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genital femenino
Ciclo sexual
trifásico
Embriogenesis
Tiene 2 fases,
la primera llamada de Espermatocitogénesis que comprende el desarrollo celular desde la
fase de espermatogonia hasta el de espermátida y la
segunda llamada Espemiogenesis que comprende la transformación de la espermátida en
espermatozoide
Las espermatogonias se dividen en dos tipos:
Las Esperrnatogonias de tipo A. Que sufren múltiples mitosis y generan una reserva
continua de células que son verdaderas células Madre.
Las Espermatogonías de tipo B. Que dan origen a la maduración de los espermatozoides
Las Espermatogonias con carga cromosómica completa, dan origen a los espermatocitos
primarios también con número diploide de cromosomas
estos en su primera división meiótica dan lugar a 2 espermatocitos secundarios con 23
cromosomas cada uno (numero haploide)
para luego continuar con la segunda división meiótica que dará origen a otras 2 células
llamadas espermátida, llevan un cromosoma sexual Y o X.
MADURACIÓN DE LOS GAMETOS
Hasta la séptima semana del desarrollo los embriones humanos de ambos sexos presentan
esbozos
de órganos genitales muy similares representados por dos gónadas indiferenciadas, dos
conductos mesonéfricos,
Que originarán las vías genitales masculinas y dos conductos paramesonéfricos que
desarrollarán las vías genitales femeninas
Externamente se distinguen en ambos sexos los mismos elementos básicos que son: un
tubérculo genital, dos pliegues
labio uretrales y dos pliegues labio escrotales
A partir de la expresión del gen SRY que ocurre durante la octava semana se inicia una
serie de eventos morfo fisiológicos que conducen al establecimiento de un claro
dimorfismo sexual.
Si la gónada resultante es un testículo, las hormonas producidas inducirán una
masculinización de los genitales internos y externos, como también del esbozo mamario.
Si se forma un ovario los genitales internos y externos se desarrollarán en sentido
femenino.
El sexo genético depende exclusivamente
del cromosomas “Y”
Si el espermatozoide no contiene cromosoma X ni tampoco Y, el resultado será un individuo
XO y se formará una gónada incapaz de formar espermatozoides, ni ovocitos (Síndrome de
Turner)
En la mujer la presencia de células germinales es esencial para el desarrollo del ovario.
Entre la 9 a 12 semanas post-fecundación (11 a 13 semana de amenorrea), los conductos
paramesonéfricos, parcialmente fusionados
se subdividen en tres partes:
1/ Una parte craneal, hasta el límite de fusión de ambos conductos, de donde se desarrollan las
tubas uterinas.
2/ Una parte media y fusionada, que da origen al útero,
3/ Una parte caudal, que contribuye a la formación de la vagina