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UNIVERSIDAD NACIONAL DE ASUNCIÓN

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

TRABAJO PRÁCTICO DE DERECHO ADMINISTRATIVO

TEMA: EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD DE LA


ADMINISTRACIÓN Y EL PRINCIPIO DE LICITUD
ALUMNO: NESTOR FABIAN AGÜERO RAMIREZ

CI: 2914.373

CATEDRATICO: PROF. DR. ENRIQUE CHASE PLATE

CURSO: 5º T.N.

AÑO: 2010
1- Nociones: El “acto administrativo” destaca el momento dinámico del
proceso, la acción, pero deja sin connotación el precepto jurídico resultante. Lo
que se quiere significar, es no sólo el acto, sino también la norma jurídica por él
creada. Al enunciar “acto administrativo”, no se ha de entender el hacer, sino lo
hecho, no el trabajo, sino la obra. Lo que interesa es la norma jurídica creada, no
el acto que genera.

El acto administrativo es regular y por consiguiente válido, se conforma con las


normas reglamentarias, legales y constitucionales.

Principio de legalidad: el principio de legalidad o juridicidad es la proyección del


principio que la voluntad de la Administración Pública expresa por medio de sus
actividades funcionales proviene del conjunto de principios y normas jurídicas. El
principio de juridicidad se proyecta en la relación jurídica administrativa en los
siguientes supuestos.

a) Subordinar la actividad administrativa a la juridicidad: Es decir, toda


Actividad de la Administración Púbica debe estar autorizada por el orden
jurídico. La Administración Púbica solo debe actuar cuando el orden jurídico
le autoriza realizar una determinada actividad como propia de su
competencia.
b) Determina la eficacia de la Actividad Administrativa. Es decir si al
Administración Pública realiza una actividad quedará invalidada por vicio de
legalidad y por consiguiente, ineficaz para producir efectos jurídicos en la
relación administrativa.
c) Delimita la finalidad de la actividad administrativa. La juridicidad fija los
límites de la Actividad de la Administración Pública conforme con la
finalidad de la acción autorizada, por lo que la decisión administrativa, que
constituye el medio autorizado por la ley para alcanzar una finalidad, no
tiene la bebida relación proporcional se toma en acto inválido.

Principio de licitud: el principio de licitud en nuestro ordenamiento positivo


reconoce una jerarquía constitucional, al establecer un principio de libertad
humana con la expresión: del Art. 9 Segunda Parte: “Nadie está obligado a hacer
la que la ley no ordena ni privado de la que ella no prohíbe”

El acto jurídico debe ser un negocio que objetivamente está conformado de


acuerdo a derecho, pues no se podía concebir que la norma tutelara o protegiera
actos contrarios al mismo.lin embargo, el concepto de la licitud en esta parte del
Derecho no se reduce a que no esté expresamente prohibido por una norma
jurídica, sino también que no sea contrario al orden público, a la moral o las
buenas costumbres. Tanto la voluntariedad como la licitud están íntimamente
ligadas a la invalides del acto, que podría desembocar en una nulidad.

2- Características y diferencias Sustanciales.

De la vigencia de principios opuestos derivan las diferencias sustanciales de fondo


y de forma entre los actos jurídicos administrativos y los actos jurídicos de la
esfera del derecho privado.

A mencionar como primera característica diferenciadora fundamental:

La necesariedad de una autorización legal expresa e implícita, es la condición de


fondo. En un acto administrativo formal, como son los decretos del Poder
Ejecutivo, las disposiciones legales y reglamentarias que le facultan a emitirlos, se
expresan en el apartado del “Considerando”.

Por el contrario en la esfera del Derecho Privado no es precisa ninguna


autorización especial. Es más, la autonomía de la voluntad es reconocida como
poder jurídico capaz de generar entre las partes derechos y obligaciones. El
código civil establece que las partes pueden regular sus derechos libremente en
contratos que valdrán para las partes como ley misma”.

3- Principios Fundamentales:

En el Derecho Privado, en lo concerniente a los actos jurídicos de la esfera


privada, rige el Principio de Reserva del Positivismo, consagrado
constitucionalmente dispone que: “Nadie está obligado a hacer lo que la ley no
ordena ni privado de lo que ella no prohíbe”. En consecuencia, un particular tiene
el más amplio margen de acción para actuar a su arbitrio dentro de los márgenes
legales. La autonomía de la voluntad incluso, puede decirse que goza de poder
jurígeno al serle reconocida su capacidad como generadora de leyes inter parte.
Dispone el C.C. las partes pueden regular libremente sus derechos mediante
contratos que valdrán para las partes como la ley misma.

Por el contrario en la esfera del Derecho Público rige el principio inverso. “Todo lo
que no está expresamente permitido, está prohibido”. Por ello la autoridad
administrativa, al ejecutar un acto administrativo y con más recelo y cuidado
tratándose de un acto jurídico administrativo en sentido estricto, deberá
cerciorarse de que esta expresamente autorizado para obrar en tal sentido. La
medida que la autoridad administrativa está autorizada a tomar (positivamente
autorizado). Esta autorización constituye su poder jurídico, debe ser expresa
cuando se refiere a ciertas materias (imponer sanciones, recaudar tributos) y
puede ser implícita en los demás casos (la que tiene el superior jerárquico para
dar órdenes al inferior). Al contrario de lo que ocurre con las personas del derecho
privado, para quienes rige la regla de que “está permitido todo lo que no está
prohibido por la ley” (principio de licitud del acto jurídico privado), el agente estatal
no puede limitarse a examinar si el acto no le está prohibido, sino que debe
asegurarse de que el mismo está positivamente autorizado. En esto consiste el
“principio de la legalidad de la administración”.

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