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La defensa de la competencia
1. Introducción
• El art. 38 CE reconoce el principio de libertad de empresa. Aunque
el art. 128 CE reconoce la posibilidad de iniciativa pública en la
economía, la regla es la excepcionalidad de la misma: ha de
llevarse a cabo siempre por ley formal, debidamente justificada.
• La competencia acrecienta la eficacia del sistema al conseguir que
los recursos productivos se asignen de la mejor manera posible, que
sólo sobrevivan las empresas más eficientes y que los
consumidores tengan a su alcance más y mejores productos a
menor precio. Así pues, la libre competencia implica también como
fenómeno natural la desaparición continua de empresas.
1.1. Rasgos socioeconómicos de la
economía de mercado
• La libertad de competencia se presenta actualmente en países que
respetan los siguientes principios:
• Sistema capitalista.
• Propiedad privada de los medios de producción.
• Libre circulación e inversión del capital.
• Búsqueda del lucro económico como motor de la economía.
• Moderada intervención del Estado en economía (hasta 2008, tendencia a
reducirla).
• Tendencia hacia la privatización de las empresas y de las actividades
económicas públicas.
1.2. El principio de libertad de
competencia
• Teóricamente es el propio mercado con su demanda el que dicta la ley y
establece los objetivos de las empresas, aunque en verdad son las
grandes concentraciones de capital las que dominan y condicionan el
mercado.
• La competencia implica una situación en la que dos o más empresarios
ofrecen bienes o servicios similares en el mercado, intentando atraerse a
los consumidores. La competencia es sinónimo de libertad y de lucha y
presupone necesariamente tres requisitos:
• Libertad de iniciativa o de acceso a la actividad económica.
• Libertad para determinar las circunstancias y forma de su actividad.
• La igualdad de los competidores ante la ley.
El principio de libertad de competencia.
Historia
• Durante el Antiguo Régimen, para iniciar la explotación de una actividad
económica era preciso conseguir (con ciertas excepciones temporales y
espaciales) la autorización real o la de los gremios o corporaciones profesionales.
• Con la Revolución francesa (Ley Chapelier, 1791), se instaura el principio del libre
acceso al ejercicio de cualquier actividad económica, porque todos los sujetos
son iguales ante la ley.
• Cualquier ciudadano puede iniciar una actividad mercantil o industrial, pudiendo además
fijar libremente las circunstancias y las condiciones de su ejercicio.
• Como consecuencia, los empresarios pueden concurrir y competir con otros que
se dedican a la misma actividad, aunque al obrar así se sustraiga o pueda
sustraer la clientela. Surge de esta forma la libertad de competencia reconocida
en las Constituciones.
El principio de libertad de competencia.
Historia
• La libertad de iniciativa económica tenía como consecuencia la
libertad de competencia, pero también la autonomía de la voluntad
en el aspecto contractual. Los competidores podían perder la
agresividad que de ellos se esperaba estableciendo acuerdos entre sí
de no hacerse competencia, con daño para los competidores que
están al margen de esos acuerdos, y para los competidores en
general. Por eso el legislador ha debido intervenir para poner coto a
las prácticas restrictivas de la competencia: Ley de defensa de la
competencia.
El principio de libertad de competencia.
Historia
• A diferencia de lo que hacían los ordenamientos del siglo pasado, que
estimaban que la protección de la libre competencia se debía basar pura
y simplemente en su reconocimiento, en el momento presente se
considera que la disciplina de la libre competencia es más compleja.
• A partir de la Segunda Guerra Mundial se incorpora en Europa el
Derecho antitrust norteamericano, la Sherman Act de 1891, por ejemplo
en la Ley alemana contra las restricciones de la libre competencia de 27
de julio de 1957, y en el Tratado de Roma del mismo año.
• En España, en la Ley de represión de prácticas restrictivas de la
competencia de 20 de julio de 1963.
El principio de libertad de competencia.
Historia
• Si con la proclamación de la libertad de industria y comercio se
establece el derecho de todos los ciudadanos a participar y competir
en el mercado, con las normas antitrust se produce un cambio radical
de postura: tienen la obligación de competir.
• No sólo por los intereses de los empresarios, sino que hay que tener
en cuenta también el interés público en que el sistema funcione
correctamente.
• Es destacable en este sentido el mensaje al Congreso de los EEUU del
presidente Kennedy de 15 de marzo de 1962, iniciando la línea
protectora de los intereses de los consumidores.
El principio de libertad de competencia.
• También existe el fenómeno opuesto: la degeneración en la lucha con
utilización de prácticas desleales.
• El empresario acude a cualquier medio para atraerse a los
consumidores: denigración de los productos del contrario, publicidad
engañosa, soborno de los colaboradores del competidor.
• El ordenamiento también interviene aquí con una disciplina de la
competencia ilícita o desleal, mediante la cual se quiere poner un
freno a la libre competencia de forma que discurra dentro de unos
cauces de lealtad: Ley de competencia desleal.
El principio de libertad de competencia.
• El competir en el mercado, tratando de conseguir más clientela ofreciendo
la mejor ratio precio / calidad, implica un riesgo: la lucha por la clientela, la
competencia, significa que habrá vencedores y vencidos: algunos
desaparecen por ineficientes.
• Pero la competencia como institución no se limita a ser un mero incentivo
que empuja al enfrentamiento entre competidores, sino que tiene
también que convertirse en un auténtico principio regulador de conductas.
• La libertad de competencia implica que todos los sujetos interesados
tienen un derecho a la participación en el mercado y que existe un
correspondiente deber exigible a cada uno de ellos para que lo hagan de
manera leal.
El principio de libertad de competencia
• A estos principios no quedan sometidos únicamente los empresarios
en sentido estricto, sino también los profesionales colegiados: noción
amplia de empresa, todo operador económico autónomo en el
mercado. El derecho subjetivo a la libre competencia asiste a todo
ciudadano.
• Aunque no es posible reconocer la libertad de competencia a los
poderes públicos, ni siquiera sobre la base del art. 128 CE, si
participan en el mercado se ven sometidos sin duda al Derecho de la
competencia.
El principio de libertad de competencia
• El libre juego del mercado no siempre permite satisfacer determinadas
demandas económicas: la prestación de servicios básicos (medicina,
transporte, comunicaciones, energía a todos los ciudadanos,
reconversión de sectores en crisis, desarrollo de regiones deprimidas).
• La competencia salvaje puede producir efectos contrarios a los
perseguidos. Por ello, no se puede excluir cierta intervención del
Estado, promoviendo la introducción de la competencia en un
mercado o estableciendo normas que garanticen la competencia
suficiente, desarrollando, en definitiva, una política activa de defensa
de la competencia.
Competencia perfecta e imperfecta
• Los economistas clásicos hablaban de competencia perfecta o pura: teórica
situación del mercado en el que por su propia estructura ninguna empresa o
grupo de empresas se encontraba en situación de influir sobre los precios, los
cuales habían de ser, además, el resultado perfecto del libre juego de la oferta
y la demanda. El mercado, y dentro de él los consumidores, es soberano, pues
es el que fija los precios.
• Esta idílica situación no se ha dado nunca, y mucho menos en la economía
moderna, en la que el régimen del mercado suele ser monopolístico y
oligopolístico. Las grandes industrias tienden a concentrarse en pocas manos
que pueden fijar o controlar, directa o indirectamente, la oferta y la demanda,
y con ellas los precios. Tendencia a que sean las grandes empresas las que
dominen y configuren el mercado.
Competencia perfecta e imperfecta
• d) Autorizaciones individuales:
• Reglamento del Consejo 1/2003 de 16 de diciembre de 2002, reforma el sistema legal de
represión de las prácticas restrictivas y afecta a la distribución de competencias entre
autoridades comunitarias y estatales, implantando una radical descentralización y
siguiendo el principio de subsidiariedad. Acaba con las notificaciones a la comisión,
autorización automática de los acuerdos que cumplan las condiciones del art. 81.3 TCE.
• e) Reglamentos de exención por categorías.
• Reglamento 2790/99 de la Comisión de 22 de diciembre de 1999, relativo a la aplicación
del art. 81.3 a determinadas categorías de acuerdos verticales. Deroga los anteriores
sobre franquicia, compra exclusiva y distribución en exclusiva.
• Reglamento (CE) 1400/2002 de la Comisión de 31 de julio de 2002, relativo a la
aplicación del ap. 3 del art. 81 del Tratado CE a determinadas categorías de acuerdos
verticales y prácticas concertadas en el sector de los vehículos de motor.
Normas:
• Estos reglamentos producen una importante desregulación y
simplificación de la materia. En principio no prohíben los acuerdos
restrictivos si la empresa no alcanza el 30% de la cuota de mercado,
sin perjuicio de que la Comisión pueda levantar aquella presunción.
No obstante contienen una lista negra de cláusulas que se consideran
prohibidas: imposición de precios de reventa, prohibición de ventas
pasivas, etc.
El derecho comunitario de la competencia
• Estas normas prohíben dos tipos de comportamiento:
• a) La colusión. Prácticas prohibidas:
• Acuerdos y prácticas concertadas entre empresas.
• Que produzcan de modo real o potencial una restricción sensible de la competencia de mercado.
• No se aplica la prohibición a acuerdos de importancia menor, cuotas establecidas por la comunicación
de la Comisión de 9-12-97.
• Que afecten al comercio intracomunitario. Si sólo produce efectos en un estado miembro resulta
de aplicación el Derecho nacional de la competencia. El Consejo de Ministros UE ha aprobado
Reglamentos de exención por categorías.
• b) El abuso de la posición de dominio. Es incompatible con el mercado único la
explotación abusiva, por parte de una o más empresas, de una posición dominante
en el mismo. Requisitos:
• Existencia de una posición de dominio en el mercado.
• Comportamiento abusivo.
Relaciones entre el derecho nacional y el
comunitario de la competencia
• El ámbito de aplicación de cada una de las normas vendrá
determinado por el mercado que resulte afectado.
• Ambos ordenamientos pueden aplicarse simultáneamente si la
infracción afecta tanto al mercado nacional como al comunitario.
Regla de la Doble barrera.
• La Comisión europea es competente para aplicar los artículos 101 y
102 TFUE (R. 1/2003).