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CAPACITACIÓN Y

FORMACIÓN
El 80% de la responsabilidad de un mando es
formar (Anónimo).

Educar a los hombres, no es como llenar un


vaso; es como encender un fuego (Aristófanes)
Muchas de las Empresas más prestigiadas por el alto
contenido profesional de los servicios que ofrecen
suelen considerar a la formación, y también a la
selección, como el verdadero cuello de botella para
el crecimiento.

Por eso procuran capacitar a los profesionales en la


empresa evitando tener que traerlos de fuera.
La formación es el instrumento que permite añadir
conocimiento y socializar, rompiendo barreras entre
departamentos o personas, a la vez que tiene un efecto
motivador para los profesionales vía motivación intrínseca.

No siempre se ha dado tanta importancia a la capacitación.

En épocas pasadas se consideraba que las fuentes de riqueza o


competitividad se encontraban en otro tipo de factores, como
los recursos naturales o el capital.
Hoy en día, en cambio, se ve con bastante claridad
que este tipo de recursos, sin personas
competentes, no generan riqueza.

“La única ventaja competitiva de las economías


desarrolladas es la mayor disponibilidad de
personas formadas, de knowledge workers” (Peter
Drucker).

Es por ello que las empresas invierten cada vez más


en desarrollar el conocimiento de sus miembros.
Los objetivos de formación son, en último término,
una expresión de los objetivos mismos de la
organización.
EFICACIA Y CAPACITACIÓN
Desde el punto de vista de la Eficacia se trata de
capacitar para mejorar el desempeño, más que para
formar.

Se busca que la persona conozca todo aquello que


necesita para realizar la función formal que tiene
asignada por el sistema operativo y que disponga de toda
la información para el logro de mejores resultados.
EFICACIA Y CAPACITACIÓN

El objetivo es contar con personas más productivas, es


decir, desarrollar la competencia profesional en la
medida necesaria para que el colaborador sea capaz de
resolver los problemas inmediatos ligados a la función
que desempeña en la empresa.
EFICACIA Y CAPACITACIÓN
Busca que el empleado entienda bien lo que tiene que
hacer y aprenda a hacerlo, en otras palabras, que
desarrolle sus virtudes operativas o destrezas y
habilidades (facilidad para hacer cosas).

Este entrenamiento tiene más el carácter de medicina


curativa que de preventiva, pues se aplica cuando su no-
ejecución puede deteriorar el grado de eficacia.
EFICACIA Y CAPACITACIÓN

De ser posible, se ahorra el gasto en capacitación


seleccionando personas ya capacitadas.

No se toma en cuenta a la persona, sino su adecuación


al puesto que ocupa.
EFICACIA Y CAPACITACIÓN
En el ámbito de la eficacia el argumento principal para
que la persona acceda a capacitarse y ponga interés en
aprender es el económico: si aprendes a hacerlo mejor
serás más productivo y, por lo tanto, recibirás una mayor
remuneración.

No hay diálogo: son los superiores quienes deciden en


que, cuándo y como capacitar.
EFICACIA Y CAPACITACIÓN
Sin embargo, ciertas habilidades y conocimientos son cada vez
más necesarios en cualquier organización.

Es difícil vivir sólo de idiomas, pero en una economía


crecientemente globalizada su dominio adquiere cada vez
mayor importancia: el inglés es fundamental, como lo es el
ruso, alemán, árabe y chino para los nuevos mercados del este
de Europa y Asia.
EFICACIA Y CAPACITACIÓN
Es también imprescindible el manejo de los programas
de computación más usuales, como procesadores de
textos, hojas de cálculo o programas sencillos de
comunicación.

Algunos profesionales requieren, por su trabajo, ser


especialistas en algunas de estas tecnologías, pero
todos necesitan conocer las nociones fundamentales.
EFICACIA Y CAPACITACIÓN

Y algo básico, a lo que a veces no se le presta la


atención adecuada porque se da por supuesto: saber
leer, expresarse y escribir bien.

No solamente poseer un vocabulario rico y articulado,


sino tener la capacidad para comprender a fondo lo que
se lee.
EFICACIA Y CAPACITACIÓN

Más importante aún, y menos frecuente, es la capacidad


de saber expresar por escrito lo que uno piensa.

El mejor modo de mejorar esta capacidad es escribir o, al


menos leer.
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN

Desde el punto de vista de la atractividad lo que se busca es un


desarrollo profesional más amplio, de manera que las personas
sepan más y ese mayor saber esté mejor coordinado para contribuir
a potenciar la competencia distintiva de la organización.

Se presta atención a las características individuales de la persona y


a su ajuste con el resto de la organización y con el entorno.
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN

Se busca llenar sus carencias, despertar sus talentos,


mejorar su modo de trabajar y desarrollar su potencial
profesional, de modo que pueda poner la mente en lo que
hace, amplíe sus horizontes y aporte su ingenio a la
detección y solución de problemas.
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN

El trabajador de este nuevo milenio ha de entender por


qué hay que hacer las cosas de la manera en que las
hace, es decir, las razones de lo que hace y las causas
por las cuales eso que hace funciona: “mira el conjunto
que montamos con la pieza que tú has fabricado y fíjate
la importancia que tiene que tú hagas bien tu trabajo”.
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN
Carlos Cavallé dice refiriéndose al Directivo: “hace años era
una persona que obedecía órdenes. Hoy es una persona que
debe dirigir con iniciativa, con un conocimiento de la cultura
local, sabiendo lo que se juega él y lo que se juega su
organización. Las nuevas capacidades son una respuesta a la
necesidad de cambio. En este cambio es necesario sustituir la
pura disciplina por un mayor grado de autonomía, y los
procesos rígidos por la flexibilidad y la iniciativa.
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN

Por ello, estos contenidos son más amplios que los de la


capacitación para la eficacia, son menos técnicos y más
científicos y humanistas pues interesa que el empleado
conozca muchas cosas más.

La interdisciplinariedad rige hoy en día: hay que superar la ya


trasnochada mentalidad dieciochesca de la separación entre
ciencias y letras, una disociación según la cual “gris es la
ciencia y verde el dorado árbol de la vida” (Goethe).
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN

Y si no cambiamos nuestro modo de pensar seguramente


quedaremos fuera del mercado.

Por eso la labor actual del directivo es un reto


espectacular en el que ha de articular el análisis y la
síntesis, las tecnologías del conocimiento y una afinada
sensibilidad cultural. Lo humano es más que la suma de
sus partes, por que el hombre no es un compuesto de
piezas.
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN
Lo fundamental de la capacitación es enseñar a
pensar, es decir, desarrollar la racionalidad de las
personas que componen la organización.

Como vimos en Motivación, pensar es aplicar todos los


recursos intelectuales de que uno dispone a un
proceso en el que podemos distinguir dos fases:
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN
Detectar problemas reales:

Son problemas reales aquellos que competen a un directivo


porque impiden la satisfacción de una necesidad real de
personas concretas que dependen de él (clientes,
colaboradores, etc.) o, en forma más amplia, de la
organización. Es decir, la capacidad de detectar, en
cualquier ámbito, posibles causas de deterioro o mejora del
estado de la eficacia, atractividad y unidad de la
organización.
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN

Buscar soluciones:

No quedarse en la detección de los problemas sino innovar, ser


creativos para buscar alternativas de acción que sean
operativas y realistas y que permitan ir solucionando lo que
está mal, o para encontrar mejores maneras de hacer las
cosas, pues “en las cosas humanas – decía Tomás de Aquino –
los medios no se encuentran determinados, sino que varían en
función de las personas y de los asuntos”
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN

Hay que pasar de la problemática a la “solucionática” (R.


Guardans)

Y para pensar no hay fórmulas, por eso todos los intentos


de formalizar el pensamiento han terminado en
callejones sin salida. Dado que pensar no es una
operación mecánica, nunca una máquina podrá pensar.
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN
Una sólida racionalidad solo se adquiere con el desarrollo de
las virtudes intelectuales, especialmente la prudencia o razón
práctica.

Sus manifestaciones son muchas:

facilita la adopción de una actitud realista que deja de lado la


ficción subjetiva: permite distinguir lo dudoso de lo cierto,
atenerse a los hechos y buscar sus causas profundas, así como
afinar el diagnóstico detectando problemas menos aparentes.
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN
Ayuda a superar el pesimismo ante los aparentes dilemas y a
generar con iniciativa y creatividad, alternativas operativas,
etc.

Aquí se halla la clave de la “empleabilidad” de un profesional:


una sólida racionalidad que sirve para cualquier organización,
aunque el modo como se aplique pueda tener matices
diferentes dependiendo de lo que cada empresa hace y del
producto o servicio que brinda al mercado.
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN

“Entre las nuevas actitudes destaca también la preocupación


por el desarrollo de una carrera profesional sólida y progresiva.
Los dos factores que cuentan más hoy día al contemplar la
propia carrera profesional son la posibilidad de aprender y lo
que podríamos llamar la empleabilidad, es decir, aquella
condición de la persona que la hace apta para desempeñar
nuevos servicios a distintas empresas si así lo exigen las
circunstancias” (Cavallé).
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN
Ayudar al desarrollo de la racionalidad de las personas abre
paso necesariamente al diálogo entre subordinado y jefe
acerca de la capacitación, de forma que la persona se
responsabilice de su desarrollo como profesional.

Se tiene que averiguar cuáles son sus intereses para


perfeccionarse, teniendo en cuenta las necesidades de la
empresa y las posibilidades que le puede ofrecer en su futuro
profesional (línea de carrera).
ATRACTIVIDAD Y FORMACIÓN
Se le pide que aporte su iniciativa planteando sugerencias con
autocrítica, solicitando consejo, etc.

Se busca que la capacitación le haga más atractivo el vínculo


con la organización, es decir, que encuentre más
satisfacciones a sus motivos intrínsecos por el trabajo que
desempeña.

Una formación que logre estas competencias distintivas es


vital pero, sin embargo, no será suficiente y hay que dar un
paso más.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Las empresas que podemos calificar de excelentes en el


siglo XXI serán aquellas que obsesivamente busquen
desarrollar la “empleabilidad” de sus colaboradores y que
sepan, a la vez, ganarse su lealtad e identificación.

Es en el plano de la unidad donde ya se puede hablar de


formación en el sentido pleno de la palabra.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Ya no se trata de desarrollar sólo la racionalidad de las


personas, sino de ayudarlas a incrementar su virtualidad,
es decir, su fuerza para vencer la propia motivación
espontánea cuando ésta la impulse en dirección distinta
a la que le muestre su racionalidad.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Se trata no sólo de enseñar a pensar (educar la


inteligencia), sino de enseñar a querer (educar la
voluntad).

Lo que se busca es el desarrollo como persona, la auto


superación, es decir, el desarrollo de las virtudes
morales.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Se trata, por tanto, de una formación ética para que las


personas quieran usar todos los recursos a su alcance y
ponerlos al servicio de lo que la racionalidad les muestra
como conveniente (aquello que soluciona realmente los
problemas).

En esto consiste la virtud moral.


UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

No es del todo cierto que el coraje y la integridad no


puedan enseñarse, pero se requieren condiciones
distintas a las de la capacitación para la eficacia o la
atractividad.

Sólo pueden enseñarse de modo personalizado, lo que


implica una mayor dedicación por parte del que forma
(una hora suya por una hora del otro).
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Este tipo de formación sólo puede darla quien tenga


cualidades de líder o que trate, al menos, de
comportarse formalmente como un líder, es decir, dando
el ejemplo.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Formar en este nivel significa:

Mostrar las consecuencias de las propias acciones sobre


los demás y sobre la organización, lo que contribuye al
desarrollo de su racionalidad (capacidad de pensar). Esto
ha de hacerse poniéndose en el lugar de otra persona.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Dar buen ejemplo.

Esta formación sólo puede darse en un ámbito de


amistad y confianza mutua.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Eso es todo lo que alguien puede hacer desde fuera por ayudar
a otro.

Un individuo sólo mejora como persona en la medida en que


libremente comienza a esforzarse por pensar bien, incluyendo
una visión completa de la realidad que necesariamente
considera el impacto de las propias decisiones sobre los
demás, y actúa en consecuencia.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

No es mejor persona quien no hace algo malo, sino quien


deja de hacerlo porque se da cuenta de que es malo.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

A quien actúa de modo conveniente pero impulsado por


el miedo a una determinada sanción, o simplemente
porque le divierte hacerlo, le queda todavía mucho – lo
más importante – por mejorar.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Por ejemplo, llegar puntual a una cita es conveniente,


pero es mejor persona quien llega con puntualidad para
no hacer perder el tiempo a sus colegas que aquella otra
que llega puntual porque no quiere recibir una
reprimenda o simplemente porque no tiene nada mejor
que hacer.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Una persona profundiza realmente en su formación


cuando va aprendiendo a querer lo bueno.

No sólo es bueno lo que nos parece bueno ni aquello con


lo que nos sentimos mejor: no actúo bien cuando me
siento bien, sino cuando hago lo que debo hacer.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Por ello, todos necesitamos seguir formándonos, incluso


los que forman a otros.

Los maestros son a su vez alumnos de otros maestros.


UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Este aprendizaje en el querer consiste, en el desarrollo


de las llamadas virtudes morales (facilidad para querer lo
bueno), de las cuales las más importantes son la
prudencia, la justicia, la sobriedad y la entereza.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Esta formación en valores reales, en el servicio


auténtico, es la clave del modo de dirigir de un líder
auténtico y es la única manera de formar otros líderes.

Y el primer paso para hacerlo es tomar conciencia de


ello.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Existen cuatro fases en todo aprendizaje:

1) Ignorancia inconsciente:

No es aún aprendizaje, pues la persona ni siquiera es


consciente que no sabe.

2) Ignorancia Consciente:

Es el primer paso del aprendizaje: darse cuenta de lo que a


uno le falta.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

3) Capacidad consciente:
es un aprendizaje imperfecto. Es similar a la situación del
que recién ha aprendido a manejar un auto y tiene que estar
pensando en cada movimiento que ha de hacer: ahora pisar
el embrague y mientras lo hago, cambiar la marcha, soltar
después el embrague paulatinamente y, a la vez, ir pisando
el acelerador.

4)Capacidad inconsciente:
última fase en que la persona ya ha interiorizado lo
aprendido y lo aplica naturalmente, pudiendo poner atención
en otra cosa.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Esta formación tiene infinidad de efectos benéficos


sobre la organización: propicia que las personas puedan
conocer mejor a los demás, lo que facilita el trabajo en
equipo.

Fomenta empleados que, además de buenos


profesionales, son mejores compañeros, mejores padres
de familia, mejores ciudadanos.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Crea un ambiente solidario y de cooperación, ahorrando


innecesarias situaciones de agobio y estrés, etc.

Es la manera como se construye la identificación de las


personas con la empresa, garantía de su continuidad y
eficacia en el corto y largo plazo.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Esta formación no se da impartiendo clases o seminarios, sino con


el ejemplo de los directivos que toman decisiones correctas en
todos los órdenes.

No se imparte con discursos abstractos sobre valores, sino en el


día a día, con la cultura de la organización, es decir, del modo
como la empresa (sus directivos especialmente) ahorra o gasta, la
forma como se organizan las fiestas, el estado de los comedores y
servicios higiénicos de los obreros, el procedimiento para despedir
a los que han de salir de la empresa.
UNIDAD Y FORMACIÓN DE LÍDERES

Se enseña cuando los directivos, especialmente los de


mayor nivel jerárquico, demuestran con sus acciones que
en sus decisiones pesa el criterio de unidad y todo ello
debe ser respaldado por políticas concretas que
penalizan el comportamiento contrario a la unidad
proclamada.
MUCHAS GRACIAS

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