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Resumen Francesa-1
Registro Imaginario:
En 1936 plantea el estadio del espejo como formador de la función del Yo, va a
decir que el Yo tiene una función de desconocimiento, el yo advine a partir de
la imagen de un semejante por identificación.
Primero tenemos una diferencia entre organismo y cuerpo 1, todos nacemos con
un organismo, pero el cuerpo en tanto cuerpo libidinisado tiene que advenir,
porque no tenemos unidad, no tenemos nada que lo reúna, no hay un sí
mismo, no hay nada que unifique, y aparte marca la diferencia entre un yo y
otro.
Ese organismo nace con una prematuración, es por eso que tomamos la
imagen afuera, porque por la prematuración no podemos conseguir esa unidad
por nosotros mismos, no hay posibilidad de unidad. La unidad la voy a obtener
en una imagen la cual siempre es exterior, al reconocerse en la imagen de un
semejante en el espejo logra la completud de forma anticipada a su madurez
fisiológica.Esa unidad va a dar lugar a la formación del Yo, el Yo surge como
una identificación.
Esa imagen no solo me permite una unificación, sino que va a traer
consecuencia, una de ella es que aparece una tensión entre lo completo y lo
incompleto o lo fragmentado, el cuerpo fragmentado no es el organismo, ahí
no hay cuerpo, el cuerpo aparece cuando yo me puedo identificar a esa
imagen. Esa unificación me resignifica a posteriori como fragmentado, y eso
fragmentado como algo que acecha. . Y tenemos siempre que el Yo se
constituye frente a otro.
Entre el Yo y el otro (el otro es la mediación para que pueda advenir el Yo), la
completud de la imagen unificada, va a estar entre uno u otro pero no puede
ser para los dos, entonces tenemos este problema, si el yo está fragmentado
frente al otro, que al otro lo suponemos completo, nos despierta una tensión
agresiva.
Registro Simbólico:
Para Lacan, palabra y lenguaje no es lo mismo, porque lenguaje él lo toma de
los estructuralistas de Saussure y Jackobson, pero palabra es una nominación,
la palabra hace acto y funda, tiene enormes implicancias, y compromete.
La palabra da lugares, viene a mediar, la palabra pacifica, viene a resolver esa
tensión que existe en el registro imaginario que si no, es mortal.
Lo simbólico es un orden.Lacan va a hablar de significado y estructura del
significante.
Lacan modifica lo que plantea Saussure, va a decir que un significante es todo
aquello que se puede relacionar con otro significante. Lo que decimos no está
gobernado por nosotros.
3
Pensar ese orden simbólico como un Otro (con mayúsculas), es decir, en lo
imaginario vimos que el yo se constituye frente a otro semejante, ante la
imagen de un otro que era como yo, otro con minúscula, el otro semejante es
el otro de lo imaginario, que tiene una imagen que a mí me permite alcanzar
una unidad.
Lo que vamos a plantear es Otro con mayúscula, que es un lugar, no un lugar
físico, sino que es un lugar virtual, este lugar es donde está reunido el conjunto
de los significantes
La idea de Otro, es que la cultura y yo somos dos cosas diferentes, y que yo
pueda nacer inmerso en esa cultura la que me va dar origen, pero siempre va a
ser para mi radicalmente Otro.
Frente a la imagen del otro con minúscula tenemos el yo, frente al Otro con
mayúscula el sujeto.
El sujeto, hay una determinación de lo simbólico sobre cada uno, que soy
hablado por el lenguaje, en este punto que soy hablado por un lenguaje soy un
sujeto.
Sujeto nunca va a ser un individuo, no va a ser el yo, el sujeto va a ser una
instancia psíquica que nace (surge) a partir del significante.
Registro Real:
Lo real es eso que se escapa siempre, que no tiene posibilidad de ser
capturado.
Es aquello que es innombrable e incapturable, imposible de aprehender, ni lo
simbólico, ni lo imaginario lo pueden capturar.
Lo real, no puede entrar en el orden de las representaciones, no tiene
representaciones y es por eso que se vincula a la sexualidad y muerte, porque
no entra en el orden de las representaciones.
Lo real tiene que ver con eso que no puede inscribirse, que resulta traumático
y que se repite.
Lacan va a decir que hay algo que no se inscribe, no porque no puede, sino que
por estructura no se puede inscribir, es decir, que el lenguaje por estructura
introduce algo que no se inscribe.
Si hay algo que se inscribe es porque hay un conflicto, cuando hablamos de
inscripciones hablamos de que el lenguaje inscribe, que se inscribe en el orden
del significante, pero que ese orden del significante que inscribe tiene un doble
juego, al mismo tiempo que inscribe hay algo que deja afuera, eso hace el
lenguaje.
El orden del significante es el que permite inscribir las cosas y deja algo afuera.
El orden simbólico es el que te impone esa repetición. Es a partir de un punto
de lo imposible que es propio del aparto psíquico, no se puede simbolizar la
sexualidad y la muerte. Lo que Lacan nos va a decir, que no lo pensemos en
términos de aparato psíquico, pensémoslos en términos de cadena de
3 Paso siguiente
Lacan cuando primero habla de lo Real va a dar la siguiente definición “lo real
es lo que vuelve4 siempre al mismo lugar”. Lo que enfatiza Lacan es que hay
una repetición. Lo que se genera como repetición es que no se puede inscribir,
que resulta otra vez traumático. El síntoma es una construcción subjetiva para
hacer algo con ese Real. En el síntoma hay algo de Real en el sentido del goce,
hay algo que se satisface a costa de nuestro sufrimiento
La angustia es lo Real, no se captura, la angustia no entra en el campo del
significante.
4 Hay un ciclo pulsional, en el cual muchas veces no pasa nada por momentos y luego
ese conflicto que resulta traumático vuelve.
5 Seminario 5.
6 Planteado más arriba.
7 Es necesario que eso no inscribible a mí me lleve a hacer un trabajo de inscripción.
programa, lo único que hay es cierto orden que va a introducir el falo que
organiza un poco la sexualidad, pero no hay programa.
Lo real tiene que funcionar para nosotros velado, tapado, la realidad me tiene
que ocultar lo real, porque frente a lo real estoy frente a la angustia, estoy
frente a aquello que no es tolerable.
Registro real:Freud que en ese momento está en una tensión porque escuchó
que Otto no se lo dijo directamente pero le reprochó lo de Irma, está ahí en el
sueño forzando con Irma, está buscando, le hace abrir la boca 8 y ve una cosa
horrible, eso horrible al que impacta es a Freud, se encuentra con lo Real, lo
8Aquí podemos ver otro aspecto ¿porque no se cura Irma?, porque no abre la boca,
porque no habla.
Cada una de las partes de este esquema encuentra cierta analogía con la
constitución del psiquismo. Lacan invierte ramo y florero, pone las flores arriba
de la caja y al florero dentro, de manera que lo que se obtiene es una imagen
real del florero. Entonces al florero podríamos pensarlo como la idea de cuerpo
en tanto continente, lo que nos trae la imagen del cuerpo es la idea de que hay
una especie de continente con un contenido adentro, eso se obtiene en este
estadio y nos viene a mostrar que la boca del jarrón que es un agujero vendría
a representar las zonas erógenas que están planteadas como borde y las flores
los objetos libidinales, pulsionales.
La imagen del florero con las flores adentro es lo imaginario, la unidad es lo
imaginario. Esa imagen es la que se inviste libidinalmente. Es ahí, mediante
esta operación que puede aparecer esa sensación de habitar un cuerpo, un
cuerpo que tiene borde, limites, contenidos, que sería el “primer narcisismo”.
Entonces la constitución de la imagen del cuerpo se forma por un cruce entre
lo real del cuerpo y lo imaginario
Lacan complejiza el estadio del espejo, en el que había un ser que nacía con
una prematuración por la cual no podía concebirse como una unidad y que esa
unidad la alcanzaba a partir de la imagen de un semejante, a la imagen de otro
con minúscula (segundo narcisismo – registro imaginario - imaginario). De la
misma manera lo que nos trae ésta experiencia es que vamos a ver al florero y
las flores como una unidad todo armado.
Lo novedoso es que una vez conformada la imagen hay una parte que resulta
inaccesible, que es lo Real del cuerpo (florero adentro de la caja). Cuando se
produce esa captura imaginaria de unificación lo real se pierde. No tenemos
acceso a lo Real de nuestro cuerpo, solamente tenemos acceso a la imagen de
nuestro cuerpo.
La imagen real se conforma en una determinada posición del ojo. A este ojo
Lacan lo llama sujeto.
Esa imagen unificada es lo que se va a llamar Yo ideal, que es esa imagen de
completud que trae satisfacción narcisista. El Yo ideal es una instancia
imaginaria que tiene que ver con esa imagen de completud, “su majestad el
bebé”.
Ese Otro con mayúscula en tanto soy determinado por él y lo ignoro, soy
sujeto.
El Yo es el desconocimiento de que soy determinado por ese Gran Otro. La
creencia de que soy yo quien decide.
Sujeto, quiere decir, que estoy sujetado al Gran Otro que me determina, que
estoy representado por significante pero que ninguno me significa, que no
tengo sí mismo, no me puedo contemplar a mí mismo, para poder
contemplarme necesito un Yo, el sujeto es eso que no reconozco como propio.
9 Esto es, si la completud era me saqué un 10, si pero después hay otro examen.
Edipo
Lacan plantea el Edipo en términos estructurales, ya que tiene que ver con
posiciones dentro de un esquema de oposiciones, no es una historia. El falo es
desde el inicio.
Se tiene que estructurar nuestra relación con el deseo y con la ley.
Lacan pone el énfasis en el deseo de la madre, es el encuentro del niño con el
deseo de la madre, lo cual va a llevar a que el niño se encuentre con la ley que
regula en ese Otro al deseo.
El Edipo lo que nos va a marcar es ingresar en una estructura donde nos vamos
a ver forzados a perder algo para ganar cosas. No solamente nos ingresa en
esa estructura que para ganar hay que perder, sino que lo perdemos en
función de una ley y lo ganamos también en función de una ley.
A esta estructura entramos por un lugar de completud, Lacan lo va a plantear
en 3 tiempos, son tiempos lógicos más que cronológicos.
1° tiempo: el niño ocupa el lugar del objeto del deseo de la madre, el lugar del
falo. Niño - Madre – Falo. El falo es aquello que la madre desea, eso es una
triada imaginaria porque el falo es imaginario, es eso que la madre busca, esa
imagen, y el chico se identifica a ese falo, es decir, el chico está en lugar de ser
eso que completa a la madre.
Se da la constitución del narcisismo, esa imagen se libidinisa porque tiene que
ver con que es lo que la madre desea, por un lado tenemos el narcisismo y por
otro lado una madre fálica porque está completa, ese niño que tiene valor
fálico para la madre la completa.
El chico no se encuentra con el padre, el padre está pero no interviene en tanto
función, para que esa madre pueda poner al chico en lugar de falo, para que la
madre desee ella tiene que haber atravesado la castración, por lo tanto ese
padre tiene que haber operado. No es el padre en tanto mi papá, sino que es el
padre simbólico el que está operando.
En este no se ingresa por tener o no tener el falo, todos ingresan por el mismo
lugar “ser el falo”.
En este primer tiempo entramos en el lugar del deseo, de lo deseado por la
madre.
Para que ese padre sea efectivo la madre le tiene que dar lugar, y la madre le
da lugar porque está castrada, porque está atravesada por una ley.
Hay una ley de prohibición del incesto que se dirige tanto al niño como a la
madre, al niño no te acostaras con tu madre y a la madre no reintegraras tu
producto (que quiere decir no te acostaras con tu hijo) castración simbólica,
esa ley es ley del padre, pero la introduce la madre porque le da lugar a ese
padre. Recién se va advertir que es una ley en el 3° tiempo. El padre simbólico
está desde un comienzo.
3° tiempo: aparece también el padre sometido a la ley. El padre del tercer
tiempo es un padre que transmite la ley, no es la ley, representa la ley (padre
simbólico) él también está bajo la ley.
Entonces es un padre que a diferencia de el del segundo tiempo que solo
prohíbe, este padre del tercer tiempo dona un permiso, una habilitación a
hacer, la posición deseante, lo que podríamos llamar los títulos en el bolsillo,
estas habilitado para hacerlo. Porque en el tercer tiempo el que aparece es el
PADRE REAL, que tiene algo por lo cual se orientó el deseo de la madre.
Para que haya posición deseante11 hay que atravesar este Edipo porque hay
que encontrarse con ésta ley del padre, y lo que es la madre tiene que quedar
como madre castrada no como madre fálica.
En este tercer tiempo del Edipo, el falo y la ley quedan instaurados como
instancias que están más allá de cualquier personaje 12; ni el niño, ni la madre ni
el padre “son” el falo; el falo queda entonces instaurado en la cultura como falo
simbólico. El Edipo, por tanto, es el paso del “ser” al “tener” -en el caso del
niño-, o “no tener” -en el caso de la niña-.
11 Tiene que ver con poder inscribir la castración de la madre, pero eso se hace
solamente por la ley del padre. Porque ese Otro está en falta que hay deseo, porque mi
deseo es el deseo del Otro.
12(Bleichmar, 1980)
Transferencia
Lacan dice que sin transferencia no hay análisis.
Siempre que nos dirigimos a alguien, nos dirigimos a un otro con minúscula pero al mismo
tiempo le hablamos a ese Otro con mayúsculas. Si no estuviera esto por estructura, no
habría posibilidad de análisis.
Freud cuando habla de transferencia habla del amor de transferencia, en esa relación
entre el analista y el paciente y que posición tiene que tener el analista frente al paciente.
Lacan va a situar la transferencia mayormente en relación con el saber, lo que engendra
ese amor es el saber.
Lacan dice que hay una suposición del saber, que en la transferencia está en juego el
saber. Amamos al analista porque le imponemos un saber, incluso dice, amamos a Dios
no porque es omnipotente sino porque sabe.
De lo que se trata la transferencia es de esa suposición de saber. Ese saber, va a decir
Lacan más adelante, que la fórmula es el sujeto supuesto saber.
Hay un saber que se le supone al analista, pero hay otra forma de pensar esta fórmula, y
es que hay un saber inconsciente, un saber no sabido, hay un saber propio de la cadena
Seminario XI: Lacan habla de la presencia del analista. Freud decía que algo de la
persona del analista aparece ahí, en el momento en que las asociaciones se detienen.
Lacan plantea el esquema de la Nasa, es un circulo que en lugar de estar cerrado, tiene
una parte abierta en el que está la “a”, de lo que se trata no es de lo que entra sino de lo
que sale, de ese lugar salen los significantes, sale el saber, salen las asociaciones, hay un
momento en que las asociaciones se detienen, que ese lugar de salida se tapa, se
detiene, se obtura, en ese lugar de salida está la presencia del analista ahí taponando,
aparece el analista como objeto (a) ahí se detiene la cadena significante y aparece el
objeto, lo libidinal, lo pulsional en juego. Lacan llama este movimiento apertura y cierre del
inconsciente, en ese cierre aparece el analista, “no me sale nada”.
Lacan va a llamar transferencia en el momento en el que se cierra, donde aparece la
presencia del analista, es el momento donde se juega lo pulsional, donde está el cuerpo
implicado.
Acá es donde se pone en juego el deseo del analista, no es lo que el analista quiere, sino
es una posición, que Lacan dice es un enigma (una x), el paciente arma un discurso en
transferencia, ese discurso conlleva un punto de enigma, un punto de no saber, y el
analista debe operar desde ahí.
Cuando Lacan plantea la cuestión de la transferencia hay un cierto riesgo, el analista por
otorgarle un lugar de saber puede ser colocado en el lugar de Ideal del yo (el lugar desde
el cual me mido, pero me mido en tanto quiero ser amado, es el lugar en el cual busco ser
amado), entonces si el analista queda en el lugar de ideal, el paciente va a maniobrar
para proponerse como amado, para parecer amable, para que el analista lo ame. La
salida del análisis tiene que ver con eso, que el paciente se identifique al analista.
Si el analista se pone en el lugar de enigma (de no saber), de ese lugar, uno no se puede
identificar, porque no hay nada en que identificarse.
El deseo del analista también tiene que ver sobre el final del análisis, de la caída del lugar
de saber, para que el paciente se posicione de manera diferente frente a la falta.
En la neurosis (todo neurótico se tiene que arreglar con la castración), el Otro tiene una
falta, el Otro está castrado, el Otro desea, entonces, el neurótico se la tiene que arreglar
con el deseo. Hay una dificultad con el deseo, que haya Otro deseante, que haya Otro
que esté castrado, también supone que el Otro no tiene todas las respuestas, y la
respuesta más importante que me sostendría, no la tiene, ¿que soy yo para ese deseo?,
¿qué lugar ocupo yo para ese deseo?no hay ningún significante en el Otro con mayúscula
que me pueda responder, no sé si soy o no su falta. Ya que el Otro no me puede
responder, el sujeto inventa una respuesta ante la falta en el Otro, ésta respuesta es lo
que Lacan llama “el fantasma”, es esa fantasía primordial diría Freud, que hago para
responderme qué lugar tengo en el deseo del Otro. El sujeto se propone como el objeto
que le falta al Otro (si el sujeto desea es porque le falta algo, entonces me propongo como
ese algo que el Otro perdió).
El Otro perdió un objeto, que es la perdida original, ese objeto que vendría a completar al
Otro, una de las forma de llamarlo es “Objeto a”.
Ante esa falta en el Otro, hay varias respuestas, una es el fantasma, otra es hacer
síntoma, algo que venga a tapar esa falta, porque esa falta me angustia. Otra manera de
tapar esa falta es mediante el ideal, si el análisis termina identificando al analista como
ideal, lo que hago es tapar esa falta. Entonces el análisis no tiene que terminar poniendo
algo de analista como ideal porque tapo esa falta, la salidadel análisis tiene que consistir
en una posición nueva respecto de esa falta. El análisis terminaría por el lado del objeto,
porque por el lado del significante el análisis no termina.14
Lacan introduce una letra Delta (letra griega) que es el sujeto mítico de la necesidad. Lo
que hay antes de la estructura es mítico, es aquello que se pierde. Es el lenguaje que nos
antecede el que introduce una perdida originaria. Esa necesidad es modificada por el
ingreso al lenguaje. Sujeto porque hay alguien que demanda (demanda de amor).
Partimos entonces, de un sujeto afectado por el significante que se va a encontrar con el
punto de intersección (A), que es el cruce con el lugar del Otro. A este punto Lacan lo
define como el lugar del TESORO DEL SIGNIFICANTE, es decir, el lugar donde está la
batería significante, ese lugar es el Otro. En el cruce de la izquierda, s(A), se encuentra
EL SIGNIFICADO DEL OTRO.
La flecha de arriba es LA INTENCIONALIDAD (queremos decir algo) y llegamos a un
punto S(A), que es la producción de un sentido, de un significado pero que Lacan
designa Significado del Otro. ¿Por qué del Otro? Por la sanción. Porque el Otro es el que
sanciona el sentido.
Al final del recorrido del vector nos encontramos con I (A). Esto es EL IDEAL DEL YO.
Este no es el Ideal del yo del Edipo porque aquí estamos en el primer tiempo del Edipo.
Pero Lacan va a decir que es ideal en tanto RASGO UNARIO.
En el medio tenemos m e i (a).
m (moi) es el YO ESPECULAR. i (a) es LA IMAGEN ESPECULAR (del otro) como
semejante. Aquí tenemos el estadio del espejo. Encontramos la primera identificación
en tanto imaginaria.
Hasta aquí podemos decir que tenemos un sujeto que para hablar se va a referir a un
Otro como tesoro del significante, y que va a producir un sentido, pero que es un sentido
que sanciona también el otro y de ese tránsito va a quedar una marca como un rasgo.
Cuando hablamos de moi, hablamos del yo cuerpo, en un principio el yo se soporta en el
cuerpo, no se soporta en otras características. El yo comienza cuando “el niño se
reconoce en el espejo”, es en tanto cuerpo.
Continuamos con la tercera parte. Le agregamos dos líneas. Aparece una d. Arriba dice
Che vuoi? es decir: ¿QUÉ ME QUIERE? Si lo argentinizamos podríamos poner la
pregunta de la Coca Sarli tranquilamente… ¿QUÉ PRETENDE USTED DE MÍ?
Al grafo podemos partirlo de manera vertical, a la derecha tenemos el lado del Otro y a la
izquierda tenemos al sujeto.
Grafo completo.
Lacan incorpora lo que llama “Segundo piso”.
A partir del encuentro con el tesoro del significante no podemos hablar más de necesidad
porque la necesidad queda perdida. A partir de ahora va a ser LA DEMANDA, que es lo
que el Otro va a introducir como respuesta.
En la función de la pulsión está la demanda, porque eso que es la demanda, que es la
respuesta del otro, es lo que va a fijar pulsionalmente al niño.
Enfrente de d (el deseo) tenemos a EL FANTASMA. El fantasma es una
fantasía en busca de la respuesta de que soy para el deseo del Otro. Como el Otro no nos
responde respecto de la falta, porque el Otro también está en falta, el sujeto se posiciona,
se propone como ese objeto que le falta al Otro y que lo completaría, es una escena
inconsciente y es simbólico. Por eso, en el esquema, está enfrentado al deseo. El
fantasma sostiene al deseo. Tenemos que decir que el neurótico vive en un engaño, en el
engaño fantasmático.
Para Lacan, EL FANTASMA es un modo de responder a la angustia que significa el deseo
o la castración del Otro.
Frente a esto, el sujeto no puede quedar angustiado, porque la angustia es un estado
breve. Las salidas van a ser diversas: el síntoma o el acto. Pero, la primera respuesta es
el fantasma.
El objetivo de todo este mecanismo va a estar relacionado con completar al Otro, porque
la angustia aparece porque el Otro está barrado. Entonces “el sujeto se hace objeto en
el fantasma” en función de completar al otro.
En ese punto, Lacan va a localizar al fantasma. Va a decir que la pulsión es un montaje
presubjetivo(la demanda va a fijar ciertos puntos a nivel de la pulsión previo a la
constitución subjetiva, por eso, la pulsión es lo no domesticable). Cuando pasamos al
otro lado y llegamos a este punto, que es la respuesta fantasmática, Lacan va a decir que
el fantasma es un montaje subjetivo.
El SINTOMA
El síntoma es la vía de entrada al análisis.
El fantasma que es inconsciente, es una fantasía que el Sujeto se propone frente al Otro
castrado, es una posición ante la falta del Otro, es ofrecerse como objeto del Otro, lo hace
sentir completo.
Una de las respuestas del Sujeto a la falta del Otro, es el significado del Otro. Lo que va
ahí es el síntoma.
El síntoma es una formación del inconsciente, es un compromiso entre el deseo y la
demanda, pero consideramos que el síntoma es en transferencia, sino no es síntoma.
Para que haya síntoma tiene que haber algo del orden del malestar, y este malestar es
percibido como un cuerpo extraño. Ahí hay una significación que me es desconocida, hay
un saber en juego, hay un “porque hago esto” que se me escapa, porque cuando supongo
que hay una razón que se me escapa estoy suponiendo un saber, ya está la posibilidad
de la transferencia. Eso tiene un sentido que se me escapa, tiene un sentido que yo no
alcanzo ver. Si supongo que tiene un sentido y lo desconozco estoy en el S (A), el sentido
de esto, lo que esto quería decir, viene sancionado del lugar del Otro.
Entonces, el síntoma es un mensaje dirigido al Otro con mayúsculas. El síntoma es una
respuesta del sujeto a la falta del Otro, entonces no hay que suprimirlo porque si no nos
encontramos con la angustia, al síntoma hay que desplegarlo en la cadena significante. El
síntoma es una manera de responder a la falta y a la angustia, a eso que no tiene
inscripción. El sujeto se ofrece como eso que tapona la falta en el Otro, el síntoma viene a
tapar la falta en el Otro a costa de un sufrimiento. En el síntoma hay una posición
fantasmatica frente a la falta.
El síntoma tiene dos caras, una cara significante, es eso que se descifra. La envoltura
formal del síntoma, lo que cuenta no es tanto lo que digo, sino como lo digo y ahí se
descifra. El aspecto significante del síntoma, es un aspecto de relación entre significantes.
Lacan al principio de la obra, va a decir que el síntoma es una metáfora, es decir, que en
todo síntoma encontramos un significante que está sustituyendo a otro y lo que tengo que
hacer es buscar esa conexión, advertir esa relación con los significantes.
La otra cara del síntoma que lo hace diferente a las otras formaciones del inconsciente, es
que tiene un aspecto de goce, de satisfacción pulsional.
El neurótico se pregunta que desea el Otro, y trata de responderse a partir de la demanda
del Otro.
El síntoma es la respuesta que tiene que ser desplegada, la cuestión no es suprimirlo,
sino que hay que darle lugar, y es una respuesta valiosa del sujeto. Freud nos previene
que hay que tener cuidado con el querer curar, sino que hay que desplegar y la cura viene
por añadidura.
Sobre el final de la enseñanza, Lacan plantea que hay un aspecto del síntoma que es
incurable, es decir, hay algo de sexualidad y muerte que no se inscribe, hay algo de lo real
porque no se inscribe en lo simbólico a lo que tenemos que dar respuesta, hay que
arreglársela con lo real, a eso Lacan lo va a llamar “no hay relación sexual”, es algo donde
ese Otro no nos responde, y cada uno responde con su propia invención sobre eso, eso
es el aspecto incurable del síntoma.
Duelo
Es una reacción frente a la perdida. Lacan parte del duelo para explicar la melancolía.
Freud dice que la realidad nos informa de una perdida, y a partir de eso nos obligamos a
realizar un trabajo de duelo, que es retirar las cargas de libido de esos objetos, que las
cargas vuelvan hacia el yo, y luego investir nuevos objetos.
Lacan tiene una concepción del duelo que es diferente a Freud.
Allouch hace críticas a texto de Duelo y Melancolía de Freud. Una de ella es que la
realidad no puede informarnos de la perdida, la realidad solamente nos informa de lo que
hay, y no nos puede informar de lo que no hay, es un límite de lo simbólico. Porque
sexualidad y muerte no se inscribe.
El gran Otro da posibilidades de hacer algo con esa perdida, la posibilidad de inscribir
cosas.
Otra crítica es a la noción de trabajo, para Lacan, no se trata de un trabajo sino que se va
a tratar de un acto. El acto tiene que ver con lo simbólico, es una acción que tiene
implicancias simbólicas, porque resulta de una transformación del sujeto, un cambio de
posición. Algo del orden del acto se tiene que poner en juego en el duelo.
Lacan plantea el acto por la vía del sujeto, no por la vía del yo. Hay sujeto porque hay un
viviente que se encuentra con el lenguaje y tiene que pasar por el lugar del Otro, como
ese viviente resulta capturado en el lugar del Otro, queda dividido. El sujeto, es esa
división que el yo ignora. Ese sujeto es sujeto a partir del Otro, es en el encuentro con el
significante que surge este sujeto.
Este sujeto está afectado de algo, que nosotros llamamos “falta en ser”, que no tiene ser,
no tiene identidad, no tiene sí mismo. El sujeto se identifica a significantes, pero el sujeto
no es ese significante, no tiene ser. Entonces, ese sujeto que es una falta, nace a partir de
Otro, y ese Otro desea porque está en falta, es a ese Otro al cual el sujeto se dirige
preguntando que soy yo para vos y el Otro no tiene con qué responderle. Ese sujeto no
sabe qué lugar tiene para el Otro, y ahí donde el Otro no me responde, inventa una
respuesta y ahí aparece el fantasma, es decir, que ya que no hay ningún significante del
Otro que me diga qué valor tengo yo para el Otro, se va a proponer a él mismo como eso
que le falta al Otro, se va a proponer como su objeto, con gran beneficio para el sujeto,
porque puede hacer algo con la angustia, porque el Otro deja de estar en falta, por lo
tanto está a resguardo de la angustia.
Cuando pensamos el duelo a nivel del sujeto, el duelo tiene esta característica, solamente
puedo estar de duelo, por aquel que me ha alojado en el lugar de su falta. Yo era objeto
de ese Otro, y ahora que ese no está, ¿a quién le hago falta?
Entonces, como el Otro me puso en lugar de su falta, eso es lo que me cuesta perder,
dejar de ser la falta del Otro. Lo que se pone en juego en el sujeto es que el sujeto ha
perdido la posibilidad de ser la falta del objeto del Otro.
El acto tiene que ver con el significante, tiene que ver con un cambio de posición. Pero
también tiene que ver con el objeto y hay que caer de ese lugar de objeto. Todo neurótico
tiene que perder ser el falo de la madre, sino no hay deseo.
El duelo trae un agujero en lo real, e implica todo un esfuerzo poner en juego lo simbólico
para hacer algo con ese agujero.
Pulsión y repetición
En Freud cuando plantea la cuestión de la pulsión de muerte, va a decir, que toda pulsión
es un impulso a volver a un estado anterior, a un estado inorgánico.
Lacan toma dos palabras Tyche: fortuna, Automaton: azar. Cuando habla de Tyche, dice
que hay un encuentro con lo real, con lo inasimilable, con lo que el Otro no tiene
respuesta, no tiene manera de tramitarlo. Y eso resulta traumático porque no tengo
recursos para tramitarlo.
Entonces la Tyche es el encuentro fallido con lo real, es decir, que lo real no lo puedo
inscribir, porque no cesa de no inscribirse, y ahí está el orden de la repetición, eso insiste,
eso vuelve. La repetición es un intento fallido de inscribirse. Entonces la repetición
aparece ligada a lo real.
Automaton es la red de significante, lo que permite tramitar, en la experiencia no se da por
separado.
Seminario 11, Lacan sigue diciendo que estamos determinados por el significante, pero no
puede ser solamente simbólico, porque hay un simbólico en falta, hay algo de lo real en
juego, es un momento que empieza a construir la primacía de lo real.
Que haya algo de real, es que hay un modo de satisfacción pulsional en juego, es decir,
está diciendo que en toda estructura hay algo traumático, Lacan va a terminar diciendo
que “no hay relación sexual”.
Alienación y separación
Son dos operaciones que se dan permanentemente y tiene que ver con lo que se llama
causación del sujeto.
El significante introduce algo que se le escapa, algo que se le va más allá, es decir, que lo
simbolice tiene una falta, no cubre todo. El sujeto surge del significante, pero cuando el
significante no cubre todo ¿qué pasa?
Lacan va a plantear la causa como algo que está por fuera del significante pero que tiene
incidencia, está en el lugar de causa. El sujeto surge a partir del Otro, el sujeto nunca está
primero, primero está el Otro.
El sujeto no encuentra en el Otro ningún significante que lo signifique en tanto tal. Los
significantes pueden representarlo pero ninguno lo significa. Y esto es porque todos los
significantes están bajo la misma ley, existen en relación a otros significantes.
El Otro responde con sentido pero no puede dar esos significantes $ (falta del significante
que no está en el Otro), entonces ese sujeto es una falta, un vacío, no tiene ser.
Hay un significante que lo va a representar, si bien el sujeto está representado, nunca
ingresa como tal, el sujeto tiene que elegir entre el SER o SENTIR, sí o sí siempre pierde
el ser y se ve obligado a elegir el sentido, y esta operación se da por estructura.
Lacan pone acá el sin sentido, este significante determina por fuera del sentido. La
significación implica un corte, que se ponga de manifiesto.
El sujeto surge del significante, el sujeto es una falta, no tiene ser y debido a esto el sujeto
se identifica a un significante (que no es uno solo).
Alienación viene de Alio (en latín, volverse otro), es decir, que surge a partir de ese Otro,
surge a partir del significante. El sujeto no puede estar en la cadena significante sino que
está representado. El sujeto siempre pierde el ser y por estructura tiene que elegir el
sentido.
Separación
El Otro está en falta, no recubre todo, está castrado A, se encuentra que el Otro desea,
está en falta y que no tiene todas las respuestas.
Lacan va a hablar del intervalo, que es la separación entre un significante y otro, y que el
efecto que eso trae es que el sentido se vuelve equivoco (que puede ser uno o el otro
significante), este equivoco se opone a univoco.
Intervalo quiere decir que opera la ley del significante pero que es equivoco. Pero por
sobre todo el intervalo es el punto donde el sujeto se encuentra con la opacidad del Otro,
lo que el Otro no le sabe decir. Y es ahí donde el sujeto se encuentra con el deseo del
Otro, con la falta del Otro.
Al encontrarse con ese intervalo, el sujeto se tiene que inventar la respuesta, es así que
se propone a sí mismo como esa falta que el Otro perdió, eso que hace que se movilice.
Hay un lugar de intersección que es el lugar de la falta del Otro, y la falta del sujeto. El
sujeto puesto en la falta del Otro es el objeto “a”, que es el lugar de la falta de ambos.