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GLOSADORES

Origen
• En el siglo X se produjo en Italia el redescubrimiento del Derecho Romano del
Corpus Iuris Civilis (Derecho Romano Justinianeo), que se encontraba en unos libros
que el emperador de oriente Justiniano había mandado a realizar en el siglo VI.

• En este contexto de recepción de un orden jurídico desconocido surge esta escuela


de juristas, a la cual se le denominó "de los Glosadores" por utilizar principalmente la
Glosa en sus análisis del Corpus Iuris Civilis.

• Al ser el Derecho Romano Justinianeo muy vasto y complejo, y al constituir un


derecho nuevo en occidente, se hizo necesario que alguien se encomendara a la
tarea de aclarar su sentido para lograr su comprensión y posterior aplicación en el
contexto del Sacro Imperio romano Germánico, que se sentía continuador de la
tradición del Antiguo Imperio.

• La escuela de los glosadores comenzó a desarrollarse a fines del siglo XI en la


Universidad de Bolonia, razón por la cual también se la conoce como "escuela de
Bolonia". Dicha universidad había sido creada en 1088 por el monje Irnerio y sus
primeros profesores fueron los cultivadores de este tipo de análisis jurídico.
La Glosa
• La Glosa consistió en analizar un texto, aclarando
y explicando el significado de sus palabras o
fragmentos, hasta llegar a hacer una
interpretación general de éste. Es decir, la glosa
en un primer momento era de significado, luego
lo fue de sentido. Así, pues, el método de la glosa
experimentó un desarrollo, originalmente fue una
simple apuntación gramatical o lexicográfica,
hasta llegar a ser una explicación acerca de la
razón del texto.
La ciencia cultivada por los glosadores,
descansa en varios presupuestos.
• Desde el punto de vista político, la glosa descansa sobre la idea de que si el Sacro Imperio
romano Germánico era el continuador del Antiguo Imperio, el derecho de éste último debía ser
también el derecho del primero. Por tanto se consideró al Corpus Iuris Civilis como el derecho
que debía regir en el Sacro Imperio.

• Desde el punto de vista dogmático, se desprende una idea muy relacionada con el presupuesto
político. Si el Corpus Iuris Civilis había sido derecho vigente en el Imperio romano, resultaba
obvio que en su continuador, el Sacro Imperio, también se le considerara de la misma manera.

• Filosóficamente, la ciencia jurídica glosadora encontró su autoridad natural en el Derecho


Romano Justinianeo. Se le otorgó a este derecho tal autoridad, que fue el objeto de estudio casi
exclusivo de la ciencia de la época. El Corpus Iuris gozó de tanta admiración por parte de los
Glosadores, que se le consideró un regalo de Dios, una obra perfecta, y por lo tanto imposible de
criticar. Incluso cuando notaban errores en la obra Justinianea, como interpolaciones o
contradicciones, la actitud generalizada fue atribuir aquellas fallas a una falta cabal de
comprensión de la obra por parte de los mismos juristas y no a la obra en sí.

• Desde una mirada científica, la escuela de los Glosadores se relaciona con el método utilizado
por el pensamiento escolástico, es decir, se inspiró en las artes del triuvium: gramática, retórica y
dialéctica.
Tipos de Glosa y finalidades
• La Glosa, en la práctica, se realizaba en los
mismos textos que los juristas iban leyendo. De
acuerdo a en qué lugar de la hoja se hacía, se
clasifica en Glosa Interlineal y Glosa Marginal.

• Glosa Interlineal: Fue aquel tipo de glosa que se


realizaba entre las líneas del texto. Por esto fue
una glosa breve, ya que el espacio para escribir
entre línea y línea era reducido. Se limitó a citar
ejemplos, sinónimos, e incluso derivar al lector a
otros pasajes del Corpus Iuris Civilis.
• Glosa Marginal: Fue aquella glosa que se
realizaba en los márgenes de las hojas. En
consecuencia, había más espacio para desarrollar
las ideas, y por tanto, fue mucho más extensa que
la Glosa Interlineal

• Al analizar este género jurídico desde el punto de


vista de su finalidad, se pueden distinguir dos
tipos: un fin próximo y un fin lejano.

• La finalidad próxima era explicar el contenido del


Corpus Iuris Civilis para obtener un mejor
entendimiento de él al ser una obra muy extensa y
compleja.
• La finalidad lejana era que, una vez
aclarado y explicado su sentido, el
Derecho Romano Justinianeo se
convirtiese en derecho vigente. Esta idea
surge al tener el mismo ideario político
que los emperadores del Sacro Imperio.
Otros estilos cultivados
Los Glosadores también cultivaron otros estilos jurídicos, como:

• La Suma: Fue una versión resumida del Corpus Iuris de


Justiniano, o de alguna de sus partes. La más famosa fue la
Summa Codici del jurista boloñés Azo. Se considera que esta
fue la culminación de la obra de los glosadores

• Los Brocardos: Eran principios o máximas de derecho


extraídas del Corpus Iuris, redactadas en forma breve para su
fácil memorización y aplicación. Un ejemplo claro es aquel
brocardo que versa: "A lo imposible nadie está obligado".

• Los Vocabularios: Fueron verdaderos diccionarios jurídicos,


donde se exponían palabras extraídas del Corpus Iuris
ordenadas alfabéticamente con sus significados

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