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UNIDAD 1: CONSTITUCIÓN SUBJETIVA: SUJETO DEL INCONSCIENTE

1. Recorrido e historia de un sistema de pensamiento

Lacan nació en 1901 en Francia. En 1964 fundó la Escuela Freudiana de París. A lo largo de su vida dictó seminarios muy
acudidos y en 1966 sus escritos fueron recopilados. Lacan no se trazó como objetivo reinventar el Psicoanálisis, sino
RETORNAR A FREUD.

El punto de partida: “El psicoanálisis solo es posible si se entiende al inconsciente estructurado como un lenguaje.”

Es decir, es isomorfo con respecto al lenguaje en lo que respecta a su estructura y Freud lo descifra constantemente, así
como los mecanismos de condensación y desplazamiento. Los descubrimientos Freudianos, en opinión de Lacan, solo
pueden demostrarse bajo ese axioma, dándole orden, claridad y lógica al descubrimiento del inconsciente.

Freud había intentado reabsorber el psicoanálisis en las ciencias de la naturaleza. Para Lacan, no hay Teoría sobre el
inconsciente, sino una Teoría de la Práctica analítica y la estructura de esta práctica se reconoce como la del inconsciente. El
analista forma parte del concepto del inconsciente.

2. Puntos de referencia de Lacan

Comienza su enseñanza con su texto “Función y campo de la palabra y el lenguaje en Psicoanálisis”. Antes era psiquiatra. Su
primera gran tesis en Psicoanálisis fue hacer de lo IMAGINARIO la dimensión propia de la experiencia analítica.

Escisión del Psicoanálisis: Lacan introduce su AXIOMA y la diferenciación de lo simbólico, lo imaginario y lo real.

Lo simbólico es lo esencial en la experiencia. Reviste seminarios de textos de Freud (cada año una o dos obras de estas) y la
validez de las estructuras del lenguaje en ellos. Introduce su álgebra: un ORGANON

Luego de la segunda escisión, no remite a Freud sino que comienzan a ser sus propios términos los importantes:

• $: sujeto barrado
• A: Gran Otro
• a: Objeto “a”

Enseñanza propiamente dicha. Lacan elabora una metodología y términos de su experiencia, y diferencia y retoma lo
simbólico, lo imaginario y lo real. La categoría esencial es lo real.

Lacan manifiesta que entró al psicoanálisis gracias al Estadio del Espejo: este remite al interés lúdico de un niño entre 6 y 18
meses ante su imagen especular. Se diferencia del animal, ya que reconoce su imagen como propia y se interesa en ella.
Alude a Bolk: “el lactante humano es un prematuro fisiológicamente inacabado”. Está en desamparo. El niño goza entonces
de reconocer esa imagen como suya porque la completud que esta le devuelve le permite anticiparse a su propio logro.

La imagen es suya y al mismo tiempo la de otro (por estar en déficit respecto de ella, o sea, que si no hubiera un espejo –un
otro- que le mostrara esa supuesta completud, nunca la conocería ni trataría de buscarla). Es por esto que queda
CAPTURADO por esa imagen y se IDENTIFICA con ésta. Esto conlleva una ALIENACIÓN IMAGINARIA a la imagen de otro, que
resulta constitutiva del Yo y permite configurar una IMAGEN ORTOPEDICA del cuerpo (ortopédica porque la usa, pero no es
de él, así como la “bota ortopédica”: es algo ajeno que nos permite caminar cuando nuestra pierna no puede hacerlo por sí
sola). El desarrollo del ser humano está escondido por identificaciones ideales desordenadas. Lo imaginario está inscripto.

¿QUÉ SUCEDE CON EL YO?

La teoría del Yo (moi) iba en contra del psicoanálisis anglosajón. Hartman, Lowenstein y otros reinterpretaron a Freud según
la segunda tópica (Yo – Súper yo – Ello). Los psicoanalistas europeos trasladados a EEUU consideraron la unificación de las
teorías y tomaron al YO como el centro de la personalidad de modo tal que reforzando a éste y sus defensas y recursos, el
paciente caería en la realidad.

Esto va en contra del abordaje del yo a partir del Estadio del Espejo:

El yo no es unificador ni unificado. Es un desorden de identificaciones imaginarias, que en la cura analítica aparecen


continuamente. Es una trampa, esta constitutivamente desintegrado: EL YO ES UN DESORDEN.

Dificultad de la teoría: La relación imaginaria del Yo con el otro es fundamentalmente mortífera. Solo hay lugar para uno. O
soy Yo o es el otro. Esto (en esta época de Lacan) sólo tiene un desenlace identificatorio, es decir, alienante. Lacan va a
trabajar con el concepto de IMAGO: imagen sensible, cargada de subjetividad, a modo de un conjunto de rasgos
organizados y tipificados. Con este concepto la ambigüedad se desvanece.

Respecto de la agresividad ambivalente: en la vida cotidiana se comprueba la agresividad ambivalente del hombre respecto
a su semejante, que es siempre aquel que lo suplanta, siempre es aquel que está en su lugar, justamente porque es su
semejante, es decir porque es otro siendo a la vez él mismo. Si hay lugar solo para uno, y este lugar lo ocupa el otro,
promueve mi agresividad. Lo daño, le reprocho que es él quien está en ese lugar, pero a la vez me daño y reprocho a mí
mismo por NO ser yo el que está en ese lugar. Ahí la ambivalencia.

Cabe destacar que la relación del hombre con su objeto es paranoica: el objeto le interesa en la medida que en que el otro
está dispuesto a quitárselo.

PLANO SIMBÓLICO

La enseñanza de Lacan comienza con lo simbólico y lo imaginario, diferenciando al hombre, al Yo (dimensión imaginaria) y al
Sujeto (posición simbólica). Partiendo de la dialéctica y la cibernética, lo simbólico tiene dos vertientes:

VERTIENTE DE LA PALABRA VERTIENTE DEL LENGUAJE


La estructura como significación La estructura sin sentido
Mientras la relación imaginaria es de rivalidad mortal, la Orden Simbólico como conjunto diacrítico (los elementos
función de la palabra es pacificadora, opera identificaciones adquieren valor con respecto a los otros) de elementos
salvadoras que permiten superar la rivalidad imaginaria. La discretos y separados. Si se los considera separadamente
palabra tiene función de mediadora entre los sujetos y están privados de sentido. Forman en su conjugación una
apaciguadora de lo terrorífico (en el estadio del espejo). estructura articulada, combinatoria y autónoma. Esta
Relacionada con la significación ya que confiere un valor estructura no tiene origen, y los elementos solo valen unos
diferencial a un signo respecto de otro. en relación a otros.
Toda palabra es un llamado a una respuesta; implica el
compromiso del sujeto en el discurso. La respuesta viene del La enseñanza de Lacan se opone a toda idea de
Otro, de ahí la índole evocativa y pacificadora.
Psicogénesis ya que la estructura de la que habla Lacan, no
El síntoma surge por un defecto en la simbolización, tiene un origen, no se puede hacer su génesis; está siempre
opacidad del sujeto por no ser verbalizado. El síntoma se ya allí, puesto que los elementos solo valen uno en relación
deshace entonces al pasar a palabra (Todo lo que no se pone a los otros. No hay adquisición progresiva del lenguaje. Los
en palabras, se pone en acto). La cura analítica es vista como niños pequeños utilizan formas del lenguaje sumamente
la cura de simbolización, es decir, un proceso intersubjetivo elaboradas sintácticamente. Lacan retoma la teoría de los
en el curso del cual el sujeto es llevado a restablecer la estadios de Freud y demuestra que no hay adquisición
continuidad de su historia, la cual estaba interrumpida por el progresiva del lenguaje, sino que la estructura del lenguaje
síntoma. preexiste a la entrada del sujeto en esta estructura. Sea cual
sea el aprendizaje, el sujeto no modifica esta, sino que debe
“El inconsciente era un capitulo censurado de la historia del someterse a ella.
sujeto”: la cura opera porque permite dar significación
retroactiva a lo que permaneció opaco para el sujeto en su Se relaciona sobre todo con el sin-sentido.
experiencia.

LACAN ELABORA TRES ASPECTOS COMUNES DE LO SIMBÓLICO

El significante actúa sobre el significado (lo crea) y es a partir del sin sentido del significante que le da la significación
(producción constante de significados). Rectifica así la igualdad que plantaba antes Saussure entre significante y significado.

Cadena significante: sirve para dar cuenta de la sobredeterminación en la que se ve la condición de toda formación del
inconsciente. Freud introdujo el concepto de instinto de muerte (es decir que se intentaría volver a un estado inorgánico).
Lacan señala que el automatismo de repetición, en el sentido de Freud, vehiculiza una huella imborrable, que el
inconsciente está constituido por esta huella de la cual el sujeto no logra desembarazarse. Se cree que el inconsciente tiene
que ver con la memoria y que hay algo fundamentalmente inadaptable. El inconsciente no resiste, sino que repite, dice
siempre la misma cosa. Lacan señala dos tipos de repeticiones:

- Tyché: encuentro fallido con el objeto. Involucra lo real. Es una repetición porque sucede varias veces en la vida,
siempre se repite algo de lo que no se puede nombrar.

- Automatón: repetición a nivel de la cadena de significantes. Involucra lo simbólico.


Lacan hace funcionar a lo simbólico, a la estructura íntegra como un término. Mira como la relación entre la estructura
simbólica y la del sujeto se diferencia de la relación imaginaria del yo con el otro semejante.

LACAN DA LUGAR A DOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES:

- Otro (A): Es el Otro del lenguaje que está siempre ahí. El del discurso universal, de todo lo dicho en la medida en que
es pensable. Funciona como referencia: Hay que estar de acuerdo en algunos puntos fundamentales para poder
escucharse; ese Otro de la buena fe supuesta está presente a partir del momento en que se escucha a alguien o que se
le habla a alguien. Es el Otro de la cultura, de la palabra, locutor fundamental. Es el código donde se elabora el
mensaje, y el emisor recibe su mensaje del receptor en forma invertida. El Otro es cuyo inconsciente es el discurso,
que en el seno de mí mismo me agita, es el Otro del deseo inconsciente, ese deseo opaco al sujeto, acerca del cual
puede que se le informe en la cura analítica: PERO NADIE SINO EL SUJETO MISMO PUEDE INFORMARSE DE SU DESEO.
El Otro es la dimensión de exterioridad que tiene función determinante para el sujeto.

- otro (a): Es el otro reciproco, semejante y simétrico al Yo imaginario.

OTROS DATOS IMPORTANTES

Lacan es estructuralista radical. Sin embargo, difiere con los demás estructuralistas es que su concepto de estructura
visualiza a esta como ANTINÓMICA y DESCOMPLETADA. La diferencia principal es el concepto de “falta”, principal en la
teoría de Lacan: es un lugar vacío, de ausencia, un lugar donde no hay nada, es un agujero que siempre está presente. Es
decir, que en la teoría lacaniana la estructura está descompletada porque tiene un lugar vacío que permite ciertas
permutaciones, ciertos cambios.

¿Cómo puede constituirse el sujeto en el lugar del Otro que preexiste? La estructura de Lacan es aquella que captura a un
viviente particular, teniendo consecuencias en su cuerpo, esclavizando al sujeto. El significante tiene efecto de
desvitalización sobre el cuerpo; lo mortifica.

Las necesidades en el hombre están completamente transformadas en él porque habla, porque dirige demandas a Otro (al
Otro omnipotente de la demanda). El amor para Lacan es dar lo que no se tiene, habiendo un intervalo entre necesidad y
demanda (demanda de amor, de presencia permanente) y en ese intervalo algo que escapa, y este es el deseo.

Se sustituye la necesidad por el significante. La demanda al Otro tiende, por su propio movimiento, a convertirse en la
demanda pura de respuesta del Otro (de que el Otro este ahí siempre para responder, para dar una respuesta de amor), allí
se inserta el amor. Entonces el amor está más allá de la satisfacción de la necesidad (lo que buscamos es que el Otro
responda, independientemente de si esta respuesta nos hace bien o no): allí está la IDENTIFICACIÓN SIMBOLICA. A partir del
significante de la respuesta del Otro es que se opera la primera identificación del sujeto.

LOS TRES REGISTROS

Lacan es estructuralista, y es desde allí que define a la Estructura como un conjunto de elementos covariantes, es decir que
es un CONJUNTO porque se caracteriza por reunir ciertos elementos y dejar otros de lado (no cualquier cosa puede entrar
en ese conjunto; lo que anula el concepto de Todo), estos “ciertos” elementos se distinguen por el hecho de que si varía
uno, varían los demás. Esto explicaría la covarianza.

Por otro lado, plantea que la Estructura es Descompletada en el sentido de que siempre va a haber un lugar vacío, una
“hiancia”, o una FALTA. Decimos descompletada y no incompleta ya que no existe una “pieza perfecta” que alguna vez nos
complete totalmente, sino más bien que esta hiancia permite ciertas permutaciones, es decir que lo que está en lugar vacío
puede cambiar. El vacío no es único, sino que puede designar distintas cosas: es una FALTA por ESTRUCTURA, y ésta permite
la circulación de los elementos dentro de ella.

Su concepto de Estructura se organiza en torno a la existencia de tres registros u órdenes: real, imaginario y simbólico.
Ninguno de los registros tiene jerarquía por sobre los demás, pero sí hay momentos o situaciones donde uno de los
registros predomina sobre los demás, pero esto es contingente (nunca el predominio es total).

La constitución subjetiva es explicada entonces, como una “estructura dinámica” que tiene anudadas estos tres registros.
Lacan va a denominar esta yuxtaposición (nudos) entre los registros: “NUDO BORROMEO”. Lo que siempre se mantiene es
el lugar de la Falta, ya que está siempre en el centro: todos los registros tienen un punto de Falta.

La naturaleza humana y la subjetividad van a depender de la articulación particular de los tres registros, en cada sujeto.
Lacan se sirve de este nudo, para hablar de estos 3 registros, colocando al objeto a en el centro: es un vacío, un hueco
estructural, una falta, que hace referencia al objeto perdido en Freud, para Lacan nunca existió. Sirve a dos fuerzas: el deseo
y la pulsión. Produce la realización parcial del deseo y la satisfacción parcial de la pulsión. El objeto a, es el que causa el
deseo, la falta produce el movimiento.

 REGISTRO IMAGINARIO

Es el reino de la imagen, que está relacionado con las ilusiones (totalidad, síntesis, autonomía, dualidad, semejanza) y con la
realización alucinatoria del deseo. Su función es brindar una completud aparente e ilusoria que viene a tapar la falta.
Desconoce lo real ya que aquí se considera que el todo es posible: Imaginario de creer que, si tenemos ESO, tenemos TODO.
Todo es posible, todo puede lograrse.

Lo imaginario es efecto de lo simbólico.

En el narcisismo se observa un predominio excesivo de este registro, ya que se relaciona con el Yo moi a la manera de un Yo
ideal freudiano, es decir “un lugar de engaño, de mentira, de ficción” debido a que la función del yo moi es la del
desconocimiento de la falta.

Aspira a gobernar al sujeto, lleva la ilusión de completud. El sujeto dice yo soy esto… pero este yo es ilusorio. El yo
pertenece a este registro, el yo no está integrado, es un DESORDEN DE IDENTIFICACIONES IDEALES, es una construcción que
se forma en el estadio del espejo.

 REGISTRO SIMBÓLICO

La primera alienación es simbólica, ya que somos tomados por el mundo de la cultura antes de nacer. Nos hablan, nos
colocan expectativas, nos alienan. Esto es debido al estado prematuro en que nace la cría humana, necesitando de Otro
para poder sobrevivir. Otro que escribiremos con mayúscula, como Gran Otro o como A. En un primer momento, es la
función materna que nos abraza y nos permite la vida al tomarnos en su deseo. Es el deseo de Otro el que posibilita la vida.

Es todo el registro de lo inconsciente, el mundo simbólico implicaría cultura, leyes, reglas, que se transmiten, el cual Lacan
lo considera como una estructura: es identificada con A, el gran Otro simbólico, que va a tener el código. La estructura ya
nos está esperando

Lacan habla de sujeto: alguien sujetado a la estructura del lenguaje, que es producto del lenguaje, que lo produce como
sujeto. No hay ser hablante, que no este sometido a este orden simbólico. El destino de un sujeto, aun marcado antes de
nacer.

Para Lacan, lo simbólico se caracteriza precisamente por la ausencia de una relación fija entre significante y significado. No
hay complementariedad entre significante y significado, entre sujeto y objeto. Lo simbólico es esencialmente una dimensión
lingüística, dado que la forma básica de intercambio es la comunicación (el “intercambio de palabras”).

Pero Lacan no equipara totalmente el orden simbólico con el lenguaje; este también involucra las dimensiones de lo
imaginario y lo real (todo lenguaje es simbólico, pero no todo lo simbólico es lenguaje; ej. Psicóticos). La dimensión
simbólica del lenguaje, sí, es la del significante; en ella, los elementos no tienen existencia “positiva”, sino que están
constituidos “negativamente”, por sus recíprocas diferencias (cada uno es lo que el otro no es). Los significantes son pura
diferencia, es decir, un significante nada vale por sí mismo, sino en su articulación con otros significantes (por ello decimos
que tiene un valor relacional)

Dice Lacan que solamente si trabaja en el orden simbólico el analista puede producir cambios significativos en la posición
subjetiva del paciente; seguramente, estos cambios generarán también efectos imaginarios, pero porque lo imaginario está
estructurado por lo simbólico: el orden simbólico es el determinante de la subjetividad, y el reino imaginario de las
imágenes y las apariencias (siempre engañosas) es solo un efecto de lo simbólico.

Lo simbólico apacigua la angustia (pertenece al registro de lo Real), en tanto, da cuenta de un límite, de una estructura
tríadica. Lo simbólico posibilita poner en palabras la angustia, y de este modo se puede aliviar. Siempre debemos tener en
cuenta que es imposible decir todo, poner todo en palabras (por ello, en el registro simbólico también hay falta)

 REGISTRO REAL

Es lo imposible lógico, lo imposible de explicar a través de la palabra, lo que vuelve siempre al mismo lugar. Es el reino del A.
No es la realidad, esta está sostenida en la fantasía. El fantasma cubre a la realidad, creamos una realidad fantasmática, esta
realidad fantasmática tapa lo real, va a ser como un montaje.

La realidad va a funcionar como aquello que nos permite desconocer lo real, construida por lo simbólico e imaginario, y lo
real relacionado con lo imposible, lo que no imaginaba, no conocía.

Lo real tiene que ver con lo que no se puede poner en palabras, no se puede imaginar, se nos presenta como un vacío, lo
que más nos acerca a lo real es la angustia. Es imposible de integrar en el orden de lo simbólico, lo real quiebra entre lo
imaginario y lo simbólico.

Lo real en Freud es la energía no ligada.

EL OBJETO DAS-DING: “LA COSA”

“Leyendo el seminario, nos encontramos con dos capítulos para pensar das Ding, La Cosa. No cualquier cosa, Sache, sino ‘La
Cosa’. Para entender mejor esta diferencia entre das Ding y Sache leímos la conferencia de Heidegger. En dicha conferencia
Heidegger habla de un vacío consistente; usa la metáfora de la vasija, lo que hay dentro de la vasija es vacío. No es lo mismo
“nada” como vacío, que no ser nada. Dicho vacío señala la falta. Das Ding sería algo así como ese objeto añorado que nunca
se tuvo, por el que se sufre, que no estuvo jamás en ningún lado. Tal vez sólo se pueda bordearlo. Ese vacío nos confronta
con la falta en ser. Podemos bordear das Ding, como la vasija bordea el vacío. Lacan al principio lo remite a la madre, luego
como objeto causa, finalmente como objeto a.” Patricia Gorocito

Para Lacan: “el basurero de los significantes”, eso que tiene un hueco y almacena cosas diferentes a él.

“La cosa” termina siendo relacionada con el A; es lo que ordena, se relaciona con lo que no se inscribe, con la compulsión a
la repetición. La esencia de la cosa pasa por el vacío y tiene la capacidad de almacenar algo diferente a ella: “La metáfora
del alfarero”, es decir, de un montón de arcilla que no tiene forma, se moldea una vasija, siendo el hueco interno lo que la
convierte en vasija. El vacío se relaciona con la falta de ser y la arcilla con el lenguaje. Así, la vasija puede contener distintos
líquidos que no son de arcilla, que son distintos a ella. Pero, ¿cuál es el líquido que contendrá? Esto depende de ella. (Ej. En
la taza ponemos café o bebidas calientes y en el vaso ponemos agua, bebidas frías). Entonces, lo que se contenga va a
depender de cómo está estructurado el Inconsciente de cada uno.

La pulsión se relaciona con lo Real, ya que es autoerótica (se satisface en el propio cuerpo), y porque la pulsión no se puede
poner en palabras completamente.

Das Ding es un concepto trabajado por Freud. Deriva del latín: “la causa”. Está relacionado con la primera vivencia de dolor
y satisfacción. Se define sobre el fondo del complejo del prójimo y se diferencia del Objeto Die-Sache:

DAS-DING DAS-SACHE

“Lo inadmisible” “La cualidad”


Lo irrecuperable, lo vivido como ajeno, terreno ajeno al de la
representación, fuera de significado y anterior a toda represión. Por Ligado al cuerpo, “el atributo”. Las
eso el sujeto se dirige a buscar aquello que le falta y cree que tuvo: lo representaciones que nos podemos hacer de las
imposible de ser imaginado. Lacan finaliza diciendo que el das-Ding es cualidades de las cosas. El lado de la
el Gran Otro del cual no tenemos representación. Es lo que ordena y representación: determina si una experiencia es
comanda la pulsión y el deseo, tiene que ver con el registro de lo real, placentera o no. Representación de algo en el
aquello que no se inscribe, ya que no todo lo inconsciente tiene orden de lo simbólico: la representación de una
inscripción, lo que no se inscribe se relaciona con la compulsión a la manzana roja, jugosa, grande, etc. Las cualidades
repetición. que le demos, van a ser las únicas vías por las
cuales nos acercamos a la cosa.
La cosa es la falta en sí misma.

Este das ding, va a causar al sujeto, la cosa como algo inasimilable, en los sueños hay algo de lo no reconocido, que no se
puede atrapar: antecedentes del objeto a.

Este das ding, es como una perdida que nunca se va a alcanzar, esta cosa es lo que va a mover al sujeto, es lo que va a
escapar de las ligaduras del significante.
Por un lado comanda, y por otro lado escapa. La cosa queda como lo mas externo, pero lo más íntimo (extimo, tiene
continuidad con el afuera), va a estar con nosotros, va a tener un componente inasimilable.

El gran Otro el que nos dio un lugar, un espacio, como el artesano que nos da el hueco, la cosa es algo mudo, que también
tiene que ver con el registro de lo real.

EL SUJETO DEL INCONSCIENTE (Yo – Jè)

Somos a partir del Gran Otro, de su deseo, y por lo tanto el Gran Otro está incorporado en el inconsciente. El sujeto es un
ser hablante, somos sujetos en la medida en la que hablamos y somos hablados antes de nacer. O sea que desde antes de
nacer estamos tomados por lo simbólico, rodeados por los significantes (pura diferencia que cava un surco en lo real). El
sujeto que habla no es amo y señor de lo que dice; no hay nada que uno diga en lo que pueda NO proyectar algo
inconsciente. Nosotros somos sujetos del inconsciente, y este está estructurado como un lenguaje.

El sujeto del inconsciente es una falta en ser y un ser en falta: tiene una falta estructural, no hay nada que lo defina como
ser, ningún significante que lo signifique por completo. Es la falta la que provoca el no saber que hay detrás del deseo (es
decir, que no podamos poner nuestro deseo en palabras, que no sepamos realmente lo que deseamos). Así, entendemos el
objeto como causa y motor del deseo.

YO (JE) YO (MOI)
Sujeto que habla desde su estúpida e Conjunto de identificaciones idealizadas, desordenadas a la manera de un cuadro
inefable existencia y no sabe lo que surrealista, que entrañan una falta. Con estas identificaciones hemos sido
dice. mirados. Conformado a partir de la identificación a la imagen del otro semejante.

El Yo Lacaniano (moi) es definido como una trampa, esta constitutivamente desintegrado y busca completud, es negador de
la falta.

ALIENACIÓN Y SEPARACIÓN (SEMINARIO 11)

Son operaciones constitutivas del sujeto, son fundantes, pero se dan a lo largo de toda la vida. Consiste en un momento de
cambio, pasar de un estado a otro. El sujeto se constituye en función al gran Otro.

Para explicar las operaciones, Lacan toma los círculos Euler:

 ALIENACIÓN:

Cuando decimos que somos hablados desde antes de nacer, nos referimos a que incluso desde antes de que nos
constituyamos como sujetos, somos alcanzados por un significante, por un signo (S1) que condensa en sí los Ideales del Gran
Otro I(A), todo eso que se espera que seamos. Este significante nos presta una “Identidad” –m- con la que nos podríamos
manejar, si no fuera porque la misma es ilusoria; este S1 se conforma por identificación al rasgo y sirve como imagen que
recubre al objeto a -i(a)- pero lo cierto es que nada significa porque no forma parte de ninguna cadena. Entonces
necesariamente va a necesitar del Gran Otro sin barrar –A- para que este le otorgue un sentido – s(A)-, ya que el A tiene:

- S1: Significante amo. Rasgo Unario. Ideales pre-edípicos


- S2: Significante del saber. Rasgo Binario. Sabe porque estoy acá

Es decir, el campo del Otro contiene la cadena significante (S1, S2, S3, S…). Vemos así que la única posibilidad que tiene el
sujeto de salir del sinsentido con el que comienza, es sumergirse en el campo del A, bañarse de lenguaje. Solo podemos
acceder al mundo en forma de objetos: siendo tomados como objeto de deseo del A. Yo me voy a ir hacia el Otro, me
enajeno, me reúno para que me dé el sentido a las cosas que están en mi y son una incógnita. Este gran Otro me da un
sentido y a todo lo que yo creo que necesito. En esta operación de alienación el sujeto está OBLIGADO a reunirse con el
gran Otro.

Por eso mi constitución se da en función con el Otro, en una cadena de significantes.


Este momento de búsqueda del A, de alienación al campo del A, Lacan lo representa a través de una operación matemática
obtenida de la teoría de los conjuntos llamada reunión, la cual dictamina que, si dos conjuntos se integran, los términos
repetidos se pierden.

Entonces en la alienación el sujeto está obligado a REUNIRSE con el A, perdiendo los términos en común (el S 1), perdiendo
lo único q tiene. Queda en AFANISIS (hueco, vacío, falta). Afanasis tiene que ver con lo inconsciente, remite a represión
primaria de Freud. Hay un saber que falta, un saber del que nada se sabe, ese es el inconsciente. El sujeto va a aparecer
pagando un precio (desaparición, el ser queda amputado, queda anonadado) para alienarse. Al alienarse con el gran Otro,
se petrifica de tanto lenguaje. No es una desaparición concreta, sino que se desvanece la posibilidad de ser sujeto. No hay
otra posibilidad de ser sujeto por nosotros mismos (afánasis).

¿Por qué querríamos entonces reunirnos con el A si vamos a perder el significante que nos significaba? Porque si no lo
hacemos perdemos no solo el S1, sino también la vida. Aquí entra en juego el concepto de la lógica, el vel (disyunción)
alienante, que se diferencia de las otras dos disyunciones posibles en la lógica:

a) Vel exluyente: implica lo uno o lo otro, pero no ambos. Ej. “vamos al cine o al teatro”.
b) Vel incluyente: disyunción que no impide que sean las dos cosas a la vez. Ej. “se contratará como secretaria a una
srta que sepa hablar inglés o francés”.
c) Vel alienante: también implica lo uno o lo otro, sumado a la condición de que si se elige “Z” se pierde “X”, pero si se
elige “X” se pierden “X” y “Z”. Ej. “la bolsa o la vida”.

Esto es la elección forzada de la que habla Lacan: no tenemos posibilidades de elegir quedarnos con esa Identidad ilusoria
que nos prestaba el S1, quedarnos siendo nada más que un objeto, siendo todo lo que el A quiere que seamos. No podemos
elegir el ser, porque en realidad los sujetos no tenemos ningún ser, no hay ningún significante que por sí solo pueda decir
“el hombre ES esto”, siempre va a quedar algo más por decir de ese sujeto. Un ejemplo claro sería el del nacimiento:
durante la gestación el bebé está dentro de la madre, ES un objeto que forma parte de la madre y no tiene falta. Pero si
luego de 9 meses el bebé no nace, se muere. Es decir, si el sujeto no elige nacer en el mundo, si elige la bolsa, pierde la vida
y la bolsa. Es así que se ve obligado a elegir el sentido y perder el S1; queda condenado a una vida cercenada.

Entonces, es la conexión metonímica de S1 con S2 lo que produce la falta en ser. Esta falta es el Inconsciente, el cual queda
totalmente vaciado. Será un borde, el borde entre S1 y S2. Esto es lo que significa la frase de Lacan que dice: “el vel alienante
que condena al sujeto a solo aparecer en la división”. Es decir, ese lugar de falta que surge luego de la alienación, luego de
que el bebé queda sujeto a los significantes del A, es lo que posibilita que ahí donde había un SER, donde había nada más
que un objeto, pueda emerger un sujeto del inconsciente, un sujeto barrado.

 SEPARACIÓN:

El sujeto queda capturado por el significante, ha quedado desvanecido como sujeto, va a buscar reaccionar y aparecer luego
en la operación de SEPARACIÓN.

Hay una INTERSECCION DE 2 FALTAS, por un lado, el sujeto encuentra que el GRAN Otro no es tan completo, que tiene una
falta: porque me deseo (alguien que desea algo, es porque le falta algo).
No es un gran Otro que tiene todo como en la alienación. No solo tiene una falta, porque me deseo a mí, sino porque
también desea otras cosas. Esto es constitutivo del sujeto, va a aparecer en cualquier momento (como con los padres en la
adolescencia).

En esta separación, del lado del sujeto también hay una falta, porque fue a buscar al gran Otro, porque algo le falta, está en
falta. Entonces, una intersección de 2 faltas: una del sujeto y otra del gran Otro.

Cuando entro al mundo, pierdo lo natural, algo queda. Pierdo ese ser natural para unirme a lo simbólico. Queda la marca
de la presencia y de la ausencia. Son marcas que quedan y hacen que el inconsciente se movilice.

Cuando hay esta intersección, la perdida se cae (OBJETO a) (lúnula) falta del sujeto y del gran Otro. Un ejemplo de objeto a:
la placenta como algo metafórico.

Estamos incompletos, quedan barrados ambos. Luego de la Alienación, el efecto va a ser que va a tener el ser, pero como
sujeto barrado ($), es la única manera que va a poder ser, la única posibilidad de salir de la alienación. Que se acepte la
barra del sujeto (lo que le falta), va a ser un ser en falta.

Este gran Otro, que opera como productor de sentido, es incompleto, inconcluso, y por eso se da en la separación, la
intersección de las dos faltas.

Se produce inmediatamente después de la alienación. Habíamos dicho que el sujeto al alienarse al A pierde el S 1. Así, es
porque el sujeto tuvo una pérdida que puede interceptar su falta con la del A. En esta INTERSECCIÓN ambos están en falta.
Aparece la dimensión del más allá de la demanda del A, (más allá de lo que el A puede poner en palabras): la dimensión del
deseo del Otro. Esto que cae de ambos se llama objeto a.

Respecto del objeto a, podemos concluir que:

En la alienación y separación: el objeto a CAE. Hay represión primaria que forma mi inconsciente, mi falta. Al objeto a se lo
visualiza, se lo construye retroactivamente: el sujeto percibe en el discurso del Otro, que hay algo que escapa, algo que a
ese Otro no le llega. Se percibe que “el Otro está en falta, y si está en falta es porque yo no lo completo. Y si yo no lo
completo es porque a mi también me falta algo”.

En la metáfora paterna se OPERATIVIZA el objeto a. Es decir, “¿qué hago con esta falta que tengo? ¿Cómo me posiciono
frente a la castración?” Esto va a depender de la estructura, la cual va a determinar qué mecanismo se utiliza frente a la
castración: la florclusión (psicosis), la renegación (psicopatía), o la represión (neurosis; hablamos de la represión
secundaria). Se reactualizan y profundizan los procesos de alienación y separación.

OBJETO a:

- Es este objeto que cae, es un VACÍO, es UNA NADA, un HUECO que tiene el sujeto y el gran Otro. Algo que no se
puede imaginar ni poner en palabras y que pertenece al registro de lo real. En el centro del nudo borromeo está el
objeto a, porque los 3 registros tienen un vacío. Lo real es lo más representativo del objeto a.

- Este objeto a, que cae de estas 2 intersecciones, en la metáfora paterna se va a operativizar. En esta metáfora este
objeto a existe.

- El objeto a va a ser el que causa el DESEO (estaría antes del deseo). Para Lacan nunca existió. Este objeto es el que
permite que se mueva el deseo del sujeto y de ese gran Otro.

- Va a estar ligado con el deseo y con la pulsión.

Síntesis: A la par de la Alienación, se da la Separación, en la Alienación se da la represión fundante, y con la separación se da


la represión secundaria. Primero se divide lo icc de lo cc. Va a dar lugar a la conformación psíquica. Lo reprimido no
desaparece, sino que intenta aparecer (retorno). No todos pasan por la separación (como en la psicosis), pero todos
pasamos por la Alienación.

 EL OBJETO EN PSICOANÁLISIS:

En Freud es el objeto perdido que se trata de reencontrar (objeto de deseo, objeto de la pulsión, objeto de amor) y para
Lacan es un objeto que nunca estuvo en la estructura por eso es descompletada, es un vacío, un hueco, que va a comandar
a modo de motor el deseo, buscando su realización parcial por dentro del aparato psíquico.
LAS 3 FORMAS DE FALTA DE OBJETO:

PRIVACIÓN (EN LO REAL) FRUSTRACIÓN (IMAGINARIO) CASTRACIÓN (SIMBÓLICO)

Falta en lo real, concretamente falta algo, La falta hace referencia a un daño, el Coordinación con la prohibición del
esta falta es un efecto de lo simbólico, Otro me daño, es un daño imaginario. incesto: esto puede ser, y esto no.
porque en realidad, a lo real no le falta nada, Tiene que ver con lo que uno desea y
soy yo el que crea esta falta. no tiene.

En lo imaginario: que el otro me de lo


que quiero, sino hay una ruptura. No
me da porque no quiere darme

Objeto que falta: es siempre lo Simbólico Objeto que falta: El objeto es Real Objeto que falta: Es Imaginario

Agente: padre imaginario Agente: padre simbólico Agente: padre real

La falta es lo real, es un hueco, una abertura La falta es imaginaria, solo se entiende La falta se ubica en la cadena
en el plano imaginario. simbólica.
La mujer siente envidia del pene, pero en
realidad no le falta nada. El Otro TIENE QUE DARME, es una Hay algo que viene desde lo
exigencia desenfrenada y sin ley. simbólico a marcar, esto se puede o
Al hombre, se le prohíbe procrear, pero en no.
realidad no le falta nada tampoco. Que el Otro este en forma
incondicional, es una frustración La castración, lo puesto en valor.
En los transexuales, lo que no toleran es la porque es imposible.
privación de lo real, y puede llevarlo al Si yo asumo la castración, el gran
campo de la psicosis. La madre es la que realiza el daño Otro va a estar castrado.
imaginario, porque estoy pidiendo
Lo real es donde no hay significantes, es algo que el otro no va a poder darme Ya no me va a dar porque no
donde reside el objeto a, es lo que va a dar nunca. quiere, sino porque no puede, no
cuenta que no hay complementariedad en lo tiene.
sexual entre macho y hembra, sino que el Mientras más falle la castración
fantasma de cada uno me lleva a buscar simbólica, más frustración hay. Hay más aceptación de lo real,
ilusiones en el otro. mientras más acentuada este esta
castración

Existen tres dimensiones del concepto de objeto en Freud:

1. OBJETO DE DESEO: Objeto perdido de la primera experiencia de satisfacción alucinatoria (eso que no llegó), el objeto en
juego a nivel del proceso primario. El objeto perdido del deseo sexual infantil, objeto oral. Objeto propio del
funcionamiento inconsciente. Para Lacan, este es el objeto que causa el deseo y se encuentra relacionado con el Gran
Otro. La falta de este objeto produce el deseo. Sin falta en el otro no podríamos existir. La falta es estructural. Es
importante diferenciar:
- Objeto de deseo: cualquier objeto que (se cree que) cubrirá la falta
- Objeto CAUSA de deseo: tiene que ver con generar deseo en el otro. Cuando trato de que el otro me desee para
cubrir su falta. Deseo ser “objeto de deseo” del otro.

2. OBJETO DE LA PULSIÓN: No es idéntico al anterior, pero sí muy cercano. El objeto perdido de deseo es condición de
producción del objeto pulsional en Freud. El objeto de la pulsión adquiere rasgos inseparables del autoerotismo y de la
inclusión del cuerpo. Es un objeto contingente ya que la pulsión se satisface en el recorrido, y su satisfacción va a ser
siempre parcial, por lo tanto la pulsión será una fuerza siempre constante que busca su satisfacción

3. OBJETO DE AMOR: Gracias a la pérdida estructural y el deseo que genera esta, se posibilita la elección del objeto de
elección de amor. El amor es dar lo que no se tiene. El amor va a dar la idea de completud, pero también crea una falta
cuando nos damos cuenta de que esta completud con el otro no es posible.Existen dos momentos en la elección de
amor:
- Objeto de amor total: existe una completud ilusoria en la que el objeto todo lo puede. Luego se da el complejo de
Edipo, se instauran los diques psíquicos y el niño entra en el periodo de latencia.
- Supremacía genital: en la pubertad, todas las zonas erógenas se encuentran bajo la supremacía de la genital, se da
entonces una elección de amor parcial (parcial porque el otro esta barrado al igual que yo), es decir que ya no lo
puede todo.

Freud separa la satisfacción de la pulsión de la realización de deseo. A la primera le corresponde la acción específica,
mientras que, a la segunda, la identidad de percepción (se vuelve a revivir esa primera percepción a través de la
alucinación). La realización de deseo aparta al sujeto del camino de la satisfacción, encaminándolo hacia la repetición, hacia
la búsqueda de una percepción primera idéntica.

La concepción del OBJETO DE LACAN es la de un objeto perdido por estructura. El “hallazgo” (entre comillas porque nunca
se halla un objeto que nos satisfaga o realice de manera total) de ese objeto presupone una pérdida anterior. Pérdida que
solo retroactivamente permite constituir su objeto. Este “hallazgo” como tal se trata de lo que debe ser reencontrado. El
objeto en su naturaleza es un objeto reencontrado.

El llanto del niño, motivado por la tensión inicial se transforma en comunicación en la medida en que puede obtener una
respuesta del otro que haga cesar la tensión. Para Lacan, aquel que tiene poder de responder es el Gran Otro; es la
estructura del lenguaje y por lo tanto del inconsciente la que interviene: el Otro como sede de la palabra. Lo que Freud
reconoce como aquel que “sabe” cuál es la acción específica a realizar para calmar al bebé, aparece en Lacan a modo de “el
saber cómo función del Gran Otro”, el lugar del código, el que tiene no solo los significantes sino la legalidad misma que le
permite responder (o no) a la demanda.

PULSIÓN, DESEO Y GOCE

 DESEO

“Tendencia a recargar automáticamente la primera huella mnémica de satisfacción”. Freud Es energía ligada (a un objeto
que no es contingente).

“Es la metonimia de la falta” Jaques Lacan

Cuando hablamos de deseo nos referimos a su estatuto de “deseo inconsciente”. Para Lacan el deseo es el deseo del otro,
porque nuestro primer deseo va a ser el de alguien más, que nuestro primer objeto es ser reconocido por el otro.
Necesitamos de otro que nos tome en su deseo para vivir; antes de que nacemos hay alguien que nos desea.

El deseo es articulado (en el lenguaje a través de las formaciones del inconsciente como el sueño, chiste, acto fallido… Se
interpola en la palabra) pero no es articulable (no podemos hablar voluntaria ni conscientemente de él) ya que es el resto
que queda entre la necesidad y la demanda. Por tanto, el deseo tiene que ver con una falta (lo que no se pudo poner en
palabras de esa necesidad, lo que no llegó). Así, tiene las siguientes características:

• Inconsciente: es deseo de nada nombrable. Es singular del sujeto. Va por dentro del aparato psíquico.
• Insatisfecho: nunca se va a realizar enteramente. Nunca vamos a encontrar esa “pieza” que nos completaría
permanentemente. La falta es estructural.
• Indestructible: es una fuerza que nos mueve. Es el motor de la vida. Hace referencia a la preservación de uno
mismo, al cuidado personal.
• Transferible: porque somos el deseo del deseo del otro, deseamos lo que el otro desea.

Considerando lo anterior, se explica que el objeto del deseo es el objeto a. Desde esta mirada, el deseo es la metonimia de
la falta: se va desplazando de significante en significante, busca lo que no está a través de la sustitución y algo de él (si bien
nunca todo) va a surgir en la articulación entre ellos.

Es el resto entre la necesidad y la demanda, la diferencia. Tiene algo de insatisfecho: el objeto a (que es a la vez lo que hace
que el deseo fluya).

 PULSIÓN: “Es como un caballo salvaje y el deseo su jinete”

“Es un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático. Es el representante psíquico de los impulsos corporales. Es una
energía/fuerza constante.” Sigmund Freud Es energía libre ya que el objeto es contingente.

Energía libre que circula por el cuerpo: zonas erógenas: oral, anal, y Lacan agrega la voz y la mirada, por fuera del aparato
psíquico.
Es la búsqueda de la satisfacción completa, es la energía no ligada que se vuelve imperiosa, buscando una satisfacción que
nunca alcanza, porque siempre queda un resto sin satisfacer y nos empuja a buscar.

Es acéfala: nos mueve pero no sabemos qué es lo que nos mueve. No podemos dirigirla, no se puede reconocer. Conceptos
asociados (Freud):

- Esfuerzo (drang): Su factor motor, la suma de fuerza o la medida de la exigencia de trabajo que ella representa, toda
pulsión es un fragmento de actividad. Medida de la exigencia de trabajo que es impuesta lo anímico a consecuencia de
su trabazón en lo corporal.
- Meta: La meta es la satisfacción, que sólo puede alcanzarse cancelando el estado de excitación en la fuente de la
pulsión. Si bien es cierto que esta meta permanece invariable para toda pulsión los caminos que llevan a ella pueden
ser diversos.
- Objeto: Aquello en o por lo cual puede alcanzar su meta. Es lo más variable en la pulsión; no está enlazado
originariamente con ella sino que se le coordina sólo a consecuencia de su actitud para posibilitar la satisfacción. Un
mismo objeto puede servir para la satisfacción de varias posiciones. El hecho de que se forme un lazo íntimo entre una
pulsión y un objeto es entendido como fijación.
- Fuente: Aquel proceso somático interior a un órgano o a una parte del cuerpo cuyo estímulo es representado en la
vida anímica por la pulsión. El estudio de las fuentes pulsionales ya no comprende a la psicología. Aunque para la
pulsión lo absolutamente decisivo es su origen en la fuente somática, la cual dentro de la vida anímica sólo se la llega a
conocer por su meta.

La pulsión es intransferible, es propia y se satisface parcialmente en las zonas erógenas.

El objeto de la pulsión es el objeto a, que se personifica en objetos reales pero nunca del todo, por eso la pulsión nunca va a
satisfacerse completamente. La pulsión rodea al objeto a y se satisface en el recorrido. En este sentido, se mencionan
(desde Freud) la zona oral, anal y genital como las zonas clásicas, los agüeros del cuerpo donde la pulsión encuentra
satisfacción. Lacan va a agregar:

• Pulsión invocante: relacionada con la voz, el llamado.


• Pulsión escópica: relacionada con la mirada. No tiene tanto que ver con la visión (ligada a la función orgánica) sino
con el deseo. La mirada como la brújula del deseo.

 GOCE

Es la satisfacción parcial de la pulsión. El cuerpo atravesado por el significante. Se relaciona con la economía política porque
siempre hay ganancias o pérdidas de goce pero nunca todo goce. El goce está prohibido a quien habla como tal. Es la mera
indicación del goce como infinitud la que implica la marca de la prohibición.

Explicación: Hay una experiencia fundante del psiquismo: el niño es tomado en el deseo de la madre que lo baña de cultura
y pone palabras a las necesidades del niño desde el enjambre de significantes que es la cultura. La madre está también
tomada por la cultura (madre castrada) y por tanto algo llega y algo no. Así, ya no hay “relación sexual”: al perderse la
complementariedad absoluta entre sujeto y objeto. Lo que llega produce ganancia de goce y lo que no llega produce
pérdida de goce.

Esto que no llega (falta) y su consecuente pérdida de goce es fundamental para que surja el deseo. Lo primero que
experimentamos en la vida es una pérdida de goce (por lo que no llegó) y luego vamos teniendo ganancias y pérdidas de
goce. En el sentido de las ganancias, estas son entendidas como recuperación de goce producidas por la obtención de
objetos que fueron previamente objetos de nuestro deseo (eso que creíamos que nos iba a completar) y cuánto goce
recuperemos va a depender de cuánto “nos complete” eso que obtuvimos, de qué tan cerca de la completud nos deje.

Es importante que podamos sentir que nos vamos completando a medida que vivimos la vida, que vayamos sintiendo que
podemos recuperar ese estado primario de goce total que (creemos que) tuvimos alguna vez. Sin embargo, para que el
deseo siga circulando es necesario que se nos esté prohibido el goce total. Ya que a medida que aumenta el goce aumenta
la mortalidad y disminuye el deseo. Lo que moviliza al sujeto es la incompletud, que algo no llegue. Por lo cual si llegáramos
a un estado de completud y goce absoluto, ya no tendríamos nada por qué vivir, nada que desear, pues ya lo tendríamos
todo.

Vemos además como el deseo funciona como límite al goce de la pulsión. Ej.: me tomo una cerveza y no diez, ya que
mañana no quiero tener resaca.
El goce tiene un modo particular en cada uno. Es la forma individual de “recortar” el objeto a, de sentirme más cerca de la
completud.

NECESIDAD, DEMANDA Y DESEO

¿De dónde surge el deseo con relación a la necesidad y a la demanda?

 NECESIDAD:

Las necesidades del hombre están totalmente transformadas en el por el hecho de que habla, por el hecho de que dirige
demandas al otro. En el hombre, el significante sustituye a la necesidad, ya que la demanda al otro tiende por su propio
movimiento a convertirse en la demanda de la pura respuesta del otro, allí se coloca el amor. El amor está más allá de lo
que sería satisfacción de necesidad, por eso la necesidad no es biológica, sino lógica, ya que, en la primera vivencia de
satisfacción desde la lógica de la madre, se interpreta la necesidad o la demanda del niño, y al perderse la necesidad
biológica se pierde el instinto, y aparece la pulsión.

Las necesidades están atravesadas por el lenguaje, ya no hay más instinto, va a haber pulsiones. Las necesidades básicas
también están atravesadas por el lenguaje. No hay nada puro, todo está atravesado por significantes.

Se pierde por acción del significante. Con el baño del lenguaje se pierde la naturalidad y con ésta la necesidad pura. Se
pierde el instinto en tanto patrón biológico que responde un objetivo en particular; la diferencia con la necesidad es que el
sujeto la selecciona y selecciona cómo responderá (la capacidad de elección está muy ligada a lo simbólico).

Todo ha sido transformado por lo simbólico.

No hay acoplamiento entre necesidad y satisfacción. Todo esto se vincula con la negatividad de Hegel: negar lo dado desde
lo natural al ponerle nombre a las cosas.

Necesidad lógica: sigue la lógica inconsciente, por ende no responde a una necesidad biológica (éstas dejan de ser
instintuales) sino que se vuelve una demanda de amor, una prueba de amor.

 DEMANDA:

Es la necesidad puesta en palabras, dirigida hacia un Otro. La demanda nunca es satisfecha en su totalidad, ya que no todo
se puede poner en palabras; siempre hay algo que escapa. Esta demanda, va a estar hecha al gran Otro, porque nacemos
en un estado de indefensión. Somos el ser más indefenso.

Hablamos de una doble demanda:

- La del niño: cuyo llanto es interpretado por la madre y puesto en palabras. El sujeto nace en estado de prematurez y
desvalimiento y exige a un Otro que este siempre ahí para él.
- La de la madre: que demanda ser demandada. Relacionado con la ley onmimoda: la madre SABRE qué es lo que el
niño necesita y le devuelve un sentido en forma de “tú eres esto”; “Tú eres ese que llora porque tiene
hambre/sueño/etc”, “tú eres quién me necesita”, “tú eres una carga”, etc.

La madre devuelve con una caricia, el niño demanda cada vez más. Demanda, lo que reconoció como amor, una demanda
de amor incondicional. La demanda es atravesada por el circuito del amor y por ello toda demanda es de amor, de
presencia incondicional. El Otro debe estar siempre presente ahí para responder al llamado, no importa si su respuesta
satisface o no.

La madre, como representante del gran Otro, INTERPRETA, le da lo que ella piensa, no hay una complementariedad exacta,
no le da lo que realmente necesita. La demanda empezará a formularse a partir del Otro, y se refleja en primer lugar en el
Yo (Je) DESEO

Entre esa necesidad y esa demanda, algo cae. No hubo una satisfacción total, y ahí surge el DESEO: entre la necesidad y la
demanda.

Posteriormente, vivimos haciendo y recibiendo demandas. Nunca vamos a estar satisfechos, y aparecen los reclamos.

Esa imposibilidad da lugar al deseo. Este deseo puede saturar si siempre estamos satisfaciendo las necesidades. Hay que
darle lugar a que el deseo circule.
CASO EMMA

En el icc para Lacan hay temporalidad lógica, no cronológica. La temporalidad funciona de la anticipación y de la
retroacción. Después, por diferentes observables, uno por retroacción le da significación a algo, como en este caso.

Para que se produzca un caso de histeria, debe haber una vivencia sexual infantil de carácter pasivo y anterior a la pubertad
y una efectiva irritación de los genitales. Esta vivencia no posee efecto traumático, sino a posteriori cuando el sujeto ingrese
en la maduración sexual. Para que estalle la histeria o trauma tiene que haber una vivencia posterior a la pubertad en la
vida adulta, que despierte la huella que dejo la vivencia infantil.

En el síntoma hay condensación y desplazamiento, se ve todo lo que sustituye el síntoma, un desplazamiento de afecto a
una representación menos culpable “No poder ir sola a la tienda” (Freud)

En Lacan, hablamos de sustitución de un significante por otro, es metáfora y metonimia. Es un peligro pulsional encontrarse
con el verdadero deseo.

- Pulsión escópica: Pulsión de la mirada, ella se deja ver.


- Automaton: cuando se repite la risa
- Pulsión: en relación a la compulsión histérica.

UNIDAD 2: FUNCIONAMIENTO DEL INCONSCIENTE


1. EL LENGUAJE

“La estructura del lenguaje es la estructura que la experiencia analítica descubre en el inconsciente.” Diana Rabinovich

Lacan elabora su teoría incorporando de forma transversal, conceptualizaciones de otras ciencias humanas,
fundamentalmente de la Lingüística, a partir del algoritmo saussureano.

Postulados sobresalientes de la lingüística de Ferdinand de Saussure

Facultad del lenguaje: no es el lenguaje hablado, natural al hombre, sino la facultad de constituir una lengua (“sistema de
signos distintos que corresponden a ideas distintas”).

La lengua es un sistema de signos: compuesta por unidades discretas que son articulables en combinaciones variables,
según ciertos principios estructurales. Cada una de las unidades del sistema se define por el conjunto de relaciones que
sostiene con las otras unidades, y por las oposiciones en que participa. Es una entidad relativa (vale en función de la relación
con los otros elementos de la cadena), y opositiva (es pura diferencia; es lo que los otros no son). La “lengua como sistema”
será un principio fundamental de la lingüística moderna. Los investigadores posteriores utilizarán la denominación
“estructura” con el mismo valor, que dará origen al nombre del paradigma (“Estructuralismo”). El signo lingüístico: “el
algoritmo fundador”.

- Significado: S /mesa/
- Significante: s m-e-s-a

Entidad de dos caras, Significado (concepto), y significante (imagen acústica), ambas “igualmente psíquicas”.

Dos propiedades fundamentales: arbitrariedad (no naturalidad entre Significado y significante, no correspondencia
biunívoca, inmotivación), y linealidad (el signo se constituye en el tiempo, el lenguaje se sucede en una temporalidad
cronológica; los fonemas que componen los significantes, se ordenan uno tras otro).

Los signos establecen dos tipos de relaciones, sincrónica (la lengua como sistema establecido, en estado de equilibrio, en un
momento histórico dado) y diacrónica (la lengua como sistema en evolución; el interés está puesto en los cambios
lingüísticos). La lingüística de Saussure prioriza el estudio sincrónico, para poder describir el sistema lingüístico y descubrir
su organización.

Conceptos de la lingüística de Lacan: Idea del lenguaje como estructura. Cada elemento del sistema, cada unidad, obtiene
su valor de acuerdo con la posición en el conjunto, que se rige por una combinación legal. Los elementos son diferenciales:
se definen de modo negativo, la característica fundamental consiste en “ser lo que no son otros”. El elemento mínimo de la
lengua carente de significado es el fonema, cuya definición es negativa y relacional, fundándose en el principio de oposición,
o sea, en “la pura diferencia”.
ARTICULACIÓN DE LA TEORÍA DE LACAN CON LA LINGÜÍSTICA

- Inversión del algoritmo saussureano: el Significante se ubica arriba de la barra y se expresa con mayúscula,
indicando la introducción de la función activa del significante en la determinación del significado (luego también en
la significación, como construcción constante).

- Función de la barra: se modifica (para la Lingüística, la barra separa los dos pisos del algoritmo) “barrera resistente a
la significación”. Barrera que remite a la represión freudiana por un lado y por otro, a la inexistencia del sentido
propio. La barra niega al significante la función de representar el significado, la significación no justifica al
significante. Es una ilusión el que el significante responda a la función de representar el significado.

- Estructura del significante como articulada: unidades sometidas a la doble condición de reducirse a elementos
diferenciales últimos compuestos según las leyes de un orden cerrado, constituyendo una cadena significante
(necesidad de un ordenamiento topológico). Los significantes nada significan en tanto no se articulen con otro
significante. Éstos adquieren valor por lo que los otros “No son”.

- Dimensión de la letra, definida como “soporte material que el discurso concreto toma del lenguaje”. Es decir,
estructura esencialmente localizada del significante, materialidad singular. Lacan afirma la necesidad de un sustrato
topológico, un espacio cuyo ordenamiento sea soporte del desciframiento del inconsciente. Lugar de la letra que
siempre puede vaciarse. Su sostén es la cadena significante.

- Dimensión temporal lógica propia del significante: el tiempo cronológico que supone la linealidad del signo
lingüístico saussureano, es reemplazado por la anticipación y la retroacción, por el querer decir que se adelanta y el
sentido que el Otro adjudica, definiendo la significación. La relación entre significante y significado no fluye; se
produce entre ambos, un abrochamiento al que Lacan llamó “punto de almohadillado”, “nudo capitoné”. La
significación se produce en el discurso, dependiendo del momento y del individuo. La validez del significante se da
aquí y ahora. Los Significantes dependen y son únicos y singular para cada sujeto.

El tiempo del inconsciente entonces es un tiempo lógico, se reactualiza.

DIFERENCIAS ENTRE LENGUAJE Y DISCURSO. EL CONCEPTO DE CÉLULA ELEMENTAL DEL LENGUAJE

- LENGUAJE

Desde el punto de vista del psicoanálisis, el lenguaje es la condición misma del inconsciente. La posibilidad de que exista un
pensamiento inconsciente, está dada porque el ser humano es un ser hablante (parletre) solo la estructura del lenguaje
permite dar cuenta de la organización del inconsciente.

- DISCURSO

Tiene que ver con la organización de la comunicación, principalmente del lenguaje. Establece las relaciones del sujeto con
los significantes y con el objeto, que son determinantes para el individuo y reglan las formas de lazo social.

El psicoanálisis distingue funcionamientos, en número restringido, que obedecen a las estructuras en las que cada uno se
encuentra comprometido.

La “teoría de los cuatro discursos”1 es una de las elaboraciones más recientes de Lacan acerca de esas estructuras.

El psicoanálisis lleva a poner el acento no en una subjetividad, sino en su sujetamiento, entendiendo por ello lo que puede
determinar a un sujeto, producirlo, causarlo, o sea su historia, y precisamente la historia de un decir, el que estaba antes
incluso de su nacimiento en el discurso de los padres. (Chemama, 2004:169) S1 designa a un significante que representaría
al sujeto ante el conjunto de los significantes S2

1. Hace circular por cuartos de vuelta sucesivos los cuatro términos S,S1,S2,a por cuatro lugares verdad, agente, otro y
producción

- CÉLULA ELEMENTAL DEL LENGUAJE

Célula mínima formada por la intersección de dos vectores.

Las flechas indican la dirección de cada vector


El vector horizontal es el vector del locutor, de lo que se dice. Del despliegue temporal de una cadena de significantes,
pronunciada, emitida.

Este vector se cruza en un primer punto con el otro vector, ahí se define el lugar del Otro, lugar del código, A.

El vector horizontal también se denomina de la intencionalidad, su discurso choca con el lugar del código en el momento en
el que se produce un determinado corte (escansión).

Solo cuando el mensaje termina de ser emitido, retroactivamente (a partir del lugar del código) se produce en retroacción,
como aprés cuop, la significación.

En un segundo tiempo, en el cruce con el código, se produce un segundo cruce, retroactivo, en el que se produce el
significado. Este punto es s (A) significado del Otro en el sujeto.

La s minúscula y en bastardilla designa siempre el significado y es imaginario.

Estos dos vectores resumen que todo aquel que escucha está situado en A y en tanto está situado en A decide el sentido del
discurso, es lo que Lacan llama el “poder discrecional del oyente”, quien fija el sentido del discurso a partir de su escucha.

Esta célula es una célula sincrónica. Corresponde a un corte actual, momentáneo en el que tienen las dos dimensiones
temporales, anticipación (intencionalidad), y la retroacción definida a partir de la puntuación, que se produce en el
encuentro con el segundo vector, en el punto en que se configura el primer lugar del cruce, el A, el lugar del código.
Temporalidad que caracteriza a toda comunicación humana.

Hay diferencia, separación entre el significante y el significado. Hay una diferencia de temporalidad entre el vector de la
intencionalidad, del querer decir y el del significado, que aparece como retroactivo, apareciendo el segundo punto de cruce
ubicado gráficamente, antes que el primero, es el punto llamado s(A).

El significado aparece como retroactivo, s(A) el significado del Otro, aparece temporalmente como segundo, aunque lo
supongo como presupuesto ya en la intención.

El INCONSCIENTE ESTRUCTURADO COMO UN LENGUAJE

Para Lacan, es un conjunto de Significantes co-variantes, que nada significan por sí solos, que entrañan una falta. Ninguno
vale más que otro, y su valor lo adquieren cuando se articulan entre sí. El inconsciente es actual, no se lo tiene que buscar
en las profundidades sino en lo no dicho de lo dicho, en la cadena de significantes.

Esta concepción implica un vaciamiento del inconsciente ya que no será sede de los instintos, ni lugar de contenidos
variados.

 INCONSCIENTE: “Antes de toda formación del sujeto, algo cuenta, es contado y en ese contado, ya está el contador.”
El inconsciente es aquel que fundamenta la práctica psicoanalítica, y sus dos campos de entrada son: EL SUJETO y EL
OTRO. Este inconsciente se relaciona con la “función causa” que implica una hiancia, es decir que es un lugar de vacío,
de vaciamiento que es lo que le da la actualidad al mismo, ya que se resignifica constantemente en la palabra del
Sujeto. En la hiancia, se ubica algo de lo no-realizado.
 ESTRUCTURADO: Como es sabido, Lacan toma de Levì Strauss el concepto de Estructura para referir al inconsciente
como un conjunto de significantes covariantes, que nada significan por sí solos, y que entrañan una falta.
 COMO: El inconsciente no es el lenguaje
 UN: Da cuenta de la singularidad del Sujeto, y refiere principalmente al concepto del “Sujeto del Inconsciente”.
 LENGUAJE: El psicoanálisis no tiene sino un medium, la palabra del paciente. Este es un llamado a la respuesta de otro
(antecesor de la demanda), a la “presencia” de otro. La palabra siempre implica un oyente, y es en ella donde el sujeto
se muestra, se halla comprometido. La verdad (una verdad subjetiva) se confiesa en la palabra: está en el discurso
mismo…pero no está siempre presente.” La palabra es siempre evocativa y creadora (crea significantes), y podemos
identificar dos aspectos de la palabra. Por un lado, la Palabra Vacía que es aquella que tapa, que encubre el
inconsciente, y por el otro lado, está la Palabra Plena en la que el inconsciente aparece a través de sus diferentes
formaciones, y es en la que se agrega un plus de significado al discurso. La Palabra Vacía se relacionaría con la
Metonimia, y la Palabra Plena, con la Metáfora

Es el axioma por el cual Lacan hace un retorno a Freud.

El gran Otro, deja algo SIN SENTIDO: es el inconsciente. En este, no hay ninguna cosa material, sino marcas de significantes.
En el icc se registra la diferencia.
El lenguaje es una estructura que nos preexiste en tanto sujetos, que nos hace humanos.

El icc es un conjunto de significantes que nada significan, que entrañan una falta, cuyo valor se adquiere en la articulación
de los significantes entre sí.

En el inconsciente NO hay una materialidad. La única materialidad que se le puede reconocer al icc, son los Significantes. No
es un lugar que tiene contenido, sino que es una estructura abierta porque tiene una falta que permite el movimiento.

Para Freud, era un reservorio de huellas mnémicas. Lacan lo explica desde la lógica (pero no es estructuralista), dice que el
icc es una estructura abierta, a diferencia de los estructuralistas que dicen que nacemos en estructuras cerradas, armadas.

El icc se va a construir desde la estructura simbólica, el sujeto es un EFECTO del significante, porque somos hablados,
tomados por lo simbólico y en cierta manera nos determinan.

El inconsciente es aquel que fundamenta la práctica psicoanalítica, y sus dos campos de entrada son: EL SUJETO y EL OTRO.

Este inconsciente se relaciona con la “función causa” que implica una hiancia, es decir que es un lugar de vacío, de
vaciamiento que es lo que le da la actualidad al mismo, ya que se resignifica constantemente en la palabra del Sujeto. En la
hiancia, se ubica algo de lo no-realizado.

¿QUÉ ES EL SIGNIFICANTE?

» Lacan en lugar de huellas mnémicas como estructuras del inconsciente, las llamas significantes. Los significantes
necesitan de otro para tener un sentido.

» El significante es la pura diferencia con otro significante. No hay un significante que se signifique a sí mismo. Va a
tener sentido cuando se instale en una cadena de significantes, donde se van conformando.

» Viene a marcar la diferencia, está vacío de sentido, no tiene sentido en sí mismo. Tiene que haber una cadena para
la creación de un sentido, de acuerdo a como se ordenen. El significante no está adosado al significado. El
significante tiene primacía sobre el significado.

» Es lo que representa a un sujeto para otro significante, es decir hay 1 significante (S1) que representa al sujeto para
todos los otros significantes (S2). El sujeto del icc está en el medio, en el vacío. Ningún significante puede
representar al sujeto.

» Es una creación porque a partir de la nada, algo viene a cortar lo real: es todo lo que no fue captado por el
significante.

» Tiene que haber 2 o más significantes para que haya un sentido: METÁFORA (cuando se condensan los significantes)
Y METONIMIA (cuando los significantes se deslizan metonímicamente) (leyes que rigen al icc). (*)

» Los significantes, se inscriben en el cuerpo, dividen al sujeto, por lo tanto a pesar que lo biológico este presente, lo
que constituye al icc es el SIGNIFICANTE: que es el que viene a marcar un surco en lo real, divide, fragmenta lo real.
Todo lo que nombramos es simbólico.

» No son iguales en cada uno, somos particulares, únicos porque tenemos distintos significantes. SOY A PARTIR DE
OTRO.

» El significante es la pura diferencia, el sujeto es efecto del lenguaje.

CADENA DE SIGNIFICANTES: Relación de un significante a otro significante. El sentido se encuentra en el juego de la cadena,
allí es donde el sentido existe. Siempre está generando significaciones. En esta cadena, algo puede pasar a la cc, como en el
sueño. Hay algo que no aparece, pero algo que sí y puede tener un sentido para nosotros.

SIGNIFICADO: Articulación de un significante con otro. Es algo que se produce. Es un mero efecto de los significantes. Es el
efecto de al menos dos significantes. Es metafórico.

SIGNIFICACIÓN: Es el proceso por el cual se engendra el significado. Permite un movimiento ya que remite a otra
significación, y a otra: nunca acaba. Es metonímica. Es fálica. Nunca son acabadas, nunca vamos a llegar a tener significación
de nosotros mismos. No hay una verdad, sino que el sujeto la construye. Se pasa de una significación a otra, se va abriendo
como en una perspectiva, abriéndose incógnitas sobre uno mismo. Las significaciones se abren en lo que sería la Metáfora
Paterna. NO HAY UNA SIGNIFICACIÓN ACABADA.
SIGNO: El signo es lo que representa algo para alguien, los signos se dirigen a personas, a alguien. Por ejemplo: Señales de
tránsito, y no significan otra cosa (doblar a la derecha significa eso, y nada más). Es lo que representa algo para alguien.
Tiene dos características que son:

• Arbitrariedad (falta de naturalidad entre el sujeto objeto).


• Linealidad (es la lengua que transcurre en el tiempo)

SIGNIFICANTES PRIMORDIALES

En esta estructura del gran Otro, habrían significantes PRIMORDIALES: Porque nos están esperando en la cultura, yacen en
la cultura. Estos significantes primordiales son:

1. EL DESEO DE LA MADRE (DM):

Necesario para que podamos venir al mundo, ya que la única forma que tenemos de hacerlo es poniéndonos en lugar de
objetos (objetos de deseo para la madre) No necesariamente tiene que ser la madre biológica, este deseo es NECESARIO
para que ese ser se forme como un ser humano. Es el que va a libidinizar el cuerpo del niño y lo que nos va a permitir vivir.
Puede tener 2 vertientes: Erotizante (libidiniza al niño) y otro Tanática (puede producir que no deje circular el deseo al niño.
Se presenta como una madre sin fallas, tiene el poder de ese niño).

Se presenta como algo omnipotente este deseo, cumple con la función de amparo. Da cuenta de la omnipotencia y del
narcisismo. Nos marca en la alienación y es el significante que nos espera. “Su majestad el bebé”. Relacionado al goce.

Relacionado con la metonimia.

2. EL NOMBRE DEL PADRE (NP):

Significante ordenador de la ley y legislador, tiene que ver con la ley simbólica (no es natural), que va a instaurar la
prohibición del incesto “No reintegraras tu producto (madre), “no te acostaras con tu madre” (hijo). La figura del padre es la
encargada de la prohibición del incesto. No es solamente el padre biológico, sino el que cumple la ley, hace el corte que se
armó en la dupla madre-niño.

Marca a nivel psíquico: NO todo se puede. El padre puede estar o no estar, la madre puede entrar en esta ley simbólica (no
puedo estar 9 meses con mi bebe, tengo que trabajar). No tiene que ver con las personas en sí. Esto crea una ordenación en
el psiquismo. No depende del sexo.

Relacionado con la metáfora.

3. EL SIGNIFICANTE FÁLICO:

Es el único que no necesita del otro para ser: Es el significante del deseo y de la falta. Aparece como lo que mueve al deseo.

Es una falta en sí mismo, es el que da la ilusión de completud, el único que tiene valor por sí mismo. Es lo que está puesto
en valor desde la mirada del otro. Va a tener que ver con la lógica de tener o no falo. Relacionado con el brillo, que el otro
ve en mí y yo veo en el otro.

El falo va a dar la idea ilusoria de que puede haber complementariedad en el acto sexual. El falo es lo puesto en valor. “El
Otro tiene lo que a mí me falta”.

4. EL IDEAL DEL YO (I):

Lo puesto en valor por ese gran Otro, que está relacionado con el S1, preexiste al sujeto. Lo puesto en valor por la familia,
ideales de la cultura (bueno, malo, bello). Los ideales son puestos.

El yo ideal, es el ideal del yo de los padres.

A partir del complejo de Edipo, aparece el ideal del yo propio, que abre más posibilidades. Todos forman una estructura,
todo a nivel inconsciente.

LAS LEYES DEL ICC: METÁFORA Y METONIMIA

Remontándose en la historia, el estructuralismo influyó en Lacan sobre todo en la forma que adoptó en la concepción
acerca de la metáfora y de la metonimia de Jakobson y en la aplicación de la semiología al ámbito de la antropología llevada
a cabo por Lévi-Strauss.
Es a Jakobson a quien se debe el descubrimiento del paralelo condensación=metáfora y desplazamiento=metonimia, a
partir de las figuras retóricas (también poéticas), que desarrolla en su texto sobre las afasias.

Freud es quien plantea que el inconsciente tiene un modo de funcionar muy particular. Caracterizado por las “pulsiones del
Ello, energías móviles, cambiantes, contenidos reprimidos que han sido denominados como el PROCESO PSÍQUICO
PRIMARIO”. Éste es la puerta de salida de la energía libidinal según dos vías determinadas: el DESPLAZAMIENTO y la
CONDENSACIÓN.

- Desplazamiento: Movilización de energías sobre objetos, ideas o pensamientos. Lo que se desplaza es la energía.
- Condensación: Indica la representación de varias imágenes en una sola. Sin movilización de la energía.

Lacan toma este gran aporte freudiano, pero para referirse a las leyes del inconsciente como Metáfora y Metonimia.

 METONIMIA (desplazamiento)

Es la “articulación de significante a significante y su desplazamiento, donde la significación se diluye”. Es el deslizamiento


por la cadena significante. La metonimia se da primero y es precondición para que se dé la metáfora. Aquí hay movilización
de energía.

El Intervalo entre significantes (es un espacio, una hiancia entre ambos). Lacan lo denomina METONIMIA, ya que es por
donde circula el deseo (la hiancia posibilita el movimiento, el “desplazamiento”). En este intervalo surge el sujeto, aparece
el $ y el objeto a.

Un ejemplo de metonimia es el deseo.

Formula: f (S…S’) S = S (-) s. “La función Significante de la conexión de significante a significante es congruente con el
mantenimiento de la barra; no se produce significación.”

 METÁFORA (condensación)

Sustitución de un significante por otro, produciendo una significación nueva. Emerge en el sujeto como producción de
verdad. Tiene una implicación de la subjetividad. Es la palabra plena, lleva una verdad inconsciente que sale a pesar de uno
mismo.

Fórmula: “La función Significante de la sustitución de un significante por otro significante es congruente con el cruce de
barra; se produce la significación, y da como resultado un plus de sentido”

Un ejemplo es el síntoma (el retorno de lo reprimido), ya que es una formación del inconsciente, apoyada en una
satisfacción de deseo con un sentido reprimido que puede descifrarse. En la histeria, la mujer que convulsiona, reproduce
en el acto motor la convulsión del cuerpo en el acto amoroso.

REPETICIÓN: TYCHÉ Y AUTOMATÓN

La repetición para Freud

A partir de 1914 se produce un vuelco hacia la 2° época de la teorización freudiana, y es aquí donde articula por primera vez
el término repetición.

En un principio el término es articulado con la “regla fundamental del psicoanálisis” (Asociación Libre), es decir, con la
técnica de deducir las ocurrencias espontaneas del analizante, aquello que no conseguía recordar. En el análisis, uno de los
objetivos es la interpretación para descubrir resistencias y comunicarlas al analizado, es decir, la posibilidad del recuerdo y
de vencimiento de las resistencias de la represión donde hay un encuentro con algo que hace limite a la posibilidad de
recuerdo. Esto que hace límite al recordar tiene que ver con:

- La Represión Primaria que estructural, no desaparece ya que es el acto fundante del psiquismo.
- La Repetición que es un obstáculo marcado por la transferencia.

Para Freud, la Repetición es un “recuerdo en acto” porque el paciente no recuerda nada de lo olvidado y reprimido, sino
que lo actúa. Repite en lugar de recordar y repite sin saber que lo repite. Aquello que repite es algo que fue fuente de
displacer y que insiste más allá del principio del placer, que lleva al sujeto a una situación en contra de su bienestar, es
decir, es la “compulsión de repetición”.
Freud plantea que la cura psicoanalítica, se iniciaría en base a la repetición y que la Transferencia es sumamente necesaria
porque “ya la transferencia misma es solo una pieza de repetición, y la repetición es la transferencia del pasado olvidado”
Freud (1914).

Por otro lado, la Resistencia en la cura, proviene de los mismos estratos y sistemas psíquicos que en su momento llevaron a
cabo la represión de sucesos y representaciones que generaban displacer al yo, es decir que está al servicio del principio del
placer. (Freud 1920)

El sujeto sometido a tratamiento no se libera de la compulsión a repetir. A partir de las repeticiones, una vez vencida la
resistencia se vuelve placentera la evocación de recuerdos.

El revelar la resistencia no implica su inmediata desaparición. Se debe construir (reelaborar) para enfrentar la compulsión a
la repetición que marca un límite a la rememoración. Este proceso se desarrolla a su debido tiempo y hay que darle lugar al
paciente a que ahonde en ella.

Son dos formas de repetición. Lacan se ocupa en el seminario de la carta robada, donde hay algo que se repite (las
posiciones de los personajes, que son posiciones simbólicas). La carta es un significante, marca movimiento en la estructura.
Las toma de Aristóteles.

- AUTOMATÓN:

Es la insistencia (o repetición a nivel) de la cadena significante. Automatón significa “azar” (surge en cualquier momento).
Accidental, contingente, imprevisto. Pertenece al campo de los hechos naturales, es decir que queda eliminado el factor de
elección (no se elige decirlo o no).

Lacan define el automatón como aquel funcionamiento automático de la cadena significante sin sujeto que la ordene.

Como una serie en movimiento sin voluntad que decide. Piensa el automatón sin intención, pero con leyes propias.

Se trataría allí de la autonomía de la cadena significante, de su legalidad. El automatón como la insistencia significante
regido por el principio de placer.

Es lo que no cesa de inscribirse en el automatismo del lenguaje. Siempre encuentra lo mismo para salvarse del encuentro
con lo real.

Toma el texto de Freud: Más allá del principio de placer: Compulsión a la repetición dice Lacan que se reduce a la insistencia
de cadena de significantes, Lacan lo llama AUTOMATISMO DE REPETICIÓN (ya no compulsión), porque saca lo pulsional y
deja el factor automaton. Es la insistencia significativa. Es el automatismo del procesamiento inconsciente.

En el diccionario de psicoanálisis de Laplanche y Pontalis podemos agregar que la repetición “Freud la considera como un
factor autónomo, irreductible, en último análisis, a una dinámica conflictual en la que sólo intervendría la interacción del
principio del placer y el principio de realidad. Se atribuye fundamentalmente a la característica más general de las pulsiones:
su carácter conservador. (…)”

Trabaja la serie de los + y -, para dar cuenta de esta insistencia.

El azar también tiene leyes, algo se vuelve a repetir, NO tenemos escapatoria en lo simbólico. Si se está en el plano de lo
simbólico, no se va a poder escapar, hay un determinismo.

Esto nos da a la idea, de que hay posibilidades y no posibilidades. Encuentra acá, el automatismo a la repetición, bajo la cara
del significante. Pareciera al azar, pero hay un DETERMINISMO SIMBÓLICO: No es absoluta, y es icc, hasta que tiene un
sentido y sabemos que pertenece a nosotros. La determinación icc esta sobre la cadena de significante, lo que nosotros
hablemos está teñido por esta determinación icc, no hay azar en nada de lo que se diga.

El Automatismo refiere a la cadena de significantes, donde cabe una anticipación aproximada. Más allá de esta cadena, está
tapando LO REAL. Lo real se repite por:

- TYCHÉ:

Hay algo que siempre vuelve al mismo lugar, que no cesa, que no para (los significantes también están en esta línea, pero
no cesan de inscribirse), en la tyché hay algo que no cesa de NO poder inscribirse (el vacío que no se puede llenar). NUNCA
VAMOS A ENCONTRAR AL OBJETO A.
Y la TYCHE va más allá del AUTOMATÓN, éste es la repetición propiamente dicha, es el encuentro con lo real, que como tal
es siempre un encuentro fallido con el objeto, allí donde no hay significante posible. Es el encuentro con lo real que está
más allá del automatón, está tras éste. Significa “fortuna”. Por lo tanto, se ubica más allá del principio de placer freudiano,
del lado de la compulsión a la repetición y cercano al trauma; Hay algo que no cesa en la TYCHE, aparece sin ninguna
intención del sujeto, es un encuentro que uno no quiere encontrar. Lacan mencionará en el seminario XI clase V sobre la
TYCHE: “la tyche, tomada como les dije la vez pasada del vocabulario de Aristóteles en su investigación de la causa. La
hemos traducido por el encuentro con lo real. Lo real está más allá del automatón, del retorno, del regreso, de la insistencia
de los signos, a que nos somete el principio del placer. Lo real es eso que yace siempre tras el automatón, y toda la
investigación de Freud evidencia que su preocupación es ésa.”

Es un encuentro con el objeto a, objeto perdido por estructura. La repetición supone volver al mismo lugar donde el
encuentro no se logra. Esto marca el punto donde la repetición no es igual a la transferencia, ya que esta permite llegar a la
repetición, donde aparece lo que insiste. Es esto que insiste lo que Lacan introduce desde el más allá del principio del placer
freudiano bajo el término de “goce” (lo real como imposible de simbolizar).

La tychè siempre trae algo nuevo: aquello que se repite no es nada viejo, siempre hay una novedad. Se exige lo nuevo, es
decir, es “hacer algo de nuevo”. Esto da lugar a la actualidad del inconsciente, el cual aparece de diferentes formas y
circunstancias. Se establece así, una sustancial diferencia con el concepto de “recuerdo” o “reminiscencia.”

Ejemplo de repetición: caso Laura

Hace referencia a que todos los hombres de su vida la abandonan. Su padre, su novio de la adolescencia, y su marido.

 Automatón: en la repetición en su vida, la insistencia del significante “abandono”.


 Tychè: su última elección de pareja se da cuenta de q vuelve a encontrarse con lo real, con ese sentimiento de ser
abandonada, y los actos que hacía para llegar a esa situación, así como los que emprendía luego. Eso que va más allá
del placer. Relacionado con el goce.

SÍNTESIS: TYCHE, AUTOMATON, DAS DING, DAS SACHE

Ahora mencionemos el término DAS DING y DAS SACHE, para tratar de abordar este tema, hay que considerar la distinción
freudiana entre “representación palabra” y “representación cosa”. Ahora bien, definamos cada distinción freudiana basados
en el diccionario de psicoanálisis:

Representación Palabra: Se introducen en una concepción que enlaza la verbalización y la toma de conciencia. Así, a partir
del “Proyecto de psicología científica” (1895), encontramos la idea de que la imagen mnémica puede adquirir el índice de
cualidad específico de la conciencia, asociándose a una imagen verbal. Tal idea será constante en Freud. Es de importancia
capital para comprender el paso del proceso primario al proceso secundario

Representación Cosa: La idea de representación de cosa aparece muy pronto en la doctrina freudiana con el término, muy
afín, de “huellas mnémicas. En “La interpretación de los sueños, una de las definiciones más precisas que da Freud de este
concepto es la siguiente: “La representación de cosa consiste en imágenes mnémicas directas de la cosa, por lo menos de
huellas mnémicas más alejadas, derivadas de aquéllas. Esta definición requiere dos observaciones: 1.a la representación se
distingue aquí claramente de la huella mnémica: aquélla recatectiza, reaviva ésta, que no es en sí misma más que la
inscripción del acontecimiento; 2.a la representación de cosa no debe entenderse como un análogo mental del conjunto de
la cosa. Ésta se halla presente en diferentes sistemas o complejos asociativos en atención a uno u otro de sus aspectos.

Explicado esto podemos decir ya que el DAS DING está fuera del lenguaje y del inconsciente. Es La Cosa que para nosotros
es imposible imaginarla. Tanto como objeto de lenguaje, DAS DING es el objeto del deseo, el objeto perdido que debe
volver continuamente a reencontrarse, el Otro prehistórico, inolvidable. (representación cosa para Freud). Y DAS SACHE es
la representación de una cosa en el orden simbólico. (representación palabra para Freud).

LA COSA va a mover al sujeto, comanda y ordena. Este concepto luego en 1963 Lacan lo va a susplantar por el término
“objeto a”.

CASO DEL SUEÑO: “PADRE, ¿NO VES QUE ARDO?”

Es un Sueño relatado por Freud, Sobre la psicología de los procesos oníricos, cap. VII, de La interpretación de los sueños
(1900-1901) y que reclama su especial atención. Su verdadera fuente le es desconocida. Le es relatado por una paciente que
a su vez lo escuchó en una conferencia sobre el sueño, y a la que le hizo tal impresión que se apresuró a soñarlo por su
cuenta.
Dice Freud: “Las condiciones previas de este sueño paradigmático son las siguientes: Un padre asistió noche y día a su hijo
mortalmente enfermo. Fallecido el niño, se retiró a una habitación vecina a fin de poder ver desde su dormitorio la
habitación donde yacía el cuerpo de su hijo, rodeado de velones.

Un anciano, a quien se le encargó vigilarlo, se sentó próximo al cadáver, murmurando oraciones. Luego de dormir algunas
horas el padre sueña que su hijo está de pie junto a su cama, le toma el brazo y le susurra este reproche: “Padre, entonces
¿no ves que estoy ardiendo?

El padre despierta, observa un resplandor que viene de la habitación vecina, se precipita hasta allí y encuentra al anciano
guardián adormecido, y la mortaja y el brazo del cadáver querido quemados por una vela que le ha caído encima”.

La explicación de este sueño “conmovedor” es bien sencilla, nos dice Freud. El resplandor entró por la puerta abierta y al
herir sus ojos produjo el mismo pensamiento que hubiera producido en estado de vigilia: es decir, que la llama del cirio
había producido un fuego en un lugar cercano al cadáver. También es posible que antes de acostarse, el padre pensara en la
posibilidad del suceso; que hubiera desconfiado de que el anciano encargado de velar el cadáver pudiera pasar la noche en
estado despierto.

El contenido de un sueño, dice Freud, está sobre determinado. Así, las palabras del niño habrían provenido de otras dichas
por él en la vida real, y enlazadas a circunstancias que impresionaron al padre. También, la queja “estoy ardiendo” haya sido
pronunciada por el niño durante su enfermedad cuando estaba bajo los efectos de la fiebre; y las palabras “¿no lo ves?”
habrían de responder a otra ocasión ignorada por nosotros, pero seguramente cargada de afecto. (Restos diurnos)

En este sueño, se observa una realización de deseos: el niño en el sueño se comporta como si aún estuviera vivo.

El sueño se plantea en el campo de la pulsión invocante: “Padre…”; y en el campo escópico, solicitación de la mirada: “¿no
ves que estoy ardiendo?” Es en el sueño que hay “un dado a ver” donde el sujeto es “mirada”. La mirada enmascara lo Real,
cubre el ser y lo que aparece es su semblante.

Este sueño le permite a Lacan articular la pregunta fundamental: “¿Qué soy en el instante en el que he comenzado a soñar
bajo ese golpe que es en apariencia lo que me despierta?” Entre lo que sucede por casualidad, por azar y el sentido velado
que es la verdadera realidad, esto nos conduce a la pulsión.

Se trata de captar ahí la hiancia misma que constituye el despertar, el despertar de un goce. El despertar que es el instante
en que se cambia de pantalla. El sueño tiene en su centro este Real (que el hijo estaba muerto), lo no reconocido, lo que no
cesa de no escribirse. El sueño es, por lo tanto, una máscara de lo Real. La función de lo Real, en la repetición, se expresa en
el sueño, el sueño en tanto portador del deseo del sujeto.

Allí se expresa un goce en tanto frase y no en tanto sentido, ¿Cómo no ver que es el deseo lo que quema a ese niño? Se
trata del deseo del Otro. Sustentar la teoría según la cual el sueño es la imagen de un deseo, precisamente con este sueño,
sería para evocar nada menos que del mundo del más allá del principio del placer, y “¿quién sabe qué secreto compartido
entre el padre y ese niño? Un niño que viene a decirle: ‘Padre, ¿acaso no ves que estoy ardiendo?’ ¿Qué lo quema sino el
peso de los pecados del padre?”

En el seno de los procesos primarios, como se da en los sueños, se conserva la insistencia del trauma. El trauma reaparece
en ellos a cara descubierta. El mensaje tiene más realidad que el ruido con el que identifica lo que está pasando en la
habitación de al lado (pesa más la frase que el ruido que lo despierta).

¿Qué despierta al padre?

No sólo la realidad del golpe, de un ruido, sino algo que traduce la casi identidad de lo que está pasando: la realidad de una
vela que se ha caído y que ha prendido fuego en el lecho del hijo. Dice Lacan:

Lo que despierta en el sueño, es otra realidad: que el niño está al lado de su cama, lo toma por un brazo y le murmura con
tono de reproche: “Padre, ¿acaso no ves que ardo?” El sueño es un homenaje a la realidad fallida: a la realidad que es
encuentro con lo real. “¿Dónde está en este sueño la realidad, si no es en que se repite algo, en suma más fatal, con ayuda
de la realidad?

El sueño no es sólo una fantasía que colma un anhelo.

Así el encuentro, siempre fallido (tychè), se dio entre el sueño y el despertar, entre quien sigue durmiendo y quien sólo soñó
para no despertar.
La tyche está en el hecho del despertar del padre y volver a encontrarse con la realidad de que el hijo está muerto, siendo
que segundos antes (en su sueño) se mostraba vivo.

No es que en el sueño se afirme que el hijo aún vive. Sino que el niño muerto que toma a su padre por el brazo, designa un
más allá que se hace oír en el sueño. En el sueño se presentifica cruelmente, la pérdida del objeto (del hijo).

(Como si el psiquismo del padre quisiera refregarle en la cara que el hijo estaba muerto; en ese sufrimiento, hay un goce
que va más allá del principio de placer).

La frase del niño “Padre, ¿acaso no ves que ardo?”, es una “tea”, “fuego que alcanza lo real”. Lo real puede representarse
por el accidente, “el ruidito”, ese poco-de-realidad que da cuenta de que no soñamos, pero también esa realidad despierta
la otra realidad escondida tras la falta: el “Trieb” de Freud. Lo real está más allá del sueño, en lo que el sueño ha recubierto,
escondido, tras la falta de representación, de la cual sólo hay en el sueño un sustituto.

Para Lacan, todo esto da cuenta del Inconsciente captado como “ruptura, entre percepción y consciencia, en ese lugar
intemporal, que obliga a postular lo que Freud llama ‘otra localidad, otro escenario, el entre percepción y consciencia’.”

La tyche se da en el sueño, se despierta porque lo real no se puede tapar más. El sueño es el guardián del dormir. El sueño
tapa lo real. Es un sueño de angustia, porque se cruza la angustia el deseo, porque es un encuentro fallido. Algo del deseo
queda expuesto, y provoca angustia. Lo más terrible es que el padre se va a dormir sabiendo que en un segundo está vivo y
después se muere. Ese segundo que no podemos explicar, que no está, eso que estaba no está. En un instante lo pierde, no
se puede entender.

Lo simbólico en este sueño cae como lo imaginario, porque aparece la tyché que rompe con esto. Se le acaban los recursos
simbólicos e imaginarios, por eso la angustia.

La tyché y el Automatón, van a ir unidas. La diferencia es:

- Automatón: Podemos anticipar algo. Relacionado con el principio de placer.


- Tyché: Tiene una característica que no tiene el Automatón: es que aparece, es un encuentro con eso que no
esperaba, que uno quiere encontrar. En Freud: como lo desconocido, lo inasimilable, es el hueco que mueve y que
aparece siempre, siempre va a estar, Es del registro de lo real. Por ejemplo, la muerte de un ser querido,
inesperada, una infidelidad. Nunca lo podemos controlar.

El que está más firme de lo simbólico, puede soportarlo más. Pero son encuentros desconcertantes, desfavorables. Rompen
con todos los esquemas simbólicos e imaginarios que teníamos.

EL CUENTO: “LA MUJER DEL VESTIDO ROJO”

“(…) tras varias cirugías (…) sus mutaciones no eran suficientemente advertidas por sus seres más cercanos (…) un día…se le
acerca un hombre, era un empresario (…) también debe proveerle de los maquillajes y efectos especiales para que no pueda
ser reconocida (…) una vez aceptado comienza su transformación “.

“(…) se acerca a ella un hombre de mediana edad (…) continúa yendo asiduamente a la tienda, más que en busca de ropa, de
la mujer que le quitaba el sueño (…)

“(…) Ella sonríe, como es su costumbre y le da un beso en la oreja, susurrándole algo que él no entendió, pero que lo hizo
estremecerse (…)” …“él con sus manos deseosas de su cuerpo comenzó a acariciar sus pechos pero ella lo apartó y dándole
un beso en la frente, le dijo “hasta mañana”...Muchas noches se repitió la escena (…) pero ella tan fría (…) le aseguró que
solo sería de él, si le demostraba que la amaba”.

“(…) lo suyo con su esposa había terminado. Ya no la amaba (…) de todas formas no la abandonaría económicamente, era
un hombre íntegro y se encargaría de ella hasta que pudiera hacerlo sola”(…)“Se dedicó a poner en regla los papeles de
divorcio. Debía ser especialmente dadivoso con su esposa…por lo cual le dejó la casa, un auto nuevo, más de cincuenta por
ciento de la regalías de su importante empresa”.

(…) Era un perfecto caballero; también el más feliz de los hombres y seguramente el más envidiado (…) pareja que causaba
admiración de muchos y la envidia de todos”.

Llegó el día de la boda (…) la bella desconocida apareció espectacularmente ataviada (…) pero pronto una sombra oscureció
su rostro, se dio cuenta que no conocía su nombre y no sabía cómo llamarla (…) no importa, le dijo ella (…) para vos siempre
voy a ser la mujer del vestido rojo…ella…no era otra que su reciente esposa.
ANÁLISIS

• Simbólico: en la sortija que representa el casamiento.


• Imaginario: la imagen que él tenía de su esposa y de la mujer del vestido rojo.
• Real: cuando descubre que su ex-esposa y la mujer del vestido rojo son la misma mujer.

El hombre busca completar, tapar la falta de la mujer, por eso le propone casamiento.

El deseo se ve en que era una mujer deseada por todos y criticada por las demás mujeres. A partir de que se exhibe a los
demás, empieza a convertirse en eso puesto en valor (antes de empezar a usar el vestido y el maquillaje, ya tenía las
cirugías pero la gente no la miraba realmente, no notaban su belleza). La mujer asume una posición de objeto de deseo.

La belleza está ligada a la muerte, lo cual se ve en el hecho de las cirugías o por ejemplo la anorexia, en el sentido de
someter al cuerpo a un determinado sufrimiento en pos de lograr un Ideal. La belleza no es perpetua, sino que dura un
tiempo y siempre está ligada a la mirada de los demás, no hay nada que sea bello en sí mismo o de forma absoluta o
perpetua. Siempre va a depender de si nos miran o no, y de cómo nos miren.

UNIDAD 3: METÁFORA PATERNA Y GRAFO DEL DESEO


DEL COMPLEJO DE EDIPO A LA ESTRUCTURA

Freud habla de padre y madre, FIGURAS como tal. Plantea el “Complejo de Edipo”, la palabra complejo supone una
elaboración; se resuelve. El primer objeto para el niño es la madre, la cual posee pene, no le falta nada. En un primer
momento se identifica con la madre como poseedora del pene. Cuando descubre que la misma no tiene pene (cree que lo
perdió) sobreviene el complejo de castración, como amenaza de castración por lo cual resuelve el complejo de Edipo.
Abandona a la madre como objeto de amor por temor a que el padre le corte el pene como castigo por sus deseos
incestuosos.

La niña cuando reconoce la diferencia anatómica entre lo que ella tiene y lo que el niño tiene, se separa de su madre y la
hace responsable (ella no me lo dio, ella tampoco lo tiene). Cambia de objeto: se dirige hacia el padre. Esta separación está
marcada por la agresividad y orienta a la niña hacia el padre, de quien desea obtener el pene bajo la forma de hijos
(ecuación simbólica pene-hijo).

Lacan, en cambio, habla de padre y madre en tanto FUNCIONES (materna y paterna) y LUGARES que interactúan en función
de una falta. Las funciones son independientes de quién las realice, lo importante es que den respuesta a la demanda de
amor.

Hablamos aquí ya no de un complejo sino de una “Estructura Edípica”, la cual es descompletada. Por tanto en el diagnóstico
estructural vamos a analizar la forma en la que el sujeto se posiciona frente a la castración del Gran Otro. La estructura no
se modifica, no se cambia. Lo que puede modificarse son los síntomas, pero el psicoanálisis no apunta al síntoma porque si
lo toca lo refuerza. Ya Freud planteaba que el sujeto no quiere curarse, ya que hay algo de la pulsión que se satisface en el
sufrimiento del síntoma.

COMPLEJO DE EDIPO EN FREUD:

EDIPO: Fenómeno central del período sexual de la primera infancia, seguido por el periodo de latencia. Fenómeno
determinado por la herencia, dispuesto por ella que tiene que desvanecerse cuando se inicia la fase evolutiva siguiente. (Ley
que marca que hay algo prohibido y algo permitido).

1. VARÓN:

El niño ha volcado su interés a los genitales, trasluce su interés en el pene en su ocupación manual (masturbación), los
adultos no están de acuerdo con este obrar y hay una amenaza de castración. El varón no cree en esta amenaza de
castración, hasta ver la región genital de la niña y notar la falta del pene en un ser semejante a él. Con esto, se vuelve
representable la pérdida del propio pene, y la amenaza de castración obtiene su efecto con posterioridad.

El complejo de Edipo, le ofrece al niño 2 posibilidades de satisfacción:

 ACTIVA: Se sitúa en lugar del padre, para mantener un comercio con la madre, a raíz de esto el niño comienza a
sentir al padre como un obstáculo.
 PASIVA: Quiso sustituir a la madre y hacerse amar por el padre, con lo cual la madre sobra.
FIN: La aceptación de la posibilidad de castración, pone fin a las 2 posibilidades de satisfacción derivadas del complejo de
Edipo, ya que ambas conllevan a la pérdida del pene. Como consecuencia de este fin, las investiduras de objeto son
resignadas y sustituidas por identificación. Así, el yo introyecta la autoridad de los padres y se forma el núcleo del superyó y
se instaura la ley del incesto. El niño abandona el Edipo, haciendo una elección narcisista, el falo.

2. NIÑA:

El clítoris de la niña se comporta como un pene, pero ella por comparación lo percibe como demasiado corto. Se consuela
con la expectativa que después crezca como el del nene, la niña no comprende su falta como de carácter sexual, sino, tiene
el supuesto de que alguna vez poseyó un miembro grande y después lo perdió por la castración. La niña acepta la castración
como un hecho consumado, entonces el complejo de Edipo es unívoco.

Ecuación simbólica: Sustitución de un objeto por otro, es decir que la renuncia al pene no se soporta sin un sustituto.

FIN: Culmina en el deseo de recibir un hijo del padre, pero como este nunca se cumple el Complejo de Edipo es
abandonado, sepultado.

En Freud, es algo siempre a resolver. Para Lacan, es una ESTRUCTURA EDÍPICA, y si es una estructura no se resuelve. En esta
estructura, hay lugares: madre, padre, hijo, y el falo. Es una estructura cuatripartita.

El falo va a ser el significante del deseo y el significante de la falta: es algo que completa y a la vez que falta. Lo puesto en
valor.

¿POR QUÉ EL NIÑO ES OBJETO DE AMOR DE LA MADRE?

Por un lado, la madre trata de completarse a través de un falo imaginario. El niño ya no busca solamente que la madre lo
alimente, hay una dependecia de amor. El niño se identifica con el falo imaginario y piensa que él la va a hacer feliz.

Lacan, habla de padre y madre en tanto FUNCIONES (materna y paterna) y LUGARES que interactúan en función de una
falta. Las funciones son independientes de quién las realice, lo importante es que den respuesta a la demanda de amor.

Lacan habla de 3 tiempos del Edipo: Estos tiempos no son cronológicos (Freud), sino lógicos:

1. PRIMER TIEMPO:

Hay predominio de lo imaginario ya que se tapa la falta. Existe cierta ilusión de completud.

Aparece la madre, el hijo, y el falo. El niño identificado con el FALO: tiene que ver con la idea de perfección, lo puesto en
valor.

El niño se identifica con esa imagen de perfección. El niño con falo, completa a la madre. El niño busca satisfacer el deseo de
la madre, ser el objeto de ese deseo, es decir que se identifica en espejo al objeto a.

La madre ya está castrada (hubo un corte), va a buscar producir la ecuación falo-hijo. El hijo, va a hacerla sentir completa,
por eso va a ser madre fálica. Con el hijo se cree que van a completar todo lo que hizo en su vida. Después del niño no desea
más. Es una dupla narcisista inseparable inicialmente.

Todo funciona bajo la lógica del ser: para la madre el niño ES el falo, y viceversa. Así, se dice que la madre de este tiempo es
la conocida como “madre fálica”, ella ES la ley, que dictamina: “TODO ES POSIBLE”. Todo lo que dice la madre es la verdad.

Reina, la que dicta la ley: ella dice qué hay de valioso en algo u otro. La ley es omnipotente. Lo que es valioso para ella tiene
que ser valioso para el hijo.

- Es una ley omnímoda porque ella es la ley, no representa la ley.


- Es una ley omnipresente porque está siempre presente.
- Es omnisapiente porque se la sabe toda.

El niño está en un lugar del YO IDEAL: imagen de perfección, el que completa a la madre. Entonces, forman el niño y la
madre, una unidad narcisista. Posibilitan una ilusión de perfección, completud. Relación dual y especular. El Nombre del
Padre aún no opera, está latente en el Inconsciente de la madre, se encuentra en el mundo simbólico de ella.

Si no se logra pasar al segundo tiempo, se gesta la estructura perversa.


Estructura Perversa: Se establece la perversión porque queda fijado en la ley del “todo es posible”. El perverso hace la ley,
es la ley. Aunque se muestre como amo es esclavo, porque no tiene opción de hacer otra cosa. No tiene libertad. Utiliza al
otro como objeto, lo cosifica, no porque quiera hacerle daño sino porque no tiene otra alternativa. Hay un A completo,
absoluto y el sujeto se ubica como objeto de goce de este A. En el perverso no hay significación fálica (la cual es la
presentificación de la castración). El perverso ve la castración y la reniega. Cree así que está en la completud, pero es el que
está más pendiente de la falta.

Mecanismo: Renegación. Hace referencia a que en donde hay una falta el sujeto pone una presencia, renegando la carencia.
No es negar, sino decir que una cosa está a pesar de que no esté. Tapa la falta con el objeto fetiche. Falo positivizado.

2. SEGUNDO TIEMPO:

Predominio de lo real ya que aparece la función paterna que busca separar al sujeto de la madre, mostrándole que la madre
también está barrada, entonces sobreviene la angustia.

Interviene el padre: madre, padre, hijo y falo. Interviene el padre como privador: va a privar a la madre del objeto fálico y al
niño de su objeto de deseo.

Todo sigue funcionando bajo la lógica del ser. Es sólo que ahora es el padre quien ES el falo y la ley. Encarna la ley (la cual
sigue siendo omnímoda), es la ley misma pero no está sujeto a esta. Dictamina: “NADA ES POSIBLE” (Ley terrible del padre).

Se introduce al padre desde un lugar prohibidor, padre que priva, padre temible. Se introduce el Nombre del Padre en el
discurso de la madre, significante que da a entender que ella no instaura el deseo a su antojo sino que está sometida a la
ley. Este padre prohibidor introduce dos interdicciones: le dice al hijo “no te acostarás con tu madre” y a la madre “no
reintegrarás tu producto”. Que el padre pueda ingresar como interdictor del incesto al campo del sujeto depende que la
madre lo posibilite.

Es esencial que la madre desee al padre, que vuelque la mirada hacia el otro, del hijo al padre. Que no quede el niño
totalmente dependiente de la madre.

La ley es el padre en este tiempo, instaurando la ley del incesto. El padre aparece siendo el falo, va a tener todos los
atributos de la madre en el primer tiempo.

Estructura Psicótica: No queda inscripto el Nombre del Padre como significante de la ley, queda expulsado de la estructura.
El Nombre del Padre no tiene el peso de instaurar un orden, una ley, de cumplir con su función ordenadora del psiquismo.
El psicótico se va a manejar con un registro simbólico e imaginario muy pobres, no puede hacer metáfora ni tiene fantasía ni
fantasma ya que no se ha producido la metáfora paterna. Sufre mucha angustia ya que se encuentra permanentemente con
lo real (inconsciente a cielo abierto).

Mecanismo: Forclusión. Este mecanismo hace referencia a lo no tramitado, a lo expulsado. Es un término de la


jurisprudencia utilizado para designar a los trámites que pierden su validez porque fueron presentados fuera de término.

3. TERCER TIEMPO:

Hay predominio de lo simbólico ya que al entrar en juego la ley posibilitadora y operar el nombre del padre, comienza a
operar la sustitución de un significante por otro.

Hablamos aquí de una ley ya no omnímoda sino posibilitadora. El padre dice:

- A la madre “no reintegrarás tu producto”


- Al hijo “no te acostarás con tu madre, pero si con otras mujeres”.

Dictamina: “NO TODO ES POSIBLE”, lo cual deja lugar a que algo SI lo sea. El padre, entonces representante de la ley que
marca la cultura. Le da una prohibición al hijo, pero también una posibilidad: “Podrás hacerlo con otras mujeres”: Queda
registrada la castración.

El sujeto necesita perder esa posición de falo para la madre, esa ilusión de complementariedad, para que comience a
circular su deseo. Es a partir de la prohibición que el sujeto desea; cuando a uno le dan todo va camino a la muerte, se
obtura el deseo, predomina la pulsión de muerte. La madre entonces, necesita aparecer como deseante de algo más allá de
su hijo, y el padre como un sujeto más, también deseante.

Funciona así la lógica del tener: el padre ya no es la ley, sino que es representante de la ley, y se halla él también sujeto a
ésta. Ya nadie es el falo, sino que circula: al falo se lo TIENE y se lo PIERDE. El padre es revelado como poseedor del falo, y si
el niño logra la identificación con el padre, logra la salida favorable del Edipo. Para la niña la tercera etapa es más fácil, ella
no necesita identificarse al padre; ella sabe quién es el poseedor del falo y adonde tiene que ir a tomarlo: del lado del padre,
hacia aquel que lo tiene.

En el sentido de la ley, si bien sabemos que aquí es una ley posibilitadora, no lo es en un sentido tan amplio ya que deja los
emblemas, las insignias de la masculinidad de las cuales el sujeto se tiene que apropiar para enfrentar más adelante la
posición masculina (se construye simbólicamente) así como insignias de la femineidad a la niña.

Un falo simbólico: podemos reemplazar una cosa por la otra, lo valioso puede ir cambiando.

La ley desde la cultura: Prohibición del incesto, que permite que el falo CIRCULE, lo valioso puesto en la cultura, ninguno de
los personajes es propietario del falo.

El niño se identifica con el ideal del yo, de alguna manera con los atributos del padre. El padre le da las insignias.Pero esta
ley del padre, siempre es fallida, nunca va a ser perfecta.

El tercer tiempo ya es una salida hacia la cultura, la ley posibilita que hagamos elecciones fuera del ámbito familiar. La
prohibición posibilita la exogamia.

Estructura Neurótica: histeria, obsesión o fobia.

Mecanismo: Represión. Se sustituye el Deseo de la Madre por el Nombre del Padre y luego a este se lo reprime (Freud:
represión secundaria). Pero el Nombre del Padre siempre va a tener particularidades en cada sujeto que van a determinar
qué tipo de estructura neurótica va a tener.

METÁFORA PATERNA

En la Metáfora, podemos ver los tres tiempos del Edipo y los significantes primordiales. Nos permite observar el Edipo de
una manera esquemática.

La metáfora paterna concierne a la función del padre que se ve presentificada en el Complejo de Edipo. Esta función del
padre en el Complejo de Edipo es la de ser un significante que sustituye a otro significante, al primer significante
introducido en la significación, el significante materno.

La Metáfora Paterna es una estructura cuatripartita que explica cómo se constituye la estructura de personalidad del sujeto
según cómo éste se posiciona frente a la castración. Con la Metáfora Paterna se operativiza la caída del objeto a, es a partir
de ella que algo del deseo propio puede comenzar a circular. Es estructural porque todos los sujetos pasamos por ella y es
estructurante porque constituye una parte de nuestra psiquis.

1. PRIMERA PARTE:

El Nombre del Padre (significante de la ley del incesto) viene a sustituir al Deseo de la Madre (significante de la
omnipotencia materna), que es devorador, insistente, entonces el NP lo barra, lo reprime, pero éste no desaparece.

A partir de que esto sucede, aparece la “X”, la cual es el lugar del sujeto, su deseo, una incógnita, es un doble signo de
pregunta:

 ¿Qué desea la madre? ¿Cuál es el falo que mira mi madre? ¿Qué desea mi madre como falo que no soy yo? El Deseo
de la Madre empieza a ir y venir (Fort-Da)
 ¿Cuál va a ser el devenir del sujeto? Esta incógnita puede ser significada en términos de falos: El significante del
Nombre del Padre permite que el Deseo de la Madre deje de ser un deseo oscuro y que pueda ser significado en
términos de “lo que quiere es el falo”. Se posiciona en relación a eso y es entonces que la significación fálica aparece.

2. SEGUNDA PARTE, SIGNIFICACIÓN FÁLICA:

Cuando opera el NP y sustituye al DM: pone una barra entre la madre y el niño: LA CASTRACIÓN SIMBÓLICA.

El falo, en el primer tiempo: Imaginario. Cuando opera el NP, el falo pasa a ser SIMBÓLICO: puede estar o no, ya no va a ser
el objeto del DM, sino un significante del deseo.
La Metáfora, dice que acá hay REPRESIÓN SECUNDARIA: Existe una falta, todo no se puede.

Como significante primario se llama significante fálico. Si no actúa el NP no va a haber significación fálica. “Significo distintas
cosas en la vida como falo”.

Ésta permite que el deseo del niño empiece a circular. Es decir, permite la circulación del falo, permite ir sustituyendo cosas
de valor (ecuación simbólica), el movimiento del sujeto por el mundo. Aquí el Nombre del Padre operó imponiendo la ley,
barrando al A, demostrando que todos estamos en falta. El significante menos phi es la castración, se inscribe la falta
(Estructura Neurótica). El falo circula.

CONSECUENCIAS DE LA SIGNIFICACIÓN FÁLICA:

• Se operativiza la caída del objeto a (algo del deseo propio puede circular).
• Abre el mundo imaginario a través de lo simbólico y produce una búsqueda de respuesta.
• No hay posibilidad del goce todo. Porque algo no se puede, se abre un abanico de posibilidades.
• Organiza el deseo como deseo inconsciente, teniendo cada uno una forma particular. El deseo del sujeto le
permite buscar más allá del goce materno
• A partir de la significación fálica afirma y sostiene el no todo y la dialéctica del ser y del tener.
• Como efecto de la castración que produce el Nombre del Padre se abren tres preguntas fundamentales
(inconscientes) respecto del propio deseo que remiten a los diferentes tipos de estructura neurótica:

SEXUALIDAD EXISTENCIA DIFERENCIA GENERACIONAL

Pregunta histérica: ¿Qué es ser Pregunta obsesiva: ¿Qué es la vida? ¿Qué es Pregunta fóbica: ¿Qué es ser
mujer? la muerte? padre/madre/hijo/abuelo?
Deseo insatisfecho
Deseo imposible Deseo prevenido
Se identifica con un padre
impotente, colocando la barra Teme perder su deseo, entonces se identifica Se identifica con un padre potente antes
sobre sí mismo, mostrándose en con un padre muerto: se aboca a que el Otro de caer. Cuando aparece el deseo, lo
falta. no desee para que no surja su propio deseo. evita.

Una significación remite siempre a otra significación, por lo tanto, nunca va a existir una significación acabada, completa,
sobre algo. Las significaciones están dadas y comandadas por el Ideal del Yo, post-metáfora paterna. Las significaciones van
a sustituir la falta de instinto. Nos manejamos con significaciones, las cuales, vía identificación, nos permiten movernos por
el mundo. De estas identificaciones se sirve el sujeto para sortear estas tres preguntas y dar respuestas vía el Ideal del Yo. La
significación viene de lo simbólico y trata de dar respuestas a algo de lo real, a lo imposible de responder, que son las tres
preguntas:

¿QUÉ ES SER MUJER? ¿ESTOY VIVO O MUERTO? ¿QUÉ ES SER PADRE/MADRE/HIJO?

Ser hombre o ser mujer son posiciones Remite al valor de aquello que A nivel inconsciente no hay nada que
dadas por estas significaciones. No hay algo estamos haciendo y para quien ha nos dé una respuesta cerrada acerca
absoluto que lo defina. La pregunta en la sido hecho. Refiere al grado de de cómo ser madre, padre o hijos.
neurosis se polariza hacia el sexo bajo la cambio que nos está posibilitado,
forma de esta pregunta, pero por ejemplo respecto del mensaje
más puntualmente: ¿qué es el órgano familiar.
femenino? El falo no es el órgano sexual
masculino, es un símbolo, pero no del pene. Respecto de la inscripción o no de
Lo que el inconsciente no puede inscribir es la propia muerte a nivel
la posición sexual, aunque si registra la inconsciente, de esa muerte
diversidad anatómica, pero es la relación producida por la introducción del
entre los sexos lo que no llega a poder significante.
inscribirse.

A nivel de la sexualidad, la significación fálica permite la elección de un tipo sexual. Le permite creer que lo que se busca es
el otro sexo como complemento, velando la verdadera búsqueda del objeto a. Entonces aparece según la lógica de la
significación fálica:
IMPOSTURA MASCULINA MASCARADA FEMENINA

Impostura viene de impostor, es el hombre que hace creer Es una máscara viril. La mujer que busca ser lo que no es.
que tiene aquello que no tiene. Esta es la impostura del Aparenta ser el falo, se muestra ostentosa ante los demás.
tener. Él tiene pene pero este no es el falo.

Los lugares de hombre o mujer, no están determinados, hay que construirlos, una CONSTRUCCION particular.

NOMBRE DEL PADRE: FUNCIÓN DE NOMINACIÓN

Si el sujeto deviene objeto de un deseo (A) que no puede nombrar, tampoco puede ser nombrado. El Nombre del Padre en
la Metáfora Paterna es el que al atravesar con la falta al significante del Deseo de la Madre hace que surja el deseo
inconsciente del sujeto (S barrada). El Nombre del Padre inscribe, según Lacan, el nombre del sujeto, ya que a partir de la
Metáfora Paterna permite la instauración de UN nombre simbólico. Lo introduce al sujeto en el campo del reconocimiento
nominándolo y así lo hace devenir sujeto barrado.

La función de nominación no tiene que ver con la persona del padre real, sino con la función ordenadora. Con el Nombre del
Padre que sostiene la autoridad de la ley, se autoriza esta función ordenadora dándole al sujeto un nombre que le
pertenece, lo particulariza y lo diferencia. Pero el Nombre del Padre al nominar al sujeto marca un vacío entre lo que
nombra y lo nombrado, ya que el sujeto no es idéntico a su nombre. El sujeto (Sujeto barrado) es imposible de decir, este es
el legado del Nombre del Padre.

Como ya se dijo, Lacan dice que cuando el Nombre del Padre no está, cuando falta, el Deseo de la Madre se convierte en
algo oscuro: Un “Deseo Oscuro”. Entonces la Metáfora Paterna permite responder a algo sobre el deseo de la madre y,
significar ese deseo como un “deseo del falo”. Lacan dice que finalmente de lo que se trata es ver cómo el significante logra
significar algo del Goce. Y en la Metáfora Paterna al goce se lo significa en términos fálicos. Se goza con el falo (GOCE
FÁLICO).

La Metáfora Paterna explica que el goce está perdido y que lo que queda de goce es el goce fálico, el Nombre del Padre le
da significación al deseo de la madre como deseo fálico. Pero hay más, lo que excede al falo, todo aquello que está por
fuera de él. Entonces podemos decir que la Metáfora Paterna domestica al goce, hace que el goce sea un Goce sociable,
compartible, del cual hay un significante y sus equivalentes (niño, padre, etc.).

El Deseo de la Madre no es entonces ningún deseo, ni tampoco una madre, es una voluntad sin ley, enigmática, oscura. Por
el Nombre del Padre en la significación fálica, la X se resuelve en el goce del falo. Ese goce desconocido cobra una
significación fálica. Esto brinda como resultado la inscripción de la castración simbólica.

La clínica de la nominación es la clínica del atributo: tener un nombre, dar uno, recibir o rechazar uno, nombrar lo
innombrable, el objeto que soy en el deseo del Otro. En ese vacío que deja la nominación del Otro. El ideal post-edípico
marca lo bueno y lo malo, lo prohibido y lo permitido, etc. Que acota al goce y facilita el lazo social. El Nombre del Padre le
da a cada sujeto las insignias particulares.

La hipermodernidad (Jacques Alain Miller) nos lleva a una pluralización de un mismo nombre para todos (orden de hierro)
que sustituye al Nombre del Padre el cual se encuentra debilitado o imposibilitado. Entonces, a diferencia del Nombre del
Padre, no se pone un límite al goce, sino que se lo difunde. Se promueve la ley del “todo es posible”.

IDEAL DEL YO - YO IDEAL

- ESTADIO DEL ESPEJO

Momento crucial en el desarrollo de sujeto. El niño se ve en el otro, en los otros. El niño es lo que ve de los otros,
combinado con lo que siente de sí mismo. Por ello decimos que es muy importante la presencia del Otro.

El efecto benéfico es que obliga al niño a aceptar poco a poco la representación de él que descubre en la imagen especular.
Este aprendizaje marca el advenimiento de una autonomía. Es después de esta experiencia, y si el niño descubre su
aparente integridad, se origina el narcisismo primario.

La imagen del cuerpo se elabora entre el niño y la madre, la diada. Esta imagen participa de un intercambio con el otro.
“Comunicación lingüística”, la imagen del cuerpo se constituye en el lenguaje.
Según Lacan El estadio del espejo lo entendemos como una identificación. Su función se revela como un caso particular de
la función de la Imago, que es establecer una relación del organismo con su realidad. En el momento en que termina el
Estadio del Espejo inaugura la dialéctica que liga al Yo (je) con situaciones socialmente elaboradas.

YO IDEAL IDEAL DEL YO


Instancia perteneciente al registro Imaginario, donde Instancia perteneciente al registro simbólico
tendría lugar el nacimiento del yo (moi). Es una formación
narcisista cuyo origen lo situamos en el Estadio del Espejo.
Por lo que nos constituimos en una imagen ajena.

El yo ideal se constituye por la mediación del Gran Otro. Alejamiento de esa fascinación por la imagen, de eso que el
sujeto cree ser.

Pertenece al registro de lo imaginario, tiene una formación Se relaciona con el rasgo unario, con aquello que preexiste al
narcisista, surge a partir del Estadio del Espejo: Construcción sujeto y le da “identidad”. Es lo que comanda las
de una imagen ajena por el otro simbólico. Al alienarme identificaciones imaginarias en el estadio del espejo.
(imaginariamente) con esta imagen, yo me creo que soy Significante primordial que comanda lo imaginario.
perfecto. Desconoce que hay una falta. Este yo será una
estructura de desconocimiento, de ficción.

Identificaciones sin consistencia real, que le permitirán A la salida del Edipo va a tomar insignias paternas en donde
conocer quién es quedaran posibilitadas y prohibidas determinadas
identificaciones.

Es un Yo primitivo, un Yo placer (primer tiempo del Edipo = Es post-edípico, (identificaciones post-edípicas) el sujeto se
Falo de la madre) identifica con el padre enmarcado en la función paterna, el
nombre del Padre, a través del cual, post-metáfora y dada la
significación fálica, opera la castración simbólica.

Atributos: perfección, completud y omnipotencia. Se libera del deseo todo poderoso de la madre, y crea por sí
mismo la significación de lo que él es.

Imagen de perfección narcisista, ilusión de completud, Posibilita la entrada en lo simbólico. Es tener el falo y no
relacionada con la idealización (reconquistar el estado serlo. El sujeto entra en una norma, una ley. Sienta las bases
omnipotente del narcisismo infantil) para la formación del Superyó.

Ser Yo ideal del ideal del yo de sus padres, ser el Falo. Es lo que uno se propone en la vida, metas que van más allá
del presente, aspiraciones, etc.

Relacionado con el narcisismo primario y las identificaciones Relacionado con el narcisismo secundario y las
identificaciones secundarias. Con la sublimación y la
capacidad de sustitución

SUPERYÓ

El surgimiento del concepto en Freud va de la mano de las cuestiones en relación al Padre. El Edipo somete al sujeto al
orden de la autoridad de la ley; Edipo es también castración, operación simbólica que instala la lógica del no-todo es
posible.

Siempre están ligados el Complejo de Edipo y el Complejo de Castración. De ambos quedan residuos (como herencia) de su
tramitación, y éstos forman parte del Superyó como lo inasimilable. Es heredero, a la vez, del Ello. Por el excedente
pulsional (voz, mirada, espectro, demonio) de lo que resta del Padre, es que el superyó empuja desde el imperativo que se
hace oír GOZANDO.

Por un borde moebiano, se desliza el Padre:

- Por un lado, el Padre primitivo de la horda, maldito, sanguinario que ataca y lleva a la muerte. Por la falla de la
misma ley, porque lo simbólico no lo cubre todo, no todo puede legislar.

- Y, por el otro borde, el Padre pura bondad, protector y bondadoso. La Ley del Padre pacifica
En el origen, para el niño, lo que prima es lo SENSORIAL y las PERCEPCIONES ACÚSTICAS y no los componentes visuales de la
representación-palabra que son secundarios y adquiridos mediante la lectura.

Es extraño e íntimo al sujeto, ajeno y propio.

“Es ajeno porque está excluido pero dentro de la plaza central del sujeto, como su más íntima exterioridad” Gerez-Ambertín

“La paradoja del superyó reside en que el sujeto está apegado a algo que no le hace bien, es decir, a algo que no colabora
con su bienestar. El superyó debe entonces ser incluido en una serie común con la pulsión de muerte y el masoquismo
primordial.” (p. 139) “Pueden encontrar esta formulación en el Seminario XX, Aún, que comienza con la formulación del
imperativo del superyó como GOCE. La paradoja de este imperativo es que equivale exactamente a una interdicción, porque
gozar (…) es imposible.” (p. 140) Jaques-Alain Miller

Características del superyó

o Instancia que ejerce la función censora y de autocrítica.


o Se emparenta con la función de la conciencia moral, con los imperativos categóricos y el castigo,
o Se relaciona con la angustia y la culpa.
o Acecha, observa y juzga con severidad y, en ocasiones, impele al fracaso del sujeto.
o Puede oponerse al yo y dominarlo.
o Participa de las vicisitudes de las pulsiones pero no del examen de la realidad.
o Freud, en El problema económico del masoquismo, (1924) expresa: “Si el dolor y el displacer pueden dejar de ser
advertencias para constituirse ellos mismos en metas, el principio de placer queda paralizado, y el guardián de
nuestra vida anímica, por así decir, narcotizado” (p.165)
o Proviene de lo oído y también tiene como fuente auditiva la instrucción, la lectura, etc. y las fuentes del ello, de allí
que el superyó se constituye como OBJETO VOZ. Su fuente está en el Ello y asienta en lo auditivo, lo más
absolutamente primario. Son restos de lenguaje que no conducen a significación y que perturban al sujeto.
o Tiene su raíz en la identificación primaria como incorporación intrusiva.

Algunas manifestaciones clínicas y tipos de carácter en los que participa el superyó

RASGOS DE CARÁCTER INDELEBLES:

- Ser una excepción con lo cual la culpa siempre es del partenaire imaginario quien es autor de una privación
imperdonable.

- Los que fracasan al triunfar, quienes no sienten la culpa conciente ni la implicación subjetiva en su fracaso sino el
obrar del destino que los azota con el fracaso.

- Los que delinquen por culpa pues el castigo encuentran la pacificación. (por ejemplo, niños que se tornan díscolos,
molestos, insoportables hasta lograr ser castigados y, desde allí, retornar a una apacible tranquilidad) Porfía,
obstinación, desafío, irritabilidad, susceptibilidad, dureza como muestras del “mal-carácter”.

- Compasión, timidez, dulzura, docilidad, paciencia, como trazos de “buen-carácter” y sospechosos de ser
formaciones reactivas.

ALGUNAS MANIFESTACIONES CLÍNICAS DEL SUPERYO:

- Mandatos insensatos que irrumpen sorpresivamente en el más “normal” de los sujetos.


- Compulsiones irrefrenables.
- Obediencias masoquisticas.
- Prácticas auto-destructivas silenciosas o estrepitosas.
- Actos expiatorios y sacrificiales ligados a culpas infundadas.
- Estruendosos fracasos como respuesta al triunfo.
- Extraños empeoramientos en momentos de franca mejoría (RTN: reacción terapéutica negativa).
- En la neurosis obsesiva: los reproches, la hiperculpabilidad, la escrupulosidad y los mandatos incomprensibles.

ESTRAGO MATERNO

El término ESTRAGO, es introducido por Lacan para dar cuenta de las consecuencias que el deseo de la madre tiene sobre el
hijo. Dicho concepto hace referencia a un daño o ruina que causa grandes destrucciones. (lo ejemplifica con el daño
causado por una guerra a un país).
Lacan nos dice que estrago, significa ravage, donde hay una acción de destrucción extensa, intencional o no que puede ser
producida por una guerra. Otro termino común es el de “devastación”. Ambos se relacionan con no tener límites.

Lacan se refiere al deseo de la madre como insaciable, devorador. Plantea que no es algo que pueda soportarse tal cual, y
que pueda resultar indiferente, porque siempre produce estragos.

Lo relaciona como estar dentro de la boca de un cocodrilo, esta boca puede cerrarse en cualquier momento por capricho,
pero luego plantea que habría algo tranquilizador, un palo de piedra que está ahí en potencia en la boca y eso lo va a
contener o trabar, es lo que llama el falo. Es la relación al falo lo que mediatiza, lo que impide que la boca del cocodrilo
cierre, entonces un límite posible al estrago que causa el deseo de la madre, sería el falo, efecto del Nombre del Padre por
la operación de la Metáfora Paterna.

Por otro lado, podemos ubicar el estrago de la hija mujer como una dificultad para pasar al segundo tiempo del Edipo (no
hay amenaza de castración en la mujer, por la relación pre-edípica con su madre, relación homosexual y fusional). Dificultad
para salir de la ligazón con la madre.

¿Qué relación hay entre la pulsión, goce, superyó y estrago?

Superyó: instancia psíquica formadora de la moralidad, del Ideal del Yo, que se constituye a partir de la represión de los
deseos incestuosos en el complejo de Edipo.

En el varón el Edipo es sepultado por la amenaza de castración, instaurándose como heredero un severo superyó. Pero en la
niña está ausente la angustia de castración, permanece dentro del Edipo por un tiempo indefinido, luego lo deconstruye y
aun así lo hace de manera incompleta.

De acuerdo con esto, el superyó femenino como heredero del complejo de Edipo, seria débil, porque no está esa “amenaza
de castración”. Pero, si se observa la relación de exclusividad, apasionamiento, y la duración de la fase ligazón-madre pre
edípica de la mujer, y como acaba en reproches y hostilidad por ser la madre responsable de la falta, es posible pensar en
una instancia de “conciencia moral”, que se vuelve cruel.

Lacan en el seminario V, se pregunta sobre el origen de este superyó, si verdaderamente es de origen paterno, si no hay
detrás de este, un superyó materno más exigente, más oprimente, devastador.

Aparecen afirmaciones en el discurso de la madre que toman forma de imperativos. Estos imperativos tienen que ver con el
superyó, cuando éste no está articulado a la función fálica, al ideal del yo. El imperativo de goce para Lacan es superyoico:
“lo quiero ahora” no se articula a la falta, interpela al Otro como una obligación. En este sentido el superyó, es la ley
incontrolada y caprichosa de la madre, más cercano al deseo de la madre antes de que sea metaforizado por el Nombre del
Padre. Deseo de la madre como capricho sin ley, al valorizar la función de la madre, se está valorando la incidencia
traumatizante del goce puro.

Todo ello contribuye a que se pueda dar una relación estragante entre madre-hija. El estrago no se inscribe en las
coordenadas del placer, sino del más allá del principio del placer, o sea que es un asunto que entra en relación con la
pulsión en su aspecto mortífero, quedando el hijo a merced del Otro absoluto y su devoración.

Lacan desarrolla la oposición entre goce y placer. El principio del placer hace límite al goce, ordenándole al sujeto gozar lo
menos posible. Cuando el sujeto trasgrede las prohibiciones impuestas a su goce, el resultado no es más placer, sino dolor,
puesto que solo puede soportar una cierta cantidad de placer, más allá de este límite, el placer se convierte en dolor y
sufrimiento. El goce, en exceso se ubicaría entonces en el más allá del principio del placer, en lo que tiene que ver con la
pulsión de muerte.

En el complejo de castración la renuncia al goce, implica que el sujeto debe desistir en sus intentos de ser el falo imaginario
para la madre, así como la madre de demandar que sea él quien la complete. Esta prohibición de algo que es, imposible de
recuperar puesto que funciona para mantener la ilusión neurótica de que el goce seria alcanzable si no estuviera prohibido.

El goce regulado por la ley simbólica, hace posible la distancia necesaria del Otro y el surgimiento del deseo propio. Si no
opera la ley simbólica, el hijo queda sujeto al goce sin límites propio del Deseo Materno, en el estrago hay algo de la madre
que queda por fuera del intercambio y de la ley simbólica, un punto en la madre en la que el goce no se organiza por medio
del falo.

Si la prohibición no se da, si la ley paterna falla, se propician las condiciones para que el hijo quede preso como objeto de
goce del Otro materno, en una posición de estrago. Con la metáfora paterna, ese goce puro propio del periodo preedipico
queda limitado por la función fálica, el significante de la falta en el Otro le marca al hijo que a este Otro materno hay algo
que le falta en tanto mujer, que no es él, sustrayéndolo así de la posición de ser objeto de goce y posibilitando la
identificación al Ideal paterno.

La toda-madre, la que no desea como mujer, es la que dará lugar al estrago. Sin embargo, los efectos estragantes no solo
aparecen cuando hay una ternura desmedida hacia el hijo, un exceso de madre que no desea más allá del hijofalo; sino
también en el extremo opuesto, cuando el exceso de mujer no permite que el hijo llegue a ocupar lugar de falo, es decir,
cuando no hay lugar en el deseo materno para él.

Si bien el estrago es un asunto que atañe tanto a hijos varones como a mujeres, adquiere un estatuto particular en la
relación madre-hija, ya que la hija espera una subsistencia de la madre que deja al padre en un segundo plano en el estrago.

Entonces una mujer, mientras más identificada a su lugar de madre, más se borra como sujeto mujer, y más “aplasta” a los
hijos. Por ello, su “partición” es necesaria. La maternidad implica un proceso de separación, de desprendimiento del hijo-
falo, es necesario este duelo para que se ponga en juego algo de su “ser de mujer”. Además, en la relación madre-hija, es
preciso que la hija no encuentre la respuesta a su propia feminidad en su madre, ya que lo que produce la separación con
ella, es el encuentro con un hombre.

Conclusión: El deseo materno es necesario para mantenernos con vida, pero si no viene algo a separar la relación con el
hijo, la madre lo toma como objeto fálico y el niño no puede hacer circular su deseo, por lo tanto, queda tomado por el
deseo de la madre.

Kolet Soler: A la madre se le reprocha siempre, que no dió la falta o que no dió todo. La madre siempre se culpabiliza. El
estrago siempre se juega, pero se va a ver en qué grado, en cada sujeto.

ESQUEMAS

ESQUEMA LAMBDA (L) 1955

Lacan lo desarrollo para dar cuenta de la concepción de la experiencia analítica como una relación intersubjetiva, criticando
la relación del objeto. Su intención fue mostrar que la relación simbólica entre S y A, siempre está bloqueada por lo
imaginario, por tanto, muestra la interrupción de la palabra plena por lo imaginario.

El esquema L, se lo define como el grafo de la intersubjetividad, ya que todo en el discurso o en nuestras relaciones con los
otros, está supeditado a instancias que mediatizan la comunicación, haciéndola imposible de objetivizar.

Esquema de la palabra y del lenguaje, no está representado lo real, porque no tiene palabras.

Es el esquema de la comunicación intra subjetiva porque es la dimensión en la cual todo sujeto humano siempre que se
encuentra con Otro, cuando le habla, en realidad le está hablando al Gran Otro. Por eso desconfiamos de la relación que
tenemos de yo a yo. Me conecto con el otro a partir de esto, cuando estoy con el otro en realidad estoy relacionándome
conmigo mismo.

Representa la determinación, la supremacía de lo simbólico sobre lo imaginario

Estructura cuatripartita:

- 4 puntos: A; S; a; a’
- 4 vectores: Imaginario, Simbólico, Deseo e Identificaciones.

Lugar del código, lugar del tesoro de los significantes, el inconsciente para Lacan.
A: Gran Otro Lugar determinante pero no determinado. Ninguna flecha llega a él, es un lugar determinante, es el
(registro simbólico) lugar del analista.
Nutre de identificaciones al yo moi.
Conjunto desordenado de identificaciones, a la manera de un cuadro surrealista.
Lugar de desconocimiento y de certezas ilusorias de todo lo que tenga que ver con algo que sea del
orden del sujeto, desconocimiento de aquello que lo determina: El Otro simbólico,
a: Yo moi (Registro
desconocimiento de la falta.
imaginario)
Es un lugar determinado pero que no determina nada. Está determinado por el a’ y por A.
Forma el Yo ideal, y está relacionado con el Estadio del Espejo y el Narcisismo (en la etapa de
enamoramiento).
a’: Otro especular Determina al yo moi en el estadio del espejo
(semejante) Determinado por S.
(Registro Es el semejante del espejo, NO es el objeto a, sino que es el OBJETO de deseo que encuentro en los
imaginario) demás, que busco en el otro.
Es el sujeto que habla de su estúpida e inefable existencia. Es una falta en ser, un ser en falta.
Habla de estupor cuando hablamos siempre estamos en este estado, no sabe lo que dice, se va a
tener que mover en función de los significantes que tiene del gran Otro. El significante me ha ido
marcando la existencia
S: Sujeto del Tanto S, como A aparecen sin barrar. Antes de que Lacan conceptualizara alienación y separación,
inconsciente, Yo Jé como operaciones constitutivas de la subjetividad, donde después de la operatoria de la separación
(Registro simbólico) y con la aparición del objeto “a”, tanto S como A quedarán barrados.
En el esquema, Lacan parte del Gran Otro (A), que determina todo lo que tiene que ver con la vida
psíquica. Todo parte de este gran Otro, las flechas salen de él.
Posee 2 lados: Lado del sujeto, representado por S (Sujeto del icc), y a (yo moi). El otro lado es el
lado del Otro representado por a’ (otro imaginario) y A (Gran Otro).

VECTORES:

- Vector imaginario: a’ ----> a “MURO DEL LENGUAJE”

Lacan lo llamará el muro del lenguaje, porque no deja pasar, nos deja ver algunas cosas y otras no. El imaginario es una falsa
realidad, lo que existe es la realidad psíquica propia de cada una. La línea en este vector es completa, ya que lo imaginado
habla de la completud.

El muro frena al inconsciente. No se puede decir todo lo que el inconsciente transmite, porque choca con este muro
imaginario.

Tapa, no permite ver, bloquea aquello que viene del sujeto del inconsciente.

- Vector simbólico: A ---> S “VECTOR DE LA PALABRA”

Es una relación interdependiente, ya que no existe uno sin el otro, aunque es determinado por A.

La relación simbólica A----S, está bloqueada o forzada por lo imaginario. El sujeto recibe del A su propio mensaje invertido y
no desde su semejante.

Tiene que ver con la Palabra plena: Aquella que viene del icc, plena de sentido, se filtra a través del muro del lenguaje,
aparece y desaparece “Lo no dicho de lo dicho”.

El icc insiste: (insistencia de la cadena significante: automatón)

- Vector del Deseo: S---> a’

El sujeto determina al otro semejante a partir de su deseo.

Las líneas punteadas: No todo lo que viene del inconsciente pasa de manera directa. El a’ estaría determinando al sujeto,
pero no de manera tajante.

- Vector de las Identificaciones: A--->a

El Gran Otro nutre de identificaciones al yo moi. El gran Otro, determina al yo moi de manera tajante.

Identificaciones pre- edípicas. S1. De la cadena de significantes de A, el sujeto tomará algunos S1.
ESQUEMA Z (1957)

Lacan corrige el esquema L, ésta modificación es necesaria para pasar luego al esquema R y al grafo.

Pretende con este esquema, la formulación de la relación del sujeto con el Otro del sujeto. La condición del sujeto, depende
de lo que se desenvuelve del Gran Otro, este articulado en forma de discurso, el inconsciente en el discurso del Otro.

Todo surge del Gran Otro, de él sale una flecha plena al a. El conjunto de identificaciones que forman al Yo moi vienen del
gran Otro, tiene que ver con el Yo ideal. Ese Yo narcisista que es compacto, consistente, en base a esto establece una
relación especular con los demás: a’. Siempre voy a buscar relacionarme con alguien parecido a mí. El yo moi lleva al sujeto
a establecer una relación imaginaria con el otro semejante, una relación consistente. S no es el sujeto, sino el Yo Je, el
sujeto que habla.

Lacan dice que el sujeto habla de su estúpida e inefable existencia, porque habla sin saber lo que dice, y lo que dice está en
otro lugar, en el lugar del Gran Otro:

- Estúpida: implica un sujeto paralizado de sorpresa por el hecho de que no encuentra el significante que lo signifique.
- Inefable: es lo inexpresable en palabras ya que los significantes en cuanto tales no significan nada por sí mismos; el
sujeto se ubica en los intervalos entre los significantes, por eso sería definido como lo que representa un significante
ante otro significante.
- Existencia: El sujeto es ser de significante, pero fuera de cada significante, el sujeto no está sostenido por ningún
significante, se encuentra en la falta.

La flecha va dirigida al a’ que va a confirmar mi imagen especular. Todo me viene dado del gran Otro, hasta el nombre,
marca que me presta identidad, ese nombre es un rasgo unario y me permite creer que soy único. No tenemos identidad,
sino identificaciones. El deseo tampoco es algo propio, somos el deseo del deseo del Gran Otro.

En este esquema el sujeto del icc, está en los 4 puntos. El Otro es lo que yo he creado a imagen de mí, yo no sé cómo es el
otro, yo creo una imagen del Otro.

El Gran Otro es éxtimo, lo más externo e interno a mí, somos a partir de la alienación del otro. Estamos alienados por el
lenguaje porque somos a partir del deseo del Gran Otro y porque éste nos estructuró.

APARTADO: BANDA DE MOEBIUS

La banda de Moebius es una de las figuras más estudiadas por Lacan dentro de su topología. Ilustra el modo en que el
psicoanálisis problematiza oposiciones binarias como interno/externo, amor/odio, significante/significado,
verdad/apariencia. Los términos de estas oposiciones suelen ser presentados como radicalmente distintos, pero Lacan
prefiere entenderlos en función de la topología de la banda de Moebius: así, los términos opuestos no son vistos como
discretos (separados) sino como continuos. Por ejemplo, el discurso del amo es continuo respecto del discurso del analista.
La banda de Moebius ayuda también a comprender cómo es posible “atravesar el fantasma”: dado que sus dos lados son
continuos, se puede pasar del interior al exterior, o al revés (aunque resulta imposible decir en qué punto preciso se ha
realizado dicho pasaje).

Explica el funcionamiento del inconsciente, rompe con la concepción freudiana CC-PRECC-ICC, Lacan dice que a través de la
palabra se produce la cura porque lo que está dentro pasa afuera, no se trata de estratos profundos, sino de la bidimensión
que es lo que se encuentra en el fantasma.

No tiene un adentro, ni un afuera, hay una continuidad por eso todo lo de adentro puede ponerse afuera o viceversa. En el
discurso el icc puede aparecer o desaparecer.

El icc tiene 3 características:

- Bidimensión
- No negación
- Atemporalidad
ESQUEMA RHO

Lacan llega a este esquema a partir del esquema L y del esquema Z. Lo construye en 1958.

Es la teorización de la función paterna en la articulación peculiar de lo simbólico, lo imaginario y lo real, si cualquiera de los
3 se rompe se deshace el nudo completo.

Pretende explicar la manera de estructurar y articular la estructura edípica con la neurosis.

Es un cuadrado que incluye el esquema Z y por fuera tiene a los 4 significantes primordiales. Lo que no se ubica entre medio
de los triángulos, imaginario y simbólico es el cuadrángulo o campo de la realidad.

Este campo de la realidad lo tacha, cubre, encubre el campo de lo Real. Lo cual decimos que este campo de la realidad
pertenece al orden de lo imaginario y se apoya sobre lo simbólico. “Lo simbólico cava un surco en lo Real y lo imaginario
viene a tapar ese vacío.”

Lacan indica con este esquema la estructura imaginaria de la realidad. A eso responde el sombreado, que además de indicar
que la realidad encubre como una pantalla lo real, también indica como la realidad esta superpuesta al campo de lo
imaginario y apoyada en lo simbólico, como todo lo imaginario. La realidad tiene una estructura imaginaria que se soporta
en lo simbólico y que deja oculto lo real.

El triángulo imaginario tiene una base que está constituida por la pareja imaginaria del estadio del espejo, el yo moi y la
imagen especular del objeto (i). Además, tiene un tercer vértice que comanda el dicho triángulo, el significante fálico o falo
(phi), que es a lo que el sujeto se identifica en lo imaginario.

El triángulo simbólico es donde se estructura la neurosis, sus vértices son: I (Ideal del Yo), M (función materna) y P como la
posición en el Otro, del Nombre del Padre.

En el campo de la realidad, que es el espacio señalado con R, de I a M se pueden colocar las figuras del Otro imaginario, los
objetos libidinales, y de m a i, las sucesivas identificaciones del yo.

Dentro del cuadrángulo de la realidad, subyace el fantasma. Este es un velo, a través del cual percibimos el mundo. Es cómo
se posiciona el sujeto frente a la castración. Es estructural, no desaparece. Se da pos metáfora en los neuróticos. Es un
efecto de que opero la represión secundaria.

Este cuadrángulo se grafica a partir de la banda de moebius; una superficie bidimensional a través de la cual demuestra
Lacan que el inconsciente no tiene estratos profundos y que a través de la palabra puede surgir algo de lo inconsciente.

La constitución de la realidad en este esquema se da solo porque el significante del Nombre del Padre opera en lo
simbólico, haciendo posible la identificación al falo imaginario y a la constitución de la realidad. Si P estuviera forcluido no
habría identificación especular. Entonces es porque la Ley del Padre ha operado que el falo se ha negativizado y en tanto el
falo falta, el niño se identifica a ese objeto del deseo materno en lo imaginario.

Descripción

Se caracteriza por ser el primer esquema de Lacan en poseer una superficie con forma de cuadrado. Incluye al esquema Z y
tiene los Significantes primordiales por fuera:

- M: Madre
- P: Padre
- I: Ideal del yo
- Phi: Significación fálica
El triángulo trazado con la línea plena es el orden Simbólico. Lo confirma:

- Que sea denominado “S”


- Que sus vértices sean elementos simbólicos. (I, M, P)
- LA letra “A” el Otro, el Inconsciente.

El triángulo punteado es lo no simbólico. Lo que vendría a pertenecer al orden de lo Imaginario.

Lo cual para “S” correspondería a lo Simbólico, para “I” lo Imaginario y “R” no es lo Real sino “el Campo o Cuadrángulo de la
realidad” que se encuentra velando a lo real.

Este campo de la realidad lo tacha, cubre, encubre el campo de lo Real. Lo cual decimos que este campo de la realidad
pertenece al orden de lo imaginario y se apoya sobre lo simbólico. “Lo simbólico cava un surco en lo Real y lo imaginario
viene a tapar ese vacío.”

Lacan indica con este esquema la estructura imaginaria de la realidad. A eso responde el sombreado, que además de indicar
que la realidad encubre como una pantalla lo real, también indica como la realidad esta superpuesta al campo de lo
imaginario y apoyada en lo simbólico, como todo lo imaginario.

No se habla de Real porque es imposible de graficar y es aquello que no podemos poner en palabras. Dentro del
cuadrángulo de la realidad subyace el fantasma. Este es un velo, a través del cual percibimos el mundo. Es cómo se
posiciona el sujeto frente a la castración. Es estructural, no desaparece. Se da pos metáfora en los neuróticos. Es un efecto
de que opero la represión secundaria.

Lacan define la estructura del esquema “R” como un doble ternario, el ternario simbólico MIP y el ternario imaginario
significación fálica a-a’.

Se distingue el triángulo imaginario Sim que se llamara triangulo del sujeto en lo imaginario, del cuadrángulo de la realidad
MimI. Quedando “m” e “i” dentro de lo que sería el campo del triángulo del sujeto.

La relación entre ambos ternarios, el imaginario y el simbólico, es definida por Lacan como una homología: relación entre
elementos que se corresponden en las figuras semejantes.

TERNARIO SIMBÓLICO

- A: el Otro. Es el Inconsciente particularizado para un sujeto. Lugar desde donde el sujeto puede recibir la pregunta
por su inefable y estúpida existencia.

- M: significante del objeto primordial, estatuto simbólico.

- P: significante del Nombre del Padre

- I: significante del Ideal

TERNARIO IMAGINARIO

- “m”: será el Yo moi, precipitado de las identificaciones narcisisticas,

- “i” la imagen del semejante. Lo cual a-a’ y m-i ahora están diferenciadas, pero implican un redoblamiento de lo que
antes era en los esquemas “L” y “Z”.

- ϕ: significación fálica. La cual es fálica a consecuencia de que la función del significante del Nombre-del-Padre
opera a través del significante fálico. Es un significante que tiene una función privilegiada, no tiene correspondiente
ni equivalente. Es único, no se articula con otros significantes. Es por esto que no puede ser escrito en el esquema
“R”. Es el significante del deseo del Otro. Debe producirse la operatoria de la metáfora que introduce la falta en el
Otro, para que el significante fálico marque la significación y haga del deseo, deseo sexual.

- S: hace referencia al sujeto en lo imaginario. A partir de que haya operado la Metáfora Paterna, se amplia el campo
de lo imaginario del sujeto, abriendo paso a su deseo, a través de la falta el Otro.
EL GRAFO DEL DESEO

¿Qué es un grafo? El grafo es una posición topológica de elementos y relaciones. Alfredo Eidelsztein

El grafo es un tipo particular de escritura, (escritura que supone la constitución –no definitiva- del sujeto en la cadena de
significantes como sujeto barrado)

El grafo es un esquema construido por Lacan en el curso de sus seminarios V: “Las formaciones del inconsciente” (1957-
1958) y VI: “El deseo y su interpretación” (1958-1959). El grafo constituye de hecho la primera topología completa de Lacan,
cuya elaboración abarcó una decena de años (1956-1966). Es tomado de la Teoría matemática de los grafos y redes.

Lo trabaja para dar cuenta de la estructura neurótica, y está basado en la novela: “El diablo enamorado”

El neurótico no sabe quién es, porque es un sujeto barrado; y no sabe qué lugar ocupa porque su existencia va a estar
comandada por ser la causa del deseo del gran Otro. Como yo no tengo un lugar asegurado, busco ser la causa. Ser el objeto
de deseo del Otro.

Es a través del discurso del sujeto como surge el Inconsciente, lo que equivaldría a decir que el discurso o lenguaje del
sujeto, es el mismo Sujeto del Inconsciente. Sujeto barrado, en falta, deseante. En el discurso del sujeto, los significantes se
asocian por leyes del proceso primario, pero esa asociación no es al azar, sino que está en relación con el lugar de
ocurrencia (ubicación topológica).

Es por tanto importante aclarar que el Grafo del deseo es el Sujeto mismo, en tanto sujeto que se posiciona frente a la falta.
La estructura del Sujeto, la posición del Sujeto respecto de su propio deseo, estará dada por la inscripción en el mismo, del
Nombre del Padre.

Sólo la función simbólica puede dar cuenta de la aparición del sentido en el discurso concreto. El sujeto es aquel que habla,
y su palabra se produce en necesaria referencia al Otro.

Lacan arma el grafo, donde la pregunta es el CHE VUOI? ¿QUÉ ME QUIERES? Es la pregunta que le hace el neurótico al Gran
Otro.
¿Por qué llamamos a éste grafo “El grafo del deseo”?

Lacan dirá que es porque sirve para presentar dónde se sitúa el deseo en relación con un sujeto definido a través de su
articulación por el significante.

Es el “Grafo del deseo” porque la estructura fundamental del grafo nos es dada por la noción y subsiguiente localización del
deseo.

El lugar del sujeto, como sujeto de deseo, es el intervalo, el agujero. El deseo no es una relación de ser a objeto sino una
relación de ser a falta.

Lacan hace este grafo para explicar la neurosis, el grafo del deseo es el sujeto mismo, en cuanto a sujeto en relación a la
falta. La estructura del sujeto, la posición del sujeto frente al deseo estará dada por la inscripción en el mismo del NP

LOS DOS PISOS Y LOS DOS LADOS DEL GRAFO

- Piso inferior del enunciado: es el vector horizontal. El enunciado es el discurso en sí mismo, su contenido. Es el yo que
cree que habla desde él; el yo se propone como autor de lo que dice. Es el despliegue de la cadena de significantes. Es
el punto del código. El enunciado se produce desde una posición consciente. Este grafo presenta en su parte inferior,
aquel primer gráfico, la célula elemental del lenguaje, prototipo de la comunicación humana, modificado en ciertos
elementos. Tiene que ver con la palabra vacía.

- Toda la línea derecha es la línea de las preguntas. Hay preguntas porque no hay respuestas. Es decir, no hay
respuestas fijas, como las respuestas que al animal le da su instinto.

- A partir entonces, del S (Ⱥ), entra en juego la línea izquierda de las respuestas, estando la primera de ellas, la que
responde a la falta en el Otro, a nivel del piso superior del grafo, el piso de la enunciación inconsciente. Esa respuesta
está representada por la fórmula del fantasma en la que se conecta el $ con el a.

- Piso superior de la enunciación: tiene relación con el Inconsciente. La enunciación es el contexto del discurso. Se
configura a partir de la introducción de la ausencia del Otro. La presencia-ausencia del Otro, este par alternante crea
la base del nuevo piso del grafo: el de la enunciación inconsciente, que se abre a partir de una pregunta: “Che vuoi?”;
“¿Qué quiere?”, pregunta que Lacan toma de la novela “El diablo enamorado” de Cazotte. Tiene que ver con la
palabra plena.

PISO INFERIOR: EL CÍRCULO INFERNAL DE LA DEMANDA

Demanda: la demanda es aquello que se puede poner en palabras, que puede ser dicho, que puede ser articulado
concretamente en el discurso. Y la demanda es, dice Lacan, demanda de presencia-ausencia, ligada a la presencia ausencia
de ese Otro a quien el niño está sujetado.

Uno de los rasgos fundamentales que introduce esta denominación de la necesidad por el significante, es que todo lo que
luego puede ser pedido en términos significantes, es decir, demandado (puesto en palabras), pierde su particularidad:
pierde su característica de objeto específico que satisface el instinto y se transforma de ahí en más, en una prueba de amor;
entra en una dimensión distinta: la de la prueba de amor del Otro, si el Otro da o no da, no importa si lo que da satisface o
no. En este sentido es una prueba de amor incondicionada: exige una presencia absoluta; se quiere que el Otro esté
siempre ahí.

En la demanda se empieza a traslucir esta dimensión de la pregunta del deseo del Otro, que va a pasar a ser no el Otro del
Código, sino el Otro barrado o tachado (A). El Otro de la demanda aparece como Otro completo, todo, Otro cuyas
oscilaciones de presencia-ausencia son recibidas no en función de alguna regularidad sino en función de lo que Lacan llama
“el capricho del Otro”, que no es el “deseo del Otro”. El capricho del Otro es la primera forma en que se presenta ese esbozo
del deseo, de la falta del Otro, que implica que responde según su capricho, porque se le da (o no) la gana, no porque tiene
una falta por estructura. Es un Otro simbólico cuya inconsistencia no fue aún demostrada. Habrá que demostrar su
inconsistencia para que sea un Otro castrado según la ley.

Este Otro de la demanda es el Otro de la frustración, entendida como daño imaginario provocado por otro simbólico, de los
primeros cuatro seminarios de Lacan, donde no se le exigió a este Otro, demostrar su inconsistencia: es otro consistente
que es garante de la verdad. En este momento de la teorización, Lacan tiende a ver al Otro simbólico en su aspecto
pacificante, que calma la rivalidad imaginaria. La frustración tiene como base la ruptura de promesa (la Versagung de
Freud): el Otro no cumple con lo que esperamos de él, con la promesa de una presencia absoluta, incondicional.
Pero sabemos que este Otro de las primeras demandas que ocupa el lugar del Código, no está siempre ahí; incluso estando
ahí, puede encontrarse ausente (estar distraído, por ejemplo).

Se comienza a introducir esta ausencia del Otro. La ausencia empieza a generar algo nuevo, un segundo nivel, que se juega
a partir de la presencia-ausencia del Otro, del par alternante presencia-ausencia. Se dibuja la pregunta del por qué de la
ausencia, por qué el Otro va y viene, por qué no se queda ahí, por qué no se satisface, y esto crea lo que Lacan agrega que
es la base del nuevo piso del grafo, el piso superior que es el piso de la enunciación inconsciente.

La demanda es articulable, a diferencia del deseo, que hay que deducirlo, no llega a decirse, aunque sea articulado. La
demanda es articulada-articulable. La verdadera demanda es inconsciente. Cuando surge la pregunta sobre el deseo, se
abre la dimensión del inconsciente.

La pregunta “che vuoi?” entonces, abre la dimensión del deseo del Otro, y cuando pasamos de la dimensión del Otro del
Código a la dimensión del deseo del Otro, pasamos a una dimensión en la cual el otro se presenta como caracterizado por
una falta, como que no lo tiene todo.

Aquí aparece un articulador nuevo que es la primera forma que Lacan plantea al deseo del Otro: el deseo es siempre deseo
del Otro en el sentido de ser deseado por el Otro y de que el deseo es del Otro, le pertenece al Otro. La primera forma en
que Lacan grafica al deseo es como deseo de la Madre, como función estructural. El deseo de la madre aparece como
creando la incógnita de “¿Qué quiere?” y “¿qué desea?”. Este deseo va a ser sometido a una ley y va a encontrar una
respuesta. No habrá respuesta sin pregunta.

La cuestión del círculo infernal de la demanda tiene que ver con que sí le exijo al Otro que este SIEMPRE ahí para mí, porque
lo necesito desesperadamente para que me otorgue un sentido, me pongo en una relación demasiado agresiva respecto de
él: le exijo [$] que siempre este ahí para darme una respuesta, que siempre tenga una [A], y a la vez, el Otro me exige que
yo acate su respuesta [s(A)]. Yo tomo el significado que este me da, tapo mi falta con ese significado [i(a)] pues debo seguir
ocupando ese lugar idealizado de objeto de deseo del Otro [m]. Pero mientras más trato de responder al deseo del Otro,
más me pierdo en tanto sujeto: menos significaciones puedo hacer por mí mismo, y por tanto acumulo más preguntas que
(al no poder responderlas yo), le demando al Otro que responda. Y así el ciclo comienza de nuevo y me atrapa, haciendo
que cada vez se diluya más mi deseo en pos de cumplir al deseo del Otro.

El yo (moi) queda atrapado en distintas cadenas significantes, en la metonimia de una significación que siempre remite a
otra significación, metonimia en la que se diluye el sujeto. Significa quedarse respondiendo a la demanda del A para
mantenerlo sin barrar, para que no desee. La forma en la que rompemos este círculo vicioso es a través del propio deseo.

LADO DE LAS PREGUNTAS (DERECHO): Por el enigma del Otro. Que está compuesto por:

 S/: Sujeto del Inconsciente: Sujeto barrado, sujetado al lenguaje. Atravesado por la Represión 1º y 2º porque estamos
hablando de neurosis. El sujeto está dividido por Alienación y Separación. Es tapado por los ideales y el yo moi.
Alienación simbólica: el sujeto que ha sido tomado por el lenguaje. Sujeto que padece el lenguaje. Dice Lacan: el
sujeto no es ninguna otra cosa más que lo que un significante representa para otro significante.

 i(a): La imagen que cubre al objeto a: Es la imagen especular que recubre al objeto a (perdido por estructura, que no
es especularizable). El objeto a simplemente se disfraza. Es el ropaje que tapa la falta, que hace de velo hacia el vacío.
Tiene una equiparación con el yo moi (del otro lado), es la imagen con la que se identifica el yo moi.

 A: Gran Otro: Tesoro de los Significantes. Lugar del código, del lenguaje, el lugar de lo simbólico. Es alguien que yo
creo que tiene todo. Es el que puntúa, sanciona el discurso (poder discrecional del oyente). Línea de
entrecruzamiento. Línea del enunciado: lo dicho en el discurso. Es diferente de la enunciación. En lo cotidiano nos
manejamos dirigiéndonos a un Gran Otro sin barrar (Ej. Vamos en el auto y frenamos en el semáforo y asumimos que
el de atrás va a frenar y no nos va a chocar, e incluso si tenemos un accidente, pensamos que no va a ser grave y que
nos vamos a mejorar porque hay medicamentos, hospitales, porque tenemos un seguro de vida, etc. Nos manejamos
creyendo que lo podemos todo, que nunca nos va a pasar nada.)

 d: Deseo: Indestructible, inconsciente e insatisfecho. Se abre a partir de la posibilidad de distancia entre el enunciado
y la enunciación (es algo que va más allá de lo dicho). Es el margen que surge entre la necesidad y la demanda, el
resto. Se forma en el margen en el cual la demanda se separa de la necesidad. El deseo es la metonimia de la falta de
ser. No es articulable: no puede ser nombrado. Es articulado: guía los movimientos del sujeto. El deseo se mueve en
busca de la completud. En la necesidad hay completud (objeto que se acopla totalmente a la necesidad). Pero el deseo
no es en relación a un objeto; es en relación a la falta. La falta es la causa del deseo. El deseo está destinado a pasar y
así, deja un circuito insistente: Circuito giratorio del Inconsciente, siempre dispuesto a reaparecer. “La estructura
significante mantiene el deseo en cierto nivel de circulación del significante.” “El deseo es siempre deseo de alguna
otra cosa”. Es imposible desear lo que ya se tiene. El objeto de deseo es pospuesto continuamente (metonimia). El
deseo es el deseo del deseo del Otro. Tiene dos sentidos: (1) deseo de ser objeto del deseo del Otro; y (2) deseo de
reconocimiento del Otro.

 (S/ <> D): Matema compuesto por el sujeto barrado y la demanda. Matema de la Pulsión: Fuerza de empuje que se
encuentra entre lo somático y lo psíquico. Busca encontrar una satisfacción (parcial)(Goce) más allá de las
posibilidades del sujeto, más allá de su propio bienestar. El lonsage leído como estructura de borde (estructura de
borde de la pulsión), lo que importa en las zonas erógenas es que son un borde, que están alrededor de un agujero. La
demanda hace referencia a la insistencia de la pulsión y a la imposibilidad de ser satisfecha. El sujeto busca la
incondicionalidad (totalidad) y recibe parcialidad. No hay biología en estado puro, imposibilidad de satisfacción
absoluta. Se pregunta entonces: ¿qué quieres de mí?

Lacan explica que el losange: "Implica simplemente (....) que todo lo que interviene aquí es gobernado por la relación
cuadrática que desde siempre hemos planteado como base de nuestra articulación del problema, de acuerdo con lo cual no
hay ningún $ concebible –ni articulable, ni posible– que no se sostenga en la relación ternaria A-a’a."

LADO DE LAS RESPUESTAS (IZQUIERDO): Respuestas al enigma del Otro para tapar la falta o la castración. (Evitamos la
castración porque nos angustia, ya que perdemos la seguridad, hay algo que no me completa totalmente). Compuesto por:

 ¿Che voi?: Que me quieres? ¿Qué quiere el Otro de mí? Ante y a partir de ésta pregunta se abre el piso de la
enunciación inconsciente. Esta pregunta se plantea en relación a la ausencia-presencia del Otro. Se pregunta por
el lugar que ocupa en el deseo del A, y por su propio deseo. Lacan lo toma de una novela que se llama el Diablo
enamorado, corresponde a la pregunta que le hace el Diablo al protagonista y se traduce como qué quieres?

 S(A/): Matema del significante de la falta del Gran Otro: Implica que hay un significante que al Otro le falta, no hay
respuesta a la pregunta por el deseo del Otro, aparece la angustia. Encuentro con el A barrado, ya que no tiene un
significante que lo signifique. Es el encuentro con la falta de garantías en la vida, lo que provoca angustia.
Imposibilidad de la relación sexual: no hay significante que signifique al sujeto, no hay objeto que lo complete. No hay
respuesta a la pregunta por el deseo del Otro. Se encuentra en el piso de la enunciación y determina al significado del
A, es decir, lo inconsciente determina lo consciente.

RESPUESTAS:

- (S/ <> a): Matema del Fantasma


- s(A): Matema del significado del Gran Otro. Lugar del síntoma
- m: Yo moi
- I(A): Ideal del Gran Otro

El neurótico se paraliza, se asusta, se angustia frente al deseo del Otro, pues esto implica que este Otro también tiene una
falta, remitiendo esto a la propia falta del sujeto. El neurótico tiene cuatro tipos de respuesta frente al deseo del Gran Otro.
Antes de llegar al significante del gran Otro barrado esta la angustia.

1. EL FANTASMA:

La función que cumple es la de evitar la angustia que se produce al encontrarse con la falta del A. El fantasma es un marco
delimitado por lo imaginario que le permite al sujeto moverse dentro de una realidad menos angustiante.

Es la pantalla con la que el sujeto ve la realidad, por lo tanto, esta es fantasmática, por eso no hay una realidad objetiva. El
fantasma es individual y particular, incluye una parte de cada registro y se nutre tanto de la pulsión como del deseo. Tiene
que ver con cómo se posiciona el sujeto frente a la castración, ya que tiene como tarea fundamental tapar la falta, evitar la
angustia que se produce al encontrarse con la falta del A.

El fantasma es un marco delimitado por lo imaginario que le permite al sujeto moverse dentro de una realidad menos
angustiante. Es como un velo que le permite ver algunas cosas (algo deja ver). Regula el deseo, propone ciertos objetos
como deseables, como si ellos fueran a tapar el agujero que el objeto a dejó. Es inconsciente y está compuesto por el sujeto
en tanto que castrado en relación al objeto a. Por esto se relaciona con el posicionamiento que tiene el sujeto en si frente al
objeto a.

a. Relación con lo simbólico: porque tiene una frase. Una inscripción en palabras. Esa palabra tapa la falta. Ej. “soy
estudiante”, “soy alcohólico” (como pretendiendo que ese significante nos significa completamente).
b. Relación con lo imaginario: lo que se puede representar, todo lo que el sujeto es capaz de producir con las
imágenes de su mundo o con los objetos que lo rodean.
c. Relación con lo real: el fantasma evita el encuentro de lleno con lo real. Cuando el fantasma tambalea se corre,
sobreviene la angustia.

El fantasma nos permite movernos por el mundo con mayor libertad. Un ejemplo sería el de Dudley Dursley en Harry Potter.
Mientras ve a la serpiente detrás del cristal, podemos pensar en una frase del tipo “yo me las se todas, esto que tengo
delante no me hace nada” –simbólico- que le permite golpear el vidrio y molestar a la serpiente. En ese acto, vemos que él
se ha formulado (con la ayuda del cristal que lo protege) la imagen de la serpiente como algo que no lo puede dañar, algo
tonto –imaginario-. Ahora, ¿qué sucede cuando el vidrio, durante unos momentos desaparece? En ese susto, en esa
angustia repentina vemos el orden de lo real.

2. EL SÍNTOMA / SIGNIFICADO DEL A: S(A)

El Otro sin barrar, sin castración. Por eso está ubicado en el plano del enunciado. El síntoma como forma de mantener al
Otro como todopoderoso, todo síntoma es una metáfora que se ofrece al Gran Otro para que este le devuelva un sentido. El
síntoma siempre se dirige al gran otro sin barrar. El sujeto le demanda al Otro que le de un lugar. Idea de que el deseo del
Gran Otro nos da un lugar. (Relacionado x ej con el niño cuando llora. Reclama un lugar en el deseo de la madre. Reclama su
atención. Cómo responda la madre a esto, que significado le dé, determinará al niño).

Es una metáfora que se ofrece al Otro, y éste le devuelve el sentido icc al síntoma del sujeto, es decir, la significación s(A), lo
resignifica (hay una sustitución para encontrar un nuevo sentido). Todo síntoma es multicausal, se dirigen al Gran Otro para
tapar la falta, es un malestar que se produce a nivel consciente y genera angustia. Siempre producimos síntomas y el
objetivo del análisis es que no sean sufrientes. Sin embargo, en el sufrimiento del síntoma también hay algo de placer, de
goce. Algo de la pulsión se satisface y algo del deseo se realiza por eso es que son difíciles de remover. Es un padecimiento,
y conlleva una pregunta. Uno pide ayuda si tiene un síntoma. Para Freud es una formación de compromiso, hay algo que se
satisface en el síntoma. Ejemplo: hacerse pis en la cama.

FANTASMA SÍNTOMA

Es estructural No es estructural

No se modifica Se modifica

No accedemos a él inmediatamente Es consciente (aunque su causa no lo sea)

Cuando el sujeto se posiciona en un lugar más La posición sintomática constituye en sí una pregunta. Implica
fantasmático, no se pregunta qué sucede con él o porqué que hay angustia y el consecuente pedido de ayuda. Ej. Una
hace lo que hace. Ej. Una persona anoréxica, un alcohólico. persona que consulta pq no puede avanzar en sus estudios.

Estar en una posición u otra no depende de tener síntoma o no, sino de qué hago yo con esos síntomas. Si los minimizo,
niego, o no me hago cargo, estoy respondiendo desde el fantasma. El momento en el que reflexiono y me comienzo a
preguntar por qué me pasan ciertas cosas, por qué hago lo que hago, es cuando comienzo a posicionarme desde el síntoma.

3. EL MOI: INHIBICIÓN.

Yo moi: conjunto de identificaciones desordenadas. Le permite decir al sujeto "yo soy esto o aquello". Tiene una función de
desconocimiento. Lugar de engaño, de señuelo por ser el lugar de desconocimiento de la falta.

Está determinado por la imagen especular, es decir que se construye durante el estadio del espejo mediante la apropiación
de una imagen. Está determinado por la imagen que recubre el objeto, en el sentido de que ésta tiene que ver con la
alienación imaginaria y por el I(A) que tiene que ver con la alienación simbólica. Le permite decir al sujeto “yo soy esto o soy
aquello”. Sin embargo tiene un núcleo real, un vacío lleno con consistencia especular. Tiene función de desconocimiento de
la falta. Aquí se ubica la inhibición ya que hablamos de funciones del Yo que van a estar inhibidas para poder ser a la imagen
del Otro. Ej. Si el Otro me devuelve el sentido de que la completud está en que yo tenga una figura corporal lo más delgada
posible y yo respondo a esto inhibiendo la función de la alimentación (volviéndome anoréxico).

4. IDEAL DEL YO: I(A) LOS IDEALES DEL GRAN OTRO:

Ideal del yo en cuanto simbólico. Función originaria: implica la alineación simbólica gracias a la cual el sujeto vive. Primera
marca, el rasgo unario, ideales pre-edípicos (el sujeto es bañado por el lenguaje).
Es la última respuesta. Se articula con el rasgo unario, que indica su función inaugural en la identificación del sujeto. Ideal de
Yo pre edípico relacionado con las primeras marcas que nos condicionan antes de nacer. Es la anulación de la castración
simbólica por medio de un elemento simbólico, un significante como insignia de esa omnipotencia del Otro. Función
originaria: implica la alienación simbólica gracias a la cual el sujeto vive. Es esa primera marca, el rasgo unario.

EL OBJETO “a” SE HALLA PRESENTE EN TODOS LOS PUNTOS

- $: operó la castración
- i(a): imagen especular que se halla cubriendo al objeto a
- d: hay deseo en tanto hay objeto a
- ($◊D): la pulsión obtiene su satisfacción en el recorrido alrededor de un vacío. Alrededor de los agujeros del cuerpo.
- S (Ⱥ): gran otro barrado, está en falta. No tiene significante que lo signifique.
- ($◊a): habla del posicionamiento del sujeto frente a la falta.

CONEXIONES

- m – i(a): yo atrapado en la deriva de las significaciones del s(A); su estructura hace que una significación remita a
otra. La imagen que recubre al objeto lo que recubre es aquello que no tiene imagen especular = Yo moi en su
función de desconocimiento de la falta.
- s(A) – A: célula elemental del lenguaje.
- ($◊a) – d: relación homóloga a m – i(a). El deseo se regula sobre el fantasma con los señuelos que este le ofrece.
- S (Ⱥ) - ($◊D): el neurótico identifica la falta del Otro con su demanda; demanda la demanda del Otro (demanda
amor incondicional), la pulsión busca la infinitud. Esto no es lo mismo que desear el deseo del Otro (querer ser
causante del deseo del Otro), donde ambos estamos barrados.

ARTICULACIÓN DE LOS MATEMAS

Los matemas determinan las funciones, las relaciones entre ellos mismos, dependiendo de la posición que ocupen en
relación a los demás. Entonces:

Empieza con un sujeto barrado $ (ya que es alienado al mundo simbólico). Dada la inmadurez y prematurez del niño al
nacer, necesita de otro A que lo tome en su deseo para vivir. En los primeros años (durante el estadio del espejo) se
constituye el yo (moi) a partir de una imagen i (a). Por tal inmadurez estructural, se dirige a un A al que le supone la
completud y supone que podrá satisfacer su necesidad.

Este A no satisface plenamente la demanda y a partir de ello surge el deseo (como resto entre la necesidad y la demanda,
como eso que no pudo satisfacerse). El deseo es lo que permite al sujeto salir de este circuito infernal (Pasando al piso
superior del grafo, “grafo del deseo”) el deseo no es articulable, no puede entrar en sí mismo en ninguna cadena, es el más
allá de cada una de ellas. El deseo es el resto ineliminable del pasaje de la necesidad por los desfiladeros del significante. El
deseo implica una falta por lo tanto algo se va a satisfacer y algo no, lo que da lugar al surgimiento de la pulsión $◊D (como
satisfacción parcial).

Surge la posibilidad de preguntarse por el propio deseo y qué lugar ocupa uno en el deseo del Otro: che vuoi? Esta pregunta
ya supone la falta que está presente el A: S(A barrado). A partir de la inscripción de esta falta en el A surge la angustia.

Frente a la angustia, el sujeto implementa 4 respuestas como posibilidad de mitigarla:

 ($◊a): Fantasma
 s(A): Significado del A sin barrar. Síntoma
 m: Yo moi. Inhibición.
 I(A): Ideales del A. Rasgo unario, primeras marcas simbólicas de los padres, insignias.

CONCEPTOS ANEXOS

- FANTASMA

El concepto de Fantasma en Lacan reemplaza al concepto de fantasía. Hay puntos importantes que se modifican en este
pasaje del concepto de fantasía tal como está presente en Freud, al concepto de fantasma.

Los cambios fundamentales son:


 Primero: El carácter estructural que Lacan le da a la fantasía. Es decir, el fantasear depende y se estructura en
función de un “fantasma fundamental” y las múltiples actividades de la fantasía son derivadas de ese fantasma
que define la relación más básica del sujeto con el Otro, o su posición con respecto al Otro.
 Segundo: El sujeto en la fantasía, es un sujeto evanescente, de las formaciones del inconsciente. El fantasma
como fundamental está articulado como el sujeto dividido y como un sujeto del inconsciente.

($ ◊ α)

La fórmula del fantasma nos indica que el mismo está compuesto por:

- $: El “sujeto del inconsciente” sujeto tachado, efecto de la cadena significante, necesita de un mínimo de dos
significantes para tener sentido. Simbólico.

- ◊ (Losange): Lacan dice, en una nota al pie de "La dirección de la cura…" que "el signo ◊ registra las relaciones de
envolvimiento-desarrollo-conjunción-disyunción". Tiene una función de borde.

- α: Objeto a, objeto como real, imposible. Producto de lo simbólico pero no representable en lo simbólico. No hay
significante que lo inscriba. Fuera de lo simbólico y fuera del sentido.

El fantasma en el Grafo del deseo

Coloca al Fantasma en el lado de las respuestas al misterio del deseo del Otro. Estamos hablando entonces del fantasma
como una forma de responder, a nivel inconsciente, a la incógnita de que es lo quiere el Otro.

- Lacan dirá en ese sentido que el fantasma es una fuente de seguridad para el sujeto, le da un lugar en el escenario
de ese Otro. En relación al Otro como deseante.

- Así el fantasma obtura la falta, es una forma de taponar al Otro como deseante, es una forma de no saber acerca de
la castración.

- Pero este fantasma como un “fantasma fundamental” tiene una característica fundamental en tanto real.

El fantasma y los tres registros

Los tres registros pueden ser hallados en la noción de Lacan del fantasma:

- Lo imaginario se encuentra en la naturaleza de imagen del fantasma, incluyendo la imagen del cuerpo del otro (a),
es decir, todo lo que el sujeto es capaz de producir con las imágenes de su mundo o con los objetos que lo rodean

- Lo simbólico, en el hecho de que un fantasma toma a menudo la forma de una frase construida con sujeto, verbo, y
objeto, es la parte guionada del fantasma, una novela, una pequeña historia o escena que tiene ciertas reglas
internas propias, que tienen que ver con las leyes de construcción de la lengua en sí.

- Lo real se encuentra en lo velado. En eso que se esconde y trasluce detrás del fantasma: el objeto a. Se encuentra
asimismo en la angustia que emerge cuando el fantasma se corre o tambalea y nos encontramos con algo de ese
objeto a.

El fantasma como axioma

Lacan ubica al fantasma como especialmente vinculado a aquella parte del lenguaje que se denomina “estructura
gramatical”.

Esta estructura gramatical es una estructura irreductible en la lenguaje, es decir, es uno de los niveles en el cual cada lengua
tiene sus formas particulares de organización. El fantasma es idéntico a ésta y a lo que suele ser definido como uno de sus
núcleos centrales que es el verbo.

Lacan dice que el núcleo de la estructura íntima del fantasma es que el sujeto tachado y el objeto están vinculados por una
frase. Una frase que Lacan define como una significación de verdad. Es una frase inaugural. Que ocupa el lugar de un
axioma.

Cada uno de nosotros tiene un axioma fantasmático que es una matriz de significación en nuestra vida y que organiza la
misma, y que puede luego dividirse en miles de libretos diferentes.
Pero ese axioma es un punto central, si modificamos el axioma, si el axioma cambia, la significación de allí en más será otra
cosa y el sistema será otro.

El fantasma es un axioma que genera sentido y significación, es aquello que viene a detener la incesante re significación del
significante. Por eso hace obstáculo a la cadena.

Tapona el deslizamiento y la falta de sentido. Por eso podemos decir que el fantasma es algo así como la matriz de la novela
con la que le damos sentido a nuestra vida, una fuente constante de seguridad frente al sin sentido. Y además le permite al
sujeto una especie de consistencia a este sujeto evanescente del significante.

Para Lacan el fantasma es inconsciente y tiene que ver con la constitución del inconsciente como tal. Está articulado como
efecto de la “represión primaria”. Esto implica que el fantasma es un hecho de estructura como tal, hecho inseparable de
que el sujeto solo sea un sujeto tachado.

INHIBICIÓN, SÍNTOMA Y ANGUSTIA

“Son tres formas de no querer saber acerca del deseo del otro” Diana Rabinovich

- ANGUSTIA

Es en primer lugar algo sentido, lo que llamamos “estado afectivo”. Tiene un carácter claramente displacentero y se siente
en el cuerpo (principalmente en la respiración y en el corazón). Dice Freud que el estado de angustia es una reproducción
del trauma del nacimiento teniendo en cuenta que se generó como reacción frente a un estado de peligro, y en lo sucesivo
se la reproducirá regularmente cuando un estado semejante vuelva a presentarse.

La angustia sólo puede ser registrada por el yo. El desarrollo de angustia introduce la formación del síntoma, es necesario
para que el síntoma se forme. El síntoma tiene por resultado la cancelación de la situación de peligro.

Angustia de castración

Los peligros internos capaces de precipitar una situación traumática van cambiando según las etapas de la vida pero todos
tienen en común el implicar la separación o pérdida de un objeto amado o de su amor.

La angustia de castración puede presentarse de diversas formas. Una de ellas tiene que ver con la fantasía de la posibilidad
de perder el pene como castigo por las mociones libidinosas depositadas en la madre. Freud explica en “Inhibición, síntoma
y angustia” que la alta estima narcisista por el pene puede basarse en que la posesión de este órgano contiene la garantía
para una nueva reunión con la madre (con el sustituto de la madre) a través del coito.

La privación de este miembro equivaldría entonces a una nueva separación de la madre. Implica quedar expuesto
nuevamente a una alta tensión displacentera sin valimiento alguno.

La angustia de castración puede presentarse de múltiples formas, pero lo que está en la base de la angustia es que el niño
percibe que hay algo que la madre no tiene, algo que le falta y que no se puede representar. Ese Otro que a los ojos del niño
era completo, omnipotente, aparece como barrado. No puede dar todo, no tiene todas las respuestas y ya no puede
garantizar al niño. Así, la angustia de castración es angustia ante la castración del Otro.

- SÍNTOMA

Deriva del griego symptoma que significa “coincidencia”. (Sym indica unión y equivale a la preposición “con”. Ptoma remite
a caída). Son dos acepciones contrastantes que juntas hacen referencia a la armonía del organismo y al mismo tiempo a su
caída o ruptura.

(Siglo II – Galeno) desde la medicina hace referencia a un conjunto de signos que se agrupan en un cuadro nosográfico y que
permiten inferir la hipótesis de una patología, la que a su vez permitirá un tratamiento adecuado. En el caso del modelo
médico el saber está del lado del médico, es un saber específico (presupone que todos los sujetos son iguales ante los
mismos signos) y excluyente (da poco interés a lo que el paciente tenga para decir).

Con el trabajo de Freud aparece el concepto psicoanalítico de síntoma. Sus grandes definiciones de síntomas son:

- El síntoma cómo formación de compromiso

- El síntoma cómo satisfacción sustituva


El síntoma en medicina es aquello por lo que el paciente consulta, lo que lo aqueja. Para poder hacer un diagnóstico la
medicina convierte el síntoma en signo y deja de lado al sujeto. Así se determina el tratamiento para que el síntoma
desaparezca. Desde el psicoanálisis, no se espera suprimir el síntoma porque la dimensión sintomática no puede ser
erradicada del ser hablante. Lo que se busca es reducir el sufrimiento que el sujeto paga por la satisfacción pulsional que le
produce su síntoma. Se trata de transformar el síntoma, de hacerlo más homogéneo al vínculo social del sujeto. En
psicoanálisis el saber está de lado del sujeto.

Con el síntoma lo que logramos es que el A quede sin barrar: El síntoma siempre se dirige al Gran Otro sin barrar, y encierra
un goce posible que hace sufrir (beneficio primario) pero se mantiene por sostener al A sin barrar, es decir, como si hubiese
relación sexual, como si todo fuera posible. Por ejemplo un niño que tenia problemas de aprendizaje en matemática, y su
madre es profesora de matemática. Se descubre luego que el niño a través de ese síntoma, dejaba a la madre en lugar de
que sabía todo sobre matemática, ya que no podía tolerar la idea de saber más que ella, de que hubieran cosas que ella no
supiera.

En la anorexia se puede ver lo metafórico del no comer nada en el sentido de que es como si le dijera al A: “quiero comer tu
falta”, es decir, quiero que no me des nada, porque me lo das todo. Eso que no se puede poner en palabras se pone en acto.

El síntoma como formación de compromiso

En las neuropsicosis de defensa, Freud explica que los síntomas surgen a partir de una representación inconciliable que
irrumpe en la vida anímica. Esta vivencia despierta un afecto tan penoso que la persona decide, no de manera consciente,
olvidarla. Así, se produce un divorcio entre la representación y su afecto: la representación queda despojada de su afecto y
por lo tanto debilitada. El afecto (que tiene las propiedades de una cantidad) se desplaza hacia otra representación
sustitutiva que ha entrado en un vínculo asociativo con la primera. Así se produce la formación de compromiso que
constituye el síntoma.

El síntoma como satisfacción sustitutiva (más allá del principio de placer)

En la conferencia 23, Freud nos explica que los síntomas son perjudiciales o inútiles para la vida del paciente, para quien
éste conlleva sufrimiento y displacer. Encuentra en el síntoma una forma de satisfacción pulsional, y sostiene que las dos
fuerzas que se han enemistado se reconcilian, coinciden en el síntoma. En este momento la formación del síntoma es
planteada por Freud de la siguiente manera: se presenta un conflicto entre una pulsión que busca ser satisfecha y la
realidad que la rechaza, generando así la necesidad de emprender un camino diferente que permita la satisfacción. La
pulsión está dispuesta a aceptar un objeto diferente pero la realidad se lo deniega nuevamente, por lo que el único camino
que le queda es el de la regresión.

En “Inhibición, síntoma y angustia” Freud explica la formación del síntoma como un conflicto entre instancias. El síntoma en
esta época de Freud sigue siendo una satisfacción sustitutiva, pero es una satisfacción en la insatisfacción. Es una
satisfacción de otra índole que tiene que ver con el más allá.

“El síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es un resultado del proceso represivo”. La
represión parte del yo por encargo del superyó ante una moción pulsional del ello que no quiere ser acatada. Con la
represión el yo logra sacar de la conciencia la representación portadora de la moción pulsional y logra también inhibir o
desviar ese decurso excitatorio para que se produzca la represión. El yo dispara una señal de displacer ante la amenaza de
un peligro interno (peligro pulsional).

El síntoma plantea una ganancia doble:

 La ganancia primaria: tiene que ver con la satisfacción pulsional que conlleva
 La ganancia secundaria: tiene que ver con un beneficio extra que el síntoma le brinda al sujeto (cuidados, atención, etc).

- INHIBICIÓN

Dice Freud que la inhibición tiene que ver con la disminución de una función y que no necesariamente indica algo
patológico. Cuando hablamos de síntoma sí estamos hablando de un proceso patológico.

La inhibición puede ser o no ser un síntoma dependiendo si se trata de una disminución de una función o de una variación
de ella de una nueva operación. Muchas inhibiciones se dan como renuncia a una función que de ser ejercida se
desarrollaría la angustia. El yo renuncia a esas funciones para no tener que emprender una represión que le evite un
conflicto con el ello.
Freud explica las inhibiciones a partir de la función implicada. Toma la función sexual, la alimentación, la locomoción, y el
trabajo profesional para explicar las inhibiciones.

Cuando ellos se encuentran realizando un trabajo psíquico que le insume grandes cantidades de energía (así como en un
duelo) se ve forzado a limitar su gasto en varios lugares a la vez.

Así, Freud concluye que las inhibiciones son limitaciones de las funciones yoicas por precaución o por un empobrecimiento
de energía, y pueden constituirse como síntomas.

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