El aparato digestivo de las distintas especies es muy semejante en
sus formas. La primera parte más ensanchada sirve para la digestión (estómago) y la segunda porción en forma de tubo fino y alargado para la absorción (intestino). Sistema Digestivo Como los mamíferos carecen de enzimas capaces de atacar la celulosa los herbívoros poseen partes ensanchadas en su tracto digestivo donde las condiciones son favorables para el mantenimiento de una población bacteriana, esta si es capaz de atacar la celulosa. En el cerdo, caballo y conejo, esta porción ensanchada, está situada en el intestino grueso, última porción del mismo, con el inconveniente de que si bien la celulosa es atacada, se ve muy reducida la capacidad de absorción de los productos finales de la digestión. Sistema Digestivo En los rumiantes esta porción se halla en la primera parte del tracto digestivo, antes del estómago, permitiendo que los productos de la acción bacteriana sean completamente absorbidos por el animal. Esto, unido a la enorme capacidad de su estómago, los hace especialmente aptos para alimentarse con forrajes de baja calidad, con alto contenido de celulosa, inutilizables por otras especies. Los rumiantes no consumen alimentos que podrían ser utilizados directamente por el hombre tal como sucede con los cerdos y las aves y en consecuencia pueden ocupar un lugar importante ante una mayor demanda de alimentos. Anatomía
La primera porción del conducto alimenticio está formado por la boca,
que contiene la lengua y los dientes. La lengua de los rumiantes es especialmente larga en su porción libre y cubierta por diferente tipos de papilas que le dan una marcada aspereza y la convierten en el principal órgano de aprehensión. Es decir que la lengua sale de la boca, rodea al pasto y lo atrae hacia adentro. La dentadura de los rumiantes carece de caninos e incisivos en el maxilar superior y éstos están reemplazados por una almohadilla carnosa. Anatomía Los incisivos inferiores están implantados en forma no rígida de modo de no lastimar la almohadilla. Los incisivos sujetan entonces el pasto contra el rodete superior y el animal corta el bocado mediante una movimiento de cabeza. Este bocado es ligeramente masticado, mientras el animal sigue comiendo. Cuando ha juntado varios bocados formando un bolo de aproximadamente 100 gramos incluyendo la saliva, éste es deglutido. Saliva Es importante detenerse en la secreción salival del rumiante. Este posee distintos tipos de glándulas (parótidas, molares, bucales, palatinas, sublingual, submaxilar, labial, faríngea) pero se pueden clasificar según el tipo de secreción en mucígenas y alcalígenas. La secreción mucilaginosas tiene por objeto humedecer el bolo y facilitar la masticación y la deglución mientras que la saliva alcalina, formada especialmente por carbonatos, bicarbonatos y fosfatos mantiene el pH del rumen en un rango estrecho, cercano a la neutralidad, y actúa del mismo modo que el bicarbonato que se toma habitualmente para evitar la acidez estomacal. Saliva Además la saliva contiene urea lo que permite mantener un nivel de nitrógeno más o menos constante en el rumen. La secreción salival de los rumiantes es muy abundante y variable. Se calcula que en bovinos oscila entre 90 y 190 litros por día según diversos autores y con diversas dietas. En ovinos varia entre 5 y 16 litros por día. La mayor parte de esta abundante secreción pro-viene de las glándulas alcalígenas. Saliva Se puede distinguir una secreción basal de ritmo constante, independiente del control nervioso y una secreción de ritmo variable dependiente de estímulos nerviosos provenientes de la zona terminal del esófago o de parte del rumen para las glándulas alcalígenas, mientras que las mucígenas responden a estímulos producidos por alimentos en la boca. Ligeras presiones en el interior del rumen estimulan la secreción salival mientras que mayores presiones, tales como las que se desarrollan durante el empaste la inhiben, acelerando el proceso. Pequeños Rumiantes Los caprinos y ovinos se clasifican como rumiantes o especies cuyo estomago consta de cuatro compartimientos y que mastican el mismo alimento varias veces. Este mecanismo de remasticación cíclica se conoce como rumia y ocurre en cuatro pasos. 1.Regurgitación 2.re-masticación 3.re-insalivación 4.re-deglución. Pequeños Rumiantes
Durante la rumia, el animal regurgita una parte del alimento ya
consumido procedente de dos de los cuatro compartimientos estomacales. El rumen, uno de estos dos compartimientos presenta pliegues, pilares o proyecciones musculares que, en conjunto con el esófago, formado en el rumiante por músculo tipo estriado, hacen posible que el alimento se regurgite a modo controlado para ser masticado y mezclado nuevamente con saliva antes de la re-deglución (tragado). Una vez el alimento parcialmente digerido pasa al tercer compartimiento del estómago, ya no se somete a la rumia. Rumen Rumen Retículo-Rumen Refiere a los dos primeros compartimientos del estómago del pequeño rumiante. A pesar de que la anatomía interna de sus paredes difiere, sus funciones fisiológicas son las mismas. Son los compartimientos del estómago donde ocurre el proceso de fermentación. Durante este proceso los microorganismos que habitan en el complejo (bacterias, protozoarios y hongos) degradan o hidrolizan y utilizan para su beneficio los nutrientes presentes en los alimentos consumidos. Retículo-Rumen Los microbios producen como resultado de su actividad fermentativa ácidos grasos volátiles, (principalmente acético, propiónico y butírico) que son utilizados por el rumiante como fuente de energía. Además la fermentación produce calor, gases (CO2 y metano) y amoníaco. Es debido a este proceso que los rumiantes pueden utilizar componentes fibrosos (material vegetativo no degradado por enzimas producidas por los mamíferos, celulosa, hemicelulosa) y nitrógeno no proteíco como parte de su dieta. Retículo-Rumen
Otras características del complejo retículo-rumen son el pH neutro o
ligeramente ácido de su contenido, ambiente totalmente anaeróbico (sin presencia de oxigeno) y la presencia de papillas (proyecciones del tejido superficial en las paredes del rumen) que actúan como estructuras de absorción de los productos de fermentación. Omaso
Es el tercer compartimiento del estómago del pequeño rumiante.
Conocido también como librillo debido a su anatomía interna formada por numerosos pliegues. El bolo alimenticio que se produce durante la rumia y se vuelve a tragar llega a la entrada del omaso donde se ubica el orificio retículo-omasal. En omaso actúa como un filtro selectivo de las partículas sólidas y aquí ocurre absorción de agua y minerales. Este órgano no tiene ninguna función enzimática que promueva la hidrólisis de los nutrientes alimentarios presentes. Abomaso
Este cuarto y último compartimiento del estómago del pequeño
rumiante es conocido también como cuajar y es el compartimiento gástrico que tiene un pH ácido y es equivalente al estómago que poseen los no rumiantes. El jugo gástrico es producido por células especializadas en la pared del abomaso y está compuesto por ácido clorhídrico (HCl), mucina (proteína que protege las paredes del estómago de la acidez), gastrina (hormona) y enzimas digestivas (i.e pepsina y renina).