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Busco y

no ¿Ser necesario?
2+2= 4
encuentro
Oh rayos, pues no
¡Son muchos
¿Ser absoluto?
busco en donde
debería seres y no sé
si creer en
un Dios o 7
no!

¿Ser infinito?

METAFÍSICA 1
EL SER NECESARIO
EL SER NECESARIO
Ser
• La existencia por
SER
contingente sí mismo.
NECESARIO
• Darla a los
Ser demás.
contingente
Ser
Contingente ¿Si no existiese nada un solo instante del
Ser tiempo? Nada existiría eternamente.
contingente

Si sólo hubiese seres contingentes su


Ser existencia estaría sin razón de ser.
contingente
El ser necesario y eterno
en el principio
Hay que elegir: de todo
La absurdidad radical

• Si Dios es verdaderamente el Ser necesario, del que todo


depende, se sigue con toda evi­dencia "que sin él todo se vuelve
absurdo, o que la existencia de todo lo demás se torna
imposible.
• Sin el Ser necesario y eterno, del cual todo depende, nada es ni
puede ser.
Implica como atributo esencial la existencia,
SER es decir, que no sólo debe tener la existencia,
NECESARIO sino también ser su existencia, o la existencia
misma.

Ser supremo,
absolutamente No podría participar de la existencia, sino
que debe ser el Ser por esencia.
simple y
perfecto
Es absolutamente imposible que una cosa contingente se dé sin ser
causada por el Ser necesario, fuente de todo ser.

Existe no por Cualquiera de sus


sí, sino en sí. cualidades existe no por sí
ni en sí

Sino en aquélla
Los seres contingentes no tienen en sí mismos la razón de su
existencia

Si un ser tuviera en su No admitiría


Existiría siempre
naturaleza la razón de ningún cambio
y
su existencia
necesariamente

Éste ser necesario que existe por su propia naturaleza y


no puede menos de existir es Dios. Dios existe por sí.
EL SER
NECESARIO

No es ni la colección de • Es el ser soberana­mente perfecto.


seres contingentes; ni la ley • Es su misma existencia.
de los mismos; ni el devenir,
• Hay un ser necesario en el mundo,
ni una subs­tancia que les
por el que se explica la realidad
fuera común.
actual de los seres contingentes.
EL SER ABSOLUTO
¿No captamos el ser indeterminando
¿Se puede hablar en
mediante la abstracción sobre el
realidad de experiencia del
ente, abstracción que representa un
ser?
concepto?

Abstracción Abstracción
categorial supra-categorial

Abstrae completamente el Se refiere a un contenido que sin


contenido de lo concreto y dejar de ser abstracto incluye aun lo
produce una pura noción concreto que se capta implícitamente
abstracta en aquél. Es abstracto-concreto.
TRÁNSITO DE LA EXPERIENCIA ÓNTICA A LA EXPERIENCIA
ONTOLÓGICA
• El ente siempre está inmerso en el ser y el ser necesariamente ligado al ente
como algo perteneciente a la esencia del ente.
• Por esta razón hay experiencia del ser, porque ella pertenece a la esencia de
la experiencia óntica. Es decir, en la experiencia ontológica es donde el ser se
nos manifiesta como el ente plenamente experimentable.
• El ente se da siempre en relación al ser, es relativo.
• El ser, como se refiere a sí mismo, es absoluto.
• El ente participa de una manera limitada del ser.
• El ser es la plenitud ilimitada de la que participa cada ente.
• El ente se revela como iluminado por el ser; el ser es lo que ilumina a todo ente.
TRÁNSITO DE LA EXPERIENCIA ÓNTICA A LA EXPERIENCIA
ONTOLÓGICA

EXPERIENCIA EXPERIENCIA SER


ÓNTICA ONTOLÓGICA INDETERMINADO

SER SER
EL ABSOLUTO
SUBSISTENTE DETERMINADO
DIOS
TRÁNSITO DE LA EXPERIENCIA ÓNTICA A LA EXPERIENCIA
ONTOLÓGICA

EXPERIENCIA EXPERIENCIA
ÓNTICA ONTOLÓGICA

Implica la Implica la experiencia


experiencia Metafísica
ontológica
En el ente el ser se revela al hombre necesariamente aunque no
plenamente. Por eso el hombre siempre está en camino hacia el ser y
no se detiene en los entes porque busca al ser.
El ser es uno y por lo mismo idéntico
consigo mismo. Esta identidad tiene
que ser completa e independiente.
El ser es absoluto por ser auto-
posición y entonces es fin para sí
mismo porque nada hay fuera del
ser.
Mientras el ser es un absoluto que se concibe por sí mismo, la
inteligencia sólo se puede concebir como una viviente relación al ser.
Nuestra idea absolutamente primera en él orden de inven­ción, es la
idea de ser, nuestro principio absolutamente primero es el que enuncia
lo que le conviene primeramente al ser, el prin­cipio de identidad, "el
ser es lo que es, y no puede ser lo que no es".

En el orden sintético o deductivo, la verdad funda­mental, razón


suprema de todas las demás, da contestación a los últimos porqués
sobre Dios y sobre el mundo, él es el princi­pio de identidad, pero esta
vez en concreto: "Yo soy El que es, y no puedo no ser."
Y así como nos elevamos:
• Desde los seres múltiples al Ser absoluto.
• Desde las verdades múltiples a la Verdad absoluta.

Así también nos ele­vamos desde los bienes múltiples, parciales y,


limitados al Bien supremo que no puede carecer de ninguna perfección
absoluta: es la plenitud del Ser.

S. TOMÁS, SIGUIENDO A ARISTÓTELES:


La eternidad, que es la uniformidad del Ser absoluto, de su sabi­
duría y de su vida, no es obscura para nosotros, sino porque es
demasiado luminosa para los débiles ojos de nuestro espíritu.
EL SER INFINITO
El Ser en sí es una perfección infinita

• De todas las perfecciones formales, la más perfecta es la del ser.


• El Ser en sí subsistente es, pues, infi­nito, no con infinidad corporal o
de extensión, sino con esa infinitud espiritual de perfección.
• No sólo excede de todo límite espacial y material, sino hasta de todo
límite de esencia.
• Dios es, así, so­beranamente determinado y de una perfección sin
límites, incom­prensible, " el océano infinito del ser". De ahí se sigue
que es infi­nito en sabiduría, en bondad, en poder, en todas sus
perfecciones.
• Una causa finita no puede producir ninguna clase de efecto sino
transformando un sujeto preexistente, suscep­tible de ser transformado.
• La Causa primera de todo lo que existe tiene, pues, que ser infinitamente
perfecta.

Porque Para producir todo el ser de un ser finito cualquiera, por pequeño
que sea, para producirlo de la nada, se necesita una potencia infinita,
que sólo puede pertenecer a un ser infinitamente perfecto.

• A lo infinito nada se le puede añadir en el mismo orden, y la contradicción


del panteísmo consis­te precisamente en añadir a lo Infinito modos finitos;'
de suerte que lo Infinito es al mismo tiempo finito.
• Después de la creación no hay más ser, más perfección, sino más seres, como
cuándo un maestro ha formado a su discípulo, no hay más ciencia, sino más
sabios.

• La afirmación de que lo infinito más uno es siempre igual a lo infinito.


• Si se habla de lo infinito de perfección, que es la plenitud no de la cantidad o de
la extensión, sino del ser, de la vida, de la sabiduría, del amor, de la santidad, es
evidente que des­pués de la creación no hay más perfección ni más.ser ni más
vida ni más sabiduría ni más santidad. Pero esto supone que el ser es aná­logo y
no unívoco; en este caso la plenitud del ser se realiza sola­ mente en el primer
Ser.
Dios posee una potencia activa infinita, pues cuanto más perfecto y más está en
acto un ser, más puede obrar, y el modo de obrar sigue al modo de ser. Ahora bien,
Dios es Acto puro, el mismo Ser infinito, por lo tanto tiene una potencia infinita, y
puede dar el ser a todo lo que no repugna que exista. Esta omnipotencia no es
principio de una acción divina que sería en Dios un accidente inadmisible, sino que
es principio de un efec­to exterior creado.
• Afirmar, si se niega la existencia de Dios, la existencia de cualquier
cosa, es caer en una contradicción, que no siempre aparece como
contradicción en los términos o inmediata, pero que, sin em­bargo, si
se la examina con detención, es una verdadera con­tradicción.
Por consiguiente, el agnosticismo que duda de la existencia de
Dios puede ser llevado también a du­dar del valor real del principio
de contradicción, primer prin­cipio del pensamiento y de la realidad.
BIOGRAFÍA:
• Sanabria, José Rubén (1966). Filosofía del Absoluto.
México, Editorial Progreso.
• Garriguo Lagrange, R. (1977) Dios. La naturaleza de Dios T.
II. España, Ediciones Palabra.
• Jolivet, Regis (1957). Tratado de filosofía. Metafísica. T. III.
Argentina, Ediciones Carlos Lohlé.

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