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ESPACIO: CONVIVENCIA ESCOLAR Y INCLUSIÓN EDUCATIVA

PROF. Y LIC. MARÍA KAREN LEO

EJE 1: CONVIVENCIA ESCOLAR: HACIA UNA PEDAGOGÍA HUMANIZANTE

INICIO

¡Bienvenidas estudiantes!
Como ya sabemos, la pandemia del coronavirus, nos obligó a cambiar muchas de nuestras prácticas
habituales de estudio. Esto implica que, la educación puede darse de manera sincrónica y asincrónica.

Lo que tenemos como certeza, es que esta situación nueva nos demuestra que la educación es un
fenómeno social, histórico, complejo y dinámico. Y por lo tanto, no permanece ajeno ni inmutable a
esta crisis mundial que estamos viviendo.

Les damos la bienvenida a conocer este espacio de definición institucional CONVIVENCIA


ESCOLAR Y INCLUSIÓN EDUCATIVA, una asignatura que tiene por objetivos que puedan:

 Analizar, conocer, profundizar, dialogar, material bibliográfico especializado que permita ir


formando un marco conceptual de referencia que vincule los conceptos trabajados.

 Promover el razonamiento reflexivo, la creación de vínculos saludables y la generación de


actitudes y valores positivos desde el ámbito educativo.

 Saber diferenciar conflictos y brindar herramientas para su resolución en ambientes educativos.

 Entender los conceptos claves relacionados con la inclusión educativa

 Informar sobre algunos los diagnósticos que necesiten inclusión educativa.

 Apreciar la diversidad y complejidad de necesidades, así como la variedad de servicios a fin de


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crear estrategias mediadoras y optimizadoras.

 Desarrollen un pensamiento crítico y reflexivo para comprender y operar en la enseñanza.

En cada clase habrá actividades semanales que nos permitirán mantener una comunicación muy
fluida y acompañarlas mejor en este proceso de aprendizaje. Su participación en las actividades
propuestas será lo que nos permita registrar su asistencia semanal.

Luego de cada eje presentarán los trabajos prácticos integrativos, que los enviarán por los canales
de comunicación acordados, ya sea por plataforma y/o bien a mi correo electrónico
prof.karenleo@gmail.com.

Desarrollo de la clase: presentación de la asignatura

Para comenzar nuestro recorrido en la asignatura CONVIVENCIA ESCOLAR YINCLUSIÓN


EDUCATIVA, me parece importante anticiparles la estructura conceptual de la materia, es decir, qué
saberes nos proponemos abordar. Recuerden que esta materia es cuatrimestral.
Para conocer un poco más sobre la materia les comparto el primer eje y los contenidos:

EJE 1 CONVIVENCIA ESCOLAR: HACIA UNA PEDAGOGÍA HUMANIZANTE

1.1 Educar entre todos: familia y escuela.


1.2 La resignificación del rol docente.
1.3 El aula de hoy frente a la diversidad.
1.4 Cómo ayudar a la Infancias de hoy. Aproximación con la Educación Emocional.
1.5 Aproximación a la mediación Escolar.

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El presente espacio de definición institucional tiene como finalidad contribuir a la convivencia
escolar y generar vínculos saludables entre pares. Brindar herramientas en la prevención, mediación y el
abordaje de situaciones conflictivas áulicas, ya sea para disminuir la frecuencia de conflictos o bien para
saber identificar los mismos, y realizar una estrategia adecuada.
Por otro lado, profundizar la inclusión educativa como el proceso de identificar y responder a
la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el
aprendizaje, las culturas y las comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación. Dicha inclusión se
basa en el principio de que cada niño/a tiene características, intereses, capacidades y necesidades de
aprendizaje distintos y deben ser los sistemas educativos los que están diseñados, y los programas
educativos puestos en marcha, teniendo en cuenta la amplia diversidad de dichas características y
necesidades. Por lo tanto, el sistema educativo debe dar respuesta a toda la gama de necesidades
educativas en contextos pedagógicos escolares y extraescolares.
El propósito de la Educación inclusiva es permitir que los docentes y las/os estudiantes se
sientan cómodos ante la diversidad y la perciban no como un problema, sino como un desafío y una
oportunidad para enriquecer el entorno de aprendizaje.
La buena convivencia escolar y la inclusión de esta unidad curricular en el tercer año de la
carrera responde a la articulación intrínseca del diseño curricular y a las demandas concretas de la
población docente que, conociendo las características del sujeto y su aprendizaje, se plantea una
resignificación del rol docente frente a los diversos requerimientos del alumnado, sus familias y los
distintos contextos.
Plantea el reconocimiento de las diferencias y el respeto a la diversidad, asegura el
cumplimiento del principio de equiparación de oportunidades, como un aspecto de enriquecimiento.
Además, se informará sobre algunos diagnósticos que necesitan inclusión educativa,
estrategias áulicas, adaptaciones y generalidades de cada uno.

DESARROLLO 1° CLASE

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EJE 1: CONVIVENCIA ESCOLAR: HACIA UNA PEDAGOGÍA
HUMANIZANTE

https://www.lavoz.com.ar/videos/liliana-gonzalez-me-imagino-una-escuela-que-chicos-tengan-ganas-de-ir/

1- EDUCAR ENTRE TODOS: FAMILIA Y ESCUELA.

La escuela de hoy es el fruto de una construcción histórica de hombres y mujeres. Como toda
construcción es susceptible de ser mejorada, transformada, reciclada, vuelta a hacer, etc. Es muy común
confundir educación con escuela. Nunca la escuela fue el lugar monopólico de la educación. Otras
instituciones transmiten valores, forman identidades.
La familia en primer lugar, el barrio, la cultura en la que estamos insertos, los medios de
comunicación, etc. Aunque a veces no estemos de acuerdo con los valores que transmiten, igual lo hacen
y a veces con más peso que los de la escuela.

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Es en las familias donde se inicia la socialización primaria. Los padres y madres transmiten a puro
ejemplo y trabajo, hábitos, rutinas, normas acerca de lo que está bien o mal, valores como el respeto, la
franqueza, la solidaridad, el reconocimiento del otro como semejante. Esos saberes no eruditos, no son
innatos. Se enseñan, se aprenden y por ser en los primeros años de la vida son muy fuertes, difíciles de
revertir.
El recién nacido es un ser amoral, sin ética, sin la menor idea de lo que está bien o mal. Es a pura
función materna y paterna, a puro amor y límite donde va aprendiendo tiempos y espacios, hábitos,
modales, rutinas, esto no se hace, esto no se dice, no pegues, no muerdas, presta los juguetes, no grites, no
mientas, etc., etc.
Para que ese trabajo llegue a un buen resultado hacen falta padres en tiempo y forma. Hoy la familia
está en crisis. Mucho tiempo para el trabajo, poco para los hijos. Soledad. Orfandad. Narcisismo. El amor
está en problemas. Criados a la buena de las pantallas, hiperenchufados, transitando una infancia donde lo
virtual tiene más peso que lo demás. Están llegando a la escuela chicos y chicas no educados, sin límites y
sin conciencia del otro como semejante. Ahí empiezan los problemas. Si el/la otro/a no es un/a semejante
“lo/a puedo” agredir, humillar, golpear, burlar, discriminar, aislar. Si no pudo la familia, la escuela queda
como el último lugar posible de socialización y humanización.

2- LA RESIGNIFICACIÓN DEL ROL DOCENTE

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Sólo se puede ver correctamente con el corazón;

lo esencial permanece invisible para el ojo.

Antoine de Saint-Exupéry, El principito.

En aquel libro maravilloso del Principito y particularmente en la frase citada, puede verte lo

importante que son las emociones en la vida. Una de las definiciones con las que más me identifico es

“las emociones son como estados psicobiológicos que brindan información y energía existencial, y

afectan profundamente el desempeño personal”. (Malaisi, L. 2011, p 59). Puede observarse lo

importante de entender que son estados lo que significa que duran un tiempo determinado según lo que

pensamos, nos brindan información de aquello que estamos sintiendo y pensando, y además son

fuente de energía para accionar. Y sin lugar a duda nos interpelan todo el tiempo y en cada cosa que

hacemos. Si escuchamos nuestro corazón encontraremos nuestro camino (que es único), obtendremos

el coraje suficiente para vencer los miedos y las fuerzas para levantarnos cuando caigamos, en él

siempre están las respuestas que necesitamos.

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A lo largo de los años de docencia universitaria, luego de haber transcurrido por diversas

situaciones áulicas tales como; mesas de exámenes, exposiciones orales, dictado de clases, trabajos

prácticos grupales, entre otras tareas. He observado la importancia de aprender a identificar y

gestionar las emociones tanto para nosotros como profesores y alumnos.

Antes el aula era un lugar para conocer muchas cosas de las que no nos podíamos enterarnos en

otra parte, íbamos en búsqueda de información, compartíamos teorías, enseñábamos paradigmas. Sin

embargo, hoy en el aula, el estudiantado recibe información de múltiples fuentes, siendo internet la

principal enciclopedia, debido a los avances tecnológicos y al desarrollo avanzado de los medios

digitales, los cuales ofrecen la más amplia información del mundo, con formatos atractivos y sobre

todo la posibilidad de consultarla permanentemente.

La realidad es que la revolución informática influyó enormemente y nos genera nuevos

desafíos para el rol docente. Se vuelve necesario ayudar ante la sobreinformación, a diferenciar de

forma crítica los contenidos y seleccionar responsablemente lo que accedemos y hacemos en línea. La

verdad es que una computadora no puede dar valores éticos, puede dar contenidos, pero no le puede

enseñar al alumno a seleccionar críticamente y a razonar. Como docentes se resignifica nuestro rol ya

que nos genera un gran desafío generar espacios de interacción, donde se desarrollen las competencias

socio emocionales, crear empatía, realizar experiencias emocionales significativas, motivadoras,

movilizadoras, cautivadoras, para que puedan vivenciar con los otros y aprender a identificar y

gestionar emociones.

Apoyando lo anteriormente dicho, Delors (1996) menciona que en el informe de la UNESCO de

la comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI, intenta poner fin a la visión tradicional

de educar sólo para la adquisición de conocimientos priorizando los aprendizajes científicos y técnicos,

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e instala un nuevo paradigma que amplía el concepto de aprendizaje, sumando al aprendizaje de

competencias socio-emocionales las cuales requieren y exigen de una Educación Emocional. Señala

cuatro pilares de aprendizaje en la Educación los cuales son:

Señala 4 pilares de aprendizaje en la Educación:

1. Aprender a conocer

2. Aprender a hacer

3. Aprender a vivir juntos con los demás (convivir)

4. Aprender a ser

Aprender a convivir implica el desarrollo de las habilidades emocionales y sociales como: la

empatía, la gestión emocional, las habilidades comunicacionales, la tolerancia, la autoestima, entre

otras. Convivencia y habilidades socio-emocionales van de la mano, se han realizado numerosos

estudios en grupos de estudiantes donde hay muchos problemas de convivencia, y han evidenciado un

déficit en el desarrollo de muchas de estas habilidades. No existe convivencia sin estas competencias.

Así mismo la Organización Mundial de la Salud plantea que es necesario el desarrollo de “las

habilidades para la vida” y por lo tanto desde el 2004 se pone en marcha el Programa Nacional de

Mediación Escolar, teniendo como objetivo desarrollar en el ámbito educativo diez habilidades para la

vida de las cuales seis son habilidades emocionales y sociales según la OMS en promoción de la salud

específica.

Las habilidades para la vida propuestas por la OMS son las siguientes (las subrayadas son

habilidades emocionales):

1. Capacidad de tomar decisiones.


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2. Habilidad para resolver problemas.

3. Capacidad de pensar en forma creativa.

4. Capacidad de pensar en forma critica.

5. Habilidad para comunicarse en forma efectiva.

6. Habilidad para establecer y mantener relaciones interpersonales.

7. Conocimiento de sí mismo.

8. Capacidad para establecer empatía.

9. Capacidad para mejorar las propias emociones.

10. Habilidad para manejar las tensiones y el estrés.

Tradicionalmente, la educación formal se ha centrado en el desarrollo cognitivo de los

estudiantes menospreciando los aspectos emocionales. Sin embargo, las investigaciones recientes en el

campo de la neurociencia están demostrando que las emociones son imprescindibles en los

procesos de razonamiento y toma de decisiones, constituyen la base de la curiosidad y la atención

y, en definitiva, son determinantes en los procesos de aprendizaje.

El autor Guillén (2019) en su artículo menciona que el cerebro emocional es el responsable de

la creatividad, motivación y favorece la acción. Y los programas de educación emocional son capaces

de cambiar nuestro cerebro a través de la plasticidad cerebral. Por lo tanto, podemos afirmar que las

emociones son el “interruptor de prendido/apagado del aprendizaje”, influyen facilitando o

dificultando el aprendizaje.

La dimensión emocional es lo que motiva al ser humano y la motivación es, a su vez, la

condición de la constancia que se requiere para la consecución de objetivos a largo plazo y la

realización de los sueños que tenemos en la vida. Las emociones nos ayudan a apreciarnos, a apreciar a

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los demás y, en general, a apreciar el mundo que nos envuelve para así dotar de sentido y significado a

la vida.

Es sumamente importante entender que ningún contenido está libre de emociones porque

toda persona es un ser emocional. Las emociones nos influyen en todo, lo que hacemos, también en

la forma como valoramos nuestra realidad: facilitan que estemos motivados, permiten adaptarnos a las

situaciones y favorecen que actuemos mejor al comprenderlas y expresarlas.

Seguramente todos recordamos nuestro primer final de la facultad, la primera vez que leímos en

público, el primer trabajo práctico grupal, donde había que ponerse de acuerdo y cuando esto nos llega

a la memoria no solo viene el pensamiento, la imagen de ese momento, sino también empezamos a

sentir esas emociones que seguramente pueden haber sido para algunos; ansiedad, miedo, alegría, enojo

o tal vez tristeza.

Tomando al autor Goleman (1997) quien estudió la inteligencia emocional define a la misma

como; “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de

manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones”. Su análisis arroja cinco

habilidades emocionales: autoconocimiento, autorregulación, automotivación, empatía y habilidades

sociales.

Considerando lo anteriormente dicho, un psicólogo y escritor argentino Lucas Malaisi presentó

un Proyecto de Ley de Educación Emocional en varias provincias del país. Como así también en

Cámara de Diputados y Senadores de la Nación Argentina. Este proyecto de Ley tiene como objetivo

principal desarrollar mediante la enseñanza formal cada una de las habilidades emocionales

(Conocimiento de si mismo, autorregulación emocional, motivación, empatía y habilidades sociales)

mediante la Educación Emocional, para alcanzar una mejor calidad de vida para todos los ciudadanos.
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La Educación Emocional según Malaisi (2011) es susceptible de ser definida desde varias

perspectivas. Una de ellas, considerando su causa final (a lo que apunta) sería: “Una estrategia

educativa de promoción de la salud que tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de las personas a

partir del desarrollo de habilidades emocionales”. Si nos focalizamos en las acciones y las personas

implicadas, otra definición sería: “Es el proceso de enseñanza de las habilidades emocionales

mediante el acompañamiento y apuntalamiento de la persona en el ejercicio y perfeccionamiento de

las mismas”.

De hecho, la educación emocional es una forma de prevenir muchos problemas futuros,

entre ellos el fracaso escolar y posterior abandono, porque permite educar el afecto desde las primeras

etapas de la vida, de manera que estas actitudes positivas se mantengan y posibiliten superar las

dificultades, tener una actitud positiva ante la vida y ante sus propias limitaciones.

Un dato importante es que sería ideal que la educación emocional se desarrolle desde

temprana edad, porque la forma de gestionar las emociones se aprende desde los primeros

años. Siempre se pueden reeducar las emociones, pero será más complejo cuanto más esperemos.

Algunas competencias emocionales que fortalecen frente a las dificultades en el aprendizaje o

frustración escolar previniendo así el abandono escolar, stress universitario, bloqueos cognitivos entre

otros son:

 La motivación: es la capacidad de actuar y persistir en una tarea hasta alcanzar

el objetivo. A menudo los niños y los jóvenes expresan esta desmotivación con frases

como “no voy a poder”, “esto es muy difícil”, “ya estoy cansado”, etc. La educación

emocional permite gestionar estos sentimientos y transformarlos en otros más

adaptativos que les hagan sentirse capaces, de manera que sus pensamientos se enfoquen
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hacia el beneficio de saber que: “puede lograrlo” y que si bien “es difícil con esfuerzo

puede conseguirlo”.

 La autoestima: es la forma como nos vemos a nosotros mismos. La autoestima

baja provoca emociones y pensamientos como “no valgo para esto”, “no soy lo bastante

listo”, “no lo voy a conseguir”. Estas emociones harán que el niño y/o el joven no se

esfuerce o tienda a equivocarse sin poner remedio, esperando la confirmación de esas

ideas. Mediante la educación emocional aprenden a valorarse a sí mismos, a creer en sus

posibilidades, a sentirse capaces y superar las adversidades.

 La tolerancia a la frustración: Es algo natural que debe educarse a medida que

van encontrándose obstáculos y los van superando. Generalmente los niños y/o jóvenes

sienten rabia y abandonará, pensando “es injusto”, “es demasiado difícil”, “ya no quiero

intentarlo más”. La educación emocional apuntará a que dediquen su energía a

solucionar el problema, pensando ¿“cómo puedo arreglarlo?” “qué puedo hacer

para mejorar la próxima vez?

 La autonomía: Los niños y jóvenes con baja autonomía sienten que no son capaces de

hacer las cosas por sí mismos. Es necesario que aprendan a creer en sus propias

posibilidades y a disfrutar de sus logros, de manera que desean tener mayor autonomía y

esa actitud los lleva a pensar “voy a hacerlo solo”, “lo voy a conseguir”.

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3- EL AULA DE HOY: EL DESAFÍO DE LA DIVERSIDAD

Hay una geografía del aula: los/as del frente, los/as del fondo, los/as desatentos/as, los/as
revoltosos/as, los Jaimitos, los/as adoradores/as de la luna de Valencia, los/as responsables, los/as
silenciosos/as, los/as obsesivos/as, los/as buscadores/as de afecto, los/as transgresores/as, los/as
aislados/as, los/as lentos/as, los/as discriminados/as.
¿Cómo no pensar en la diversidad? Cada niño/a llega con su capital cultural . Cada organización
social pone al niño o a 4 la niña en familiaridad con determinados contenidos. Si se los/as desconoce
seguramente se elegirán contenidos y actividades no significativos o no acordes a la dimensión
cognoscitiva, por lo que tarde o temprano aparecerán las dificultades que con el tiempo serán atribuidas a
cuestiones personales, familiares o sociales sin hacerse cargo de lo que se construye en el interior del
aula. Es decir, haremos de la diferencia un problema de aprendizaje.
Las diferencias individuales deben valorarse en el trabajo cooperativo, en la construcción grupal del
conocimiento en la que cada quien contribuirá con sus preguntas, sus saberes, sus dudas, sus recursos, sus
estrategias.
Aprenderán a escuchar y escucharse, a tolerar distintas posiciones, a tomar decisiones, a resolver
situaciones problemáticas. Los/as docentes no discriminan intencionalmente, pero lo hacen cuando
trabajan con un mismo estímulo, pretendiendo que todos/as aprendan lo mismo y evaluando según los

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mismos parámetros. Quiero decir que las variables sociales y culturales no deben ser consideradas como
algo externo al aula, sino que debe ser incorporada al proceso. Producir situaciones en que los/as
alumnos/as se enfrenten a ópticas distintas, a recursos distintos y puedan resolver situaciones
cooperativamente. La sociedad es heterogénea y eso atraviesa la institución escolar. Decir “mientras más
igual tanto mejor” es propio de una cultura exitista y por lo tanto obturadora de la posibilidad de
promover una sociedad pluralista.
Para el niño y la niña la escuela puede ser un lugar para ir a buscar: conocimiento re-
conocimiento,amigos/as,cumplir con un ideal familiar,un plato de comida. Para la escuela, el niño y la
niña deben obtener: aprendizajes placenteros, competencias académicas, socialización, valores,
preparación para la vida y el trabajo,un plato de comida.
Por eso hablar de igualdad en educación es riesgoso porque se corre el peligro de anular las
diferencias, las distintas posiciones del/a estudiante frente al conocimiento, posiciones que obedecen a su
historia personal dentro de su particular contexto social. Pensar la escuela común como un lugar que
recepta niños/as "normales" sin ningún tipo de problemas, es una ficción.
En cualquier aula, de cualquier colegio está la diversidad. Capacidades y discapacidades de todo
tipo se mezclan en un grado y el/la maestro/a tiene que vérselas con ello.
Niños/as diagnosticados/as, rotulado/as, etiquetado/as pululan por las escuelas interpelando a los/as
docentes con sus particulares síntomas, convocando a la necesidad de trabajar en equipos que
habitualmente no existen.
Muchos ya se sienten impotentes frente a grupos demasiado numerosos, con dificultades
socioeconómicas, emocionales y de aprendizaje en un clima de violencia y desprestigio profesional.
Todos/as, atravesados/as por la crisis, peleándola y resolviéndola según su propia historia, parándose en
el aula como puede y a veces pudiendo muy poco.
Porque no se trata del rol social. Es una función que no la garantiza ni el título, ni el guardapolvo, ni
el perfeccionamiento, ni la asistencia perfecta al lugar de trabajo. Se trata de una posición y una
intervención frente al alumno/a y al hecho de aprender y enseñar. En teoría podríamos decir que su
función es la de mediar entre cada estudiante y el conocimiento, facilitando la construcción del mismo y
la trasmisión de valores. En la práctica, cada docente se para en el aula con su historia personal, donde
estarán las razones de su elección profesional, con su hoy, con sus síntomas. En el aula se produce el
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encuentro de subjetividades. ¿Cómo plantear la diversidad sólo del lado del/a estudiante? ¿Por qué se
confunde tan frecuentemente la atención a la diversidad con la integración de niños especiales al aula
“común”?
Incluir niños/as con discapacidades sensoriales, motoras o intelectuales es otra cosa. Es como un
hermoso sueño compartido por niños/as, familias y educadores/as. En la práctica está trayendo muchas
dificultades. Ubicados en este final de siglo, con el modelo político y socioeconómico que nos sujeta, que
valoriza el tener sobre el ser, el competir sobre el compartir, el individualismo sobre la solidaridad, hablar
de escuelas inclusivas parece una utopía. Hay que luchar con resistencias y fundamentalmente con
prejuicios que a la hora de aproximarnos a la verdad, tenemos que reconocer que son más de los/as
adultos/as que de los/as propios/as niños/as.
Lo diferente, lo deficiente produce efectos de marginamiento, aislamiento, segregación,
negación...Quizás formas de no querer ver en otros/as lo que no soportamos ver en nosotros/as
mismos/as. A todos/as algo nos falta y eso nos iguala como sujetos deficientes en un punto. Como
conducta opuesta a esta, como contracara aparecen tentativas de integraciones forzadas encubriendo un
deseo imposible, el de negar la existencia del déficit o de las diferencias. Habrá niños que podrán
integrarse. Habrá otros que sólo podrán hacerlo por unas horas en actividades específicas. Estarán quienes
no podrán integrarse porque su trastorno se ve favorecido con la implementación de una didáctica
absolutamente especial. ”multiimpedidos” graves trastornos de la personalidad, discapacitados mentales
severos y profundos,discapacitados motores graves.
Esto habla de la necesariedad de la continuidad de la Escuela especial, especialmente preparada
para ellos y que debe dejar de ser el depósito de injusticias para:
★ atender a esos niños cuya integración en la escuela común es imposible;
★ funcionar como un lugar de diagnóstico e intervención temprana;
★ ser un centro de formación, capacitación y apoyo a la escuela común.
Para los niños que pueden ser integrados total o parcialmente a la escuela común es necesario:
★ Un equipo médico-psicopedagógico que realice el diagnóstico preciso de sus capacidades y
dificultades

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★ Un/a maestro/a integrador/a que realice la adaptación curricular, y el acompañamiento-
seguimiento del alumno, el docente y sus padres
★ Un/a docente de grado, que apasionadamente acepte el desafío de la inclusión en su doble
dimensión de proceso de aprendizaje y constitución subjetiva
★ Un/a docente que se resista a forzar integraciones imposibles que llevan al niño al riesgo del
anonimato
★ Un/a docente convencido que educar es educar para la vida
★ Un/a docente que apueste al proceso más que al contenido, que se puede acceder a un
conocimiento por distintas vías.
★ Un/a docente que reconozca que hay distintas formas de evaluar .No se puede evaluar a alumnos
singulares con parámetros generales
★ Un/a docente creativo/a, flexible, innovador/a, crítico/a y reconocido/a. Cualificado/a, y bien
retribuido/a.
★ Un/a docente que además de dejarse interpelar por lo singular y diverso, reconozca en sí mismo/a
la diversidad de transferencias con sus alumnos/as.
★ Un/a docente con una mirada y escucha particular.
★ Un/a docente convencido que se educa más con lo que sé ES que con lo que se SABE.
Un/a docente que sepa de su límite. (como plantea Freud sobre las tres profesiones imposibles : ni
omnipotente, ni impotente. El saber que sí tiene y 5 el que se le escapa.
★ Un/a docente que acepte el desafío del trabajo con padres
★ Un/a docente que llegue a cada uno en sus diferencias, a todos en su dignidad Nada que provenga
de la copia, de la imitación o de la sumisa obediencia ayuda a resolver problemas vitales.
La integración hay que pensarla éticamente. Tiene estatuto de bien común, pero este no siempre
coincide con lo que es bueno para cada uno.
La problemática de la educación para la diversidad en la escuela y los modelos educativos actuales, ha
estado influenciada por las constantes tensiones que se han presentado debido a las diferentes formas
de nominación de la alteridad. El término “diversidad” ha sido objeto de fuertes controversias que han
dado lugar a varios tipos de discursos que indiscutiblemente La problemática de la educación para la

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diversidad en la escuela y los modelos educativos actuales, ha estado influenciada por las constantes
tensiones que se han presentado debido a las diferentes formas de nominación de la alteridad”
educación y Ciudad Diversidad cultural en la primera infancia: un reto educativo en contextos urbanos
han tenido un impacto en los sistemas educativos y particularmente en el lenguaje escolar.

Uno de los desafíos de la educación actual para la primera infancia es la formación docente desde y
para la diversidad, pues los maestros se enfrentan diariamente a la necesidad de encontrar alternativas
de formación que consoliden propuestas pedagógicas, no sólo para el reconocimiento de las minorías,
sino para el establecimiento de interacciones dialógicas que den sentido a la diversidad en el aula

Educar para la diversidad cultural desde la perspectiva crítica, es educar para el cambio social y
estructural que nos conducen a tomar conciencia de las interacciones que mantenemos con los demás y
las condiciones en que éstas se producen. Este conocimiento impulsa la reciprocidad y favorece los
intercambios, haciendo posible los acuerdos políticos y axiológicos necesarios para garantizar mayores
cotas de libertad, igualdad y justicia social. Pero estos acuerdos requieren de una reflexión crítica que
para Bolívar (1992) es ante todo una reflexión discursiva que incorpora criterios ético-morales y que
permite analizar la práctica y fines educativos, las actividades que pueden contribuir a satisfacer las
necesidades y propósitos humanos de justicia-equidad”.

4- CÓMO AYUDAR A LA INFANCIAS DE HOY. APROXIMACIÓN CON LA EDUCACIÓN


EMOCIONAL.

Para comenzar con la temática los invito a que observes el siguiente video:

https://www.youtube.com/watch?v=4DAc1w2Coo8

Reflexionemos todos aquellos conceptos relevantes, al pensar en “LAS EMOCIONES”.

En la actualidad nos toca ser testigos de diversos y profundos problemas sociales: conductas violentas,
delictivas, suicidas, adictivas, depresivas, entre tantas otras, que proliferan como parte de una realidad
desigual que no le es ajena a la mayoría de los rincones de este planeta. Existe una creciente cantidad
de adolescentes con problemas de conducta severos (Trastorno Negativista Desafiante y Trastorno
Disocial del Comportamiento). Se ha registrado un aumento de la depresión infanto-juvenil, y un

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preocupante inicio de la sintomatología a edades cada vez más tempranas. También se observan casos
de niños/as con angustia crónica.

En el ámbito educativo los índices de repitencia y abandono escolar son muy altos. Por si fuera poco,
la fragmentación familiar, la desintegración de las redes de apoyo comunitario, la urbanización, la
inseguridad social, la indefensión aprendida, la inestabilidad económica, la inequidad, la marginación y
la discriminación social, la sobreexposición a la violencia gráfica y a las tecnologías deshumanizantes,
las condiciones de hacinamiento, etc., son factores de este pernicioso círculo vicioso, que a su vez se
combina con cambios valóricoculturales que fomentan el consumismo, el individualismo, el
materialismo, el hedonismo, la masificación, la frivolidad, la búsqueda del placer inmediato y el culto
de la imagen, haciendo cada vez más difícil una adaptación saludable de jóvenes y adultos/as a este
medio hostil, nuestro mundo actual. Así, en un delicado entramado de innumerables variables
interconectadas e interdependientes que afectan a las sociedades, pululan nefastas e impensadas
problemáticas de una complejidad creciente.

En este contexto te invito que reflexionemos lo siguiente: ¿Realmente los jóvenes transgreden más
límites que antes? ¿O es que no tienen consignas ni límites claros? Si prestas atención a los cambios
visibles y comportamentales que describí, vas a darte cuenta que es una cuestión nuestra, de los/as
adultos/as, que estamos fallando como autoridad (guías) y no estamos estableciendo ni sosteniendo –
sobre todo esto último– consignas claras.

Los/as chicos/as actúan en consecuencia nuestra.

El contexto en el que se enseñan y practican las habilidades emocionales es de vital importancia, tanto
como las habilidades mismas. Si queremos brindar una Educación Emocional que les permita a los/as
alumnos/as adquirir las destrezas para reconocer, expresar y gestionar sus emociones, no podemos
subestimar la importancia del clima educativo.

Los/as niños/as, en la etapa de la escuela primaria, son influenciados/as por la relación que establecen
con los/as adultos/as de su establecimiento, especialmente sus maestros/as.

Por tanto, otro aspecto a trabajar en las escuelas es el de las relaciones interpersonales y para ello es
necesario brindar talleres sobre trabajo en equipo, comunicación, resolución de problemas, etc. Vemos
claramente un contexto sin precedentes y difícil para el/la niño/a, quien por otro lado en medio de tales
situaciones carece de espacios para el desarrollo de capacidades emocionales que permitan un sano
crecimiento personal acorde a los tiempos que corren.

Entonces la pregunta fundante de este trabajo es: ¿Qué podemos hacer para ayudar a los/as niños/as y
jóvenes de hoy a ser más felices y saludables? Yo propongo que hagamos Educación Emocional en
las escuelas.
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Como vimos, cada vez son menos las familias que brindan a los/as niños/as apoyo y saberes para la
vida, entonces la escuela pasa a ser un lugar crucial donde brindar enseñanzas sociales y emocionales
en forma sistematizada, sostenida y con fundamento científico, tanto a niños/as y adolescentes como a
los mismas familias y docentes.

No quiero decir que la escuela por sí sola pueda remplazar a todas las instituciones sociales, menos aún
a la familia, pero ofrece un ámbito seguro y propicio donde podemos brindar lecciones básicas de cómo
transitar por la vida de una manera más segura y saludable. No nos olvidemos de que, en sus raíces, el
objetivo de la educación es la formación integral de las personas para que se realicen como
personas, a partir del desarrollo de sus capacidades para elaborar sus propios proyectos de vida.

En el día de hoy, como parte de tu rutina, ¿cuántas veces tuviste que sacar la raíz cuadrada de algún
número? ¿Cuántas fechas de acontecimientos históricos debiste recordar o cuántos conocimientos de
biología te fueron indispensables para mantener tu adaptación? Seguramente la respuesta a estas
preguntas es cero o cercana a cero.

Pero si te pregunto: ¿Cuántas veces debiste lidiar con una emoción en lo que va del día?, no importa en
el área en que te desempeñes ni dónde estés, seguramente me dirás que muchas veces.

El adquirir habilidades emocionales marca una gran diferencia en la vida de las personas. El trabajo (ya
sean negocios, manualidades, medicina, etc.), la vida de pareja (donde lo que haga o deje de hacer el
otro habitualmente tendrá un alto impacto emocional en tu vida), el deporte, las artes (arquitectura,
escultura, pintura, literatura, danza, música, cine), en fin, todo lo que hagas está atravesado por lo
emocional. No digo con esto que no debamos trabajar lo académico, pero sí que el acento ya no debe
recaer sólo allí, sino también en lo social y lo emocional. En el artículo onceavo, punto “b” de la Ley
de Educación Nacional N° 26.206 de Argentina se declara: “Garantizar una educación integral que
desarrolle todas las dimensiones de la persona y habilite tanto para el desempeño social y laboral como
para el acceso a estudios superiores”.

Pregunto: ¿En qué asignatura se aborda en forma explícita lo social, lo laboral y la preparación para el
compromiso que requieren los estudios superiores? En ninguna.

La dimensión emocional es lo que motiva al ser humano y la motivación es, a su vez, la condición de la
constancia que se requiere para la consecución de objetivos a largo plazo y la realización de los sueños
que tenemos en la vida.

Para poder alcanzar estas metas educativas necesitamos que los/as alumnos/as puedan encontrar los
objetivos que aman y conectarse con la energía de la pasión.

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En fin, para alcanzar todo esto es necesario crear un espacio en el que se acompañe a los/as niños/as en
su autodescubrimiento.

Lawrence Shapiro afirma que anteriormente el interés estaba puesto en las capacidades
intelectuales de las personas, pero desde hace algunos años se ha comenzado a pensar en lo que es
llamado “capacidad emocional”, lo cual ha dado lugar al desarrollo del concepto de Inteligencia
Emocional.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) en 1986 hace un comunicado a los sistemas educativos
mundiales en el que propone desarrollar las “Habilidades para la vida” (Life skills).

Luego, en 1993 elabora un nuevo Shapiro, Lawrence E. La inteligencia emocional de los niños.
Vergara Editor, S.A. México, 1997 Diplomatura en Educación Emocional. Instituto de Extensión
UNVM 6 documento centrado en la educación (Life Skills Education in School), en el cual define
aquellas habilidades como “Capacidades para adoptar un comportamiento adaptativo y positivo que
permita a los individuos abordar con eficacia las exigencias y desafíos de la vida cotidiana”.

Luego, en 1998, en un glosario sobre promoción de la salud especifica la necesidad de desarrollar en el


ámbito educativo 10 habilidades para la vida, de las cuales al menos 6 son habilidades emocionales en
forma específica.

Estos documentos se basan en una contundente e incuestionable evidencia científica de los beneficios
de hacer Educación Emocional. El grado en que los trastornos emocionales pueden interferir en la vida
no es ninguna novedad.

Los chicos que se sienten ansiosos, enojados, atemorizados o deprimidos no aprenden ni pueden
desarrollarse sanamente. Son dificultades que pueden comenzar inadvertidamente pero a medida que
el/la niño/a se convierte en adolescente, puede que estas conductas se exageren más o se transformen
en otras nuevas tales como la promiscuidad, la delincuencia o el abuso del alcohol y otras drogas.
Podríamos continuar con la enumeración de trastornos y complicaciones por las que atraviesan los/as
niños/as, pero nuestros esfuerzos deben concentrarse en un solo objetivo: el Cambio.

¿Qué es la Inteligencia Emocional (IE)?

La palabra “inteligencia” proviene del latín intellegere (inter: entre, llegere: escoger), y significa “saber
escoger la mejor opción entre varias”.

Claro que el tener más conocimientos es una ventaja para elegir mejor, de ahí la confusión entre
inteligente e intelectual.

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En este sentido, tener a nuestra disposición un buen registro de nuestras emociones es información que
nos posiciona mejor para elegir.

La IE fue definida como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos,
de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones”.

Su análisis arroja cinco habilidades emocionales que la componen:

 Autoconocimiento.

Se trata de reconocer los sentimientos mientras ocurren. Esto implica el poder vivenciar las propias
emociones, siendo capaces de identificarlas, nombrarlas o simbolizarlas, es decir, ponerlas en palabras.
Puede parecer simple, fácil y obvio, pero no siempre lo es. Esta habilidad constituye la base de las
siguientes habilidades de la IE. A menudo las emociones displacenteras como tristeza, angustia, miedo,
enojo, etc., son evitadas y buscamos no anoticiarnos de ellas.

La toma de conciencia de las emociones (escuchar los mensajes que nos envía nuestro ser) y establecer
contacto con el propio cuerpo parece cosa sencilla, pero es algo que muchísimas personas relegan.

El no poder expresar verbalmente las emociones es llamado en psiquiatría “alexitimia”. Esta


incapacidad impide expresar lo que sentimos y atenuar tensiones, por lo que el organismo queda más
expuesto, predisponiendo a la aparición de síntomas psicosomáticos, entre otros.

De esta manera, no identificar las emociones es el común denominador de numerosas patologías físicas
y psicológicas. El hábito de expresar verbalmente las emociones es conocido como el “poder
sanador de la palabra”.

Sanamos porque al tener recursos simbólicos para decir lo que sentimos, evitamos exponer el
cuerpo como vehículo de la emoción.

Asimismo, el Autoconocimiento implica ser conscientes de nuestro estado emocional y de nuestras


ideas y pensamientos acerca de tal estado.

Los pensamientos y las emociones están muy relacionados. El modo en que percibimos las
circunstancias afecta la manera en que nos sentimos respecto de ellas, y cambiar el modo de percibirlas
nos permite cambiar el modo de sentirnos. Así, tener conocimiento de uno mismo no sólo implica saber
qué sentimos, sino también ser conscientes de los propios procesos de pensamiento (que quedan
evidenciados en el autodiálogo, lo que nos decimos a nosotros mismos). Es estar atentos a cómo
pensamos, lo cual nos permitirá evitar el llamado “secuestro emocional”.

Muchas personas, al no tomar conciencia de sus pensamientos y emociones, actúan sin control. Sienten
como si hubiesen perdido por completo el dominio de sus actos y se dejan llevar por el impulso propio
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de la emoción. El conocer, comprender y poder reflexionar acerca de lo que sentimos y pensamos nos
da más libertad, en tanto podemos elegir si actuar o no y cómo.

Es un meta conocimiento, puesto que es un pensamiento acerca de los pensamientos desencadenados


por los propios sentimientos. Pero para desarrollarlo es condición necesaria que la persona primero
conozca cada una de las emociones, es decir que aprenda un léxico emocional. De este modo, cuando
sienta la emoción podrá reconocerla y nombrarla.

 Autorregulación.
Luego de saber qué sentimos, gracias a la capacidad dada por el eje precedente, podemos gestionar la
emoción y elegir qué hacer con ella. La autorregulación hace referencia a la capacidad de autodominio
para sosegarnos, controlar y medir nuestras reacciones, desintoxicándonos de la ira, por ejemplo,
dejando de rumiar una y otra vez los pensamientos que nos enojan.

Muy por el contrario de lo que se piensa, el dar rienda suelta a la ira es una de las peores formas de
calmarla, dado que los estallidos de ira intensifican la excitación. Es lo que yo llamo el “efecto
tobogán” de la emoción: mientras más me embalo en la descarga de una emoción, más difícil será
frenarme después.

Está establecido que la mejor manera de calmar la ira es un diálogo tranquilizador con uno mismo, en
donde se reconoce la emoción y se establecen opciones saludables. Se trata de poder decirse a uno
mismo, por ejemplo, “Ahora estoy muy enojado”, y a partir de ello elegir un comportamiento
desintoxicador, como tomar una pausa y dar una caminata, beber agua, cambiar patrones de
respiración, distraernos con algo, posponer la conversación, buscar otras opciones, etc.

En este sentido, el ejercicio aeróbico al aire libre genera un cambio físico y de excitación que favorece
la salida del estado de depresión, como los ejercicios de relajación ayudan a disminuir la ansiedad.

Asimismo, practicar ejercicios de respiración pausada, meditación y Yoga son indiscutiblemente


recursos muy útiles para calmarnos.

Como veremos en el capítulo de las emociones, la actividad física y los patrones de respiración
pausados disminuyen la actividad simpática y generan cambios en la composición química de la
sangre, lo cual permite disipar emociones displacenteras.

El poder tolerar la frustración, aceptando ciertos estados de ánimo, como la capacidad de hacer algo
para cambiarlos, son habilidades propias de la autorregulación emocional.

También lo es la capacidad de expresar adecuadamente las emociones según las circunstancias, es decir
buscar el espacio, el momento y el modo adecuados de hacerlo. Se trata de una capacidad de negociar
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con uno mismo la mejor manera de expresar (jamás reprimir) la emoción, de calmarnos y tolerar los
estados afectivos, a la vez que nos permitimos pensar y reflexionar en medio de los afectos.

El autodominio emocional no debe ser excesivo, al punto de sofocar todos los sentimientos y la
espontaneidad. De hecho, ese exceso de control tiene un costo físico y mental. Las personas que
sofocan sus sentimientos elevan su ritmo cardiaco en señal de tensión aumentada. Cuando esa represión
emocional se torna crónica puede dificultar el pensamiento y el desempeño intelectual, además de
impedir una fluida interacción social.

En contraste, la aptitud emocional implica poder “elegir la forma asertiva de expresar los sentimientos,
y actuar del modo más adecuado y auténtico posible”.

 Automotivación.
Este eje agrupa los rasgos de las personas entusiastas, persistentes, responsables, constantes, decididas,
etc. De la capacidad de motivarnos dependen, en gran medida, las posibilidades de tener éxito en lo que
hagamos. Como veremos en el capítulo siguiente, la motivación proviene del aprovechamiento creativo
de la energía que es propia de las emociones. Es utilizar esta fuerza inagotable invirtiéndola en hacer
aquello que nos guste. Es, también, seguir las preferencias.

Como ejemplo siempre digo: “Yo amo mi trabajo, por eso estoy motivado a levantarme todos los días
para salir a trabajar”. Obtengo de las emociones –en este caso, del amor por lo que hago– la fuerza, la
constancia, la persistencia y la energía que se necesitan para lograr los objetivos; es por ello que es tan
importante un adecuado registro emocional. Asimismo, la motivación está relacionada con la
autorregulación porque nos da la fortaleza para tolerar frustraciones y levantarnos cuando caemos, lo
que siempre está presente en la consecución de objetivos a largo plazo.

 Empatía.
Es la capacidad de reconocer las emociones en las demás personas. La empatía halla sus raíces en el
autoconocimiento emocional: cuanto más abiertos estemos a nuestras propias emociones, más hábiles
seremos para interpretar las emociones de los demás.

Es la habilidad para poder decodificar y entender el mensaje analógico, o las señales no verbales: tono
de voz, ademanes, gestos, movimientos voluntarios e involuntarios, en fin, la expresión facial y
corporal en su totalidad.

En su acepción etimológica, “empatía” deriva del griego y significa “sentir dentro”. Implica una
consideración por la otra persona y sus sentimientos. Está muy relacionada con el altruismo, que es la
actitud por la cual nos sacrificamos a nosotros mismos (en cuanto a nuestro bienestar) a partir de un

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compadecer (padecer con el otro), en pos de un beneficio ajeno. Esta habilidad permite captar las
señales sociales que indican lo que otros necesitan.

Es muy importante para la vida personal y profesional de las personas. Las personas con características
psicopáticas no poseen desarrollada esta capacidad. Al no poder comprender ni sentir con los demás,
no hallan mayores dificultades para infligir dolor al otro, no pudiendo reparar o evitar el sufrimiento
ocasionado, pues no lo perciben, por lo cual se oponen con esta característica a la persona altruista.

 Habilidades sociales.
Es el arte de manejar las emociones en las relaciones con los demás, habilidad que determina nuestra
capacidad de ser populares, líderes y lograr una eficacia interpersonal.

Implica la sincronía que existe con el otro y la capacidad de socializar. Estudios efectuados en el aula
demuestran que cuanto mayor es la coordinación de movimientos entre profesor/a y alumnos/as, más
amigables, contentos, entusiasmados, interesados y sociables se muestran éstos mientras interactúan.

Las habilidades sociales comprenden destrezas de comunicación, seducción o agrado, carisma y


capacidad para intermediar y llegar a un acuerdo, además de la aptitud para negociar y resolver
conflictos interpersonales.

Según Goleman que una de las máximas expresiones de la habilidad social está dada por la capacidad
de aliviar las emociones de los demás cuando están alterados.

El poder enfrentarse a alguien que está en pleno ataque de ira y lograr tranquilizarlo es tal vez la
prueba más difícil.

Esto es lo que se conoce como “alquimia emocional”: logramos transformar una emoción en otra.
Una estrategia eficaz podría ser distraer a la persona furiosa, mostrar empatía con sus sentimientos y
luego atraer su atención a un foco alter-nativo, algo que le permita armonizar con una gama de
sentimientos más positiva.

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La Educación Emocional es susceptible de ser definida desde varias perspectivas.

Una de ellas, considerando su causa final (a lo que apunta) sería:

“Una estrategia educativa de promoción de la salud que tiene por objetivo mejorar la calidad de vida
de las personas a partir del desarrollo de habilidades emocionales”.

Si nos focalizamos en las acciones y las personas implicadas, otra definición sería: “Es el proceso de
enseñanza de las habilidades emocionales mediante el acompañamiento y apuntalamiento de la
persona en el ejercicio y perfeccionamiento de las mismas”.

Es un proceso porque implica un tiempo (toda la vida, y no un día) y por otro lado, cambios
progresivos en la adquisición de dichas habilidades. Es una enseñanza, dado que se basa en la
transmisión de conocimientos y la corrección de lo erróneo (como los comportamientos agresivos,
impulsivos o desadaptativos).

 Por habilidades emocionales entendemos los cinco ejes constitutivos de la Inteligencia Emocional
(autoconocimiento, autorregulación, empatía, motivación y habilidades sociales).

 En cuanto al acompañamiento, se trata de la presencia de un “otro humano” que está junto a quien
aprende, compartiendo un cierto período de tiempo (no es un libro ni un transeúnte o la persona
mientras enseña y apuntala, puesto que reafirma los comportamientos adecuados).

 Con el término “ejercicio” hago referencia a la importancia de que la persona ejercite tales
aprendizajes, ya que se trata de un entrenamiento en situación que nadie puede hacer por nosotros.

 Por último, la palabra “perfeccionamiento” hace referencia a la mejora continua de las habilidades
emocionales, proceso que no tiene fin, puesto que tal enseñanza puede realizarse a lo largo de toda la
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vida y, por otro lado, no hay una llegada, ya que siempre podemos mejorar e incrementar estas
habilidades.

Nótese que en ambas definiciones se hace referencia a una estrategia educativa, no hablamos de
método terapéutico. No pretendemos abordar problemáticas para resolverlas o aliviarlas, ya que eso es
del ámbito de los profesionales de la salud (psicólogos, psicopedagogos, neurólogos, etc.).

La Educación Emocional busca adelantarse a los problemas, trabajando con las personas sanas
para mantenerlas sanas, fortaleciendo y esparciendo la salud en la población.

5- APROXIMACIÓN A LA MEDIACIÓN ESCOLAR

EL MÉTODO DE HARVARD Y LA MEDIACIÓN

Los invito a ver los siguientes link:

26
https://www.youtube.com/watch?v=2hCp4EaLQCQ

https://www.youtube.com/watch?v=AKxypMJ1Qvk

https://www.youtube.com/watch?v=sfZ-4XNBGUU

https://www.youtube.com/watch?v=a-nBUI2Fym4&t=175s Mediación y Comunicación. Herramientas para


los mediadores

EL método de negociación de Harvard, ofrece un camino interesante para la preparación de una negociación y
para la negociación misma.

El Método Harvard en Mediación es también conocido como modelo tradicional-lineal. Éste se basa en conocer
los intereses de las partes para llegar a un acuerdo.

Tras esto, se busca conocer los intereses de las partes. Conocer sus razones, deseos y temores, con el objetivo de
superar la postura binaria en la que las partes solo tienen en consideración su posición. El mediador trabaja
para que las partes expresen: ¿por qué y para qué desean eso?; ¿qué les impulsa a esa situación?; ¿cuáles son
sus expectativas, deseos, necesidades o temores?. Se fomenta una comunicación lineal entre los mediados,
mediante la utilización de preguntas abiertas.

En definitiva, se trata de un proceso estructurado en el que hay que indagar en los intereses y ver si
se enriquecen las posibilidades negociables. Con le objetivo de poder llegar a un acuerdo y tenga éxito la
mediación. El mediador actúa un facilitador de la comunicación.

A nuestros entender el método es, en la práctica, compatible con la concepción narrativa (teoría narrativa, Sara
Cobb, 2011) y la concepción constructivista (VonGlaserfeld, Ernst 1996) que consideran que cada parte de un
conflicto construye, desde sus dominios significativos, una versión del mismo, una atribución de significado, el
punto de descripción de la historia desde donde parte su relato.

Cuando en el método se habla de “POSICIONES” o negociación posicional se refiere a un lugar de


“abroquelamiento” (protegerse, escudarse, cubrirse, defender, resguardarse, etc. ) que cada parte asume en la
negociación.

Como consecuencia de esta actitud cada uno exhibirá una narrativa muy empobrecida (Sara Cobb, 2011)
relatando una historia que los ubica en lugares binarios y polarizados. Desde allí parece imposible salir sino
como ganador o derrotado.

El método permite que esta “narrativa posicional” puede ser enriquecida si se exploran aspectos subyacentes a
dichas “posiciones”. Estos elementos son las emociones, los temores, los deseos, las preocupaciones y las
necesidades de las personas en conflicto. A ellos le denominaremos: “INTERESES”.

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Si los intereses ocupan el lugar de las posiciones en la negociación podemos construir una nueva narrativa.
Cuando los intereses son coincidentes para todos los negociadores se denominan “intereses comunes”.
Cuando satisfacen, en forma particular, a uno u otro negociador se llaman “intereses propios” . También
pueden consistir en intereses solo negociables mediante “ regateo” ( lo que se lleva uno lo pierde el otro o
parten las diferencias ) y se conocen como “ intereses opuestos”

Existe una herramienta interesante denominada “pregunta de replanteo” que consiste en interrogar a una o
ambas partes sobre::

“ ¿cómo resolver los intereses de la Parte A consistentes en…(describir intereses) y a la vez los intereses
de la Parte B consistentes en…..( describir intereses )?”

Esta herramienta incluye en la misma pregunta y a través de la “conjunción copulativa Y”, los intereses
comunes o diferentes de ambas partes, intentando respuestas que satisfagan la mayor cantidad de dichos
intereses (en forma de “torbellino de ideas"). Estas respuestas tentativas se denominan “OPCIONES”.

Las ““OPCIONES” son hipótesis de soluciones, ideas tentativas o aproximadas. No obligan a las partes o
producen compromiso alguno entre ellas Las opciones generan un amplio campo de exploración sin implicar
una solución o un cierre de la negociación. Entonces, las partes separan “el proceso de pensar del proceso de
decidir” al limitarse a evaluar opciones sin asumir compromisos (Fisher Patton y Ury, 1993).

Cuando se han generado muchas opciones tentativas, llega el momento de evaluar las mismas y verificar si
alguna o algunas pueden acercarse a una “propuesta” al final de la mediación.

Una de las formas de evaluar las opciones son los “CRITERIOS OBJETIVOS” o “estándares de evaluación”
independientes a las voluntades de las partes” (reglas del mercado; usos y costumbres; la ley;la jurisprudencia;
los pesos y medidas; el criterio científico, etc.) Si un criterio objetivo legitima sustancialmente la opción (o sea,
que permite valorar, con equidad, el contenido de la misma), entonces la justificación no dependerá de los
argumentos de una u otra parte, sino de la objetividad del criterio.

Otro modo de “filtrar” las opciones está en el manejo de “ALTERNATIVAS”, que representan todas aquellas
“salidas” que los negociadores tienen en el supuesto de no cerrar el acuerdo. ¿Qué cosas harán? La respuesta
a esta pregunta abre la posibilidad de verificar otras perspectivas, fuera de la mesa de negociación. Una vez
detectadas, se pueden comparar dichas alternativas externas con las opciones que están en la mesa. Si las
alternativas son mejores que las opciones no será necesario seguir negociando por existir “una mejor alternativa
que el acuerdo negociado” ( MAAN). Si, contrariamente, la alternativa es peor que el acuerdo, tendremos “una
peor alternativa que el acuerdo negociado” ( PAAN).

CIERRE
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UALQUIER DUDA, recuerda que podrán escribirme al mail prof.karenleo@gmail.com para que puedas
consultar y también puedes hacerlo a través de la mensajería interna.
(solo voy a estar respondiendo los días LUNES en la mañana).

¡Un placer compartir este espacio con ustedes!

¡¡¡¡ESCUCHA SIEMPRE TU CORAZÓN!!!! EN ÉL ESTA TU BRÚJULA EXISTENCIAL.

Prof. Leo, María Karen

Delors, J (1996): La educación encierra un tesoro. Barcelona: Santillana /UNESCO. Disponible


en: http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF

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Malaisi, L (2019). Modo Creativo. Bs. As. Argentina. Paidós.

Malaisi, L (2021). Coherencia Emocional. Bs As. Argentina. Paidós.

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Williams de fox, S (2014). Las emociones en la escuela: propuestas de educación emocional para el aula.
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