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Poema del Autor/a: Abelardo Vicioso

Nombre del Poema: Canto al fondo del mar

Mar a donde nos llegan gruesas lluvias amargas.


Mar sin olas, sin playas ni veleros distantes.
Mar debajo del ruido. Mar en profundidades.
Donde no viven sombras, porque allí todo es sombra
salvo la sombra verde de mi canto.
Mar encontrado al fondo de mi sueño.
Fondo triste del mar con ternura anhelando.
Mar distante del polvo y de los trasatlánticos.
Enemigo del cielo y aún del hombre enemigo.
Mar para sonreír sin que se muere nadie.
Mar sin islas que lloren por una voz ausente.
Mar sin fusiles. Mar sin soledades.
Sin espigas de arroz ni voluntades tristes,
ni tristes niños ni perennes lazos.
Mar al fondo del mar y de mi sangre.
Principio del vivir, descamisado;
desvestido de todo lo superfluo,
de mis uñas, corbatas y arrabales.
Mar hecho a la medida de mi alma.
Mar confidencia de los peces sabios
donde habita mi amor enardecido.
Mar sin piratas. Sin esos fabulosos capitales.
Ajeno de la furia de moscas y de aviones.
Como un perro veloz que corre por mis venas
y ladra y ladra y ladra de entusiasmo.

Poema del Autor/a: Agustin Labrada Aguilera

Nombre del Poema: Antes veía los astros

Detrás de nuestros vidrios todos acertamos


la doble faz de las épocas.
Pienso en el destierro dentro del mismo anillo,
la reconciliación que siempre nos visita
cuando ya hemos soterrado la confianza.
Antes veía los astros en las caras vecinas
y aquello que nombré alegría
era una tela que no logró velar su gran miedo.
También yo tuve miedo a la costumbre,
sólo pulsé mi audacia
y murmuré en blanco y negro imágenes de lo perdido.
Jamás aprenderemos que perder
es regresar en la neblina a los orígenes.
Ya arriesgué lo más puro,
no festejo los remordimientos,
no quiero traicionarme frente a tanto infinito,
quizá sea el extranjero que no encuentra su casa.

Poema del Autor/a: Jorge Luis Borges

Nombre del Poema: Al triste

Ahí está lo que fue: la terca espada


del sajón y su métrica de hierro,
los mares y las islas del destierro
del hijo de Laertes, la dorada
luna del persa y los sin fin jardines
de la filosofía y de la historia,
el oro sepulcral de la memoria
y en la sombra el olor de los jazmines.
Y nada de eso importa. El resignado
ejercicio del verso no te salva
ni las aguas del sueño ni la estrella
que en la arrasada noche olvida el alba.
Una sola mujer es tu cuidado,
igual a las demás, pero que es ella.

Poema del Autor/a: William Shakespeare

Nombre del Poema: Cuando pienso que todo cuanto crece...

Cuando pienso que todo cuanto crece


dura en su perfección un breve instante,
como de la mañana el sol radiante
que, al avanzar la tarde, se oscurece;
cuando miro que todo se envejece
como flor mañanera y rozagante
que pronto se deshoja, agonizante,
y al morir el crepúsculo perece;
se aflige mi alma y por tu suerte llora;
mas todo cuanto pierdes en frescura,
con sus matices el ensueño dora,
y a medida que el tiempo tu hermosura
con implacable saña decolora,
con desquite, mi amor te transfigura.

Poema del Autor/a: Octavio Paz

Nombre del Poema: DAME, LLAMA INVISIBLE, ESPADA FRÍA


Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.
Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.
Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.
Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.
Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.

Ricardo Eliezer Neftalí Reyes Basoalto, más conocido como Pablo Neruda (n. 12 de julio de
1904, Parral, VII Región del Maule, Chile; m. 23 de septiembre de 1973 en Santiago de Chile) fue un
poeta chileno, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1971. Es uno de los poetas más editados e
influyentes del siglo XX en todo el mundo, «el más leído desde Shakespeare», según el crítico y biógrafo
Alistar Reid.

Primeros Años

obtiene el tercer premio en los Juegos Florales de Maed con su poema Sueño de una noche Chilena. En 1920 comienza a
contribuir con la revista literaria “Selva Austral” bajo el seudónimo de Pablo Neruda, que adoptara en homenaje al poeta
checo Jan Neruda (1834-1891).
En 1921 se radica en Santiago y estudia pedagogía en francés en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile,
donde obtiene el primer premio de la fiesta de la primavera con el poema “La canción de fiesta”, publicado
posteriormente en la revista Juventud. En 1923, publica “Crepusculario”, que es reconocido por escritores como Hernán
Díaz Arrieta, Raúl Silva Castro y Pedro Prado.
En 1924 publica su famoso Veinte poemas de amor y una canción desesperada, en el que todavía se nota una influencia
del modernismo. Posteriormente se manifiesta un propósito de renovación formal de intención vanguardista en tres
breves libros publicados en 1926: El habitante y su esperanza; Anillos (en colaboración con Tomás Lagos) y Tentativa del
hombre infinito.

Vuelta a Chile

Habiendo retornado a Chile en 1943, Neruda recibe el Premio Nacional de Literatura en 1945. En este último año (4 de
marzo) es electo Senador de la República, y se une al Partido Comunista de Chile, donde militaban sus dos más ferreos
rivales, los poetas Pablo de Rokha y Vicente Huidobro, con quienes protagonizaría de por vida las más ácidas rencillas. En
las elecciones presidenciales chilenas de 1946 triunfa una coalición (Alianza Democrática) integrada por radicales,
comunistas y demócratas, llevando al poder a Gabriel González Videla. La represión desencadenada por este último
contra los trabajadores mineros en huelga llevará a Neruda a protestar vehemente en el Senado. La persecución
desatada por el gobierno de González Videla contra sus antiguos aliados comunistas, que culminará en la prohibición del
partido (3 de septiembre de 1948) forzarán a Neruda primero a la clandestinidad en su propio país, y luego al exilio.
Huye hacia Argentina cruzando a caballo la Cordillera de los Andes en 1949, y se dirige a Europa. Regresará a Chile
recién en 1952. Gran parte de lo que escribe en ese tiempo lleva el sello de sus actividades políticas.
El año de clandestinidad en Santiago lo pasó en la casa de Aida Figueroa, en una casa cercana al río Mapocho. Fue en ese
año que escribió “Canto General”.
En 1952 publica Los versos del capitán y en 1954 Las uvas y el viento (en donde se encuentra una elegía a Stalin) y
Odas elementales. En 1953 recibe el Premio Stalin de la Paz. En 1958 aparece Estravagario con un nuevo cambio en su
poesía. En 1965 se le otorga el título de doctor honoris causa en la Universidad de Oxford, Gran Bretaña. En octubre de
1971 recibe el Premio Nobel de Literatura.

Viajes

En 1927 comienza su larga carrera diplomática en Rangún, Birmania. Será luego cónsul en Sri Lanka, Java, Singapur,
Buenos Aires, Barcelona y Madrid. En sus múltiples viajes conoce en Buenos Aires a Federico García Lorca y en Barcelona
a Rafael Alberti. En 1935, Manuel Altolaguirre le entrega la dirección a Neruda de la revista “Caballo verde para la poesía”
en la cual es compañero de los poetas de la generación del 27. Ese mismo año aparece la edición madrileña de
“Residencia en la tierra“.
En 1936 estalla la Guerra civil española. Conmovido por la guerra y el asesinato de García Lorca, Neruda se compromete
con el movimiento republicano, primero en España y luego –ya desplazado de su cargo diplomático– en Francia, donde
comienza a escribir “España en el corazón” (1937). En ese año regresa a su patria, y su poesía durante el período
siguiente se caracterizará por una orientación hacia cuestiones políticas y sociales, lo que refuerza sus grandes ventas de
libros.
En 1939 es designado cónsul especial para la inmigración española en París, donde destaca como el del proyecto
Winnipeg, barco que traería a un poco más de 2.000 inmigrantes españoles desde Francia a Chile; poco tiempo después
es asignado como Cónsul General en México, donde reescribe su “Canto General de Chile” transformándolo en un poema
del continente sudamericano. Esta obra, titulada “Canto General”, fue publicada en México en 1950, y también
clandestinamente en Chile. Compuesta de unos 250 poemas en quince ciclos literarios, constituye (a juicio del propio
Neruda) la parte central de su producción artística. Al poco tiempo de publicado, “Canto General” fue traducido a
alrededor de diez idiomas. Casi todos los poemas que lo componen fueron creados en circunstancias particularmente
difíciles, cuando Neruda vivía en el exilio.

Últimos Años
En 1969 el Partido Comunista lo elige como pre-candidato a Presidente de la República, pero renuncia en favor de
Salvador Allende como candidato único de la Unidad Popular, que triunfa en las elecciones de 1970. El gobierno de la
Unidad Popular lo designa Embajador en Francia, de donde regresa a su país en 1972. Muere en la Clínica Santa María de
Santiago el 23 de septiembre de 1973, por un cáncer de próstata. Pocos días antes, el 11 de septiembre, el gobierno de
Allende había sido violentamente derrocado por el golpe de estado encabezado por el General Augusto Pinochet, y la casa
de Neruda en Santiago había sido saqueada y sus libros incendiados. Su funeral estuvo rodeado de soldados armados de
ametralladoras. Sus restos descansan junto a los de su tercera esposa, Matilde, en la casa que tenía en Isla Negra. Esa
casa y todas las demás que el poeta poseía son ahora museos administrados por la Fundación Neruda.
Tuvo tres esposas. En 1930 se casó con María Antonieta Hagenaar, «Maruca». Con ella tuvo, en 1934, a su única hija,
Malva Marina, nacida con hidrocefalia y que moriría en 1943, a los ocho años. Neruda se separó de Hagenaar en 1936
(se divorciaría de ella a distancia, en México, en 1942), para pasar a vivir con Delia de Carril, «la Hormiguita», con quien
se casó en 1943, en un matrimonio luego declarado ilegal por la justicia chilena. Se divorciaron en 1955. Concluye la
construcción de su casa La Chascona, donde se traslada a vivir con Matilde Urrutia.

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