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EL CORPUS ISAIANO
El libro (66 caps.) ha tenido una larga
formación: desde el s. VIII hasta el s. V a.C.
Tres partes:
*Primer Isaías (cc. 1-39)
*Segundo Isaías (cc. 40-55)
*Tercer Isaías (cc. 56-66)
Presunción y desconfianza si se
rechaza el ofrecimiento de la ayuda divina.
Tentar a Dios es pretender un milagro
innecesario (cfr. Mt 16,4). Incredulidad es
temer a los hombres y no confiar en Dios.
Isaías invita al rey a confiar más en la
palabra divina pronuncia desde antiguo
sobre la dinastía davídica (2S 7) y en las que
él ahora anuncia, que en las ayudas
humanas.
El nuevo signo (v. 14) que Dios ofrece
libremente, si, por un lado, no exige la
aceptación del rey, por otro, tiende a
demostrar la fidelidad divina a las
promesas.
*Centralidad de la fe
*El santo de Israel
*El hombre inmerso en el pecado
*El plan de salvación de Dios
a) La centralidad de la fe
Como respuesta positiva al plan de
Dios en la historia, la fe genera en el
hombre una seguridad en la ayuda de Dios
que excluye todo temor (no es el pietismo).
Esta fe bíblica no excluye el recurso a
medios humanos, sino solo a las falsas
asistencias (Is 30,3.5).
La fe conlleva humildad (29,4),
obediencia (1,18-20) aceptación del querer
divino («derecho» y la «justicia»: 5,7; cfr.
1,16-17).
b) El santo de Israel
Pecados:
A la luz de la teofanía (c. 6), Isaías se
descubre pecador (v. 5) y a su pueblo,
soberbio (vv. 9-10).
Es una falta de fe que se expresa en la
vana confianza de las alianzas humanas
(30,1) y en las riquezas (2,7) y que alimenta
la vanidad de las mujeres (3,16.18), la
seguridad basada en armas y fortificaciones
(2,7; 7,3; 31,1) y la opresión de los débiles
(1,21.23). Ver 14,13-14: Babilonia.
Castigo:
Anuncio (7,9). Anarquía y robo (3,1-
7.18-23; 4,1) hambre, sed y esclavitud
(5,13), devastación (7,15-25), invasión (18,5-
8), asedio y abandono (29,3-4; 31,4; 32,14).
El castigo más grave consiste en la
incapacidad de entender el sentido de los
acontecimientos, en la cerrazón de corazón,
que se endurece (6,9-10).
Isaías condena el lujo y la religiosidad
externa (1,13).
También los pueblos son castigados (Is
12-23), particularmente los opresores con la
destrucción del propio ejército (10,5-19;
14,24-27; 17,12-14).
Esta fase es la primera del plan de Dios
orientada siempre a la salvación.
d) El plan de salvación de Dios