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Pecado 1368 1369 Pecado estructural

y resulta inalcanzable mientras el aquellos pecados que por su natura­ esconderse ante su propia conciencia petti psicopedagogici della cv/pevolezza, en
hombre persista en la condición que leza imphcan la realización externa, que le remuerde, como no puede es­ "RTM" 25 (1975) 91-112; RUBIO M., Lafuerza
se ha fijado pecando. Pero cuando el como son, por ejemplo, el hurto, el conderse ante Dios que lo busca. N o regeneradora del perdón, PS, Madrid 1987;
hombre se libera de esta condición homicidio, la estafa, etc. SAGNE J.C., JI peccato: allienazivne o invito alla
podría, aunque lo intentase ingenua­ liberazione?, Paolíne 1976; SCflOONENBERG P.,
con el arrepentimiento y con la gracia N o es que la realización de la de­ mente, como Adán y Eva en el paraí­ Pecado y redención, Herder, l\arcelona 1972;
del perdón, viene a caer también su cisión no cuente para nada; cuenta so terrestre, los cuales corren a es­ SEGUNDO J.L., Evoluzione e COlpil, Morcelliana,
autoexclusión del goce definitivo y ciertamente también desde el punto conderse al acercarse el Señor. Que Brescia 1974; TETTAMANZI D., Peccato mortale e
eterno de la amistad de Dios. De la de vista de la responsabilidad moral, no le disguste al hombre pecador esta peccato veniale, .en Temi di morulefondamenta­
pena eterna hacia la cual el hombre ya sea porque al ejecutar la decisión le, Milán 1975,208-239; THllvENOT X., Elpecado
imposibilidad de sustraerse a la voz hoy, Verbo Divino, Estella 1981); TREVIJANO P.,
se orienta con el pecado mortal se el hombre la confirma y la profundi­ de Dios que le busca y a la voz de la Pecado mortal y venial, grave y le ve, en "Lurnen"
libera el hombre en el acto mismo en za (lo cual es cierto sobre todo cuan­ propia conciencia que le acusa: la 39 (1990) 127-146; VIDAL M., Moral de actitu­
que es liberado del pecado. do la ejecución del proyecto pensado voz de la conciencia es invitación al des l. Moral fundamental, PS, Madrid 19606,
requiere afrontar y superar obstácu­ pecador para que se libre del mal que 383-775.
los más o menos graves); ya sea por­ se ha buscado (como el dolor físico
VI. Pecados del corazón que la ejecución puede implicar a D. Lafranconi
llama al hombre a curarse el mal que
y pecados manifiestos otras personas, tanto en el sentido de anida en el cuerpo); y la voz de Dios
involucrar su complicidad cuanto en es esperanza y promesa, porque Dios
El pecado es una elección por la el de persuadirlas al mal con su se­ busca al hombre para salvarlo.
cual el hombre se decide en contra de ducción o con el/escándalo; ya sea [/ Acto humano; / Conversión;
Dios. Como toda elección libremente también porque la ejecución puede / Libertad y responsabilidad]. PECADO ESTRUCTURAL
decidida, el pecado tiene sus raíces en comportar un daño para terceros que
el corazón del hombre. Antes de tra­ exige ser reparado: si uno decide fir­ BIBL.: AA.VV., Pecado, realidad y deforma­
SUMARIO: Introducción. 1. El "lugar social":
ducirse en una acción concreta y de­ memente robar, pero luego de hecho 1. Contexto socio-económico; 2. El caminar
ción, en "Iglesia Viva" 124 (1986); BLOMME R., de una Iglesia; 3. Vínculos con la teología de la
terminada, el pecado está ya en el no roba (por miedo, por arrepenti­ L'uomo pecatore, Dehoniane, Bolonia 1971; liberación; 4. El subsidio de llIl ciencias de lo
hombre que libre y conscientemente miento, por un contratiempo que BRO B., Peccando s'impara, Borla, Turín 1970; social. 11. Pecado estructural y otras concepcio­
se ha orientado al mal: en la decisión hace fracasar el proyecto ... ), no existe BOROBIO D., Reconciliación penitencial, Desclée nes vigentes: 1. Superación de la concepción
de Brouwer, Bilbao 19902; DEGUlDIS., Ilpeccato casuística; 2. Profundización de la concepción
se transparenta el rostro que la per­ ningún daño en perjuicio de la vícti­ personale e il peccato del mondo, en "RTM" 25 de la moral renovada; 3. Fundamentos bíblicos;
sona quiere asumir. Es la línea reite­ ma designada. Pero la ejecución no (1975) 49-79; FERNÁNDEZD., Dios ama y perdo­ 4. En consonancia con la gran tradición. 111. Di­
rada muchas veces por el evangelio; cambia la orientación moral asumida na sin condiciones, Desc1ée de Brouwer, Bilbao ficultades y esclarecimiento: l. Muchas termino­
por ejemplo, cuando Jesús dice: "El por la persona desde el momento de y
1989; FIEDLER P., Pecado perdón en eljudaís­ logías; 2. ¿Pecado estructural, colectivo o di­
mo yen el cristianismo, en "Con"98 (1974) 207­ mensión social del pecado? 3. ¿En qué consiste
que mira a una mujer deseándola, ha su elección libre y conscientemente 224; FU(';EKI.,1lpeccato oggi, PUG, Roma 1991; el pecado estructural? 4. Repereusione~ pasto­
cometido ya adulterio con ella en su decidida. El que decide calumniar a GHIDELLl C., Peccato dell'uomo e misericordia rales.
corazón" (Mt 5,28); o cuando indica su compañero se manifiesta orienta­ di Dio, Paoline, Roma 1983; GRAssOG., Confes­
a sus discípulos que al hombre le con­ do a vivir la relación con aquél de un sare il peccato, celebrare il perdono, Marietti, Introducción
tamina no lo que entra en él (cf la modo mentiroso y falaz, que no es el Turín 1982; HARING B., Pecado y secularización,
PS, 1974; HORTELANO A., Efeclipse actual del
legislación judía sobre alimentos pu­ modo justo de mantener las relacio­ pecado, en "Razón y Fe" 213 (1987) 285-294; La teología se ha ocupado siempre
ros e impuros), sino lo que sale de él, nes con los otros. En el momento KocH R., 11 peccato nel Vecchio Testamen­ del pecado, pues siempre se ha pre­
de su corazón, porque del corazón mismo en que vive así la relación to, Paoline, Roma 1973; KREuZENBERG L. von, ocupado de la salvación. A la luz de
vienen las intenciones malas (Mc interpersonal, el hombre se arriesga Peccato negazione di amore, Ecumenica, Bari
la fe no sólo detesta y denuncia el
7,21). en el plano moral orientándose hacia 1973; LIBANIO J.B., Peccato e opzione fonda­
mentale, Cittadella, Asís 1977; MONDEN L., Con­ pecado en la historia, sino que ade­
Así pues, el hombre se cualifica lo que está mal. ciencia, libre albedrío, pecado, Herder, Barcelo­ más proclama la posibilidad de su
como pecador cuando en su corazón De esta consideración se sigue una na 1968; PlANA G., Peccato-riconciliazione­ remisión. La ya larga historia de la
se ha decidido firmemente por el mal. vez más que el pecado es una opción perdono. Spunti di ricerca antropologico-etica, teología del pecado no siempre fue
y esto vale no sólo en aquellos peca­ que hace intervenir en último análisis en AA. VV., La celebrazione della penitenza cris­
tiana, Marietti, Turín 1981; POHIER J.M., La ciertamente rectilínea; junto a los
dos que ocurren en la interioridad la relación del hombre con Dios. Y meros desdoblamientos se perciben
penitenza virtu della colpevolezza cristiana, en
del hombre, como, por ejemplo, los Dios ve en lo secreto; más aún: está Psicologia e teologia, Paoline, 1971, 379-447; también tónicas muy diferentes. Sin
pecados de pensamiento, los pecados presente en la interioridad del cora­ PORRO c., Peccato e riconciliazione, Piemme, embargo, pocas veces una concep­
que se refieren a juicios temerarios zón, donde el hombre escucha en la Casale Monferrato 1983; RAHNER K., La colpa
ción ha producido los sobresaltos
no formulados o sentimientos de aver­ voz de su propia / conciencia el eco e la sua remissione al confine tra la teologia e la
psicoterapia, en La penitenza della Chiesa, Pao­ que ha suscitado la del pecado es­
sión y de odio conscientemente com­ de la voz misma de Dios (cf GS 16). line 1964, 129-155; RlcoEuR P., Finitud y culpa­ tructural. Y es que, efectivamente,
partidos, sino que vale también para Por esta razón el hombre no puede bilidad, Taurus, Madrid 1982; ROVEDA P., As- al menos en un primer momento,
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una expresión verbal. Traduce la dentro, revitalizando todos sus sec­
se presenta como diametralmente mente religioso, también resulta difí­ comprensión de un nuevo "sujeto so­ tores. El resultado es una Iglesia más
opuesta a las concepciones anterio­ cil imaginar que el enfoque estructu­ cial", los empobrecidos, así como la presente en todo, más ágil, más pro­
res. Mientras que en un pasado no ral del pecado hubiese VIsto la luz en necesidad de un desplazamiento por fética.
muy lejano se colocabaelacento, ora el contexto del primer mundo. El en­ parte de la Iglesia desde el centro a la
en la acción, ora en la persona, ahora foque estructural del pecado hace periferia. Implica una renovación pro­ 3. VíNCULOS CON LA TEOLOGfA
se desplaza decisivamente hacia el pla­ referencia directamente al contexto funda de sí misma y de sus prácticas. DE LA LIBERACIÓN. Contexto de
no social. Esta comprobación nos socioeconómico, eclesial y teológico Una Iglesia que se abre a los empo­ opresión, nuevo modo de entender­
obliga a proceder con una cierta cau­ latinoamericano, donde también se brecidos ya no piensa en primer lugar se y vivir en Iglesia y otro modo de
tela, en el sentido de situar bien el evidencia un mayor impacto de las en si misma y en sus problemas inter­ hacer teología constituyen referen­
enfoque. ciencias sociales de cuño crítico. nos. Comienza a darse cuenta de que cias indispensables para la compren­
Antes de nada, es preciso señalar preocuparse por problemas que apa­ sión del pecado estructural. No es
el "lugar social" del que emerge esta l. CONTEXTO SOCIO-ECONÓMICO. rentemente nada tienen que ver con éste el momento apropiado para abor­
concepción del pecado. Implica una El cuadro socio-económico del tercer ella, en realidad forma parte inte­ dar las .polémicas suscitadas por la
referencia a las coordenadas socio­ mundo, de una manera general, y la­ grante de su misión evangélica. En teología de la liberación. Damos aquí
económicas, eclesiales, teológicas y tinoamericano, de modo particular, consecuencia, se ve obligada a cam­ por supuesto el respaldo otorgado
científicas. Con todo, la novedad, al es bastante conocido. No vale la pena biar sus prácticas internas y sociales. por el papa Juan Pablo n, en carta
menos aparente, nos obliga a con­ detenerse mucho en la descripción No le es posible colocarse alIado de a los obispos del Brasil (9 de abril de
frontar ese enfoque con otras con­ del fenómeno. Basta recordar estos los poderosos en los ineludibles con­ 1986): puesto que mantiene los VÍncu­
cepciones anteriores o también pre­ rasgos: deuda externa impagable; mi­ flictos sociales; ha de defender los los con la tradición apostólica y con
sentes: la casuística, la moral reno­ seria; hambre; condiciones de higie­ derechos de quienes no cuentan con el magisterio, no sólo es oportuna,
vada y, naturalmente, la concepción ne, de vivienda y de salud misera­ una fuerza organizada para hacerlo; sino además útil y necesaria. Lo cier­
bíblica y la gran tradición. A pesar bles para más de la mitad de la po­ tiene que revisar pactos; revisar fuen­ to es que la comunión con las luchas
de todo, la confrontación no será su­ blación; analfabetismo, desempleo, tes de renta e inversión de patrimo­ del pueblo empobrecido y margina­
ficiente, sin embargo, para aclarar subempleo ... Todo esto, como muy nio; revisar sus amistades; revisar las lizado de todo y de todos no podía
ciertas dudas fundamentales ni para bien lo destacó el Documento de relaciones entre jerarquía, clérigos y menos de revolucionar también la teo­
explicitar de modo adecuado lo que Puebla (nn. 29s), reviste mayor gra­ laicos. Implica incluso enfrentarse logía. Propiamente, la teología de la
se entiende por pecado estructural. vedad aún cuando nos percatamos con todo tipo de presión para volver liberación se entiende como un mo­
Conviene abordar directamente al­ de que no nos encontramos ante una atrás. mento segundo, resultante de la con­
gunas objeciones frecuentemente sus­ etapa provisional ni ante un fenóme­ A la luz de todo este cuadro de jugación de una práctica y de una
citadas en relación con la termino­ no casual. Es, por el contrario, una revisiones y nuevos compromisos en reflexión evangélicas. Y esa .conju­
logía, con la aparente identificación situación resultante de estructuras nombre del evangelio es como se gación hace surgir una comprensión
con el llamado pecado colectivo y económicas, sociales y políticasper­ pueden comprender las comunida­ diferente del pecado. La concepción
con la dimensión social del pecado. manentes y articuladas. En este con­ des eclesiales de base (CEBs). Éstas intimista, atomizada, individualista
Además de esto están las cuestio­ texto de evidentes desigualdades es no se constituyen aquí en una espe­ o incluso meramente personalista del
nes referentes a la responsabilidad donde la palabra opresión deja de ser cie de grupos de elite de contesta­ pecado no responde ya satisfacto­
personal y a las implicaciones pasto­ una palabra, para traducir sólo páli­ ción, como sucede en otras partes. riamente a la brutalidad de los me­
rales. damente una realidad mucho peor. Sus miembros más activos son per­ canismos deshumanizantes que pe­
En este contexto es donde emerge un sonas sencillas, humanamente sin pre­ netran los engranajes de la economía
tipo de actuación singular por parte paración, pero que, revestidas de la y de la sociedad. El proceso de des­
l. El "lugar social" de la Iglesia y de la misma teología. fuerza de la palabra de Dios, se sien­ humanización es de tal calibre que lo
ten investidas en una misión proféti­ que normalmente se reconoce como
La revelación no se da en abstrac­ 2. EL CAMINAR DE UNA IGLESIA. ca. Tampoco son las CEBs el apén­ pecado sería incapaz de explicarlo
to. Se encarna siempre; es decir, se da Las tres últimas décadas marcan un dice de una estructura multisecular, satisfactoriamente. A pesar de reco­
siempre en determinadas coordena­ giro notable en el modo de ser y de establecida primordialmente sobre nocer y confesar estos pecados, apo­
das históricas. Con mayoría de ra­ actuar de la Iglesia latinoamericana. el modelo parroquial. Como repeti­ sentados en lo más profundo del co­
zón, lo mismo ocurre con la teología. Apremiada por la urgencia de anun­ das veces lo ha asumido la jerar­ razón humano, crecen las injusticias,
Ésta remite siempre a un determina­ ciar la buena nueva ante una reali­ quía local, se trata de un nuevo modo la opresión, las discriminaciones, la
do contexto. Así como sería impen­ dad tan brutal, va cambiando su lu­ de vivir en Iglesia. Efectivamente, las marginalización, la violación siste­
sable que la teología de la muerte de gar social y generando nuevas prác­ CEBs no destruyen una concepción mática de los derechos humanos ...
Dios hubiese surgido en el continente ticas. La célebre opción por los em­ de Iglesia, sino que fermentan por Ello sugiere que acaso los mayores
latinoamericano aún hoy profunda­ pobrecidos no es en primer término
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Pecado estructural
pecados sean justamente los no con­ ble un cambio de esta realidad en la que se introduce en las estructuras exagerada, y hasta casi exclusiva­
fesados o no confesables. dirección de los proyectos divinos. sociales. Y ese mal, en el que se mez­ mente, el aspecto del objeto; dejan
Además es preciso descubrir la Se trata, por tanto, de un subsidio; clan elementos personales, interper­ poco espacio para el aspecto del su­
coincidencia entre mecanismos ins­ pero de un subsidio tanto más indis­ sonales, comunitarios, sociales y has­ jeto, y menos aún para el aspecto de
titucionalizados de opresión deshu­ pensable cuanto más difícil es el ac­ ta cósmicos, es el que se denomina 10 social dialéctico. En su favor es
manizadora y religión. Todavía sería ceso a la realidad determinada. teológicamente pecado estructural. preciso decir que no tenían acceso a
concebible si esto ocurriese en nacio­ En un primer tiempo, también las las ciencias humanas, y, mucho me­
nes que adoptan el ateísmo como pa­ ciencias humanas, entre ellas la psi­ nos a las ciencias sociales. Además,
rámetro de vida; incluso sería com­ cología, tuvieron dificultad para ver n. Pecado estructural yotras esos manuales hay que comprender­
prensible en países que profesan reconocido su estatuto por la teolo­ concepciones vigentes los en su lugar social; nacieron en un
"otras religiones". Lo que resulta do­ gía. Hoyes inconcebible un tratado tipo de sociedad de una época y para
loroso es aceptar que expresiones teológico que sencillamente prescin­ Comparar las varias concepciones una sociedad de una época, con todo
preñadas de desigualdades y opre­ da de los datos científicos. Tratándo­ de pecado entre sí no significa for­ lo que eso significa. Intentaron res­
sión se den en países profundamente se de las ciencias de lo social, parti­ zosamente dar la exclusiva a una y ponder a los problemas de su época
cristianos, y algunos incluso predo­ cularmente de las que se presentan descartar por completo las demás. Se con categorías de su tiempo. Con
minantemente católicos. Todo esto con un carácter más crítico, persis­ las puede considerar como dialécti­ todo, a pesar de ello resulta evidente
es lo que lleva a sospechar que es ten las dificultades. Justamente del camente complementarias. Eslo que que, al rechazar el esbozo De ordine
preciso comprender y afrontar el uso de las ciencias de lo social de nos parece que ocurre con la concep­ morali, los padres conciliares estaban
pecado con categorías distintas, que cuño crítico provienen muchas resis­ ciónestructuraldel pecado. Ésta su­ diciendo que era preciso buscar otros
sean al mismo tiempo más profun­ tencias a la teología de la liberación. pone evidentemente una selección: su­ caminos para una sociedad marcada
das y englo bantes. Se trata incluso de Con todo, puesto que esas ciencias pera a unas, profundiza, amplia, com­ por transformaciones rápidas y pro­
salvar del ridículo una realidad tan son utilizadas como mediación en el pleta y redescubre a otras. Supera la fundas, con exigencias pastorales y
central para el cristianismo como la conocimiento de la realidad, y so­ concepción casuística; amplia, pro­ teológicas muy diferentes.
del pecado, puesto que está íntima­ lamente eso, sería un riesgo enorme fundiza y complementa la renovada; En lo que se refiere espedficamen­
mente vinculado a la salvación. El prescindir de su contribución. Es ver­ saca a la luz elementos bíblicos' y de te a su concepción de pecado es don­
que vino a quitar el pecado del mun­ dad que no ofrecen más que una ma­ la gran tradición que han permaneci­ de se hacen más patentes los fallos
do no vino a enfrentarse con él so­ teria primera, que es'preciso elaborar do en la sombra. Pero, de cualquier de los manuales neoescolásticos. En
lamente en aquello que presenta el con los procedimientos propios de la forma, la comparación será un buen primer término, están excesivamente
pecado de íntimo y personal, sino actividad teológica. Pero esa materia camino para poner mejor de mani­ vueltos hacia el pecado, y en conse­
también en lo que presenta como ma­ primera es lo que traduce las interpe­ fiesto de qué se trata cuando se habla cuencia a la confesión. Pero, además
nifestación más clara del antirreino. laciones concretas de Dios en la his­ de pecado estructural. de eso, la exacerbación jurídico-ca­
Así como el reino que Jesús vino a toria presente. Son interpelaciones suística los va envolviendo cada vez
implantar no se localiza sólo en los que rebasan los limites de las perso­ 1. SUPERACIÓN DE LA CONCEP­ más en una especulación minuciosa,
corazones, del mismo modo las fuer­ nas, asumiendo dimensiones sociales. CIÓN CASufSTICA. Son innegables los intimista, atomizada, voluntarista y
zas del antirreino adoptan una fiso­ Lo propio de las ciencias de lo social, valores transmitidos por la moral de formalista del pecado. Es verdad que,
nomía global, penetrando todas las de cuño crítico, es hacer posible una los manuales neoescolásticos, llama­ al menos implícitamente, están en el
esferas deJo humano. lectura más profunda de los proble­ dos también casuísticos. La mejor presupuesto de intuiciones profundas
mas sociales, superando tanto una prueba consiste en el hecho de que que los precedieron. Es el caso de la
4. EL SUBSIDIO DE LAS CIENCIAS lectura ingenua como funcional de la han formado sólidamente a muchas comprensión agustiniana del pecado
DE LO SOCIAL. Las ciencias de lo so­ realidad. La lectura ingenua es la rea­ generaciones de sacerdotes y laícos. como transgresión de la ley, como
cial son un cuarto elemento sin el lizada a simple vista, que no va más La preocupación por 10 que es peren­ alejamiento de Dios y orientación a
cual resulta difícil entender el pecado allá de los hechos aislados; la funcio.:. ne (esse), por lo que es universal, por las criaturas. Lo es también el de la
estructural. N o es que la teología de­ nal es la que percibe la conexión de la ley, por los actos humanos, por comprensión escolástico-tomista del
penda de las ciencias, ya sean huma­ los hechos, pero dentro de una con­ la particularización de cada caso, no pecado como acción desordenada.
nas o de lo social. Es sabido que la jetura casual y provisional; la crítica dejan de tener sentido. El problema Sólo que las exacerbaciones indica­
teología tiene sus fuentes ubicadas en es la que descubre la raíz profunda de consiste eXactamente en la exacerba­ das llevaron a que los manuales neoes­
una perspectiva de fe, y por tanto en los diversos hechos y de sus conjetu­ ción de lo que los caracteriza. Al fi­ colásticos asumiesen laque había de
la revelación. No obstante, a la teo­ ras. En este último supuesto es como nal, cuando hoy se hace una lectura más frágil y descuidasen lo que aque­
logía le incumbe articular los datos las ci_encias delo social ayudan a des­ crítica de la evolución de la teología llas intuiciones poseían de más váli­
de la revelación y los desafíos de una velar un mal que no sólo se oculta en moral, se advierte fácilmente que los do. Siendo así, no hay duda de que
realidad concreta, a fin de hacer via­ el fondo del corazón humano, sino manuales neo escolásticos privllegian la comprensión estructural del peca­
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do presenta supuestos y claves de lec­ "ofensa a Dios"· "violación de la
tura muy diferentes de las de la alianza", "ruptuJa", "rechazo", "re­ dejan de ofrecer algún fundamento que no es estrictamente religiosa. En­
concepción casuística. sistencia", "dureia de corazón", "in­ bíblico. La teología de la liberación traña una tarea histórica, que ha de
fidelidad", "oposición sistemática a encontrará el fundamento bíblico de llevar a cabo el pueblo de Dios: ma­
2. PROFUNDIZACIÓN DE LA CON­ los planes divinos", "pretensión de su pregunta y la consiguiente res­ nifestar un Dios diferente de los otros
CEPCIÓN DE LA MORAL RENOVADA. construir una historia propia y no la puesta en tres direcciones nada origi­ dioses exactamente a través de la
La moral renovada se constituyó por del pueblo de Dios", "falta de amor nales: en la dirección de la alianza, de construcción de una historia también
un empeño notable, y en gran parte aDios y al prójimo", etc. A todo esto las actitudes de Jesús y del reino. Lo diferente de las demás historias. Esa
bien logrado, de responder a las gran­ se junta una doble polaridad: la pro­ original es la lectura bíblica. historia debería propiciar la apari­
des preocupaciones que alimentaron piamente religiosa y la ética, pues el La alianza es el núcleo central de ción de mecanismos solidarios que
al concilio Vat. n. Aprovechando lo pecado no se restringe al ámbito de la teología veterotestamentaria, tam­ hiciesen posible la participación de
que había de mejor en el campo bí­ los que tienen fe; pecado es todo lo bién desde el punto de vista de la todos sus miembros en todos los sen­
blico y en la gran tradición, propicia que "deshumaniza", en el sentido fuer­ comprensión del pecado. Pero resul­ tidos: religioso, socio-político y eco­
una comprensión mucho más evan­ te del término; todo lo que "enajena", ta que, ignorada prácticamente por nómico. La tarea no es primordial­
gélica de la moral. Aprovechando lo en el sentido de una carencia de sin­ la casuística, leída en clave persona­ mente individual; le incumbe al pue­
que hay de mejor en el plano de las tonía profunda con el propio ethos. lista por la moral renovada, esconde blo de Dios en cuanto pueblo. Por
ciencias humanas, particularmente El ser humano se aliena en la medida todavía un filón precioso en la pers­ eso las bendiciones y las maldiciones
de la psicología, va a transformarse en que se cierra a las aspiraciones pectiva del pecado: exactamente el están condicionadas a cnmodo de
en el aspecto del sujeto. El horizonte más profundas de su ser, en la medi­ social. vivir de todo el pueblo. Fidelidad o
primero no son ya los actos humanos da en 9,ue se cierra a la comunión con Se puede afirmar que la primera infidelidad se traducen en la cons­
in abstracto, sino la persona humana, el prójimo, en la medida en que pier­ alianza se encuentra ya implícita en trucción o no de estos proyectos his­
"imagen de Dios", zambullida en un de el sentido profundo de la creación. la propia creación. A través de sus tóricos de Dios. Por eso mismo, la
contexto histórico-cultural. Al hacer­ y todos esos cierres se traducen en proyectos, el creador se vincula pro­ ruptura con la alianza no se da pri­
se sensible a los signos de los tiempos otro más decisivo para el propio crea­ fundamente con su obra, de tal modo mordialmente ni en el nivel de las
y a la necesidad de "producir frutos dor y sus proyectos. que cualquier ruptura de la obra se personas ni en el nivel de las rela­
para la vida del mundo", rebasa los Aunque profundizada y ensancha­ constituye también en ruptura con ciones directas con Dios. Se da, y
estrechos límites de la moral casuís­ da, con todo la concepción "renova­ el creador. La primera ruptura se en­ de manera explícita, en las relaciones
tica e intenta iluminar teológicamen­ da" del pecado presenta también sus cuentra ya en la raíz de la propia con los seres humanos entre sÍ. El
te los grandes problemas humanos. limitaciones. Se las podrá ver clara­ humanidad: es el pecado de origen. pueblo de Dios rompe con la alianza
En este nuevo horizonte resultafá­ mente en los casos siguientes. Sin em­ Dentro de este supuesto, el Génesis cuando no respeta el derecho, no pro­
cil comprender que también se haya bargo, se las puede enunciar ya bási­ presenta el pecado como algo que tege al oprimido, no hace justicia al
ensanchado. la comprensión del pe­ camente como las que se deducen del nace en el corazón humano, pero in­ huérfano y no defiende a las viudas
cado, y mucho. Además de depura­ hecho de que la moral renovada y su mediatamente se extravasa a la hu­ (Is 1,16-17); la rompe cuando es opre­
do de ciertos complejos de culpabi­ concepción de pecado fueron pensa­ manidad entera, e incluso a toda la sor y violador de los derechos de los
lidad, el pecado pasa a ser interpre­ das desde el punto de vista del primer creación. Dentro de ese mismo su­ pobres (Os 5,11-15). Todas esas afir­
tado más bien en la línea de actitudes mundo. Consecuentemente, no inter­ puesto, san Pablo, al afirmar que to­ maciones .no niegan el fundamento
globales de la vida. Más que un sim­ pretan debidamente la dramática si­ dos pecaron en Adán, afirma al mis­ de la comprensión manualística del
ple acto malo pero aislado, el pecado tuación de dos tercios de la humani­ mo tiempo que "toda la creación acto malo (hatta), ni de la actitud
sería una opción fundamental de la dad, ni el pecado que la provoca. gime y está en dolores de parto espe­ personal perversa tematizada por la
vida, que ocasionalmente puede tra­ rando la liberación" (Rom 8,22). En moral renovada (awon); pero cierta­
ducirse en actos más significativos. 3. FUNDAMENTOS BfBLICOS. Las otras palabras, desde el libro del Gé­ mente sacan de la sombra el pesha,
Con ello no se reajusta sólo la valo­ diversas concepciones de pecado res­ nesis, todo pecado asume al mismo que contiene la idea más amplia de
ración de los pecados (veniales, gra­ ponden siempre en el fondo a una tiempo una configuración personal, "rebelión", de "revuelta" del pueblo
ves y mortales), sino que también se pregunta que manifiesta su perspec­ interpersonal, comunitaria, social e o de parte del pueblo de Dios.
reestructura la conversión, conside­ tiva básica. La moral casuística pre­ incluso cósmica. El pecado del mun­ También las actitudes de Jesús per­
rada como algo mucho más exigente. gunta "quién hace algo"; la moral do se constituye en aquel clima en el miten diversas lecturas, en particular
Concepciones de base bíblica, en es­ renovada, "quién es usted", en el sen­ que todos nacen y al que todos cola­ una de vertiente personal y otra de
pecial vistas a la luz de la categoría tido profundo del verbo ser; la teolo­ boran con sus pecados personales y vertiente más social. El hecho es que
fundamental de la alianza, van a ha­ gía de la liben\..ción pregunta "de qué con sus actitudes sociales. la actitud de Jesús respecto al pecado
cer posible la aparición de términos lado~se encuentra usted". Las diver­ Indudablemente la alianza es una está henchida de sorpresas. Conviene
mucho más significativos que el de sas respuestas a estas preguntas no categoría profundamente religiosa. destacar tres. La primeraconsiste en
No obstante, tampoco hay duda de el hecho de que él ni habl6 mucho ni
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muy directamente del pecado. Habló cerdotes y gobernantes. Es forzoso tura se hace normalmente en clave culación entre la miseria de algunos
mucho más de salvación. En gene­ reconocer que los anatemas de Jesús casuística o personalista; no en clave y la riqueza de otros es tal que ya el
ral, al anunciar la salvación denuncia son colectivos. Además deja bien cla­ social. De quererlo, ciertamente en­ Pastor de Hermas (a mediados del
con mayor claridad el pecado. Habla ro que existe opresión relIgiosa por­ contraremos en los santos padres lis­ s. n) sostiene que es un homicidio no
ciertamente de pecado, pero 10 hace que los fariseos colocan en los hom­ tas de pecados, como las encontra­ ayudar a los necesitados. San Am­
sobre todo a través de las parábolas bros de los demás cargas intolerables; mos en san Pablo y en otros pasajes brosio, en su comentario al libro de
del reino. Puede verseta de los con­ existe ignorancia porque los levitas bíblicos. Además, por lo que hemos Tobías (MPL, 1. XIV, col. 800), afir­
vidados al banquete de bodas (Lc guardan para sí las llaves de la cien­ visto anteriormente, no existen razo­ ma de modo tajante que los ricos
14,18-20), la de las muchachas que se cia; existe pobreza porque los ricos nes para descartar esos tipos de lec­ despojan incluso cuando proclaman
durmieron (Mt 25,lss),la de la irrup­ no comparten su riqueza; existen turas. Lo que hemos de preguntarnos que están ayudando, pues someten
ción inesperada de Dios en la historia oprimidos porque los que gobiernan es si es ése el mejor modo de captar al pobre a la usura. De la. misma
(Mt 24,37-39), la del verdadero peca­ hacen un uso despótico de su poder su sentido profundo, puesto que las forma, san Basilio Magno, en la ho­
dor: el hermano mayor (Lc 15,11-32) en vez de ponerlo al servicio de los listas de pecados tienen una función milía sobre el salmo XIV (MPG,
y la del juicio final (Mt 25,31ss). La demás (Mt 23). netamente pedagógica. Aparte de t. XIV, col. 707), interpreta la for­
segunda sorpresa estriba en el modo Ante todo esto resulta difícil negar eso, en presencia de las coordenadas tuna de los ricos como resultado de
de tratar Jesús a los que oficialmente que Jesús denuncia formas de convi­ de la alianza, del reino y de la propia las lágrimas ·de los pobres. Esta mis­
son considerados pecadores o justos: vencia y estructuras sociales en cuan­ concepción de Jesús, deberíamos al ma tónica vemos en san Jerónimo,
se muestra acogedor con los primeros to formas constitutivas del antirrei­ menos suponer que no queda descar­ para el cual los ricos son ricos o por
e inflexible con los segundos. Jesús no. Pues para él el reino es cierta­ tada una lectura en clave social. Con­ su propia injusticia o bien por he­
no sólo supera la concepción de pe­ mente espiritual, pero no sólo eso; es viene recordar que incluso la célebre rencia injustamente recibida (MPL,
cado transmitida por los líderes reli­ trascendente, pero también hade con­ distinción entre pecado mortal y pe­ 1. XXII, col. 984). Tampoco es dis­
giosos, sino que la rechaza. Para Je­ cretizarse en la historia de la huma­ cado venial, que ha prevalecido du­ tinta la tónica de san Juan Crisós­
sús el pecado no tiene nada que ver nidad. La lucha que se entabla es rante siglos, no se encuentra verbal­ tomo al comentar el salmo XVIII
con la impureza legal o con otras exactamente entre el reino de este mente en la Sagrada Escritura; es una (MPG, t. LV, col. 517). Imagina él
concepciones de índole extrínseca: mundo (de los hombres) y el reino de creación teológica con fundamento los comentarios de quienes pasan
del fondo del ser humano es de donde Dios. Cuando reinan los hombres, en la Escritura. ante la mansión de un rico avarien­
nace el pecado (Mc 7,2-12). La terce­ reinan la injusticia, la opresión, la La consonancia o no de la com­ to fallecido: i Con cuántas lágri­
ra sorpresa es consecuencia de las violencia, la discriminación. Cuando prensión estructural del pecado con mas no se habrá edificado esta casa!
dos pnmeras. Los personajes alegó­ reina Dios a través de la concretiza­ los santos padres deberá atestiguarse ¡Cuántos no habrán quedado desnu­
ricos de las parábolas antes mencio­ ción de sus proyectos, reinan lajusti­ naturalmente en sus enseñanzas so­ dos (por la explotación)! ¡Cuántas
nadas, de suyo no hicieron nada es­ cia, el servicio, la paz y el amor fra­ ciales, una de las fuentes primordiales viudas no habrán padecido. injusti­
pecial. La· maldad proviene simple­ terno. Decididamente, la concepción de la doctrina social de la Iglesia. Los cias y cuántos obreros no habrán sido
mente del hecho de no estar ligados de Jesús recuerda el libro del Géne­ textos son innumerables; se los en­ lesionados en sus salarios!
al reino y a su justicia. sis. Todo el mal empieza cuando los cuentra en abundancia sobre todo en Estos pocos ejemplos, que podrían
T odas estas sorpresas se pueden hombres intentan implantar sus pro­ san Ambrosio, san Basilio, san Juan multiplicarse a centenares, nos reve­
leer en clave personalista. Sin embar­ yectos y consienten en dar oídos a la Crisóstomo, los cuales se enfrentaron lan claramente el tenor de la teología
go, Jesús no se detiene ahí; detecta serpiente: "Seréis como diose.s". El más directamente con la situación de de los santos padres. ARte ello resulta
a los enemigos del reino. Y aquí va resultado será la torre de Babel. injusticias sociales que clamaba al muy difícil poder concluir que su pos­
a surgir una segunda vertiente: la cielo. Para todos ellos, la raíz de la tura no tiene nada que ver con el
socio-estructural. Basándose en su 4. EN CONSONANCIA CON LA pobreza y de las desigualdades socia­ pecado o que para ellos el pecado se
afirmación personal, grupos orga­ GRAN TRADICIÓN. Sin lugar a dudas, les no se encuentra en los planes del reduce a faltas, grandes o pequeñas,
nizados, sirviéndose incluso de la re­ sólo lee bien un texto el que consigue creador, sino que, por el contrario, pero de carácter estrictamente perso­
ligión y del nombre de Dios, se opo­ situarlo en su contexto y lo interpreta apunta directamente a la usurpación nal. Como también será dificil soste­
nen frontalmente a la buena nueva a la luz de un todo más amplio. La por parte de las personas y los grupos ner que los grandes genios de la esco­
del reino. Y esto lo hacen al servirse lectura de los santos padres y de otros de lo que ha sido destinado para to­ lástica, principalmente santo Tomás,
de su poder para impedir la concre­ personajes que caracterizan-a la gran dos. Es la falta de conciencia de la con su concepción articulada de la
tización histórica del reino. Curiosa­ tradición no es fácil, pues tropeza­ condición de criaturas, en virtud de moral dentro de la totalidad de su
mente, con la excepción del caso de mos con cientos de autores diferen­ la cual los seres humanos deberían teología, presentan una concepción
Herodes, Jesús no .arremete contra tes;-disemimidos en periodos históri­ ceñirse a ser meros administradores del pecado de indole casuística. Su
individuos, sino contra grupos orga­ cos diferentes y que emplean géneros de los bienes terrenos, lo que provoca horizonte no es ciertamente el de las
nizados:. fariseos, .escribas, ricos, sa­ literarios diferentes. Además, la lec­ el afán de lucro y de codicia. La vin- listas de los pecados. El horizonte de
Pecado estructural 1378 1379
Pecado estructural
los grandes teólogos, tanto del pasa­ pas Pío XII y Juan XXIII, con el nismos estructurales. Todas esas ex­ estructural se piensa en U11 complejo
do como del presente, sólo puede ser concilio Vat. 11 pasó a ser una de las presiones terminológicas ponen de de mecanismos al mismo tiempo so­
el que rebasa las dimensiones perso­ líneas maestras de una nueva com­ relieve que esto es contrario a los ciales, políticos, económicos, ideoló­
nales e intimistas. Los pecados per­ prensión teológica. Algo parecido proyectos de Dios, por lo que, a la gicos y hasta religiosos, que, si bien
sonales no encuentran explicación ocurre con el pecado estructural. Ini­ luz de la fe, se constituye en un ver­ suponen el elemento hUIr,ano como
satisfactoria en sí mismos ni en las cialmente, la idea surge en el Docu­ dadero pecado. Ese pecado queda responsable último, una ~z estable­
personas que pecan. Esos pecados no mento de Medellín (1968). Habla él más de manifiesto cuando se descu­ cidos funcionan con cierta autono­
son sino la punta de un iceberg muy de "situación de injusticia" y de "si­ bre la mala voluntad de enfrentarse mía. El acento no recae en las perso­
profundo, hundido en el misterio del tuación de pecado" (n. 1), de "estruc­ con esa situación. En efecto, a lo lar­ nas o en los grupos, aunque no se los
mal, y en su manifestación primera, turas opresoras" y "estructuras injus­ go de la historia han existido siempre excluye. El acento está ell los meca­
que es la raíz del pecado, que abarca tas" (nn. 2; 6 y 19). Yael Documento desigualdades sociales intolerables y nismos. La concepción apllnta a algo
a todos los seres humanos. de Puebla (1979) recoge algunas de multitudes viviendo en condiciones más profundo, global y permanente.
esas expresiones y añade otras. Ha­ infrahumanas. Sin embargo, en el pa­ Más próxima todavía de laexpre­
bla tanto de "estructuras injustas" sado resultaba mucho más dificil el sión pecado estructural se encuentra
III. Dificultades y esclarecimiento (nn. 16; 43; 573; 1155; 1257) como acceso al conocimiento de esta reali­ la expresión dimensión social del pe­
de "estructuras de pecado" (nn. 281; dad brutal; y, sobre todo, era mucho cado. Si ambas formas fuesen inter­
Lo que queda expuesto permite ya 452), que nacen del corazón del hom­ más difícil la búsqueda de una so­ cambiables, estaríamos ante una con­
entrever en qué se distingue la con­ bre (n. 438), pero que están inspi­ lución. Hoy, en cambio, bastaría el cepción aceptada por casi todos. La
cepción estructural del pecado de radas también por el capitalismo li­ empleo adecuado de los recursos dis­ misma casuística hablaba de la re­
otras concepciones, y hacia dónde beral y por el colectivismo marxista ponibles para poder atender a las ne­ percusión de los pecados personales
apunta. Sin embargo, las resistencias (n. 437); como causas de miseria, es cesidades básicas de toda la huma­ en los demás, e incluso en la historia
aconsejan explicitar mejor lo que se preciso modificarlas (n. 30). En otras nidad. Y si no se hace así, es porque humana. Particularmente, la moral
entiende por pecado estructural. Un partes, el mismo Documento, seña­ existen fuerzas interesadas en mante­ renovada es muy sensible a esa di­
buen recurso quizá sea abordar di­ lando el pecado como raíz y fuen­ ner la actual situación de enfrenta­ mensión comunitaria y !O cial. Re­
rectamente las objeciones más co­ te de toda opresión, injusticia y dis­ miento con los planes divinos. sulta, sin embargo, que el pecado es­
rrientes. La primera se relaciona con criminación (n. 517) prefiere ha­ tructural se sitúa en otro Ilivel. No se
el lenguaje. Muchas terminologías blar directamente de "pecado social" 2. ¿PECADO ESTRUCTURAL, CO­ trata sólo de una dimensi<Ín o de una
sugieren falta de claridad conceptual. (nn. 28,487). Tenemos, pues, que en LECTIVO ODIMENSIÓN SOCIAL DEL PE­ repercusión, sino de alg() más pro­
La segunda apunta a concepciones textos teológicos se multiplican las CADO? Durante algún tiempo, sobre fundo. Cuando se habla de dimen­
aparentemente idénticas. Pensamos expresiones para hablar de una mis­ todo en los años inmediatamente sión o de repercusión, se parte siem­
en el pecado colectivo y en la dimen­ ma realidad: "situación de pecado", posteriores a la segunda guerra mun­ pre del círculo menor hacill. el mflyor,
sión social del pecado. Una tercera "estructura de pecado", "estructuras dial, se habló mucho de pecado co­ de lo personal hacia lo interpersonal,
objeción, más seria, señala que las pecaminosas ", "pecado social", "pe­ lectivo. Incluso hoy hay quien ve en comunitario o social. AqlJÍ el núcleo
estructuras no pecan; por tanto, que cado socio-estructural". esta expresión un sinónimo de peca­ está en la persona que peca.. Cuando,
no se puede hablar con propiedad de U n análisis más detallado descu­ do estructural o bien una especie de en cambio, se habla de pecado es­
pecado estructural. Finalmente, no briría, sin lugar a dudas, matices teo­ primera aproximación a este último. tructural, se parte del círculo mayor,
podemos olvidar las resistencias que lógicos resultantes de acentos diver­ Es verdad que, a primera vista, pare­ que no sólo repercute en los meno­
provienen de las implicaciones pas­ sos, que se colocan bien en el campo Ce que se trata en el fondo de una res, sino que de alguna forma los
torales que acarrea semejante con­ económico, bien en el campo políti­ misma concepción. En ambos casos determina. Persona y sociedad inte­
cepción del pecado. En realidad, son co, bien en el campo social, bien te­ a en una responsabilidad mo­ ractúan dialécticamente la. una en la
profundas y obligan a reconsiderar niendo presentes todas las estructu­ que rebasa el plano de las perso­ otra; son relaciones de índole doble:
tanto el sentido de la conversión ras humanas juntas. Lo cierto es que nas y se hunde en la historia. A pe­ de las personas a la sociedad y de la
como el del sacramento de la peni­ la variedad terminológica, más que de ello, es preciso tener bien claro sociedad a las personas. Al mismo
tencia. imprecisión teológica, traduce la com­ el pecado colectivo se refiere más tiempo que la sociedad es afectada
plejidad del pecado así entendido. pueblo y a una situación episó­ por las personas, las pers(mas lo son
l. MUCHAS TERMINOLOGíAS. Una cosa es segura: todas esas expre­ de inconsciencia o de colabora­ por las sociedades. En otros térmi­
Ciertas· expresiones teológicas, que siones apuntan a una idéntica direc­ culpable. El ángulo contempla­ nos, no se niega nada de lo que siem­
luego resultan ser muy profundas, a ción: las míseras condiciones en que el político-ideológico, y el acen­ pre se ha dicho; únicamente se insiste
veces surgen fortuitamente. Tal es el millones de seres humanos están con­ recae solamente en las personas, en algo decisivo. Siguen existiendo
caso de los "signos de los tiempos". denados a vivir no por culpa u opción bien colectivamente consideradas. pecados realmente perso11ales, pero
Utilizada ocasionalmente por los pa­ suya, sino como resultado de meca­ cambio, en el caso del pecado también existen pecados estructura­
Pecado estructural 1380 1381 Pecado estructural

les. La cuestión estriba en si en este pos y son por ellos alimentadas. No están siempre ligadas a actos concre­ 4. REPERCUSIONESPASTORALES.
nivel se puede hablar de pecado pro­ obstante, las estructuras poseen una tos de las personas que las introdu­ Por lo que se ha expuesto hasta aquí,
piamente dicho o sólo en sentido ana­ lógica propia. La sociedad está com­ cen, las consolidan y hacen difícil eli­ debe resultar evidente que la concep­
lógico. Con ello llegamos al meollo puesta por agentes sociales, que de­ minarlas". ción de pecado estructural, tal como
de la cuestión: ¿En qué consiste pro­ penden menos de las personas que de De ser así, cuando se habla de pe­ lo entendemos, no niega nada de lo
piamente el pecado estructural? las leyes del mercado o de la legisla­ cado social, se estaría hablando en que se puede sacar de la Sagrada Es­
ción vigente. La legislación, las pro­ sentido analógico. Es decir, hay un critura y de la tradición. Al contra­
3. ¿EN QUÉ CONSISTE EL PECA­ pias instituciones educativas, los me­ empeño por no vaciar las responsa­ rio, deduce las consecuencias de lo
DO ESTRUCTURAL? Para una adecua­ dios de comunicación social no son bilidades personales incluso en pre­ que indebidamente ha quedado en
da comprensión del pecado estruc­ tan neutros como puede parecer. So:­ sencia del pecado estructural. Y no sombra. Tampoco niega lo que sos­
tural es necesario tener. presente la bre todo en el contexto del tercer hay por qué vaciar estas responsa­ tiene la moral renovada, pero ensan­
distinción entre el plano meramente mundo son instrumentos al servicio bilidades. Aunque el pecado estruc­ cha y profundiza indiscutiblemente
comunitario y el social. El plan'o co­ del statu qua económico, social,. po­ tural no sea una mera suma de peca­ sus perspectivas. Y si, incuestiona­
munitario es el de las relaciones cor­ lítico e ideológico. Junt¡unente con dos individuales, tampoco es un pe­ blemente, supera la concepción ca­
tas, familiares y de pequeños grupos. los varios tipos de prejuicios, revelan cado sin pecador. Por el contrario, suística, no hace otra cosa que garan­
Aquí todos tienen nombre y se cono­ tanto como profundizan los meca~ esa concepción presupone exacta­ tizar·una mayor credibilidad a uno
cen. Las relaciones son directas, afec­ nismos discriminatorios que man.,. mente que nadie puede lavarse las de los dos grandes ejes del mensaje
tivas, primarias. El.nivel de lo social tienen y alimentan la miseria y la manos y deClararse inocente. Las per­ cristiano, reafirmando y actualizan­
se da en las relaciones largas, de los marginación de las masas empobre­ sonas y los grupos se hacen corres­ do el binomio pecado-salvación.
grandes grupos y de las llamadas ma­ cidas. Así pues, al mismo tiempo ma­ ponsables de varios modos,pero más Ahora bien, si los supuestos y las
croestructuras. En este nivel nadie nifiestan el pecado estructural y lo en particular por la introyecci6n, por conclusiones sobre el pecado estruc­
conoce a nadie. Predominan las rela­ alimentan. Más aún: se transforman la reproducción: y por la omisión. In­ tural son verdaderos, es comprensi­
ciones funcionales, anónimas, dicta­ en fuente de nuevos pecados perso­ troyectar significa aceptar acrítica­ ble que causen ciertas resistencias en
das por los "intereses". Puedo hasta nales y sociales mente los "valores" dictados por esas un primer momento. En efecto, una
ser amigo del gerente de un banco, En este contexto surge· espontá­ estructuras de pecado. La reproduc­ vez admitida esta concepción, hay
del director de una multinacional. neamente la cuestión de si se puede ción se concretiza en la medida en que admitir igualmente ciertas con­
Ellos, además de amigos, pueden te­ o no utilizar con propiedad el térmi­ que se asumen a escala menor esos secuencias pastorales que exigen mu­
ner incluso buenos sentimientos, lle­ no "pecado". El papa Juan Pablo II valores dictados por las estructuras cho valor y compromiso. U na prime­
var una vida personal. íntegra. Mas aborda explícitamente, al menos por del pecado. A su vez, la omisión sig­ ra consecuencia se puede señalar en
cuando me dirijo a ellos como repre­ dos veces, la cuestión que nos ocupa. nifica cruzarse de brazos ante lo que dirección a la conversión. Los cris­
sentantes de las respectivas institu­ La primera aparece enla exhortación se tiene delante, bien por comodi­ tianos deberán seguir habla.ndo del
ciones, están obligados a obrar de Reconciliatio et paenitentia, 16. Al dad, bien por juzgarse impotente. pecado que radica en l[) más profun~
acuerdo con los objetivos de la "em­ hablar. de la cuestión, distingue tres Está claro que, justamente en la omi­ do del ser humano, como deberán
presa". Concretamente, dentro del ángulos: el primero es el de la reper­ sión, se pone de manifiesto que la seguir hablando de conversión del
tipo de capitalismo que conocemos, cusión de los pecados· personales en responsabilidad personal es muy di­ corazón. Sólo que este lenguaje de­
a ellos les mcumbe la tarea de buscar los demás; el segundo . es el de las versificada, de acuerdo con la capa­ berá {'re sentar un carácter mucho
los intereses de la empresa, osea, el agresiones directa~ contra el próji­ cidad de cada persona y con las fun­ más dIaléctico, en el que se articulen
máximo lucro. Son parte de un en­ mo; el tercero es el de la violación de Ciones que se ejercen en la sociedad. al mismo tiempo las diversas dimen­
granaje mayor. la justicia, de la libertad y de la paz Asentado esto, es preciso también no siones de lo humano. Es cierto que
Por lo que se ha dicho; se advierte en el ámbito mayor de las relacio­ olvidar que todo lenguaje teológi­ sólo el cambio de estructuras no va a
ya que las estructuras poseen consis­ nes internacionales. En la Sollicitu­ co es siempre analógico; es decir, que salvar la humanidad de sus egoís­
tencia propia, que van más allá de los do reí socialis, 36, después de asegu­ jamás es capaz de expresar de modo mos, de su afán de lucro, de,lilu mal­
sentimientos de las personas y los rar que no está fuera de propósito adecuado y definitivo la profundidad dad. Sin embargo, la historia concre­
grupos concretos, aunque sin pres­ hablar de "estructuras de pecado", de los misterios que intenta traducir. ta de milenios parece garantizar tam­
cindir de ellos. Desde Durkheim está indica que estas estructuras se refuer­ Esa conciencia es justamente una de bién que la conversión, entendida en
claro que lo social es una "cosa" hasta zan, se extienden, se convierten en las grandes conquistas de la teología sentido intimista, tampoco consigue
cierto punto autónoma. Aunque ex­ fuentes de otros pecados condicio.,. escolástica: el teólogo, por más pro­ erradicar el mal del mundo ni lo que
terior, lo social actúa poderosamente nando el comportamiento humano. fundo que sea, no va nunca más allá en él se manifiesta de más insultan­
sobre las personas y los grupos. Es Pero en am.bos documentos destaca de un balbuceo de unas realidades te. Todo ser humano tiene su histo­
incuestionable que las estructuras que esas estructuras "radican en el que rebasan'los límites de su inteli­ ria individual; pero esa historia está
han sido creadas por personas o gru- pecado personal, .Y por consiguiente gencia. siempre ligada de modo indisociable
1382 1383 Pena de muerte
Pecado estructural
"Christus" 19 (1972) 147-152; SORGE B., SALVINIpital dentro del grupo familiar-social.
a la gran historia de los destinos de pítulo 25 de san Mateo: la sorpresa G.P., BERNAL S. y SEBASTlANEL S., Strutture di En el grupo social hostil la sanción
la humanidad. Cristo no vino sólo a tanto de los que sean juzgados bue­ peccato. Piemme, Casale Monferrato 1989; VI­ afecta, si no es posible evitarlo, tam­
nos como de los que sean juzgados OAL M., Pecado estructural y responsabilidad
salvar a personas, sino a implantar el personal, SM, Madrid 1991. bién a personas inocentes. Esta ven­
reino. Por eso mismo la Iglesia no malos. En efecto, muchos llegados ganza viene a considerane como de­
puede restringir su misión a un tra­ de Oriente y de Occidente tendrán A. Moser ber de carácter sagrado para aplacar
bajo llevado a cabo solamente en lo una agradable sorpresa, y otros una a los dioses y lo respectivamente a la
profundo de los corazones. Su tarea sorpresa desagradable, pues apren­ sangre derramada de la víctima. En
es mucho más exigente. Consiste en dieron muchas lecciones, menos la este estadio del desarroUo social no
luchar en favor del reino, y consi­ decisiva: la de que la condenación o PENA DE MUERTE se puede hablar todavía de la ven­
guientemente contra el antirreino y salvación se decidirá en la historia, y ganza de sangre como founa de pena
los que representan sus intereses. Por de un modo muy concreto y coti­ SUMARIO: 1. Fenomenologia etnológico-jurí­ jurídica, sino sólo de una sanción y
diano. dica. n. Testimoniosbfblicos: 1. El Antiguo Tes­
eso mismo, el peso de siglos en los tamento; 2. El Nuevo Testamento. lII. Posicio­ reglamentación de carác1er sagrado.
que fue predominante el prisma indi­ nes ético-teológicas en ia historia: 1. La edad El proceso de juridización (con la
vidual sólo podrá ser removido me­ BIBL.: ALCALÁ M., Pecado social y pecado patrística; 2. El medievo; 3. La edad moderna. introducción de instancias judiciales
diante un proceso de concienciación estructural, en "Razón y Fe" 112 (1985) 125­ IV. Sistematización de los argumentos y con­ cada vez más independientes y perso­
143; ALOUNATE J., El pecado social, teorla y al­ traargumentos éticos. V. Elementos de una pra­
que dé la preferencia a una praxis cance, en "Teología y Vida" 24 (1983) 99-110; xis abolicionista. nales) puede observarse en muchos
social, como componente indisocia­ AZPITARTE E.L., La responsabilidad comuni­ pueblos lejanos entre sí y conduce
ble del proceso evangelizador. taria, en Praxis cristiana 1, Paulinas, Madrid casi siempre, en todas partes, a una
Resituar en otros moldes la con­ 19885,429-448; BASTlANELS., Strutturedipecca­ 1. Fenomenología mayor elasticidad en la aplicación de
versión significa también ubicar en too Riflessione teologico-morale, en "Civ. Cat." etnológico-jurídica
1 (1989), 325-338; BERTEN J., Péché du monde et
la sanción capital. El clandelega cada
otros moldes el sacramento de la pe­ Royaume de Dieu, en Peché collectif et respon­ vez más en órganos prcestatales el
nitencia. Éste no puede disociarse del sabilíté, Bruselas 1986, 123-161; BOFFCI., O pe­ La presencia de sanciones sociales juicio y la valoración de cada uno de
contexto de un mundo profunda­ cado social, en "Rev. Ec!. Brasileira" 37 (1977) que provocan la muerte puede en­ los casos, poniendo así las premisas
mente conflictivo en la búsqueda de 675-701; CONGAR Y., Culpabilité et sanctions co­ contrarse en gran cantidad de pobla­ para el desarrollo de un sistema de
una reconciliación de la humanidad llectives, en "Vie Intellectuelle" 18 (1950) 257­ ciones y civilizaciones diversas. Ello reglas jurídicas independientes. Este
284; DUSSEL E., Ética comunitaria, Paulinas,
entre sí y con los designios históricos Madrid 1986; EscuolH., Elpecadosocial, defor­ le confiere a la pena de muerte un complejo proceso es decisivo si se le
de su creador. Los múltiples caminos mación de ia actividad humana, en La constitu­ carácter de evidencia casi automáti­ mira desde un punto de vista ético,
de reconciliación no se excluyen, sino ción GS y el orden económico, Madrid 1968,85­ ca, que sólo a partir de los discursos puesto que en él nace y se diferencia
que se complementan. Pero todos 106; FREI Beto, Dimensao social do pecado, iluministas de las sociedades euro­ el sentido de una responsabilidad in­
ellos suponen que las "nuevas criatu­ Grande Sinai, 1975,491-502; FucHsJ., The "Sin peas del siglo XVIII entra sistemática­ dividual tanto respecto a la acción
ofthe World" and Normative Morality, en "Gre­
ras" se entienden en el sentido de una gorianum" 61 (1980) 51-76; lo, Strukturen der mente en crisis. En todo caso, detrás criminal como al juicio pronuttciado
nueva creación. Lo que está en juego Jünde, en "Stimmen der Zeit" 206 (1988) 613­ de la evidencia del hecho se ocul­ sobre ella.
no es solamente el destino de las per­ 622; GUIDIS., 11 peccato personale e il peccato ta una serie de diferencias, tanto en
sonas, sino el destino de la humani­ del mondo. en "Rivista di Teologia Morale" 7 las modalidades y convencionalismos
dad y de toda la obra creadora de (1975) 49-82; GONZÁLEZ FAus J.I., Proyecto de jurídicos y técnicos de aplicación de 11. Testimonios bíblicOi
hermano. Visión creyente del hombre. Sal Te­
Dios. Al entenderse· como partici­ rrae, Santander 1987,239-280; MORENO REJÓN la sanción capital como en los razo­
pantes de esta epopeya, los cristianos F., Teologia moral desde lospobres, PS, Madrid námientos ético-religiosos encami­ Un examen desapasionado de los
ya no podrán preguntarse únicamen­ 1986; MOSER A., Pecado social em clave iatino­ nados a legitimarla. Las diferencias escritos bíblicos muestra que el tema
te por lo que han hecho o han dejado americana, en Temas latino-americanos de ética, culturales de las varias civilizaciones de la pena de muerte no está presente
de hacer. Deberán preguntarse tam­ Aparecida 1988, 63-91; lo, Situaliao de pecado, se patentizan en la reconstrucción de en ellos de manera central, sino más
bién por lo que son, y sobre todo de en "Rev. Ecles. Brasileira" 38 (1980) 672-680;
MuRoz R., Nova consciencia da Igreja na Amé­ las varias modalidades de aplicación bien como institución ético-jurídi­
qué lado se colocan efectivamente en rica Latina, VOleS, Petrópolis 1979, 62-70; independientemente de la presencia ca, evidente en el AT, y simplemente
esta lucha gigantesca entre luces y PALSTERMAN J., La représentation du péché co­ común de la institución misma. evocada, al menos en su acepción
tinieblas. Esto. significa concretamen­ llect U. une chance ou un risque pour la solida­ A pesar de las grandes diferencias precisa, en el NT. Por eso el que es­
te que la confesión de los pecados, riété, en Péché collectif et responsabilité, Bruse­ geográficas y etnológicas, existe una tudia teología moral se esforzará en
incluso en su forma individual, de­ las 1986,123-161; PINTO DE OLlVEIRAS.-J., Péché
collectif. Essai de définition et d'analyse étique. igualdad intercultural en la primera no caer en una forma de biblicis­
berá tener presente el gran horizon­ en"Lumiereet Vie" 185(1987)55-71; RINCÓN R., forma adoptada por esta sanción: la mo fácil, intentando "demostrar" una
te en el que se deciden los destinos "Situación de pefado"y "pecado social '; en "Co­ venganza ejercida con los miembros posición ético-normativa a modo de
de la humanidad entera, e incluso de rintíos XIII" 35 (1985) 35-91; SOBRINO J., Cris­ de fuera del clan. Casi nunca se ob­ deducción directa de la tradición bí­
todo el universo. Esto es lo que sugie­ tologia desde América Latina, CRT, San Salva­ serva la presencia de una sanción ca- blica.
re el juicio final en la visión del ca­ dor 1977 ,45-64; SOMMET J., Péché collectu. en
2

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