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Fuente: Najles, Ana Ruth,


Teoría del sujeto, En: Jacques
Lacan y su aporte a la cultura
contemporánea (2017),
Fondo de la cultura
económica.
La constitución del
sujeto
“El retorno a Freud” fue un propósito
epistémico y clínico de Jacques Lacan
La teoría del sujeto es inseparable de su teoría
del significante, propone que el sujeto es el
efecto del lenguaje.
Lacan plantea en el comienzo de lo que
denomina su enseñanza, que existe un
descentramiento freudiano a partir del
descubrimiento del inconsciente, calificándolo
como verdadera revolución copernicana.
Darwin Freud

Copérnico
En su seminario del año
1954 Lacan plantea que
"El inconsciente escapa
por completo al círculo
de certidumbres
mediante las cuales el
hombre se reconoce
como yo".

O lo que es lo mismo, que


el sujeto no se confunde
con el individuo. Es por
eso que Lacan puede
hacer suya la fórmula del
poeta Arthur Rimbaud
según la cual yo es otro.
Debe diferenciarse en la enseñanza de Jacques
Lacan al sujeto propiamente dicho de otras
nociones tales como el yo, el individuo, la
persona o el ser hablante.

Pero para situar estas diferencias hay que


"servirse de la distinción de planos y de
relaciones expresada por los términos
imaginario, simbólico y real".4

Sujeto del significante, sujeto del inc


(simbólico) //

Yo, narcisismo, sentimiento de identidad,


creencias sobre uno mismo (imaginario)
Al decir de Lacan, "Freud descubrió en el
hombre el peso y el eje de una
subjetividad que supera a la organización
individual -el yo- en tanto que suma de
las experiencias individuales, e incluso en
tanto que línea de desarrollo individual.
Él da una definición posible de la
subjetividad, formulándola como
sistema organizado de símbolos, que
aspiran a abarcar la totalidad de una
experiencia, animarla, y darle su sentido“
(Seminario 2)
Esto nos permite afirmar que el inconsciente
es ese sujeto ignorado por el yo.
Para Freud, el núcleo de nuestro ser no
coincide con el yo.
El yo es definido por Lacan como un objeto
particular en el interior de la experiencia del
sujeto, y que cumple una función imaginaria.
El yo como unidad, junto con la conciencia
como ilusión, pertenecen a la dimensión
imaginaria. “La conciencia es algo que se
produce cada vez que tenemos…una superficie
tal que puede producir lo que llamamos una
imagen”.
Es por eso que Lacan definirá al yo como la
imagen del cuerpo, forma unificada
proveniente del semejante, pero que
requiere a su vez la intervención de un
tercero, que Lacan ubica en el
inconsciente-sujeto-, y que constituye el
orden simbólico u orden significante como
tal, y al que denomina gran Otro.

Ya en su texto de 1949 sobre el espejo,


Lacan acentuaba “el hecho de que el ser
sumido en la impotencia motriz y la
dependencia de la lactancia (…) asumiera
su imagen especular jubilosamente (…)
manifiesta la matriz simbólica en la que el
sujeto se precipita en una forma
primordial antes de objetivarse en una
dialéctica de identificación con el otro”.
Es en el estadio del espejo donde Lacan sitúa
ese momento de constitución del sujeto y del
yo, por la vía de la imagen anticipada como
unidad en el espejo, y la mirada del Otro
portador de las palabras. Eso significa que el ser
hablante se constituye en las tres dimensiones:
imaginario, simbólico y real.

Por su parte, la persona es un término del


lenguaje común que se usa genéricamente para
hablar del individuo.

Lacan ligaba ese término con el de máscara (valiéndose del


origen etimológico latino del sustantivo persona, que
significa “máscara de actor”), para dar cuenta de su relación
con el semblante en tanto este participa de lo imaginario y de
lo simbólico, vale decir, de lo ficcional.
En cuanto al ser hablante, es una noción
utilizada por Lacan en su última
enseñanza. Es la consistencia que, al decir
de Lacan en su seminario 22 se fabrica, se
inventa.
O sea, que el ser hablante se constituye
por el anudamiento de las tres
dimensiones imaginario, simbólico y real.
Lo real le agrega al sujeto del significante
(en tanto simbólico), y al yo (en tanto que
imaginario) la parte de vida del cuerpo
que el sujeto excluye por su constitución
misma.
El ser hablante supone, entonces, la
captura del viviente, de la vida del
organismo, en las redes del significante. En
otros términos, el ser hablante es el
resultado de fundir la teoría lacaniana del
sujeto con la concepción freudiana de la
libido y el aparato de las pulsiones.
LA TEORÍA DEL SUJETO DE LACAN OBJETA,
ADEMÁS, TODA INTERSUBJETIVIDAD. PRIMERO,
PORQUE EL SUJETO ES DEL INCONSCIENTE;
SEGUNDO, PORQUE EL INCONSCIENTE ES EL
DISCURSO DEL OTRO, Y , POR LO TANTO, EL
SUJETO ES HABLADO POR EL OTRO, DE TAL
MODO QUE DOS SUJETOS NO “CONVERSAN”
ENTRE SÍ, SINO QUE CREEN COMUNICARSE
CUANDO EN VERDAD CADA UNO DE ELLOS ESTÁ
CAUTIVO EN EL MALENTENDIDO DE SU PROPIO
INCONSCIENTE.

ESTE OTRO, DEFINIDO DE ENTRADA POR LACAN


COMO EL TESORO DE LOS SIGNIFICANTES, NOS
TRAE NUEVAMENTE A LA CONSIDERACIÓN LA
“ESTRUCTURA” DEL SIGNIFICANTE DE LA
ENSEÑANZA DE LACAN. PARA DAR CUENTA DE
ESTA ESTRUCTURA, EL SE APOYÓ EN LOS
DESARROLLOS DE LA LINGÜÍSTICA ESTRUCTURAL
DE FERDINAND DE SAUSSURE Y EN SU
CONCEPCIÓN DEL SIGNO LINGÜÍSTICO
CONSTITUIDO POR SIGNIFICANTE Y SIGNIFICADO.
Según J. Lacan, el descubrimiento de Freud es el de
las incidencias, en la naturaleza del hombre, de
sus relaciones con el orden simbólico.
Es decir, que es el mundo de las palabras el que
crea el mundo de las cosas. Si el hombre habla es
porque lo simbólico lo ha hecho sujeto, dado que
la palabra es un don del lenguaje.
Vemos aquí que el sujeto es efecto, entonces, del
orden simbólico, definido como la articulación
significante misma. Decir que el sujeto es efecto
de la articulación significante equivale a afirmar
que, en cualquier discurso, el sujeto está en el
lugar de la significación.
En las entrevistas preliminares por ejemplo,
pasamos de escuchar los hechos a escuchar los
dichos de los sujetos y, a partir de ello, situar el
decir, localizar la posición subjetiva.
Enunciado//Enunciación
Si el inconsciente del sujeto es el discurso
del Otro.

Con esto se refiere también al hecho de que todo objeto


y toda realidad se constituyen también como
consecuencia de esta prevalencia del orden significante.

Estructuración del sujeto por el


significante

El orden simbólico es constituyente para


el sujeto
El significante es el símbolo de una ausencia, y esa ausencia
es lo que indica la existencia del sujeto.
Es decir, se trata de un sujeto falta en ser, ya que su ser es de
pura ausencia. Por eso Lacan utilizará la escritura S tachada
para escribir al sujeto del inconsciente como sujeto dividido.
Y es por eso también que “el yo viene a servir en el lugar que
ha quedado vacío para el sujeto”
En un texto de 1956, 13 Lacan escribe que “el hombre antes
de su nacimiento y más allá de su muerte está atrapado en la
cadena simbólica", ya que "está tomado, en su ser mismo,
como un todo en el juego del significante, pero a la manera
de un peón.
(. . .] Este orden de prioridades debe entenderse como un
orden lógico. [. .. ] Esta exterioridad de lo simbólico con
relación al hombre/sujeto es la noción misma de
inconsciente‘’.
Lo más propio e íntimo se presenta como lo más ajeno y
exterior.
Esto es lo que distingue a la
experiencia analítica de toda
experiencia fundada en el
'"conócete a ti mismo", ya que no
hay un "sí mismo" para el ser que
habla, puesto que ese “sí mismo" es
siempre Otro. Es lo que
denominamos división del sujeto, y
que determina al sujeto como
transindividual.
Es por la identificación a un
significante del Otro que el sujeto
del psicoanálisis se constituye de
entrada como no idéntico a sí
mismo.

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