Está en la página 1de 12

UNIDAD 1: COLONIALIDAD, MODERNIDAD, ATLANTISMO Y SISTEMA MUNDO

Colo- nialismo» se refiere a períodos históricos específicos y a lugares de dominio imperial (español,
holandés, británico y, desde principios del siglo XX, estadounidense); «colonialidad», en cambio, denota
la estruc- tura lógica del dominio colonial que subyace en el control español, holandés, británico y
estadounidense de la economía y la política del Atlántico, desde donde se extiende a casi todo el mundo.
En cada uno de los períodos imperiales del colonialismo -con predominio de España (si- glos XVI y XVII),
Inglaterra (desde el siglo XIX hasta la Segunda Guerra Mundial) o Estados Unidos (desde principios del
siglo XX hasta nuestros días)- se ha mantenido la misma lógica aunque el poder haya cambiado de
manos.- Mignolo, 33

y la colonialidad (en cuanto que lógica oculta de la modernidad). Mignolo

cómo modernidad y colonialidad van de la mano y cómo la salvación justifica la opresión y la violencia.-
Mignolo

. Mientras que la colonialidad es la consecuencia inevitable del «proyecto inacabado de la modernidad»


(como diría Jürgen Habermas) –puesto que la colonialidad es constitutiva de la modernidad–, la
descolonialidad (en el sentido de proyectos descoloniales globales) se convierte en la opción global y en
el horizonte de la liberación. El horizonte de tal liberación es un mundo no capitalista y transmoderno
que ya no está configurado por «el pensamiento único» –adaptando la expresión de Ignacio Ramonet–
de la derecha ni de la izquierda: la colonialidad ha engendrado la descolonialidad.- Mignolo

quiénes fueron y son los agentes e instituciones que crearon y siguen reproduciendo la retórica de la
modernidad y la lógica de la colonialidad? Lo que ocurrió es que, en general, los agentes (e instituciones)
que crearon y gestionaron la lógica de la colonialidad fueron europeos occidentales, mayoritariamente
de sexo masculino; y si no todos eran heterosexuales, sí consideraban, por lo menos, que la
heterosexualidad era la norma de conducta sexual. Además, fueron, en general, mayoritariamente
blancos y cristianos (católicos o protestantes). Por consi- guiente, la enunciación de la matriz colonial se
erigió sobre dos pilares encarnados

y localizados geohistóricamente: la semilla de la subsiguiente clasificación racial de la población del


planeta y la superioridad de los hombres blancos sobre los hombres de color, y también sobre las
mujeres blancas. La Matriz colonial del poder colonialidad?

la gestión y el control de subjetividades (por ejemplo, la educación cristiana y laica, ayer y hoy, los
museos y las universidades, los medios de comunicación y la publicidad actuales, etc.).
2) La gestión y el control de la autoridad (por ejemplo, los virreinatos en las Américas, la autoridad
británica en India, el ejército estadounidense, el Politburó en la Unión Soviética, etc.).

3) La gestión y el control de la economía (por ejemplo, a través de la reinversión de los beneficios


obtenidos con la apropiación masiva de tierras en América y África; la explotación masiva de la mano de
obra, empezando con el comercio de esclavos;la deuda externa por medio de la creación de instituciones
económicas como el Banco Mundial y el FMI, etc.).

4) La gestión y el control del conocimiento (por ejemplo, la teología y la invención del derecho
internacional, que establecieron un orden geopolítico del conocimiento basado en los principios
epistémicos y estéticos europeos que durante siglos legitimaron la desautorización del conocimiento no
europeo y de los cánones estéticos no europeos, desde el Renacimiento hasta la Ilustración y desde la
Ilustración hasta la globalización neoliberal; la filosofía).-Mignolo

identidad «americana» que no tenía en cuenta ni Anáhuac, ni Tawantin- suyu ni Abya-Yala. Esa supresión
se conceptualizó como «moderni- dad», como si la modernidad fuese una fuerza histórica necesaria con
de- recho a negar y suprimir todo lo que no se ajustara a un modelo de historia del mundo considerado
como «un proceso histórico esencial»-Mignolo

separó a América de los otros tres continentes (Asia, África y Europa), en línea con la idea de la época de
que había un Viejo y un Nuevo Mundo. Por causa de la diferencia co- lonial, América siempre se ha
concebido como un continente que no coexistía con los otros tres sino que apareció tarde en la historia
del pla- neta, razón por la cual se le dio el nombre de «Nuevo Mundo». Ya en el siglo XVIII, Buffon y
Hegel hablaban de la «juventud» de la naturale- za y la cultura del Nuevo Mundo-Mignolo

Las consecuencias de la conversión del capital en capitalis- mo fueron la devaluación de la vida y la


naturalización de la idea de que la vida humana es prescindible. Así se inició un tipo de racismo que ha
sobrevivido hasta nuestros días, -Mignolo

La combinación de la ideología de expansión del cristianismo de Occidente con la transformación del


comercio derivada de la posesión de la tierra y la explo- tación a gran escala de mano de obra para
producir mercancías destinadas a un nuevo mercado mundial engendró la matriz colonial de poder.

Giro epistémico decolonial implica enten- der la modernidad desde la perspectiva de la colonialidad,

El sistema-mundo moderno nació a lo largo del siglo XVI. América como constructo geosocial también
nació a lo largo del siglo XVI. La creación de su entidad geosocial fue el acto fundacional del sistema-
mundo moderno. América no se incorporó a una economía-mundo capitalista previa. Es imposible
imaginar una economía-mundo capitalista sin América.

EUROCENTRISMO

Es una cosmovisión que ubica la experiencia europea como referente y parámetro para el resto de las
experiencias no europeas. Estas pasan a ser medidas en relación a aquellas.

De esta forma, toda experiencia no europea es calificada como “incompleta”, “deforme”,

“anormal”, “tardía”, “bárbara o no civilizada”, “diferente o desviado”, “inferior”.

La lente analítica eurocentrada se aplica para medir todos los aspectos de la vida humana: el

progreso, la cultura, la belleza, la ética, la ciencia, la historia, las características fenotípicas, etc.

Establecer la experiencia europea como parámetro de referencia genera la idea aparente de una
“superioridad inherente”. Con el tiempo, el concepto “Europa” pasó a ser identificado con uno más
amplio, “Occidente”, que incluye además de Europa, a Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva
Zelanda. Esta idea aparece en el texto de Mignolo cuando refiere a las tres caras de la modernidad: (a)
Ibérica y Católica, 1500-1750; (b) Centro europea, 1750-1945; (c) Estadounidense, 1945-2000.

PROYECTO DE LA MODERNIDAD

«la moderni dad es un proyecto que aún no se ha completado». En mi opinión, ex presada desde la
perspectiva de la colonialidad, completar el proyecto significa seguir reproduciendo la colonialidad, en la
que seguimos in mersos a comienzos del siglo XXI. Si bien es cierto que ya no padecemos la dominación
colonial abierta de los modelos español o británico, la lógica de la colonialidad sigue vigente en la «idea»
del mundo que se ha construido a través de la modernidad/colonialidad. El análisis de la evo lución de la
«idea de América Latina»

el proyecto triunfante de la modernidad, vamos a analizar el lado os curo de la retórica de la


modernidad. El sociólogo Immanuel Wallerstein observa que el «sistema-mundo moderno» no tuvo un
imaginario propio (es decir, un conjunto de ideas que le confiriera coherencia conceptual) sino hasta la
Revolución Francesa. De acuerdo con Wallerstein, ese ima ginario se conformó a partir de tres ideologías
en pugna aunque comple mentarias: el conservadurismo, el liberalismo y el socialismo. Vistas des de la
perspectiva del imperio que mira a las colonias, o en el sentido de la marcha de la modernidad, las tres
ideologías parecen adecuadas.

Vistas en el sentido inverso, de las colonias al imperio o como la invasión de la modernidad al resto del
mundo, es evidente que no puede contarse la his toria completa recurriendo solamente a estas tres
ideologías, frutos de la Ilustración europea. En verdad, falta una ideología clave para compren der la
«idea» de América Latina, que se remonta al siglo XVI: el colonialismo. Desde el punto de vista de la
epistemología y la teoría política occi dental, el colonialismo es un mero derivado, un proceso
desagradable pe ro necesario para construir un mundo mejor. Es precisamente lo que ha quedado oculto
y sin nombrar tras las tres ideologías aceptables y la cara visible del imperio, que cubrió las colonias y las
convirtió en entidades marginales en el espacio y en el tiempo.

El colonialismo (y con este término me refiero a las formas específicas que surgieron en el mundo
moderno/colonial y no a las colonias romanas o incas, por ejemplo) es el resultado de las acciones
imperiales que tienen el capitalismo como principio y base de los «modos de organización y vida social».
Es decir que el imperialismo y el colonialismo son dos caras de la misma mo neda, como la modernidad y
la colonialidad, en tanto están vinculados con el mercantilismo, el libre comercio y la economía
industrial. El imperialismo/colonialismo caracteriza momentos específicos de la his toria (es el caso de
los imperios imperiales/coloniales español, británico y ruso), mientras que la modernidad/colonialidad
se refiere más bien a un conjunto de principios y creencias en los que se enmarcan cier tos imperios
imperiales/coloniales.

Como ideología oculta, el colonialismo se distingue de las otras tres en dos aspectos. En primer lugar, por
ser una ideología que nadie quiere promover y a la que todos dicen querer ponerle fin. Es la vergüenza
de la familia: está allí, todos saben de su existencia pero prefieren no nombrar lo, algo así como hablar
de dinero con una familia aristocrática. El colo nialismo no es un proyecto del que las potencias
imperialistas y los encar gados de los diseños globales puedan estar muy orgullosos; de hecho, en sus
declaraciones públicas se oponen a él. Los proyectos explícitos se des criben con términos positivos
-«civilización», «desarrollo», «democra cia»- y nunca se usa la palabra «colonización», incluso cuando se
la ve co mo el paso necesario para acercar el Bien a pueblos que lo desean y se lo merecen. Los
conservadores, los liberales y los marxistas están más que deseosos de promover la «civilización», el
«desarrollo», la «moderniza ción» y el «socialismo» y de llevarlos a lugares remotos, pero no sucede lo
mismo con el colonialismo.La colonización es algo que no puede evitarse si se desea «llevar» la
prosperidad, la democra cia y la libertad al mundo. El eurocentrismo podria definirse en esos mismos
terminos: una concepción de la historia en la que la mo dernidad se presenta como una superación de la
tradición y el colonialis mo como un medio para alcanzar fines nobles.

E]l colonialismo no se contenta con imponerse sobre el presente y el fu turo de un país dominado. Al
colonialismo no le basta con tener a un pueblo entero en sus garras y vaciar la mente de los nativos de
toda forma y conte nido. Por una especie de lógica perversa, también se apodera del pasado de los
oprimidos y lo distorsiona, lo desfigura y lo destruye.
No existe modernidad sin colonialidad, ya que esta es parte indispensable de la modernidad.

2. El mundo moderno/colonial (y la matriz colonial de poder) se origina en el siglo XVI, y el


descubrimiento/invención de América es el componente colonial de la modernidad cuya cara visible es
el Renacimiento europeo.

3. La Ilustración y la Revolución Industrial son momentos históri cos derivados que consisten en la
transformación de la matriz co lonial de poder.

4. La modernidad es el nombre del proceso histórico en el que Euro pa inició el camino hacia la
hegemonía. Su lado oscuro es la colonialidad.

5. El capitalismo, tal como lo conocemos, está en la esencia de la no ción de la modernidad y de su lado


oscuro, la colonialidad.

6. El capitalismo y la modernidad/colonialidad tuvieron un segundo momento histórico de


transformación después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos se apropió del liderazgo
imperial del que antes habían gozado, en distintas épocas, España e Inglaterra.

tres momentos histórico-es tructurales heterogéneos de relación entre los imperios y las colonias. El
primero es la entrada de América en la conciencia europea (el Renaci miento). El segundo (la Ilustración)
coincide con la aparición de la «la tinidad» -«latinity», «latinité» (véase el capítulo 2)- como doble identi
dad imperial y colonial.

Época MODERNA: es un período

 Proyecto MODERNO: es un objetivo (secularización –antropocentrismo-, Estado centralizado, todas las


fuerzas

productivas al servicio de la generación de capital –nace el capitalismo-, transformación social de


estamentos a

clases) con dos momentos claves, el de la transición entre el siglo XV y XVIII, y el de la consolidación del
siglo

XVIII al XX.

 Suceden saltos singulares, el económico (el objetivo es el beneficio) y el epistemológico (la razón nos
permite controlar el

entorno natural, incluye también al resto de los seres humanos). Ambos saltos se apoyan en la idea de la

PRESCINDIBILIDAD de la vida humana (indígenas, esclavos, obreros, pobres…).

 MODERNIDAD: es un proceso vigente, capaz de readecuarse en el tiempo con marchas y


contramarchas
(Maquiavelo escribiendo El Príncipe en 1513, donde el hombre es autor del devenir histórico, y un
Jacobo

Bossuet en 1709 que plantea la existencia de una obra divina por encima de las voluntades humanas).

 Impulso del COLONIALISMO desde el fines del siglo XV, a escala planetaria en oleadas (siglo XIX). Es la
europeización del mundo.

 COLONIALIDAD: estructuras de larga duración que nacen dentro del vínculo colonial y permanecen una
vez que está roto.

ELEMENTOS DEL RELATO DE LA MODERNIDAD

Colonización del tiempo y del espacio

 Discurso teleológico de cómo debe ser la trayectoria universal (ver texto de Quijano sobre el
Desarrollo) a pesar de que la cuestión del Estado-nación estuvo

todo el tiempo implicado, y el nacionalismo fue, sin duda, el eje del debate y de los proyectos y prácticas
de desarrollo, pues el sentido final de todo proceso semejante estaba atado a la idea de desarrollo de un
país o de un grupo regional de ellos. De allí el nombre mismo de las instituciones destinadas al estudio
de su estudio, v.g. Comisión Económica para América Latina. -quijano

 Promesa de salvación y novedad. Cada etapa supera a la anterior (progreso, evolución, civilización, “lo
moderno”) y la vuelve obsoleta.

 El mundo no europeo ha consumido el discurso erudito de Europa, incluso sus proyectos de rebeldía
(marxismo), que no dejan de ser relatos eurocentrados.

 Ver en Quijano los “mitos fundantes”, los “marcos intersubjetivos” que orientan lo valorativo.

Quijano: No sería posible explicar de otro modo, satisfactoriamente en todo caso, la elaboración del
eurocentrismo como perspectiva hegemónica de conocimiento, de la versión eurocéntrica de la
modernidad y sus dos principales mitos fundantes: uno, la idea imagen de la historia de la civilización
huma na como una trayectoria que parte de un esta do de naturaleza y culmina en Europa. Y dos,
otorgar sentido a las diferencias entre Europa y no-Europa como diferencias de naturaleza (racial) y no
de historia del poder. Ambos mi tos pueden ser reconocidos, inequívocamen te, en el fundamento del
evolucionismo y del dualismo, dos de los elementos nucleares del eurocentrismo.

Por supuesto que este patrón de poder, ni otro alguno, puede implicar que la heterogeneidad histórico-
estructural haya sido erradicada dentro de sus dominios. Lo que su globalidad implica es un piso bási co
de prácticas sociales comunes para todo el mundo, y una esfera intersubjetiva que existe y actúa como
esfera central de orientación va lorativa del conjunto. Por lo cual, las institu ciones hegemónicas de cada
ámbito de exis tencia social son universales a la población del mundo como modelos intersubjetivos. Así,
el Estado-nación, la familia burguesa, la empre sa, la racionalidad eurocéntrica.
 Ver en Quijano el planteo de que lo que permitió a los explotados europeos consolidar mecanismos
más democráticos fue la transferencia de la explotación al mundo colonial, primero con el colonialismo
directo, luego con la colonialidad. El derecho internacional está relacionado con la creación de las
diferencias raciales propias de la modernidad.

Los benefi cios, distribuidos entre la burguesía británica y la chilena, permitieron el impulso de la agricul
tura comercial y de la economía comercial ur bana. Se formaron nuevas capas de asalariados urbanos y
nuevas capas medias relativamente amplias, junto con la modernización de una parte importante de la
burguesía señorial. Fue ron esas condiciones las que hicieron posible que los trabajadores y las capas
medias pudie ran negociar con algún éxito, desde 1930-35, las condiciones de la dominación /
explotación / conflicto. Esto es, de la democracia en las con diciones del capitalismo. De ese modo, pudo
ser establecido un poder configurado como Es tado-nación de blancos, por supuesto.

quijano: En cada país o espacio de dominación en donde esos procesos pudieron ser profundos y
duraderos, y en especial allí donde produjeron revoluciones que permitieron depurar el carácter del
poder de las relaciones señoriales de dominación, los procesos de democratización de las relaciones
sociales, del control más o menos difundido de recursos de producción, permitieron también la difusión
relativamente importante del control sobre las instituciones de autoridad pública, es decir, de
representación política en los términos de la jerga de la llamada ciencia política actual. Todos esos
procesos, llevados a cabo en espacios estables de dominación, produjeron relaciones intersubjetivas
particulares, sentidos de pertenencia a espacios-tiempos singulares, que han sido denominadas como
identidades nacionales. Esto es, la democratización de la sociedad y del Estado ha corrido pareja con la
nacionalización de los mismos, en el específico sentido de los estados-nación modernos.

En cambio, en las regiones donde fue impuesta la colonialidad del poder, las tendencias de configuración
del poder fueron todo el tiempo sus prisioneras. Para partir, porque las relaciones del capital como tal
eran, necesariamente más débiles o fragmentarias o vinculadas a sectores no industriales, dada la
centralización de tales relaciones sociales en Europa. Luego, porque en esas condiciones, el mercado y
las exigencias de relativa democratización del control de recursos de producción estaban bloqueadas por
el dominio colonial, y sobre todo, por supuesto, el acceso al control democrático de las instituciones de
autoridad. La democratización de las relaciones sociales cotidianas, requiere en todas partes que los
unos y los otros, se reconozcan como de la misma naturaleza. La colonialidad del poder, la clasificación
racial de la población hace, literalmente, imposible toda democratización real.

Por eso, como lo muestra sin atenuantes la experiencia latinoamericana, el desarrollo de Estados-nación
en estos países sólo ha sido viable de modo parcial y precario. Si hay algo de incompleta biografía en
estas tierras es, justamente, el estado-nación. Y mientras la colonialidad del poder no sea erradicada, ese
proceso no podrá culminar, porque ella actúa de un modo específico sobre Estado-nación moderno y
América Latina es uno de sus más definidos espacios (v. Quijano, 1993, 1994).

La imposibilidad de la democracia en la sociedad, dada la colonialidad del poder, hacía}igualmente


imposible la nacionalización de esa sociedad. En toda nacionalización de una sociedad, tiene que haber
un espacio significativo, real o simbólico, donde todos los sectores de la sociedad, esto es del patrón de
poder vigente, tengan o perciban algo en común, esto es una comunidad. La identidad nacional es la
expresión de esa forma de relación de poder. Y en el Estado-nación moderno, sin excepción conocida, es
la democratización de las relaciones sociales y políticas el espacio común y la fuente de toda identidad
nacional, si no se trata sola y banalmente de la nacionalidad legal.

Dada esa configuración de poder, toda posible democratización, por reducida que fuese, implicaba una
descolonización de las relaciones de poder, la erradicación de la idea de raza como mecanismo básico y
universal de clasificación social de la población. Y el hecho era que, en la casi totalidad de los nuevos
países la fauna dominante no era siquiera una proporción amplia de la población, como ocurría por
ejemplo en Estados Unidos, donde las víctimas de la colonialidad del poder eran una minoría. En
América Latina, los dominantes, los beneficiarios de las relaciones coloniales de poder eran una muy
pequeña minoría. El nuevo Estado era, por lo tanto, el de una de las razas, no el del conjunto de la
población, ni siquiera de una parte mayoritaria, no podía ser, en consecuencia, nacional.

 Se constituye la DIFERENCIA COLONIAL, hay MODERNOS y hay MODERNIZABLES. La diferencia colonial


establece quien es quien. Obra del jurista Francisco de Vittoria que transforma las diferencias en valores
y jerarquias entre seres humanos. Los modernos son el ejecutor, el que legitima, la imposicion y la
violencia. Los modernizables son el receptor naturalmente inferior.

El termino europeo deja de referir a lo geografico para tener una connotacion racial

Primer eje del patron del poder moderno Racismo (Racialismo)

El racismo es institucional. No hay racismo sin instituciones sociales que lo ejerzan sobre unma poblacion

Quijano, Grosfoguel habla de la zona del ser y del no ser, separadas por la linea de lo humano. La zona
del ser es lo humano lo superior.Formas de vida, formas epistémicas, formas de ser,consideradas
humanas.Heterogeneidad: yo-otro.Opresión de clase, género, sexualidad, religiosa. PRIVILEGIO RACIAL:
su humanidad es reconocida. Por otro lado, la zona del no ser es lo no humano, la inferioridad. Formas
de vida, formas epistémicas, formas de ser, consideradas NO humanas.Heterogeneidad y opresión
agravada por el desprecio racial (deshumanizado)

¿Cómo el sistema administra o gestiona los conflictos?

Arriba: regulación y emancipación. Reconocimiento de derechos. Acción esencialmente

pacífica con momentos excepcionales de violencia. Su vida no está en peligro, es

humano.

Abajo: violencia y apropiación (desposesión). Su vida siempre está en peligro si se queja u

organiza.

Hay una diferencia en cómo se vive la opresión.

Segundo eje del patrón de poder moderno: el capitalismo


 Todas las formas de control y explotación del trabajo y de control de la producciónapropiación-
distribución de productos fueron articulados alrededor de la relación Capitalsalario y del mercado
mundial.

 Esclavitud, servidumbre, pequeña producción mercantil, reciprocidad: todas estas formas de control
del trabajo rompen con su historia previa y a partir de ahora se organizan para producir mercaderías
para el mercado mundial.

 Pueden ser muy diferentes entre ellas, pero existen en el mismo tiempo de forma simultánea y se
orientan a un mismo fin.

 Se configura así un patrón global de control del trabajo.

 Nace una nueva estructura de relaciones de producción: el capitalismo mundial.

 Para Quijano desde la conquista de América se desarrolla y consolida un patrón de poder que articula
múltiples y heterogéneos contextos dentro de un mismo orden mundial.

Ninguno de esos procesos puede ser explicado, ni entendido, como pro- ducto exclusivo de

las virtualidades inherentes al capital como relación social, ni de lo europeo como una cualidad natural
particular. Fue la clasificación racial de las gentes del nuevo poder capitalista lo único que realmente
llevó al virtual monopolio blanco/europeo de la relación capital/salario y de esa manera del monopolio
de la producción industrial durante las primeras centurias del capitalismo colonial.

Europa centralizó en su propio espacio las relaciones entre capital y trabajo asalariado, hasta el siglo XIX;
en torno de esas relaciones fueron articuladas todas las demás formas de trabajo en el resto del mundo
y, en consecuencia, las relaciones entre Europa y el resto del mundo.

De ese modo se configuró un patrón de poder que podemos reconocer como capitalismo mundial,
eurocentrado y colonial/moderno. La versión europea de la modernidad es, en esa perspectiva, la otra
cara de la colonialidad del resto del mundo. Y esa modernidad/colonialidad es la expresión central de la
clasificación de la población mundial en torno de la idea de raza.

sistema mundo Wallerstein

En el proceso de formación del sistema-mundo moderno, América en su conjunto quedó en la periferia,


y el nivel de marginalidad dependía de qué sector de la población y qué instituciones de Europa
Occidental escribían la historia. El sistema-mundo moderno nació a lo largo del siglo XVI. América como
constructo geosocial también nació a lo largo del siglo XVI. La creación de su entidad geosocial fue el
acto fundacional del sistema-mundo moderno.

América no se incorporó a una economía-mundo capitalista previa. Es imposible imaginar una economía-
mundo capitalista sin América. Wallerstein rechaza la nocion de tercer mundo, afirmando que hay un
solo mundo conectado por una compleja red de relaciones de intercambio economico. El sistema mundo
es una creacion social, con una historia, con origenes que deben ser explicados, mecanismos presentes
que deben ser desalineados y cuya inevitable crisis terminmal debe ser advertida.

Immanuel Wallerstein ha señalado más de una vez que lo que se desarrolla no es un país -o una definida
jurisdicción estatal sobre un territorio y sus habitantes sino un patrón de poder o, en otros términos, una
sociedad. Derrotadas hasta hoy las demás opciones, el patrón de poder hoy vigente es, aún, el
capitalismo, esto es, la sociedad capitalista (Wallerstein, 1996, 195-207). Dentro del debate sobre
desarrollo-subdesarrollo, esa es una aseveración correcta en lo fundamental. En efecto, el capitalismo,
un patrón de dominación/ explotación/conflicto, articulado en torno del eje capital-trabajo
mercantizado, pero que integra todas las otras formas históricamente conocidas de trabajo, se
constituyó con América desde hace 500 años como una estructura mundial de poder. Se desarrolló
desintegrando a todos los previos patrones de poder y absorbiendo y redefiniendo aquellos elementos y
fragmentos estructurales que le fueran útiles o necesarios, e imponiéndose exitosamente hasta la fecha
sobre todos los posibles patrones alternativos.

Según el sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein en El moderno sistema mundial (1974), las
relaciones económicas mundiales forman un sistema global en el seno del cual las naciones más
desarrolladas explotan tanto la mano de obra como los recursos naturales de aquellas naciones en vías
de desarrollo. Este sistema mundial, o «sistema-mundo», dificulta el desarrollo de los países pobres y
garantiza que los ricos sigan siendo los principales beneficiarios de las cadenas globales de materias
primas y de los productos y la riqueza creados por el capitalismo industrial.

Este nuevo sistema económico mundial comenzó a emerger durante el siglo XVI, cuando las potencias
europeas, como España, Inglaterra y Francia, empezaron a explotar los recursos de las tierras que
conquistaban y colonizaban. Estas relaciones comerciales desequilibradas llevaron a una acumulación de
capital que se reinvertía en la ampliación del sistema. A finales del siglo XIX, la mayor parte del mundo se
había incorporado a este sistema de producción e intercambio de productos.

Wallerstein traslada las teorías de Karl Marx sobre la explotación capitalista al escenario global. Según
Marx, el capitalismo da lugar a una lucha por la «plusvalía», concepto que alude al hecho de que un
obrero genera diariamente un valor superior al salario que recibe, de modo que dicho valor se acaba
traduciendo en un beneficio para el empresario. En el sistema de explotación capitalista, las élites
sociales ricas se apropian de la plusvalía creada por el trabajo de la clase obrera.

En opinión de Wallerstein, en el sistema-mundo existe una división similar a la de las clases entre grupos
de países a los que denominó «centrales», «semiperiféricos» y «periféricos». Las naciones centrales son
aquellas sociedades desarrolladas que elaboran productos complejos gracias a métodos de producción
de alta tecnología y dependen de las periféricas para obtener materias primas, productos agrícolas y
mano de obra barata. Las naciones semiperiféricas cuentan con características sociales y económicas de
las otras dos categorías.
La naturaleza desigual del intercambio económico entre el centro y la periferia significa que las naciones
centrales venden sus productos a precios más elevados que las de la periferia. Las naciones
semiperiféricas se benefician de las mismas ventajas en sus relaciones comerciales desiguales con la
periferia, pero suelen estar en desventaja en sus intercambios con el centro.

Este sistema-mundo es relativamente estable y las probabilidades de que cambie son escasas. Aunque
algunos países pueden «ascender» o «descender» en el seno del sistema, el poder militar y económico
de los Estados centrales, junto con las aspiraciones de los que se hallan en la semiperiferia, hacen poco
probable que las relaciones globales se reestructuren de manera más equitativa.

Países periféricos: carecen de poder y son pobres. Su economía agrícola y minera es muy limitada.
Dichas naciones proporcionan a la semiperiferia y al centro materias primas, productos y mano de obra a
bajo precio

Paises de la semiperiferia: tienen niveles medios de riqueza, con cierta autonomía y diversidad
económicas

paises centrales: industrializados, desarrollados y ricos, con una posición dominante en el sistema-
mundo moderno

El reparto desigual de la riqueza mundial

En un principio, los sociólogos analizaron las desigualdades a escala mundial clasificando los países de
acuerdo con su nivel de industrialización, urbanización y actividad capitalista en «primer mundo» (los
países occidentales desarrollados), «segundo mundo» (aquellos países industrializados y comunistas) y
«tercer mundo» (países colonizados). Para salir de la pobreza, por tanto, los países más pobres
únicamente tenían que adoptar el modelo económico de las sociedades desarrolladas.

Wallerstein rechazó la idea de que el tercer mundo simplemente estuviera subdesarrollado. Tras analizar
los vínculos económicos y el proceso que estructuran, la economía global logró demostrar que, aunque
la posición que un país ocupaba inicialmente en el sistema-mundo fuera resultado de su historia y de la
geografía, la propia dinámica de mercado del capitalismo global acentuaba las diferencias entre la
periferia y el centro, institucionalizando de ese modo la desigualdad.

la perspectiva atlantica como marco analitico e historiografico

Efectos sobre la producción historiográfica latinoamericana.

En el texto de Castro-Gómez se plantea como todo este entramado cultural ha afectado la lectura
delmpasado en Colombia. Se podría organizar la producción historiográfica de la siguiente forma:
1. Textos que narran la historia de Colombia al servicio de contar su “ingreso” en el “mundo
moderno”.Evalúan si en ese trayecto ha habido éxitos o fracasos.

2. Textos que presentan la historia de Colombia como “recepción” de “corrientes del pensamiento”
europeo. Analizan si esa “recepción” fue buena o mala, y explican así los buenos o malos desempeños.

3. Una historia de continuidades y recurrencias, donde hay una Colombia que de forma permanente, con
aciertos o errores, intenta “alcanzar la modernidad”.

4. Una historia signada por permanentes obstáculos que no le permiten sumarse al “proyecto de la
modernidad” por más que sus héroes nacionales lo hayan intentado.

Quijano también expone cómo las lógicas construidas a partir de la mirada europea nos lleva a un
análisis errado (por ajeno) del devenir latinoamericano. A su vez expone como la lógica europea permitió
dominar al otro volviéndolo un objeto sobre el que había que intervenir (sujeto inanimado, cosificación
del otro)

UNIDAD 2: EL SIGLO XVI el dia despues de que los europeos cruzaran el oceano atlantico

También podría gustarte