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CORTESÍA
COMUNICATIVA
CATEGORIZACIÓN PRAGMALINGÜÍSTICA DE LA CULTURA
ESPAÑOLA
¿DE QUÉ TRATA ESTE ARTÍCULO?
El carácter colectivo de las culturas asiáticas en las que se atribuye poco valor a la
identidad del individuo.
- la autorrepetición (el locutor repite sus propias palabras para poner énfasis en la
importancia de alguna información)
Ironía/menitra= no es lo mismo
Mentira- tiene por objetivo engañar y pasar inadvertida
Ironía- evidente y sirve para ser comunicada
EJEMPLOS DE LA IRONÍA
1.
A: Me dijeron que la tos había desaparecido y que de fiebre solo tiene cuarenta y cinco grados.
B: Pues si que esta mejor!
(Pues si- partícula de discurso)
2.
A: Pero usted sabe lo que se dice?
B: No he de saber!
(El uso negativo de la perífrasis haber+de+infinitivo)
3.
A: Pues era lo que nos faltaba!
(pues= partícula del discurso)
4.
A: Bonito susto me has dado!
(Bonito susto, donde bonito es uno de los adjetivos que, en la posición opuesta, transmiten de
manera estereotipada información irónica (otros adjetivos de ese tipo: valiente, menudo y
dichoso)).
LLAMAR AL PAN PAN, Y AL VINO VINO
La ironía requiere una labor interpretativa compleja porque se viola una de máximas de
Grice (no digas cosas que crees que son falsas).
El hablante intenta conseguir que el interlocutor haga algo, que realice una acción futura o
que responda algo.
Se incluyen aquí acciones directivas como invitar, ordenar, pedir, rogar.
Ejemplos:
¿Podrías pasarme el lápiz?
Ruego que vote por mí en las elecciones.
Ya es demasiado tarde, así que levántate.
Te ruego que conduzcas con cuidado.
EL RUEGO Y LA ORDEN
En actos directivos se distingen dos variantes funadamentales del acto directivo: el ruego y la
orden.
La cortesía expresada por el ruego es de tipo negativo. La finalidad perlocutiva del ruego es
reducir la amenaza de la libertad de acción del oyente.
Con el uso del imperativo, un hispanohablante puede expresar tanto un ruego como una orden.
La preferencia del español por aplicar un imperativo escueto es representativa de una cultura
orientada hacia la solidaridad, pero en las sociedades donde predomina la etiqueta de solidaridad
se sobreentiende el derecho a limitar la libertad de acción del interlocutor.
En la cultura holandesa, el uso del imperativo se suele asociar con la expresión de una orden.
Para expresar un ruego, el hablante debe debilitar la fuerza del imperativo mediante el uso de una
partícula modal.
ACTOS EXPRESIVOS
Muestran la emoción del hablante. = Las palabras expresan un sentimiento del
hablante.
El hablante expresa un estado afectivo, emocional o físico respecto al objeto o
asunto de que se habla.
Se incluyen aquí actos como saludar, felicitar, quejarse, dar condolencias, dar
cumplidos y agradecer.
Ejemplos:
Me alegra verte.
¡Soy fantástico!
¡Felicitaciones!
Bien hecho, Rafa.
Te felicito por tu nuevo empleo.
Te agradezco mucho que hayas venido.
Discúlpame por llegar tarde.
EL AGRADECIMIENTO
La cultura española no presta la especial atención a las fórmulas de agradecimiento como respuestas
verbales a actos rutinarios realizados dentro de un patrón predeterminado de interacción.
Ejemplos ilustrativos son la interacción entre camarero y cliente, entre revisor y pasajero, entre vendedor
y comprador.
En este tipo de interacción social, el español tiende a adoptar una actitud generalmente racional hacia una
actividad rutinaria, dejando de ser agradecido.
Por otro lado, el holandés tiende a enfatizar verbalmente la distancia social que le separa de su
interlocutor agradeciendo también actos rutinarios, entonces en estas situaciones comunicativas prefiere
mostrar cortesía negativa.
La ausencia de respuestas de agradecimientos, que caracteriza la interacción española, puede parecer
como descortés al interlocutor de otra cultura, mientras que la respuesta verbal, preferida por la cultura
holandesa, a los españoles les dé la impresión de ser exagerada o hipócrita.
EL CUMPLIDO
El cumplido consiste en un acto de habla mediante el que un hablante emite un enunciado que
valora positivamente los méritos de otra persona; por su parte, el destinatario del cumplido se ve
obligado a responder con una reacción verbal o no verbal.
Se observa la mayor utilización femenina del cumplido.
Los españoles a menudo piden que se repita un cumplido, probablemente con el objeto de que se
expandiera o reforzaba la alabanza.
Al mismo tiempo, al hablante holandés le importa mantener distancia social y suele abstenerse de
elogiar las cualidades o los méritos de su oyente. Además el locutor holandés medio no está
acostumbrado a expresar ni a recibir cumplidos, lo normal es que no los acepte o que menosprecie el
elogio. El holandés encuentra difícil responder adecuadamente a un cumplido de su interlocutor.
Se puede notar que el uso de alabanzas y cumplidos en las interacciones de los hablantes españoles,
podría ser exagerado o vergonzoso en otras culturas, como en Gran Bretaña.
La aportación española más auténtica al inventario de los cumplidos es el piropo. El piropo
sólo produce efecto si los dos interlocutores comparten los conocimientos culturales necesarios
para poder evaluar el contenido del elogio.
Los españoles son más tolerantes cuando se interfiere en su privacidad que otras culturas, por
ejemplo los británicos.
Esto se manifiesta en el uso diferente, pero no menos educado, de fórmulas como Por favor o
Gracias, que se suelen emplear en su sentido literal, es decir, pedir un favor personal o
agradecerlo.
ACTOS PARALINGÜÍSTICOS
Actos paralingüísticos se dividen en dos sublcases:
Actos cinésticos
Actos proxémicos
EL OBJETO DE ACTOS
PROXÉMICOS
Conclusiones:
Los árabes e hispanoamericanos son representantes de la cultura de solidaridad, mientras que los suecos,
británicos y norteamericanos pertenecen a la cultura de distanciamiento que se refleja claramente en su
comportamiento proxémico.
Dichas diferencias pueden provocar malas interpretaciones de tipo interétnico.
ACTOS METAPRAGMÁTICOS
1. ¿Qué son?
Son los actos realizados dentro del marco de la etiqueta conversacional.
Mirando al análisis que ha sido hecho antes en el artículo, aplicando tres parámetros
pragmalingüísticos postulados como suficientes y necesarios, el autor llega a conclusión de que
la cultura española pertenece a la clase de las culturas en las que la cortesía positiva constituye
el centro de gravedad.
El autor también señala que durante este tipo de análisis es necesario hacer una comparación con
culturas dominadas por la etiqueta de la cortesía negativa. Él ha decidido comparar la cultura
española con la holandesa, con referencias incidentales a la británica.
Al final, Haverkate destaca que queriendo confirmar esta hipótesis desarrollada debería hacer
estudios empíricos complementarios de índole cuantitativa.