Está en la página 1de 7

ALIMENTACIÓN Y EL

YOGA
¿Por qué es preciso reflexionar sobre nuestra alimentación?

Perfeccionar el equilibrio en la alimentación para la práctica del yoga

Saber utilizar la plena consciencia en la alimentación yogui

Yoga y alimentación: el silencio como ingrediente

Escoger bien los alimentos cuando se practica yoga


¿Por qué es preciso reflexionar sobre nuestra alimentación?

◦Con la práctica de yoga, la alimentación cobra una importancia especial. Basta con darse cuenta de que ingerimos
alimentos y que estos son esenciales para que nuestro organismo pueda funcionar y mejorar nuestro bienestar. Sí, somos lo que
comemos, como decimos, y para hacer esto, es importante saber cómo idear nuestros platos, equilibrar los sabores, los
nutrientes y eliminar determinados elementos de nuestros platos.
◦Algunos trucos para optimizar nuestra ingesta son: pensar, con plena conciencia, en lo que comemos; saber combinar sabores
y diferentes texturas; aportar a nuestro organismo los nutrientes necesarios, sin tener que renunciar a aquello que más nos
agrada. Estos son algunos pequeños trucos para comprender la alimentación y el yoga. No obstante, en realidad, ¿por qué
hay que pensar en todo esto? Por muchas razones:
•Adoptar un enfoque ecológico y más responsable
•Por convicción, como el vegetarianismo o el veganismo
•Para adelgazar
•Para respetar ciertas tradiciones o religiones
•Para disfrutar de los beneficios del deporte
•Para darte cuenta de que sabes cómo cuidar tu cuerpo
•Para practicar la atención plena
Perfeccionar el equilibrio en la alimentación para la práctica
del yoga
◦ Al igual que en el deporte, la nutrición yóguica favorece el equilibrio. Sin embargo, ¿a qué nos
referimos con equilibrio?
◦ A la hora de preparar un plato para uno mismo o para otros es importante, no olvidar este pilar
fundamental del yoga, saber combinar los sabores, por supuesto, pero también las texturas, los colores
y los nutrientes que debemos aportar a nuestro cuerpo.
◦ El equilibrio también se encuentra en la manera de comer. Es esencial no restringirse en exceso o no
comer en exceso en ciertos momentos, sino ser lo más constante posible en la ingesta calórica y
nutricional. Un poco como cuando dominas el equilibrio en el yoga. A largo plazo, no debemos tratar de
ser lo más eficientes posible, de aportar un mínimo de ingredientes o un máximo de calorías a nuestro
organismo.
◦ Por lo tanto, nuestro bienestar se verá favorecido por esta constancia y según esta visión de la vida, sin
duda, seremos más conscientes de la alimentación, que también es un arte, y casi un deporte.
Saber utilizar la plena consciencia en la alimentación yogui
◦ La clave está en saber qué meternos en la boca y, más concretamente, en el cuerpo, para establecer una
rutina diaria. Desde esta perspectiva, también es importante ver lo que se come y cuándo se come. En
este momento, por ejemplo, estoy consumiendo más carne de lo habitual, ¿por qué, cómo, quiero
cambiarlo, etc.?
◦ Cada cambio y cada comida implica muchas preguntas y observaciones, así como tomar conciencia. La
nutrición del cuerpo mental es un verdadero motor. Una fuerza motriz de la forma, de la salud, pero
también, en un sentido más amplio, de la vida. Está demostrado que lo que uno come es parte de la salud
mental, además de contribuir a forjar la salud física. Por lo que yoga y comida aportan beneficios a la
salud física y mental.
◦ El yoga es una disciplina completa, que hace que trabajemos todo el cuerpo, por lo que es importante
que los pilares de la alimentación estén bien adaptados. Por supuesto, este es el caso de la atención plena,
que le dará a los alimentos una perspectiva mucho más espiritual, además de la visión nutricional.
Yoga y alimentación: el silencio como ingrediente

◦ Desde esta perspectiva de la atención plena, el yoga también desarrolla una pequeña técnica, según la
cual se debería comer en silencio. Se denomina «muna» y forma parte de la alimentación mental. Esta
forma de pensar es similar a una visión de los alimentos mucho más centrada, casi como si fuera sagrada.
◦ De hecho, para estabilizar la mente, para armonizarnos y para ser más adecuados con nosotros  mismos,
debemos abogar por tomar conciencia de la comida en un silencio religioso, lo que también nos
permitirá estar a solas con nosotros mismos. Una forma de centrarnos no solo en lo que los alimentos
producirán en el futuro, sino en lo que producen en el momento en que se comen o ingieren.
◦ El yoga también es eso, dejarse ir de forma consciente, con una concentración máxima en lo que se está
haciendo, y solo reparar en los movimientos que uno está a punto de ejecutar.
Escoger bien los alimentos cuando se practica yoga

◦ A menudo, este silencio se asocia con productos seleccionados y que se consumen con cuidado. Por ejemplo, una
nutrición yóguica estará impregnada de «prana» (alimentación de la energía vital), donde los productos locales serán los
alimentos que más debemos consumir. Además, también podemos centrarnos en los alimentos crudos para apreciar
más el verdadero sabor.
◦ Además, en paralelo con esta elección precisa de los ingredientes que ingerimos, hay que recordar  masticarlos bien,
sobre todo cuando se trata de unir el yoga con el acto de comer. Porque sí, ¿qué mejor que tomar conciencia de los
alimentos que hemos elegido para masticar bien? La repetición fomenta la toma de conciencia de que comer no es solo
vivir tu cuerpo, sino también participar en la vida de tu mente.
◦ Asimismo, resulta fundamental, como se explica en la dieta de Okinawa, moderar la ingesta de alimentos, cuantificar la
cantidad de las comidas y priorizar la calidad. La alimentación yóguica se basa en la premisa de que comer es un acto real,
por lo que sobrecargar los platos sería contraproducente. Debemos darle tiempo a nuestro cuerpo para que asimile todo
lo que acaba de ingerir, ya sean nutrientes, sabores o cantidades.
◦ Finalmente, inspirémonos en la cocina vegetariana, que, por definición, defiende la no violencia (animal) y, por lo tanto,
el no sufrimiento. Un enfoque y una forma de pensar que pueden resultar interesantes y que favorecen las posturas de
todos aquellos que desean comer bien, también desde un punto de vista ético. Sí, el yoga es una disciplina rica, que
también combina una perspectiva real de conciencia; y el vegetarianismo puede ser un perfecto testimonio de ello.

También podría gustarte