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TEORÍA PSICOLOGICA PSICOANALITICA III

UNIDAD 1: CONSTITUCIÓN SUBJETIVA: SUJETO DEL INCONSCIENTE

RECORRIDO E HISTORIA DE UN SISTEMA DE PENSAMIENTO


(Texto: Miller – “Recorrido de Lacan”)
Lacan nació en 1901 en Francia. En 1964 fundó la Escuela Freudiana de París. A lo largo de su vida dictó seminarios muy acudidos y en 1966 sus
escritos fueron recopilados. Lacan no se trazó como objetivo reinventar el Psicoanálisis, sino RETORNAR A FREUD.

El punto de partida: “el psicoanálisis solo es posible si se entiende al icc estructurado como un lenguaje.” Es decir, es isomorfo con respecto al
lenguaje en lo que respecta a su estructura y Freud lo descifra constantemente, asi como los mecanismos de condensación y desplazamiento.
Los descubrimientos Freudianos, en opinión de Lacan, solo pueden demostrarse bajo ese axioma, dándole orden, claridad y lógica al
descubrimiento del inconsciente.

Freud había intentado reabsorber el psicoanálisis en las ciencias de la naturaleza. Para Lacan, no hay Teoría sobre el Icc, sino una Teoría de la
Practica analítica y la estructura de esta practica se reconoce como la del icc. El analista forma parte del concepto del icc.

PUNTOS DE REFERENCIA DE LACAN

 1953

Comienza su enseñanza con su texto “Función y campo de la palabra y el lenguaje en Psicoanálisis”. Antes era psiquiatra. Su primer gran
tesis en Psicoanálisis fue hacer de lo IMAGINARIO la dimensión propia de la experiencia analítica.

Escisión del Psicoanálisis: Lacan introduce su AXIOMA y la diferenciación de lo simbólico, lo imaginario y lo real.

(Luego encontramos tres grandes períodos en su obra):

 1953-1963: lo simbólico es lo esencial en la experiencia. Reviste seminarios de textos de Freud (cada año una o dos obras de estas) y la
validez de las estructuras del lenguaje en ellos. Introduce su álgebra: un ORGANON
 1964-1974: Luego de la segunda escisión, no remite a Freud sino que comienzan a ser sus propios términos los importantes:
o $: sujeto barrado
o A: Gran Otro
o a: Objeto “a”
 Después de 1974: Enseñanza propiamente dicha. Lacan elabora una metodología y términos de su experiencia, y diferencia y retoma lo
simbólico, lo imaginario y lo real. La categoría esencial es lo real.

Lacan manifiesta que entró al psicoanálisis gracias al Estadio del Espejo: este remite al interés lúdico de un niño entre 6 y 18 meses ante su
imagen especular. Se diferencia del animal, ya que reconoce su imagen como propia y se interesa en ella. Alude a Bolk: “el lactante humano es
un prematuro fisiológicamente inacabado”. Está en desamparo. El niño goza entonces de reconocer esa imagen como suya porque la
completud que esta le devuelve le permite anticiparse a su propio logro.

La imagen es suya y al mismo tiempo la de otro (por estar en déficit respecto de ella, o sea, que si no hubiera un espejo –un otro- que le
mostrara esa supuesta completud, nunca la conocería ni trataría de buscarla). Es por esto que queda CAPTURADO POR ESA IMAGEN Y SE
IDENTIFICA CON ESTA. Esto conlleva una ALIENACIÓN IMAGINARIA a la imagen de otro, que resulta constitutiva del Yo y permite configurar
una IMAGEN ORTOPEDICA del cuerpo (ortopédica porque la usa, pero no es de el, así como la “bota ortopédica” es algo ajeno que nos permite
caminar cuando nuestra pierna no puede hacerlo por si sola). El desarrollo del ser humano está escondido por identificaciones ideales
desordenadas. Lo imaginario está inscripto.

¿QUÉ SUCEDE CON EL YO?

La teoría del Yo (moi) iba en contra del psicoanálisis anglosajón. Hartman, Lowenstein y otros reinterpretaron a Freud según la segunda tópica
(Yo – Syo – Ello). Los psicoanalistas europeos trasladados a EEUU consideraron la unificación de las teorías y tomaron al YO como el centro de
la personalidad de modo tal que reforzando a éste y sus defensas y recursos, el paciente caería en la realidad.

Esto va en contra del abordaje del yo a partir del Estadío del Espejo. El yo no es unificador ni unificado. Es un desorden de identificaciones
imaginarias (que en el cura analítica aparecen continuamente). Es una trampa, esta constitutivamente desintegrado: EL YO ES UN DESORDEN.

Dificultad de la teoría: La relaciona imaginaria del Yo con el otro es fundamentalmente mortífera. Solo hay lugar para uno. O soy Yo o es el
otro. Esto (en esta época de Lacan) sólo tiene un desenlace identificatorio, es decir, alienante. Lacan va a trabajar con el concepto de IMAGO:

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imagen sensible, cargada de subjetividad, a modo de un conjunto de rasgos organizados y tipicados. Con este concepto la ambigüedad se
desvanece.

Respecto de la agresividad ambivalente: en la vida cotidiana se comprueba la agresividad ambivalente del hombre respecto a su semejante,
que es siempre aquel que lo suplanta, siempre es aquel que está en su lugar, justamente porque es su semejante, es decir porque es otro
siendo a la vez él mismo. Si hay lugar solo para uno, y este lugar lo ocupa el otro, promueve mi agresividad. Lo daño, le reprocho que es él
quien está en ese lugar, pero a la vez me daño y reprocho a mi mismo por NO ser yo el que esta en ese lugar. Ahí la ambivalencia.

Cabe destacar que la relación del hombre con su objeto es paranoica: el objeto le interesa en la medida que en que el otro está dispuesto a
quitárselo.

PLANO SIMBOLICO

La enseñanza de Lacan comienza con lo simbólico y lo imaginario, diferenciando al hombre, al Yo (dimensión imaginaria) y al Sujeto (posición
simbolica). Partiendo de la dialéctica y la cibernética, lo simbólico tiene dos vertientes:

A. Vertiente de la Palabra: La estructura como “significación”

Mientras la relación imaginaria es de rivalidad mortal, la función de la palabra es pacificadora, opera identificaciones salvadoras que permiten
superar la rivalidad imaginaria. La palabra tiene función de mediadora entre los sujetos y apaciguadora de lo terrorífico (en el estadio del
espejo). Relacionada con la significación ya que confiere un valor diferencial a un signo respecto de otro.

Toda palabra es un llamado a una respuesta; implica el compromiso del sujeto en el discurso. La rta viene del Otro, certificando que hay otro
ahí para responder. De ahí la índole evocativa y pacificadora.

El síntoma surge por un defecto en la simbolización, opacidad del sujeto por no ser verbalizado. El síntoma se deshace entonces al pasar a
palabra (Todo lo que no se pone en palabras, se pone en acto). La cura analítica es vista como la cura de simbolización, es decir, un proceso
intersubjetivo en el curso del cual el sujeto es llevado a restablecer la continuidad de su historia, la cual estaba interrumpida por el síntoma.

“El icc era un capitulo censurado de la historia del sujeto”: la cura opera porque permite dar significación retroactiva a lo que permaneció
opaco para el sujeto en su experiencia.

B. Vertiente del Lenguaje: Estructura sin sentido

Órden Simbolico como conjunto diacrítico (los elementos adquieren valor con respecto a los otros) de elementos discretos y separados. Si se
los considera separadamente están privados de sentido. Forman en su conjugación una estructura articulada, combinatoria y autónoma. Esta
estructura no tiene origen, y los elementos solo valen unos en relación a otros.

La enseñanza de Lacan se opone a toda idea de Psicogénesis ya que la estructura de la que habla Lacan, no tiene un origen, no se puede hacer
su génesis; está siempre ya allí, puesto que los elementos solo valen uno en relación a los otros. No hay adquisición progresiva del lenguaje.
Los niños pequeños utilizan formas del lenguaje sumamente elaboradas sintácticamente. Lacan retoma la teoría de los estadíos de Freud y
demuestra que no hay adquisición progresiva del lenguaje, sino que la estructura del lenguaje preexiste a la entrada del sujeto en esta
estructura. Sea cual sea el aprendizaje, el sujeto no modifica esta, sino que debe someterse a ella.

Se relaciona sobre todo con el sin-sentido. Ej en la psicosis hay un lenguaje, pero no por eso se dice algo, ya que el registro simbólico no se
pudo estructurar correctamente. No es lo mismo lenguaje que dicurso, el discurso solo lo tienen los neuróticos.

LACAN ELABORA TRES ASPECTOS COMUNES DE LO SIMBOLICO:

1) El significante actua sobre el significado (lo crea) y es a partir del sin sentido del significante que le da la significación (producción
constante de significados). Rectifica asi la igualdad que plantaba antes Saussure entre significante y significado.

2) Cadena significante: sirve para dar cuenta de la sobredeterminación en la que se ve la condición de toda formación del icc. Freud
introdujo el concepto de instinto de muerte (es decir que se intentaría volver a un estado inorgánico). Lacan señala que el automatismo
de repetición, en el sentido de Freud, vehiculiza una huella imborrable, que el inconsciente está constituido por esta huella de la cual el
sujeto no logra desembarazarse. Se cree que el inconsciente tiene que ver con la memoria y que hay algo fundamentalmente inadaptable.
El inconsciente no resiste, sino que repite, dice siempre la misma cosa. Lacan señala dos tipos de repeticiones:

 Tyché: encuentro fallido con el objeto. Involucra lo real. Es una repetición porque sucede varias veces en la vida, siempre se repite
algo de lo que no se puede nombrar.
 Automatón: repetición a nivel de la cadena de significantes. Involucra lo simbólico.

3) Lacan hace funcionar a lo simbolico, a la estructura íntegra como un término. Mira como la relación entre la estructura simbolica y la del
sujeto se diferencia de la relación imaginaria del yo con el otro semejante.

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LACAN DA LUGAR A DOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES:

1. Otro (A): Es el Otro del lenguaje que está siempre ahí. El del discurso universal, de todo lo dicho en la medida en que es pensable.
Funciona como referencia: Hay que estar de acuerdo en algunos puntos fundamentales para poder escucharse; ese Otro de la buena
fe supuesta está presente a partir del momento en que se escucha a alguien o que se le habla a alguien . Es el Otro de la cultura, de la
palabra, alocutor fundamental. Es el código donde se elabora el mensaje, y el emisor recibe su mensaje del receptor en forma
invertida. El Otro es cuyo inconciente es el discurso, que en el seno de mi mismo me agita, es el Otro del deseo icc, ese deseo opaco
al sujeto, acerca del cual puede que se le informe en la cura analítica: PERO NADIE SINO EL SUJETO MISMO PUEDE INFORMARSE DE
SU DESEO. El Otro es la dimensión de exterioridad que tiene función determinante para el sujeto.

2. otro (a): Es el otro reciproco, semejante y simétrico al Yo imaginario.

OTROS DATOS IMPORTANTES

- Lacan es estructuralista radical. Sin embargo, difiere con los demás estructuralistas es que su concepto de estructura visualiza a esta como
ANTINÓMICA y DESCOMPLETADA. La diferencia principal es el concepto de “falta”, principal en la teoría de Lacan: es un lugar vacío, de
ausencia, un lugar donde no hay nada, es un agujero que siempre está presente. Es decir, que en la teoría lacaniana la estructura está
descompletada porque tiene un lugar vacío que permite ciertas permutaciones, ciertos cambios.
- ¿Cómo puede consituirse el sujeto en el lugar del Otro que preexiste? La estructura de Lacan es aquella que captura a un viviente
particular, teniendo consecuencias en su cuerpo, esclavizando al sujeto. El significante tiene efecto de desvitalizacion sobre el cuerpo; lo
mortifica.

- Las necesidades en el hombre están completamente transformadas en él porque habla, porque dirige demandas a Otro (al Otro
omnipotente de la demanda). El amor para Lacan es dar lo que no se tiene, habiendo un intervalo entre necesidad y demanda (demanda
de amor, de presencia permanente) y en ese intervalo algo que escapa, y este es el deseo.
- Se sustituye la necesidad por el significante. La demanda al Otro tiende, por su propio movimiento, a convertirse en la demanda pura de
respuesta del Otro (de que el Otro este ahí siempre para responder, para dar una rta de amor), allí se inserta el amor. Entonces el amor
esta más alla de la satisfacción de la necesidad (lo que buscamos es que el Otro responda, independientemente de si esta respuesta nos
hace bien o no): allí está la IDENTIFICACIÓN SIMBOLICA. A partir del significante de la respuesta del Otro es que se opera la primera
identificación del sujeto.

LOS TRES REGISTROS


Lacan es estructuralista, y es desde allí que define a la Estructura como un conjunto de elementos covariantes, es decir que es un CONJUNTO
porque se caracteriza por reunir ciertos elementos y dejar otros de lado (no cualquier cosa puede entrar en ese conjunto; lo que anula el
concepto de Todo), estos “ciertos” elementos se distinguen por el hecho de que si varía uno, varían los demás. Esto explicaría la covarianza.

Por otro lado, plantea que la Estructura es Descompletada en el sentido de que siempre va a haber un lugar vacío, una “hiancia”, o una FALTA.
Decimos descompletada y no incompleta ya que no existe una “pieza perfecta” que alguna vez nos complete totalmente, sino más bien que
esta hiancia permite ciertas permutaciones, es decir que lo que está en lugar vacío puede cambiar. El vacío no es único, sino que puede
designar distintas cosas: es una FALTA por ESTRUCTURA, y ésta permite la circulación de los elementos dentro de ella.

Su concepto de Estructura se organiza en torno a la existencia de tres registros u órdenes: real, imaginario y simbólico. Ninguno de los
registros tiene jerarquía por sobre los demás, pero sí hay momentos o situaciones donde uno de los registros predomina sobre los demás, pero
esto es contingente (nunca el predominio es total).

La constitución subjetiva es explicada entonces, como una “estructura dinámica” que tiene anudadas estos tres registros. Lacan va a
denominar esta yuxtaposición (nudos) entre los registros: “NUDO BORROMEO”. Lo que siempre se mantiene es el lugar de la Falta, ya que
está siempre en el centro: todos los registros tienen un punto de Falta.

La naturaleza humana y la subjetividad van a depender de la articulación particular de los tres registros, en cada sujeto.

Registro Imaginario: es el reino de la imagen que está relacionado con las ilusiones (totalidad, síntesis, autonomía, dualidad, semejanza)
y con la realización alucinatoria del deseo. Su función es brindar una completud aparente e ilusoria que viene a tapar la falta. Desconoce
lo real ya que aquí se considera que el todo es posible: Imaginario de creer que si tenemos ESO, tenemos TODO. Todo es posible, todo
puede lograrse.
Lo imaginario, por la agresividad que implica la relación con el semejantes, conlleva rivalidad mortal, amor-odio, todo-nada: Amor
Mercantilista (por ejemplo: con los dioses donde yo te doy, vos me das).
Lo imaginario es efecto de lo simbólico.
En el narcisismo se observa un predominio excesivo de este registro, ya que se relaciona con el Yo moi a la manera de un Yo ideal
freudiano, es decir “un lugar de engaño, de mentira, de ficción” debido a que la función del yo moi es la del desconocimiento de la falta.
El hombre queda capturado por la imagen de su cuerpo y el privilegio que la imagen de su cuerpo tiene para él. Es así que en el estadio
del espejo, el niño se apodera de la imagen del otro y se identifica con la imagen del semejante, dando lugar a la formación del Yo Moi
que es definido como un conjunto de identificaciones desordenadas a la manera de un cuadro surrealista. Este no cumple una función
integradora o de síntesis como el Yo freudiano, sino que es un Yo desintegrado.

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Registro Simbólico: La primera alienación es simbólica, ya que somos tomados por el mundo de la cultura antes de nacer. Nos hablan, nos
colocan expectativas, nos alienan. Esto es debido al estado prematuro en que nace la cría humana, necesitando de Otro para poder
sobrevivir. Otro que escribiremos con mayúscula, como Gran Otro o como A. En un primer momento, es la función materna que nos
abraza y nos permite la vida al tomarnos en su deseo. Es el deseo de Otro el que posibilita la vida.

La insistencia Significante, el campo del Otro, la estructura. Tiene que ver con el enjambre de significantes preexistentes al sujeto y que lo
va a bañar de “lenguaje”. Es el lugar del código. Tiene que ver con las leyes que determinan qué es lo permitido y qué es lo prohibido.

Para Lacan, lo simbólico se caracteriza precisamente por la ausencia de una relación fija entre significante y significado. No hay
complementariedad entre significante y significado, entre sujeto y objeto. Lo simbólico es esencialmente una dimensión lingüística, dado
que la forma básica de intercambio es la comunicación (el “intercambio de palabras”).

Por otro lado, los conceptos de ley y estructura son impensables sin el lenguaje, que modela el pensamiento mediante un sistema de
diferencias.

Pero Lacan no equipara totalmente el orden simbólico con el lenguaje; este también involucra las dimensiones de lo imaginario y lo real
(todo lenguaje es simbólico pero no todo lo simbólico es lenguaje; ej. Psicóticos). La dimensión simbólica del lenguaje, sí, es la del
significante; en ella, los elementos no tienen existencia “positiva”, sino que están constituidos “negativamente”, por sus recíprocas
diferencias (cada uno es lo que el otro no es). Los significantes son pura diferencia, es decir, un significante nada vale por sí mismo, sino
en su articulación con otros significantes (por ello decimos que tiene un valor relacional).

Lo simbólico es el ámbito de la alteridad radical que Lacan menciona como Otro. El inconsciente, que es precisamente el discurso de este
Otro, pertenece al orden simbólico. El inconsciente está estructurado como un lenguaje, y las leyes que lo rigen son la metáfora
(condensación, según Freud) y la metonimia (desplazamiento, según Freud).

Dice Lacan que solamente si trabaja en el orden simbólico el analista puede producir cambios significativos en la posición subjetiva del
paciente; seguramente, estos cambios generarán también efectos imaginarios, pero porque lo imaginario está estructurado por lo
simbólico: el orden simbólico es el determinante de la subjetividad, y el reino imaginario de las imágenes y las apariencias (siempre
engañosas) es solo un efecto de lo simbólico.

Lo simbólico apacigua la angustia (pertenece al registro de lo Real), en tanto, da cuenta de un límite, de una estructura tríadica. Lo
simbólico posibilita poner en palabras la angustia, y de este modo se puede aliviar. Siempre debemos tener en cuenta que es imposible
decir todo, poner todo en palabras (por ello, en el registro simbólico también hay falta).

Lo simbólico cava un surco en lo real –introduce un corte en lo real. Toma al organismo y lo aliena al campo del Otro, al mundo de la
cultura. De allí que perdemos la necesidad – necesidad biológica, no existe biología en estado puro, y por ende, tampoco tenemos
instinto-, dado que Otro transforma nuestro grito en un llamado – pone en palabras nuestro grito, transforma la necesidad biológica en
necesidad lógica-, es decir, en demanda.

Lo simbólico no logra apresar todo, queda un resto que no es atrapado por lo simbólico.

Registro Real: Registro en el que no hay palabras. LO IMPOSIBLE LOGICO, LO IMPOSIBLE DE SIMBOLIZAR.

Objeto petit a: Das Ding. La cosa muda, un agujero, la nada. La falta estructural.

El objeto a es el objeto causa del deseo (es decir, gracias a que existe una falta estructural, nos movilizamos en la búsqueda –metonimia-
de que aquello que venga a completarnos – algo que nunca vamos a encontrar, pero que el sujeto jamás pierde como ilusión).

Lo relacionamos con la angustia (lo real es el objeto de la angustia), con aquello que sentimos a nivel del organismo. Es el agujero que
bordean las zonas erógenas del cuerpo.

EL OBJETO DAS-DING: “LA COSA”

“Leyendo el seminario, nos encontramos con dos capítulos para pensar das Ding, La Cosa. No cualquier cosa, Sache, sino “La Cosa”. Para
entender mejor esta diferencia entre das Ding y Sache leímos la conferencia de Heidegger. En dicha conferencia Heidegger habla de un
vacío consistente; usa la metáfora de la vasija, lo que hay dentro de la vasija es vacío. No es lo mismo “nada” como vacío, que no ser
nada. Dicho vacío señala la falta.

Das Ding sería algo así como ese objeto añorado que nunca se tuvo, por el que se sufre, que no estuvo jamás en ningún lado. Tal vez sólo
se pueda bordearlo. Ese vacío nos confronta con la falta en ser. Podemos bordear das Ding, como la vasija bordea el vacío. Lacan al
principio lo remite a la madre, luego como objeto causa, finalmente como objeto a.” (Patricia Gorocito)

Para Lacan: “el basurero de los significantes”, eso que tiene un hueco y almacena cosas diferentes a él.

“La cosa” termina siendo relacionada con el A; es lo que ordena, se relaciona con lo que no se inscribe, con la compulsión a la repetición.
La esencia de la cosa pasa por el vacío y tiene la capacidad de almacenar algo diferente a ella: “La metáfora del alfarero”, es decir, de un
montón de arcilla que no tiene forma, se moldea una vasija, siendo el hueco interno lo que la convierte en vasija. El vacío se relaciona con
la falta de ser y la arcilla con el lenguaje. Así, la vasija puede contener distintos líquidos que no son de arcilla, que son distintos a ella. Pero
qué líquido contenga depende de ella. (Ej. En la taza ponemos café o bebidas calientes y en el vaso ponemos agua, bebidas frías).
Entonces, lo que se contenga va a depender de cómo esta estructurado el Icc de cada uno.

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La pulsión se relaciona con lo Real ya que es autoerótica (satisface en propio cuerpo), y porque la pulsión no se puede poner en palabras
completamente.

Concepto trabajado por Freud. Deriva del latín: “la causa”. Está relacionado con la primera vivencia de dolor y satisfacción. Se define
sobre el fondo del complejo del prójimo y se diferencia del Objeto Die-Sache:

1. Das-Ding = Lo Inadmisible: lo irrecuperable, lo vivido como ajeno, terreno ajeno al de la representación, fuera de significado y
anterior a toda represión. Por eso el sujeto se dirige a buscar aquello que le falta y cree que tuvo: lo imposible de ser
imaginado. Lacan finaliza diciendo que el das-Ding es el Gran Otro del cual no tenemos representación.

2. Die-Sache = La cualidad: ligado al cuerpo, “el atributo”. Las representaciones que nos podemos hacer de las cualidades de las
cosas. El lado de la representación: determina si una experiencia es placentera o no. Representación de algo en el orden de lo
simbólico: la representación de una manzana roja, jugosa, grande, etc.

EL SUJETO DEL INCONSCIENTE


Somos a partir del Gran Otro, de su deseo, y por lo tanto el Gran Otro esta incorporado en el Icc. El sujeto es un ser hablante, somos sujetos en
la medida en la que hablamos y somos hablados antes de nacer. O sea que desde antes de nacer estamos tomados por lo simbólico, rodeados
por los significantes (pura diferencia que cava un surco en lo real). El sujeto que habla no es amo y señor de lo que dice; no hay nada que uno
diga en lo que pueda NO proyectar algo icc. Nosotros somos sujetos del icc, y este está estructurado como un lenguaje.

El sujeto del inconsciente es una falta en ser y un ser en falta: tiene una falta estructural, no hay nada que lo defina como ser, ningún
significante que lo signifique por completo. Es la falta la que provoca el no saber que hay detrás del deseo (es decir, que no podamos poner
nuestro deseo en palabras, que no sepamos realmente lo que deseamos). Así, entendemos el objeto como causa y motor del deseo.

 Yo (Je): sujeto que habla desde su estúpida e inefable existencia y no sabe lo que dice.
 Yo (Moi): conjunto de identificaciones idealizadas, desordenadas a la manera de un cuadro surrealista, que entrañan una falta. Con
estas identificaciones hemos sido mirados. Conformado a partir de la identificación a la imagen del otro semejante.
El Yo Lacaniano (moi) es definido como una trampa, esta constitutivamente desintegrado y busca completud, es negador de la falta.

ALIENACIÓN Y SEPARACIÓN
ALIENACIÓN

Cuando decimos que somos hablados desde antes de nacer, nos referimos a que incluso desde antes de que nos constituyamos como sujetos,
somos alcanzados por un significante, por un signo (S1) que condensa en sí los Ideales del Gran Otro I(A), todo eso que se espera que seamos.
Este significante nos presta una “Identidad” –m- con la que nos podríamos manejar, si no fuera porque la misma es ilusoria; este S1 se
conforma por identificación al rasgo y sirve como imagen que recubre al objeto a -i(a)- pero lo cierto es que nada significa porque no forma
parte de ninguna cadena. Entonces necesariamente va a necesitar del Gran Otro sin barrar –A- para que este le otorgue un sentido –s(A)-, ya
que el A tiene:

 S1: Significante amo. Rasgo Unario. Ideales pre-edipicos.


 S2: Significante del saber. Rasgo Binario.

Es decir, el campo del Otro contiene la cadena significante (S1, S2, S3, S…). Vemos así que la única posibilidad que tiene el sujeto de salir del
sinsentido con el que comienza es sumergirse en el campo del A, bañarse de lenguaje. Solo podemos acceder al mundo en forma de objetos:
siendo tomados como objeto de deseo del A.

Este momento de búsqueda del A, de alienación al campo del A, Lacan lo representa a través de una operación matemática obtenida de la
teoría de los conjuntos llamada reunión, la cuál dictamina que si dos conjuntos se integran, los términos repetidos se pierden.

Entonces en la alienación el sujeto está obligado a REUNIRSE con el A, perdiendo los términos en común (el S 1), perdiendo lo único q tiene.
Queda en AFANISIS (hueco, vacío, falta). Afanisis tiene que ver con lo icc, remite a represión primaria de Freud. Hay un saber que falta, un
saber del que nada se sabe, ese es el icc.

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¿Porqué querríamos entonces reunirnos con el A si vamos a perder el significante que nos significaba? Porque si no lo hacemos perdemos no
solo el S1, sino también la vida. Aquí entra en juego el concepto de la lógica, el vel (disyunción) alienante, que se diferencia de las otras dos
disyunciones posibles en la lógica:

 Vel exluyente: implica lo uno o lo otro, pero no ambos. Ej. “vamos al cine o al teatro”.
 Vel incluyente: disyunción que no impide que sean las dos cosas a la vez. Ej. “se contratará como secretaria a una srta que sepa
hablar inglés o francés”.
 Vel alienante: también implica lo uno o lo otro, sumado a la condición de que si se elige “Z” se pierde “X”, pero si se elige “X” se
pierden “X” y “Z”. Ej. “la bolsa o la vida”.

Esto es la elección forzada de la que habla Lacan: no tenemos posibilidades de elegir quedarnos con esa Identidad ilusoria que nos prestaba el
S1, quedarnos siendo nada más que un objeto, siendo todo lo que el A quiere que seamos. No podemos elegir el ser, porque en realidad los
sujetos no tenemos ningún ser, no hay ningún significante que por si solo pueda decir “el hombre ES esto”, siempre va a quedar algo más por
decir de ese sujeto. Un ejemplo claro sería el del nacimiento: durante la gestación el bebé está dentro de la madre, ES un objeto que forma
parte de la madre y no tiene falta. Pero si luego de 9 meses el bebé no nace, se muere. Es decir, si el sujeto no elige nacer en el mundo, si elige
la bolsa, pierde la vida y la bolsa. Es asi que se ve obligado a elegir el sentido y perder el S1; queda condenado a una vida cercenada.

Entonces, es la conexión metonímica de S1 con S2 lo que produce la falta en ser. Esta falta es el Icc, el cual queda totalmente vaciado. Será un
borde, el borde entre S1 y S2. Esto es lo que significa la frase de Lacan que dice: “el vel alienante que condena al sujeto a solo aparecer en la
división”. Es decir, ese lugar de falta que surge luego de la alienación, luego de que el bebé queda sujeto a los significantes del A, es lo que
posibilita que ahí donde había un SER, donde había nada más que un objeto, pueda emerger un sujeto del icc, un sujeto barrado.

SEPARACIÓN: se produce inmediatamente

Habíamos dicho que el sujeto al alienarse al A pierde el S1. Así, es porque el sujeto tuvo una pérdida que puede interceptar su falta con la del A.
En esta INTERSECCIÓN ambos están en falta. Aparece la dimensión del más allá de la demanda del A, (más allá de lo que el A puede poner en
palabras): la dimensión del deseo del Otro. Esto que cae de ambos se llama objeto a.

Respecto del objeto a, podemos concluir que:

 En la alienación y separación: el objeto a CAE. Hay represión primaria que forma mi icc, mi falta. Al objeto a se lo visualiza, se lo
construye retroactivamente: el sujeto percibe en el discurso del Otro, que hay algo que escapa, algo que a ese Otro no le llega. Se
percibe que “el Otro está en falta, y si está en falta es porque yo no lo completo. Y si yo no lo completo es porque a mi también me
falta algo”.
 En la metáfora paterna se OPERATIVIZA el objeto a. Es decir, “¿qué hago con esta falta que tengo? ¿Cómo me posiciono frente a la
castración?” Esto va a depender de la estructura, la cual va a determinar qué mecanismo se utiliza frente a la castración: la
florclusión (psicosis), la renegación (psicopatía), o la represión (neurosis; hablamos de la represión secundaria). Se reactualizan y
profundizan los procesos de alienación y separación.

OBJETO EN PSICOANÁLISIS

Texto: Doc de Cátedra – “Estructuración del Narcisismo”


LAS TRES SERIES DE OBJETO

En la obra freudiana se delimitan tres series de objeto, las cuales surgen a partir de pérdidas que se deslizan en el hecho de que en lo humano
no existe complementariedad sujeto-objeto.

A. Primera serie: Objeto de deseo.

Es una pérdida de satisfacción de la necesidad en aras del surgimiento de deseo. La pérdida se instala entre necesidad y deseo, entre
satisfacción y realización. Esta primera perdida no debe confundirse con la pérdida del objeto real (pecho materno, externo al sujeto) y su
interiorización. Hablamos aquí del objeto perdido de la primera experiencia de satisfacción, que deja en el aparato psíquico las huellas por

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donde circulará el deseo e inaugura el inconsciente representacional. Desempeña la función de ser condición de posibilidad de las otras dos
series.

Deseo (objeto propio del funcionamiento del icc) es entonces un concepto fundante en Freud, relacionado con el surgimiento mismo de la
posibilidad de sustitución –característica principal del proceso primario-. En este sentido, el objeto de la pulsión y de la elección de amor serían
ya sustituciones del objeto perdido de deseo.

El deseo es transferible: encuentra satisfacción en distintos objetos, se liga a estos. Además, se genera en relación a un Otro: el deseo materno
que inicialmente nos posibilitó la vida se había ligado a nosotros en tanto objetos. Fuimos tomados como “objeto que completaba a mamá”, y
es esa toma la primera condición para que (luego de otros procesos) en el sujeto pueda emerger el deseo propio.

B. Segunda serie: Objeto de la pulsión parcial

Trata sobre una pérdida del objeto real (pecho materno) que determinará el surgimiento del autoerotismo. Lo no satisfecho en lo orgánico –lo
que no se puede ligar- genera una fuerza constante que complejiza el aparato psíquico.

Así la pulsión queda definida como una “medida de exigencia de trabajo que es impuesta a lo anímico a consecuencia de su trabazón en lo
corporal”. La no complementariedad sujeto-objeto es la causa de esa trabazón, ya que si la pulsión se satisficiera toda autoeróticamente en el
cuerpo no sería pulsión sino instinto y no habría necesidad de elección de objeto de amor, ya que no tendría sentido ir en busca de objetos
para libidinizar. Siempre va a quedar un resto que no se satisface (satisfacción parcial de la pulsión) marcada por la imposibilidad estructural de
ser satisfecha en su totalidad.

Cuando se dice que esta serie busca la satisfacción autoerótica se hace referencia a que la satisfacción buscada no tiene que ver con objeto
alguno, en el sentido de que este es contingente (cualquier objeto puede servir para la satisfacción). Cuando se dice que es intransferible se
refiere a que siempre se satisface en el cuerpo, a diferencia del deseo que es transferible. Vemos que esta serie toma al otro como apoyo en la
medida en que la pulsión nace apuntalada en las necesidades vitales. De allí de habla de la tendencia a la fijación: allí donde encontró
satisfacción vuelve a buscar más. Pero no puede hablarse de elección de objeto.

Respecto de la constitución subjetiva se podría decir que el autoerotismo (que es la libidinización de partes del cuerpo) es condición de
posibilidad del narcisismo (libidinización del cuerpo como totalidad) el cual, con la consiguiente estructuración del Yo, posibilitará
posteriormente desplazarse en la búsqueda de objetos fuera del ámbito familiar [explicado mejor mas adelante]. Ahí surge la tercera serie de
objeto.

C. Tercera serie: Elección de objeto de amor.

Se esboza una pérdida del objeto como objeto de amor (tomado como persona total). La libido pasa de investir el Yo como totalidad a investir
objetos externos. Freud plantea que el primero de esos objetos es la madre. Aunque como ya se dijo ahí no hay realmente una elección sino
un apuntalamiento en ese objeto que nos satisfacía las necesidades básicas: nutrición y cuidado. Luego, con el Complejo de Edipo ese objeto
se perderá por definición de un “desarrollo sano”.

Esta elección remitirá a otro definido en tanto que persona (al campo de la totalización del objeto sexual).

AUTOEROTISMO Y NARCISISMO

La pulsión nace apuntalada a las necesidades vitales y a medida que se van satisfaciendo estas emerge “un monto de placer que proviene de
otra fuente” al que Freud relaciona con el placer de órgano –zonas erógenas-. Ese placer comienza luego a buscarse por sí mismo, y es lo que
Freud llama AUTOEROTISMO. Ej: el chupeteo.

Pero para que cualquier sujeto pueda hacer una elección de objeto de amor, debe estructurarse el narcisismo. Lo que no significa que el
autoerotismo desaparece. Se siguen buscando y teniendo satisfacciones parciales a lo largo de toda la vida.

Pero sabemos que el Yo al nacer no está desarrollado. En cambio “las pulsiones autoeroticas son iniciales, primordiales. Por tanto algo tiene
que agregarse al autoerotismo, una nueva acción psíquica, para que el narcisismo se constituya”. La libido va a pasar de investir diferentes
zonas del cuerpo (desconectadas unas de otras) a investir el cuerpo como totalidad, posibilitando que el Yo se desarrolle. Es a esta toma del
cuerpo todo como objeto de amor a lo que Freud llama NARCISISMO.

En “Pulsiones y destinos de pulsión” Freud explica como la pulsión solo puede manifestarse en el aparato psíquico a través de sus destinos, y
en “Intro del narcisismo” agrega que el narcisismo es también un destino pulsional, ya que las pulsiones parciales van a encontrar en él un
objeto para libidinizar/ligar energía.

El narcisismo es entonces:

 Un DESTINO PULSIONAL, la energía proveniente del autoerotismo inviste al cuerpo como totalidad.
 Un ARTICULADOR entre la serie pulsional y la de la elección de objeto de amor, en la que ya se pesquisa una elección de objeto total,
que sería el propio Yo.
 Una CONDICIÓN FUNDAMENTAL para la operación eficaz del complejo de castración, siendo este ultimo el que permite entender el
complejo de Edipo. Es decir: para que haya temor a perder algo (castración), ese algo tiene que haber sido libidinizado o puesto en

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valor (narcisismo) con anterioridad. Y es gracias a que ese objeto primero (Edipo) se perdió que se puede ir en busca de otros objetos
fuera del ámbito familiar.

EL CUERPO EN EL AUTOEROTISMO Y EN EL NARCISISMO

Fischman lo ejemplifica de la siguiente manera:

SE LIBIDINIZA… SE TOMA AL CUERPO COMO SE ENTIENDE AL CUERPO COMO


Partes, agujeros del cuerpo Cuerpo erógeno Cuerpo Pulsional
Al cuerpo como totalidad Cuerpo Imaginario Cuerpo Narcisista

La pulsión parcial del autoerotismo implica siempre al cuerpo en tanto partes (zonas erógenas). Se trata del cuerpo pulsional, que es el cuerpo
erógeno.

El cuerpo narcisista implica la constitución de ese Yo que aspira a la ilusión de totalidad, que Lacan estudia como la constitución especular,
imaginaria del Yo Moi. En este estadío las pulsiones antes separadas confluyen en una unidad y han hallado un objeto: el Yo propio. El objeto
libidinzado es un objeto totalizante.

Pero el narcisismo es una unidad ilusoria, ya que las pulsiones no entran en una síntesis yoica, o dicha síntesis –si es que existe- es puramente
virtual. Hay confluencia pero no síntesis.

EL NARCISISMO COMO ESTRUCTURAL EN EL SUJETO

Freud plantea que el narcisismo encuentra su sitio dentro del desarrollo sexual regular del hombre. Es decir, que se da dentro del desarrollo
sexual (porque busca placer) de todo sujeto.

También Freud va a hablar de un narcisismo secundario, que “nace por replegamiento de las investiduras de objeto. Nos formamos así la
imagen de una originaria investidura libidinal del yo cedida después a los objetos, empero, ella persiste”. Es decir que el narcisismo no
desaparece sino que persiste a lo largo de toda la vida y siempre queda un monto de energía que libidiniza al propio yo, por más que parte de
ella sea cedida a los objetos.

Esa originaria investidura libidinal –narcisismo primario- se constituye en el niño a partir de la libidinización que hacen los padres del bebe. Esa
nueva acción psíquica viene o es posibilitada de parte de los padres.

NARCISISMO Y COMPLEJO DE CASTRACIÓN

Tanto en la niña como en el varón el complejo de castración ORGANIZA mediante leyes el aparato psíquico. Es a partir de la primera “elección”
de objeto de amor (la del Edipo) que luego se posibilita la salida exogámica, y el objeto de amor relacionado al Edipo se sepulta. Lo que se
reprime de ese amor hacia el padre o la madre es la corriente erótica, mientras lo que permanece son los afectos tiernos.

Así, el complejo de castración queda en el aparato psíquico como la marca de que cuando se pone en juego algo de valor para el sujeto,
aparece a su vez el temor a perderlo. Pero para que los objetos tengan ese valor fálico tienen que estar dentro de los ideales del sujeto. Y esos
ideales son justamente post-edipicos. De todas formas, para que haya narcisismo secundario e ideales propios tiene que haber habido antes
narcisismo primario. Ahí se ve como es necesario que el narcisismo este estructurado para q se pueda vivenciar el complejo de castración.

Por otro lado, así como si se tiene se puede perder, si se pierde se puede tener otra cosa (sustitución). A esto se le llama CASTRACIÓN; en la
misma medida que “no todo es posible”, “algo sí es posible”.

EL OBJETO DE LA PULSION PARCIAL Y EL OBJETO DE LA ELECCIÓN DE AMOR

En “Tres ensayos…” Freud oscila entre el problema del objeto sexual “definitivo” y el problema del objeto “contingente” de la pulsión parcial.
Rabinovich explica que el punto de convergencia y divergencia se sitúa en torno al objeto primero: la madre, la cual desempeña un papel en las
tres series de objeto:

 Es ese Otro inolvidable que posibilita el surgimiento de deseo como diferente al objeto de la necesidad.
 Se articula con la pulsión parcial en relación al pecho como objeto pulsional
 Juega un papel central en el Edipo en tanto que persona amada, es decir, como objeto total.

Explica así que desde la serie pulsional, el objeto es definido como el “medio gracias al cual la pulsión alcanza su satisfacción”. El objeto es el
instrumento con el que se obtiene la satisfacción y en tanto instrumento es el aspecto más variable de la pulsión. El contrapunto a esa
variabilidad el objeto lo brinda el concepto de fijación, definido como “el establecimiento de una conexión intima entre pulsión y objeto,
conexión que suprime la movilidad del objeto y que hace surgir la dificultad y la oposición a desprenderse de él.

Así como la pulsión parcial oscila entonces entre contingencia y fijación, la elección de amor se despliega entre la elección narcisistica y la
elección anaclitica.

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Freud plantea entonces que el primer objeto no es en realidad producto de una elección sino de un apuntalamiento y que “junto a este tipo
que puede llamarse el tipo del apuntalamiento (anaclitico), existe un segundo tipo: ciertas personas cuyo desarrollo libidinal experimentó una
perturbación, no eligen su posterior objeto según el modelo de la madre sino según el modelo de su propia persona. Se buscan a sí mismos
como objeto de amor, exhibiendo un tipo de elección que ha de llamarse narcisistica”.

Entonces habla de que habría dos caminos para la elección de objeto:

1. Según el tipo narcisista: Tiene carácter pasivo –ser amado- y todo gira alrededor de los rasgos del sujeto. Adviene sobre lo que se
tuvo y se perdió, sobre lo que posee los meritos que el sujeto no tiene, lo cual de poseerlo le permitiría al Yo alcanzar el Ideal. Así, se
ama:
a. Lo que uno mismo es (yo)
b. Lo que se fue (objeto de la madre)
c. Lo que se querría ser (Yo Ideal)
d. A la persona que fue una parte del sí mismo propio (Identificaciones con obj. Primarios o con el entorno inmediato)

2. Según el tipo del apuntalamiento: Tiene carácter activo –ser amante-. Adviene sobre la base del cumplimiento de condiciones
infantiles de amor: se idealiza a lo que cumple esa condición de amor y se ama:
a. A la mujer nutricia
b. Al hombre protector

Texto: Rabinovich – “El concepto de Objeto en la teoría psicoanalítica”


Existen tres dimensiones del concepto de objeto en Freud:

1. Objeto de deseo: objeto perdido de la primera experiencia de satisfacción alucinatoria (eso que no llegó), el objeto en juego a nivel
del proceso primario. El objeto perdido del deseo sexual infantil, objeto oral. Objeto propio del funcionamiento icc.
Para Lacan, este es el objeto que causa el deseo y se encuentra relacionado con el Gran Otro. La falta de este objeto produce el
deseo. Sin falta en el otro no podríamos existir. La falta es estructural. Es importante diferenciar:

a. Objeto de deseo: cualquier objeto que (se cree que) cubrirá la falta.
b. Objeto CAUSA de deseo: tiene que ver con generar deseo en el otro. Cuando trato de que el otro me desee para cubrir su
falta. Deseo ser “objeto de deseo” del otro.

2. Objeto de la pulsión: no es idéntico al anterior, pero sí muy cercano. El objeto perdido de deseo es condición de producción del
objeto pulsional en Freud. El objeto de la pulsión adquiere rasgos inseparables del autoerotismo y de la inclusión del cuerpo. Es un
objeto contingente ya que la pulsión se satisface en el recorrido, y su satisfacción va a ser siempre parcial, por lo tanto la pulsión será
una fuerza siempre constante que busca su satisfacción.

3. Objeto de amor: gracias a la pérdida estructural y el deseo que genera esta, se posibilita la elección del objeto de amor. Existen dos
momentos en la elección de amor:

I. Objeto de amor total: existe una completud ilusoria en la que el objeto todo lo puede. Luego se da el complejo de Edipo, se
instauran los diques psíquicos y el niño entra en el periodo de latencia.
II. Supremacía genital: en la pubertad, todas las zonas erógenas se encuentran bajo la supremacía de la genital, se da
entonces una elección de amor parcial (parcial porque el otro esta barrado al igual que yo), es decir que ya no lo puede
todo.

Freud separa la satisfacción de la pulsión de la realización de deseo. A la primera le corresponde la acción específica, mientras que a la
segunda, la identidad de percepción (se vuelve a revivir esa primera percepción a través de la alucinación). La realización de deseo aparta al
sujeto del camino de la satisfacción, encaminándolo hacia la repetición, hacia la búsqueda de una percepción primera idéntica.

La concepción del OBJETO DE LACAN es la de un objeto perdido por estructura. El “hallazgo” (entre comillas porque nunca se halla un objeto
que nos satisfaga o realice de manera total) de ese objeto presupone una pérdida anterior. Pérdida que solo retroactivamente permite
constituir su objeto. Este “hallazgo” como tal se trata de lo que debe ser reencontrado. El objeto en su naturaleza es un objeto reencontrado.

El llanto del niño, motivado por la tensión inicial se transforma en comunicación en la medida en que puede obtener una respuesta del otro
que haga cesar la tensión. Para Lacan, aquel que tiene poder de responder es el Gran Otro; es la estructura del lenguaje y por lo tanto del
inconsciente la que interviene: el Otro como sede de la palabra. Lo que Freud reconoce como aquel que “sabe” cuál es la acción específica a
realizar para calmar al bebé, aparece en Lacan a modo de “el saber cómo función del Gran Otro”, el lugar del código, el que tiene no solo los
significantes sino la legalidad misma que le permite responder (o no) a la demanda.

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DESEO, PULSIÓN Y GOCE

DESEO

Según Freud: “tendencia a recargar automáticamente la primera huella mnémica de satisfacción”. Es energía ligada (a un objeto que no es
contingente).

Según Lacan: “es la metonimia de la falta”. Cuando hablamos de deseo nos referimos a su estatuto de “deseo insconciente”. Para Lacan el
deseo es el deseo del otro, porque nuestro primer deseo va a ser el de alguien más, que nuestro primer objeto es ser reconocido por el otro.
Necesitamos de otro que nos tome en su deseo para vivir; antes de que nacemos hay alguien que nos desea.

El deseo es articulado (en el lenguaje a través de las formaciones del inconciente como el sueño, chiste, acto fallido… Se interpola en la
palabra) pero no es articulable (no podemos hablar voluntaria ni concientemente de él) ya que es el resto que queda entre la necesidad y la
demanda. Por tanto, el deseo tiene que ver con una falta (lo que no se pudo poner en palabras de esa necesidad, lo que no llegó). Así, tiene las
siguientes características:

 Inconsciente: es deseo de nada nombrable. Es singular del sujeto. Va por dentro del aparato psíquico.
 Insatisfecho: nunca se va a realizar enteramente. Nunca vamos a encontrar esa “pieza” que nos completaría permanentemente. La falta
es estructural.
 Indestructible: es una fuerza que nos mueve. Es el motor de la vida. Hace referencia a la preservación de uno mismo, al cuidado personal.

Considerando lo anterior, se explica que el objeto del deseo es el objeto a. Desde esta mirada, el deseo es la metonimia de la falta: se va
desplazando de significante en significante, busca lo que no está a través de la sustitución y algo de él (si bien nunca todo) va a surgir en la
articulación entre ellos.

PULSION

Según Freud: “Es un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático. Es el representante psíquico de los impulsos corporales. Es una
energía/fuerza constante.” Es energía libre ya que el objeto es contingente.

Según Lacan: “Es como un caballo salvaje y el deseo su jinete”.

Es acéfala: nos mueve pero no sabemos qué es lo que nos mueve. No podemos dirigirla, no se puede reconocer. Conceptos asociados (Freud):

 Esfuerzo (drang): Su factor motor, la suma de fuerza o la medida de la exigencia de trabajo que ella representa, toda pulsión es un
fragmento de actividad. Medida de la exigencia de trabajo que es impuesta lo anímico a consecuencia de su trabazon en lo corporal.
 Meta: La meta es la satisfacción, que sólo puede alcanzarse cancelando el estado de excitación en la fuente de la pulsión. Si bien es
cierto que esta meta permanece invariable para toda pulsión los caminos que llevan a ella pueden ser diversos.
 Objeto: Aquello en o por lo cual puede alcanzar su meta. Es lo más variable en la pulsión; no está enlazado originariamente con ella
sino que se le coordina sólo a consecuencia de su actitud para posibilitar la satisfacción. Un mimso objeto puede servir para la
satisfacción de varias posiciones. El hecho de que se forme un lazo intimo entre una pulsión y un objeto es entendido como fijación.
 Fuente: Aquel proceso somático interior a un órgano o a una parte del cuerpo cuyo estímulo es representado en la vida anímica por
la pulsión. El estudio de las fuentes pulsionales ya no comprende a la psicología. Aunque para la pulsión lo absolutamente decisivo es
su origen en la fuente somatica, la cual dentro de la vida anímica solo se la llega a conocer por su meta.

La pulsion es intransferible, es propia y se satisface parcialmente en las zonas erógenas.

El objeto de la pulsión es el objeto a, que se personifica en objetos reales pero nunca del todo, por eso la pulsión nunca va a satisfacerse
completamente. La pulsión rodea al objeto a y se satisface en el recorrido. En este sentido, se mencionan (desde Freud) la zona oral, anal y
genital como las zonas clásicas, los agüeros del cuerpo donde la pulsión encuentra satisfacción. Lacan va a agregar:

 Pulsión invocante: relacionada con la voz, el llamado.


 Pulsión escópica: relacionada con la mirada. No tiene tanto que ver con la visión (ligada a la función orgánica) sino con el deseo. La
mirada como la brújula del deseo.

GOCE

Es la satisfacción parcial de la pulsión. El cuerpo atravesado por el significante. Se relaciona con la economía política porque siempre hay
ganancias o pérdidas de goce pero nunca todo goce. El goce está prohibido a quien habla como tal. Es la mera indicación del goce como
infinitud la que implica la marca de la prohibición.

(Explicación…) Hay una experiencia fundante del psiquismo: el niño es tomado en el deseo de la madre que lo baña de cultura y pone palabras
a las necesidades del niño desde el enjambre de significantes que es la cultura. La madre está también tomada por la cultura (madre castrada)

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y por tanto algo llega y algo no. Así, ya no hay “relación sexual”: al perderse la complementariedad absoluta entre sujeto y objeto. Lo que llega
produce ganancia de goce y lo que no llega produce pérdida de goce.

Esto que no llega (falta) y su consecuente pérdida de goce es fundamental para que surja el deseo. Lo primero que experimentamos en la vida
es una pérdida de goce (por lo que no llegó) y luego vamos teniendo ganancias y pérdidas de goce. En el sentido de las ganancias, estas son
entendidas como recuperación de goce producidas por la obtención de objetos que fueron previamente objetos de nuestro deseo (eso que
creíamos que nos iba a completar) y cuánto goce recuperemos va a depender de cuánto “nos complete” eso que obtuvimos, de qué tan cerca
de la completud nos deje.

Es importante que podamos sentir que nos vamos completando a medida que vivimos la vida, que vayamos sintiendo que podemos recuperar
ese estado primario de goce total que (creemos que) tuvimos alguna vez. Sin embargo, para que el deseo siga circulando es necesario que se
nos esté prohibido el goce total. Ya que a medida que aumenta el goce aumenta la mortalidad y disminuye el deseo. Lo que moviliza al sujeto
es la incompletud, que algo no llegue. Por lo cual si llegaramos a un estado de completud y goce absoluto, ya no tendríamos nada por qué
vivir, nada que desear, pues ya lo tendríamos todo.

Vemos además como el deseo funciona como límite al goce de la pulsión. Ej. tomo una cerveza y no diez, ya que mañana no quiero tener
resaca.

El goce tiene un modo particular en cada uno. Es la forma individual de “recortar” el objeto a, de sentirme más cerca de la completud.

NECESIDAD, DEMANDA Y DESEO

NECESIDAD

Se pierde por acción del significante. Con el baño del lenguaje se pierde la naturalidad y con ésta la necesidad pura. Se pierde el instinto en
tanto patrón biológico que responde un objetivo en particular; la diferencia con la necesidad es que el sujeto la selecciona y selecciona cómo
responderá (la capacidad de elección está muy ligada a lo simbólico).

No hay acoplamiento entre necesidad y satisfacción. Todo esto se vincula con la negatividad de Hegel: negar lo dado desde lo natural al
ponerle nombre a las cosas.

Necesidad lógica: sigue la lógica inconsciente, por ende no responde a una necesidad biológica (éstas dejan de ser instintuales) sino que se
vuelve una demanda de amor, una prueba de amor.

DEMANDA

Es la necesidad puesta en palabras, dirigida hacia un Otro. La demanda nunca es satisfecha su totalidad, ya que no todo se puede poner en
palabras; siempre hay algo que escapa.

Hablamos de una doble demanda:

 La del niño: cuyo llanto es interpretado por la madre y puesto en palabras. El sujeto nace en estado de prematurez y desvalmiento y
exige a un Otro que este siempre ahí para él.
 La de la madre: que demanda ser demandada. Relacionado con la ley onmimoda: la madre SABRE qué es lo que el niño necesita y le
devuelve un sentido en forma de “tú eres esto”; “Tú eres ese que llora porque tiene hambre/sueño/etc”, “tú eres quién me necesita”,
“tú eres una carga”, etc.

La demanda es atravesada por el circuito del amor y por ello toda demanda es de amor, de presencia incondicional. El Otro debe estar siempre
presente ahí para responder al llamado, no importa si su respuesta satisface o no.

DESEO

Es el resto entre la necesidad y la demanda, la diferencia. Tiene algo de insatisfecho: el objeto a (que es a la vez lo que hace que el deseo
fluya).

ARTICULACIÓN CLINICA: EL SUEÑO DE LA INYECCIÓN DE IRMA


Freud hace un análisis exhaustivo de este sueño, retornando a el cada vez que necesita un punto de apoyo y en especial, cuando introduce el
concepto de condensación. ¿Por qué concede Freud tanta importancia a este sueño? Porque en su análisis obtiene la verdad de que el sueño
es siempre una realización de un deseo, un anhelo.

Irma es una enferma amiga de la familia, y Freud se encuentra en la incómoda posición de analizar a un familiar. Tiene en efecto, muchas
dificultades con Irma. En esta etapa Freud aun pensaba que cuando el sentido icc del conflicto fundamental de la neurosis queda descubierto,
solo resta proponérselo al sujeto, quien lo acepta o no. Si no lo hace, es culpa del paciente, es un mal paciente. Cuando el paciente es bueno,
acepta y todo marcha bien.

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Irma había mejorado pero conservaba algunos síntomas, en especial la propensión al vomito. Freud acababa de interrumpir el tratamiento, y
es Otto (muy cercano a Freud, pero no es amigo íntimo de él) le trae noticias de Irma: “la cosa andaba bien, pero no tanto”. Y a través de su
entonación, Freud cree advertir que Otto lo desaprueba un poco, o más exactamente, que había participado de las burlas hacia Freud dentro
del círculo de relaciones.

Sin embargo, Freud tiene la sensación de haber propuesto a Irma la buena solución (palabra que tanto en alemán como francés posee la
misma ambigüedad: es tanto la solución que se inyecta como la solución de un conflicto). En esto, el sueño ya adquiere un sentido simbólico.
Sin embargo, Freud está muy descontento consigo mismo y llega a poner en duda la legitimidad de la solución aportada por él. Así, es la
desaprobación percibida en el tono de Otto el ligero choque que va a poner en marcha el sueño.

Freud se pone a trabajar luego de la cena y redacta un informe del caso de Irma. Considera el haber podido explicar el caso con todo detalle,
ya que esto le permite, según él, desligarse de la responsabilidad del fracaso en el tratamiento de Irma. Pero Freud se limita a presentar un
sueño enteramente explicado por la satisfacción de un deseo preconsciente, e incluso completamente consciente. Es por esto que Lacan toma
el relato de sueño junto con el análisis que Freud hace de este para poder profundizar en la visión de todo el conjunto.

Procede en su análisis Lacan, dice: en cuanto Freud entra en diálogo, el campo visual se contrae. Lleva a Irma aparte y comienza hacerle
reproches. A interpretarla. Todo esto sucede en un fondo de discusión y resistencia, no solo a lo que Freud propone sino al examen que
pretende hacerle a Irma.

 PRIMERA TRIADA DE MUJERES: Las asociaciones de Freud ponen de relieve que Irma está lejos de ser la única en juego. La naturaleza del
dialogo que mantiene con Irma denota que en ella se hayan condensadas:
o La mujer de Freud: estaba encinta, lo une a ella no solo un lazo familiar sino conyugal altamente idealizado. No obstante,
denota que en ciertos planos instintivos, su mujer no dejó de producirle cierta decepción.
o Una mujer enferma: se trata de la enferma ideal. No es paciente de Freud, y posee el atractivo de no demandar el auxilio de
Freud, lo cual le permite a él anhelar que alguna vez lo haga y se convierta en su paciente. Es muy bonita, y sin duda más
inteligente que Irma (representa la idea: “si esta hubiera sido mi paciente, ella habría aceptado la solución que le di al ser más
inteligente que Irma”).

Habiendo conseguido que la paciente abra la boca, lo que Freud ve al fondo (esos cornetes recubiertos de una membrana blancuzca) es un
espectáculo horroroso. Esa boca muestra todas las significaciones de equivalencia, todas las condensaciones imaginables. Todo se mezcla y
asocia en esa imagen. Desde la boca hasta el órgano sexual femenino, incluyendo la muerte misma. Es un descubrimiento horrible: la carne
que jamás se ve, el fondo de las cosas, el revés de la cara, la carne de la que todo sale, la carne sufriente, informe, cuya forma por si misma
provoca angustia. El abismo del órgano femenino del que sale toda vida, como el pozo sin fondo de la boca por donde todo es engullido y que
trae también la imagen de la muerte en la que todo acaba terminado... Hay pues, aparición angustiante de una imagen que resume lo que
podemos llamar revelación de lo real en lo que tiene de menos penetrante. Aparición de lo real sin ninguna mediación posible, de lo real
último, del objeto esencial que ya no es un objeto sino algo ante lo cual todas las palabras se detienen y todas las categorías fracasan, el objeto
de angustia por excelencia... Visión de angustia, identificación de angustia.

 TRIADA MASCULINA: Lo perceptible es que a partir de ese momento (desde q Irma abre la boca y sobreviene la angustia) Freud ya no
cuenta. Llama al profesor M. en su ayuda porque no entiende nada de lo que ve. También están Otto y Leopoldo. Estos personajes son
todos significativos en tanto son personajes de la identificación en la que reside la formación del ego.
o Doctor M: Es un tipo que nunca perjudicó mucho a Freud, pero que no siempre comparte sus opiniones, siendo esto algo que
Freud no admite con facilidad.
Responde a una función que resultó capital para Freud: la de su medio hermano Phillip, el personaje esencial para entender el
complejo edípico de Freud; El padre de Freud tenía ya dos hijos de un matrimonio anterior, Emmanuel y Phillip, ambos ya en
una edad en la que cualquiera de ellos podría haber sido el padre de Freud. Emmanuel constituyó el objeto de horro por
excelencia ara Freud, y Phillip tuvo también lo suyo. Con los dos hermanos, Freud hace una formación superior que permite
concentrar los ataques agresivos contra el padre sin tocar demasiado al padre simbólico (los ataques eran dirigidos a los
hermanos, tomados como padres). Gracias a esta división de funciones el padre simbólico queda intacto. El doctor M
representa el padre ideal constituido por la seudoimagen paterna, el padre imaginario.
o Otto: corresponde a ese personaje que jugó un papel constante en la vida de Freud; el familiar y allegado intimo que es a la vez
amigo y enemigo.
o Leopoldo: le gana de mano a Otto. Cumple el papel del personaje que presta el servicio de estar siempre en contra del amigo-
enemigo, del enemigo querido.

 SEGUNDA TRIADA DE MUJERES: Retomando la idea de la boca de Irma conteniendo en sí la imagen de la muerte, vemos que el sentido de
este trio es también, en último término, la muerte. Se relaciona con la amenaza extremadamente severa que dos años antes había
gravitado sobre la vida de una de sus hijas. Freud había vivido esta amenaza como un castigo a causa de la torpeza terapéutica por él
cometida al excederse en la dosis de un medicamente prescrito a una paciente, ignorando que su uso continuo acarreaba efectos nocivos.
Creyó ver en esto el precio pagado por su falta profesional. “Una Matilde por otra”. Esta triada se compone entonces de:
o Irma
o Matilde (hija): quien había estado cercana a la muerte
o Matilde (paciente): quien muere a causa del exceso de medicamento en la dosis prescripta por Freud.
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Respecto de la solución, el compuesto era llamado trimetilamina, y es un producto de descomposición de esperma, y es lo que le presta su
olor amoniacal cuando se descompone al contacto con el aire. El sueño culmina en todo caso con una formula escrita, la cual (al igual que el
oráculo) no da ninguna respuesta a nada. Se observa entonces en la formula escrita que la trimetilamina se compone de AZ unido a tres
átomos de Carbono, cada uno de los cuales se haya unido a su vez a tres átomos de Hidrogeno.

Se han mencionado ya que los personajes se agrupan en torno a Freud (AZ) en tres tríos de personas (H) que se condensan en una sola figura
(C). Es en esta repetición del número tres que encontramos eso que está más allá de los sujetos, esa cadena de la cual cada sujeto es
solamente una parte. La estructura del sueño (en la que se revela el icc) no es el ego del soñante. No es Freud, sino un Freud que ha
atravesado ese momento de angustia capital en que su yo se identificó al todo bajo su forma más inconstituida. Él, literalmente, se ha evadido.
Ha apelado al congreso de todos los que saben. Ya no hay Freud, no hay nadie que pueda decir Yo (je). No se trata, de todas formas, de una
regresión a un estadio anterior del Yo sino literalmente, de una descomposición espectral de la función del Yo. Vemos aparecer la serie de los
yo. Esta descomposición es, a todas las luces, imaginaria.

¿Qué sucede cuando vemos al sujeto sustituido por el sujeto policefalo, la multitud formada por la pluralidad imaginaria del sujeto, por la
expansión de las diferentes identificaciones del ego? Primeramente se nos presenta como una abolición del sujeto en cuanto tal. Al ser
destruido, la culpa queda destruida con él.

Finalmente, se plantea el problema de la articulación entre lo imaginario y lo simbólico. Sabemos que toda relación imaginaria se produce en
una especie de tú o yo entre sujeto y objeto. Si soy yo, eres tú el que no es... En el plano imaginario los objetos se le presentan ante el hombre
en relaciones evanescentes (creo conocerlos, pero no conozco realmente nada de ellos), y este reconoce su unidad, pero solo en el exterior, no
llega (desde lo imaginario) a conocer “la esencia” de los objetos. La relación objetal queda entonces afectada por una incertidumbre
fundamental. Ahí es donde interviene el elemento simbólico, el aspecto simbólico de la relación: el poder nombrar los objetos estructura la
percepción misma. Mediante la nominación (función de nombrar) el hombre hace que los objetos subsistan en una cierta consistencia. La
palabra que nombra es lo idéntico y es lo que les da a los objetos su dimensión temporal (es lo que hace que perduren en el tiempo. Ej. Si digo
“silla”, puedo hablar de ella sin necesidad de que el objeto este ahí, porque al nombrar a ese objeto previamente, le di una dimensión
temporal: la silla perdura en el tiempo posterior a modo de concepto, incluso si el objeto ya no está o es destruido).

Lo mismo pasa con el sueño: no es un dato menor que en el sueño no hay dimensión temporal. El sueño de Freud es solo una sucesión de
imágenes a las cuales se las ordena en el discurso, en el relato del sueño. Habíamos visto al yo (moi) de Freud descomponerse y desaparecer.
Es el AZ que se descompone en 3 carbonos y aún más, en 9 hidrógenos. Y es ahí, en ese AZ que perdió esa coraza imaginaria que antes estaba
unida y le daba una supuesta identidad, que aparece el Yo (Je) en su carácter fundamentalmente acéfalo (en su carácter de sujeto que habla y
no sabe lo que dice, sujeto que reconoce que no sabe, que tiene una falta, sujeto barrado).

Es ahí cuando la voz de nadie hace surgir la fórmula de la trimetilamina como la última palabra de lo que está en juego, la palabra de todo, la
“solución” que es la solución del sueño y del problema. Es él quien habla por medio de este sueño, se hace oír por nosotros y se percata de
estarnos diciendo: “Soy aquel que quiere ser perdonado por haber osado empezar a curar a estos enfermos, a quienes hasta hoy no se los
quería comprender y se desechaba curarlos. Soy aquel que quiere ser perdonado por esto. Soy aquel que no quiere ser culpable de ello, porque
siempre es ser culpable transgredir un límite hasta entonces impuesto a la actividad humana. No quiero ser eso. En mi lugar están todos los
demás. No soy allí sino el representante de ese vasto movimiento que es la búsqueda de la verdad, en la cual yo, por mi parte, me borro. Ya no
soy nada. Mi ambición fue superior a mí. La jeringa estaba sucia, no cabe duda. Y precisamente en la medida en que lo he deseado en demasía,
en que he participado en esa acción, y quise ser yo, el creador, no soy el creador. El creador es alguien superior a mí. Es mi inconsciente, esa
palabra que habla en mí, más allá de mí”.

La cuestión de la jeringa en su función de “inyectar una determinada solución a alguien” representa la idea de “inyectar a Irma la solución a su
problema”, de lograr que ella haga insight a toda costa. Pero la jeringa, como dice el sueño, estaba sucia. Esto representa la sensación de que
Freud (en su ambición por avanzar en su profesión) había sido desbordado por su propio deseo, lo cual implica cierto temor al pensar que este
desborde terminara obstaculizando la buena resolución del tratamiento de Irma.

ARTICULACIÓN CLINICA: EL CASO EMMA

UNIDAD 2: FUNCIONAMIENTO DEL INCONSCIENTE

EL INCONSCIENTE ESTRUCTURADO COMO UN LENGUAJE


Diana Rabinovich: “La estructura del lenguaje es la estructura que la experiencia analítica descubre en el inconsciente”

Lacan elabora su teoría incorporando de forma transversal, conceptualizaciones de otras ciencias humanas, fundamentalmente de la
Lingüística, a partir del algoritmo saussureano.

POSTULADOS SOBRESALIENTES DE LA LINGÜÍSTICA DE FERDINAND DE SAUSSURE

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 Facultad del lenguaje: no es el lenguaje hablado, natural al hombre, sino la facultad de constituir una lengua (“sistema de signos distintos
que corresponden a ideas distintas”).

 La lengua es un sistema de signos: compuesta por unidades discretas que son articulables en combinaciones variables, según ciertos
principios estructurales. Cada una de las unidades del sistema se define por el conjunto de relaciones que sostiene con las otras
unidades, y por las oposiciones en que participa. Es una entidad relativa (vale en función de la relación con los otros elementos de la
cadena), y opositiva (es pura diferencia; es lo que los otros no son). La “lengua como sistema” será un principio fundamental de la
lingüística moderna. Los investigadores posteriores utilizarán la denominación “estructura” con el mismo valor, que dará origen al
nombre del paradigma (“Estructuralismo”).

 El signo lingüístico: “el algoritmo fundador”.

Significado S /mesa/
Significante s m-e-s-a

Entidad de dos caras, Significado (concepto), y significante (imagen acústica), ambas “igualmente psíquicas”.

Dos propiedades fundamentales: arbitrariedad (no naturalidad entre Significado y significante, no correspondencia biunívoca,
inmotivación), y linealidad (el signo se constituye en el tiempo, el lenguaje se sucede en una temporalidad cronológica; los fonemas que
componen los significantes, se ordenan uno tras otro).

Los signos establecen dos tipos de relaciones, sincrónica (la lengua como sistema establecido, en estado de equilibrio, en un momento
histórico dado) y diacrónica (la lengua como sistema en evolución; el interés está puesto en los cambios lingüísticos). La lingüística de
Saussure prioriza el estudio sincrónico, para poder describir el sistema lingüístico y descubrir su organización.

CONCEPTOS DE LA LINGÜÍSTICA EN LACAN

• Idea del lenguaje como estructura.


• Cada elemento del sistema, cada unidad, obtiene su valor de acuerdo con la posición en el conjunto, que se rige por una combinación
legal. Los elementos son diferenciales: se definen de modo negativo, la característica fundamental consiste en “ser lo que no son otros”.
El elemento mínimo de la lengua carente de significado es el fonema, cuya definición es negativa y relacional, fundándose en el principio
de oposición, o sea, en “la pura diferencia”.

ARTICULACIÓN DE LA TEORÍA DE LACAN CON LA LINGÜÍSTICA

Inversión del algoritmo saussureano: el Significante se ubica arriba de la barra y se expresa con mayúscula, indicando la introducción de
la función activa del significante en la determinación del significado (luego también en la significación, como construcción constante).

Función de la barra: se modifica (para la Lingüística, la barra separa los dos pisos del algoritmo) “barrera resistente a la significación”.
Barrera que remite a la represión freudiana por un lado y por otro, a la inexistencia del sentido propio. La barra niega al significante la
función de representar el significado, la significación no justifica al significante. Es una ilusión el que el significante responda a la función
de representar el significado.

Estructura del significante como articulada: unidades sometidas a la doble condición de reducirse a elementos diferenciales últimos
compuestos según las leyes de un orden cerrado, constituyendo una cadena significante (necesidad de un ordenamiento topológico). Los
significantes nada significan en tanto no se articulen con otro significante. Éstos adquieren valor por lo que los otros “No son”.

Dimensión de la letra, definida como “soporte material que el discurso concreto toma del lenguaje”. Es decir, estructura esencialmente
localizada del significante, materialidad singular. Lacan afirma la necesidad de un sustrato topológico, un espacio cuyo ordenamiento sea
soporte del desciframiento del inconsciente. Lugar de la letra que siempre puede vaciarse. Su sostén es la cadena significante.

Dimensión temporal lógica propia del significante: el tiempo cronológico que supone la linealidad del signo lingüístico saussureano, es
reemplazado por la anticipación y la retroacción, por el querer decir que se adelanta y el sentido que el Otro adjudica, definiendo la
significación. La relación entre significante y significado no fluye; se produce entre ambos, un abrochamiento al que Lacan llamó “punto
de almohadillado”, “nudo capitoné”. La significación se produce en el discurso, dependiendo del momento y del individuo. La validez del
significante se da aquí y ahora. Los Significantes dependen y son únicos y singular para cada sujeto. El tiempo del icc entonces es un
tiempo lógico, se reactualiza.

EL INCONSCIENTE

Para Lacan, es un conjunto de Significantes co-variantes, que nada significan por sí solos, que entrañan una falta. Ninguno vale más que otro, y
su valor lo adquieren cuando se articulan entre sí. El inconsciente es actual, no se lo tiene que buscar en las profundidades sino en lo no dicho
de lo dicho, en la cadena de significantes.
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Esta concepción implica un vaciamiento del inconsciente ya que no será sede de los instintos, ni lugar de contenidos variados.

DIFERENCIAS IMPORTANTES ENTRE:

 SIGNIFICACIÓN: es el proceso por el  SIGNIFICADO: es el efecto de al  SIGNO: es lo que representa algo para
cual se engendra el significado. menos dos significantes. Es alguien. Tiene dos características que
Permite un movimiento ya que metafórico. son:
remite a otra significación, y a otra: 1. Arbitrariedad (falta de naturalidad
nunca acaba. Es metonímica. Es entre el sujeto-objeto).
fálica. 2. Linealidad (es la lengua que
transcurre en el tiempo).

“EL INCONSCIENTE ESTÁ ESTRUCTURADO COMO UN LENGUAJE”

INCONSCIENTE: “Antes de toda formación del sujeto, algo cuenta, UN: Da cuenta de la singularidad del Sujeto, y refiere
es contado y en ese contado ya está el contador.” principalmente al concepto del “Sujeto del Inconsciente”.

El inconsciente es aquel que fundamenta la práctica psicoanalítica, LENGUAJE: El psiconoalisis no tiene sino un medium, la palabra del
y sus dos campos de entrada son: EL SUJETO y EL OTRO. paciente. Este es un llamado a la respuesta de otro (antecesor de
la demanda), a la “presencia” de otro. La palabra siempre implica
Este inconsciente se relaciona con la “función causa” que implica un oyente, y es en ella donde el sujeto se muestra, se halla
una hiancia, es decir que es un lugar de vacío, de vaciamiento que comprometido. La verdad (una verdad subjetiva) se confiesa en la
es lo que le da la actualidad al mismo, ya que se resignifica palabra: está en el discurso mismo…pero no está siempre
constantemente en la palabra del Sujeto. En la hiancia, se ubica presente.”
algo de lo no-realizado.
La palabra es siempre evocativa y creadora (crea significantes), y
ESTRUCTURADO: Como es sabido, Lacan toma de Levì Strauss el podemos identificar dos aspectos de la palabra. Por un lado la
concepto de Estructura para referir al inconsciente como un Palabra Vacía que es aquella que tapa, que encubre el
conjunto de significantes covariantes, que nada significan por sí inconsciente, y por el otro lado, está la Palabra Plena en la que el
solos, y que entrañan una falta. inconsciente aparece a través de sus diferentes formaciones, y es
en la que se agrega un plus de significado al discurso. La Palabra
COMO: El inconsciente “No Es” el Lenguaje.
Vacía se relacionaría con la Metonimia, y la Palabra Plena, con la
Metáfora.

LAS LEYES DEL INCONSCIENTE: METÁFORA Y METONIMIA


Remontándose en la historia, el estructuralismo influyó en Lacan sobre todo en la forma que adoptó en la concepción acerca de la metáfora y
de la metonimia de Jakobson y en la aplicación de la semiología al ámbito de la antropología llevada a cabo por Lévi-Strauss.

Es a Jakobson a quien se debe el descubrimiento del paralelo condensación=metáfora y desplazamiento=metonimia, a partir de las figuras
retóricas (también poéticas), que desarrolla en su texto sobre las afasias.

Freud es quien plantea que el inconsciente tiene un modo de funcionar muy particular. Caracterizado por las “pulsiones del Ello, energías
móviles, cambiantes, contenidos reprimidos que han sido denominados como el PROCESO PSÍQUICO PRIMARIO”. Éste es la puerta de salida de
la energía libidinal según dos vías determinadas: el DESPLAZAMIENTO y la CONDENSACIÓN.

 Desplazamiento: Movilización de energías sobre objetos, ideas o pensamientos. Lo que se desplaza es la energía.

 Condensación: Indica la representación de varias imágenes en una sola. Sin movilización de la energía.

Lacan toma este gran aporte freudiano, pero para referirse a las leyes del inconsciente como Metáfora y Metonimia.

METONIMIA: (DESPLAZAMIENTO) Es la “Articulación de significante a significante y su desplazamiento, donde la significación se diluye”.


Es el Deslizamiento por la cadena significante. La metonimia se da primero y es precondición para que se dé la metáfora. Aquí hay
movilización de energía.

El Intervalo entre significantes (es un espacio, una hiancia entre ambos). Lacan lo denomina METONIMIA, ya que es por donde circula el deseo
(la hiancia posibilita el movimiento, el “desplazamiento”). En este intervalo surge el sujeto, aparece el $ y el objeto a.

Un ejemplo de metonimia es el deseo.

Fórmula: f (S…S’) S = S (-) s

“La función Significante de la conexión de


significante a significante es congruente con el
mantenimiento de la barra; no se produce
significación.”

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METÁFORA: (CONDENSACIÓN) Sustitución de un significante por otro, produciendo una significación nueva. Emerge en el sujeto como
producción de verdad. Tiene una implicación de la subjetividad.
𝑺′
Fórmula: 𝒇 ( ) . 𝑺 ≅ 𝑺 (+) 𝒔
𝑺

“La función Significante de la sustitución de un


significante por otro significante es congruente
con el cruce de barra; se produce la
significación.”

Un ejemplo es el síntoma (el retorno de lo reprimido), ya que es una formación del inconsciente, apoyada en una satisfacción de deseo con un
sentido reprimido que puede descifrarse. En la histeria, la mujer que convulsiona, reproduce en el acto motor la convulsión del cuerpo en el
acto amoroso.

EL ESTADIO DEL ESPEJO


Pertenece al Registro Imaginario y es un estadio por el que pasa todo niño, entre los 6 y 18 meses, el cual es estructurante para el psiquismo
del sujeto. Es el rasgo por el que el sujeto se distingue del animal.

El niño nace prematuro, inacabado fisiológicamente y en una situación constitutiva de desamparo (depende del Gran Otro para que satisfaga
sus necesidades). Aquí radica la diferencia con la cría animal, ya que el desarrollo motor del hombre es mucho más lento que el del animal,
pero si presenta un desarrollo avanzado del sistema visual, lo que le permite verse en el espejo y reconocer su propia imagen en él.

Este acto es vivenciado de forma lúdica y con gran regocijo y satisfacción ya que lo que el espejo le devuelve, es una imagen especular de
completud y unificación a modo de una Gestalt que unifica la turbulencia de movimientos (corporales), devolviendo una “imagen simétrica y
coagulada”. Es decir que el estadio, conecta al niño con dos estados:

 De lo Fragmentado: el sujeto se compara con esa imagen y se ve a sí mismo como indefenso, inacabado, prematuro. Él mismo se
siente en déficit con respecto a su imagen.
 A lo Imaginario: es lo que le hace creer ilusoriamente, que puede alcanzar la completud, ya que la imagen especular da al sujeto una
primera imagen alienada, totalizante, prematura de unidad, es decir que la totalización de la imagen del propio cuerpo, esa Gestalt
se anticipa al inacabamiento corporal; hay totalización (formación) del Yo antes de que el niño esté fisiológicamente constituido como
tal.

“Se precipita de la Insuficiencia (fragmentación) a la Anticipación (imaginario, completud)”.

La formación del Yo se da debido a que la imagen especular lo captura, es decir que el niño se queda absorbido en ella, identificándose con
ésta (formando una Imago, es decir una imagen cargada de subjetividad). Del conjunto de identificaciones desordenadas e idealizadas (no sólo
con la imagen que le devuelve el espejo, sino también con la imagen que le devuelven los otros), se va a formar el Yo Ideal, que será el tronco
de las identificaciones secundarias, cuyas funciones de normalización libidinal, posteriormente posibilitaran la función del estadio del espejo:
“Ligar al Yo con situaciones socialmente elaboradas”, y “Establecer una relación del organismo con su realidad” (función de la imago).

Un aspecto importante para la formación, pero sobre todo para la organización del Yo es que el Gran Otro le dé un lugar, le asigne un lugar
como sujeto. Así a partir de que esto queda definido, el sujeto es reconocido como tal (por el Otro) y puede reconocerse a la vez, a sí mismo
como sujeto, y ser así, un “Yo para el Otro”. De lo contrario, cuando la palabra del Gran Otro (si no hay alguien que cumpla la función materna)
falta, lo terrorífico y lo angustiante no es apaciguado por lo que aparece lo REAL.

IDENTIFICACIÓN: transformación que sufre un sujeto cuando asume la imagen de un otro (imago). Primera ligazón afectiva con un sujeto.

Finalmente, las consecuencias del estadio del espejo serían cuatro:

1. Alienación Imaginaria a la Imago: es una confusión entre qué es mío, y qué es del Otro. Hay una identificación al punto de perderse a
sí mismo, y se produce una contradicción entre la percepción del sujeto barrado ($) y aquello que quiere ser. Hay una captura en lo
que el espejo le devuelve. Por ejemplo, en el Autismo en el que el sujeto queda capturado en su propia imagen, en su propio
narcisismo (primario).

2. Transitivismo: es una identificación masiva con el Otro: el sujeto se identifica en su sentimiento de sí con la imagen del Otro. Por
ejemplo: un niño se larga a llorar porque ve a otro llorar, es decir que vive la emoción del otro como si fuera propia. La diferencia de
edad entre los compañeros no puede superar un año de diferencia

3. Agresión Ambivalente: se rompe el propio espejo y aparece el enojo. Al identificarse el niño con la imagen especular del Otro, surge
una situación de rivalidad imaginaria, de agresividad contra su semejante, ya que es él quien lo suplanta, por lo que se produce una
relación paranoica con el sujeto. No hay lugar en el Imaginario para ambos: “O soy yo, o es el otro”. Por ejemplo cuando hay mucho
narcicismo, hay mucha agresión: hay amor hacia lo propio que me confirma identidad narcisista, y por ende, hay agresión hacia el
Otro que me la desconfirma. El tema de la ambivalencia viene del lado de que si el hecho de que el otro ocupe el único lugar
disponible me despierta agresividad, no solo lo agredo a el por ocupar el lugar, sino que me agredo a mi mismo por no ocuparlo yo.
(Si Juan es “el mejor alumno” significa que yo no lo soy. Entonces me despierta agresividad contra él, pero también contra mi mismo
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porque no soy el mejor alumno). La agresividad también se puede ver en actos de “beneficiencia” donde le doy al otro lo que YO
creo que necesita y no lo que el otro dice necesitar, es decir, anulo al otro.

4. Enamoramiento: es la creencia que el otro no tiene falta. Se busca una imagen de percepción narcisista: se ve el reflejo de lo que yo
quiero del otro (proyección de los propios aspectos en el otro); un sujeto perfecto (el sujeto se enamora de esta identificación, o
imagen).

EL CASO DE LA NIÑA DEL ESPEJO – FRANCOISE DOLTO

“La imagen del cuerpo es la fantasía de las relaciones afectivas y eróticas con la madre, de las relaciones eróticas que cada una en su momento,
fueron castradas”.

La imagen del cuerpo se construye y solo existe en relación con alguien. La falta de relación con el otro (madre u otra persona mediadora)
puede ser dramática para el niño. Tal es el caso de una niña niña de dos años y medio que llega a Francia con sus padres desde los Estados
Unidos. La cual se volvió esquizofrénica al cabo de dos meses instalada instalada en una habitación de hotel donde todos los muebles eran de
cristal y las paredes estaban recubiertas de espejos, mientras los padres se dedicaban a conocer París. Habia sido dejada al cuidado de una
persona contrada que no hablaba su idioma y a quien ella no conocía. Además la mujer se ocupaba mucho del hermanito que había nacido
recientemente y que era aun un bebé.

Sin el apoyo de una presencia amiga que pueda tranquilizarla, nadie que represente la mediación entre espacio habitual y el espacio nuevo,
nadie que explique la ausencia de los padres, comenzó a presentar síntomas esquizofrénicos tales como:

 Perdida del lenguaje.

 Perdida de la posibilidad de deglutir (como las serpientes engulle los alimentos).

 No puede masticar.

 Se ha vuelto un bebe pequeño.

 La madre cuenta que “desde aquella época, la niña nunca volvió a tomar algo con las manos”, replegando sobre el torso los
antebrazos y dando a entender que “se había vuelto fóbica a los contactos”

Se había perdido dispersada en el espacio de aquella habitación desconocida, en trozos de cuerpos visibles por todas partes: en los espejos, en
el cristal de la puerta, en las de las patas de la mesa, etc.

Dolto recibe a esta niña antes de que cumpla los cinco años, y se limita a ofrecerle pasta para modelar, diciéndole: “Puedes tomarla con tu
boca de mano”, a lo cual la niña responde llevándosela a la boca ayudándose con el brazo, cosa que hacía muchos meses que no hacía. E
inmediatamente teoriza: “Yo le había puesto una boca en su mano”. En otro texto allí citado agrega que, luego del destete, la zona erógena
oral se desplaza a las manos, las cuales “actúan como bocas prensiles sobre los objetos y, palpándolos, los niños pequeños aprecian sus
formas”.

Lo que sigue es una ampliación- y en cierto sentido una corrección- de la famosa teoría lacaniana del estadio del espejo, según la cual la
experiencia de enfrentar el espejo produce una asunción jubilosa de la imagen allí percibida, cuya completitud contrasta con la incoordinación
corporal experimentada por el bebé a causa de su inmadurez neurológica. La niña en cuestión, empero, ya había pasado por su experiencia del
espejo como integradora de la imagen corporal; lo que le ocurre a los dos años y medio es que se enfrenta sola- sin referentes que la
sostengan- con una multiplicidad de espejos que producen un efecto siniestro que la sume en la angustia.

Dolto se aproxima aquí a una concepción borgeana y aprensiva de los espejos. Ëstos nos informan cómo nos ven los demás, cosa bien
diferente de la propia sensación de existir que tenemos habitualmente. Resulta que somos esa cosa que aparece en el reflejo y con la cual no
nos identificamos tan fácilmente. Pero, más allá de ello, lo que pasó fue que la niña se vio fragmentada y multiplicada por los muchos espejos
que la rodeaban sin contar con una presencia que mediara y sostuviera la inquietante experiencia. Madre y espejo deben ser uno solo, la
multiplicación indiscriminada de imágenes parciales produce confusión, angustia y compromete la habitual sensación de existir.

LAS FORMAS DE REPETICIÓN EN PSICOANÁLISIS: Tychè Y Automatón


LA REPETICIÓN PARA FREUD

A partir de 1914 se produce un vuelco hacia la 2° época de la teorización freudiana, y es aquí donde articula por primera vez el término
repetición.
En un principio el término es articulado con la “regla fundamental del psicoanálisis” (Asociación Libre), es decir, con la técnica de deducir las
ocurrencias espontaneas del analizante, aquello que no conseguía recordar. En el análisis, uno de los objetivos es la interpretación para
descubrir resistencias y comunicarlas al analizado, es decir, la posibilidad del recuerdo y de vencimiento de las resistencias de la represión
donde hay un encuentro con algo que hace limite a la posibilidad de recuerdo. Esto que hace límite al recordar tiene que ver con:

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1. La Represión Primaria que estructural, no desaparece ya que es el acto fundante del psiquismo.
2. La Repetición que es un obstáculo marcado por la transferencia.
Para Freud, la Repetición es un “recuerdo en acto” porque el paciente no recuerda nada de lo olvidado y reprimido, sino que lo actúa. Repite
en lugar de recordar y repite sin saber que lo repite. Aquello que repite es algo que fue fuente de displacer y que insiste más allá del principio
del placer, que lleva al sujeto a una situación en contra de su bienestar, es decir, es la “compulsión de repetición”.
Freud plantea que la cura psicoanalítica, se iniciaría en base a la repetición y que la Trasferencia es sumamente necesaria porque “ya la
transferencia misma es solo una pieza de repetición, y la repetición es la transferencia del pasado olvidado” Freud (1914).
Por otro lado, la Resistencia en la cura, proviene de los mismos estratos y sistemas psíquicos que en su momento llevaron a cabo la represión
de sucesos y representaciones que generaban displacer al yo, es decir que está al servicio del principio del placer. (Freud 1920)
El sujeto sometido a tratamiento no se libera de la compulsión a repetir. A partir de las repeticiones, una vez vencida la resistencia se vuelve
placentera la evocación de recuerdos.
El revelar la resistencia no implica su inmediata desaparición. Se debe construir (reelaborar) para enfrentar la compulsión a la repetición que
marca un límite a la rememoración. Este proceso se desarrolla a su debido tiempo y hay que darle lugar al paciente a que ahonde en ella.

LA REPETICIÓN PARA LACAN: Plantea 2 tiempos en lo que define la repetición:

Primer tiempo:

El concepto de repetición está ligado a la insistencia de la cadena significante. “Estructura combinatoria del significante” que constituye la
trama del inconsciente. Esta equiparado al concepto de repetición freudiana, compulsión a la repetición.

 La repetición: método de confirmación de la suposición de un sujeto inconsciente. Retorno e insistencia.


 En este tiempo Lacan no realiza una clara distinción entre inconsciente y repetición.

Segundo tiempo:

A partir del Seminario 11 “Los cuatros conceptos fundamentales del psicoanálisis” (1964) deja de hacer hincapié en una insistencia y plantea la
presentificación de una perdida: El encuentro fallido con lo real.

Lo que para Freud es compulsión a la repetición, para Lacan es automatismo de repetición. Elimina el factor pulsional de la repetición. Separa
estos términos y plantea la diferencia entre automatismo y repetición. Deja del lado del automatismo todo aquello que se refiere a la
insistencia del significante y retorno de los símbolos (lo que no cesa de insistir). A partir de aquí Lacan plantea una diferencia clara entre
inconsciente- repetición y transferencia- repetición. Establece dos tipos de repetición

AUTOMATÓN

Es la insistencia (o repetición a nivel) de la cadena significante. Automatón significa “azar” (surge en cualquier momento). Accidental,
contingente, imprevisto. Pertenece al campo de los hechos naturales, es decir que queda eliminado el factor de elección (no se elige decirlo o
no).

Lacan define el automaton como aquel funcionamiento automático de la cadena significante sin sujeto que la ordene. Como una serie en
movimiento sin voluntad que decide. Piensa el automaton sin intención pero con leyes propias.

Se trataría allí de la autonomía de la cadena significante, de su legalidad. El automaton como la insistencia significante regido por el principio
de placer.

Es lo que no cesa de inscribirse en el automatismo del lenguaje. Siempre encuentra lo mismo para salvarse del encuentro con lo real.

La estructura misma de la red S implica los retornos. La ley del Significante nos da la ley de los retornos por la vía de la articulación pero no la
causa de la repetición. Esta ley es de cada sujeto y le determina una serie de más y menos. En apariencia parece un encuentro azaroso pero es
a una determinación simbólica a la que responde

TYCHÈ

Es el encuentro con lo real que está más allá del automaton, está tras éste. Encuentro fallido con el objeto. Significa “fortuna”. Pertenece al
campo de los hechos humanos. Pudiendo ser el acontecimiento producto de una deliberación (en la que hay posibilidad de elección) tiene
lugar sin propósito. Es un encuentro fallido no deliberado, en donde uno no se encuentra lo que esperaba.

Es un encuentro con el objeto a, objeto perdido por estructura. La repetición supone volver al mismo lugar donde el encuentro no se logra.
Esto marca el punto donde la repetición no es igual a la transferencia, ya que esta permite llegar a la repetición, donde aparece lo que insiste.
Es esto que insiste lo que Lacan introduce desde el más allá del principio del placer freudiano bajo el término de “goce” (lo real como imposible
de simbolizar).

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La tychè siempre trae algo nuevo: aquello que se repite no es nada viejo, siempre hay una novedad. Se exige lo nuevo, es decir, es “hacer algo
de nuevo”. Esto da lugar a la actualidad del inconsciente, el cual aparece de diferentes formas y circunstancias. Se establece así, una sustancial
diferencia con el concepto de “recuerdo” o “reminiscencia.”

EJEMPLO DE TYCHÈ Y AUTOMATÓN: Caso Laura


Hace referencia a que todos los hombres de su vida la abandonan. Su padre, su novio de la adolescencia, y su marido.

 Automatón: en la repetición en su vida, la insistencia del significante “abandono”.


 Tychè: su última elección de pareja se da cuenta de q vuelve a encontrarse con lo real, con ese sentimiento de ser abandonada, y los
actos que hacía para llegar a esa situación, así como los que emprendía luego. Eso que va más allá del placer. Relacionado con el
goce.

ARTICULACIÓN CLINICA CON EL SUEÑO: “PADRE, ¿NO VES QUE ARDO?”


Es un Sueño relatado por Freud, Sobre la psicología de los procesos oníricos, cap. VII, de La interpretación de los sueños (1900-1901) y que
reclama su especial atención. Su verdadera fuente le es desconocida. Le es relatado por una paciente que a su vez lo escuchó en una
conferencia sobre el sueño, y a la que le hizo tal impresión que se apresuró a soñarlo por su cuenta.

Dice Freud: “Las condiciones previas de este sueño paradigmático son las siguientes: Un padre asistió noche y día a su hijo mortalmente
enfermo. Fallecido el niño, se retiró a una habitación vecina a fin de poder ver desde su dormitorio la habitación donde yacía el cuerpo de su
hijo, rodeado de velones.

Un anciano, a quien se le encargó vigilarlo, se sentó próximo al cadáver, murmurando oraciones. Luego de dormir algunas horas el padre sueña
que su hijo está de pie junto a su cama, le toma el brazo y le susurra este reproche: “Padre, entonces ¿no ves que estoy ardiendo?

El padre despierta, observa un resplandor que viene de la habitación vecina, se precipita hasta allí y encuentra al anciano guardián
adormecido, y la mortaja y el brazo del cadáver querido quemados por una vela que le ha caído encima”.

La explicación de este sueño “conmovedor” es bien sencilla, nos dice Freud. El resplandor entró por la puerta abierta y al herir sus ojos produjo
el mismo pensamiento que hubiera producido en estado de vigilia: es decir, que la llama del cirio había producido un fuego en un lugar
cercano al cadáver. También es posible que antes de acostarse, el padre pensara en la posibilidad del suceso; que hubiera desconfiado de que
el anciano encargado de velar el cadáver pudiera pasar la noche en estado despierto.

El contenido de un sueño, dice Freud, está sobre determinado. Así, las palabras del niño habrían provenido de otras dichas por él en la vida
real y enlazadas a circunstancias que impresionaron al padre. También, la queja “estoy ardiendo” haya sido pronunciada por el niño durante su
enfermedad cuando estaba bajo los efectos de la fiebre; y las palabras “¿no lo ves?” habrían de responder a otra ocasión ignorada por
nosotros, pero seguramente cargada de afecto.

En este sueño, se observa una realización de deseos: el niño en el sueño se comporta como si aún estuviera vivo.

El sueño se plantea en el campo de la pulsión invocante: Padre… y en el campo escópico: solicitación de la mirada: ¿no ves que estoy
ardiendo? Es en el sueño que hay “un dado a ver” donde el sujeto es “mirada”. La mirada enmascara lo Real, cubre el ser y lo que aparece es
su semblante.

Este sueño le permite a Lacan articular la pregunta fundamental: “¿Qué soy en el instante en el que he comenzado a soñar bajo ese golpe que
es en apariencia lo que me despierta?” Entre lo que sucede por casualidad, por azar y el sentido velado que es la verdadera realidad, esto nos
conduce a la pulsión.

Se trata de captar ahí la hiancia misma que constituye el despertar, el despertar de un goce. El despertar que es el instante en que se cambia
de pantalla. El sueño tiene en su centro este Real (que el hijo estaba muerto), lo no reconocido, lo que no cesa de no escribirse. El sueño es,
por lo tanto, una máscara de lo Real. La función de lo Real, en la repetición, se expresa en el sueño, el sueño en tanto portador del deseo del
sujeto.

Allí se expresa un goce en tanto frase y no en tanto sentido, ¿Cómo no ver que es el deseo lo que quema a ese niño? Se trata del deseo del
Otro. Sustentar la teoría según la cual el sueño es la imagen de un deseo, precisamente con este sueño, sería para evocar nada menos que del
mundo del más allá del principio del placer, y “¿quién sabe qué secreto compartido entre el padre y ese niño que viene a decirle: Padre, ¿acaso
no ves que estoy ardiendo ¿Qué lo quema sino el peso de los pecados del padre…?”

En el seno de los procesos primarios, como se da en los sueño, se conserva la insistencia del trauma. El trauma reaparece en ellos a cara
descubierta. El mensaje tiene más realidad que el ruido con el que identifica lo que está pasando en la habitación de al lado (pesa más la frase
que el ruido que lo despierta).

¿Qué despierta al padre?

No sólo la realidad del golpe, de un ruido, sino algo que traduce la casi identidad de lo que está pasando: la realidad de una vela que se ha
caído y que ha prendido fuego en el lecho del hijo.

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“Lo que despierta en el sueño, es otra realidad: que el niño está al lado de su cama, lo toma por un brazo y le murmura con tono de reproche:
“Padre, ¿acaso no ves que ardo?” El sueño es un homenaje a la realidad fallida: a la realidad que es encuentro con lo real. “¿Dónde está en
este sueño la realidad, si no es en que se repite algo, en suma más fatal, con ayuda de la realidad?.

”El sueño no es sólo una fantasía que colma un anhelo. “Así el encuentro, siempre fallido (tychè), se dio entre el sueño y el despertar, entre
quien sigue durmiendo y quien sólo soñó para no despertar.” La tyche está en el hecho del dspertar del padre y volver a encontrarse con la
realidad de que el hijo esta muerto, siendo que segundos antes (en su sueño) se mostraba vivo.

“No es que en el sueño se afirme que el hijo aún vive. Sino que el niño muerto que toma a su padre por el brazo, designa un más allá que se
hace oír en el sueño. En el sueño se presentifica cruelmente, la pérdida del objeto (del hijo)“. (Como si el psiquismo del padre quisiera
refregarle en la cara que el hijo estaba muerto; en ese sufrimiento, hay un goce que va mas allá del principio de placer).

La frase del niño “Padre, ¿acaso no ves que ardo?”, es una “tea”, “fuego que alcanza lo real”. Lo real puede representarse por el accidente, “el
ruidito”, ese poco-de-realidad que da cuenta de que no soñamos, pero también esa realidad despierta la otra realidad escondida tras la falta:
el “Trieb” de Freud. Lo real está más allá del sueño, en lo que el sueño ha recubierto, escondido, tras la falta de representación, de la cual sólo
hay en el sueño un sustituto.

Para Lacan, todo esto da cuenta del Inconsciente captado como “ruptura, entre percepción y consciencia, en ese lugar intemporal, que obliga a
postular lo que Freud llama otra localidad, otro escenario, el entre percepción y consciencia.”

ARTICULACIÓN CLINICA CON EL CUENTO: “LA MUJER DEL VESTIDO ROJO”


“(…) tras varias cirugías (…) sus mutaciones no eran suficientemente advertidas por sus seres más cercanos (…) un día…se le acerca un
hombre, era un empresario (…) también debe proveerle de los maquillajes y efectos especiales para que no pueda ser reconocida (…) una vez
aceptado comienza su transformación “.

“(…) se acerca a ella un hombre de mediana edad (…) continúa yendo asiduamente a la tienda, más que en busca de ropa, de la mujer que le
quitaba el sueño (…)

“(…) Ella sonríe, como es su costumbre y le da un beso en la oreja, susurrándole algo que él no entendió, pero que lo hizo estremecerse (…)”
…“él con sus manos deseosas de su cuerpo comenzó a acariciar sus pechos pero ella lo apartó y dándole un beso en la frente, le dijo “hasta
mañana”...Muchas noches se repitió la escena (…) pero ella tan fría (…) le aseguró que solo sería de él, si le demostraba que la amaba”.

“(…) lo suyo con su esposa había terminado. Ya no la amaba (…) de todas formas no la abandonaría económicamente, era un hombre íntegro y
se encargaría de ella hasta que pudiera hacerlo sola”(…)“Se dedicó a poner en regla los papeles de divorcio. Debía ser especialmente dadivoso
con su esposa…por lo cual le dejó la casa, un auto nuevo, más de cincuenta por ciento de la regalías de su importante empresa”.

(…) Era un perfecto caballero; también el más feliz de los hombres y seguramente el más envidiado (…) pareja que causaba admiración de
muchos y la envidia de todos”.

Llegó el día de la boda (…) la bella desconocida apareció espectacularmente ataviada (…) pero pronto una sombra oscureció su rostro, se dio
cuenta que no conocía su nombre y no sabía cómo llamarla (…) no importa, le dijo ella (…) para vos siempre voy a ser la mujer del vestido
rojo…ella…no era otra que su reciente esposa.

ANÁLISIS

- Simbólico: en la sortija que representa el casamiento.


- Imaginario: la imagen que él tenia de su esposa y de la mujer del vestido rojo.
- Real: cuando descubre que su ex-esposa y la mujer del vestido rojo son la misma mujer.

El hombre busca completar, tapar la falta de la mujer, por eso le propone casamiento.

El deseo se ve en que era una mujer deseada por todos y criticada por las demás mujeres. A partir de que se exhibe a los demás, empieza a
convertirse en eso puesto en valor (antes de empezar a usar el vestido y el maquillaje, ya tenía las cirugías pero la gente no la miraba
realmente, no notaban su belleza). La mujer asume una posición de objeto de deseo.

La belleza está ligada a la muerte, lo cual se ve en el hecho de las cirugías o por ej la anorexia, en el sentido de someter al cuerpo a un
determinado sufrimiento en pos de lograr un Ideal. La belleza no es perpetua, sino que dura un tiempo y siempre está ligada a la mirada de los
demás, no hay nada que sea bello en sí mismo o de forma absoluta o perpetua. Siempre va a depender de si nos miran o no, y de cómo nos
miren.

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UNIDAD 3: METÁFORA PATERNA

DEL COMPLEJO DE EDIPO A LA ESTRUCTURA


Freud:

Habla de padre y madre, FIGURAS como tal. Plantea el “Complejo de Edipo”, por tanto supone una elaboración; se resuelve. El primer objeto
para el niño es la madre, la cual posee pene, no le falta nada. En un primer momento se identifica con la madre como poseedora del pene.
Cuando descubre que la misma no tiene pene (cree que lo perdió) sobreviene el complejo de castración, como amenaza de castración por lo
cual resuelve el complejo de Edipo. (Abandona a la madre como objeto de amor por temor a que el padre le corte el pene como castigo por
sus deseos incestuosos).

La niña cuando reconoce la diferencia anatómica entre lo que ella tiene y lo que el niño tiene, se separa de su madre y la hace responsable
(ella no me lo dio, ella tampoco lo tiene). Cambia de objeto: se dirige hacia el padre. Esta separación está marcada por la agresividad y orienta
a la niña hacia el padre, de quien desea obtener el pene bajo la forma de hijos (ecuación simbólica pene-hijo).

Lacan:

Habla de padre y madre en tanto FUNCIONES (materna y paterna) y LUGARES que interactúan en función de una falta. Las funciones son
independientes de quién las realice, lo importante es que den respuesta a la demanda de amor.

Hablamos aquí ya no de un complejo sino de una “Estructura Edípica”, la cual es descompletada. Por tanto en el diagnóstico estructural vamos
a analizar la forma en la que el sujeto se posiciona frente a la castración del Gran Otro. La estructura no se modifica, no se cambia. Lo que
puede modificarse son los síntomas, pero el psicoanálisis no apunta al síntoma porque si lo toca lo refuerza. Ya Freud planteaba que el sujeto
no quiere curarse, ya que hay algo de la pulsión que se satisface en el sufrimiento del síntoma.

Lacan va a plantear que existen 4 SIGNIFICANTES PRIMORDIALES, los cuales yacen en la cultura y están presentes desde antes de que
nazcamos:

 Deseo de la madre (DM): es necesario para que podamos venir al mundo, ya que la única forma que tenemos de hacerlo es
poniéndonos en lugar de objetos (objetos de deseo para la madre). Su función entonces es libidinizar el cuerpo del niño: EROTIZAR.
Da cuenta de la omnipotencia y del narcisismo. Nos marca en la alienación y es el significante que nos espera. “Su majestad el bebé”.
Relacionado al goce. Relacionado con la METONIMIA.

 Nombre del padre (NP): es el significante que representa la ley; instaura la prohibición del incesto, representa la castración (ley del
“no todo es posible”). Es un significante ordenador: separa la dualidad madre-hijo y ordena el psiquismo del sujeto. Su función es
sustituir al significante del DM reprimiéndolo, anulándolo. El padre es el Otro del significante como ley. Pero sólo estará en una
posición metafórica si y solo si la madre lo convierte en aquel que con su presencia sanciona la existencia del lugar de la ley.
Relacionado con la METAFORA.

 Significante fálico (φ): significante del deseo, de la falta. Es el único significante que no necesita de los otros para ser; es lo que está
puesto en valor desde la mirada del Otro. Lo que tiene brillo para el Otro; es el semblante del deseo. Es Atribuible: “ser o tener el
falo”. Ocupamos un lugar en el mundo a partir de cómo fuimos mirados.

 Ideal del Yo (I): lo puesto en valor por la cultura, por la familia de cada uno. No es lo bueno ni lo bello. Se relaciona con el nombre
propio/rasgo unario (S1 que da ilusión de identidad frente a la falta). El S1 comanda el resto de los significantes. El nombre representa
lo simbólico, lo imaginario, y lo real en el sentido de que emparcha la falta.

LOS TIEMPOS DEL EDIPO


Desarrolla su teoría en función de 3 TIEMPOS LÓGICOS: no responden a una sección o cronología sino que son tiempos del Icc. En cada tiempo
va a predominar un registro en particular.

PRIMER TIEMPO (PREDOMINIO IMAGINARIO)

Hay predominio de lo imaginario ya que se tapa la falta. Existe cierta ilusión de completud. Se desarrolla desde el nacimiento hasta el estadío
del espejo, ya que es necesaria cierta inmadurez en el hijo para que se pueda posicionar como falo para su madre. La madre ya ha atravesado
el Edipo, por lo qu ya ha realizado la ecuación simbólica pene = hijo. Por lo tanto el hijo le permite recuperar lo perdido en la castración
simbólica. La madre entonces toma al hijo como falo y el hijo toma a la madre como falo. Forman así una relación DUAL, NARCISISTICA Y
ESPECULAR.

Todo funciona bajo la lógica del ser: para la madre el niño ES el falo, y viceversa. Así, se dice que la madre de este tiempo es la conocida como
“madre fálica”, ella ES la ley. Hablamos entonces de una ley omnímoda en cuanto al deseo de la madre: omnipresente, omnisapiente y
omnipotente que dictamina: “TODO ES POSIBLE”. Todo lo que dice la madre es la verdad.

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El NP aun no opera, está latente en el Icc de la madre, se encuentra en el mundo simbólico de ella.

Estructura Perversa: Se establece la perversión porque queda fijado en la ley del “todo es posible”. El perverso hace la ley, es la ley. Aunque se
muestre como amo es esclavo, porque no tiene opción de hacer otra cosa. No tiene libertad. Utiliza al otro como objeto, lo cosifica, no porque
quiera hacerle daño sino porque no tiene otra alternativa. Hay un A completo, absoluto y el sujeto se ubica como objeto de goce de este A. En
el perverso no hay significación fálica (la cual es la presentificación de la castración). El perverso ve la castración y la reniega. Cree así que está
en la completud, pero es el que está más pendiente de la falta.

Mecanismo: Renegación. Hace referencia a que en donde hay una falta el sujeto pone una presencia, renegando la carencia. No es negar, sino
decir que una cosa está a pesar de que no esté. Tapa la falta con el objeto fetiche. Falo positivizado.

SEGUNDO TIEMPO (PREDOMINIO REAL)

Predominio de lo real ya que aparece la función paterna que busca separar al sujeto de la madre, mostrándole que la madre también está
barrada, entonces sobreviene la angustia.

Se introduce al padre desde un lugar prohibidor, padre que priva, padre temible. Se introduce el NP en el discurso de la madre, significante
que da a entender que ella no instaura el deseo a su antojo sino que está sometida a la ley. Este padre prohibidor introduce dos interdicciones:
le dice al hijo “no te acostarás con tu madre” y a la madre “no reintegrarás tu producto”. Que el padre pueda ingresar como interdictor del
incesto al campo del sujeto depende que la madre lo posibilite.

Todo sigue funcionando bajo la lógica del ser. Es sólo que ahora es el padre quien ES el falo y la ley. Encarna la ley (la cual sigue siendo
omnímoda), es la ley misma pero no está sujeto a esta. Dictamina: “NADA ES POSIBLE” (Ley terrible del padre).

Estructura Psicótica: No queda inscripto el NP como signficante de la ley, queda expulsado de la estructura. El NP no tiene el peso de instaurar
un orden, una ley, de cumplir con su función ordenadora del psiquismo. El psicótico se va a manejar con un registro simbólico e imaginario
muy pobres, no puede hacer metáfora ni tiene fantasía ni fantasma ya que no se ha producido la metáfora paterna. Sufre mucha angustia ya
que se encuentra permanentemente con lo real (icc a cielo abierto).

Mecanismo: Forclusión. Este mecanismo hace referencia a lo no tramitado, a lo expulsado. Es un término de la jurisprudencia utilizado para
designar a los trámites que pierden su validez porque fueron presentados fuera de término.

TERCER TIEMPO (PREDOMINIO SIMBÓLICO)

Hablamos aquí de una ley ya no omnímoda sino posibilitadora. El padre dice a la madre “no reintegrarás tu producto”, y al hijo “no te
acostarás con tu madre, pero si con otras mujeres”. Dictamina: “NO TODO ES POSIBLE”, lo cual deja lugar a que algo SI lo sea.

El sujeto necesita perder esa posición de falo para la madre, esa ilusión de complementariedad, para que comience a circular su deseo. Es a
partir de la prohibición que el sujeto desea; cuando a uno le dan todo va camino a la muerte, se obtura el deseo, predomina la pulsión de
muerte. La madre entonces necesita aparecer como deseante de algo más alla de su hijo, y el padre como un sujeto más, también deseante.

Funciona así la lógica del tener: el padre ya NO ES la ley, sino que es representante de la ley, y se haya él también sujeto a esta. Ya nadie ES el
falo, sino que circula: al falo se lo TIENE y se lo PIERDE. El padre es revelado como poseedor del falo, y si el niño logra la identificación con el
padre, logra la salida favorable del Edipo. Para la niña la tercera etapa es mas fácil, ella no necesita identificarse al padre; ella sabe quien es el
poseedor del falo y adonde tiene que ir a tomarlo: del lado del padre, hacia aquel que lo tiene.

En el sentido de la ley, si bien sabemos que aquí es una ley posibilitadora, no lo es en un sentido tan amplio ya que deja los emblemas, las
insignias de la masuclinidad de las cuales el sujeto se tiene que apropiar para enfrentar mas adelante la posición masculina (se construye
simbólicamente) así como insignias de la femineidad a la niña.

Estructura Neurótica.

Mecanismo: Represión. Se sustituye el DM por el NP y luego a este se lo reprime (Freud: represión secundaria). Pero el NP siempre va a tener
particularidades en cada sujeto que van a determinar qué tipo de estructura neurótica va a tener: histeria, obsesión o fobia.

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METAFORA PATERNA
La metáfora paterna concierne a la función del padre que se ve presentificada en el Complejo de Edipo. Esta función del padre en el Complejo
de Edipo es la de ser un significante que sustituye a otro significante, al primer significante introducido en la significación, el significante
materno.

La MP es una estructura cuatripartita que explica cómo se constituye la estructura de personalidad del sujeto según cómo éste se posiciona
frente a la castración. Con la MP se operativiza la caída del objeto a, es a partir de ella que algo del deseo propio puede comenzar a circular. Es
estructural porque todos los sujetos pasamos por ella y es estructurante porque constituye una parte de nuestra psiquis.

𝑁𝑃 𝐷𝑀 Ⱥ
. = 𝑁𝑃 ( )
𝐷𝑀 𝑥 −𝜑

LA MP CONSTA DE DOS PARTES:

PRIMERA PARTE

El NP (ste de la ley del incesto) viene a sustituir al DM (ste de la omnipotencia materna), lo barra, lo reprime pero este no desaparece.

A partir de que esto sucede aparece la “X”, la cual es el lugar del sujeto, el deseo de este, una incógnita, es un doble signo de pregunta:

 ¿Qué desea la madre? ¿Cuál es el falo que mira mi madre? ¿Qué desea mi madre como falo que no soy yo? El DM empieza a ir y venir
(Fort-Da)
 ¿Cuál va a ser el devenir del sujeto? Esta incógnita puede ser significada en términos de falos: El significante del NP permite que el DM
deje de un deseo oscuro y que pueda ser significado en términos de “Lo que quiere es el falo”. Se posiciona en relación a eso y es
entonces que la significación fálica aparece.

SEGUNDA PARTE: La Significación Fálica.

SIGNIFICACIÓN FÁLICA
Esta permite que el deseo del niño empiece a circular. Es decir, permite la circulación del falo, permite ir sustituyendo cosas de valor (ecuación
simbólica), el movimiento del sujeto x el mundo. Aquí el NP operó imponiendo la ley, barrando al A, demostrando que todos estamos en falta.
El menos phi es la castración, se inscribe la falta (Estructura Neurótica). El falo circula.

CONSECUENCIAS DE LA SIGNIFICACIÓN FÁLICA:

 Se operativiza la caída del objeto a (algo del deseo propio puede circular).
 Abre el mundo imaginario a través de lo simbólico y produce una búsqueda de respuesta.
 No hay posibilidad del goce todo, porque algo no se puede se abre un abanico de posibilidades.
 Organiza el deseo como deseo icc, teniendo cada uno una forma particular. El deseo del sujeto le permite buscar más allá del goce
materno.
 A partir de la significación fálica afirma y sostiene el no todo y la dialéctica del ser y del tener.

 Como efecto de la castración que produce el NP se abren tres preguntas fundamentales (inconscientes) respecto del propio deseo que
remiten a los diferentes tipos de estructura neurótica:

 SEXUALIDAD: ¿Qué es ser mujer? (pregunta histérica). Deseo Insatisfecho. Se identifica con un padre impotente, colocando la
barra sobre si mismo, mostrándose en falta.
 EXISTENCIA: ¿qué es la vida? ¿qué es la muerte? (pregunta obsesiva). Deseo Imposible. Teme perder su deseo, entonces se
identifica con un padre muerto: se aboca a que el Otro no desee para que no surja su propio deseo.
 DIFERENCIA GENERACIONAL: ¿qué es ser padre/madre/hijo/abuelo? (pregunta fóbica). Deseo Prevenido (cuando aparece algo
del deseo, lo evito). Se identifica con un padre potente.

Una significación remite siempre a otra significación, por lo tanto nunca va a existir una significación acabada, completa, sobre algo. Las
significaciones están dadas y comandadas por el Ideal del Yo, post-metafora paterna. Las significaciones van a sustituir la falta de instinto.
Nos manejamos con significaciones las cuales, via identificación, nos permiten movernos por el mundo. De estas identificaciones se sirve
el sujeto para sortear estas tres preguntas y dar respuestas vía el Ideal del Yo. La significación viene de lo simbolico y trata de dar
respuestas a algo de lo real, a lo imposible de responder, que son las tres preguntas.
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 ¿Qué es ser mujer?: Ser hombre o ser mujer son posiciones dadas por estas significaciones. No hay algo absoluto que lo defina.
La pregunta en la neurosis se polariza hacia el sexo bajo la forma de esta pregunta, pero más puntualmente: ¿qué es el órgano
femenino?. El falo no es el órgano sexual masculino, es un símbolo pero no del pene. Lo que el inconciente no puede inscribir es
la posición sexual, aunque si registra la diversidad anatómica, pero es la relación entre los sexos lo que no llega a poder
inscribirse.
 ¿Estoy vivo o muerto?: Remite al valor de aquello que estamos haciendo y para quien ha sido hecho. Refiere al grado de cambio
que nos esta posibilitado, por ejemplo respecto del mensaje familiar. Respecto de la inscripción o no de la propia muerte a nivel
icc, de esa muerte producida por la introducción del significante.
 ¿Qué es ser padre/madre/hijo/abuelo?: A nivel icc no hay nada que nos de una rta cerrada acerca de como ser madre, padre o
hijos.

 A nivel de la sexualidad permite la elección de un tipo sexual. Le permite creer que lo que se busca es el otro sexo como complemento,
velando la verdadera búsqueda del objeto a. Entonces aparece según la lógica de la significación fálica:
o La Impostura Masculina: Impostura viene de impostor, es el hombre que hace creer que tiene aquello que no tiene. Esta es la
impostura del tener. El tiene pene pero este no es el falo.
o La Mascarada femenina: Es una máscara viril. La mujer que busca ser lo que no es. Aparenta ser el falo, se muestra ostentosa
ante los demás.

NP: FUNCIÓN DE NOMINACIÓN.


Si el sujeto deviene objeto de un deseo (A) que no puede nombrar, tampoco puede ser nombrado. El NP en la MP es el que al atravesar con la
falta al significante del DM hace que surja el deseo icc del sujeto (S barrada). El NP inscribe, según Lacan, el nombre del sujeto, ya que a partir
de la MP permite la instauración de UN nombre simbólico. Lo introduce al sujeto en el campo del reconocimiento nominándolo y así lo hace
devenir sujeto barrado.

La función de nominación no tiene que ver con la persona del padre real, sino con la función ordenadora. Con el NP que sostiene la autoridad
de la ley, se autoriza esta función ordenadora dándole al sujeto un nombre que le pertenece, lo particulariza y lo diferencia. Pero el NP al
nominar al sujeto marca un vacío entre lo que nombra y lo nombrado, ya que el sujeto no es idéntico a su nombre. El sujeto (Sujeto barrado) es
imposible de decir, este es el legado del NP.

Como ya se dijo, Lacan dice que cuando el NP no está, cuando falta, el DM se convierte en algo oscuro: Un “Deseo Oscuro”. Entonces la MP
permite responder a algo sobre el deseo de la madre y, significar ese deseo como un “deseo del falo”. Lacan dice que finalmente de lo que se
trata es ver cómo el significante logra significar algo del Goce. Y en la MP al goce se lo significa en términos fálicos. Se goza con el falo (GOCE
FÁLICO).

La MP explica que el goce está perdido y que lo que queda de goce es el goce fálico, el NP le da significación al deseo de la madre como
deseo fálico. Pero hay más, lo que excede al falo, todo aquello que está por fuera de él. Entonces podemos decir que la MP domestica al goce,
hace que el goce sea un Goce sociable, compartible, del cual hay un significante y sus equivalentes (niño, padre, etc.).

El DM no es entonces ningún deseo, ni tampoco una madre, es una voluntad sin ley, enigmático, oscuro. Por el NP en la significación fálica, la X
se resuelve en el goce del falo. Ese goce desconocido cobra una significación fálica. Esto brinda como resultado la inscripción de la castración
simbólica.

La clínica de la nominación es la clínica del atributo: tener un nombre, dar uno, recibir o rechazar uno, nombrar lo innombrable, el objeto que
soy en el deseo del Otro. En ese vacío que deja la nominación del Otro. El ideal post-edipico marca lo bueno y lo malo, lo prohibido y lo
permitido, etc. Que acota al goce y facilita el lazo social. El NP le da a cada sujeto las insignias particulares.

La hipermodernidad (Jacques Alain Miller) nos lleva a una pluralización de un mismo nombre para todos (orden de hierro) que sustituye al NP
el cual se encuentra debilitado o imposibilitado. Entonces, a diferencia del NP, no se pone un limite al goce, sino que se lo difunde. Se
promueve la ley del “todo es posible”.

IDEAL DEL YO – YO IDEAL.


ESTADIO DEL ESPEJO

 Momento crucial en el desarrollo de sujeto.


 El niño se ve en el otro, en los otros. El niño es lo que ve de los otros combinado con lo que siente de sí mismo. Por ello decimos que es
muy importante la presencia del Otro.
 El efecto benéfico es que obliga al niño a aceptar poco a poco la representación de él que descubre en la imagen especular.
 Este aprendizaje marca el advenimiento de una autonomía. Es después de esta experiencia, y si el niño descubre su aparente integridad,
que se origina el narcisismo primario.

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 La imagen del cuerpo se elabora entre el niño y la madre, la diada. Esta imagen participa de un intercambio con el otro. “comunicación
lingüística”, la imagen del cuerpo se constituye en el lenguaje.
 Según Lacan El estadio del espejo lo entendemos como una identificación. Su función se revela como un caso particular de la función de la
Imago, que es establecer una relación del organismo con su realidad. En el momento en que termina el Estadio del Espejo inaugura la
dialéctica que liga al Yo (je) con situaciones socialmente elaboradas.

YO IDEAL

 Instancia perteneciente al registro Imaginario, donde tendría lugar el nacimiento del yo (moi). Es una formación narcisista cuyo origen lo
situamos en el Estadio del Espejo. Por lo que nos constituimos en una imagen ajena.
 El yo ideal se constituye por la mediación del Gran Otro.
 Este yo será una estructura de desconocimiento, de ficción.
 Identificaciones sin consistencia real, que le permitirán conocer quien es
 Es un Yo primitivo un Yo placer (primer tiempo del Edipo = Falo de la madre)
 Atributos: perfección, completud y omnipotencia.
 Imagen de perfección narcisista, ilusión de completud, relacionada con la idealización (reconquistar el estado omnipotente del narcisismo
infantil)
 Ser Yo ideal del ideal del yo de sus padres, ser el Falo.
 Relacionado con el narcisismo primario y las identificaciones

IDEAL DEL YO

o Instancia perteneciente al registro simbólico


o Alejamiento de esa fascinación por la imagen, de eso que el sujeto cree ser.
o Se relaciona con el rasgo unario, con aquello que preexiste al sujeto y le da “identidad”. Es lo que comanda las identificaciones
imaginarias en el estadio del espejo. Significante primordial que comanda lo imaginario.
o A la salida del Edipo va a tomar insignias paternas en donde quedaran posibilitadas y prohibidas determinadas identificaciones.
o Es postedipico, (identificaciones postedipicas) el sujeto se identifica con el padre enmarcado en la función paterna, el nombre del Padre, a
través del cual postmetafora y dada la significación fálica, opera la castración simbólica.
o Así se libera del deseo todo poderoso de la madre, y crea por si mismo la significación de lo que él es.
o Posibilita la entrada en lo simbólico. Es tener el falo y no serlo. El sujeto entra en una norma, una ley.
o Relacionado con el narcisismo secundario y las identificaciones secundarias. Con la sublimación y la capacidad de sustitución.
o Es lo que uno se propone en la vida, metas que van mas allá del presente, aspiraciones, etc.
o Sienta las bases para la formación del Super yo.

SUPERYO
El surgimiento del concepto en Freud va de la mano de las cuestiones en relación al Padre. El Edipo somete al sujeto al orden de la autoridad
de la ley; Edipo es también castración, operación simbólica que instala la lógica del no-todo es posible.

Siempre están ligados el Complejo de Edipo y el Complejo de Castración. De ambos quedan residuos (como herencia) de su tramitación y estos
forman parte del Superyo como lo inasimilable. Es heredero, a la vez, del Ello. Por el excedente pulsional (voz, mirada, espectro, demonio) de
lo que resta del Padre, es que el superyo empuja desde el imperativo que se hace OIR GOZANDO

Por un borde moebiano, se desliza el Padre:

• Por un lado, el Padre primitivo de la horda, maldito, sanguinario que ataca y lleva a la muerte. Por la falla de la misma ley, porque lo
simbólico no lo cubre todo, no todo puede legislar.

• Y, por el otro borde, el Padre pura bondad, protector y bondadoso. La Ley del Padre pacifica

En el origen, para el niño, lo que prima es lo SENSORIAL y las PERCEPCIONES ACUSTICAS y no los componentes visuales de la representación-
palabra que son secundarios y adquiridos mediante la lectura.

Es extraño e íntimo al sujeto, ajeno y propio. “Es ajeno porque está excluido pero dentro de la plaza central del sujeto, como su más íntima
exterioridad (Gerez-Ambertín)”.

Miller: “La paradoja del superyo reside en que el sujeto está apegado a algo que no le hace bien, es decir, a algo que no colabora con su
bienestar. El superyo debe entonces ser incluido en una serie común con la pulsión de muerte y el masoquismo primordial (p. 139)”. Miller
expresa, tomando los desarrollos últimos de Lacan: “Pueden encontrar esta formulación en el Seminario XX, Aún, que comienza con la
formulación del imperativo del superyo como GOZA! La paradoja de este imperativo es que equivale exactamente a una interdicción, porque
gozar (…) es imposible (p. 140)”.

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CARACTERÍSTICAS DEL SUPERYO

 Instancia que ejerce la función censora y de autocrítica.


 Se emparenta con la función de la conciencia moral, con los imperativos categóricos y el castigo,
 Se relaciona con la angustia y la culpa.
 Acecha, observa y juzga con severidad y, en ocasiones, impele al fracaso del sujeto.
 Puede oponerse al yo y dominarlo.
 Participa de las vicisitudes de las pulsiones pero no del examen de la realidad.
 Freud, en El problema económico del masoquismo, (1924) expresa: “Si el dolor y el displacer pueden dejar de ser advertencias para
constituirse ellos mismos en metas, el principio de placer queda paralizado, y el guardián de nuestra vida anímica, por así decir,
narcotizado (p.165)”.
 Proviene de lo oído y también tiene como fuente auditiva la instrucción, la lectura, etc. y las fuentes del ello, de allí que el superyo se
constituye como OBJETO VOZ. Su fuente está en el Ello y asienta en lo auditivo, lo más absolutamente primario. Son restos de lenguaje
que no conducen a significación y que perturban al sujeto.
 Tiene su raíz en la identificación primaria como incorporación intrusiva.

ALGUNAS MANIFESTACIONES CLINICAS Y TIPOS DE CARÁCTER EN LOS QUE PARTICIPA EL SUPERYO

RASGOS DE CARÁCTER INDELEBLES:

 Ser una excepción con lo cual la culpa siempre es del partenaire imaginario quien es autor de una privación imperdonable.
 Los que fracasan al triunfar, quienes no sienten la culpa conciente ni la implicación subjetiva en su fracaso sino el obrar del destino
que los azota con el fracaso.
 Los que delinquen por culpa pues el castigo encuentran la pacificación. (por ejemplo, niños que se tornan díscolos, molestos,
insoportables hasta lograr ser castigados y, desde allí, retornar a una apacible tranquilidad)
 Porfía, obstinación, desafío, irritabilidad, susceptibilidad, dureza como muestras del “mal-carácter”.
 Compasión, timidez, dulzura, docilidad, paciencia, como trazos de “buen-carácter” y sospechosos de ser formaciones reactivas.

ALGUNAS MANIFESTACIONES CLINICAS DEL SUPERYO:

 Mandatos insensatos que irrumpen sorpresivamente en el más “normal” de los sujetos.


 Compulsiones irrefrenables.
 Obediencias masoquisticas.
 Prácticas auto-destructivas silenciosas o estrepitosas.
 Actos expiatorios y sacrificiales ligados a culpas infundadas.
 Estruendosos fracasos como respuesta al triunfo.
 Extraños empeoramientos en momentos de franca mejoría (RTN: reacción terapéutica negativa).
 En la neurosis obsesiva: los reproches, la hiperculpabilidad, la escrupulosidad y los mandatos incomprensibles.

ESQUEMA RHO

Lacan llega a este esquema a partir del esquema L y del esquema Z. Lo construye en 1958.

Lo utiliza para explicar las Neurosis. Manera de estructurar y articular la estructura edípica. Todo el esquema depende de que opere el NP
(Nombre del Padre). Y el mismo se abrocha a modo de nudo capitoneé.

Es la teorización de la función paterna en la articulación peculiar de lo Simbólico, lo Imaginario, y lo Real que es la neurosis.

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DESCRIPCION

Se caracteriza por ser el primer esquema de Lacan en poseer una superficie con forma de cuadrado.

Incluye al esquema Z y tiene los Significantes primordiales por fuera. (M, P, I, Significación fálica)

El triángulo trazado con la línea plena es el orden Simbólico. Lo confirma: a) que sea denominado “S”; b) que sus vértices sean elementos
simbólicos. (I, M, P) y c) la letra “A” el Otro, el Inconsciente.

El triángulo punteado es lo no simbólico. Lo que vendría a pertenecer al orden de lo Imaginario.

Lo cual para “S” correspondería a lo Simbólico, para “I” lo Imaginario y “R” no es lo Real sino “el Campo o Cuadrángulo de la realidad” que se
encuentra velando a lo real.

Este campo de la realidad lo tacha, cubre, encubre el campo de lo Real. Lo cual decimos que este campo de la realidad pertenece al orden de
lo imaginario y se apoya sobre lo simbólico. “Lo simbólico cava un surco en lo Real y lo imaginario viene a tapar ese vacío.”

Lacan indica con este esquema la estructura imaginaria de la realidad. A eso responde el sombreado, que además de indicar que la realidad
encubre como una pantalla lo real, también indica como la realidad esta superpuesta al campo de lo imaginario y apoyada en lo simbólico,
como todo lo imaginario.

No se habla de Real porque es imposible de graficar y es aquello que no podemos poner en palabras. Dentro del cuadrángulo de la realidad
subyace el fantasma. Este es un velo, a través del cual percibimos el mundo. Es cómo se posiciona el sujeto frente a la castración. Es
estructural, no desaparece. Se da pos metáfora en los neuróticos. Es un efecto de que opero la represión secundaria.

Lacan define la estructura del esquema “R” como un doble ternario, el ternario simbólico MIP y el ternario imaginario significación fálica a a’.

Se distingue el triángulo imaginario Sim que se llamara triangulo del sujeto en lo imaginario, del cuadrángulo de la realidad MimI. Quedando
“m” e “i” dentro de lo que sería el campo del triángulo del sujeto.

La relación entre ambos ternarios, imaginario y simbólico, es definida por Lacan como una homología: relación entre elementos que se
corresponden en las figuras semejantes.

TERNARIO SIMBOLICO

• A: el Otro. Es el Icc particularizado para un sujeto. Lugar desde donde el sujeto puede recibir la pregunta por su inefable y estúpida
existencia.

• M: significante del objeto primordial, estatuto simbólico.

• P: significante del Nombre del Padre

• I: significante del Ideal

TERNARIO IMAGINARIO

• “m”: será el Yo moi, precipitado de las identificaciones narcisisticas,

• “i” la imagen del semejante. Lo cual a-a’ y m-i ahora están diferenciadas, pero implican un redoblamiento de lo que antes era en los
esquemas “L” y “Z”.

• ϕ: significación fálica. La cual es fálica a consecuencia de que la función del significante del Nombre-del-Padre opera a través del
significante fálico. Es un significante que tiene una función privilegiada, no tiene correspondiente ni equivalente. Es único, no se articula
con otros significantes. Es por esto que no puede ser escrito en el esquema “R”. Es el significante del deseo del Otro. Debe producirse la
operatoria de la metáfora que introduce la falta en el Otro, para que el significante fálico marque la significación y haga del deseo, deseo
sexual.

• S: hace referencia al sujeto en lo imaginario. A partir de que haya operado la Metáfora Paterna, se amplia el campo de lo imaginario del
sujeto, abriendo paso a su deseo, a través de la falta el Otro.

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EL GRAFO DEL DESEO

¿QUÉ ES UN GRAFO?

Eidelsztein: El grafo es una posición topológica de elementos y relaciones

Lacan: hace derivar el término de gramme (proviene del griego y en francés significa dibujo, letra y escritura). El grafo es un tipo particular de
escritura, (escritura que supone la constitución –no definitiva- del sujeto en la cadena de sugnificantes como sujeto barrado)

El grafo es un esquema construido por Lacan en el curso de sus seminarios V: “Las formaciones del inconsciente” (1957-1958) y VI. “El deseo y
su interpretación” (1958-1959). El grafo constituye de hecho la primera topología completa de Lacan, cuya elaboración abarcó una decena de
años (1956-1966). Es tomado de la Teoría matemática de los grafos y redes.

Alfredo Eidelsztein en el texto “El grafo del deseo” comienza con la siguiente referencia bibliográfica: “Así se hilvana mi discurso-cada término
sólo se sostiene por su relación topológica con los demás…” (El Seminario, libro 11; pág. 96).

Esta cita tiene de significativo que es a través del discurso del sujeto como surge el Inconsciente, lo que equivaldría a decir que el discurso o
lenguaje del sujeto, es el mismo Sujeto del Inconsciente. Sujeto barrado, en falta, deseante. En el discurso del sujeto, los significantes se
asocian por leyes del proceso primario, pero esa asociación no es al azar, sino que está en relación con el lugar de ocurrencia (ubicación
topológica).

Es por tanto importante aclarar que el Grafo del deseo es el Sujeto mismo en tanto sujeto que se posiciona frente a la falta. La estructura del
Sujeto, la posición del Sujeto respecto de su propio deseo, estará dada por la inscripción en el mismo, del Nombre del Padre.

Sólo la función simbólica puede dar cuenta de la aparición del sentido en el discurso concreto. El sujeto es aquel que habla, y su palabra se
produce en necesaria referencia al Otro.

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LOS DOS PISOS Y LOS DOS LADOS DEL GRAFO

 Piso inferior del enunciado: es el vector horizontal. El enunciado es el discurso en sí mismo, su contenido. Es el yo que cree que habla
desde él; el yo se propone como autor de lo que dice. Es el despliegue de la cadena de significantes. Es el punto del código. El enunciado
se produce desde una posición consciente. Este grafo presenta en su parte inferior, aquel primer gráfico, la célula elemental del lenguaje,
prototipo de la comunicación humana, modificado en ciertos elementos.

 Toda la línea derecha es la línea de las preguntas. Hay preguntas porque no hay respuestas. Es decir, no hay respuestas fijas, como las
respuestas que al animal le da su instinto.

 A partir entonces, del S(Ⱥ), entra en juego la línea izquierda de las respuestas, estando la primera de ellas, la que responde a la falta en el
Otro, a nivel del piso superior del grafo, el piso de la enunciación inconsciente. Esa respuesta está representada por la fórmula del
fantasma en la que se conecta el $ con el a.

 Piso superior de la enunciación: tiene relación con el Inconsciente. La enunciación es el contexto del discurso. Se configura a partir de la
introducción de la ausencia del Otro. La presencia-ausencia del Otro, este par alternante crea la base del nuevo piso del grafo: el de la
enunciación inconsciente, que se abre a partir de una pregunta: “Che vuoi?”; “¿Qué quiere?”, pregunta que Lacan toma de la novela “El
diablo enamorado” de Cazotte.

PISO INFERIOR: EL CIRCULO INFERNAL DE LA DEMANDA

Demanda: la demanda es aquello que se puede poner en palabras, que puede ser dicho, que puede ser articulado concretamente en el
discurso. Y la demanda es, dice Lacan, demanda de presencia-ausencia, ligada a la presencia-ausencia de ese Otro a quien el niño está
sujetado.

Uno de los rasgos fundamentales que introduce esta denominación de la necesidad por el significante, es que todo lo que luego puede ser
pedido en términos significantes, es decir, demandado (puesto en palabras), pierde su particularidad: pierde su característica de objeto
específico que satisface el instinto y se transforma de ahí en más, en una prueba de amor; entra en una dimensión distinta: la de la prueba
de amor del Otro, si el Otro da o no da, no importa si lo que da satisface o no. En este sentido es una prueba de amor incondicionada: exige
una presencia absoluta; se quiere que el Otro esté siempre ahí.

En la demanda se empieza a traslucir esta dimensión de la pregunta del deseo del Otro, que va a pasar a ser no el Otro del Código, sino el Otro
barrado o tachado (A). El Otro de la demanda aparece como Otro completo, todo, Otro cuyas oscilaciones de presencia-ausencia son recibidas
no en función de alguna regularidad sino en función de lo que Lacan llama “el capricho del Otro”, que no es el “deseo del Otro”. Él capricho del
Otro es la primera forma en que se presenta ese esbozo del deseo, de la falta del Otro, que implica que responde según su capricho, porque se
le da (o no) la gana, no porque tiene una falta por estructura. Es un Otro simbólico cuya inconsistencia no fue aún demostrada. Habrá que
demostrar su inconsistencia para que sea un Otro castrado según la ley.

Este Otro de la demanda es el otro Otro de la frustración, entendida como daño imaginario provocado por otro simbólico, de los primeros
cuatro seminarios de Lacan, donde no se le exigió a este Otro, demostrar su inconsistencia: es otro consistente que es garante de la verdad. En
este momento de la teorización, Lacan tiende a ver al Otro simbólico en su aspecto pacificante, que calma la rivalidad imaginaria. La
frustración tiene como base la ruptura de promesa (la Versagung de Freud): el Otro no cumple con lo que esperamos de él, con la promesa de
una presencia absoluta, incondicional.

Pero sabemos que este Otro de las primeras demandas que ocupa el lugar del Código, no está siempre ahí; incluso estando ahí, puede
encontrarse ausente (estar distraído, por ejemplo).

Se comienza a introducir esta ausencia del Otro. La ausencia empieza a generar algo nuevo, un segundo nivel, que se juega a partir de la
presencia-ausencia del Otro, del par alternante presencia-ausencia. Se dibuja la pregunta del por qué de la ausencia, por qué el Otro va y
viene, por qué no se queda ahí, por qué no se satisface, y esto crea lo que Lacan agrega que es la base del nuevo piso del grafo, el piso superior
que es el piso de la enunciación inconsciente.

La demanda es articulable, a diferencia del deseo, que hay que deducirlo, no llega a decirse, aunque sea articulado. La demanda es articulada-
articulable. La verdadera demanda es inconsciente. Cuando surge la pregunta sobre el deseo, se abre la dimensión del inconsciente.

La pregunta “che vuoi?” entonces, abre la dimensión del deseo del Otro, y cuando pasamos de la dimensión del Otro del Código a la dimensión
del deseo del Otro, pasamos a una dimensión en la cual el otro se presenta como caracterizado por una falta, como que no lo tiene todo.

Aquí aparece un articulador nuevo que es la primera forma que Lacan plantea al deseo del Otro: el deseo es siempre deseo del Otro en el
sentido de ser deseado por el Otro y de que el deseo es del Otro, le pertenece al Otro. La primera forma en que Lacan grafica al deseo es como
deseo de la Madre, como función estructural. El deseo de la madre aparece como creando la incógnita de “¿Qué quiere?” y “¿qué desea?”.
Este deseo va a ser sometido a una ley y va a encontrar una respuesta. No habrá respuesta sin pregunta.

(La cuestión del círculo infernal de la demanda tiene que ver con que sí le exijo al Otro que este SIEMPRE ahí para mi, porque lo necesito
desesperadamente para que me otorgue un sentido, me pongo en una relación demasiado agresiva respecto de él: le exijo [$] que siempre

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este ahí para darme una respuesta, que siempre tenga una [A], y a la vez, el Otro me exige que yo acate su respuesta [s(A)]. Yo tomo el
significado que este me da, tapo mi falta con ese significado [i(a)] pues debo seguir ocupando ese lugar idealizado de objeto de deseo del Otro
[m]. Pero mientras más trato de responder al deseo del Otro, más me pierdo en tanto sujeto: menos significaciones puedo hacer por mi
mismo, y por tanto acumulo más preguntas que (al no poder responderlas yo), le demando al Otro que responda. Y asi el ciclo comienza de
nuevo y me atrapa, haciendo que cada vez se diluya más mi deseo en pos de cumplir al deseo del Otro).

El yo (moi) queda atrapado en distintas cadenas significantes, en la metonimia de una significación que siempre remite a otra significación,
metonimia en la que se diluye el sujeto. Significa quedarse respondiendo a la demanda del A para mantenerlo sin barrar, para que no desee. La
forma en la que rompemos este círculo vicioso es a través del propio deseo.

ARTICULACIÓN DE LOS MATEMAS (ANALISIS GENERAL DEL GRAFO)

Los matemas determinan las funciones, las relaciones entre ellos mismos, dependiendo de la posición que ocupen en relación a los demás.
Entonces:

Empieza con un sujeto barrado $ (ya que es alienado al mundo simbólico). Dada la inmadurez y prematurez del niño al nacer, necesita de otro
A que lo tome en su deseo para vivir. En los primeros años (durante el estadio del espejo) se constituye el yo (moi) a partir de una imagen i (a).
Por tal inmadurez estructural, se dirige a un A al que le supone la completud y supone que podrá satisfacer su necesidad. Este A no satisface
plenamente la demanda y a partir de ello surge el deseo (como resto entre la necesidad y la demanda, como eso que no pudo satisfacerse).
El deseo implica una falta por lo tanto algo se va a satisfacer y algo no, lo que da lugar al surgimiento de la pulsión $◊D (como satisfacción
parcial).

Surge la posibilidad de preguntarse por el propio deseo y qué lugar ocupa uno en el deseo del Otro: che vuoi? Esta pregunta ya supone la falta
que está presente el A: S(A barrado). A partir de la inscripción de esta falta en el A surge la angustia.

Frente a la angustia, el sujeto implementa 4 respuestas como posibilidad de mitigarla:

 ($◊a): Fantasma
 s(A): Significado del A sin barrar. Síntoma
 m: Yo moi. Inhibición.
 I(A): Ideales del A. Rasgo unario, primeras marcas simbólicas de los padres, insignias.

ANALISIS MATEMA POR MATEMA

 Sujeto barrado: $

Alienacion simbolica: el sujeto que ha sido tomado por el lenguaje. Sujeto que padece el lenguaje. Dice Lacan: el sujeto no es ninguna otra cosa
más que lo que un significante representa para otro significante

 Imagen que recubre al objeto: i(a)

Es la imagen especular que recubre al objeto a (perdido por estructura, que no es especularizable). El objeto a simplemente se disfraza. Es la
imagen con la que se identifica el yo (moi).

 Gran Otro sin barrar: A

Tesoro de los significantes. Es el que puntúa, sanciona el discurso (poder discrecional del oyente). Línea de entrecruzamiento. Línea del
enunciado: lo dicho en el discurso. Es diferente de la enunciación.

En lo cotidiano nos manejamos dirigiéndonos a un Gran Otro sin barrar (Ej. Vamos en el auto y frenamos en el semáforo y asumimos que el de
atrás va a frenar y no nos va a chocar, e incluso si tenemos un accidente, pensamos q no va a ser grave y q nos vamos a mejorar xq hay
medicamentos, hospitales, xq tenemos un seguro de vida, etc. Nos manejamos creyendo q lo podemos todo, q nunca nos va a pasar nada.)

 Deseo: d

Se abre a partir de la posibilidad de distancia entre el enunciado y la enunciación (es algo que va más allá de lo dicho). Es el margen que surge
entre la necesidad y la demanda, el resto. Se forma en el margen en el cual la demanda se separa de la necesidad. El deseo es la metonimia de
la falta de ser. No es articulable: no puede ser nombrado. Es articulado: guía los movimientos del sujeto.

El deseo se mueve en busca de la completud. En la necesidad hay completud (objeto que se acopla totalmente a la necesidad). Pero el deseo
no es en relación a un objeto; es en relación a la falta. La falta es la causa del deseo.

El deseo está destinado a pasar y así, deja un circuito insistente: Circuito giratorio del Inconsciente, siempre dispuesto a reaparecer. “La
estructura significante mantiene el deseo en cierto nivel de circulación del significante.”

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“El deseo es siempre deseo de alguna otra cosa”. Es imposible desear lo que ya se tiene. El objeto de deseo es pospuesto continuamente
(metonimia). El deseo es el deseo del deseo del Otro. Tiene dos sentidos:

 1º: deseo de ser objeto del deseo del Otro.


 2º: deseo de reconocimiento del Otro.

 Pulsión: ($◊D)

Es el matema de la castración.

Dice Lacan en Escritos 2: “su notación como ($ ◊ D) mantiene su estructura ligándola a la diacronía (es una entidad fronteriza entre lo anímico
o psíquico y lo somático; implica satisfacción e insatisfacción).)

El losange es entendido como estructura de borde (de la pulsión): Lo que importa de las zonas erógenas es que son un borde, que están
alrededor de un agujero. La demanda hace referencia a la insistencia de la pulsión y a la imposibilidad de ser satisfecha. El sujeto busca la
incondicionalidad (totalidad) y recibe parcialidad. No hay biología en estado puro, imposibilidad de satisfacción absoluta. Se pregunta
entonces: ¿qué quieres de mí?

Lacan explica que el losange: "Implica simplemente (....) que todo lo que interviene aquí es gobernado por la relación cuadrática que desde
siempre hemos planteado como base de nuestra articulación del problema, de acuerdo con lo cual no hay ningún $ concebible –ni articulable,
ni posible– que no se sostenga en la relación ternaria A-a’a." (El Seminario 5, p. 323)

Figura 1: Esquema L (simplificado).

En otras palabras, el losange refiere al hecho de que cada sujeto está representado por todo el esquema L (figura 1), por los cuatro vértices del
mismo, incluyendo los ejes tanto imaginarios como simbólicos.

El signo ◊ registra las relaciones de envolvimiento-desarrollo-conjunción-disyunción. Pero además en El Seminario 11 indica que el losange
puede ser comprendido como referencia a las operaciones de unión e intersección en la teoría de conjuntos y las operaciones psicoanalíticas
de separación y alienación. Inclusion-exclusión, mayor-menor.

Y la Demanda en mayúscula hace referencia a la insistencia de la pulsión y a la imposibilidad de ser satisfecha plenamente.

 Qué me quieres? Qué quieres de mi?: Che vuoi?

Pregunta por el lugar que ocupa en el deseo de A, pregunta por su propio deseo. Lacan lo toma de una novela: “El diablo enamorado”.
Corresponde a la pregunta que le hace el diablo al protagonista y se traduce como qué quieres de mí.

 Significante del A barrado: S(Ⱥ)

Encuentro con el Gran Otro barrado, ya que no tiene un significante que lo signifique. El encuentro con la falta de garantías en la vida, lo que
provoca angustia. Imposibilidad de la relación sexual (no existe la complementariedad): no hay significante qué signifique al sujeto. No hay
objeto que lo complete. No hay respuesta a la pregunta por el deseo del Otro. Se encuentra en el piso de la enunciación y determina al
significado del A, es decir, lo inconsciente determina lo consciente.

 Fantasma: ($◊a)

La función que cumple es la de evitar la angustia que se produce al encontrarse con la falta del A. El fantasma es un marco delimitado por lo
imaginario que le permite al sujeto moverse dentro de una realidad menos angustiante.

Es como un velo que le permite ver algunas cosas y otras no (Velo en el sentido de que se trasluce, siempre deja ver algo). Regula el deseo,
propone ciertos objetos como deseables como si ellos fueran a tapar el agujero que el objeto a dejó. Es inconsciente y está compuesto por el
sujeto en tanto que castrado en relación al objeto a. Por esto se relaciona con el posicionamiento que tiene el sujeto en si frente al objeto a.

- Relación con lo simbolico: xq tiene una frase. Una inscripción en palabras. Esa palabra tapa la falta. Ej. “soy estudiante”, “soy
alcohólico” (como pretendiendo q ese significante nos significa completamente).
- Relación con lo imaginario: lo que se puede representar, todo lo que el sujeto es capaz de producir con las imágenes de su mundo o
con los objetos que lo rodean.

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- Relación con lo real: el fantasma evita el encuentro de lleno con lo real. Cuando el fantasma tambalea se corre, sobreviene la
angustia.

(El fantasma nos permite movernos por el mundo con mayor libertad. Un ejemplo sería el de Duddley Dursley en Harry Potter 1. Mientras ve a
la serpiente detrás del cristal, podemos pensar en una frase del tipo “yo me las se todas, esto que tengo delante no me hace nada” –simbolico-
que le permite golpear el vidrio y molestar a la serpiente. En ese acto, vemos que él se ha formulado (con la ayuda del cristal que lo protege) la
imagen de la serpiente como algo que no lo puede dañar, algo tonto –imaginario-. Ahora, ¿qué sucede cuando el vidrio, durante unos
momentos desaparece? En ese susto, en esa angustia repentina vemos el orden de lo real.)

 Significado del A: s(A)

El Otro sin barrar, sin castración. Por eso está ubicado en el plano del enunciado. El síntoma como forma de mantener al Otro como
todopoderoso, todo síntoma es una metáfora que se ofrece al Gran Otro para que este le devuelva un sentido. El síntoma siempre se dirige al
gran otro sin barrar. El sujeto le demanda al Otro que le de un lugar. Idea de que el deseo del Gran Otro nos da un lugar. (Relacionado x ej con
el niño cuando llora. Reclama un lugar en el deseo de la madre. Reclama su atención. Cómo responda la madre a esto, que significado le dé,
determinará al niño).

FANTASMA SINTOMA
Es estructural No es estructural
No se modifica Se modifica
No accedemos a él inmediatamente Es consciente (aunque su causa no lo sea)
Cuando el sujeto se posiciona en un lugar más fantasmático, no se La posición sintomática constituye en sí una pregunta. Implica que
pregunta qué sucede con él o xq hace lo que hace. Ej. Una persona hay angustia y el consecuente pedido de ayuda. Ej. Una persona que
anoréxica, un alcohólico. consulta porque no puede avanzar en sus estudios.
Estar en una posición u otra no depende de tener síntoma o no, sino de qué hago yo con esos síntomas. Si los minimizo, niego, o no me
hago cargo, estoy respondiendo desde el fantasma. El momento en el que reflexiono y me comienzo a preguntar por qué me pasan ciertas
cosas, xq hago lo que hago, es cuando comienzo a posicionarme desde el síntoma.

 Yo (moi): m

Está determinado por la imagen especular, es decir que se construye durante el estadio del espejo mediante la apropiación de una imagen.
Está determinado por la imagen que recubre el objeto en el sentido de que ésta tiene que ver con la alienación imaginaria y por el I(A) que
tiene que ver con la alienación simbólica. Le permite decir al sujeto “yo soy esto o soy aquello”. Sin embargo tiene un núcleo real, un vacío
lleno con consistencia especular. Tiene función de desconocimiento de la falta. Aquí se ubica la inhibición ya que hablamos de funciones del Yo
que van a estar inhibidas para poder ser a la imagen del Otro. EJ. Si el Otro me devuelve el sentido de que la completud está en que yo tenga
una figura corporal lo más delgada posible y yo respondo a esto inhibiendo la función de la alimentación (volviéndome anoréxico).

 Ideal del yo: I(A)

Ideal del yo en cuanto simbólico. Función originaria: implica la alineación simbólica gracias a la cual el sujeto vive. Primera marca, el rasgo
unario, ideales pre-edípicos (el sujeto es bañado por el lenguaje).

EL OBJETO “a” SE HALLA PRESENTE EN TODOS LOS PUNTOS

- $: operó la castración
- i(a): imagen especular que se halla cubriendo al objeto a
- d: hay deseo en tanto hay objeto a
- ($◊D): la pulsión obtiene su satisfacción en el recorrido alrededor de un vacío. Alrededor de los agujeros del cuerpo.
- S(Ⱥ): gran otro barrado, está en falta. No tiene significante que lo signifique.
- ($◊a): habla del psocionamiento del sujeto frente a la falta.

CONEXIONES

 m – i(a): yo atrapado en la deriva de las significaciones del s(A); su estructura hace que una significación remita a otra. La imagen que
recubre al objeto lo que recubre es aquello que no tiene imagen especular = Yo moi en su función de desconocimiento de la falta.
 s(A) – A: célula elemental del lenguaje.
 ($◊a) – d: relación homóloga a m – i(a). El deseo se regula sobre el fantasma con los señuelos que este le ofrece.
 S(Ⱥ) - ($◊D): el neurótico identifica la falta del Otro con su demanda; demanda la demanda del Otro (demanda amor incondicional), la
pulsión busca la infinitud. Esto no es lo mismo que desear el deseo del Otro (querer ser causante del deseo del Otro), donde ambos
estamos barrados.

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FANTASMA
El concepto de Fantasma en Lacan reemplaza al concepto de fantasía. Hay puntos importantes que se modifican en este pasaje del concepto
de fantasía tal como está presente en Freud, al concepto de fantasma.

Los cambios fundamentales son:

• Primero: El carácter estructural que Lacan le da a la fantasía. Es decir, el fantasear depende y se estructura en función de un
“fantasma fundamental” y las múltiples actividades de la fantasía son derivadas de ese fantasma que define la relación más básica
del sujeto con el Otro, o su posición con respecto al Otro.

• Segundo: El sujeto en la fantasía, es un sujeto evanescente, de las formaciones del inconsciente. El fantasma como fundamental está
articulado como el sujeto dividido y como un sujeto del inconsciente.

($ ◊ a)

La formula del fantasma nos indica que el mismo está compuesto por:

• S/: El “sujeto del inconsciente” sujeto tachado, efecto de la cadena significante, necesita de un mínimo de dos significantes para tener
sentido. Simbólico.

• ◊ (Losange): Lacan dice, en una nota al pie de "La dirección de la cura…" que "El signo ◊ registra las relaciones de envolvimiento-
desarrollo-conjunción-disyunción". Tiene una función de borde.

• a: Objeto a, objeto como real, imposible. Producto de lo simbólico pero no representable en lo simbólico. No hay significante que lo
inscriba. Fuera de lo simbólico y fuera del sentido.

EL FANTASMA EN EL GRAFO DEL DESEO

Coloca al Fantasma en el lado de las respuestas al misterio del deseo del Otro. Estamos hablando entonces del fantasma como una forma de
responder, a nivel inconsciente, a la incógnita de que es lo quiere el Otro.

• Lacan dirá en ese sentido que el fantasma es una fuente de seguridad para el sujeto, le da un lugar en el escenario de ese Otro. En
relación al Otro como deseante.

• Así el fantasma obtura la falta, es una forma de taponar al Otro como deseante, es una forma de no saber acerca de la castración.

• Pero este fantasma como un “fantasma fundamental” tiene una característica fundamental en tanto real.

EL FANTASMA Y LOS TRES REGISTROS

Los tres registros pueden ser hallados en la noción de Lacan del fantasma:

- Lo imaginario se encuentra en la naturaleza de imagen del fantasma, incluyendo la imagen del cuerpo del otro (a), es decir, todo lo que el
sujeto es capaz de producir con las imágenes de su mundo o con los objetos que lo rodean

- Lo simbólico, en el hecho de que un fantasma toma a menudo la forma de una frase construida con sujeto, verbo, y objeto, es la parte
guionisada del fantasma, una novela, una pequeña historia o escena que tiene ciertas reglas internas propias, que tienen que ver con las
leyes de construcción de la lengua en sí.

- Lo real se encuentra en lo velado. En eso que se esconde y trasluce detrás del fantasma: el objeto a. Se encuentra asimismo en la angustia
que emerge cuando el fantasma se corre o tambalea y nos encontramos con algo de ese objeto a.

EL FANTASMA COMO AXIOMA

Lacan ubica al fantasma como especialmente vinculado a aquella parte del lenguaje que se denomina “estructura gramatical”.

Esta estructura gramatical es una estructura irreductible en la lenguaje, es decir, es uno de los niveles en el cual cada lengua tiene sus formas
particulares de organización. El fantasma es idéntico a ésta y a lo que suele ser definido como uno de sus núcleos centrales que es el verbo.

Lacan dice que el núcleo de la estructura íntima del fantasma es que el sujeto tachado y el objeto están vinculados por una frase. Una frase
que Lacan define como una significación de verdad. Es una frase inaugural. Que ocupa el lugar de un axioma.

Cada uno de nosotros tiene un axioma fantasmático que es una matriz de significación en nuestra vida y que organiza la misma, y que puede
luego dividirse en miles de libretos diferentes.

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Pero ese axioma es un punto central, si modificamos el axioma, si el axioma cambia, la significación de allí en más será otra cosa y el sistema
será otro.

El fantasma es un axioma que genera sentido y significación, es aquello que viene a detener la incesante re significación del significante. Por
eso hace obstáculo a la cadena.

Tapona el deslizamiento y la falta de sentido. Por eso podemos decir que el fantasma es algo así como la matriz de la novela con la que le
damos sentido a nuestra vida, una fuente constante de seguridad frente al sin sentido. Y además le permite al sujeto una especie de
consistencia a este sujeto evanescente del significante.

Para Lacan el fantasma es inconsciente y tiene que ver con la constitución del inconsciente como tal. Está articulado como efecto de la
“represión primaria”. Esto implica que el fantasma es un hecho de estructura como tal, hecho inseparable de que el sujeto solo sea un sujeto
tachado.

INHIBICIÓN, SINTOMA Y ANGUSTIA


“Son tres formas de no querer saber acerca del deseo del otro” (Rabinovich)

I. Angustia

Es en primer lugar algo sentido, lo que llamamos “estado afectivo”. Tiene un carácter claramente displacentero y se siente en el cuerpo
(principalmente en la respiración y en el corazón). Dice Freud que el estado de angustia es una reproducción del trauma del nacimiento
teniendo en cuenta que se generó como reacción frente a un estado de peligro, y en lo sucesivo se la reproducirá regularmente cuando un
estado semejante vuelva a presentarse.

La angustia sólo puede ser registrada por el yo. El desarrollo de angustia introduce la formación del síntoma, es necesario para que el síntoma
se forme. El síntoma tiene por resultado la cancelación de la situación de peligro.

ANGUSTIA DE CASTRACIÓN

Los peligros internos capaces de precipitar una situación traumática van cambiando según las etapas de la vida pero todos tienen en común el
implicar la separación o pérdida de un objeto amado o de su amor.

La angustia de castración puede presentarse de diversas formas. Una de ellas tiene que ver con la fantasía de la posibilidad de perder el pene
como castigo por las mociones libidinosas depositadas en la madre. Freud explica en “Inhibición, síntoma y angustia” que la alta estima
narcisista por el pene puede basarse en que la posesión de este órgano contiene la garantía para una nueva reunión con la madre (con el
sustituto de la madre) a través del coito.

La privación de este miembro equivaldría entonces a una nueva separación de la madre. implica quedar expuesto nuevamente a una alta
tensión displacentera sin valimiento alguno.

La angustia de castración puede presentarse de múltiples formas, pero lo que está en la base de la angustia es que el niño percibe que hay algo
que la madre no tiene, algo que le falta y que no se puede representar. Ese Otro que a los ojos del niño era completo, omnipotente, aparece
como barrado. No puede dar todo, no tiene todas las respuestas y ya no puede garantizar al niño. Así, la angustia castración es angustia ante la
castración del Otro.

II. Síntoma

Deriva del griego symptoma que significa “coincidencia”. (Sym indica unión y equivale a la preposicion “con”. Ptoma remite a caída). Son dos
acepciones contrastantes que juntas hacen referencia a la armonía del organismo y al mismo tiempo a su caída o ruptura.

(Siglo II – Galeno) desde la medicina hace referencia a un conjunto de signos que se agrupan en un cuadro nosografico y que permiten inferir la
hipótesis de una patología, la que a su vez permitirá un tratamiento adecuado. En el caso del modelo médico el saber está del lado del médico,
es un saber específico (presupone que todos los sujetos son iguales ante los mismos signos) y excluyente (da poco interés a lo que el paciente
tenga para decir).

Con el trabajo de freud aparece el concepto psicoanalítico de síntoma. Sus grandes definiciones de síntomas son:

- El síntoma como formación de compromiso


- El síntoma como satisfacción sustitutiva

El síntoma en medicina es aquello por lo que el paciente consulta, lo que lo aqueja. Para poder hacer un diagnóstico la medicina convierte el
síntoma en signo y deja de lado al sujeto. Así se determina el tratamiento para que el síntoma desaparezca. Desde el psicoanálisis, no se
espera suprimir el síntoma porque la dimensión sintomatica no puede ser erradicada del ser hablante. Lo que se busca es reducir el

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sufrimiento que el sujeto paga por la satisfacción pulsional que le produce su síntoma. Se trata de transformar el síntoma, de hacerlo más
homogéneo al vínculo social del sujeto. En psicoanálisis el saber está de lado del sujeto.

Con el síntoma lo que logramos es que el A quede sin barrar: El síntoma siempre se dirige al Gran Otro sin barrar, y encierra un goce posible
que hace sufrir (beneficio primario) pero se mantiene por sostener al A sin barrar, es decir, como si hubiese relación sexual, como si todo fuera
posible. Por ejemplo un niño que tenia problemas de aprendizaje en matemática, y su madre es profesora de matemática. Se descubre luego
que el niño a través de ese síntoma, dejaba a la madre en lugar de que sabía todo sobre matemática, ya que no podía tolerar la idea de saber
más que ella, de que hubieran cosas que ella no supiera.

En la anorexia se puede ver lo metafórico del no comer nada en el sentido de que es como si le dijera al A: “quiero comer tu falta”, es decir,
quiero que no me des nada, porque me lo das todo. Eso que no se puede poner en palabras se pone en acto.

EL SÍNTOMA COMO FORMACIÓN DE COMPROMISO

En las neuropsicosis de defensa, Freud explica que los síntomas surgen a partir de una representación inconciliable que irrumpe en la vida
anímica. Esta vivencia despierta un afecto tan penoso que la persona decide, no de manera consciente, olvidarla. Así, se produce un divorcio
entre la representación y su afecto: la representación queda despojada de su afecto y por lo tanto debilitada. El afecto (que tiene las
propiedades de una cantidad) se desplaza hacia otra representación sustitutiva que ha entrado en un vínculo asociativo con la primera. Así se
produce la formación de compromiso que constituye el síntoma.

EL SÍNTOMA COMO SATISFACCIÓN SUSTITUTIVA (MÁS ALLÁ DEL PRINCIPIO DEL PLACER)

En la conferencia 23, Freud nos explica que los síntomas son perjudiciales o inútiles para la vida del paciente, para quien éste conlleva
sufrimiento y displacer. Encuentra en el síntoma una forma de satisfacción pulsional, y sostiene que las dos fuerzas que se han enemistado se
reconcilian, coinciden en el síntoma. En este momento la formación del síntoma es planteada por Freud de la siguiente manera: se presenta un
conflicto entre una pulsión que busca ser satisfecha y la realidad que la rechaza, generando así la necesidad de emprender un camino
diferente que permita la satisfacción. La pulsión está dispuesta a aceptar un objeto diferente pero la realidad se lo deniega nuevamente, por lo
que el único camino que le queda es el de la regresión.

En “Inhibición síntoma y angustia” Freud explica la formación del síntoma como un conflicto entre instancias. El síntoma en esta época de
freud sigue siendo una satisfacción sustitutiva, pero es una satisfacción en la insatisfacción. Es una satisfacción de otra índole que tiene que
ver con el más allá.

“El síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es un resultado del proceso represivo”. La represión parte del yo
por encargo del superyó ante una moción pulsional del ello que no quiere ser acatada. Con la represión el yo logra sacar de la conciencia la
representación portadora de la moción pulsional y logra también inhibir o desviar ese decurso excitatorio para que se produzca la represión. El
yo dispara una señal de displacer ante la amenaza de un peligro interno (peligro pulsional).

El síntoma plantea una ganancia doble:

 La ganancia primaria: tiene que ver con la satisfacción pulsional que conlleva
 La ganancia secundaria: tiene que ver con un beneficio extra que el síntoma le brinda al sujeto (cuidados, atención, etc).

III. Inhibición

Dice Freud que la inhibición tiene que ver con la disminución de una función y que no necesariamente indica algo patológico. Cuando
hablamos de síntoma sí estamos hablando de un proceso patológico.

La inhibición puede ser o no ser un síntoma dependiendo si se trata de una disminución de una función o de una variación de ella de una
nueva operación. Muchas inhibiciones se dan como renuncia a una función que de ser ejercida se desarrollaría la angustia. El yo renuncia a
esas funciones para no tener que emprender una represión que le evite un conflicto con el ello.

Freud explica las inhibiciones a partir de la función implicada. Toma la función sexual, la alimentación, la locomoción, y el trabajo profesional
para explicar las inhibiciones.

Cuando ellos se encuentra realizando un trabajo psíquico que le insume grandes cantidades de energía (así como en un duelo) se ve forzado a
limitar su gasto en varios lugares a la vez.

Así, Freud concluye que las inhibiciones son limitaciones de las funciones yoicas por precaución o por un empobrecimiento de energía, y
pueden constituirse como síntomas.

ARTICULACIÓN CLINICA: EL CASO JUANITO

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