir, es la sabiduría.
y mi padre decía, Y qué estremecimiento,
mirándome y moviendo purificado, me recorrería
la cabeza: hijo mío, mientras que atiendo al mundo
no sirves para nada. de otro modo mejor, menos intenso,
y medito a las horas tranquilas de la noche,
Después me fui al colegio cuando el tiempo convida a los estudios nobles,
con pan y con adioses, el severo discurso de las ideologías
pero me acompañaba -o la advertencia de las constelaciones
la tristeza. El maestro en la bóveda azul...
graznó: pequeño niño, Aunque el placer del pensamiento abstracto
no sirves para nada. es lo mismo que todos los placeres:
reino de juventud.
Vino, luego, la guerra,
la muerte –yo la vi- Poemas póstumos (1968)
y cuando hubo pasado
y todos la olvidaron, JOSÉ ÁNGEL VALENTE
yo, triste, seguí oyendo:
no sirves para nada. NOCHE PRIMERA

Y cuando me pusieron Empuja el corazón,


los pantalones largos, quiébralo, ciégalo,
la tristeza en seguida hasta que nazca en él
cambió de pantalones. el poderoso vacío
de lo que nunca podrás nombrar.
Sé, al menos, "buitres", "caballos", "el monstruo es verde",
su inminencia "desespero"
y quebrantado hueso bien planeada oscuridad
de su proximidad. Decapitaciones.
Que se haga noche. (Piedra,
nocturna piedra sola.) Teoría (1973)
Alza entonces la súplica:
que la palabra sea sólo verdad. GUILLERMO CARNERO

A modo de esperanza (1955) MIRA EL BREVE MINUTO DE LA ROSA

ANTONIO MARTÍNEZ SARRIÓN Mira el breve minuto de la rosa.


Antes de haberla visto sabías ya su nombre,
EL CINE DE LOS SÁBADOS y ya los batintines de tu léxico
aturdían tus ojos -luego, al salir al aire, fuiste inmune
maravillas del cine galerías a lo que no animara en tu memoria
de luz parpadeante entre silbidos la falsa herida en que las cuatro letras
niños con sus mamás que iban abajo omiten esa mancha de color: la rosa tiembla, es tacto.
entre panteras un indio se esfuerza Si llegaste a advertir lo que no tiene nombre
por alcanzar los frutos más dorados regresas luego a dárselo, en él ver: un tallo mondo, nada;
ivonne de carlo baila en scherazade
no sé si danza musulmana o tango cuando otra se repite y nace pura
amor de mis quince años marilyn careces de más vida, tus ojos no padecen agresión de la
ríos de la memoria tan amargos luz,
luego la cena desabrida y fría sólo una vez son nuevos.
y los ojos ardiendo como faros
Variaciones y figuras sobre un tema de La Bruyère
Teatro de operaciones (1967) (1974)

PERE GIMFERRER JAIME SILES

RONDÓ RITORNELLO

Quisiera tener un revólver para escuchar solamente Nada hay en mí, sino esos horizontes
el sonido de la sangre, y saber que no moriré: que alguien dormido contempla desde un mar:
que el chasquido de las cápsulas o el fogonazo sulfúreo, desde otro mar, que acaso ya no existe.
como guardado por ángeles, no arrasarán mi jardín.
Qué claridad de relámpagos cuando mis ojos se cierran. Alegoría (1977)
Tan cercanas las imágenes del amor, aquí, en mi pecho,
como canto de sirenas o recuerdos de niñez. ANTONIO GAMONEDA
Con paso quedo, despacio: no despertéis a las rosas.
El momento de la lluvia tras los cristales velados, La crueldad nos hizo semejantes a los animales sagrados
y el momento en que se escuchan tu mirada y tu sonrisa, y nos
y el momento en que tu voz descubre cielo y planetas, condujimos en majestad y concertamos grandes
y el momento en que tu piel gime un fulgor susurrante, sacrificios
y el momento en que tus labios, y tus ojos, y la lluvia... y ceremonias dentro de nuestro espíritu.
Quisiera tener un revólver para escuchar solamente
el sonido de la sangre, y saber que no moriré. Descubríamos líquidos cuya densidad pesaba sobre
nuestros
Extraña fruta y otros poemas (1969) deseos y aquellos lienzos y las escamas que
conservábamos
LEOPOLDO MARÍA PANERO de las madres se desprendieron de nosotros:
atravesábamos
PASADIZO SECRETO las creencias.

Oscuridad nieve buitres desespero oscuridad nueve Descripción de la mentira (1977)


buitres nieve
buitres castillos (murciélagos) os
curidad nueve buitres deses
pero nieve lobos casas
abandonadas ratas desespero o
scuridad nueve buitres des

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