Estatuto de los actos jurídicos patrimoniales

Obligaciones contractuales
Los actos jurídicos se clasifican:
a) Patrimoniales: Se rigen, en cuanto al fondo, por la
autonomía de la voluntad y, en lo que respecta a la forma,
por la ley del lugar de su suscripción, pero de manera
facultativa.
b) Extrapatrimoniales: Se encuentran regidos, en cuanto al
fondo, por la ley personal y, en cuanto a la forma, por la ley
del lugar de su suscripción, con carácter obligatorio.
Determinación de la ley aplicable al contrato
Para determinar la ley aplicable, debemos distinguir entre:
La autonomía de la voluntad conflictual; Consistente en la
posibilidad de que las partes de una relación contractual
internacional designen el ordenamiento jurídico nacional que
regulará tal relación.
La autonomía de la voluntad material o negocial; Consistente en
el margen de acción atribuido a las partes para la fijación de pactos
o cláusulas del contrato dentro de un ordenamiento nacional
previamente determinado.
Según lo dispuesto en el artículo 2095 del CC:
Las obligaciones contractuales se rigen por la ley expresamente elegida por
las partes y, en su defecto, por la ley del lugar de su cumplimiento.
Empero, si deben cumplirse en países distintos, se rigen por la ley de la
obligación principal y, en caso de no poder ser determinada esta, por la
ley del lugar de celebración.
Si el lugar de cumplimiento no está expresamente determinado o no
resulta inequívocamente de la naturaleza de la obligación; se aplica la ley
del lugar de celebración.

En conclusión, a falta de elección expresa de las partes contratantes,

debe aplicarse la ley subsidiaria establecida en forma imperativa por las
normas de conexión del juez que conoce el caso.
Debate entre la ley de celebración del contrato y la ley de ejecución
La doctrina esgrime como argumentos a favor de la ley de celebración del
contrato los siguientes:
a) El argumento lógico; ya que es la ley del lugar de nacimiento del
contrato;
b) El argumento práctico; en virtud del cual la ley del lugar de
celebración es única y fija, caracteres que otorgan al contrato de una
certidumbre indispensable desde la perspectiva del comercio
internacional.