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Trabajo Administrativo Completo
Trabajo Administrativo Completo
Estado y economía
Conforme a la organización política estatal y a su sistema político, será la
organización económica.
Economía y organización política del Estado.
A los sistemas de gobierno se los clasifica tradicionalmente en democráticos y
autocráticos. Dentro de los sistemas democráticos encontramos al régimen
democrático liberal y al régimen democrático social. En rigor los sistemas
políticos, se conforman a partir de la concepción del hombre y del universo.
Son el producto intelectual de grandes pensadores, condicionados
históricamente por las realidades políticas y sociales. Así, se dice que en el
Ensayo del gobierno civil de Locke se define al liberalismo; en el Contrato
Social de Rousseau, se perfila a la democracia y en el Leviathan de Hobbes, se
caracteriza a la autocracia.
En términos de derecho, los sistemas políticos responden a equivalentes
sistemas jurídicos: , "Estado de derecho, "Estado social de derecho", y "Estado
colectivo de derecho", con sus correspondientes axiologías jurídicas ("justicia
conmutativa", y "justicia distributiva", "social" o "legal").
El derecho no es sólo un conjunto normativo, como lo entiende el régimen
liberal, no es solamente la ley. El derecho debe responder a los valores
jurídicos de justicia y libertad, en el marco de un Estado democrático,
humanista y personalista. El derecho debe reencauzarse para ir al encuentro
de los objetivos de la comunidad política, sirviendo a los intereses nacionales.
Derecho y Economía:
Si la Economía puede definirse como la ciencia de las elecciones humanas (en
la distribución de recursos escasos o en la selección de fines alternativos), el
Derecho ha de considerarse la principal herramienta orientadora de las
distintas opciones a disposición de los agentes económicos, pudiendo desde
proscribirlas, o sujetarlas a infranqueables límites, hasta incentivarlas y
ampararlas con su cobertura formal protectora. Bien sea con alternativas de
restricción o de estímulo, apenas puede señalarse una decisión económica no
mediatizada por múltiples normas jurídicas, tanto si nos fijamos en las
operaciones de los sujetos privados (consumidores y empresas), como si
analizamos las intervenciones del poder público, en sus proyecciones
legislativas y ejecutivas, principalmente.
Existen manifestaciones de la actividad económica privada menos
determinadas por el Derecho, pero sólo fuera de sus límites, como sucede con
las empresas prohibidas (aunque no por ello del todo eliminadas de la realidad)
o con aquellas huérfanas de una regulación precisa. Claro ejemplo de las
primeras (comportamientos contra las leyes) es el tráfico de estupefacientes, y
de las segundas (en los extremos de la ley) la prostitución.
La economía sumergida representaría también una manifestación de conducta
al margen de la ley, deliberadamente apartada del respeto de las normas, para
evitar sus repercusiones traducidas en costes (fiscales, derechos laborales) o
en controles administrativos dirigidos a proteger intereses públicos de todo tipo
(sanidad, seguridad).
Dejando a un lado estos supuestos patológicos de vulneración —analizando la
mayoría de las decisiones económicas de los sujetos privados— nos
encontramos con el condicionamiento general de los oferentes y los
demandantes. Las empresas, sujetas a reglas sobre todo el proceso de
producción, distribución y comercialización de sus mercancías, desde las
normas técnicas de fabricación, empaquetado y etiquetado de los productos,
hasta las aplicables a su transporte o la publicidad a la hora de venderlos. Y los
consumidores, afectados por limitaciones en cuanto a la oferta o la información
disponible, dependiendo sus elecciones del número de productos y de servicios
ofertados (en algunos casos en régimen de monopolio u oligopolio), de los
precios (a veces intervenidos), y de las garantías de calidad y seguridad
recibidas.
Las intervenciones económicas del poder público también se ven
condicionadas por reglas competenciales, procedimentales y sustantivas (de
protección de los derechos de las personas). En las normas encontramos la
contestación a las preguntas de quién debe tomar determinada decisión (las
Cortes, el Gobierno, una Comunidad Autónoma, un Ayuntamiento, un Juez o
Tribunal), cómo debe tomarse (el procedimiento a seguir hasta un
pronunciamiento concreto), y dentro de qué límites de necesario cumplimiento
deben adoptarse las respuestas a cada situación económica. Así, podemos
decir que prácticamente cada acto del Estado con repercusiones económicas
se encuentra intensamente juridificado, esto es, subordinado al respeto de un
gran número de previsiones constitucionales, docenas de leyes y cientos de
reglamentos.
Tal multitud de normas, y muchos principios también a respetar, nos
demuestran el interés y la importancia del Derecho para la Economía.
Las instituciones políticas y jurídicas son condiciones previas del sistema
económico, dependiente de ellas. Todas las operaciones empresariales de
cierta envergadura requieren un detenido análisis del contexto jurídico para su
adopción, y ni la ejecución de la política económica ni las concretas
intervenciones administrativas pueden llevarse a cabo prescindiendo del marco
constitucional y de la distribución de poderes y funciones entre las distintas
autoridades políticas y administrativas: Cortes Generales, Gobierno,
Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Consejo, Comisión o Banco Central
Europeo.
En todos estos centros de decisión (como en las empresas) colaboran
activamente economistas y juristas, manejando a la hora de adoptar sus
políticas argumentos jurídicos y económicos. No es extraño por ello que se
emplee el análisis económico del Derecho como uno de los métodos de
aproximación a las instituciones jurídicas. La perspectiva económica, desde el
punto de vista de la asignación eficiente de los recursos, puede enriquecer las
decisiones jurídicas, tanto de contenido regulador como de aplicación de las
normas; por eso los juristas deben tener muy en cuenta la Economía. Y los
economistas también deben estudiar Derecho, por sus repercusiones sobre el
sistema económico.
¿Qué se entiende por derecho administrativo económico?
Una materia que es objeto de gran desarrollo en nuestros días y promete serlo
aun mas, es la de “Derecho Administrativo de la Economía”. En realidad, el
Derecho económico ha existido siempre. El Derecho de propiedad es un
Derecho básico de toda la Economía, incluso de la del Estado. Pero no es en
este sentido tan amplio que debe entenderse el Derecho Administrativo de la
Economía. Se limita el concepto a la función del Estado en la economía, sea la
función reguladora de la economía privada sea la de los emprendimientos
económicos directos del Estado. En otras palabras más precisas, las formas
administrativas de la intervención del estado de la economía, sea en la función
reguladora de la economía privada sea la de los emprendimientos económicos
directos del Estado. En síntesis, la economía enfocada desde el punto de vista
del Estado o, en otras palabras más precisas, las formas administrativas de la
intervención en la economía.
Debemos recordar que el Derecho administrativo consiste en rigor en las
normas que regulan la ejecución de la ley por órganos llamados ejecutivos y
solo por extensión del concepto se comprende las leyes ejecutadas por tales
órganos. Estas diferentes leyes en materia económica (monetaria, industrial, de
la energía, etc.) deben ser objeto de estudios especiales, no solo porque no
caben en un marco de compendio del derecho administrativo sino porque a
este interesa solamente cuales son los órganos y las formas administrativas de
ejecución de dichas leyes. Hay también una razón metodológica para dicha
discriminación, y es la de que las leyes de fondo pueden cambiar y cambian en
efecto con frecuencia, de modo que su estudio en particular puede resultar
inútil, tanto que su ejecución por la Administración obedece a categorías
formales invariables, como l son el grado de intervención, la clase de órganos
de ejecución, centralizados o descentralizados, etc.
Las diversas fases de la intervención estatal en la economía.
El problema de la intervención estatal en la economía suele ser tratado in
abstracto, en tanto en la ciencia económica como en la política, sin tener en
cuenta la gran variedad de formas y grados de intervención que pueden ser
decisivos según sean las especiales condiciones de desarrollo, de sistema de
vida, de tecnología, de ideología, de cada país en particular. NO es lo mismo ni
está sometida al mismo régimen jurídico la función pasiva en que el Estado
solo protege o regula la economía privada y a activa en que el mismo asume el
rol de empresario. Hay entre una y otra forma de intervención diversos tipos de
administración que reflejan progresivos grados de intervención que van desde
las fundaciones de estimulo de la economía privada hasta la empresa pública
bajo el régimen de monopolio. La relevancia de cada una de estas formas
administrativas de intervención, es tal que su generalización o predominio
basta para caracterizar el sistema económico en un estado y un momento
histórico determinados.
Intervención económica del Estado.
a) De la Presidencia de la República
No se incluye la Secretaria Técnica de Planificación del Desarrollo
Económico y Social”, dependiente de la Presidencia de la República, en
razón de que es un órgano de asesoramiento y los planes propuestos por
el mismo, cuando son aprobados por el Poder Ejecutivo, son de carácter
indicativo para el sector privado, no imperativo.
b) Del Ministerio de Hacienda
Banco Central del Paraguay, creado originalmente por Decreto Ley Nº18
del 25 de marzo de 1952, actualmente regido por Ley 189/95, entidad
autónoma y autárquica cuyas atribuciones en materia monetaria, crediticia
y bancaria lo erigen en el principal órgano de regulación de la economía
nacional, como ya lo hemos destacado también.
La comisión nacional de Valores, que por disposición de la Ley 1284/98
regula la oferta pública, la bolsa de valores y las casas de bolsas.
c) Ministerio de Industria y Comercio
A parte de las funciones de fomento mencionadas, tiene facultades de
regulación muy importantes como la de “fijar, con la colaboración de otros
organismos del Estado y/o privados, las normas técnicas industriales, las
especificaciones y demás condiciones a las que serán sometidas las
materias primas y artículos manufacturados” y la de “poner en ejecución,
en casos de emergencia declarados por el poder ejecutivo, las medidas
necesarias para el normal abastecimiento de materias primas, productos
intermedios y artículos terminados, de producción nacional o extranjera”
(Ley 904/63 ya citada). Estas atribuciones fueron ampliadas con otras aun
mas especificas y enérgicas, como las de formular la lista de artículos y
productos que serán objeto de fijación de precio o márgenes de utilidades;
prohibir o limitar la exportación de cualquier clase de articulo o producto
nacional, como así mismo la reexportación de mercaderías; aplicar multa,
comiso y clausura por infracciones a la ley y sus reglamentaciones” (Ley
Nº 561/72). No se incluye el Instituto Nacional y Normalización cuyas
funciones son de investigación, preparatorias de las resoluciones que
podrá adoptar el Ministerio en materia arriba indicada (Ley 2575/05).
d) Del Ministerio de Obras Publicas y Comunicaciones
Comisión nacional de Telecomunicaciones, creada por Ley 642/95 como
entidad autárquica con personería jurídica de derecho público,
encargada de la regulación de las telecomunicaciones nacionales. Las
relaciones de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones con el Poder
Ejecutivo se realizaran a través del Ministerio de Obras Publicas.
Ente Regulador de Servicios Sanitarios del Paraguay (ERSSAN), creado
por Ley 1614/00 como entidad autárquica, con personería jurídica,
dependiente jerárquicamente del Poder Ejecutivo, y que tiene por
finalidad regular la prestación del servicio de provisión de agua potable y
alcantarillado, supervisar el nivel de calidad y de eficiencia del servicio,
proteger los intereses de la comunidad y de los usuarios, controlar y
verificar la correcta aplicación de las disposiciones vigentes en lo que
corresponda a su competencia. El Ministerio de Obras Publicas es el
responsable del establecimiento de la Política del sector de servicios
sanitarios.
e) Del Ministerio de Justicia y Trabajo
Sub-secretaria de Trabajo y Seguridad Social, dependiente del
Ministerio, creado por Ley Nº 8421/91 con la atribución principal de
“Cumplir y hacer cumplir… las disposiciones laborales vigentes en la
Nación que correspondan a la Autoridad Administrativa según los
términos del Código de Trabajo”.
El Estado Empresario
Bajo las dos formas precedentes la actividad económica sigue en manos de
empresas privadas y el Estado no hace más que promocionarla o controlarla.
Bajo una forma más avanzada el Estado se convierte en empresario. Esto no
quiere decir que los medios de control no lleguen eventualmente a ser muy
enérgicos y embarazosos, como la fijación de tasas de interés, de precios y de
salarios, pero una cosa es que el Estado actué como árbitro o simple animador
y otra muy distinta que se convierta en protagonista de la actividad económica.
Dejando de lado la cuestión de la aptitud de la administración pública para
emprendimientos económicos lo que no es objeto de estudio nos limitaremos a
examinar los problemas jurídicos que ello comporta.
Marco Constitucional
Si exceptúan las concesiones de servicios públicos otorgados bajo la vigencia
de la Constitución del 1870, que fueron varias aunque no previstas en la
misma: ferrocarril central, servicios portuarios, energía eléctrica en la capital y
teléfono, no hubo otra empresa pública de importancia en dicho periodo.
La del 1940 la hizo posible con una disposición extraordinaria, la del Art. 15 que
decía: “El Estado podrá nacionalizar, con indemnización, los servicios públicos,
y monopolizar la producción, circulación y venta de artículos de primera
necesidad” es sumamente elástico y lo que se dice de los “artículos” cabe
también respecto a los “servicios”, la disposición constitucional abría la
posibilidad de una socialización o estatización progresivas, de suerte que bajo
el régimen fue creada gran parte de las empresas publicas tales como: APAL
en 1941, COPACAR en 1944, FLOMERE en 1945, ANDE en 1948, LATN en
1951, CORPOSANA en 1954, Ferrocarril Central C. A. López en 1961.
La Constitución solo incidentalmente se refiere a la posibilidad de creación de
empresas públicas: la disposición del Art.112 que al declarar del dominio del
Estado “los hidrocarburos, minerales, sólidos, líquidos, y gaseosos que se
encuentren en estado natural en el territorio de la República”, prevé que “El
estado podrá otorgar concesiones a personas o empresas públicas o privadas,
mixtas, nacionales o extranjeras, para la prospección, la explotación, la
investigación, el cateo o la exploración de yacimientos por tiempo limitado. La
ley regulara el régimen económico que contemple los intereses de los Estado,
los de los concesionarios y los de los propietarios que pudieran resultar
afectados”.
¿Cuáles son los “recursos naturales de dominio del Estado”? La disposición
constitucional no lo dice, pero puede colegirse de disposiciones legales que lo
definen, como la del Art. 1898 del Código Civil, modificado por ley 2559/05,
tantas veces citado que declara del dominio público “los ríos y todas las aguas
que corren por sus cauces naturales, estos mismos, así como las aguas
subterráneas”, los que deberían agregarse los bosques imprescindibles para la
conservación de las condiciones ecológicas vitales que la Ley Forestal Nº
422/73 define pero no los protege debidamente. La declaración legal de que
son recursos naturales del dominio del Estado cabria perfectamente dentro de
las limitaciones del derecho de propiedad permitidas por la Constitución en el
Art. 109 que dice: “se garantiza la propiedad la propiedad privada, cuyo
contenido y limites serán establecidos por la ley, atendiendo a su función
económica y social, a fin de hacerla accesible para todos”.
Empresas públicas
La creciente intervención del Estado en la actividad económica provocó
consecuentemente el desarrollo de la empresa pública, aunque el uso de su
denominación sea indiscriminado, para designar tanto a las empresas del
Estado propiamente dichas como a las empresas del sector público de la
economía.
Alcances
Cabe determinar, en primer término, en cuanto a los sujetos, si la empresa
pública comprende únicamente las empresas de propiedad exclusiva del
Estado (concepto limitado), o también las sociedades mixtas y hasta las
sociedades privadas administradas o controladas por el Estado (concepto
amplio), y en segundo término, en cuanto a la actividad, si están incluidas en tal
concepto las empresas dedicadas con fines de servicio público o si únicamente
lo están las empresas con finalidades económicas, es decir, comerciales e
industriales, en una palabra, de lucro.
Concepto y elementos.
Las empresas del Estado constituyen otra modalidad de empresa pública. Son
entidades estatales descentralizadas que realizan actividades de índole
comercial o industrial, organizadas bajo un régimen jurídico mixto,
semiadministrativo, y regidas alternativamente por el derecho público o por el
derecho privado, según la naturaleza de sus actos.
Régimen legal de la empresa publica
La empresa pública debe ser creada por ley, en razón de que su creación
implica la asignación de un nuevo cometido a la administración y también
porque su funcionamiento requiere la provisión de recursos que solo el Poder
Legislativo puede establecer. Podría o hacerlo el Poder Ejecutivo con
autorización legislativa, como ocurre en PETROPAR.
No existe en nuestro país un estatuto general para las empresas públicas. Hay
si cierta uniformidad en la organización, resultante de haber sido tomada como
modelo la ley orgánica de algunas de ellas. Esta uniformidad se manifiesta en
su caracterización jurídica como “entidad autárquica, con personería jurídica y
patrimonio propio”. De estas notas calificativas, la personalidad jurídica es sin
duda la fundamental, porque es mediante ella que la empresa puede no solo
tener patrimonio, sino capacidad general para contratar, asumir
responsabilidad, contar con recursos y presupuesto propio que a su vez
permite evaluar los resultados de su actividad económica, lo mismo que en una
empresa privada. Hay también uniformidad en la organización, con una
dirección colegiada (consejo o directorio) y órgano ejecutivo (presidente o
gerente).
La señalada afinidad de la empresa pública con la privada no significa identidad
de régimen jurídico. Hasta donde es posible hacer distinciones, la empresa
pública se rige en principio por el Derecho público que es su ley organiza y
dentro de esta marco por el Derecho privado. Las normas de Derecho público
que les son aplicables comprenden especialmente las relativas a la
contratación, presupuesto y rendición de cuentas. En tanto que las empresas
privadas se rigen en principio por el Derecho privado, con las reglamentaciones
y limitaciones de Derecho Público.