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CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA, DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

▪ Introducción
o Gabriel García Márquez
o El suceso y la historia
o Introducción al estudio de la novela

▪ Estructura

▪ Temas: el honor, el amor y el fatum


o El honor
o El amor
o El fatum
o Otros temas
● La religión
● La superstición
● Críticas al poder institucional
● Aspectos sociales
● La imposibilidad de acceder al conocimiento de la verdad

▪ Técnicas narrativas
o El perspectivismo
o El realismo mágico
o El espacio
o El tiempo
● Tiempo externo
● Tiempo interno

▪ Análisis de personajes

▪ Lengua y estilo

1. INTRODUCCIÓN
1.1. GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Gabriel José de la Concordia nació en Aracataca, Magdalena, (Colombia) el 6 de marzo de 1927. Hijo de
Gabriel Eligio García y de Luisa Santiaga Márquez Iguarán. Tras su traslado a Riohacha, fue criado por el
coronel Nicolás Márquez y Tranquilina Iguarán, padres de Luisa Santiaga. Su infancia está bellamente
relatada en sus memorias Vivir para Contarla (2002). En 1947, García Márquez se trasladó a Bogotá con la
intención de estudiar Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Colombia (Bogotá),
carrera que abandonó. Después del llamado "Bogotazo" en 1948, (cruenta revolución que se desató el 9 de
abril a causa del asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán), decidió trasladarse a Cartagena de
Indias y empezó a trabajar como reportero de El Universal. A finales de 1949 se traslada a Barranquilla
para trabajar como columnista y reportero en El Heraldo. García Márquez regresó a Bogotá en 1954, donde
trabajó en El Espectador como reportero y crítico de cine.
Después de varios cuentos, a los veintisiete años publicó su primera novela, La hojarasca (1955), en la que

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ya apuntaba los rasgos más característicos de su obra de ficción, llena de desbordante fantasía.

En 1958, tras una estancia en Europa, García Márquez regresó a América y se casó en con Mercedes
Barcha, con la que pronto tendría dos hijos, Rodrigo (que nació en Bogotá en 1959) y Gonzalo (que nació en
México tres años más tarde). Comprometido con los movimientos de izquierda, Gabriel García Márquez
siguió de cerca la insurrección guerrillera cubana hasta su triunfo en 1959. Amigo de Fidel Castro, participó
por entonces en la fundación de Prensa Latina, la agencia de noticias de Cuba. Tras la publicación de
nuevos libros (El coronel no tiene quien le escriba, 1961; La mala hora, 1962; Los funerales de la Mamá
Grande, 1962), en 1965 fue galardonado en su país con el Premio Nacional. Solo dos años después, y tras
una serie de dificultades con diversos editores, García Márquez logró que una editorial argentina le
publicase la que constituye su obra maestra y una de las novelas más importantes de la literatura universal
del siglo XX, Cien años de soledad. La obra, en la que trabajó más de veinte años, recrea a través de la saga
familiar de los Buendía la peripecia histórica de Macondo, pueblo imaginario que es el trasunto de su propio
pueblo natal y al tiempo, de su país y su continente.
Tras una temporada en París, en 1969 se instaló en Barcelona, donde entabló amistad con
intelectuales españoles, como Carlos Barral, y sudamericanos, como Vargas Llosa. Su estancia allí fue
decisiva para la concreción de lo que se conoció como boom de la literatura hispanoamericana, del que
fue uno de sus mayores representantes.
En 1972 Gabriel García Márquez obtuvo el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, y
pocos años más tarde regresó a América Latina, para residir alternativamente en Cartagena de Indias y
Ciudad de México, debido sobre todo a la inestabilidad política de su país. Por esta época escribe El otoño
del patriarca (1975) y Crónica de una muerte anunciada (1981). Su prestigio literario, que en 1982 le valió el
Premio Nobel de Literatura, le confirió autoridad para hacer oír su voz sobre la vida política y social
colombiana. Además de libros de relatos, textos periodísticos y guiones cinematográficos, publica novelas
como: El amor en los tiempos del cólera (1985), El general en su laberinto (1989), Del amor y otros
demonios (1994) o Memoria de mis putas tristes (2004).
Su actividad como periodista queda reflejada en Textos costeños, de 1981, Entre cachacos, de
1983, compendios de artículos publicados en la prensa escrita, o Noticia de un secuestro, amplio reportaje
novelado editado en 1996 que trata de la dramática peripecia de nueve periodistas secuestrados por
orden del narcotraficante Pablo Escobar. Relato de un náufrago, reportaje sobre un caso real publicado en
forma de novela en 1968, refleja su capacidad para cambiar de registro.
Gabriel García Márquez falleció el 17 de abril de 2014 en México D.F.

1.2. EL SUCESO Y LA HISTORIA

La historia contada en Crónica de una muerte anunciada se inspira en un suceso real. La prensa aireó el
caso en su momento, pero por presiones familiares García Márquez esperó casi treinta años para
publicarla. Suceso central (crimen), protagonistas, escenario y circunstancias, tuvieron, pues, una base
real que el novelista alteró narrativamente, pero sin descuidar datos y precisiones que son obligados en
toda crónica periodística. De este carácter real y verídico viene el nombre de crónica, que no solo
aparece en el título de la novela, sino que la orienta estructuralmente, ya que, desde el comienzo, lo que
pretende el narrador es la acumulación de datos y pormenores que, de alguna manera, puedan ayudar a
entender el porqué del asesinato de Santiago Nasar, lo inevitable del mismo, así como los perfiles
humanos y psicológicos de todos los personajes que tuvieron, por acción y omisión, algo que ver con el
suceso.
El suceso fue el siguiente: el 22 de enero de 1951 se casaban Margarita Chica Salas y Miguel
Reyes Palencia. En la noche de bodas el esposo descubre que su mujer no es virgen y, furioso, la repudia y
la devuelve a su casa. A las pocas horas, el hermano de la novia (Víctor) mata a Cayetano Gentile, el
supuesto causante de la deshonra de su hermana.
Esto da lugar en la novela a la siguiente historia: en un pueblo cercano a la costa caribeña se casan
Bayardo San Román y Ángela Vicario. Tras celebrar la boda por todo lo alto, y retirado el matrimonio a su
nueva casa, el marido descubre que la esposa no es virgen. Violentamente la devuelve a la casa paterna y
sufre una profunda crisis al sentirse engañado y ultrajado. Ángela acusa de la deshonra a Santiago Nasar,
un vecino. Los hermanos Vicario, Pedro y Pablo, obligados por la defensa del honor familiar, persiguen al
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ofensor por todo el pueblo y acaban matándolo, a la vista de la gente, en la puerta de su casa. Pasados los
años, Bayardo y Ángela se reúnen en Manaure y viven juntos el resto de sus días.

1.3. INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA NOVELA

Crónica de una muerte anunciada (1981), del colombiano Gabriel García Márquez, es una novela corta en
la que se mezclan, con acierto, elementos de diferentes géneros como la crónica periodística, que se
refleja en la estructura narrativa basada en la reconstrucción del asesinato de Santiago Nasar; de la
novela negra, puesto que el autor utiliza el crimen para describir un lugar y unos personajes concretos,
sin la figura del investigador, pues no hay una intención de esclarecer los acontecimientos que rodean al
crimen, pero sí de hacer «realismo», solo que a la noción sabida por todos de realidad, agrega un punto
de vista mágico, esotérico y hasta un poco supersticioso.

2. ESTRUCTURA (CONTEXTUALIZAR EL FRAGMENTO)


La historia se desarrolla en cinco partes que nos la presentan con profundas alteraciones en el orden de
los hechos y en su temporalidad. Ello se logra a través de una serie de anticipaciones, retrocesos,
reiteraciones, superposiciones y rupturas que conforman una estructura que sigue el modelo de un puzle.
Pese a la sensación de caos, cada una de las cinco partes desarrolla temas concretos y gira alrededor de
los diferentes protagonistas de los hechos.
▪ La primera parte responde a las preguntas básicas de toda narración. Sabemos a quién matan, cómo
y cuándo, además de algunas de las fatales circunstancias que ayudan al crimen. Sabemos que
Ángela Vicario se casó, que la celebración de la boda ha sido sonada, que a las pocas horas el
marido la repudió y que Santiago Nasar se ha visto involucrado en el asunto; nos enteramos del
viaje del obispo, etc. Pero el eje vertebrador aquí es un personaje, Santiago Nasar y su entorno
familiar, cuya descripción ocupa las páginas centrales.
▪ La segunda parte es paralela a la primera ya que tiene como eje a otro protagonista, Bayardo San
Román. Se nos presenta a su familia, se describe su relación con Ángela Vicario, se le retrata a
partir de su llegada al pueblo. Luego, el discurso gira hacia la figura de Ángela y su familia, los
preparativos de boda y el cortejo de la novia, los festejos y la retirada de los novios a la nueva
casa. El final de la segunda parte viene marcado por su tensión climática. Ello se concreta en la
devolución de la novia en estado lamentable y sobre todo, en la escena posterior del cerco familiar,
en la que la esposa repudiada acusa como causante de su deshonra a Santiago Nasar.
▪ La tercera parte desarrolla las circunstancias y detalles previos al asesinato de Santiago Nasar en
cumplimiento de la venganza obligada por el código del honor. El eje son ahora los hermanos
Vicario en su itinerario de búsqueda y castigo del presunto ofensor. Asistimos a un recorrido que
va siendo pautado por las apreciaciones de los diferentes testigos: María Alejandrina, Clotilde
Armenta, Victoria Guzmán, etc.
▪ La cuarta parte tiene un primer acontecimiento-eje en la descripción de la autopsia del cadáver de
Santiago Nasar. A ello le sigue la ceremonia del entierro y la inquietud en el pueblo por la
posibilidad de que la pacífica comunidad árabe a la que Nasar pertenecía intente vengar su
muerte. Esta cuarta parte es cronológicamente posterior a la quinta.
▪ La quinta parte muestra el estado de ánimo de la gente del pueblo después del crimen y una
referencia a la dimensión judicial del mismo. El discurso narrativo hace retroceder de nuevo la
fábula para enfocar el itinerario de persecución, encuentro y muerte de Santiago Nasar.
Aunque las claves de lo ocurrido están ya explícitas en las primeras páginas y aunque la historia va
evolucionando de forma zigzagueante, es claro que el modelo de estructuración de la fábula narrativa
visto globalmente es de carácter cerrado-circular: la muerte de Santiago Nasar a manos de los Vicario,
anunciada súbitamente en las primeras líneas, es el motivo narrativo que cierra también la historia.

3. TEMAS: EL HONOR, EL AMOR Y EL FATUM

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Los temas principales de la novela son el honor, el amor y el fatum o destino. Además, aparecen otros
como la religión, la superstición, la imposibilidad de acceder al descubrimiento de la verdad, el poder
institucional o diversos aspectos sociales.
3.1. EL HONOR

El tema del honor, que en esta obra está vinculado con el de la violencia y el machismo, cobra particular
relieve, ya que es la razón de la muerte de Santiago Nasar. Este tema está tratado desde una perspectiva
hiperbólica, paródica e irónica y, aunque se concrete individualmente, tiene alcance y naturaleza sociales. Por
el honor, que no admite vacilación ni demora para ser restaurado, los hermanos Vicario tienen que matar a
Santiago Nasar, ya que Ángela lo ha acusado de ser el causante de su deshonra (la pérdida de la virginidad
antes del matrimonio). Además, el honor tiene una cualidad pública: lo grave no es que se haya cometido un
acto de deshonor, sino que se sepa públicamente.
Por lo tanto, la violencia es la forma de respuesta aceptada ante cualquier violación del código del
honor, enfocado en la moral sexual que exige que la novia llegue virgen al matrimonio. Esta forma de lavar
la deshonra, la venganza sangrienta, era una idea ya presente en la tradición del teatro clásico español de
Lope de Vega o de Calderón de la Barca (tradición en la que el honor también tenía una cualidad pública).
El uso de la violencia para lavar la deshonra está plenamente aceptado por la sociedad en la que
viven nuestros personajes:
▪ La sociedad, en general, estima que los hermanos Vicario, con su conducta, han probado su hombría,
han recuperado su dignidad y han restaurado con cierta grandeza la honra de la familia: “Para la
inmensa mayoría solo hubo una víctima: Bayardo San Román. Suponían que los otros protagonistas
de la tragedia habían cumplido con dignidad, y hasta con cierta grandeza, la parte de favor que la
vida les tenía señalada. Santiago Nasa, había expiado la injuria, los hermanos Vicario habían probado
su condición de hombres, y la hermana burlada estaba otra vez en posesión de su honor.”
▪ Por seguir el código del honor, los asesinos, al ser interrogados, insisten en su inocencia, dicen que
“fue un asunto de honor” y se sienten reconfortados por el “prestigio de haber cumplido con su
ley”.
▪ El abogado sustenta la defensa del homicidio basándose también en que el honor debe justificar la
acción sangrienta: "El abogado sustentó la tesis del homicidio en legítima defensa del honor, que fue
admitida por el tribunal de conciencia".
▪ Prudencia Cotes, novia de Pablo Vicario, nunca se habría casado con él si no hubiese defendido el
honor familiar. “«Yo sabía en qué andaban —me dijo— y no solo estaba de acuerdo, sino que nunca
me hubiera casado con él si no cumplía como hombre»”.
▪ La mayoría de los habitantes del pueblo lo aceptan, entre otras cosas, porque los exculpa de no
haber impedido el crimen: "Pero la mayoría de quienes pudieron hacer algo por impedir el crimen y
sin embargo no lo hicieron, se consolaron con el pretexto de que los asuntos de honor son estancos
sagrados a los cuales solo tienen acceso los dueños del drama".
Además del crimen de los hermanos Vicario, que es la forma más patente de violencia por la carga
brutal de cuchilladas; en la novela encontramos otras manifestaciones: Santiago Nasar desde niño
aprende el dominio de las armas y duerme con una escondida bajo la almohada; hay constantes
referencias guerras civiles y a guerrillas; la violencia vinculada a la sexualidad masculina, como el acoso
de Santiago Nasar a Divina Flor; la paliza que Pura Vicario a Ángela cuando Bayardo la lleva de vuelta a
casa, etc. El lenguaje utilizado potencia esa violencia: por ejemplo, la escena de la autopsia (cuchillos,
vísceras, tripas, perforaciones, etc.); la escena en que Victoria Guzmán le saca las tripas a un conejo
“arrancó de cuajo las entrañas de un conejo y les tiró a los perros el tripajo humeante”; o comentarios de los
personajes del tipo: “—Que nadie me joda —dijo—. Ni mi papá con sus pelotas de veterano” (Bayardo San
Román).
El tema del honor se relaciona con el tema del machismo; y no solo porque se requiere de la mujer
una condición que no se pide al hombre (y de lo contrario, el marido tenía todo el derecho de maltratarla);
sino también porque esta aparece con frecuencia convertida en mero objeto y porque su deshonor incluye
un componente social, ya que afecta a la familia entera.

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Para terminar, podemos decir que García Márquez logra reinterpretar el concepto del honor ya que
subraya el carácter absurdo y brutal de los hechos a través de la ridiculización del código moral de los
personajes.

3.2. EL AMOR

En la novela destacan las pasiones amorosas, motivo recurrente en la narrativa de García Márquez. La
relación amorosa se presenta como una especie de caza. Precisamente, el epígrafe inicial de la obra
recuerda una poesía de Gil Vicente: “la caza de amor”: “La caza de amor / es de altanería: / Esta idea
está especialmente presente en la relación entre Bayardo San Román y Ángela Vicario. Bayardo fija
sus ojos en Ángela, su presa, y actúa desplegando sus artes y su poder, especialmente su capacidad
económica, para conseguir casarse con ella. Ángela, que al principio lo ve como un hombre soberbio y
altanero, se comporta como una “garza guerrera” (en palabras del poema de Gil Vicente), pues se
enfrenta a San Román descubriendo que no es virgen; y será más guerrera aun cuando, a través de las
cartas, inicie la recuperación de Bayardo.
La relación entre Bayardo San Román y Ángela Vicario parece ir siempre contracorriente y los
protagonistas padecen fuertes pasiones que no presagian nada bueno: cuando San Román está
completamente enamorado, Ángela lo rechaza; y cuando este reniega de la joven ella cae en el más loco
de los enamoramientos y le escribe cartas durante diecisiete años: “descubrió entonces que el odio y el
amor son pasiones recíprocas. Cuantas más cartas mandaba, más encendía las brasas de su fiebre”. La
sorpresa llega al final, cuando él regresa con las cartas que ella le había escrito y se desencadena el
desenlace feliz para ambos, que parece vencer al destino que constantemente los separaba.
En la novela, las relaciones amorosas y la sexualidad están acompañadas de matices machistas:
▪ Ángela Vicario es repudiada por no ser virgen, mientras se asume como práctica bien considerada
que gran parte de los varones del pueblo hayan perdido la virginidad con una prostituta, Mª
Alejandrina Cervantes, otra “garza guerrera” de la que el narrador dice que "Fue ella quien arrasó con
la virginidad de mi generación”.
▪ Hay hombres abusan de las mujeres que, por su situación social, no pueden defenderse de sus
deseos (por ejemplo, Divina Flor, hija de Victoria Guzmán –la criada, antigua amante del padre de
Santiago- soporta el acoso al que se ve sometida).
▪ A Santiago Nasar nos lo presenta el narrador como “un gavilán pollero. Andaba solo, igual que su
padre, cortándole el cogollo a cuanta doncella sin rumbo empezaba a despuntar por esos montes”.
▪ Y no podemos olvidar el machismo social: la educación de las mujeres está enfocada a casarse,
atender a los enfermos y a la familia. Por ejemplo, en la novela se indica “Los hermanos fueron
criados para ser hombres. Ellas habían sido educadas para casarse”; la madre de las hermanas
Vicario señala que sus hijas están hechas para sufrir, y por eso serán buenas esposas (“«Son
perfectas —le oía decir con frecuencia—. Cualquier hombre será feliz con ellas, porque han sido
criadas para sufrir»”). Las “buenas mujeres” son las madres, hermanas, hijas o monjas, su función
es preservar el orden y están abocadas a matrimonios de conveniencia, o a ser acosadas por los
hombres. Frente a ellas se sitúan las prostitutas o las amantes.

3.3. EL FATUM

El fatum (la imposibilidad del personaje de escapar de su propio destino trágico, al igual que en las
tragedias griegas) es el tema principal de la obra.
Santiago Nasar es la figura sobre la que pesa esa fatalidad en forma de una acumulación inverosímil de
errores, casualidades, adversidades, odios y rencores que lo llevan a un trágico final. Como en una tragedia
griega (en la cual incluso no falta el coro: el pueblo entero), vemos la imposibilidad de escapar del propio
destino, que se cumple fatalmente (no solo para el protagonista). Santiago Nasar muere porque está
destinado a morir, y ese destino, aunque existen signos premonitorios, aunque incluso los mismos
protagonistas parece que no desean llevar a cabo el crimen, es inevitable.
Algunas manifestaciones del fatum trágico:

▪ Santiago Nasar sale por la puerta delantera (no solía hacerlo).

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▪ Nadie ve el papel de advertencia que alguien ha echado por debajo de la puerta: “El mensaje estaba
en el suelo cuando Santiago Nasar salió de su casa, pero él no lo vio, ni lo vio Divina Flor ni lo vio
nadie hasta mucho después de que el crimen fue consumado”.
▪ Plácida Linero sabe interpretar sueños y se equivoca; además, le cierra la puerta de casa a su hijo
porque Divina Flor le asegura que él está dentro.
▪ Los hermanos Vicario, que no desean cometer el asesinato, dejan clara su intención, para que Nasar
pueda huir: “Los hermanos Vicario no hicieron nada de lo que convenía para matar a Santiago
Nasar de inmediato y sin espectáculo público, sino que hicieron mucho más de lo que era
imaginable para que alguien les impidiera matarlo y no lo consiguieron”: van a esperarlo a “la casa
de Clotilde Armenta, por donde sabían que iba a pasar medio mundo menos Santiago Nasar”, “les
contaron sus propósitos a más de doce personas que fueron a comprar leche”, avisan a Cristo
Bedoya, etc.
▪ Nadie ve a Santiago Nasar entrar en casa de Flora Miguel.
▪ Cristo Bedoya no logra dar con Santiago Nasar y no puede matar a Pedro Vicario porque no sabe
disparar (“si yo hubiera sabido disparar un revólver, Santiago Nasar estaría vivo”).
▪ Si el obispo se hubiera quedado en el pueblo, probablemente no habría sucedido el homicidio
por respeto.
▪ Yamil Shaium (antiguo socio del padre de Santiago) no avisa a Santiago Nasar porque teme crearle
una alarma inútil, otros no lo hacen porque creen que ya está muerto y Celeste Dangond lo ve
tranquilo y seguro por la calle.
▪ Casi todos creen que Santiago Nasar sabe lo que se avecina.
▪ Los signos premonitorios. A lo largo de la novela hay continuos elementos que presagian la muerte
de Santiago: los sueños recurrentes del joven; el horror que Santiago sintió al ver a Victoria
Guzmán arrancar las entrañas de un conejo; el susto de Divina Flor cuando Santiago la agarró por
la muñeca y la «sintió helada y pétrea, como una mano de muerto»; la impresión de Clotilde Armenta
cuando con el resplandor del alba lo percibe como vestido de aluminio y con la apariencia de un
fantasma; el olor de las flores encerradas de la iglesia en la boda de Bayardo y Ángela, que
Santiago relaciona con la muerte (“Santiago Nasar me había dicho a menudo que el olor de las
flores encerradas tenía para él una relación inmediata con la muerte, y aquel día me lo repitió al
entrar en el templo. «No quiero flores en mi entierro», me dijo”); etc.

3.4. OTROS TEMAS

▪ La religión, envuelta en fetichismo, credulidad y simplismo. Mediante la figura del obispo y su


frustrada visita al pueblo, el autor trata el tema de forma paródico-burlesca no exenta de ironía, lo
que evidencia una actitud abiertamente crítica. También en clave religiosa pueden entenderse
buena parte de la onomástica de los personajes (Pedro, Pablo, Santiago, Cristo, María, Lázaro, etc.)
y la muerte de Nasar, que ha sido puesta en paralelo con la crucifixión de Cristo.
▪ La religiosidad contrasta con la intensa presencia de la superstición, inserta en la mentalidad de
muchos personajes: la madre de Santiago interpreta los sueños, Luisa Santiaga posee el arte de la
adivinación, el coronel Aponte estaba “un poco trastornado por la práctica solitaria del espiritismo
aprendido por correo”, las creencias religiosas conviven con lo invisible y lo sobrenatural, etc.
▪ Se observan algunas críticas al poder institucional: el padre de Bayardo San Román (Petronio San
Román), militar condecorado, viene descrito de forma poco atractiva; el coronel Aponte, el alcalde,
no actúa con la debida diligencia en el caso; la autopsia no se realiza en las condiciones debidas
por falta de medios. Tan solo el juez, en su instrucción, parece ser muy concienzudo, y, sin
embargo, salpica el sumario de anotaciones subjetivas y literarias, y una de sus preocupaciones es
determinar si efectivamente Santiago Nasar había sido o no culpable del deshonor de Ángela.
▪ Aspectos sociales. El narrador no deja de reparar en la comunidad árabe que vive en el pueblo,
comunidad culturalmente integrada (son católicos, solo hablan árabe en raras ocasiones), pero
diferenciada (se casan entre ellos, tienen costumbres propias). Son pacíficos; se temieron sus
posibles represalias, pero no mostraron más que tristeza tras la muerte de Nasar. Su actitud

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contrasta y pone en entredicho la moral del resto de la gente del pueblo, que, tras el crimen,
experimenta un agudo sentimiento de culpabilidad.
▪ Imposibilidad de acceder al conocimiento de la verdad. Uno de los aspectos de la novela que más
llaman la atención es que deja sin aclarar al menos dos aspectos fundamentales de la historia:
uno, si fue o no Santiago Nasar el culpable de la deshonra de Ángela Vicario; dos, cómo fue posible
que su asesinato no pudiese llegar a ser evitado dadas las circunstancias públicas en que se
desarrolló. Incluso hay aspectos circunstanciales no aclarados: por ejemplo, si llovía o hacía un sol
radiante el día de la muerte. Dado que la novela se presenta como la reconstrucción de unos
hechos reales a través de minuciosa investigación, la conclusión de la misma dejando sin resolver
aspectos tan esenciales pone de manifiesto la dificultad extrema de alcanzar en ocasiones el
conocimiento de la verdad, sobre todo, cuando como es el caso, se indaga con cierta profundidad
en los hechos.

4. TÉCNICAS NARRATIVAS
4.1. EL PERSPECTIVISMO

Entre los elementos que conforman el universo de ficción de Crónica de una muerte anunciada, el
narrador es uno de los de mayor riqueza y complejidad.
Es un narrador interno y aporta el punto de vista de un personaje secundario, cuyo nombre no se
menciona, pero por diversos datos sabemos que es la contrafigura del propio escritor (Gabriel García
Márquez).
Por su papel de cronista, el narrador ha de reconstruir un caso que consta, incompleto, en un
sumario; un caso del que, en parte, ha sido testigo y partícipe secundario (es un habitante del pueblo que
estuvo en la boda y acompañó a la víctima y a sus asesinos hasta pocas horas antes del crimen) pero del
que no recuerda todo lo sucedido.
Es por ello que ha de ir reconstruyendo partes para él medio olvidadas o desconocidas y ello lo
hace situándose en diferentes niveles de temporalidad, algunos tan amplios (han pasado 27 años) que le
permiten conocer no solo el pasado sino el futuro de ese mismo pasado. La reconstrucción de la historia
la realiza a partir de documentos y testigos: cartas (las de su madre), informes (el de la autopsia, el
jurídico) o testimonios diversos (los testigos de los hechos, entre los cuales está él mismo). Por lo tanto,
podemos decir que en la novela el punto de vista narrativo es múltiple y cambiante (hay multiplicidad de
enfoques o multiperspectivismo):
▪ El narrador recoge las declaraciones de los testigos, fragmentarias y breves que reflejan en muchos
casos solo la respuesta del personaje al narrador, no la pregunta de este. Estas declaraciones
suelen aparecer en estilo directo, casi siempre con acotaciones complementarias; aunque también
hay ejemplos del estilo indirecto.
▪ En otros momentos cede la palabra a los personajes de manera que se produce un diálogo entre
ellos. En estos casos, el narrador se mantiene en una posición objetiva y únicamente manifiesta su
presencia en acotaciones que ordenan el fluir dialogado.
▪ El narrador se distancia utilizando la tercera persona omnisciente cuando se sirve de lo que sabe o
recuerda de la historia, sin intervención de ninguna otra fuente: “El día en que lo iban a matar,
Santiago Nasar se levantó a las 5,30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo”.
▪ Cuando el narrador cuenta la historia como un personaje partícipe de la misma, lo hace en primera
persona, subjetivamente: “Yo conservaba un recuerdo muy confuso de la fiesta antes de que hubiera
decidido rescatarla a pedazos de la memoria ajena.”
▪ Cuando el narrador se sitúa como simple testigo, emplea una combinación de la primera persona de
plural con la distancia de la tercera persona: “Bayardo San Román se había hecho muy amigo
nuestro, amigo de tragos, como se decía entonces, y parecía muy a gusto en nuestra mesa.”
▪ En otros casos el narrador se limita a ser lector-transmisor del texto de un documento (la
información se plasma directamente de las lecturas que él hace de los informes).

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Puesto que el desarrollo de la narración se basa en la progresiva acumulación de datos y detalles
parciales, los pasajes narrativos son breves y en ellos el narrador se manifiesta con cierto grado de
objetividad. A lo largo de la novela, la narración se entremezcla con pasajes descriptivos (de personajes,
cosas, escenarios, ambientes), muchas veces de gran detallismo, que están impregnados de la
subjetividad, de la sensibilidad y hasta de la fantasía del narrador.
En resumen, se trata, por lo tanto, de una narración contada a muchas voces (polifónica) que
generan un conjunto de informaciones superpuestas que, aunque dan sensación de verosimilitud en
cuanto a las circunstancias del pormenor de la tragedia, no logran despejar incógnitas y ambigüedades:
narrador, protagonistas y testigos van entrecruzando su propia visión de los hechos con frecuentes
alteraciones y contradicciones. El mismo narrador, en estilo indirecto y en su labor de cronista, recoge
múltiples visiones sobre un mismo hecho: por ejemplo, Victoria Guzmán se disculpa por no actuar ni
avisar a Nasar porque ni ella ni su hija sabían que lo matarían, pero con el paso del tiempo reconoce que sí
lo sabían cuando él entró en la cocina a tomar café.
Todo ello sirve para relativizar la visión de lo sucedido y abrirlo a la ambigüedad y a la duda: ¿es
Nasar culpable? ¿Quería el pueblo de verdad advertir a Nasar del peligro que corría? etc. La dispersión de
puntos de vista y las ambigüedades reclaman al lector un papel activo para que reúna los datos dispersos,
los valore e interprete.

4.2. EL REALISMO MÁGICO

El realismo mágico es una técnica narrativa de mediados del siglo XX que consiste en presentar hechos
improbables, oníricos e ilógicos de manera natural, sin asombrarse por ellos ni darle al lector una
explicación como si pertenecieran a la realidad. Es decir, pretende dar verosimilitud interna a lo fantástico
e irreal. No se trata de "presentar la magia como que fuera real", sino de presentar "la realidad como si
fuera mágica".
En la obra podemos observar realismo mágico en:
▪ El gusto por insertar lo extraordinario dentro de la normalidad de lo cotidiano. Se aprecia en la forma
en que el olor de Santiago Nasar permaneció en los gemelos Vicario días después de muerto; la
aparición de un pájaro fosforescente aleteando sobre la antigua casa del viudo de Xius; la mención
del alma de la viuda de Xius, quien dice estar haciendo todo lo posible para recuperar sus
cachivaches de la felicidad para su casa de la muerte cuando el coronel Lázaro Aponte oficia una
misa de espiritismo, etc.
▪ La importancia de los sueños y su interpretación. El personaje que destaca en este sentido es
Plácida Linero, que “tenía una reputación muy bien ganada de intérprete de los sueños ajenos”.
▪ La importancia de lo sensorial: “hueles a él”, “Todo siguió oliendo a Santiago Nasar”.

▪ La hipérbole, la desmesura son vehículos de lo fantástico. Algunos ejemplos de la obra


son:
o Algunas expresiones como “las balas de la magnum, podrían partir un caballo por la cintura” /
“frente a un platón babilónico de cosas de comer […] que hubieran alcanzado para cinco” /
Santiago “era de piel tan delicada que no soportaba el ruido del almidón”, la muerte de
Santiago Nasar deja a su madre “un dolor de cabeza eterno”, etc.
o El recorrido de la bala: “la bala desbarató el armario del cuarto, atravesó la pared de la sala,
pasó con estruendo de guerra por el comedor de la casa vecina y convirtió en polvo de yeso a
un santo de tamaño natural en el altar mayor de la iglesia, al otro extremo de la plaza”.
o La forma en que asesinan a Santiago Nasar: “Desesperado, Pablo Vicario le dio un tajo
horizontal en el vientre, y los intestinos completos afloraron con una explosión";
sorprendentemente, Santiago sigue vivo, andando, sujetando sus entrañas con las manos.
o En el silencio masivo que termina causando la muerte del personaje: pocos integrantes del
pueblo se dignan avisar a Santiago Nasar de que lo buscan para matarlo, ya sea por temor,

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o por la simple suposición o certeza de que ya está enterado de la situación y por lo tanto
fuera de peligro.
o La desmesura también puede observarse en los sentimientos, especialmente en los
personajes de Ángela y Bayardo san Román. Podemos ver la desesperación de Ángela por
recuperar a Bayardo (escribe dos mil cartas durante diecisiete años), su locura e insaciable
pasión. También Bayardo muestra con ostentación sus sentimientos en algunas de sus
reacciones y actitudes a lo largo de la novela. Por ejemplo, cuando compra todas las rifas o
cuando devuelve a la novia y se sumerge en una borrachera extrema o las proporciones de
su boda con Ángela.
▪ Los contrastes (característica importante del realismo-mágico). En la obra conviven, por ejemplo, las
convenciones morales y religiosas con las supersticiones, y con una sexualidad y un vitalismo
desaforado.
▪ En cuanto al aspecto religioso, existen numerosas situaciones y símbolos que crean un clima de
religiosidad y en ocasiones apuntan al carácter sobrenatural de Santiago Nasar. Así, el color de su
vestimenta recuerda la túnica de Jesús; la visita del obispo el día del crimen; los nombres de los
personajes, muchos de ellos de resonancias bíblicas (Pedro, Pablo, Santiago, Poncio…). Además,
se destaca que Nasar no derramaba sangre, a pesar de todas las cuchilladas recibidas.
▪ El humor. La obra está salpicada de rasgos cómicos, que se relacionan con las descripciones
hiperbólicas a que nos hemos referido, y que sirven no solo para ofrecer un anticlímax, sino para
incrementar el realismo mágico. El humor aparece en la obra en diversos momentos, a veces en su
forma de humor negro o macabro: así, la madre de Santiago sabía interpretar los sueños ajenos, si
se los contaban en ayunas; el silbato del buque deja calados a los espectadores, por el vapor; el
obispo sigue dando bendiciones cuando ya ha dejado el pueblo; los Vicario ponen nombres de
flores a sus cerdos; no había refrigerador para el cadáver porque la única que había de ese tamaño
estaba fuera de servicio; la autopsia la hacen el cura y un estudiante de medicina; el cura arroja las
vísceras tras su bendición; el narrador ve a Aponte un poco trastornado por la práctica solitaria del
espiritismo aprendido por correo; tras la autopsia se hace vegetariano de por vida.

4.3. EL ESPACIO

El espacio se sitúa en Colombia, de hecho, en la obra encontramos referencias a la geografía costera:


Riohacha, Manaure (espacio de destierro y soledad primero y espacio de pasión renovada, perdón y
reencuentro, después), etc. El marco de los sucesos es un pequeño y aislado pueblo cuyo nombre se
omite.
El novelista nos conduce por un laberinto de calles, casas, tiendas, plazas y patios que resulta ser
un trágico itinerario de venganza, persecución y muerte. De ese telón de fondo hay una serie de espacios
metonímicos de indudable funcionalidad en el curso de los hechos: así la casa de Santiago Nasar -con el
enredo de puertas- se convierte en cerrado laberinto de muerte para el personaje; la quinta del viudo de
Xius es símbolo no solo de su desgracia sentimental, sino de la ambición de Bayardo San Román; la casa
de Flora Miguel o la tienda de Clotilde Armenta son núcleos estacionarios en el itinerario de venganza de
los hermanos Vicario y de su víctima; la plaza que antecede a la casa de Nasar es donde tiene lugar el
crimen, que es el colofón de la fiesta (la boda); la cárcel es lugar de sufrimiento y expiación para los
Vicario.
Aunque no se puede hablar de una caracterización a fondo del ambiente del pueblo; sí repara el
narrador en el que rodea a la boda (el exceso de comida), en el cuadro espiritual y moral de las gentes, y
en el modo de vida de la comunidad (vida cotidiana, clara separación de las funciones del hombre y la
mujer – con frecuentes escenas caseras protagonizadas por la mujer, como la preparación de la comida,
etc.).

4.4. EL TIEMPO

La época (tiempo externo) carece de interés y está prácticamente omitida, si bien hay imprecisas
referencias a la misma: se habla de la guerra, de pasadas guerras civiles y de la actividad de la guerrilla, lo

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que en el contexto colombiano poco o nada nos aclara.
En cambio, el tiempo interno, el de la duración de la historia, está bien precisado por el narrador
cronista: es un tiempo abreviado, condensado, que apenas abarca las veinticuatro horas que van desde el
domingo de la boda hasta el lunes del crimen; horas cuyo transcurso se refleja detalladamente (Nasar se
levantó de la cama a las 5.30, salió de la casa a las 6.05 y fue asesinado a las 7.05).
Hay que señalar, no obstante, que la historia se amplía y deriva hacia un final feliz (con tintes
folletinescos) con el reencuentro de Ángela y Bayardo unos diecisiete años después del crimen. Otras
referencias posteriores al asesinato de Nasar son: doce días después del crimen el instructor del sumario
“se encontró con un pueblo en carne viva”, el reencuentro del cronista con Ángela (veintitrés años después)
y que el cronista escribe la historia 27 años después del crimen.
A pesar de que no se sigue un orden cronológico en la narración, aparecen numerosas referencias
temporales, algunas muy precisas, en consonancia con su carácter de crónica, sin embargo, la
organización temporal del relato no es cronística sino novelesca, pues se basa en el empleo constante de
elipsis (tiempo omitido), analepsis (retrocesos en el tiempo), prolepsis (saltos al futuro): el narrador vuelve
del pasado o del futuro al presente para mencionar varias veces la muerte del protagonista desvelando
poco a poco más detalles de ella, hasta que por fin al final la narra con todo lujo de detalles. Entre los
diversos planos que se entremezclan en esta novela destacan:
▪ La narración de los hechos, reconstruidos veintisiete años después, con comentarios personales
del narrador.
▪ Los testimonios del suceso que cita el narrador y que son posteriores al asesinato (informe
judicial, autopsia...).
▪ Los comentarios en estilo directo de los personajes en el momento en que están sucediendo.
La narración concluye con la descripción de la muerte del protagonista, ya anunciada al principio de
la obra, lo cual permite hablar de estructura cerrada y circular (ver apartado 2).

5. ANÁLISIS DE PERSONAJES
En la novela hay más de ochenta personajes. El escritor, a partir de la condición de crónica de su obra, ha
preferido operar más en extensión que en profundidad, así pues, no se trata de una obra de personajes
sólidos.
La caracterización se realiza fundamentalmente de manera indirecta, a través de una voz
interpuesta, la del narrador o la de otros personajes. Parte fundamental del discurso narrativo son las
descripciones de los personajes, que el narrador amplía en el caso de los protagonistas. En todos ellos,
además de la fundamental presentación del narrador, se despliega un abanico de puntos de vista (de otros
personajes) que tiende a la relativización, a la valoración contrastada en enfoque multiperspectivístico.
Los nombres de gran parte de los personajes corresponden a nombres reales de familiares de
García Márquez (sus hermanos Margot o Luis Enrique, su madre Luisa Santiaga, su amigo Cristóbal
Bedoya, a quien de estudiante llamaban Cristo, etc.) o del Nuevo Testamento (Lázaro, Poncio, Pedro y
Pablo, etc.).
Entre los personajes distinguimos tres niveles fundamentales:
▪ Los protagonistas: Ángela, Bayardo, Nasar y los hermanos Vicario.
▪ Los testigos, que adquieren voz a través del narrador. Son partícipes secundarios de los hechos por
omisión u otras circunstancias: Plácida Linero, Divina Flor, Victoria Guzmán, Clotilde Armenta, etc.
▪ El personaje-grupo, anónimo, que es el pueblo. Su mezquindad se manifiesta en una serie de
autoexculpaciones (desde lo privado de los asuntos de honor hasta la indiferencia o la pasividad)
con las que tratan de justificarse y en el aire de celebración multitudinaria que la muerte de Nasar
acaba cobrando.
Analizamos algunos personajes importantes:
▪ El centro del relato es Santiago Nasar, asesinado por los hermanos Vicario tras ser acusado por
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Ángela de ser el causante de su deshonra. De ascendencia árabe, veintiún años, esbelto y de
holgada posición económica. Hijo único de un matrimonio de conveniencia, es descrito como
alegre, pacífico, aficionado a los caballos y las armas de fuego. Comprometido con Flora Miguel
desde la adolescencia, frecuenta el burdel de Mª Alejandrina Cervantes, con la que se llegó a
obsesionar, y acosa a las mujeres que desea. Mª Alejandrina viene descrita como una “garza
guerrera”. Santiago es, por tanto, cazador de dos tipos de presas, aves y mujeres (recordemos el
epígrafe inicial), aunque al final será él quien resulte sacrificado. Al igual que Bayardo suscita
opiniones encontradas de amor y odio, de envidia y admiración. Machista y mujeriego, es también
un joven religioso y un buen hijo. En la novela se destaca su belleza y su carácter sobrenatural,
posee un vigor poco habitual, va vestido enteramente de blanco el día en que es asesinado, como
Jesucristo, no derrama sangre, y es capaz de caminar sosteniendo sus vísceras. Su función de
ofensor no queda clara. A la certidumbre con que Ángela le acusa suceden otras versiones
exculpatorias, avaladas incluso por su conducta (tranquilidad primero y sorpresa después).

▪ Los hermanos Vicario son los hermanos gemelos de Ángela y asesinan a Santiago Nasar para
defender el honor de la joven. El mayor, Pablo, fue más imaginativo y resuelto hasta la adolescencia,
aunque luego se reveló más tímido, y seguía siempre a su hermano. Su novia es Prudencia Cotes.
Pedro nació cinco minutos más tarde que Pablo, era más sentimental y autoritario, y fue quien tomó
la decisión de matar a Santiago Nasar. Fue a la cárcel y tenía una cicatriz que lo distinguía de su
gemelo. Se sienten obligados a matar a Santiago, pero (probablemente) no quieren: lo anuncian por
doquier, casi esperando que alguien lo impida. En un momento dado se intercambian los papeles, y
Pablo será el que animará a su hermano a la comisión del delito. Consideran, en todo caso, que son
inocentes: el honor lo reclamaba. Tras su absolución, y un periodo en prisión preventiva, Pablo se
casa con su novia y Pedro ingresa en las Fuerzas Armadas.
▪ Bayardo San Román tiene unos treinta años. Representa al extranjero envuelto en el misterio (los
habitantes comentan de él que es raro, la madre del narrador lo compara inicialmente con el diablo;
se inventan historias sobre su pasado). Es conservador, culto, dueño de una gran fortuna, hijo de
una familia con poder, atlético y de buen corazón. Su vida gira en torno a lo material, pretende
ganarse a las personas (incluida a su novia) mediante el dinero y las apariencias. Es orgulloso y
caprichoso (se enamora de Ángela cuando ella cruza la calle, y en ese mismo instante decide que
será suya; compra la casa del viudo de Xius, etc.). Tras el asesinato de Nasar, fue considerado por
la inmensa mayoría como la víctima. Tras recibir cartas de Ángela durante años, decide volver con
ella.
▪ Ángela Vicario es la hija menor de una familia modesta. Su padre, Poncio Vicario, era orfebre de
pobres, posteriormente pierde la vista y muere. Su madre, Purísima del Carmen (como muchos
otros nombres de la obra, tienen referencias bíblicas), había sido maestra (“parecía una monja”).
Ángela es bella, posee un aire de desamparo y cierta pobreza de espíritu, según la describe su
primo, el narrador de la historia. Se presenta como una muchacha sumisa, vestida de negro, pero
su historia posterior muestra una fuerza interior: al principio rechaza a Bayardo, aunque
obviamente es un buen partido; se niega a ocultar su falta de virginidad; todo ello anuncia una
personalidad que no corresponde con esa imagen inicial de sumisión. Al decir el nombre de
Santiago Nasar como causante de su deshonra (misterio que no se aclara: algunos opinan o dudan
de que no fue él, y estaba protegiendo a alguien) desencadena el drama; y descubre su amor por
Bayardo cuando la devuelve a casa; y su fuerza le permitirá alimentar ese amor durante años, y
dirigirle casi dos mil cartas, cartas que Bayardo no abrirá, pero que le van haciendo mella.
▪ El narrador. Primo de Ángela Vicario, tiene varios hermanos: Margot, Luis Enrique, Jaime, la hermana
que es monja. De la misma edad de Santiago, el narrador, su hermano, Santiago y Cristo Bedoya
eran amigos. Vuelve al pueblo veintisiete años después a investigar la tragedia. Su madre es Luisa
Santiaga, madrina de bautismo de Santiago Nasar, que "Se enteraba de todo antes que nadie en la
casa, a pesar de que hacía años que no salía a la calle." "Parecía tener hilos de comunicación secreta
con la otra gente del pueblo, sobre todo con la de su edad, y a veces nos sorprendía con noticias
anticipadas que no hubiera podido conocer sino por artes de adivinación." El narrador se casará con
Mercedes Barcha: "... en la inconsciencia de la parranda le propuse a Mercedes Barcha que se
casara conmigo, cuando apenas había terminado la escuela primaria, tal como ella misma me lo
recordó cuando nos casamos catorce años después."
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Otros personajes:
▪ Merece mención especial Mª Alejandrina Cervantes, la dueña del burdel. El narrador la trata con el
máximo cariño y respeto; de ella dice que “fue la mujer más elegante y la más tierna que conocí
jamás, y la más servicial en la cama, pero también la más severa”. Nadie reprocha su trabajo.
▪ Intentan evitar el homicidio de forma activa, sin éxito, muy pocos personajes: Cristo Bedoya, Luisa
Santiaga, Clotilde Armenta, el coronel Lázaro Aponte (“coronel de academia en uso de buen retiro y
alcalde municipal desde hacía once años”), Nahir Miguel (padre de Flora Miguel, la novia de
Santiago). La mayoría del pueblo, por el contrario, considera que es un asunto de honor, y que no se
debe meter, o bien malinterpretan las situaciones, y no avisan a Santiago porque creen que ya sabe
que le buscan. Son, por lo tanto, coadyuvantes de los hermanos Vicario en la consecución de sus
propósitos.

▪ Familia de Santiago Nasar: Plácida Linero, su madre e Ibrahim Nasar, su padre.

▪ La familia Vicario: junto a Pedro, Pablo y Ángela hay que citar a: Poncio Vicario, su padre y a Pura
Vicario, su madre y a dos hermanas más.
▪ Victoria Guzmán, cocinera de la familia de Plácida Linero y su hija Divina Flor.

▪ Clotilde Armenta, dueña de la tienda de leche, y su marido, Rogelio de la Flor.

▪ El padre Carmen Amador, que realiza la autopsia.

▪ El doctor Dionisio Iguarán, primo hermano de la madre del narrador.


▪ Familia de Bayardo San Román: la madre Alberta Simonds, las hermanas y el padre, el
general Petronio San Román.
▪ Flora Miguel, “la novia de Santiago Nasar, se fugó por despecho con un teniente de fronteras que la
prostituyó entre los caucheros de Vichada”.
▪ El obispo.
▪ Juez Instructor.
▪ Leonardo Pornoy, agente de policía.
▪ Yolanda de Xius.
▪ Otros miembros de la comunidad árabe: Yamil Shaium, antiguo socio del padre de Santiago Nasar y
buen amigo de la familia; Suseme Abdala, la matriarca.
▪ Otras personas del pueblo: Celeste Dangond, Próspera Arango, Magdalena Oliver, Fausta López,
Indalecio Pardo, Escolástica Cisneros, Polo Carrillo, Faustino Santos, Sara Noriega, Hortensia
Baute, Meme Loaiza, etc.

EN EL EXAMEN

Para responder a las preguntas sobre Crónica de una muerte anunciada en el


examen tenemos que:

Introducir:
● Crónica de una muerte anunciada (1981), del colombiano Gabriel García Márquez, es
una novela corta en la que se mezclan, con acierto, elementos de diferentes géneros
como la crónica periodística, que se refleja en la estructura narrativa basada en la
reconstrucción del asesinato de Santiago Nasar; de la novela negra, puesto que el
autor utiliza el crimen para describir un lugar y unos personajes concretos, sin la

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figura del investigador, pues no hay una intención de esclarecer los acontecimientos
que rodean al crimen, pero sí de hacer «realismo», solo que a la noción sabida por
todos de realidad, agrega un punto de vista mágico, esotérico y hasta un poco
supersticioso.

● Localizar el texto en la obra:


○ Lo situamos en una de las cinco partes.
○ Contamos brevemente qué está pasando.

● Responder a la pregunta teórica que se formula y poner ejemplos del texto que
aparece en el examen. Debéis seguir la siguiente estructura: introducción, desarrollo,
conclusión. Las preguntas más frecuentes son:

○ Temas: el honor, el amor y el fatum.


○ El perspectivismo como técnica narrativa.
○ La técnica del realismo mágico.
○ Análisis de personajes.

RÚBRICA

● Introducción que presente la obra: 0.2 puntos


● Localización del fragmento en la estructura interna o externa: 0.5 puntos
● Explicación a las preguntas teóricas de la obra (con un nivel adecuado de redacción): 1 punto
● Referencias al fragmento en la explicación de la pregunta teórica: 0.3 puntos

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