Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lacan describe el desarrollo del Yo destacando la importancia del deseo del Otro en la
construcción del Yo como "imagen de sí"; de este modo, el "Yo ideal" y el "ideal del Yo" quedarán
incluidos entre los elementos de la "estructura psíquica".
La estructura del lenguaje preexiste al sujeto y lo determina.
Los elementos que componen la estructura o sistema no poseen propiedades intrínsecas, es decir,
que esos elementos no están dotados de una esencia o sustancia característica e inmanente, sino
que sus propiedades son extrínsecas y dependen del lugar que ocupen en la trama de
relaciones respecto a otros elementos.
Lacan en su Seminario Las psicosis (1955-1956) propone la siguiente definición: "La
estructura es primero un grupo de elementos que forman un conjunto co-variante.
Dije un conjunto, no dije una totalidad. En efecto, la noción de estructura es analítica.
La estructura siempre se establece mediante la referencia de algo que es
coherente a alguna cosa, que le es complementaria. [...] Interesarse por la
estructura es no poder descuidar el significante. [...]
El sujeto del que nos ocupamos en el campo clínico está indefectiblemente capturado
por el lenguaje que lo antecede y permanece sometido al gobierno de la lógica del
significante y del orden simbólico.
Dicha estructura es la que permite explicar también la captura del cuerpo viviente por
lo Simbólico, esa matriz última en la que se articulan el sujeto, el Otro y el objeto, ese
medio en el que se engranan lenguaje y goce y donde se asienta el anudamiento de los
tres registros de la experiencia: Real, Imaginario y Simbólico.
A partir de estas esquematizaciones de la estructura del sujeto pueden
definirse dos "extimidades": la del Otro, que determinará al sujeto
mediante los "significantes amo", y el propio efecto significante en tanto
que exterior al discurso con el que el sujeto se dice a sí mismo como "ex-
sistiendo".
Basándose en esta noción de "extimidad", sostiene Lacan que el vector
que orienta toda la estructura es el deseo, el cual remite al sujeto a lo Real
de la experiencia primera de satisfacción.
La concepción del inconsciente queda también afectada, pues antes
que un inconsciente sustancial o un reservorio de imágenes se trata de
enfatizar su vacuidad y con ello que su realidad depende de leyes
estructurales o del lenguaje
Por lo tanto…
Así como la estructura del lenguaje no se construye sino que preexiste al sujeto, las
estructuras clínicas, por el contrario, son construcciones o modalidades de
acomodación del sujeto a esa estructura del lenguaje previa al nacimiento, ese lugar
que el sujeto ya tiene antes de nacer en tanto se habla de él, se le nombra y moviliza
ciertos deseos en los padres.
El hecho de considerar estructuras introduce, dos diferencias sustanciales respecto a otro
tipo de enfoques: se trata, en primer lugar, de algo más que agrupaciones de síntomas
(síndromes) que se renuevan según convenga a las ideologías que sustentan el
pensamiento psicopatológico y, en segundo lugar, esas estructuras son estables y
excluyentes entre sí, es decir, que un sujeto histérico, por más que se disocie, siempre será
considerado neurótico y un sujeto psicótico por más estabilizado que esté - a veces a través
de síntomas aparentemente obsesivos o fóbicos- nunca dejará de ser estructuralmente
psicótico.
Por lo tanto…
Lejos de ser, por tanto, entes abstractos y alejados de la experiencia, las estructuras clínicas
constituyen los tipos o configuraciones psicopatológicas estables que conjugan tanto los
síntomas como la personalidad del sujeto, esto es, determinado movimiento invariable que
se aprecia en los comportamientos, en los actos y en las relaciones del sujeto con el Otro y
los otros.
Lacan afirma en el Seminario Las formaciones del inconsciente (1957-1958): "La neurosis
no es idéntica a un objeto, no es una especie de parásito extraño a la personalidad del sujeto,
es una estructura analítica que está en sus actos y en su conducta. El progreso de nuestra
concepción de la neurosis nos ha mostrado que no está hecha únicamente de síntomas
susceptibles de ser descompuestos en sus elementos significantes y en los efectos de
significado de dichos significantes, sino que toda la personalidad del sujeto lleva la
marca de esas relaciones estructurales".
Por lo tanto:
La relación del sujeto con su propia castración y con la castración del Otro no deja, ni en el
mejor de los casos, de ser problemática y dista mucho de alcanzar un ideal de normalidad.
Es en este punto crítico donde se cristalizan las tres posiciones fundamentales que
conforman las estructuras clínicas. Todas ellas son defensas diferenciadas frente a la
castración: represión (refoulement) de la representación de la castración en la neurosis,
desmentido (déni, démenti) o renegación en la perversión y forclusión (forclusion)en la
psicosis.