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Derecho Administrativo

Grupo 4
Integrantes:
Dinora Gabriela Varela Avila
Javier Enrique Núñez
Martin Enrique Merino Whittaker

Catedrática: Abogada Mildred Gricelda López


Temas a exponer

El Principio de la Legalidad

Grupo 4
La Discrecionalidad Administrativa

Los Decretos Leyes


Introducción
Constituye para nosotros un verdadero honor y placer, el poder presentar y discernir con
ustedes, temas tan importantes vinculados directamente con el derecho administrativo.
Por ello la presente información es presentada de una forma clara y precisa, para que sea
comprendida fácilmente y esta diseñada para contribuir a la edificación de cada uno de
nosotros a través de los conocimientos adquiridos y plasmados en el presente trabajo, en
cuanto a los temas a tratar.
Los efectos que causaran las enseñanzas en esta presentación deberán ser permanentes y de
mucho beneficio para quienes las pongan en practica, para bien suyo y de los demás.
Un aprendizaje bien orientado, destruye las tinieblas de la ignorancia, por lo tanto, esperamos
que este material sea aprovechado al máximo y entonces podremos descansar tranquilos al
saber que logramos nuestro objetivo.
El Principio de la Legalidad
Es un principio fundamental, conforme al cual todo ejercicio de un poder público debe
realizarse acorde a la ley vigente y su jurisdicción, no a la voluntad de las personas. Si un
Estado se atiene a dicho principio entonces las actuaciones de sus poderes estarían
sometidas a la Constitución y al estado actual o al imperio de la ley.

Se considera que la seguridad jurídica, requiere que las actuaciones de quienes los poderes
públicos estén sometidas al principio de la legalidad. El principio se considera a veces como
“la regla de oro” del derecho público y es una condición necesaria para afirmar que un
Estado, Es un Estado de derecho, pues el poder tiene su fundamento y limite en las normas
jurídicas. En intima conexión con ese principio, con este principio, la institución de la
reserva de Ley obliga a regular la materia concreta con normas que posean rango de ley,
particularmente aquellas materias que tienen que ver con la intervención del poder público
en la esfera de derechos del individuo. Por lo tanto, son materias vedadas al reglamento y a
la normativa emanada por el poder ejecutivo.
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La reserva de ley , al resguardarla afectación de derechos al Poder legislativo, refleja la
doctrina liberal de la separación de poderes.
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Dinora Gabriela Varela
Esta relación entre el principio de legalidad y el de reserva de la ley está generalmente
establecida en una democracia, en el llamado ordenamiento jurídico y recibe un tratamiento
dogmático especial en el derecho constitucional, el derecho administrativo, el derecho
tributario y el derecho penal. A cumplir una condena a los que se les aplica la sentencia para
retomar el crimen que pudo haber ocurrido.

La Constitución de la Republica en el Articulo 323 establece lo siguiente:


Los funcionarios son depositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta
oficial, sujetos a la ley y jamás superior a ella.
La Constitución, entonces, es sumamente explicita: todos los actos de la Administración
Pública, incluyendo los de carácter general que emita por vía reglamentaria, están sujetos a
la ley y por lo mismo, deben ser conformes con el ordenamiento jurídico. Los servidores del
Estado, en consecuencia, no podrán actuar arbitrariamente, colocándose por encima de la
ley y si lo hicieren , sus actos estarán viciados de ilegalidad, quedando legitimados los
particulares que se estimen afectados para acudir a los tribunales contencioso
administrativos, reclamando la declaración de su invalidez y en su caso, la determinación de
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la responsabilidad que pueda corresponder (según los Artículos. 13,14, 28, 30 y 33 de
LJCA. Se configura así lo que en la doctrina se conoce como vinculación positiva de la
Administración
Easy to change colors, a la ley.
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Dinora Gabriela Rivera
En torno a ello, es oportuno tener presente dos cuestiones básicas, a). En primer lugar, la
sujeción a la ley postulada por la norma fundamental no se limita a la ley ordinaria o ley en
sentido estricto, por cuanto, como sabemos, existen normas de rango diferente que igualmente
vinculan a los órganos administrativos, según el principio de la jerarquía normativa antes
mencionada; se trata por ello, con mayor precisión, de la sujeción de la Administración Pública al
Derecho o dicho de otra manera, al ordenamiento jurídico en su conjunto, incluyendo, además de
la propia ley ordinaria, a la Constitución, los tratados internacionales válidamente celebrados por
el Estado, los reglamentos emitidos por el Poder Ejecutivo u otras autoridades competentes (arts.

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245 numeral 11 y 262 de la Constitución) y la jurisprudencia administrativa y los principios

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generales del Derecho (art. 7 LGAP y 19 LPA); b) en segundo lugar, la sujeción al ordenamiento

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jurídico postulada por los citados artículos 321 y 323 de la Constitución, vinculan no solamente a
la Administración, sino también a los otros poderes públicos, en la medida que el texto
constitucional se refiere sin excepción a los “servidores del Estado” (Art. 321), frase
omnicomprensiva cuyo sentido no es otro que el indicado.

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Conviene reiterar, por otra parte, que la sujeción al Derecho o a la “juridicidad” como también se

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estima en la doctrina, activa dos ámbitos de control jurisdiccional de diferente naturaleza y
finalidad: a) la vía de amparo y la inconstitucionalidad de la ley, en el ámbito del sistema de
justicia constitucional previamente analizado; y b) la acción contencioso-administrativa, como vía
para demandar la ilegalidad del reglamento o de un acto administrativo concreto.
La Discrecionalidad Administrativa
Por su relación con el principio de legalidad, aunque visto desde otra perspectiva,
interesa analizar, asimismo, la llamada discrecionalidad administrativa. La LPA alude en
este sentido a “potestades discrecionales”, en cuyo ejercicio los órganos administrativos
competentes deben proceder “dentro de los limites de la misma y en función del fin para
el que hubieren sido atribuidas” (art. 19), pudiendo, no obstante, impugnarse los actos
administrativos dictados en su ejercicio, atendiendo a su oportunidad o convivencia (art.
130).
Como sabemos, la administración esta sujeta a la ley, siendo esta la fuente de las
potestades o poderes jurídicos con los que actúa (vinculación positiva a la ley); cuando
así ocurre, siendo lo mas frecuente, estamos en presencia de “potestades regladas” de
manera que la conducta de los órganos administrativos esta predeterminada por la ley
(o por la legalidad, en el sentido amplio antes indicado). Procediendo únicamente la
constancia o no de los supuestos de hechos previstos en la norma aplicable para
resolver en ese sentido, aplicando esa misma norma al caso concreto; así ocurre.

Javier Enrique Núñez


En ocasiones, sin embargo, la ley no configura de manera tan precisa la actividad de los
órganos administrativos; por el contrario, los faculta para que puedan apreciar las
razones de oportunidad, merito o conveniencia de la división que deban adoptar,
siempre en conexión directa con el interés general como no podría ser de otra manera.
Cuando así ocurre estamos en presencia de una “potestad discrecionalidad” que
implica, precisamente, un ámbito propio de decisión otorgado por la ley a la
administración, en función de su apreciación objetiva de las circunstancias que
concurren en ello radica su diferencia con la arbitrariedad, por cuanto, al tener su
fundamento en la ley la discrecionalidad no es un poder ilimitado que se fundamenta en
el arbitrio o en la voluntad de su titular.
De manera general podemos señalar que cuando la ley (y otra norma de diferente
rango) dispone que la administración “podrá” actuar en determinado sentido, estamos
siempre en presencia de una facultad discrecionalidad por oposición a la expresión
“deberá” (o “debe”) que, por lo contrario, alude a una potestad reglada, ello sin
embargo, no agota todas las posibilidades de atribución de facultades discrecionales.
Como puede advertirse, la discrecionalidad es un instrumento adecuado para que la administración
pueda actuar con eficacia y de manera flexible en la atención de asuntos de interés general, cuyos
rasgos precisos, sin embargo no están predeterminados total o parcialmente por la ley.
Específicamente, además de la discrecionalidad política (exenta del control contencioso-administrativo)
atribuidos en ciertos casos al poder ejecutivo (por ejemplo, las facultades del Presidente de la Republica
para definir los objetivos de las políticas gubernamentales o para nombrar o separar libremente a los
Secretarios de Estado y demás funcionarios de confianza) en el campo propiamente administrativo
operan los siguientes ámbitos de discrecionalidad
A) Discrecionalidad reglamentaria
B) Discrecionalidad de iniciativa
C) Discrecionalidad técnica
D) Discrecionalidad de gestión
Los Decretos-Leyes
Los decretos-leyes son normas con rango de ley, con carácter excepcional, que
dicta el Poder Ejecutivo, para regular situaciones de urgencia que requieren
tramitación inmediata. Los decretos-leyes serán dictados por el Presidente de
la Republica en Consejo de Ministros (En la Constitución, art. 252: El
Presidente de la República convoca y preside el Consejo de Ministros. Todas
las resoluciones del Consejo se tomarán por simple mayoría y en caso de
empate, el Presidente tendrá doble voto) debiendo publicarse en el Diario
Oficial “La Gaceta” para el inicio de su vigencia.
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Merino Whittaker
En nuestro Derecho esta posibilidad está limitada por la Constitución a dos
supuestos extraordinarios a) en materia económica y financiera (En la
Constitución art. 245 Numeral 20: Dictar medidas extraordinarias en materia
económica y financiera cuando así lo requiera el interés nacional, debiendo dar
cuenta al Congreso Nacional; y b) en materia presupuestaria, cuando se
requiera modificar créditos presupuestarios autorizados por el Congreso
Nacional, con el fin de satisfacer necesidades urgentes o imprevistas en
situaciones especialmente calificadas (arts. 205.32, 365 y 366). En ambos
casos, si bien los decretos-leyes entran en vigor de inmediato a su publicación
oficial, será necesario dar cuenta al Congreso Nacional al reanudar sus
sesiones, para su validación por este poder del Estado.
Así como, por ejemplo, con fundamento en lo citado: inciso 20 de artículo 345
de la constitución en donde se creó oportunamente por decreto-ley el Régimen
de Importación Temporal, estableciéndose por esta vía incentivos de naturaleza
fiscal a las actividades industriales de exportación, siendo convalidado
posteriormente por el Congreso Nacional.
Así bien, en la doctrina se a discutido la posibilidad de emitir decretos-leyes cuando
el Poder Ejecutivo se encuentra en la necesidad de dictar medidas legales, aun en
supuestos no previstos específicamente por la constitución, entendemos que este no
es el caso de nuestro país por cuanto, como sabemos la Constitución limita esta
posibilidad a las circunstancias excepcionales previamente analizadas, sin que pueda
inferirse una habilitación general con los alcances anteriormente indicados de lo
contrario se prestaría a abusos, usurpando facultades del Poder Legislativo que son
precisamente indelegables (En la Constitución art. 207: La directiva del Congreso
Nacional, antes de clausurar sus sesiones, designará de su seno, (9) nueve miembros
propietarios y sus respectivos suplentes quienes formarán la Comisión Permanente
en receso del Congreso Nacional.).
Conclusiones
Comienzo El haber estudiado
Podemos concluir los temas
en síntesis de expuestos, nos
Los operadores de Nuestro fin primordial
resumen, que las abrió una caja de
justicia en nuestro país, será siempre, caminar
leyes en si se enseñanzas y
siempre deberán del lado correcto de la
deben ejecutar y conocimientos, que
ubicarse del lado ley, interpretando la
aplicar con la en un futuro en
correcto de la ley y no misma con un sano
firmeza e nuestra vida
caer en ilegalidades juicio, enmarcados
imparcialidad, para profesional
afectando a terceras dentro de la legalidad
que sean pondremos en
personas. con la
inquebrantables practica, para
Deberán recordar discrecionalidad que
como los eslabones beneficio de
siempre que la mala los casos ameriten,
mas fuertes de una nuestros
aplicación de la justicia, haciendo prevalecer
cadena representados,
funciona a veces como la aplicación
nuestro país y
un bumerang y retorna verdadera de La
nosotros mismos.
para golpearnos duro. justicia.
Muchas
gracias po
r
su atenció
n

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