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Wallerstein, I. (1996), The Age of Transition.

Trajectory of the World-System 1945-


2025. Pluto Press, Australia. Caps. 1 (1-12) y 8 (209-225) y 9 (226-243) Traducido por
J. Pigliapochi. Reseña por Julieta Di Felice

Unidad 2.1

Introducción

Immanuel Maurice Wallerstein (Nueva York, 28 de septiembre de 1930 – 31 de


agosto de 2019). Historiador, sociólogo y economista estadounidense, realizó sus
estudios en la Universidad de Columbia, donde se graduó en 1951. En 1976 se hizo
profesor de sociología de la Universidad de Binghamton (SUNY), puesto que ocupó
hasta que se retiró en 1999. Fue director del Centro Fernand Braudel de estudios
económicos, sistemas históricos y civilización. Wallerstein ocupó diversos puestos
entre ellos el de profesor visitante en diferentes universidades alrededor del mundo;
fue premiado con múltiples títulos honoríficos. Fue el fundador de una corriente de
investigación que ejerció a partir de 1974 un notable impacto en las ciencias sociales,
en el pensamiento crítico y en una creciente capa de activistas de los movimientos
sociales. Estimulado por su propia experiencia en contacto con los movimientos
anticoloniales (fue testigo directo, por ejemplo, de la proclamación del Estado
independiente de Ghana en 1957), desarrolló su teoría del “sistema-mundo”.

La obra de Wallerstein fue publicada originalmente en 1996, allí retomaba algunas de


sus preocupaciones de años de investigación para fundamentar que el sistema-mundo
“moderno” (surgido en el siglo XVI) había entrado en una crisis terminal, y que el
período de transición global –en el que estamos– se caracteriza por turbulencias y
resultados inciertos. 

Capítulo 1 – El sistema mundo. ¿Hay una crisis? (Por Terence K. Hopkins e


Immanuel Wallerstein
En el libro, el autor analiza el período 1945-1990 como periodo de larga historia del
moderno sistema mundo, que se destacó por tener la mayor expansión de la
economía mundo, y la mayor descolonización. Para poder abordar este análisis,
Wallerstein propone realizarlo desde seis vectores interdependientes:

1. Sistema interestatal: es una matriz de reconocimiento reciproco de la soberanía


de cada uno de los estados. Cuando un poder tiene una fuerte posición, se habla
de ejercicio de hegemonía sobre el sistema y sus políticas son aceptadas por
estados débiles y fuertes. No se habla de imperio sino de poder hegemónico. Ej.:
Estados Unidos en 1945.
2. Estructura de la producción mundial: está conformada por una red de cadenas
productivas que vinculan actividades productivas en múltiples jurisdicciones
políticas. Una función del mercado mundial es crear monopolios parciales globales
conocidos como “industrias líderes” que permiten la expansión de la economía
mundo. El proceso de acumulación de capital a escala mundial, que requirió el
desarrollo de las fuerzas y medio de producción mundiales, reprodujo y profundizo
la organización centro periferia de la producción mundial, base de los procesos de
división internacional del trabajo. Aquí, los estados fuertes monopolizan los
monopolios redituables, y las zonas periféricas realizan procesos productivos de
poco margen de ganancia.
3. Estructura de la fuerza de trabajo: ésta ha constituido una jerarquía dentro de las
múltiples cadenas productivas. En la periferia, el poder de negociación del trabajo
ha sido limitado políticamente más que en la zona central; por ejemplo, a través del
empleo bajo coerción y formas de trabajo hogareño sin remuneración. La fuerza de
trabajo ha sido estructurada por los empleadores y los estados; y los trabajadores
han respondido por medio de la acción sindical, las migraciones y solidaridades
mutuas, a fin de limitar los términos de negociación de los empleadores.
4. Patrones de bienestar humano: vector crucial en términos de estabilidad política y
eficacia económica. La desigualdad del bienestar ha variado geográfica, cíclica e
históricamente; se concibe que durante el sistema mundo se ha mantenido una
suba del bienestar a largo plazo, pero también una mayor polarización. Los
conflictos interestatales, la competencia mundial por los beneficios y el intento por
formar una fuerza de trabajo eficiente pero no costosa, han contribuido a esta
situación.
5. Cohesión social: las estructuras estatales se han fortalecido en los últimos 500
años, sus gobiernos se han asegurado el orden interno al monopolizar los medios
de violencia y el control externo al controlar las fronteras. Los gobiernos han
utilizado al nacionalismo (o patriotismo) como vehículo de la cohesión social. Pero
el nacionalismo a menudo implicó racismo, por la complicación de decidir quién
debía ser incluido en la entidad afectiva del grupo. Al ser el nacionalismo la principal
fuente de legitimación del estado, ha sido una fuerza de estabilización en el
moderno sistema mundo.
6. Estructura del conocimiento: la innovación más importante fue el desplazamiento
de la filosofía y la teología por la ciencia newtoniana positivista y su proclamación
de universalismo, un tema que estaba directamente reflejado en el liberalismo. Éste
predicó el constante aumento del bienestar humano y la eliminación de la violencia
al oponerse al racismo y el sexismo. El éxito del liberalismo como modo de
contener el descontento fue una evidencia del incremento del progreso social.
El autor sostiene que la combinación del nacionalismo, cientificismo, universalismo
y liberalismo como los elementos principales en la geo cultura, sirvió por largo
tiempo para ocultar las tensiones del sistema mundo, un sistema que tiene ciclos
(que restauran el equilibrio) y tendencias (que lo alejan del equilibrio).

Capítulo 8 – El cuadro global, 1945-90. Por Immanuel Wallerstein


La hegemonía de los Estados Unidos parece haber alcanzado su pico en algún
momento del período 1945-90, aunque hacia 1990 seguía siendo el más poderoso de
los estados del sistema mundo. Se elige el periodo 1967-73 como el punto de cambio
de este periodo por su vinculación a dos importantes impactos económicos: shock del
petróleo de la OPEP y los problemas para la moneda estadounidense.

I- El sistema mundo y los ciclos de Kondratieff1


Se considera el año 1945 como el inicio de una clase A del periodo Kondratieff, donde
la economía mundo ingresó en un periodo de expansión rápida y estable, de la mano
1
Son los períodos de expansión económica global y contracción. Típicamente duran 45-60 años. Se cree
que un periodo expansivo de Kondratieff o fase A comenzó cerca de 1945 y alcanzó su pico en 1967-73,
que fue seguido por el estancamiento o fase B que continúa en los años 90.
de Estados Unidos como gran generador y promotor de ella. El dólar estadounidense
sirvió como base monetaria para el sistema financiero mundial y las empresas
transnacionales norteamericanas realizaron una gran inversión extranjera, por
ejemplo, para la recuperación de Europa a través del Plan Marshall. Hacia los años
50 y 60 se registró una mayor producción especialmente en las llamadas “industrias
lideres”, donde países europeos y Japón, comienzan a competir con EE.UU. El
bloque socialista encabezó su propio programa de industrialización, mientras que el
tercer mundo lo hizo de manera menos intensiva pero allí creció el sector asalariado
debido a la expansión de los productos primarios.
Esta mejora en los estándares de vida y relativo pleno empleo llegan a su fin entre
1967-73 debido al a crisis del petróleo que impactó en una suba del mismo y en los
costos de la producción. Parte de las rentas depositadas en los bancos por los países
centrales circularon como préstamos a los estados periféricos y semi-periféricos.
Estos se terminaron tornaron impagables y llevaron a la crisis de la deuda en los 80.
En 1970-80 hubo un considerable descenso del crecimiento de la producción dada la
expansión demográfica, lo que fue acompañado por el desempleo y el
estancamiento económico.

La declinación de la tasa de ganancia en el sector productivo tuvo 3 consecuencias:


1-Búsqueda de nuevas tecnologías para reducir costos de producción.
2-Cambio de inversiones en producción hacia inversiones en la esfera financiera.
3-Incremento en gastos militares: vendiendo armas al tercer mundo e incrementando
el gasto en armas al interior de EE.UU para reducir el desempleo.
Estas transformaciones en el mundo del trabajo implicaron el incremento del
desempleo, el debilitamiento del movimiento de los trabajadores pero
paralelamente creció el trabajo asalariado si bien sus condiciones de contratación se
debilitaron. El ingreso de la mujer al mercado de trabajo permitió el deterioro de las
condiciones laborales y reducción del nivel de trabajo masculino.
Los estados periféricos vieron reducida su producción de alimentos, lo que tuvo como
resultados hambrunas y migraciones del campo a la ciudad. El estado vio disminuida
su habilidad para mantener el nivel de los servicios de salud y educación.
Por último, en materia ecológica, se transfirieron los costos ecológicos desde el
centro a las periferias y semi-periferias.

II- El rol de los Estados Unidos


Hacia 1945 Estados Unidos era la única potencia industrial, militar y cultural. Fue guía
moral especialmente en Europa occidental y Japón. La relación entre EE.UU y la
URSS en la posguerra osciló entre los el antagonismo (como la guerra fría) y el
acuerdo absoluto (como Yalta). En la zona periférica, fue un periodo de prosperidad y
expansión en la inversión en infraestructura, educación y salud, así como de procesos
de descolonización primero en Asia, África y luego Caribe y Oceanía.
Hacia 1967-73 empezaron a aparecer competidores económicos como la República
de Alemania y Japón quienes recibieron inversiones de empresas extranjeras. En las
estructuras financieras, el fin del patrón dólar-oro liberó la presión del suministro de
oro de ese país, dando fin al control unilateral de EE.UU. Surgieron competidores
como la bolsa alemana, el FMI, el Banco mundial y las reuniones anuales del G7 son
consecuencia de esta decadencia económica norteamericana. La crisis desde la
guerra del golfo de 1990 mostró la disminución de la fuerza de EE.UU quien solo
podía ganar en batalla con el apoyo de las Naciones Unidas y financiación externa.
La revolución mundial de 1968 sirvió como protesta contrala hegemonía de EE.UU y
restauró movimientos antisistemas. El estancamiento económico del mundo,
acentuado por la crisis de la deuda, tuvo un efecto desestabilizador en los años 80 en
los gobiernos de los estados periféricos y semi-periféricos, ligados al pedido de
democracia y a las reestructuraciones impuestas por el FMI.

III- El papel del Estado


En este período ocurrió un amplio ataque al poder estatal que había ido en un
crecimiento estable en los últimos 500 años desde la creación del sistema mundo. Los
bancos centrales comenzaron a asumir un rol importante en la toma de decisiones, al
mismo tiempo que crecía el poder de estructuras interestatales como el FMI.
Los movimientos anti sistema de las revoluciones de 1968 se volvieron anti estatales,
así, los movimientos neoconservadores y neoliberales representados por las
figuras de Ronald Reagan (EE.UU) y Margaret Thatcher (Inglaterra) volvieron a su
original anti estatismo reflejando el fin del modelo del liberalismo reformista. El cambio
hacia la ideología del libre mercado no fue fácil ya que no tenía una base popular
histórica. En relación a la ciencia, el liberalismo reformista justificó su confianza en la
certeza del avance tecnológico garantizado por la ciencia.
Finalmente, al observar el desarrollo de los años 70 y 80 vemos 3 transformaciones
que pueden guiar a profundos quiebres del sistema:
1-Tranformación de la fuerza de trabajo: no se alcanza una proletarización plena
pero sí se achica la variación del grado de proletarización, en lo que se refiere a las
diferencias de centro-periferia y urbano-rurales.
2-Tranformación en la educación: hasta 1955 había una jerarquía marcada
mundialmente de los niveles educativos entre la población adulta. Pero la educación
ya no sirve como criterio jerarquizador, por haberse masificado. La consecuencia es la
pérdida de la fe en la educación para disolver las desigualdades.
3-Degradación del medio ambiente: en los años 70 y 80 la ecología se volvió un
importante tema político cuyos costos de terminar con el desperdicio, deshacer la
polución y no recrear el problema, son muy altos.

Capítulo 9 – Las posibilidades globales, 1990-2025.


Según el autor, solo hay dos posibilidades reales para el período mencionado:
1-Que el sistema mundo continúe funcionando como una economía mundo
capitalista, al igual que hace cinco siglos, basada en la división del trabajo, el
intercambio desigual, y un sistema interestatal.
2-Que los fenómenos observados en 1970 se intensifiquen, por lo que podría
esperarse una crisis sistémica que podría manifestarse como un periodo de caos
sistémico cuyo resultado sería incierto.

Nos encontramos al final del subperiodo de la fase B, una fase contractiva


caracterizada por un incremento de las luchas de clases como inter étnicas en todo
el mundo. La coincidencia de esta fase con el inicio del descenso hegemónico,
provocan desequilibrios internos para las grandes potencias, y saben que la
posibilidad de tener éxito en la próxima fase expansiva depende de sus habilidades
para ser competitivos en las industrias líderes. Wallerstein se pregunta cómo los
patrones actuales serán afectados por los mismos vectores utilizados para analizar el
periodo 1945-90:

1. Sistema interestatal: EE.UU continúan siendo la principal potencia militar pero la


proliferación de armas nucleares, químicas y bacteriológicas, le cuestionan ese
poderío. Dada la ausencia de dos grandes potencias opuestas, es probable que
prolifere una minoría de conflictos entre el Norte y el Sur, dificultando la
consolidación de una alianza en el Norte que estabilice el sistema interestatal. Es
de esperar una alianza emergente que sea Japón/ Estados Unidos/ China vs.
Europa/ Rusia, debido al interés que tiene China en reinsertar la centralidad de
Asia en la escena cultural mundial (y ello no puede hacerse si se alía con Europa) y
a la necesidad de Japón de tener un aliado militar como EE.UU.
2. Estructura de la producción mundial: no hay patrones claros. EE.UU tiene la
ventaja de tener los mercados mas grandes que existen pero la desventaja de que
sus estructuras productivas no son eficientes, caso contrario al de Japón. Mientras
que Europa occidental estaría en una situación intermedia.
3. Estructura de la fuerza de trabajo: la estructura diádica en el Norte combinado
con un incremento en la distancia Norte-Sur genera la desruralización, crecimiento
de las ciudades y del trabajo precarizado. Estamos nuevamente, ante una situación
en la que la distribución de los salarios altos y bajos se está emparejando, pero
la brecha entre unos y otros se amplió.
4. Patrones de bienestar humano: ha sido distribuido en forma desigual. Por primera
vez en los últimos 200 años, los gobiernos están buscando recortar los gatos de
servicios sociales de todo tipo al mismo momento que las poblaciones presionan
por su incremento, especialmente mujeres y grupos étnicos. El declive en la
confianza de que el bienestar mundial esta aumentando, constituye un desafío
para la cohesión de los estados.
5. Cohesión social: prevalece el miedo a que la situación se está desmoronando, lo
que guía a un comportamiento incontrolable. Por otro lado, la cuestión ecológica
plantea que la reducción del daño hecho y el daño futuro, implican pérdida de
rentabilidad y la exportación de los costos al Sur implicarían desestabilización del
sistema interestatal.
6. Estructura del conocimiento: se pierde la fe en la ciencia como progreso. La
ciencia se enfrenta también a un recorte presupuestario y a una puja entre quienes
están comprometido con el positivismo y aquellos que rechazan a la ciencia misma.

Wallerstain propone monitorear esta realidad en 5 campos principales:


1- Grupos (o Gemeinschaften): el moderno sistema mundo subordinó a los grupos a
la categoría de “ciudadanía”. Hoy, esta motivada por el miedo a que el Estado sea
incapaz de asegurar la estabilidad, y a la demanda de democratización/equidad de
necesidades a todos los grupos; preocupaciones que conducen a la organización
militar y a la oposición entre grupos y a los grupos contra los estados.
2- Orden policial o “estatismo”: en el moderno sistema mundo esta garantizado por
los estados que usan la fuerza, la recompensa y la fe para asegurar el orden. El
incremento del estatismo esta sostenido por la suposición de que éste crecerá,
como resultado de la fe en el progreso, en la ciencia y en el reformismo racional,
pero si estos fallan, puede llevar a una pelea intergrupo para obtener ventajas.
3- Orden militar: es un aspecto del sistema interestatal. Por un lado, hubo guerras
coloniales (lanzadas por el Norte para conquistar el Sur) y guerras de hegemonía
(entre los estados del Norte por la primacía). Mientras que las guerras entre los
estados del Sur y la del Sur contra el Norte habían sido suprimidas, hoy están
resurgiendo dando signos de la disminución de la fuerza militar colectiva del Norte.
Lo que se pregunta el autor, al igual que en los demás campos, es si la disminución
en el orden militar puede ser tan gradual como su ascenso, teniendo en
consideración que un quiebre en éste afectará al grado de orden policial e
intensificará las luchas grupales.
4- Bienestar, salud pública y distribución de alimentos: si bien el moderno sistema
mundo ha mejorado estos aspectos, hoy esto se ve desafiado por el mal
funcionamiento del ecosistema, la intensificación de migraciones, demandas de ser
incluidos en los beneficios, y el crecimiento de la población mundial.
5- Estabilidad de las instituciones religiosas: la legitimidad de éstas se vio
socavada por la geo cultura secular y científica del moderno sistema mundo. El
desafío que enfrentan hoy es la demanda de la completa igualdad de las mujeres.

A modo de palabras finales, el autor sostiene que luego del caos sistémico vendrá un
nuevo tipo de orden u órdenes pero que al momento no podremos discernir cómo será
pero sí delinear cómo no gustaría que fuese y luchar por ello.

Reseña
Desde mi punto de vista, se trata de un buen texto para introducir la temática de la
unidad 2.1 sobre geografía política trasnacional e internacional. El autor, al utilizar las
mismas categorías para analizar los períodos 1940-90 y 1990-2025, brinda al lector
mayores herramientas para poder hacer comparaciones y entender de ese modo
cómo es que se llegó a la situación actual. Considero importante también, para
encarar la lectura de este texto, leer su obra anterior donde hace una explicación
exhaustiva de la noción de sistema – mundo. Destaco del autor su capacidad para
integrar aportes de otros autores como Samir Amin, y enriquecer así sus
contribuciones al conocimiento.

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