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1.

- Antecedentes

Los orígenes más remotos de la psicoterapia cognitiva provienen de la filosofía


estoica (350 a.C al 180 d.C) y la filosofía religiosa oriental budista y taoísta.
El estoicismo es el referente filosófico más importante, desde Cicerón hasta Marco
Aurelio se destacó el lado subjetivo de la realidad y el papel estrecho que los
pensamientos juegan en las pasiones, elementos centrales que serán retomados y
desarrollados por la Cognitiva.
Quizás fue Epicteto quién más desarrolló la idea de cómo se producían las
pasiones y de cómo se podían dominar. En su obra "Enchiridon" afirma que los
hombres se perturban más por la visión u opinión que tienen de los
acontecimientos que por estos mismos. Por lo tanto, opiniones más correctas
podían reemplazar a las más incorrectas y producir así un cambio emocional.
El Cognitivismo también toma aportes de autores como Kant y más actualmente
de filósofos existencialistas, aunque es importante señalar que existen muchas
líneas y escuelas dentro de la Psicoterapia Cognitiva y cada una de ellas toma
algún referente particular.
En el campo de la Psicología uno de los principales exponentes fue Piaget que
realizó importantes estudios, fundamentalmente en el desarrollo, maduración y
adquisición de las capacidades cognitivas de los niños.
Particularmente la Psicoterapia Cognitiva surgió a partir de dos fenómenos:
a- El Simposio de Hixson y el surgimiento de las Ciencias Cognitivas: en este
famoso Simposio, celebrado en 1948, se sientan las bases de un nuevo
paradigma que centra su atención en el procesamiento de la información.
b- Los escasos resultados terapéuticos que obtenían las psicoterapias
hegemónicas, tanto el psicoanálisis como el conductismo, particularmente en los
trastornos depresivos.
El Cognitivismo surgió fundamentalmente como una reacción a los modelos y
desarrollos conductuales, ya que para estos últimos la persona respondía sólo a
partir de condicionamientos o aprendizajes ambientales, para la Cognitiva no sólo
importará el estímulo, sino principalmente la particular configuración que la
persona haga de esos estímulos, lo que se dio en llamar el Paradigma del
Procesamiento de la Información.
El conductismo fue el paradigma imperante, desde principios del siglo XX hasta la
década del 40’, sobre todo en el campo de la psicología académica experimental,
y el psicoanálisis ejercía su fuerte influencia en la práctica clínica, pero como
genialmente señala Gardner (1996) en la Nueva Ciencia de la Mente:
“Entre el ‘credo duro’ de los conductistas y las conjeturas desenfrenadas de los
freudianos, era difícil entrar de una manera científicamente respetable en el
territorio de los procesos del pensamiento humano”
Albert Ellis, padre de la actual terapia cognitiva, fue el creador de dicha terapia.
Los inicios de la TRE (Terapia Racional Emotiva) pueden ser delineados a partir
de la vida personal de niño y adolescente de Ellis, entre 1920 y 1930 cuando
comenzó a enfrentar serios problemas físicos y psicológicos se interesó en la
filosofía y en la psicología principalmente de numerosos autores como Freud,
Watson, Russell entre otros, intentando encontrar una explicación a lo que en ese
entonces él denominó como su problema emocional.
El desarrollo de la TRE se debe en gran parte a su esencial orientación optimista y
humanista; optimista, pues brinda a las personas la posibilidad de obtener los
medios para lograr un cambio; humanista porque ayuda al desarrollo del potencial
humano, contribuyendo a que este consiga su bienestar personal y trabaje para
alcanzar las metas planteadas.
2.- Biografía de Albert Ellis

Albert Ellis provenía de una familia judía y fue el mayor de tres hermanos, su
padre era un hombre de negocios y convivió muy poco con sus hijos con los que
también era poco cariñoso. Su madre, a la cual en su autobiografía describió como
una mujer ensimismada con Trastorno Bipolar y, al igual que su padre como una
persona distante emocionalmente con sus hijos. Ellis tomó la responsabilidad de
cuidar a sus hermanos, compro un reloj despertador con su propio dinero y
despertaba y vestía a sus hermanos pequeños. Durante su infancia fue un niño
enfermizo, tuvo 8 hospitalizaciones con poco apoyo emocional y escasas visitas
de sus padres, enfrento problemas físicos además de ser tímido e introvertido,
evitativo social y ansioso, especialmente para abordar a las mujeres

Esto cambia a los 20 años, edad en la cual logró superar tanto su fobia a hablar
en público como la de abordar mujeres mediante las técnicas de exposición en
vivo que aprendió de la lectura relativa de los experimentos de John Watson sobre
condicionamiento y descondicionamiento:

Se sentaba en un banco del parque Bronx Botanical Gardens y se obligaba a


hablar con cada mujer que se le acercara. En un mes, se jactaba de haberle
dirigido la palabra a 130 mujeres. “Treinta se salvaron, pero le hablé a las otras
cien. Ninguna vomitó ni llamó a la policía”, contó Ellis al diario The New York
Times.

Al descubrir en las dificultades de las parejas, sexo y matrimonio decidió


empezar sus estudios en psicología.

Ingresó al programa de Psicología Clínica en Teachers College de la


Universidad de Columbia, y en un año alcanzó su maestría en Psicología Clínica.
Se inicio en la práctica privada de psicoterapia y alcanzo su doctorado. Se
entrenó, se psicoanalizó y recibió supervisión psicoanalítica con el Dr. Charles
Hulbeck.Comenzó a discrepar con algunos conceptos del psicoanálisis y publicó
algunos artículos para modificarlo “desde adentro”, con métodos distintos a los
ortodoxos presentando los resultados de sus experiencias con nuevos principios y
técnicas. Para 1953, Ellis dejó de autodenominarse psicoanalista para
denominarse psicoterapeuta.

En 1956 presentó por primera vez su “Terapia Racional” en la convención anual


de la Asociación Americana de Psicología. Luego, publicó su primer artículo sobre
su modelo (Rational Psychotherapy and Individual Psychology).

En ese entonces el modelo ya era conocido como “Terapia Racional Emotiva”


(T.R.E.). Recién en 1993 Ellis adoptaría la denominación actual de su modelo:
“Terapia Racional Emotiva Conductual” (T.R.E.C.).

Ha escrito y publicado más de 50 libros y 600 artículos profesionales, el último


de los cuales terminó pocos meses antes de su fallecimiento y aún no se ha
publicado.

Luego de dos experiencias maritales de muy corta duración, en 1939 con Karyl
Corper Greco, y de 1956 a 1958 con Rhoda Winter Russel, Ellis encontró la más
duradera. Desde 1965 hasta 2002 convivió con la Dra. Janet Wolfe, quien además
fue casi 30 años directora ejecutiva del Instituto.

En el 2004, se casa con la psicóloga Debbie Joffe, quien será su compañera


hasta sus últimos días.

3.- ¿Qué es la Terapia Racional Emotiva?

Es la terapia que se enfoca en resolver


problemas emocionales y conductuales mediante un modelo de intervención
activo-directivo, filosófico y empírico, representado por la secuencia A-B-C,
encaminado a la reestructuración cognitiva.

Es un sistema detallado de cambio de la personalidad, basado en la


transformación de las ideas irracionales que causan reacciones emocionales
indeseables y debido a ello, conductas no deseadas, es una terapia muy práctica y
directiva donde utiliza ejercicios que el paciente puede realizar en su casa, a fin de
solucionar de forma breve y eficaz los problemas emocionales, también promueve
cambios profundos en la forma de pensar.

4.- Conceptos básicos

4.1 Cognición
Es la adquisición de conocimiento mediante la información recibida por el
ambiente.

Para Ellis, éste es el elemento más importante y dominante en la creación y


mantenimiento de la perturbación humana. Un ejemplo podría darse cuando
alguien permanece constantemente trastornado después de experimentar un
evento perturbador; esto es debido a que la persona continúa pensando y
rumiando sobre este evento traumático.

Ellis también arguye, que en la terapia los cambios en los pacientes van
acompañados por cambios en la percepción y la cognición. Ellis cree que el papel
de la cognición es de suma importancia, ya que los cambios en la filosofía de una
persona, permiten hacer un cambio tanto en la emoción como en la conducta.

4.2 Emoción

Es un estado anímico que surge por alguna impresión sensorial, o la aparición


en la mente de ideas o recuerdos que dan lugar a una conmoción orgánica, que
generan alteraciones en los gestos, expresiones, en la atención, y con respecto a
las acciones, pueden ser paralizantes o en muchos casos ocasionar conductas
agresivas

4.3 Conducta

Es el conjunto de actos, comportamientos, exteriores de un ser humano y que


por esta característica exterior resultan visibles y plausibles de ser observados por
otros.

De acuerdo a Ellis, éstas son tres formas de expresión humana que son
inseparables y que interactúan de manera reciproca, ya que, de acuerdo a las
cogniciones, se producirá una emoción que llevará al sujeto a actuar de una
manera determinada.

4.4 Creencia

Son una variedad de características de la actividad del pensar del ser humano y
es vista, también, como la causa de las emociones disfuncionales y de los
patrones de conducta desadaptativos.

4.4.1 Creencia Racional

Son cogniciones evaluativas propias de cada persona y con un sentido de tipo


preferencial. Se expresan en la forma de “Me gustaría”, “Quisiera”, “No me
gustaría”, “Preferiría”, “Desearía”.
Aquí los sentimientos positivos de placer o satisfacción se experimentan cuando
las personas consiguen lo que desean, por el contrario, los sentimientos negativos
de displacer e insatisfacción (por ej. tristeza, preocupación, dolor, disgusto) se
experimentan cuando no se consigue lo que se desea. Estos sentimientos
negativos (cuya fuerza está estrechamente relacionada con la importancia del
deseo) son considerados como respuestas apropiadas a los acontecimientos
negativos que hayan podido ocurrir, pero no interfieren en la persecución de
nuevas metas o propósitos.

4.4.1.1 Creencias Racionales Primarias

Referentes a la Aprobación/Afecto: "Me gustaría tener el afecto de las personas


importantes para mí".

Referentes al Éxito/Competencia o Habilidad personal: "Me gustaría hacer las


cosas bien y no cometer errores“

Referente al Bienestar: "Me gustaría conseguir fácilmente lo que deseo".

4.4.1.2 Creencias Racionales Secundarias

Referentes al valor aversivo de la situación. Evaluar lo negativo, no conseguir lo


que quiero es malo pero no horroroso.

Referentes a la capacidad de afrontar la situación desagradable. Tolerancia “no


me gusta lo que sucedió pero puedo soportarlo, o modificarlo si me es posible”.

Referentes a la valoración de sí mismo y otros en el evento. Aceptación “no me


gusta este aspecto de mi o de otros, o de la situación, pero acepto como es, si
puedo lo cambiaré.

4.4.2 Creencia Irracional


Son absolutas (o dogmáticas) por naturaleza y se expresan en términos de
“Tengo que”, “Debo”, “Debería”, “Estoy obligado a”, etc. Además de que
provocan emociones negativas que interfieren en la persecución y obtención de
metas (por ej. depresión, ansiedad, culpabilidad, miedo).

4.4.2.1 Creencias Irracionales Primarias

Referente a la meta de Aprobación/Afecto: "Tengo que conseguir el afecto o


aprobación de las personas importantes para mí".

Referente a la meta de Éxito/Competencia o Habilidad personal: "Tengo que ser


competente (o tener mucho éxito), no cometer errores y conseguir mis objetivos".
Referente a la meta de Bienestar: "Tengo que conseguir fácilmente lo que deseo
(bienes materiales, emocionales o sociales) y no sufrir por ello".

4.2.2.2 Creencias Irracionales Secundarias

Llamadas por Ellis creencias irracionales secundarias (demandas absolutistas).


Se caracterizan por su rigidez y total intolerancia a la frustración. Las demandas
están dirigidas hacia uno mismo, hacia otros o hacia el mundo en general. (Por
ejemplo, “yo debo ser exitoso”, “tú debes amarme” o “la vida debe ser más fácil”.)

Las actitudes demandantes conducen a las emociones o conductas


disfuncionales o auto-saboteadoras. Generalmente estas demandas están
expresadas por frases tales como: “yo debería” “yo necesito…” “el tiene que…” “El
no debe…”. Y algunos derivados tales como “NO soporto que…” “es inadmisible
que…” y otras que llevan al extremo de insoportable o catastrófico que las cosas
no sean como uno pretende que “deben” ser.

Referente al valor aversivo de la situación: Tremendismo. Es la tendencia a


resaltar excesivamente lo negativo de un acontecimiento, a percibirle como un
más de un 100% malo.

Referente a la capacidad para afrontar la situación desagradable: No-


soportantitis. Es la tendencia a exagerar lo insoportable de una situación y a
considerarla como insufrible, ya que al presentarse elimina toda posibilidad
presente y futura de ser feliz.

Referente a la valoración de sí mismo y otros a partir del


acontecimiento: Condena. Es la tendencia a evaluar como mala la escencia
humana, la valía de uno mismo y/o de los demás, como resultado de la conducta
individual. Esta tendencia puede aplicarse también a la vida en general, cuando no
le aporta lo que la persona cree que merece.

4.4.3 Creencias irracionales Universales

1.- La idea que es una necesidad extrema para el ser humano adulto el ser
amado y aprobado por prácticamente cada persona significativa de su comunidad.

2.- La idea de que para considerarse a uno mismo valioso se debe ser muy
competente, suficiente y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos
posibles.

3.- La idea de que cierta clase de gente es vil, malvada e infame y que deben
ser seriamente culpabilizados por su maldad.
4.- La idea de que es tremendo y catastrófico el hecho de que las cosas no
vayan por el camino que a uno le gustaría que fuesen.

5.- La idea de que la desgracia humana se origina por causas externas y que la
gente tiene poca, o ninguna capacidad, de controlar sus penas y perturbaciones.

6.- La idea de que si algo es o puede ser peligroso o temible se deberá sentir
terriblemente inquieto por ello, deberá pensar constantemente en la posibilidad de
que esto ocurra.

7.- La idea de que es más fácil evitar que afrontar ciertas responsabilidades y
dificultades en la vida.

8.- La idea de que se debe depender de los demás y que se necesita a alguien
más fuerte en quien confiar.

9.- La idea de que la historia pasada de uno es determinante decisivo de la


conducta actual, y que algo que ocurrió alguna vez y le conmocionó debe seguir
afectándole indefinidamente.

10.- La idea de que uno deberá sentirse muy preocupado por los problemas y
las perturbaciones de los demás.

11.- La idea de que invariablemente existe una solución precisa, correcta y


perfecta para los problemas humanos, y que si esta solución perfecta no se
encuentra sobreviene la catástrofe.

4.4.4 Creencias Centrales

Ideas adquiridas desde la infancia con un valor fundamental y profundo en


donde este valor es absoluto, no suelen expresarse ni a uno mismo creyéndolas
como reales en donde simplemente se cree “las cosas son así”. Constituyen el
nivel más esencial de la creencia. Son globales, rígidas y se generalizan en
exceso. Ejemplo: la persona puede creer que es tímido por naturaleza, en su
familia aceptaron que todos eran tímidos y es de “nosotros ser así…”

4.4.5 Creencias Intermedias

Consisten en actitudes, reglas y presunciones. Ejemplo: Actitud: “Ser tímido es


algo terrible” Reglas/expectativas: “En mi familia somos todos tímidos y es difícil
superar la timidez” Presunción: “Por más que me aprenda y maneje bien todo mi
discurso se va a ver mi timidez”
Describe que las creencias influyen en la forma de ver una situación y esa visión
a su vez influye en el modo como piensa, siente y se comporta.

4.5 Modelo ABC

Debido a las tendencias innatas y adquiridas, tendemos (aunque no


exclusivamente) a controlar nuestros propios destinos, y especialmente los
emocionales, a través de nuestras creencias, según la forma en que interpretamos
o consideramos los acontecimientos que ocurren en nuestras vidas y según las
acciones que elegimos para que así sucedan.

Ellis coloca este planteamiento en su esquema A-B-C de la Terapia Racional


Emotiva de la forma siguiente:

“A” representa un acontecimiento activador, suceso o situación. Puede ser


una situación o acontecimiento externo o suceso interno (pensamiento, imagen,
fantasía, conducta, sensación, emoción).

“B” representa en principio el sistema de creencias, pero puede


considerarse que incluye todo el contenido del sistema cognitivo (pensamientos,
recuerdos, imágenes, supuestos, inferencias, actitudes, atribuciones, normas,
valores, esquemas, filosofía de vida).

“C” representa la consecuencia o reacción que se presenta ante la situación


“A”. Las “C” pueden ser de tipo emotivo (emociones), cognitivo (pensamientos) o
conductuales (acciones).

La teoría afirma que las experiencias activadoras “A” no son las responsables de
las consecuencias emocionales en “C”, ni tampoco de las consecuencias
conductuales, sino que es la persona misma el factor principal que produce y
gesta sus propias consecuencias en “C”, por medio de sus pensamiento y de sus
creencias, y por dar credibilidad a ciertas cosas en “B”, que es su sistema de
creencias innatamente predispuestas y aprendidas.

De este modo, el punto central está en que la gente, literalmente, crea sus
propios sentimientos. Los eventos y las situaciones no pueden, por sí mismos,
causar un sentimiento. Las emociones son creadas en la mente, a través de la
evaluación que se hace de la realidad.

Cuando las evaluaciones se basan en premisas y creencias irracionales, las


emociones resultantes son tensionantes y surgen, como se dijo anteriormente,
conductas desadaptativas.
4.5.1 Modelo ABCDE ejemplos

Teniendo en cuenta el proceso terapéutico Ellis propone la “ampliación” del


modelo ABC que puede presentarse como ABCDE. Las nuevas letras
representan:

D: Discusión de las creencias o refutación de las creencias irracionales.

E: Efectos del proceso de cuestionamiento y la práctica. Es decir, la


incorporación de una nueva creencia de carácter eficaz, funcional y saludable
(racional).

5.- Principios de la Teoría

1.- El pensamiento es el principal determinante de las emociones humanas. Los


acontecimientos o las demás personas, aunque pueden contribuir, no nos hacen
sentir mal o bien, sino que lo hacemos nosotros mismos en función de cómo
interpretemos los acontecimientos y las cosas que pasen por nuestra mente.

2.- El pensamiento disfuncional es la principal causa del malestar emocional. Es


decir, si al ir una mañana al trabajo, te encuentras con que tu coche tiene una
llanta pinchada, depende de ti sentirte furioso (pensando lo injusto que es, la mala
suerte que tienes, etc.) o ansioso (pensando que vas a llegar tarde, tu jefe se
enfadará, pensará en despedirte...) o simplemente contrariado (pensando "qué se
le va a hacer, tendré que cambiar la llanta y afrontar la consecuencias lo mejor
que pueda"). De la misma manera, si ante la existencia de cualquier problema
emocional, como ansiedad, agorafobia, problemas de pareja, etc. analizamos lo
que pasa por la mente de esa persona en cada momento (control del
pensamiento), veremos cómo lo que se dice a sí misma está provocando que se
sienta de un modo u otro y manteniendo su psicopatología.

3.- Debido a qué sentimos en función de lo que pensamos, para acabar con un
problema emocional, tenemos que empezar haciendo un análisis de nuestros
pensamientos. Si la psicopatología es producto del pensamiento irracional, lo
mejor que podemos hacer es cambiar ese pensamiento. De hecho, es lo único que
podemos cambiar, ya que no podemos cambiar directamente las emociones ni
dejar de sentirnos mal sólo porque lo deseamos.

4.- Múltiples factores, tanto genéticos como las influencias ambientales


(educación, etc.) se encuentran en el origen del pensamiento irracional y la
psicopatología. De hecho, los seres humanos parecemos tener una tendencia
natural hacia el pensamiento irracional (no constructivo) y la cultura en que
vivimos moldea el contenido específico de esas creencias.
5.- A pesar de la existencia de influencias del pasado en la psicopatología, la
terapia racional emotiva enfatiza las influencias presentes, ya que son las
responsables de que el malestar haya continuado a través del tiempo, a pesar de
que las influencias pasadas hayan dejado de existir. La causa principal del
malestar emocional no tiene que ver con el modo en que fueron adquiridas esas
creencias o modos de interpretar la realidad sino con el hecho de seguir
manteniéndolos en el presente. Así, si una persona evalúa su modo de pensar y lo
cambia en el presente, su funcionamiento y sentimientos serán muy diferentes. Es
decir, no es imprescindible (aunque puede ayudar) ir al origen ni descubrir qué
sucedió en el pasado, pues podemos trabajar directamente en el momento
presente.

6.- Aunque las creencias se puedan cambiar, ese cambio no va a suceder


necesariamente con facilidad. Las creencias irracionales se cambian mediante un
esfuerzo activo y persistente para reconocerlas, retarlas y modificarlas, lo cual
constituye la tarea de la terapia racional emotiva.

6.- Técnicas Terapéuticas

6.1 Técnicas Cognitivas

6.1.1 Técnicas referenciales

Se anima al paciente ha hacer un listado de aspectos positivos de una


característica o conducta, para evitar generalizaciones polarizantes.

6.1.2 Refutación

Consiste en una serie de preguntas que el terapeuta emplea para contrastar las
creencias irracionales (y que posteriormente puede emplear el paciente). Estas
suelen ser del tipo: "¿Qué evidencia tiene para mantener qué?", "¿Dónde está
escrito que eso es así?", "¿Por qué sería eso el fin del mundo?".

6.1.3 Detección

Consiste en buscar las Creencias irracionales que llevan a las emociones y


conductas perturbadoras. Para ello se suele utilizar auto-registros que llevan un
listado de creencias irracionales, permitiendo su identificación (p.e el DIBS) o un
formato de auto/preguntas para el mismo fin.

6.1.4 Discriminación

El terapeuta enseña al paciente, mediante ejemplos, la diferencia entre las


creencias racionales o irracionales.
6.1.5 Definición

Se enseña a utilizar el lenguaje al paciente de manera más racional y correcta


("p.e en vez de decir No puedo, decir, Todavía no pude...”)

6.1.6 Debatir creencias irracionales

Es una técnica que ayuda a los clientes a que racionalmente reevalúen y


modifiquen sus conceptos erróneos y sus pensamientos desadaptados. Cuando
se integra esta técnica con la hipnosis, uno comienza el debate después de pasar
primero a través del procedimiento de inducción hipnótica. El terapeuta corrige las
concepciones erróneas y explica porque las percepciones erróneas y los
pensamientos irracionales del cliente son incorrectos y contraproducentes.

6.1.7 Distracción cognitiva

Frecuentemente se usa en la RET para desviar a los de la ansiedad y depresión.


Así se enseña a los clientes a relajarse, meditar, a hacer ejercicios de yoga, y a
usar otras formas de distracción cuando se trastornan a sí mismo. Una forma de
distracción que funciona bien, si puedes conseguir que estos clientes la usen, es
la forma de interés vital, continuo que realmente les absorba.

6.1.8 Métodos imaginativos

Cuando un cliente hace evaluaciones negativas exageradas de un suceso, a


menudo deja de pensar sobre ello y por lo tanto no puede ver detrás de sus
implicaciones. El propósito de la proyección en el tiempo es permitir a los clientes
ver activamente que el tiempo y el mundo continúan después de que acontece el
suceso. Es una técnica empleada frecuentemente. Es valioso remarcar en este
punto que alguno de los clientes tiene dificultad para evocar imágenes y pueden
tener que entrenarlo de una manera escalonada para utilizar esta habilidad.
Además, aunque útil, probablemente no es necesario para los clientes imaginar
con extrema claridad.

6.1.9 Técnicas para la casa

Las tareas para la casa las emplean con regularidad y tiene como
propósitogeneralizar el trabajo terapéutico, una de las tareas más frecuentes es elf
ormulario de autoayuda de la TRE. Otras tareas incluyen técnicas como la
biblioterapia (Lectura de libros y artículos sobre TRE) El propósito es ayudar al
paciente a practicar su nueva forma de pensar, en la sustitución de hábitos
disfuncionales.

6.1.10 Proyección en el tiempo


Para conseguir una reestructuración cognitiva, al apreciar que no es tan “terrible”
el que ocurra algún hecho temido, o ver que las consecuencias de un hecho no
son tan malas como se espera; o aceptación de lo peor que pudiera pasar,
cambiar lo que se pueda cambiar.

6.2 Técnicas Emotivas

6.2.1 Aceptación incondicional

No solamente la aceptación incondicional por parte del terapeuta hacia el


paciente, sino que el cliente aprende a aceptarse de forma incondicional, a pesar
de sus errores y defectos. Que no se juzgue como persona sino por sus hechos.

6.2.2 Inversión del rol racional

Como resultado de la práctica de la TRE, el terapeuta racional emotivo se


beneficia de forma personal. El terapeuta asume el rol de paciente ingenuo y el
paciente, el de terapeuta racional, y le explica al “paciente” los conceptos
racionales en cuestión. El terapeuta permanece en el rol de “ingenuo”, pero
continua monitoreando y utilizando la ejecución del paciente con la finalidad de
verificar el pensamiento racional.

6.2.3 Induccion del estado de animo

Es un metodo efectivo para conseguir que los clientes se den cuenta de cómo
contribuye a su perturbacion es a traves de la induccion del estado de animo. Esta
tecnica es particularmente util con clientes resistentes o aquellos que tienen
dificultad de entender la conexion entre el pensamientos y emociones. Aunque no
es necesario se emplea un procedimento de relajacion o induccion hipnotica.
Despues se le sugiere al cliente que piense expresamente en los pensamientos
desadaptados que generalmente le elicitan sintomas. Finalmenmte se anima al
cliente a experimentar con mas puntos de vista racionales y observar los efectos
del pensamiento racional al reducir la angustia emocional.

6.2.4 Inundacion

Se enfrenta a un cliente con una situación que provoca ansiedad o lo imagina


hasta que la situación o imaginación no elicite ansiedad por más tiempo. Los
terapeutas cognitivos conductuales ven estos procedimientos como métodos que
ayudan a los clientes a reevaluar sus miedos y les proporcionan oportunidades
para desarrollar estrategias de enfrentamiento.
6.2.5 Uso del humor

Muchos clientes resistentes tienen poco sentido del humor, y eso es


precisamente por lo que encuentran tan duro ver cómo están frustrándose a sí
mismos y lo absurdo que son sus pensamientos y conductas. Pero algunos, a
pesar de su severa perturbación, tienen un buen sentido del humor que puede
usarse para interferir con sus resistencias.

6.2.6 Técnicas de modelado

En el caso de los clientes resistentes y difíciles, los practicantes de la RET no


solo les enseñan como aceptarse incondicionalmente y totalmente, no importando
lo mal o incompetente que se comporten, sino que ellos mismos también modelan
esta clase de aceptación mediante la manifestación de atención firme benevolente
a estos clientes y mostrándoles mediante sus actitudes y conductas que ellos
pueden aceptar totalmente tales clientes, incluso cuando tratan mala al terapeuta,
cuando llegan tarde a las sesiones, cuando fracasan en hacer sus tareas y cuando
de cualquier otra forma se resisten tenazmente a los esfuerzos del terapeuta.

6.3 Técnicas conductuales

6.3.1 Ejercicios de ataque de la Vergüenza

Aquí se anima a los clientes a hacer algunos actos que previamente han
considerado como vergonzosos. Se anima al cliente a actuar de tal forma que
anime a las otras personas del entorno a prestarle atención sin producir daño ni a
sí mismo ni a otras personas y sin alarmar indebidamente a otros.

6.3.2 Tarea de tomar riesgos

Se anima a los clientes a hacer algo que consideran arriesgado. Se necesita


hacer la identificación y el debate de las inferencias defectuosas y las
evaluaciones irracionales consecuentes. El problema sin embargo es conseguir
que el cliente apunte las respuestas aversivas de los otros que predice que
ocurrirán.

6.3.3 Ejercicios de metas fuera de lo corriente

Se anima a los clientes a identificar metas conductuales deseadas con


frecuencia. Por ejemplo , un miembro de un grupo eligió la meta de comer más
lentamente, lo que para él era un ejercicio deseable, no vergonzoso y no
arriesgado , pero que tenía que ver con el control de los hábitos alimenticios y con
el debate cognitivo de su baja tolerancia a la frustración.
6.3.4 Desensibilización en vivo

Este método requiere que el cliente confronte sus miedos repetidamente de una
forma implosiva. Por ejemplo, a aquellos con fobia a los ascensores se les pide
que suban en ellos veinte o treinta veces al día al comienzo del tratamiento De
nuevo se anima al debate cognitivo simultaneo. La meta principal es que los
clientes experimenten un nivel de pánico. Porque solo después pueden aprender
que pueden sobrevivir y continuar con una experiencia tal.

6.3.5 Actividades de pertenecer allí

El propósito de las mismas es que los clientes experimenten intensamente que


ellos pueden tolerar y aguantar experiencias incomodas. Los terapeutas a veces
se alegran y sorprenden tanto de sus clientes que hagan realmente estas tareas
que no les mostraran consistentemente la importancia de seguir haciéndolas. Sin
embargo más pronto o más tarde si los clientes continúan, persisten ponen en
práctica estas tareas pueden encontrar que tales eventos proporcionan un
contexto para debatir las creencias irracionales.

6.3.6 Métodos de condicionamiento operante

Aquí se anima a los clientes a identificar y emplear esfuerzos positivos para


acometer las tareas de trabajar-hacia, y aplicar castigos cuando no lo hagan así a
los clientes difíciles y resistentes cuya resistencia se debe a ideas de baja
tolerancia a la frustración, se les puede animar a tomar la responsabilidad
completa de no poner en práctica las tareas que estimularían al cambio. Desde
luego los clientes pueden ya menudo lo hacen, rehusar hacer la tarea y rehusar
emplear los métodos de condicionamiento operante.

7. Proceso terapéutico

7.1 1era Etapa: Psicodiagnóstico

Se buscan descubrir las creencias o filosofías “irracionales” que producen


emociones o conductas contraproducentes señalando como esto contribuye a los
problemas del paciente. Además de establecer metas realistas.

En esta etapa se clasifica al paciente en: externos (problemas en las “A”),


internos (son problemas en “B” y “C”) los cuales se tratan en primer lugar o mixtos
(problemas internos acerca de los problemas externos. Luego se detectan
exigencias (deberías), catastrofismo (es terrible), no – soportantitis (no puedo
soportarlo) y condena (soy inútil). Además de detectar “los problemas sobre los
problemas” que son las ideas irracionales sobre sus problemas primarios.
7.2 2da Etapa Insight intelectual

Esta etapa supone dejar en claro lo siguiente: las creencias irracionales actuales
son el principal determinante de sus problemas emocionales y conductuales que
aunque se adquieron en la infancia, se mantienen porque se siguen
readoctrinandose en ellas; tomar conciencia que no existen pruebas que apoyen
las ideas irracionales, pero que en cambio, si existen evidencias de que el
mantenerlas son perjudiciales; autoaceptarse, aunque haya creado y sigan
manteniendo sus problemas y por último, pero ciertamente no menos importante,
comprender que si quieren librarse de sus creencias irracionales se ha de trabajar
mucho tiempo e intensamente.

Estos insights son indispensables para comprender la terapia y para estar


motivados a trabajar en ella.

Una vez detectadas las creencias irracionales o actitudes contraproducentes del


paciente, y logrados los 5 insights anteriores se puede dar paso a la siguiente
etapa.

7.3 3era Etapa: Insight emocional. Cambio de actitudes.

Esto implica según Ellis, una creencia muy fuerte en que la creencia irracional es
dañina y su creencia racional alternativa, es sana y deseable.

Es la etapa más extensa donde el terapeuta y paciente trabajan juntos para


socavar las actitudes irracionales del paciente y fortalecer las racionales Además,
que el terapeuta se encarga de identificar los obstáculos que vayan surgiendo y
ayudarle a superarlos

Así también, el terapeuta es muy didáctico en esta etapa usando la persuasión y


los diálogos socráticos para enseñar al paciente a considerar sus ideas como
hipótesis a comprobar, valorar las nuevas ideas beneficiosas-racionales, trabajar
duro para abandonar las viejas creencias irracionales y adherirse a las nuevas
creencias racionales.

Básicamente se busca crear nuevas ideas o filosofías racionales y actuar en


contra de las creencias irracionales y a favor de las nuevas creencias racionales
hasta automatizarlas.

7.3.1 Resistencia del paciente

Ya que el cambio de actitudes requiere esfuerzos enérgicos reiterados y


motivación, a veces el paciente se resiste porque esto le produce ansiedad y
debido al mantenimiento de actitudes irracionales como miedo a ser un farsante,
convertirse a una “maquina racional”, “ser un mediocre” al abandonar el
perfeccionismo o perder las ganancias secundarias al pensar-actuar
patológicamente.

Otras veces se debe a que el paciente se muestra poco hábil en el pensamiento


lógico y reacio a cambiar o bien una baja tolerancia a la frustración, lo que le lleva
a creer que “el cambio debería ser fácil” y demás actitudes irracionales derivadas
de esa exigencia.

7.3.2 Dificultades por parte del terapeuta

No saber identificar y manejar los esfuerzos infructuosos del paciente y adoptar


una actitud demasiado filosófica que resulta poco comprensible; pasar de un
problema a otro sin acabar de solucionar el anterior y no ser lo suficientemente
repetitivo y persistente; no ayudar al paciente a aceptar que los sentimientos
negativos de incomodidad son una parte implícita en el cambio de actitudes.

7.3.3 Fortalecer los hábitos racionales

En esta etapa se prepara al paciente a automatizar los cambios adquiridos en la


terapia, preparándole para que en el futuro, él sea su propio terapeuta.

Esto a través de la autoreforzación a pensar racionalmente y castigarse por


pensar y actuar irracionalmente, habituarse a debatir sus creencias irracionales,
actuar en su vida diaria de forma consistente con su nueva filosófica incluyendo la
participación en muchas nuevas experiencias.

La terapia puede acabar disminuyendo gradualmente las sesiones y planificando


alguna sesión de seguimiento. Se dedica alguna sesión a anticipar problemas
futuros y a imaginar cómo manejarlos con las habilidades de la Terapia que ya ha
interiorizado.

8.- Áreas de aplicación

8.1 Terapia Individual

Hace énfasis en la importancia que tienen las creencias irracionales de una


persona y preferencias. La mayoría tiende a buscar la terapia individual. La TRE
individual es confidencial. Está indicada para personas que tienen dificultad en
hablar enfrente de personas ajenas etc. Propicia una relación más cercana entre
terapeuta y paciente y puede ser la mejor forma de que avance una persona. Se
recomienda cuando los problemas que tiene la persona son “consigo misma”. Esta
terapia es más flexible en cuanto al estilo terapéutico.
8.2 Terapia de pareja

La TRE afirma que las parejas pueden resolver sus problemas de insatisfacción
por ellas mismas si consiguen lo que necesitan: comunicación constructiva,
resolución de conflictos y habilidades de negociación. Cuando hay un déficit de
esas habilidades, el objetivo de la terapia es capacitarles para que las desarrollen
y apliquen.

8.3 Terapia Familiar

Ayuda a los miembros menos desequilibrados de una familia a aceptar y


conformarse con las personas de la familia mas perturbadas. Enseña a los padres
que aunque ellos pueden haber contribuido en los trastornos de sus hijos, no son
la causa de ellos. Cada miembro se hace responsable de su propio cambio y se
intenta modificar los aspectos prácticos de los problemas familiares.

8.4 Terapia de Grupo


Se enseña a todos los participantes a emplear el método científico con ellos
mismos y con los demás para estar al tanto de las cosas y para contradecir de
modo empírico las cogniciones perturbadoras de los otros miembros. Ofrece a sus
miembros una serie de alternativas de solución a sus problemas prácticos y
neuróticos en comparación con la que normalmente se brinda en sesiones
individuales.

Estas aéreas pueden tratarse problemáticas como:

- Trastornos del estado de ánimo: más específicamente en la depresión donde la


creencia irracional podría ser “no debería haber sufrido esta pérdida y es terrible
que sea así”, si se cree responsable de la pérdida entonces se condena: “no soy
bueno”, y si la cree fuera de control las condiciones de vida son: “es terrible”. Se
busca que esta creencia sea llevada a una racional “es malo haber sufrido esta
pérdida, pero no hay ninguna razón por la que no debería haber ocurrido” donde la
emoción apropiada sería la tristeza.

- Trastornos de ansiedad: donde la idea irracional podría ser “eso no debería


ocurrir, sería horrible si ocurre”. Se busca llevar ésta creencia o idea a “espero que
eso no suceda y sería mala suerte si sucediera” donde la emoción apropiada sería
la inquietud.

- Culpa: donde la idea irracional sería “no debo hacer las cosas mal y si las hago
soy malvado/a”. Esto se busca llevar a “prefiero no hacer las cosas mal, intentaré
hacerlas mejor, si no ocurre ¡mala suerte!” donde la emoción apropiada sería el
dolor.
- Ira: donde la idea irracional sería “no debería haber hecho eso. No lo soporto y
es un malvado por ello”. Esto se busca llevar a “no me gusta lo que ha hecho, y
me gustaría que no hubiese ocurrido, pero otros pueden romper mis normas”
donde la emoción apropiada sería el disgusto.

- Celos: Ellis diferencia entre celos racionales y celos irracionales. Los celos
racionales se basan en la realidad, en tanto que los irracionales son producto de
pensamientos irracionales tales como “¡Es horrible que mi amado esté interesado
en otra persona! ¡No puedo soportarlo!”. Como todos los otros disgustos afectivos,
afirma Ellis, los celos siguen una secuencia prefijada. En el punto A hay un
acontecimiento activador: su amado muestra interés o le presta atención a otra
persona. En el punto B usted siente una consecuencia afectiva: intensos celos. No
sería raro que le atribuyera falsamente esta consecuencia al acontecimiento
activador, es decir que sostuviera erróneamente que “a causa de que mi
compañero está viviendo un amorío con tal y tal, me siento celoso”. En realidad,
dice Ellis, no hay fórmula mágica alguna por la cual un acontecimiento externo
cual quiera, ni siquiera algo tan traumático como el amorío de su cónyuge, pueda
provocar sus celos. Las responsables de ello son sus creencias, que serían el
verdadero punto B, en tanto la consecuencia sería el verdadero punto C. Hay un
cuarto punto, el D, que es en la terapia racional- emotiva el momento destinado a
criticar las creencias irracionales. En lugar de creencias irracionales fácilmente
criticables como “¡Es horrible!” o “¡No puedo soportarlo!” el sujeto puede decirse a
sí mismo: “Esta situación no me gusta nada. Querría que mi amado se dedicara
exclusiva mente a mí. ¡Qué desagradable es todo esto!” Si el paciente decide
creer esto, y nada más que esto, promete Ellis, la consecuencia afectiva que
aparecerá en el punto C será decepción, arrepentimiento o irritación, pero no unos
celos locos.

- Sexualidad: se está ampliamente de acuerdo que los sentimientos y creencias


son las causas de muchas disfunciones sexuales. Un buen numero de éstas
creencias se derivan de los “deberías” del rol sexual. La mujer crece con mensajes
altamente conflictivos acerca de su sexualidad. Son adoctrinadas para reservarse
para el verdadero amor, aunque al mismo tiempo para vestir, andar y hablar de
forma seductora. Muchas mujeres sólo “se sienten como una mujer” cuando un
hombre está cerca. La incapacidad de algunas mujeres para ver que tienen otros
sentimientos y deseos sexuales que aquellos que resultan de la iniciación
masculina, hace difícil para ellas llegar a ser iniciadoras participantes en el acto
sexual. Demasiado a menudo, tanto la excitación como la no excitación se ven
como “malas” o “erróneas” y animan la ansiedad.
Se busca cambiar éstas ideas en la mujer en racionales. Que se percate que ella
es un ser sexual, con decisiones propias en ésta área que debe estar gobernada
por sus sentimientos y pensamientos y no por las de otra persona.

- Abuso sexual: acoso sexual, incesto y violación: generalmente, las personas


que han experimentado alguna de estas experiencias prefieren callar y hasta
llegan a considerarse en parte responsables de lo ocurrido “si fuese más fuerte”,
“si no lo hubiese provocado”. Se busca entonces que se acepten
incondicionalmente, sin importar la situación que hayan atravesado. La TRE
proporciona un método de enfrentamiento que la persona puede usar para
controlar sus sentimientos y acciones y que puede tener un poderoso efecto
terapéutico.

Matrimonio, divorcio y problemas de relación: se les muestra a las personas


sus creencias irracionales acerca de la relación y cómo debatir éstas creencias.
Las creencias irracionales típicas en conflicto matrimonial son “si la relación
termina, soy el culpable”, “no fui bastante agradable, interesante”, “era demasiado
perezosa, no lo suficientemente sexy, exigía demasiado sexualmente”.
Generalmente, son las mujeres las que se condenan a sí mimas reflejando las
reglas sociales de que la mujer es la responsable del éxito o fracaso de la relación.
Para ello, se interviene, para demostrar que hay dos persona implicadas en una
relación, en un pareja y que es responsabilidad de los dos los problemas que se
presenten.

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