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SEMANA 09
LOGRO DE LA UNIDAD:
Al finalizar la unidad el estudiante distingue las características y procesos que
están inmersos en los trastornos, según guía del CIE 10 o DSM V, para tomar
acciones en la intervención y el trabajo multidisciplinario.
SABERES PREVIOS …
¿Qué hicimos la
clase pasada?
LOGRO DE LA SESIÓN:
El estudiante al finalizar la sesión será capaz de identificar
los trastornos del desarrollo neurológico con sustancias a
través de un organizador de conocimiento.
TRASTORNOS GENERALIZADO DEL DESARROLLO
F84
Hiperactividad y déficit de
atención
Trastorno hipercinético con retraso
mental y movimientos F84.4
estereotipados
Actualmente predominan las últimas, aunque con limitaciones: sólo una minoría
(«considerable», según Wicks-Nelson e Israel, 1997) de niños hiperactivos
presenta anomalías en el EEG y en otras medidas electrofisiológicas que puedan
hacer pensar en un retraso madurativo y en niveles de activación por debajo de la
media (Taylor, 1994). Los efectos beneficiosos de los psicofárma- cos estimulantes
sobre la hiperactividad han sido propuestos como una confirmación de esta
hipótesis, pero el hecho de que se hayan observado mejoras similares (o aún
mayores) con muestras de niños normales relativiza mucho esta posición.
Trastorno hipercinético con retraso
mental y movimientos ETIOLOGÍA
estereotipados
Por último, los factores genéticos, a pesar de que en muchos casos se han
analizado con deficiencias metodológicas, parecen jugar un papel importante en la
hiperactividad. Goodman y Stevenson (1989) analizaron 127 pares de gemelos
monocigóticos y 111 dicigóticos. La concordancia en el diagnóstico clínico entre los
primeros fue del 51 por 100 y entre los segundos del 33 por 100, obteniéndose un
porcentaje de varianza atribuible a factores ambientales no superior al 30 por 100.
Por tanto, se asume que existe una predisposición genética a padecer el trastorno
o, al menos, parte de su sintomatología.
Trastorno hipercinético con retraso
mental y movimientos EVALUACION
estereotipados
Aunque existen muchas entrevistas estructuradas, tal vez las dos más utilizadas
son el Informe Parental de Síntomas Infantiles (PACS) de Taylor, Schachar, Thorley y
Wieselberg (1986), y la Entrevista Clínica Semiestructurada para Niños (SCIC) de
Achenbach y McConaughy (1989). La primera ha sido utilizada en nuestro país por
Avila de Encío y Polaino-Lorente (1992) y Benjumea y Mojarra (1993).
Trastorno hipercinético con retraso
mental y movimientos TRATAMIENTO
estereotipados
Comportamiento anormal
Actividades repetitivas y
Interacción social Comunicación
restrictivas
Síndrome de Asperger F84.5
Este trastorno fue descrito por primera vez por el psiquiatra alemán Hans
Asperger en 1944, pero no se incluyó como un diagnóstico oficial hasta la
publicación del DSM-IV-TR en 1994. En muchas formas parece similar a la
descripción de Kanner del autismo, que se realizó casi al mismo tiempo.
Al igual que el trastorno autista, las características predominantes del trastorno
de Asperger incluyen deterioros graves y de larga duración en la interacción social,
y patrones de conducta e intereses restringidos y repetitivos. Sin embargo, a
diferencia del autismo, no se manifiesta un retraso significativo en el lenguaje ni
en el desarrollo cognitivo, en la curiosidad sobre el ambiente en la niñez o en las
habilidades de autoayuda y otras conductas adaptativas, aparte de la interacción
social.
Síndrome de Asperger F84.5
Todavía hay cierta disputa sobre si este trastorno debe considerarse como un
trastorno independiente del autismo. Algunos investigadores creen que
representa el extremo superior de la inteligencia de un mismo espectro que
incluye el autismo como un tipo más grave (Myles y Simpson, 2003). Otros
expertos destacan los resultados de ciertas investigaciones que demuestran que el
trastorno de Asperger y el autismo de alto funcionamiento pueden diferenciarse
en términos del perfil de déficit, aun cuando se compartan algunos de éstos
(Siegel, 1998).
Síndrome de Asperger F84.5
Los niños que padecen este trastorno obtienen mejores calificaciones en las
pruebas verbales de inteligencia que en las de ejecución, en contraste con
los niños autistas cuyos resultados de ejecución son más altos que en los
resultados verbales (Ehlers y cols., 1997). Otras características del trastorno
de Asperger incluyen la torpeza motora, como se muestra en la forma torpe
en la que caminan, una aparente falta de coordinación al arrojar o atrapar
pelotas y problemas en la infancia con los movimientos motores finos, como
atar las agujetas de los zapatos o abotonarse la ropa. Una característica que
comparten los niños con trastorno de Asperger y los niños autistas son los
altos niveles de ansiedad.
Síndrome de Asperger F84.5
Síndrome de Asperger ETIOLOGÍA
RETRASO MENTAL
F70 – F79
En los últimos años han comenzado a surgir voces que reclaman, cada vez
con más fuerza, la necesidad de eliminar la denominación «retraso mental»
por su escasa eficacia para planificar la intervención y por las consecuencias
negativas (prejuicios, segregación) que genera. También se han ido
sustituyendo los términos utilizados para referirse a esta población,
tratando de eliminar las connotaciones peyorativas de conceptos tales
como idiota, imbécil, morón, oligofrénico, subnormal o débil mental. En la
actualidad, es frecuente referirse a esta población utilizando expresiones
como disminuido, discapacitado intelectual, minusválido, niño con retardo
en el desarrollo, deficiente mental, niño con dificultades de aprendizaje
permanentes o alumno con necesidades especiales.
RETRASO MENTAL
F70 – F79
Clasificación:
RETRASO LEVE
RETRASO
MODERADO
Este grupo constituye alrededor del 10 por 100 de toda la población con retraso mental.
La mayoría de las personas en este nivel adquieren habilidades de comunicación durante
los primeros años de la niñez. Según el DSM-IV-TR, pueden beneficiarse de una formación
laboral y, con apoyos, atender a su propio cuidado personal. Pueden beneficiarse también
de un entrenamiento en habilidades sociales y laborales, pero es improbable que
progresen más allá de lo que constituyen contenidos básicos en materias escolares.
Pueden aprender a desenvolverse independientemente por lugares que les son
familiares. Durante la adolescencia, sus limitaciones en habilidades sociales pueden
interferir en sus relaciones con los demás. En la etapa adulta, la mayoría son capaces de
realizar trabajos no cualificados o semi- cualificados, con apoyos, en talleres protegidos o
en el mercado general del trabajo. Se adaptan bien a la vida en comunidad, aunque
puedan requerir también apoyos para la vida independiente.
RETRASO MENTAL
F72
RETRASO GRAVE
Este grupo de personas incluye el 3-4 por 100 de los individuos con retraso mental. La
necesidad de apoyos extensos y generalizados en personas con este nivel de retraso suele
estar en muchos casos relacionada con problemas de salud o físicos. El riesgo de
enfermedades médicas asociadas, tales como problemas sensoriales, neuromusculares,
cardiovasculares, neurológicos, etc., se incrementa con la gravedad del retraso mental. Por
otro lado, ambientes que fomenten la independencia, la productividad y la interacción
social potencian su desarrollo. Entre las principales limitaciones que presentan están: baja
tasa de adquisición de nuevas habilidades, dificultades en el mantenimiento y
generalización de habilidades aprendidas, déficit en habilidades de comunicación,
deficiente desarrollo físico y motor, déficit en habilidades de autoayuda y frecuencia de
conductas desadaptativas. A pesar de estas limitaciones, son personas que pueden y
deben aprender.
RETRASO MENTAL
F73
RETRASO
PROFUNDO
El grupo afectado de retraso mental profundo supone aproximadamente el I -2 por 100
de las personas con retraso mental, según el DSM-IV-TR. Las limitaciones físicas y de
salud, así como las consideraciones psicológicas emocionales, están también presentes,
y en mayor medida que en el caso anterior. Durante los primeros años de la niñez
desarrollan considerables alteraciones del funcionamiento sensoriomotor. Sin embargo,
estas personas pueden, con programas individualizados, en un ambiente altamente
estructurado y con ayudas y supervisión constantes, lograr un máximo desarrollo de sus
potencialidades. Del mismo modo, las habilidades básicas como son la comunicación y
el cuidado personal, especialmente importantes para este grupo, pueden mejorar si se
les somete a un entrenamiento adecuado. Estas personas requieren apoyos extensos y
continuados en más de un área de la vida para poder participar en entornos
comunitarios integrados y poder tener una calidad de vida como el resto de ciudadanos
con menor o ninguna discapacidad (Lindley, 1990).
RETRASO MENTAL
F73
RETRASO MENTAL
F70 – F79
Causas:
El retraso mental es una clasificación heterogénea, lo que significa que el
término cubre condiciones con muchas causas. Por lo general, estas
causas están agrupadas en dos categorías: las que resultan de alguna
condición patológica que tiene un efecto en el cerebro y el sistema
nervioso y las que se piensa que tienen un origen psicosocial. No
obstante, esta agrupación es muy sencilla. El deterioro cognitivo que
lleva a la clasificación de retraso mental con frecuencia es una interacción
compleja entre la vulnerabilidad genética de la persona y los factores
ambientales que la pudieran haber afectado antes, durante y después del
nacimiento.
RETRASO MENTAL
F70 – F79
Causas:
Existe una variedad de causas biológicas del retraso mental, entre las
cuales se incluyen condiciones genéticas y hereditarias; químicos como el
alcohol, radiación y ciertas drogas que afectan el desarrollo del niño
antes de su nacimiento; factores que afectan la nutrición del feto, como
las anormalidades circulatorias en la placenta y desnutrición de la madre
durante el embarazo; trauma durante el nacimiento relacionado con
carácter prematuro, falta de oxígeno u otros problemas de nacimiento;
efectos traumáticos después del nacimiento como enfermedades,
envenenamiento o accidentes; y diversas malformaciones de origen
desconocido.
RETRASO MENTAL
F70 – F79
PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN:
Los esfuerzos para prevenir el retraso mental y para ayudar a los
afectados a utilizar todo su potencial pueden tomar muchas formas.
Éstas incluyen la prevención primaria (en primer lugar evitar que ocurra
el trastorno), prevención secundaria (tratar el problema para que sean
mínimos los efectos) y prevención terciaria(ayudar al individuo a hacer el
mejor uso de sus capacidades).
RETRASO MENTAL
F70 – F79
PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN:
Prevención primaria Se puede evitar que ocurran ciertos tipos de retraso
mental. Un importante ejemplo de tal programa de prevención primaria
es la campaña para informar a las mujeres que el consumo de alcohol
durante el embarazo es potencialmente dañino para el desarrollo del
niño. Las campañas de salud pública y las señales de alerta en los envases
de bebidas alcohólicas y en los lugares donde se sirven pueden ayudar a
lograrlo. Otro tipo de esfuerzo de salud pública está enfocado en reducir
la probabilidad de daño cerebral a niños después del nacimiento.
RETRASO MENTAL
F70 – F79
PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN:
Prevención secundaria Algunos niños nacen con un trastorno que, de no
ser tratado, puede causar retraso mental. Los esfuerzos de la prevención
secundaria están enfocados en proporcionar tratamiento. Algunas de
estas condiciones pueden causar retraso mental poco después del
nacimiento a menos que se hayan identificado y tratado. Por ejemplo, el
examen de PKU se realiza de manera rutinaria en los recién nacidos para
descartar el problema, pero si existe, debe comenzarse de inmediato una
dieta de control para prevenir daño en el sistema nervioso central.
RETRASO MENTAL
F70 – F79
PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN:
La prevención terciaria está enfocada en mejorar la situación existente.
Se han desarrollado programas de intervención para enfrentar trastornos
específicos, en especial para el síndrome de Down y el autismo, que
pretenden aumentar las capacidades de los niños al inicio de su ciclo de
desarrollo. Otros ejemplos son los programas educativos en la escuela,
programas de vida comunitaria y programas de capacitación en
habilidades vocacionales y sociales. Otro tipo de prevención terciaria es
el creciente reconocimiento de la importancia del tratamiento de
problemas psicológicos y relaciones familiares de las personas con
retraso mental.
RETRASO MENTAL
F70 – F79
PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN:
PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN:
Niños en riesgo psicosocial Los niños que provienen de hogares con
carencias económicas, en especial aquellos donde el resultado de las
pruebas de inteligencia de las madres está en el rango de retraso leve
están en un particular riesgo de padecer retraso mental. Muchos
psicólogos y educadores sostienen que la pregunta más importante con
respecto a estos niños no es cómo “curar” el retraso mental leve sino
cómo alentarlos para que utilicen toda la inteligencia que poseen, es
decir, proporcionarles un ambiente enriquecido por medio de una
intervención temprana.
RETRASO MENTAL
F70 – F79
PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN:
Programas escolares Debido a que la política pública ha cambiado
mucho desde el enfoque de la institucionalización de individuoscon
retraso hasta ayudarles a vivir de manera independiente en la
comunidad, los programas para las personas con retraso mental también
han sufrido modificaciones sustanciales. Por ley, desde 1970, las escuelas
públicas deben ofrecer educación para todos los niños, incluyendo los
que padecen retraso mental.
PRÁCTICA
Realizaremos una consolidación de lo revisado el día de
hoy mediante el diseño de un organizador de
conocimiento.