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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales
“Ezequiel Zamora”

Actos Administrativos
(Módulo 2)

Estudiante: Docente:
Wilmary Jhosimar Abogada.
Hernández Briceño Norma Sepúlveda Guerrero
C.I: 30.391.896

Sub-proyecto:
Derecho Administrativo
Sección: M02

Barinas, 06 de abril, 202


-Es importante señalar que, la primera característica que define las

competencias en materia administrativa es la que no se presume, y por el

contrario debe contar con una norma expresa, atributiva de competencia, la

cual determina el límite dentro del cual el órgano puede moverse, lo que

administración puede hacer las facultades, poderes y atribuciones que la Ley

ha asignado a un órgano. Así mismo, el gran jurista alemán Otto Mayer,

define el acto administrativo como un acto de autoridad que emana de la

Administración y que determina frente al súbito, lo que para él debe ser

derecho en caso concreto. De igual modo, este acto se produce efectos

jurídicos relativos a la creación, modificación o eliminación de situaciones

individuales o generales, la aplicación de un sujeto de derecho de una

situación jurídica general. De acuerdo al artículo 7 se define como; toda

declaración de carácter general o particular emitida con las formalidades y

requisitos establecidos en la Ley, por los órganos de la administración

pública, esto quiere decir que, en la misma se recibió la noción formal u

orgánica de este acto, donde al expresar y calificar tiene que proceder de los

órganos de la administración pública. Se podría decir que, el acto

administrativo, conforma conjuntamente con la sentencia y el acto

normativo de la Trilogía de manifestaciones autoritarias, atribuidas a los


poderes del estado. Este acto no solo es el que emana de los órganos de

administración pública, si no es también el acto sub-legal que procede de las

cámaras legislativas (nombramiento del secretario de una comisión

parlamentaria), o también el acto que procede de los órganos judiciales

(nombramiento del personal administrativo del Tribunal Supremo). Por otro

lado, pueden considerarse que los reglamentos no se incluyen en la noción

de acto administrativo, la cual comprende a los actos generales no abarca a

los actos generales no normativos. Se consideraría que los reglamentos

deber quedar incluidos en la definición de acto administrativo, ya que el

legislador no hizo ningún tipo de distinción y no puede ser hecha por el

intérprete. Cabe mencionar que, la clasificación que el articulo 14 hace de los

actos no es sustancial sino orgánica; lo cual constituye una clasificación

fundada en la jerarquía del órgano el cual el acto deriva y en razón de ello, no

se clasifica el mismo contenido del acto. De acuerdo a la clasificación de ellos

con base a la Ley, existen muchas clasificaciones en nuestro derecho positivo.

Según sus efectos, esta es la clasificación que aceptaba la Ley Orgánica de

Procedimientos Administrativos de la Corte Suprema de Justicia y que

mantiene la del Tribunal Supremo de Justicia, los actos administrativos de

efectos generales; son aquellos de contenido normativo, es decir que, crean


normas que integran el ordenamiento jurídico. En cambio los actos

administrativos de efectos particulares; son aquellos que contienen una

decisión no normativa, sea que se aplique a un sujeto o varios sujetos de

derecho. En este orden de ideas, Hildegard Rondón de Sansó, nos revela que

en realidad ha sido establecidas dos reglas de aplicación; en la primera, una

resolución no puede derogar un decreto aun cuando este contenga un acto

individual y la primera tenga contenido normativo. Y en la segunda; con ella

regia un acto administrativo particular no puede derogar la disposición de

carácter general aun cundo la última haya sido dictada por un órgano inferior

al que dictara aquella. Como podemos observar, estas dos reglas se

contradicen ya que se atiende al rango del acto o se atiende al contenido del

acto que alude al carácter normativo del mismo. De igual modo, Hildegard de

Sansó, afirma que la única manera de resolver ello, es jerarquizando los

actos, con el fin de poder encontrar coexistencia a las reglas.

Es importante mencionar que, el acto individual a un solo sujeto de derecho,

el cual es además, un acto de efectos particulares. Por otro lado, los actos

administrativos según su contenido, se dividen en dos; primero: actos

administrativos definitivos y de trámite, puede distinguirse que el acto que

pone fin al asunto administrativo y el segundo: actos creadores de derecho o


que establecen obligaciones, es la que refiere al acto creador de derechos

subjetivos o de derecho personales y legítimos a favor de los particulares. Los

actos según la manifestación de voluntad, conforme al artículo 18 debe ser

expresa y formal donde los requisitos deben manifestarse por escrito. Según

su impunidad, así se distingue al acto administrativo firme de aquel que no lo

es. Según su ejecución, no puede realizarse sin que exista previamente un

acto administrativo que sirva de fundamento a dichos actos materiales. La

regulación de dichos actos, establecida en la Ley Orgánica de Procedimientos

Administrativos, es el requerido para la validez de ellos. Cuando la Ley crea

formas especiales para el cumplimiento del anterior mencionado, quiere

decir que debe estar rodeado de todas aquellas garantías necesarias para

que pueda producir su efecto. En otras palabras, la inobservancia de formas a

los trámites procedimentales constituye, desde luego una irregularidad, pero

esta solo llega a los grados de invalidez, cuando no se cumple o logra la

finalidad objetiva, concreta, a que está destinado, con relación a un acto

especifico, o cuando la omisión de formalidad o su defectuoso cumplimiento

es de tal naturaleza, que ejerce una influencia determinante sobre el

contenido del acto administrativo adoptado, lo cual permite aclarar

suficientemente la idea de la supremacía del acto sobre su apariencia formal.


En cuanto a los requisitos de fondo, la Ley en diferentes normas, establece

una regulación de los cinco requisitos de fondo, de los actos administrativos,

los cuales son: La Competencia; determina el limite dentro del cual el órgano

puede moverse, para que un acto sea válido debe emanar de un órgano

competente, tanto en la materia, como para el territorio, el grado, el tiempo.

La Base Legal; consiste en la necesaria concordancia entre las reglas que

definen la competencia, está constituida por los presupuestos y fundamentos

de derecho del acto, la norma legal en que se apoya. La Causa o Motivo; en

general todo acto administrativo para que pueda ser dictado, necesita que el

órgano tenga competencia, que una norma expresa autorice la situación, que

le funcionario la norma adecuadamente, que constate una serie de supuestos

hechos del caso concreto y que esos supuestos concuerden con la norma y

con los presupuestos de derecho, lo cual todo aquello conduce al acto

administrativo. El objeto o contenido, es aquello que la administración ha

querido con el acto administrativo y se define como la consecuencia

inmediata producida por el mismo. El último requisito es la Finalidad;

consiste en lo que la Ley persigue con el acto, por lo tanto la administración

tiene que ceñirse obligatoriamente a los fines prescritos por el legislador.

Además de los requisitos de fondo del acto administrativo anteriormente


analizados, la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, hace también

referencia a los requisitos de forma de los actos administrativos. En general

estos requisitos de forma pueden clasificarse en tres grandes grupos, en

primer lugar; Las Formalidades Procedimentales; deben abarcar no solo la

formación de los actos, o que se ha denominado procedimiento constitutivo

de los actos, en segundo lugar; La Motivación; no es más que la expresión de

los motivos que justifican el acto y expresa la razones de Hecho y derecho

por las cuales se dicta, y en tercer lugar; la Exteriorización del acto; así como

la motivación es un requisito formal. Debe señalarse que, en la actualidad, lo

demandado es la contrariedad de derecho del acto administrativo, es decir,

es un medio de impugnación en vía jurisdiccional de los actos, donde el

demandado es un ente u órgano público, cuyos fundamentos son

encontrados en el artículo 259 constitucional. Cabe señalar que, con la

entrada en vigencia de la Ley Orgánica Contencioso Administrativa, se

mantiene el criterio de la consideración del sistema de nulidades establecido

en el artículo 19 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.


REFERENCIA BLIOGRAFICA

Raiza Ojeda de Llija. Actos Administrativos. Aporte jurisprudencial. ANUARIO

DE DERECHO. Año 29, Nº 29. Enero-Diciembre 2012. Mérida- Venezuela.

ISSN: 0076-6550.

 http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/37043/articulo

6.pdf?sequences=1&isAllowen=y#:~:text=En%20cuanto%20a%20los

%20requisitos,y%20finalidad%20del%20acto

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