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TÉCNICAS DE HIGIENE; LAVADO DE MANOS, TÉCNICAS DE COLOCACIÓN DE GORRO, MASCARILLA,

GUANTES, BATA ESTÉRIL.

Barreras higiénicas.
Las barreras higiénicas se constituyen para evitar que se diseminen microorganismos. Estas barreras tratan de evitar la
contaminación por contacto, proteger las zonas estériles, aislar las heridas quirúrgicas de los contaminantes infecciosos y
conservar al mínimo el número de microorganismos.
Técnica de lavado de manos.
En el personal sanitario el lavado de manos es una práctica higiénica de gran importancia y obligada, siendo una forma de
prevenir la transmisión de agentes infecciosos desde el personal al paciente, de pacientes a pacientes, por las manipulaciones
que realiza el personal, al ser consideradas las manos el vehículo principal en la transmisión de microorganismos.
Las manos del personal sanitario son el principal mecanismo de transmisión de la infección nosocomial. El lavado de
manos es una medida de eficacia probada para la prevención de las infecciones nosocomiales, siendo la medida aislada más
efectiva para la prevención de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria.
A la hora de realizar un lavado de manos correcto, las uñas deben ser cortas (borde natural de la uña por debajo de 6 mm. de
longitud) y sin esmalte, sin anillos, relojes ni pulseras. Las áreas subungueales de las manos tienen altas concentraciones de
bacterias.
Se define el lavado de manos como la frotación vigorosa de las manos, previamente enjabonadas, seguida de un aclarado con
agua abundante, con el fin de eliminar la suciedad, materia orgánica, flora transitoria y residente y así evitar la transmisión
de estos microorganismos de persona a persona.
 Colonización. Presencia y multiplicación de microorganismos patógenos sin que se produzca una invasión o
deterioro de los tejidos.
 Infección. Invasión y multiplicación de microorganismos patógenos en un tejido o en una parte del cuerpo que,
mediante diversos mecanismos celulares o tóxicos pueden posteriormente ocasionar una lesión tisular y convertirse
en enfermedad.
 Higiene de manos. Término genérico referido a cualquier medida adoptada para la limpieza de las manos (fricción
con un preparado de base alcohólica o lavado con agua y jabón) con el objetivo de reducir o inhibir el crecimiento
de microorganismos en las manos.
 Desinfección de manos. Procedimiento de higiene de manos realizado con un preparado con agentes
desinfectantes. Los más habituales son los preparados con base alcohólica, pero también puede utilizarse otro tipo
de preparados con yodo, etc.
 Lavado de manos. Procedimiento de higiene de manos realizado con agua y jabón.
 Lavado antiséptico de manos. Lavado de manos con agua y un jabón que contenga algún agente antiséptico.
 Transmisión cruzada. Transmisión de una infección de un paciente hospitalizado a otro paciente del mismo
hospital o centro sanitario.
 Infección relacionada con la atención sanitaria (IRAS). La que se adquiere durante la atención sanitaria y que no
estaba en fase de incubación. Se adquiere en cualquier tipo de centro asistencial (hospital, centro de especialidades,
centro de larga estancia, etc.) Cuando la infección es en un centro hospitalario se denomina infección nosocomial.
 Preparado de base alcohólica (PBA) para la fricción de manos. Preparado de contenido alcohólico (líquido, gel

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o espuma) formulado para ser aplicado en las manos con el objetivo de inactivar los microorganismos y/o suprimir
temporalmente su crecimiento. Estos preparados pueden contener uno o más tipos de alcohol con excipientes, otros
principios activos y humectantes. Se denomina también solución hidroalcohólica (SHA).
 Punto de atención. Lugar donde confluyen tres elementos: paciente, profesional sanitario y la asistencia o
tratamiento que entraña contacto con el paciente o su entorno (en la zona del paciente).
 Procedimiento limpio/aséptico. Cualquier actividad de asistencia que entraña un contacto directo o indirecto con
mucosas, piel no intacta o un dispositivo médico invasivo. Durante este procedimiento no debe transmitirse ningún
germen.
Mis 5 momentos para la higiene de manos.
La Organización Mundial de la Salud en 2009 estableció “Mis 5 momentos para la higiene de manos”
Propone unificar la visión de los profesionales sanitarios para minimizar la variación inter-individual y conducir a un
aumento global de la adhesión a las prácticas eficaces de higiene de manos.
Reflejan los momentos en que es preciso realizar la higiene de manos con el fin de interrumpir eficazmente la transmisión de
infecciones durante la atención al paciente.
Para facilitar la comprensión de los momentos en que es necesario realizar higiene de manos, la OMS introduce dos términos
geográficos en el entorno donde se realiza la asistencia:
 La zona del paciente. Aquella en la que se encuentra el paciente y su entorno inmediato (cama, mesita, porta sueros,
bombas de infusión…)
 El área de asistencia. El resto de áreas del hospital (que incluye a su vez otras zonas de pacientes).
Dos de los 5 momentos para la higiene de manos se producen antes del contacto o del procedimiento asistencial. Los tres
restantes se producen después del contacto o exposición a fluidos corporales. Las indicaciones que corresponden a los
momentos “antes” señalan la necesidad de prevenir el riesgo de transmisión microbiana al paciente. Las indicaciones
“después” pretenden prevenir el riesgo de transmisión microbiana al profesional sanitario y al área de asistencia (es decir,
otros pacientes, sus inmediaciones y el entorno sanitario).
La OMS recomienda que la higiene de manos se realice en la zona de atención al paciente o lo más próximo posible a la
misma, describiendo los 5 momentos para la higiene de manos:
1. Antes del contacto con el paciente, para proteger al paciente de la adquisición de microorganismos procedentes de
las manos del profesional sanitario.
2. Antes de realizar una tarea aséptica independientemente de si se usan o no guantes para proteger al paciente de la
entrada en su organismo de microorganismos nocivos (incluidos los propios) durante un procedimiento (coger una
vía venosa, administrar una inyección, realizar el cuidado de una herida).
3. Después del riesgo de exposición a fluidos corporales tras retirarse los guantes para protegernos a nosotros mismos
y al entorno de los microorganismos patógenos procedentes del paciente.
4. Después del contacto con el paciente o entorno próximo, cuando deje la zona del paciente para protegernos a
nosotros mismos y al entorno de los microorganismos patógenos procedentes del paciente.
5. Después del contacto con el entorno del paciente para protegernos a nosotros mismos y al entorno de los
microorganismos patógenos procedentes del paciente. Se debe hacer higiene de manos tras el contacto con
cualquier superficie que forme parte de la zona del paciente aunque no se haya tenido contacto con el paciente
(como desconectar la alarma de una bomba de infusión aunque no se haya tocado al paciente).
Después del contacto con el paciente o con un entorno contaminado, los microorganismos pueden sobrevivir en las manos

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durante un intervalo de 2 a 60 minutos.
Realizar la técnica de forma apropiada es esencial para lograr una adecuada higiene de manos. Los estudios demuestran que
el personal sanitario suele realizar una inadecuada técnica de higiene de manos, prestando cierta atención a las palmas de las
manos y olvidando las yemas de los dedos, el dorso de las manos y los pulgares. Además, en las personas diestras, la higiene
de la mano derecha suele ser menos efectiva que la de la mano izquierda.
Son factores clave en la higiene de manos y el mantenimiento de la integridad de la piel:
 La duración del procedimiento de higiene de manos.
 El contacto del producto utilizado con todas las superficies de manos y muñecas.
 La fricción vigorosa con el producto.
 El enjuague minucioso en caso del lavado de manos.
 Garantizar que al finalizar el proceso las manos están completamente secas.
En las manos se pueden encontrar dos clases de flora:
1. Flora residente, habitual o colonizante.
Compuesta por microorganismos que se encuentran habitualmente en la piel y que no son patógenos, a menos que
se realicen técnicas invasivas. Impiden la colonización por microorganismos más patógenos y son difíciles de
eliminar por simples medios mecánicos como el lavado de manos con agua y jabón.
Suele tratarse de estafilococos coagulasa negativo, micrococos, bacilos difteroides, etc. Algunas personas pueden
ser portadoras de organismos patógenos como el estafilococo aureus u hongos, como parte de su flora residente.
2. Flora transitoria o contaminante o no colonizante.
Compuesta por microorganismos que contaminan la piel, no siendo ésta su localización habitual. Su importancia
radica en la facilidad con la que se transmiten, siendo el origen de la mayoría de las infecciones nosocomiales. Se
elimina de las manos con relativa facilidad por medios mecánicos.
Entre ellos se encuentran bacilos gram negativos como Klebsiella, escherichia coli, pseudomonas aeruginosa,
salmonella, shigella y cocos gram positivos como estafilococo aureus, estafilococo epidermidis y levaduras del
género cándida.
Se pueden eliminar por el lavado, pero si la carga bacteriana es alta y el lavado de las manos es incorrecto, un cierto
número de ellos puede permanecer en la piel.
Se define el lavado de manos como la fricción enérgica de la superficie enjabonada seguida por un enjuague con agua a
chorro.
Para eliminar estos microorganismos, se emplean dos procedimientos:
 Mecánicos. Por fricción.
 Químicos. Mediante un antiséptico bactericida.
Durante el lavado de manos no se debe tocar el lavabo con el uniforme, manteniendo las manos y los brazos separados del
cuerpo durante el lavado. Al secarse se procurará no mojar el uniforme.
El lavado de manos se debe realizar con jabón líquido en un dosificador que no fuese necesario pulsar con las manos, así
mismo es preferible el lavado de manos con agua fría.
Hay cuatro tipos de controles de grifo:
 Mangos que se manejan con las manos.
 Palanca para las rodillas.
 Pedales que se presionan con el pie.

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 Controles con el codo. Es el método que más se emplea en la asepsia quirúrgica.
La higiene de manos se puede realizar mediante diferentes técnicas:
 Lavado de manos. Realizado con jabón simple (no antiséptico) y agua corriente.
 Antisepsia higiénica de las manos. Realizada con preparados de base alcohólica.
 Antisepsia prequirúrgica de las manos.
1. Antisepsia mediante lavado con jabón antiséptico y agua.
2. Antisepsia por fricción con preparados de base alcohólica.
Según la actividad que se va a realizar, el lavado de manos puede ser:
Lavado de manos simple, rutinario, higiénico o preventivo.
Duración de 40 a 60 segundos (O.M.S).
El lavado higiénico de manos es la principal medida de prevención de la transmisión cruzada de la infección nosocomial
ya que las manos del personal sanitario son el vehículo más importante para la transmisión de microorganismos
multirresistentes y de infecciones hospitalarias a los pacientes ingresados.
Su objetivo es eliminar la suciedad, la materia orgánica, la flora transitoria y descender el número de flora residente por
arrastre.
Requiere de jabón líquido de pH neutro, en dispensador con dosificador y toallas de papel desechables.
Se suelen utilizar los jabones de laurilsulfato sódico, que es el componente principal de la mayoría de los jabones líquidos.
El procedimiento consiste en seguir los siguientes pasos:
 Mojar bien las manos y los antebrazos, manteniéndolos debajo del chorro del agua. Tener las manos más bajas que
los codos para que el agua fluya desde los brazos a la punta de los dedos, ya que el agua debe ir de la zona menos
contaminada a la más contaminada.
 Aplicar jabón líquido en las manos. Se debe poner de 2 a 4 ml.
 Hacer movimientos firmes, fricciones y movimientos circulares para lavarse la palma, la parte posterior y la
muñeca de cada mano. Entrelazar los dedos y los pulgares y mover la mano hacia delante y hacia atrás,
permaneciendo así durante 10-15 segundos. La rotación ayuda a la eliminación de los microorganismos. El
entrecruzar los dedos y los pulgares limpia los espacios interdigitales. Enjuagarse las manos, lavando las manos
durante un mínimo de 15 segundos.
 Secar bien las manos y los brazos. Secar las manos con la toalla de papel desde los dedos a los brazos. Se secará
con toques y no con arrastre. Desechar la toalla en el contenedor adecuado.
 Cerrar el grifo con toalla de papel, no directamente con las manos.
La eficacia del lavado de manos como medida preventiva depende sobre todo de dos factores, la duración del lavado y la
técnica empleada para realizarlo. La mayor eliminación de flora se produce en los primeros 30 segundos de lavado, siendo
éste el tiempo ideal de duración de todo el proceso del lavado. Para que el lavado sea mínimamente efectivo, su duración
debe ser superior de 15 segundos.
Se evitará el agua caliente porque la exposición repetida al agua caliente puede aumentar el riesgo de dermatitis.
No utilizar preparados de base alcohólica inmediatamente después de lavarse las manos ya que puede incrementar la
irritación de la piel.
Si el agua corriente no está inmediatamente disponible, pueden utilizarse toallitas humedecidas para eliminar la suciedad
visible, seguida de la higienización con preparados de base alcohólica.
Una variación del lavado de manos rutinario es el lavado de manos antes de realizar técnicas estériles:

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 Mantener las manos por encima de los codos durante el lavado. Mojar las manos y antebrazos bajo el chorro de
agua, dejando que fluya desde la punta de los dedos hasta los codos, de forma que las manos estén más limpias. De
esta forma el agua va desde la zona con menos a la zona con más microorganismos. Aplicar el jabón y lavar
manteniendo las manos más altas. Se usará una toalla de papel para secar una mano desde los dedos al codo de forma
rotatoria. Utilizar otra toalla de papel para secar la otra mano.
El lavado de manos rutinario está indicado para:
 Antes y después del contacto con cada paciente.
 Entre dos procedimientos en el mismo paciente si hay sospecha de contaminación de las manos.
 Antes y después de usar guantes. En los estériles sólo después. Bajo el látex se produce un ambiente cálido favorable a
la proliferación de flora transeúnte de la piel.
 Antes y después de la distribución de las comidas.
 Antes y después de preparar la medicación.
 Antes y después de comer.
 Después de utilizar el W.C. Después de limpiarse la nariz o estornudar.
 Al empezar y terminar la jornada de trabajo.
Lavado de manos especial o antiséptico.
Su objetivo es eliminar la suciedad, la materia orgánica, la flora transitoria e inactivar la flora residente.
Requiere jabón líquido con antiséptico (clorhexidina al 4% o povidona yodada al 7,5%), administrado con dosificador y
toallas de papel desechables.
Se pueden utilizar las soluciones alcohólicas con alcohol isopropílico, en caso de haberse realizado el lavado de manos al
inicio del turno o si no se ha estado en contacto con fluidos corporales.
La técnica es igual que el lavado rutinario, excepto que la duración del enjabonado de las manos requiere mayor tiempo
(30-60 sg.), y se hace con jabón antiséptico. La duración de lo que es el lavado será de aproximadamente un minuto.
El lavado de manos antiséptico está indicado para:
 Antes de iniciar procedimientos invasivos.
 Antes del uso de guantes estériles excepto cuando esté indicado el lavado quirúrgico.
 Antes y después del contacto con pacientes que se sabe o se sospecha que están infectados o colonizados por
microorganismos epidemiológicamente importantes.
 Antes del contacto con pacientes inmunodeprimidos.
Lavado de manos quirúrgico.
Se define como el frote enérgico de toda la superficie de las manos hasta los codos con una solución antiséptica utilizando
para ello un cepillo quirúrgico.
La sala de lavado se encuentra junto al quirófano, comunicado con éste por una puerta de vaivén generalmente. Los lavabos
han de ser amplios y de profundidad adecuada para no salpicar el agua. Los grifos se abrirán por medio de palancas de fácil
manejo. Estos lavabos se usarán exclusivamente para este cometido y nunca para limpiar instrumental.
Su objetivo es eliminar la flora transitoria y al máximo la flora residente de las manos, previo a un procedimiento invasivo
que por su especificidad o su duración requiere un alto grado de asepsia y un efecto residual. Tras el lavado quirúrgico, las
manos están limpias, pero no estériles, por lo que no deben tocar nada que se encuentre estéril.
El lavado quirúrgico se realiza después de la colocación del gorro y mascarilla y tras la retirada de anillos, pulsera y reloj.
Se comienza desde la porción distal hacia la proximal del miembro superior (lecho ungueal, dedos, cara palmar, cara dorsal

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de las manos, muñecas, antebrazos y codo).
Se deben enjabonar las manos y antebrazos hasta 8-10 cm. por encima de los codos, con jabón antiséptico (clorhexidina al
4-9% o povidona yodada al 7-10%) durante 2-3 minutos y aclarado. Las manos se deben colocar hacia arriba, para que el
agua resbale de las manos hacia los codos. Cepillado de uñas durante 30 segundos cada mano con un cepillo jabonoso y
aclarado.
Enjabonar nuevamente con jabón antiséptico las manos y antebrazos, haciendo hincapié en espacios interdigitales y contorno
de uñas, durante 2 minutos, aclarado con las puntas de los dedos hacía arriba. El secado se realizará por aplicación, sin frotar
con una toalla estéril para cada mano. Se comenzará por los dedos y se terminará en los codos. Durante todo el proceso, se
deben mantener las manos por encima de los codos.
Si se utilizan cepillos provistos de jabón antiséptico, es recomendable utilizar uno para el lavado y cepillado de uñas y otro
para el segundo lavado. Si se utiliza jabón antiséptico en cada lavado, se utilizará al menos una dosis (3 cc) para cada lavado.
La duración del lavado quirúrgico de manos es de 8 a 10 minutos si es el primero del día y de 5 minutos el resto.
El material que requiere será jabón líquido con antiséptico, cepillo de uñas desechable de cerdas blandas y toalla desechable.
El lavado de manos quirúrgico está indicado para:
 Antes de una intervención quirúrgica.
 Antes de cualquier maniobra invasiva que requiera alto grado de asepsia.
Soluciones alcohólicas.
El procedimiento más adecuado para asegurar una higiene de manos óptima es realizar una fricción de las manos con un
preparado de base hidroalcohólica. Según directrices de la OMS, cuando haya disponible una solución alcohólica debe usarse
de manera preferente para la antisepsia rutinaria de las manos.
En servicios como U.C.I. y Reanimación, es recomendable la utilización como alternativa al lavado jabonoso, las soluciones
antisépticas como el alcohol isopropílico, aplicando la solución durante 20-30 segundos, dejando secar por evaporación. La
duración total del procedimiento es de 30 segundos.
Las fórmulas alcohólicas tienen, a concentraciones del 60-90%, una efectividad antimicrobiana equivalente o superior a los
detergentes antisépticos, y con un emoliente adecuado que proteja de la desecación de la piel, son tan toleradas como ellos.
Las soluciones alcohólicas son eficaces sobre distintas bacterias grampositivas (estreptococos, estafilococos) y
gramnegativas (Klebsiella, Pseudomona), bacilo tuberculoso, hongos y virus con envoltura lipídica (hepatitis, VIH, etc.)
Tienen una gran rapidez de acción, amplio espectro antimicrobiano, efecto residual, no requieren lavado ni secado posterior a
su aplicación y con sustancia emoliente reducen el daño por fricción.
Las soluciones alcohólicas se presentan en spray o con dosificador, en envases con contenido inferior a 250 ml.
Como alternativa al lavado habitual de manos, se debe aplicar la cantidad necesaria (3 a 5 ml) en la palma de la mano seca,
para frotar suavemente las manos durante 15-30 segundos, extendiendo el producto por toda la mano, no siendo necesario
el secado posterior, ya que el producto se va evaporando (lavado de manos por fricción).
Como alternativa al lavado de manos quirúrgico, se aplicará después de haber lavado las manos con agua y jabón y en
cantidad suficiente para mantener las manos lo bastante húmedas de 3 a 5 minutos.
Su máxima eficacia aparece a los 2-3 minutos de la aplicación.
Si hay restos de materia orgánica en las manos, se lavarán con agua y jabón antes de aplicar el producto.
No se debe aplicar sobre heridas, ya que puede dañar los tejidos.
Se recomienda el uso de soluciones alcohólicas:
 Antes de entrar en contacto directo con los pacientes.

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 Antes de ponerse los guantes estériles para insertar catéteres urinarios, periféricos u otros dispositivos que requieran
procedimientos invasivos no quirúrgicos.
 Al cambiar de actividad sobre un mismo paciente si se ha contactado con alguna superficie contaminada.
 Después de contactar con la piel intacta del paciente.
 Después de contactar con fluidos o excreciones corporales.
 Después de la cura del paciente.
 Después de contactar con objetos inanimados del entorno inmediato del paciente.
 Inmediatamente después de quitarse los guantes.
Ventajas de las soluciones alcohólicas.
 Unen su rapidez de acción (20-30 seg.) a su eficacia antimicrobiana.
 Tienen cierto poder de efecto residual.
 Producen menor irritación dérmica que los jabones habituales.
 Rapidez en la aplicación y el procedimiento.
 Posibilidad de tener un frasco en la cabecera próximo al enfermo o llevarlo en el carro de curas.
 Mejorar el cumplimiento por parte de los profesionales sanitarios.

Lavado higiénico Lavado antiséptico Lavado antiséptico


Jabón simple Jabón Solución alcohólica
antimicrobiano
Eliminación de la flora transitoria 90,00% 99,90% 99,99%
Eliminación de la flora residente Ninguna acción 50,00% 99,00%
Eliminación de la suciedad visible + + -
Duración de la aplicación 30 seg. 30 seg. 10-15 seg.
Duración del procedimiento 60-90 seg. 60-90 seg. 30 seg.
Irritación de las manos + ++ +

Actualmente se tiende a realizar higiene prequirúrgica de manos con solución hidroalcohólica, mediante el siguiente
protocolo de actuación de 3 minutos de duración:
 Aplicar 5 ml (3 dosis) de solución hidroalcohólica en la palma de la mano izquierda.
 Descontamine bajo las uñas introduciendo la punta de los dedos en solución hidroalcohólica (10 sg.)
 Frotar el antebrazo derecho hasta el codo, con movimientos circulares (20 sg.)
 Aplique 5 ml (3 dosis) de solución hidroalcohólica en la palma de la mano derecha.
 Descontamine bajo las uñas, introduciendo la punta de los dedos en solución hidroalcohólica (10 sg.)
 Frotar el antebrazo izquierdo hasta el codo, con movimientos circulares (20 sg.)
 Aplique 5 ml. de solución hidroalcohólica. Frotar ambas manos hasta las muñecas (60 sg.)
 Aplique 5 ml. de solución hidroalcohólica. Frotar ambas manos hasta las muñecas (60 sg.) repitiendo el
procedimiento anterior.
 Dejar secar al aire, antes de calzar los guantes.

El lavado reiterado de las manos supone una sobrecarga para la piel al eliminar la grasa protectora, lo que puede producir
irritaciones y eritema, siendo conveniente emplear cremas protectoras para manos al finalizar la jornada laboral.
El uso de guantes no es nunca una excusa para no realizar el lavado de manos.
Después de atender a un paciente y antes de atender a otro, hay que lavarse las manos.
Actividad remanente o residual.
Es la actividad antimicrobiana prolongada o ampliada que previene o inhibe la proliferación o la supervivencia de

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microorganismos después del uso del producto.
Productos usados para la higiene de las manos.
1. Jabones y geles no antisépticos.
Son productos detergentes capaces de eliminar la suciedad y algunas sustancias orgánicas de las manos.
No tienen actividad antimicrobiana y no son suficientemente eficaces para eliminar los patógenos de las manos del
personal sanitario.
Se recomiendan para el lavado de manos cuando hay suciedad visible.
2. Soluciones alcohólicas.
Son isopropanolol, etanol y n-propanol.
Son más eficaces a una concentración de 60-95% de alcohol. El isopropanolol al 90% y el etanol al 70% tienen
excelente actividad in vitro frente a bacterias gram-positivas y gram-negativas, mycobacterium tuberculosis, ciertos
hongos y virus.
No son apropiados cuando las manos están visiblemente sucias o contaminadas con materia proteica.
Su utilización puede prevenir la transmisión de patógenos hospitalarios.
Pueden producir sequedad de la piel a menos que lleven emolientes o humectantes (glicerol).
El componente alcohol se usa a concentraciones del 0,5-1%.
3. Clorhexidina.
Tiene acción antimicrobiana más lenta, pero con mayor actividad residual que el alcohol.
Buena actividad frente a bacterias gram-positivas, algo menor frente a gram-negativas y hongos y escasa frente a
mycobacterium tuberculosis.
Su actividad se afecta mínimamente por la presencia de materia orgánica.
Los productos con gluconato de clorhexidina al 2% son menos eficaces que los que contienen clorhexidina al 4%.
Se debe evitar el contacto con los ojos al usar presentaciones con el 1% o más de clorhexidina porque puede causar
conjuntivitis y daño córneo severo. Es ototóxico.
4. Productos yodados. Yodóforos.
Los yodóforos se componen de yodo elemental y un portador polímero. La cantidad de yodo molecular presente
(yodo libre) determina el nivel de actividad antimicrobiana.
Los preparados de povidona yodada al 5-10% se consideran eficaces y su espectro abarca a bacterias gram-positivas
y gram-negativas, mycobacterias, hongos y virus. Tiene pobre actividad residual (entre 30 y 60 minutos tras el
lavado de manos) y se inactivan por la presencia de materia orgánica.
La mayoría de las preparaciones con yodóforo usadas para la higiene de manos contienen povidona yodada entre el
7,5% y el 10%.
5. Triclosan.
Se ha incorporado recientemente a los jabones de uso sanitario. Concentraciones del 0,2 al 2% tienen actividad
antimicrobiana. Entra en las células bacterianas afectando la membrana celular y la síntesis citoplasmática de RNA,
de los ácidos grasos y de las proteínas.
Tiene amplio espectro antimicrobiano, con mayor actividad frente a bacterias gram-positivas que frente a
gram-negativas. Su acción frente a mycobacterias y hongos es débil.
Tiene actividad persistente en la piel.
Su actividad antimicrobiana se altera por la presencia de materia orgánica.

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6. Cloroxilenol.
Conocido como paraclorometaxylenol (PCMX), es un compuesto fenólico sustituto del cloro que se ha usado como
conservante en cosméticos y como agente activo en jabones antimicrobianos.
Su actividad antimicrobiana es atribuible a la inactivación de enzimas bacterianos y alteración de las paredes de la
célula. Tiene buena actividad contra bacterias gram-positivas y limitada contra las gram-negativas, mycobacterias y
ciertos virus.
Su actividad antimicrobiana se ve afectada por la presencia de materia orgánica.
Está disponible en concentraciones de 0,3 al 3,75%.
7. Hexaclorofeno.
Es bacteriostático con buena actividad contra bacterias gram-positivas y relativamente débil contra bacterias
gram-negativas, hongos y mycobacterias.
Tiene actividad residual después de su uso de varias horas y reduce gradualmente el recuento bacteriano en las
manos después de aplicaciones múltiples.
Su uso repetido al 3%, se absorbe a través de la piel. En niños puede provocar neurotoxicidad.
No se debe utilizar para bañar a pacientes con quemaduras o áreas extensas de la piel susceptibles o sensibles. Los
jabones con hexaclorofeno al 3% sólo se dispensan mediante prescripción.
8. Compuestos de amonio cuaternario.
Se componen de un átomo de nitrógeno unido a cuatro grupos alquil. Los más utilizados como antisépticos son los
alquil cloruros de benzalconio. Otros compuestos que se han utilizado como antisépticos son el cloruro de
benzalconio, la cetrimida y el cloruro de cetilpiridio.
Son bacteriostáticos y fungistáticos, siendo microbicidas contra ciertos organismos a altas concentraciones, siendo
más activos contra bacterias gram-positivas que contra gram-negativas. Tienen actividad débil contra
mycobacterias y hongos teniendo mayor actividad contra virus lipofílicos.
Su actividad antimicrobiana se ve reducida por la presencia de materia orgánica y no son compatibles con los
detergentes aniónicos.
Debido a su actividad débil contra bacterias gram-negativas, es propenso a la contaminación por estas bacterias.

Agentes para higiene antiséptica de manos. Características y espectro antimicrobiano.


Grupo Bacterias Bacterias Mycobacteri Hongos Virus Velocidad de
gram + gram - as acción
Alcoholes +++ +++ +++ +++ +++ Rápida

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Clorhexidina +++ ++ + + +++ Intermedia
2 y 4%
acuosa
Compuestos +++ +++ +++ ++ +++ Intermedia
yodados
Yodóforos +++ +++ + ++ ++ Intermedia
Derivados +++ + + + + Intermedia
fenólicos
Triclosan +++ ++ + - +++ Intermedia
Amonio + ++ - - + Lenta
cuaternario
+++ Excelente; ++ Bueno pero sin espectro bacteriano completo; + Regular; - No activo o insuficiente.
Recomendaciones para la higiene de las manos.
Estas recomendaciones están diseñadas para mejorar las prácticas de higiene de las manos en los trabajadores sanitarios y
reducir la transmisión de microorganismos patógenos a pacientes y personal en el medio sanitario. El sistema
CDC/HICPAC (Comité de Asesoramiento de Prácticas de Cuidado de la Salud en el Control de Infecciones) de categorías
para las recomendaciones, elaborado por la Asociación de Profesionales en el Control de Infecciones, es el siguiente:
 Categoría IA.
Fuertemente recomendadas para su aplicación y avaladas por estudios bien diseñados de tipo experimental, clínico o
epidemiológico.
 Categoría IB.
Fuertemente recomendadas para su aplicación y avaladas por ciertos estudios de tipo experimental, clínico o
epidemiológico y por sólidos razonamientos teóricos.
 Categoría IC.
Necesaria su implantación por orden legal o normativa.
 Categoría II.
Se sugiere su aplicación avalada por estudios clínicos o epidemiológicos no definitivos o por un razonamiento teórico.
 No recomendación.
Cuestión sin resolver. Prácticas para las que no existe evidencia suficiente ni consenso respecto a su eficacia.
Técnicas estériles del Bloque Quirúrgico.
Dentro del Bloque Quirúrgico se distinguen las siguientes zonas diferenciadas:
 Zona estéril o área restringida.
La forman los Quirófanos. Es obligatorio el uso completo de vestimenta quirúrgica, incluida la mascarilla.

 Zona limpia o área semirrestringida.


Precisa atuendo quirúrgico y está formada por la zona de lavado quirúrgico, el pasillo de acceso de personal y
pacientes, depósitos, almacenes y el pasillo de limpio que relaciona estas dependencias. El tránsito está limitado a
personal autorizado y con vestimenta adecuada, que incluye pijama quirúrgico y gorro.
 Zona de intercambio.
Área semipública en la que no es necesario el pijama de quirófano para circular por ella. Aquí se encuentra el área
de recepción de pacientes, los despachos, vestuarios y sala de estar del personal.
 Zona sucia.
Pasillo de salida de restos y materiales usados. Con las zonas de transición y apoyo del bloque (vestuarios,
despachos, sala de información a familiares, salas de trabajo y cuarto de descanso) constituye el área sin restricción.
En un quirófano se requiere en todo momento una asepsia estricta y unas técnicas estériles.

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La asepsia es la ausencia de microorganismos patógenos que producen enfermedad. La asepsia estricta se realiza todo el
tiempo por todo el personal quirúrgico, en los quirófanos y en las zonas adyacentes de acceso semi-restringido (zona
limpia).
Las técnicas estériles son métodos que se llevan a cabo por todo el personal quirúrgico para evitar la contaminación del
campo estéril con microorganismos.
Como campo estéril se conoce la zona que rodea el sitio de la incisión de los tejidos, que ha sido preparado mediante ropa
estéril. El centro del campo estéril es el paciente, y además incluye la mesa quirúrgica, los muebles cubiertos con ropas
estériles y el personal que utiliza atuendo estéril.
Principios básicos de asepsia por el personal de Quirófanos.
Suponen la creación de una barrera aséptica para evitar que el personal de Quirófano pueda diseminar microorganismos, ya
que todo lo que tiene puesto una persona o está cerca de ella, ha sido contaminado por ella de alguna forma. Estas barreras se
crean a partir de:
 Piel de los profesionales sanitarios.
- Se debe mantener una correcta higiene personal de piel y pelo.
- Usar ropa quirúrgica reglamentaria. Si el pijama se mancha o se suda, debe cambiarse por uno limpio.
- Mantener los zuecos limpios.
- Usar los gorros quirúrgicos de forma apropiada. Deben cubrir totalmente el pelo.
- No llevar maquillaje, por la descamación continua de partículas al aire.
- No utilizar joyas ya que acumulan microorganismos siendo fuentes de contaminación.
- Llevar las uñas cortas, limpias y sin esmalte.
- Cubrir las posibles lesiones de la piel.
- Utilizar guantes siempre que se manipulen líquidos corporales, sangre, secreciones, etc.
- Lavarse las manos frecuentemente.
 Piel del paciente.
Se debe preparar correctamente la piel del paciente antes de la incisión, para que el número de microorganismos sea el
menor posible para no contaminar la herida quirúrgica.
- Rasurado correcto. Siempre con guantes. Es preferible el rasurado húmedo enjabonando la zona. El pelo es más
blando y más fácil de quitar y además el pelo rasurado no suele escapar del jabón al recogerlo. Se rasura en la
dirección de crecimiento del pelo. Si el rasurado se hace en seco, se utilizará esparadrapo, dando toques suaves,
sin esparcirlo.
- Lavado de la piel previo a la colocación de los campos. Se realiza por la Enfermera Circulante. Con guantes,
batea con solución antiséptica, cepillo quirúrgico y compresas, todo estéril. Previamente se debe
impermeabilizar la zona a lavar para evitar que el antiséptico vaya de la piel a la mesa quirúrgica, estancándose
debajo del paciente, provocando posteriores quemaduras. Se frota la piel desde la zona de incisión con
movimientos circulares hacia la periferia. No volver nunca de fuera a dentro. Para una completa efectividad, el
lavado debe durar 5 minutos. El secado de la piel se hará con compresas o paños estériles, siguiendo la técnica
de arrastre.
 Flora nasofaríngea.
- Usar correctamente la mascarilla quirúrgica. Debe cubrir totalmente la nariz y boca. Si se moja o mancha se
desecha sustituyéndose por otra nueva o se coloca otra encima.

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- Usar el arco de la mesa quirúrgica para separar la zona de anestesia del campo estéril.
 Aparatos y accesorios.
- Limpiar todas las superficies al comienzo de cada jornada y después de cada intervención, para evitar el
acúmulo y diseminación de polvo, especialmente las superficies que abarcan el campo estéril, es decir, la mesa
quirúrgica, mesas de instrumental y lámpara.
- Cubrir los aparatos que van a almacenarse durante tiempo.
 Contaminación aérea.
Los sistemas convencionales de aire acondicionado reducen el número de bacterias suspendidas en el aire, retirando
el polvo y las partículas en suspensión. Al entrar aire fresco y limpio del exterior, se extrae el aire contaminado con
polvo. Por ello:
- Las puertas del quirófano deben permanecer cerradas, excepto para el paso del paciente, personal, equipo y
materiales, ya que, al abrir y cerrar las puertas, se altera la presión positiva y se mezcla el aire interior del
quirófano con el aire de los pasillos, que tiene un número mayor de bacterias.
- El movimiento de los miembros del equipo quirúrgico debe reducirse al mínimo durante la cirugía, porque un
movimiento excesivo aumenta la turbulencia del aire, diseminándose las bacterias.
- El número de personas dentro del quirófano durante la preparación e intervención debe ser el justo, nunca
excesivo.
- Las conversaciones durante la cirugía deben mantenerse al mínimo, para que no aumenten las posibilidades de
contaminar la herida quirúrgica mediante bacterias orales y faríngeas.
Técnicas estériles en quirófanos.
Las personas ajenas al Bloque Quirúrgico no deben entrar en la zona restringida o limpia si no van con ropa quirúrgica,
que incluye el pijama quirúrgico, calzas, gorro y mascarilla. Al abandonar la unidad, el personal debe cambiarse la ropa o
cubrirse con la bata y cambiarse el calzado o protegerlo con una calza.
La característica que debe tener la ropa quirúrgica es su impermeabilidad a la humedad. Los uniformes quirúrgicos
reutilizables deben ser de algodón. Como alternativa hay uniformes desechables fabricados con fibra de celulosa.
La ropa de quirófano debe ser de colores sólidos, relajantes y que absorban la luz y no reflejen la luz emitida por las
lámparas que pueda enmascarar el color de la sangre. Los colores más usados son el azul verdoso y el verde aceituna.
El orden de colocación de la ropa de quirófano para técnicas estériles es: Calzas-Gorro-Mascarilla-Lavado quirúrgico de
manos-Bata-Guantes.
Técnica de colocación de calzas (papis).
Son unas fundas para cubrir el calzado y evitar la contaminación de zonas de quirófano y estériles. Se deben colocar sin
tocar el calzado. Es lo primero que hay que ponerse para acceder a una zona estéril. Su uso puede ser también para aislar
los pies del paciente en cirugía vaginal, rectal y en endoscopias.
Para colocarlas, se toman con los dedos por el interior, estirando a la vez la goma que rodea la entrada e introduciendo el
calzado a través de ellas.
Técnica de colocación del gorro.
Son de papel tela, de diferentes modelos, para cubrir el cabello. Se debe colocar cubriendo totalmente el cabello, incluidas
las patillas, dejando libre los oídos. Evita la contaminación del pelo sobre la bata. Hay de tres clases (de pelo corto, de pelo
largo y para barba).
Técnica de colocación de mascarilla.
Hay dos tipos de mascarillas:
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1. Mascarilla quirúrgica, de higiene, cubrebocas o tapaboca. Evita la transmisión de agentes infecciosos (presentes
en boca, nariz o garganta) por proyección de gotitas de saliva o secreciones de vías aéreas por parte del personal
sanitario. Impide el paso de partículas de dentro hacia afuera.
Las mascarillas quirúrgicas se pueden clasificar en los tipos I y II según la eficacia de filtración bacteriana,
expresada en %.
 Tipo I. Eficacia de filtración bacteriana ≥ 95%.
 Tipo II. Eficacia de filtración bacteriana ≥ 98%.
Se añade la sigla R si las mascarillas son resistentes a salpicaduras (I; IR; II; IIR).
2. Mascarilla de protección o respirador. Su finalidad es proteger al usuario frente a la inhalación de contaminantes
ambientales, impidiendo el paso de partículas de fuera hacia adentro.
El factor de protección de la mascarilla se clasifica en FFP1, FFP2 o FFP3 (de menor a mayor protección). Se
identifican por el color de la goma de ajuste.
 FFP3. >98%.
 FFP2. >92%.
 FFP1. >78%.
La selección del factor de protección está en función de la toxicidad o peligrosidad del contaminante, de la
concentración ambiental y del tiempo de exposición. En caso de microorganismos se debe tener en cuenta además
la epidemiología y facilidad de tratamiento de la enfermedad. Así en casos de tuberculosis se recomienda máxima
protección (FFP2 o FFP3). Existen mascarillas específicas para aislamiento respiratorio en el medio sanitario, con
forma de “pico de pato”.
Pueden incorporar válvula de exhalación que permite que el aire escape de la mascarilla, evitando la acumulación
de calor en el interior.
La mascarilla quirúrgica o de higiene es de un solo uso, desechable, que se coloca delante de la boca y nariz, para actuar
como filtro del aire exhalado, por ser este aire muy rico en microorganismos que se depositan en la cara interna de la
mascarilla y evita que se difundan en el aire y ser posible contaminación para el paciente.
La mascarilla al colocarla se debe adaptar a la fisonomía de la cara y de la nariz, sin que queden huecos para que se escape
el aire exhalado. Si la persona lleva barba, esta debe ser cubierta totalmente. Son de un solo uso, para una sola intervención.
Se debe colocar antes de realizar el lavado quirúrgico de las manos.
Puede ser rectangular (con cintas o borde elástico) o en forma de concha.
La mascarilla rectangular se coge por su cinta superior o por las laterales. Se coloca sobre el puente de la nariz y se atan las
cintas superiores en la parte alta de la cara posterior de la cabeza, de forma que los nudos queden por encima de las orejas.
Si se llevan gafas, se ajusta el borde superior por debajo de las mismas para evitar que se empañen. La parte inferior de la
mascarilla debe quedar por debajo de la barbilla, atando las cintas inferiores sobre la nuca.
Si durante la actividad prolongada se humedece la mascarilla (30-60 minutos), la enfermera circulante debe colocar otra por
encima de la anterior. No debe tocarse mientras se lleve puesta.
Al quitarse la mascarilla, hay que desecharla inmediatamente, nunca se dejará colgando del cuello, ni guardarse en el
bolsillo, ni volvérsela a poner. Debe cambiarse entre intervenciones, cada vez que se moje y siempre que se salga de la
zona quirúrgica.
Se debe utilizar una mascarilla por intervención quirúrgica.
Las mejores son las quirúrgicas ya que son de mayor eficacia que las de algodón o papel.

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Técnica de colocación de la bata estéril.
Debe ser de algodón con tejido o malla fuertes para que dificulte el paso de gérmenes. Actualmente se suelen emplear
materiales desechables e impermeables por ser un filtro muy efectivo para impedir el paso de bacterias.
Los colores de la ropa de quirófano son sólidos, relajantes y absorbentes de luz para no reflejar la que emiten las lámparas y
no enmascaren el color rojo de la sangre. Así los colores más usados son el verde aceituna y azul verdoso.
La bata que se emplea en quirófano se denomina bata rusa, es amplia, de manga larga y puños elásticos. Debe llegar, al
menos, por debajo de las rodillas. Por delante será completamente lisa para evitar engancharse con cualquier material. En su
parte posterior lleva una pinza triangular que sirve para cubrir completamente la espalda cuando es atada, en su parte
inferior delantera suele tener guata absorbente que impide que la tela se empape en la intervención y manchar la ropa que
lleva puesta el personal. La bata está cerrada en un paquete estéril.
1. Cómo ponerse la bata uno mismo.
Se toma la bata firmemente y se levanta de la mesa.
Dejar que se despliegue suavemente sosteniéndola por los hombros y sin sacudirla.
Ubicar las manos dentro de los agujeros de las mangas y deslizar cada brazo a través de ellas, elevando y abriendo los
brazos. Las manos no deben salir fuera de los puños de la bata.
La enfermera circulante ayudará tirando de la bata sobre los hombros y atándola con las cintas posteriores y las
inferiores de cintura.
2. Cómo poner la bata a otro miembro del equipo.
Coger la bata de forma que el interior mire hacia nosotros. Sosteniendo la bata por los hombros, se empuñan las
manos debajo de los hombros de la bata.
El cirujano se acerca y va introduciendo sus manos. Se desliza la bata hasta la mitad de los brazos del cirujano. Este
va introduciendo los brazos a la vez que los eleva y separa.
Se atan las cintas del cuello y las internas de la cintura de la bata. El cirujano esperará a que se le faciliten los guantes.
Técnica de colocación de los guantes estériles.
Los guantes, con el lavado de manos, son la barrera más importante para luchar contra la infección hospitalaria. Un pinchazo
a través de un guante reduce el volumen de sangre transferido, al menos en un 50%.
Los guantes estériles se empaquetan con un doblez de unos 5 cm. y con las palmas de las manos mirando hacia arriba
cuando se abre el paquete.
1. Cómo ponerse los guantes uno mismo. Técnica abierta.
Suele utilizarse cuando sólo las manos necesitan estar cubiertas (cateterización, sondaje, etc.) También se utiliza
cuando un guante se contamina y debe ser cambiado.
Con una mano se toma el guante por los dobleces (puño vuelto). No tocar el envoltorio de los guantes con la mano
descubierta.
Se introducen los dedos de la mano opuesta y se desliza el guante hasta introducir la mano y dejar el doblez tal cual.
Utilizando la mano parcialmente enguantada (hasta la muñeca), deslizar los dedos por el interior del puño vuelto del
guante opuesto y levantarlo del envoltorio. Introducir la otra mano completamente dentro del guante, deslizando los
dedos por el puño vuelto hasta desenrollarlo suavemente para no tocar el brazo descubierto (contaminado).
Con una mano ya enguantada, se introducen los dedos debajo del borde externo del puño del guante opuesto
desenrollándolo de igual manera.
2. Cómo ponerse los guantes uno mismo. Técnica cerrada.

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Esta técnica asegura que la mano nunca se ponga en contacto con la parte externa de la bata o de los guantes.
Sin sacar las manos de dentro de las mangas de la bata, se coge un guante del envoltorio.
Se apoya la palma del guante sobre el puño de la bata con los dedos del guante apuntando hacia nosotros.
Desde dentro de la manga (desde dentro del puño) se coge el doblez del puño vuelto del guante que está apoyado sobre
la parte externa del puño de la bata. Se coge firmemente. Con la otra mano, siempre por dentro del puño de la manga,
se coge el puño vuelto del guante que queda hacia arriba y se desenrolla para que, dando la vuelta, cubra el puño de la
manga por encima.
Se va sacando la mano desde la manga para introducirla en el guante.
Se procede con la mano opuesta siguiendo los mismos pasos.
Nunca la mano descubierta debe tocar el borde del puño de la bata o el exterior del guante.
3. Cómo ponerle los guantes a otro miembro del equipo.
Se saca el paquete interior (estéril) que es el que envuelve los guantes y se coloca sobre una superficie, si esta no está
estéril, se debe evitar tocar con las manos.
Se despliega el paquete interno, los guantes llevan una marca si es derecho o izquierdo, se debe reconocer el guante
derecho primero si es diestro y si no el izquierdo.
Se pone la palma del guante mirando al cirujano. Al colocar el guante derecho hay que levantar con la mano izquierda
la abertura del guante, los dedos de la mano izquierda solo deben tocar el guante por la cara interna de la parte
invaginada del mismo. Introducir la mano derecha.
Con el guante ya puesto en la mano derecha, se toma el guante izquierdo por el doblez del guante y se eleva la entrada
para meter la mano izquierda. Finalmente se corrige la adaptación de los guantes y conseguir una mayor comodidad.
Debe evitarse el uso prolongado de los guantes, ya que se provoca sudoración y maceración de la piel, pudiendo provocar
lesiones. La Academia Española de Dermatología recomienda el uso de guantes sintéticos (vinilo o nitrilo) o de látex
natural sin polvo y bajo en alérgenos.
Cuando se realicen técnicas invasivas que entrañen alto riesgo de infección por punción o corte se recomienda utilizar
doble guante, reduciéndose el riesgo de perforación a un tercio con respecto al guante simple. Se recomienda que el guante
que va en contacto con la piel sea de una talla mayor que la del segundo guante ya que esto permite conservar un mayor
sentido del tacto.
Para conservar la integridad del guante se recomienda no almacenarlos a altas temperaturas ni en presencia de radiaciones,
evitar el uso de cremas de base hidrocarbonada u oleica (incompatibles con el látex) y no reutilizarlos cunando estén
indicados para un solo uso.
En caso de rotura de guantes, durante la intervención, se recomienda nuevo lavado de manos antes de la colocación de
otro par de guantes.
Tipos de guantes.
 Por su composición.
Material polimérico (goma y plástico) de tipo:
1. Natural. Látex de caucho natural. Son los de primera elección por sus propiedades. Garantizan efectividad,
confort, sensibilidad al tacto, buen ajuste y coste adecuado.
2. Sintético. PVC, nitrilo, vinilo, neopreno, etc. Como alternativa en alergia al látex y cuando se requiere
mayor resistencia y protección frente a microorganismos y a agentes químicos.
3. Guantes tricapa. Formados por una capa externa de látex, una capa intermedia formada por una mezcla de
látex y nitrilo y una capa interna de material sintético (nitrilo) que está en contacto con la mano.
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 Por el empolvado:
1. Con polvo (de almidón de maíz). Tiene como ventaja el efecto lubricante que hace que el guante sea más
fácil de poner. En cuanto a los inconvenientes, es irritante provocando alergias, actúa como transportador
de sustancias químicas y microorganismos. En el manejo de citostáticos se deben utilizar sin polvo.
2. Sin polvo. Se someten a un proceso de cloración o lavado intensivo que hace que tengan niveles de
proteínas menores que con polvo. Los guantes de látex sin polvo de la última generación reciben un
revestimiento sintético (hidrogel, silicona u otro polímero) que confiere las mismas cualidades que las de
los guantes con polvo (estiramiento, facilidad para llevarlos, etc.)
 Por su indicación:
1. Guantes quirúrgicos. Estériles. Permiten mantener la asepsia cuando se rompen las barreras naturales de la
piel o mucosas. Indicados en intervenciones quirúrgicas y cateterizaciones.
2. Guantes de examen o exploración. Estériles y no estériles.
3. Guantes de protección específica frente a agentes químicos y citotóxicos. Proporcionan protección e
impermeabilidad (nitrilo, neopreno).
 Por su forma:
1. Guantes anatómicos. Se adaptan perfectamente a la anatomía de cada mano (derecha e izquierda).
2. Guantes ambidiestros. Un mismo guante se utiliza para ambas manos. Los no estériles de látex, vinilo o
nitrilo se utilizan para evitar el contacto físico con secreciones, piel o mucosas, así como con materiales
sucios o contaminados en procedimientos de riesgo. Se utilizan en maniobras que no requieren una gran
destreza o adaptabilidad.
Técnica para quitarse la bata sucia o contaminada y los guantes asépticos.
Si durante la cirugía fuese necesario cambiarse la bata, también deben cambiarse los guantes. Primero se cambia la bata y
luego los guantes.
1. Quitarse la bata sucia.
Si se realiza de forma correcta, se preserva el atuendo quirúrgico para no contaminarlo con la parte exterior de la bata.
Con los guantes puestos, se aflojan los puños de la bata y se tira hacia abajo sobre las muñecas. Se toma un hombro de
la bata (previamente desanudada por la circulante) con la mano contraria.
Tirar del hombro hacia abajo, invirtiendo la manga, lejos del cuerpo, con los codos flexionados. Con el brazo ya libre,
tome el otro hombro (por la parte externa de la bata) y se quita la bata por completo, girándola para que la parte externa
quede por dentro. De este modo se conservan limpios los brazos.
2. Quitarse los guantes asépticos.
Se quitan de forma que la piel descubierta no entre en contacto con el exterior del guante sucio.
Se toma el borde del guante. Se desenrolla el guante sobre la mano y se arroja al contenedor.
Con la mano descubierta se toma el puño del guante opuesto por la superficie interna. Se quita el guante desenrollándolo
y dándole la vuelta.
Manejo de equipos textiles.
Los equipos textiles contienen toda la ropa necesaria para una intervención (3 batas, paños, sábanas) además de las
compresas (6) y las gasas (12) con que ha de iniciarse el contaje obligatorio en intervenciones abiertas.
Como el envoltorio externo de estos paquetes no está estéril, será la enfermera circulante quien abra y extienda esa primera
envoltura. La extensión y abertura completa las hará la enfermera instrumentista, mediante el siguiente procedimiento:

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 El equipo se coloca en el centro de la mesa.
 Las sábanas se extienden siempre hacia la persona que esté abriendo el paquete, de forma que la mano y el brazo no
se extiendan sobre el área estéril.
 Se introduce la mano en los dobleces hacia fuera de la sábana y se va desplegando hacia arriba y hacia atrás, hasta
dejar caer la sábana, convirtiéndose en las faldas de la mesa.
 Se bordea la mesa y se sigue el mismo procedimiento con el doblez final para convertirlo también en falda de la
mesa. A partir de este momento, la instrumentista se vestirá y desplegará el resto hacia fuera.
Creación de un campo estéril.
Un campo estéril es una zona claramente delimitada donde se mantienen unas condiciones de asepsia completa, siendo una
zona libre de microorganismos.
Su objetivo es mantener en condiciones de esterilidad todo el instrumental y material que se va a utilizar en una intervención
quirúrgica, que requiere una asepsia completa.
Se abre el paquete del paño estéril y se saca el paño sin que toque nada a nuestro alrededor. Se coloca el instrumental en
orden según su utilización. Usar pinzas estériles para coger materiales estériles.
Se debe evitar inclinarse sobre el campo estéril. Tener en cuenta que los 2,5 cm. del borde del campo no se consideran
estériles.
Evitar la realización de movimientos bruscos que favorezcan el movimiento de partículas o gérmenes en el aire.
Se evitará dar la espalda al campo estéril.
Principios de las técnicas estériles.
1. Sólo se deben usar artículos estériles dentro de un campo estéril.
 Cada una de las personas que entrega un artículo estéril al campo, debe verificar y garantizar su esterilidad. Si se
produce la más mínima duda sobre la esterilidad de cualquier material, se debe considerar no estéril, y nunca
entregarse al campo estéril.
 Si un paquete envuelto en una única bolsa o en material de tejido permeable se cae al suelo, debe desecharse como
no estéril.
2. Las mesas vestidas con ropa estéril son estériles sólo en su parte superior.
 Los bordes y laterales de las mismas se consideran no estériles. Por ello, cualquier cosa que caiga o se extienda
sobre el borde de la mesa (por ejemplo, un trozo de sutura) no es estéril. La enfermera instrumentista sólo toca la
parte superior de la mesa.
 Una vez colocadas las sábanas estériles de las mesas, no deben moverse, para que la parte que ha caído en el lateral
no regrese a la parte superior, contaminándola.
 Las sábanas estériles de las mesas no se deben arrastrar por el suelo.
 Debe mantenerse siempre la continuidad en todo el campo estéril.
 Si se utilizan pinzas de campo o grapas para fijar los paños y sábanas del campo estéril, éstas no deben quitarse,
ya que las puntas están contaminadas al haber atravesado la ropa estéril y entrado en contacto con la piel del
paciente. Si, a pesar de todo, es necesario quitar una de estas pinzas, se desechará del campo y se cubrirá el área
perforada con ropa estéril.
3. Las batas se consideran estériles sólo por delante desde debajo de la línea axilar hasta la cintura, y las mangas
hasta 3 cm. por encima del codo.
 Las manos deben mantenerse dentro de los límites estériles de la bata, lejos de la cara, y los codos junto a los

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costados del cuerpo. Las manos nunca se colocan debajo de las axilas, porque esa zona se considera no estéril y,
además, puede haber sudoración. Las manos deben estar siempre por encima de la cintura.
 El dorso de la bata se considera no estéril, aunque sea del tipo cruzado. Por ello, cuando los miembros estériles
del equipo quirúrgico se cruzan, lo deben hacer enfrentando sus espaldas. También dan la espalda a un miembro
del equipo no estéril. Sin embargo, pasan de frente a un área estéril.
 Las personas vestidas con atuendo quirúrgico estéril permanecen dentro del campo estéril, y no se desplazan ni
salen del quirófano.
4. Las personas con atuendo estéril sólo tocan artículos o áreas estériles. El personal no estéril sólo toca artículos o
áreas no estériles.
 El personal estéril mantiene contacto con el campo estéril por medio de batas y guantes estériles, y todo el material
que necesitan para el desarrollo de la intervención se lo proporciona la enfermera circulante, la cual no está estéril.
 Ningún miembro no estéril del equipo debe entrar en contacto directo con el campo estéril.
5. Las personas no estériles evitan acercarse al campo estéril. Las personas estériles evitan inclinarse sobre un área no
estéril.
 La enfermera circulante, o algún otro miembro no estéril, deben evitar acercarse a menos de 30 cm. de cualquier
zona del campo estéril. Las personas no estériles nunca se extienden por encima del campo estéril, sobrepasando
los límites de la mesa del instrumental o la de Mayo para dar artículos estériles. Cada vez que entreguen un
artículo estéril al campo, deben hacerlo en la esquina más alejada a la enfermera instrumentista, con el fin de no
mezclar los artículos nuevos con los ya usados. Nunca deben caminar entre dos zonas estériles, por ejemplo, entre
la enfermera instrumentista y la mesa del instrumental, por lo que su obligación es estar continuamente pendientes
del campo estéril para no atravesarlo ni contaminarlo.
 Si la enfermera instrumentista tiene que cubrir una mesa o superficie no estéril con ropa estéril, debe desdoblar la
ropa empezando por el lado cercano a ella para proteger su bata, y protegiendo siempre sus manos con la ropa
estéril. La enfermera instrumentista coloca las cápsulas vacías en un extremo de la mesa estéril. Para llenarlas, la
enfermera circulante se sitúa cerca de la mesa y vierte los líquidos con cuidado, procurando no derramar nada ni
salpicar sobre las áreas estériles.
 Las personas estériles nunca deben sentarse o inclinarse contra una superficie no estéril. Si el equipo quirúrgico se
sienta a operar, lo harán siempre protegiendo los taburetes con ropa estéril. Si el personal estéril abandona la zona
estéril, tendrá que vestirse estéril al volver.
6. La preparación de un campo estéril se realiza inmediatamente antes del momento en que va a usarse.
 El grado de contaminación es proporcional al tiempo en que los artículos estériles permanecen descubiertos y
expuestos al ambiente. Además, es difícil destapar una mesa con contenido estéril sin contaminarla, por lo que no
se recomienda cubrir mesas para usar más adelante. Se debe esterilizar todo el instrumental que haya estado en
contacto o no con el paciente.

7. Las áreas estériles están continuamente a la vista,


 Una vez que se coloca un campo estéril, alguien debe permanecer manteniendo vigilancia para poder detectar la
contaminación accidental de las áreas estériles.
8. Los bordes de cualquier envase que contenga materiales estériles se consideran no estériles.
 No debe permitirse que los bordes del envase toquen los materiales que contienen. Las hojas de los paquetes que

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se abren separándolos, deben tirarse, no torcerse, para exponer el contenido estéril. El contenido debe elevarse o
levantarse, y no permitir que se deslice sobre los bordes.
 Los tapones de los frascos utilizados, como el de la solución antiséptica, deben depositarse sin contaminar la parte
interna para poder cerrar el frasco de la manera más limpia posible. Al abrirse una botella estéril, el resto se
desecha pues no se puede poner el tapón al ser este no estéril.
9. Las personas con atuendo estéril, mantienen contacto mínimo con las áreas y materiales estériles.
 La manipulación excesiva invita a la contaminación. Las personas estériles no se apoyan en las mesas estériles, ni
sobre el paciente tapado con el campo estéril.
10. La pérdida de integridad de las barreras microbianas produce contaminación.
 La integridad de la ropa o paquetes estériles se altera por perforaciones, punciones o traspaso de humedad, la cual
transporta bacterias desde una capa no estéril a una superficie estéril. Para asegurar la esterilidad:
- Los paquetes estériles se colocan sobre superficies secas y se almacenan en áreas secas y limpias.
- Si el paquete estéril se humedece o moja, se desecha y se esteriliza de nuevo. Cualquier parte del paquete
que se mantenga en contacto con humedad se considera no estéril.
- Los paquetes estériles envueltos en papel mixto o tejido textil, hay que dejarlos enfriar después de sacarlos
del esterilizador, antes de colocarlos sobre una superficie fría, para evitar la condensación del vapor y la
contaminación resultante.
- La ropa estéril del campo quirúrgico se coloca sobre una superficie seca.
- Si se emplea ropa textil estéril, deben proporcionarse barreras adecuadas en contra de la humedad y, por
tanto, de la contaminación. Esto se logra utilizando tallas impermeables o plastificadas, tanto en las mesas
de instrumental como en el campo estéril.
11. Los microorganismos deben mantenerse al mínimo posible.
 Ya que la piel puede limpiarse y desinfectarse, pero no esterilizarse, es una fuente potencial de contaminación en
las intervenciones quirúrgicas. Para evitar la entrada de microorganismos en la herida quirúrgica se utilizan
diversas medidas preventivas:
- Efectuar un correcto lavado quirúrgico, tanto de la piel del paciente como de los miembros del equipo
quirúrgico.
- Colocarse correctamente la bata y los guantes estériles, sin contaminar la parte externa de estas prendas.
- No tocar directamente la piel del paciente con los guantes estériles. El instrumental usado para la piel no
debe usarse para otra parte del cuerpo, con lo que dicho instrumental se apartará hasta volverlo a utilizar
en el cierre de la herida quirúrgica.
- Si un guante se desgarra o es perforado, se cambia inmediatamente, y se elimina del campo estéril la
aguja o instrumento que lo haya perforado, puesto que, al tocar la piel, estará contaminado.
- El apósito de la herida también debe colocarse en condiciones estériles.

 Algunas zonas no pueden lavarse adecuadamente. Las áreas como nariz, faringe, boca y región perianal no
pueden proveer un campo estéril. Aun así, debe mantenerse una técnica aséptica para evitar una contaminación
masiva del campo.
 Varias partes del cuerpo, como las vías digestivas o la vagina, están contaminadas. El instrumental que se utilice
en estas zonas debe apartarse al terminar, y emplearse instrumental limpio para trabajar en otra zona anatómica

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no contaminada, o para cerrar, con el fin de evitar la propagación de la contaminación a la cavidad abdominal. El
personal con atuendo estéril debe cambiarse los guantes por unos nuevos al terminar de trabajar en una zona
contaminada.
 En toda intervención infecto-contagiosa deben utilizarse equipos desechables y evitar, en la medida de lo
posible, el uso de ropa de tela. Todo el resto de material de un solo uso se desechará al terminar la intervención,
no re-esterilizándose.

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