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Selección de poesías I.
Madrigal (Amado Nervo)
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Por tus ojos verdes yo me perdería,
sirena de aquellas que Ulises, sagaz,
amaba y temía.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
Por tus ojos verdes yo me perdería.
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Por tus ojos verdes en lo que, fugaz,
brillar suele, a veces, la melancolía;
por tus ojos verdes tan llenos de paz,
Temprano levantó la muerte el vuelo, misteriosos como la esperanza mía;
temprano madrugó la madrugada, por tus ojos verdes, conjuro eficaz,
temprano estás rodando por el suelo. yo me salvaría.
Quiero escarbar la tierra con los dientes, Me parece que el éxito será completo
quiero apartar la tierra parte a parte
Cuando logre inventar un ataúd de doble fondo
a dentelladas secas y calientes.
Que permita al cadáver asomarse a otro mundo.
Alegrarás la sombra de mis cejas, Estoy seguro de que mis piernas tiemblan,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas. Sueño que se me caen los dientes
me he casado
me he casado conmigo
me he dado el sí
Un plástico transparente (Fabian Casas) un sí que tardó años en llegar
Abrí la puerta y te estabas bañando. años de sufrimientos indecibles
Los vidrios empañados, el ruido del agua
detrás de las cortinas, de llorar con la lluvia
las cosas esenciales instaladas
fuera de la razón. de encerrarme en la pieza
Me llamaste, acercaste la cara porque yo -el gran amor de mi existencia-
y nos besamos a través del plástico
transparente: fue un instante. no me llamaba
Las parejas y las revistas literarias
duran casi siempre dos números. no me escribía
Sin embargo, de a poco,
no me visitaba
le fuimos ganando terreno al río:
días interminables en los que el caos y a veces
tomaba tu forma para envolverme mejor.
cuando juntaba yo el coraje de llamarme
Las huellas (Silvina Ocampo)
para decirme: hola ¿estoy bien?
A orillas de las aguas recogidas
yo me hacía negar
en la luz regular del suelo unidas
como si juntas siempre caminaran, llegué incluso a inscribirme en una lista de clavos
solas, parecería que se amaran,
en la sal de la espuma con estrellas, a los que no quería conectarme
sobre la arena bajo el sol las huellas
porque daban la lata
de nuestros pies desnudos
porque me perseguían
tan lejanos, y mudos. porque me acorralaban
Dejando una promesa dibujada
porque me reventaban
nuestra voz entretanto ensimismada
se divide en el aire y atraviesa al final ni disimulaba yo
la azul crueldad de la naturaleza
mientras solos cruzamos cuando yo me requería
la playa y nos hablamos.
me daba a entender
finamente
Desarme (Florencia Piedrabuena)
que me tenía podrida
El primer día iba a matarte por proliferación de
y una vez dejé de llamarme
miradas hacia las paredes del bar.
y dejé de llamarme
El segundo día iba a abandonarte después del
sexo. y pasó tanto tiempo que me extrañé
y estoy junto
me quedé con vos. y ni la muerte puede separarme
bella ilusión por quien alegre muero, Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
dulce ficción por quien penosa vivo. suelta a tu canario que quiere volar.
que aunque dejas burlado el lazo estrecho Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
con que existan montañas y planicies y que haya saludando la primer bala
rocas y hierbas…
con la alegría del coraje.
Lo que es necesario es ser natural y calmado en
Qué no daría yo por la memoria
la felicidad o en la
de un portón de quinta secreta
infelicidad.
que mi padre empujaba cada noche
Sentir como quien mira. Pensar como quien
anda, antes de perderse en el sueño
y cuando se ha de morir, y que empujó por última vez
Recordar que el día muere y que el poniente el 14 de febrero del 38.
es bello y es bella la noche que queda. Qué no daría yo por la memoria
Así es y así sea. de las barcas de Hengist,
y un horizonte de perros
Yo me quité la corbata.
Ni nardos ni caracolas
La regalé un costurero
Ya no (Idea Vilariño)
grande de raso pajizo,
Ya no será
y no quise enamorarme
ya no
porque teniendo marido no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
me dijo que era mozuela no coseré tu ropa
cuando la llevaba al río. no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
28 (Alejandra Pizarnik)
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
te alejas de los nombres lo que dijiste que era
que hilan el silencio de las cosas ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
Van pasando mujeres (Alfonsina Storni).
querernos
esperarnos
estar.
Cada día que pasa, más dueña de mí misma, Ya no soy más que yo
sobre mí misma cierro mi mirada interior; para siempre y tú
en medio de los seres la soledad me abisma. ya
Ya ni domino esclavos ni tolero señor. no serás para mí
más que tú. Ya no estás
Ahora van pasando mujeres a mi lado en un día futuro
cuyos ojos trascienden la divina ilusión. no sabré dónde vives
El fácil paso llevan de un cuerpo aligerado: con quién
se ve que poco o nada les pesa el corazón. ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
Algunas tienen ojos azules e inocentes; como esa noche
van soñando embriagadas, los pasos al azar; nunca.
la claridad del cielo se aposenta en sus frentes No volveré a tocarte.
y como son muy finas se les oye soñar. No te veré morir.
Sonrío a su belleza, tiemblo por sus sueños;
el fino tul de su alma, ¿quién lo recogerá?
Son pequeñas criaturas, mañana tendrán
dueños,
y ella pedirá flores..., y él no comprenderá.