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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA

Facultad de Teología

Licenciatura en Teología Sistemática

Curso: Antropología Teológica

Impartido por: Lic. Marvin Karin Matute P.

El Pecado Original

Jorge Jacobo Galicia Cano


1381-17-13459

Guatemala, 01 de junio de 2019


Índice

Índice ............................................................................................................................... 1

Introducción ..................................................................................................................... 2

El Pecado Original ........................................................................................................... 4

A Imagen de Dios ........................................................................................................ 4

Concepto de Pecado Original ...................................................................................... 6

Razones para pensar que el hombre es un ser caído ..................................................... 8

Argumento Axiológico .................................................................................................. 8

Argumento Escatológico en el Cosmos ....................................................................... 9

Argumento del Desequilibrio ...................................................................................... 10

Argumento Comparativo ............................................................................................ 10

Desarrollo Histórico del Pensamiento Sobre La Maldad del Hombre ............................ 11

La Idea Bíblica del Pecado ............................................................................................ 20

La Pecaminosidad es parte de la naturaleza humana después de la caída .............. 22

Conclusiones ................................................................................................................. 24

Bibliografía..................................................................................................................... 26

1
Introducción
Al revisar la historia de la humanidad, claramente encontramos maldad en el ser humano,
aunque no podemos decir que somos capaces de hacer únicamente mal, pero si
pusiéramos una balanza al estilo islámico en donde Alá pesa las acciones buenas y
malas, y dependiendo a donde se incline la balanza así sería nuestros destino (Josh
McDowell, 1,994, pág. 20), todos iríamos a parar al infierno. La maldad, el pecado son
inherentes al ser humano y han sido quizá, unos de los problemas a resolver más
profundos de la filosofía y de la teología.

La sociedad materialista y humanista de hoy en día, seguramente produce individuos que


de ninguna manera aceptan la imputación de una culpa de la cual no son responsables,
porque no hay una explicación lógica para ello. Somos seres libres, responsables y con
derechos reza el resultado de la Revolución Francesa y por ende, ese sentimiento de
culpa “judeocristiano” o como comúnmente se llama “…“pecado original” y heredado a
los descendientes es una idea grotesca y absurda que no se sostiene de ninguna manera,
más que en la mentalidad cruel y vengativa del judaísmo de la Biblia” (QBITÁCORA,
2,006).

Como podemos observar, el párrafo anterior, es una pequeña muestra del pensamiento
liberal-occidental, muy al estilo “Nietzscheano” y también “Pelagiano” que desea liberarse
filosóficamente de una herencia fatídica, pero totalmente real y palpable en la historia de
la humanidad; basta escuchar un noticiario serio, para darnos cuenta de esto. Pero hasta
el día de hoy, no hemos podido los seres humanos regresar al “paraíso” de donde fuimos
expulsados y seguimos experimentando las consecuencias de una naturaleza
pecaminosa o naturaleza caída o tendencia a hacer lo malo.

“Los primitivos filósofos griegos ya se encontraban luchando con el problema del mal
moral y desde aquella época suya ningún filósofo de renombre ha sido capaz de ignorarlo.
Todos se sintieron constreñidos a admitir la universalidad del pecado y eso a pesar del
hecho de que no eran capaces de explicar el fenómeno” (Berkhof, 2009, pág. 286). Desde
antes del tiempo en que la filosofía se hizo sierva de la teología, los pensadores se
cuestionaron ¿Qué era lo que ocasionaba la maldad intrínseca en el hombre?

2
Fueron muy responsables, no negaron la naturaleza maligna del ser humano, porque
observaron que no son los malos ejemplos los que afectan al ser humano o el ambiente
donde crecen – aunque sí afecta la maldad y crueldad -, sino que es algo innato en todos,
unos más, otros menos, pero todos con la misma característica.

Pero también “la historia de las religiones testifica la universalidad del pecado. La
pregunta de Job, “¿Cómo se justificará el hombre con Dios?” es una pregunta hecha no
únicamente en el reino de la revelación especial, sino también fuera de ella, en el mundo
gentil…Hay una voz universal de la conciencia que testifica respecto al hecho de que el
hombre fracasó en alcanzar el ideal y está condenado ante la vista de algún poder
superior” (Berkhof, 2009, pág. 286)

El problema resulta ineludible. Puede ser que mediante nuevas formas de pensamiento,
o mediante la acumulación de cosas materiales – el dios Mammón -, o mediante la
práctica de religiones modernas como la cienciología o el budismo, o mediante la
erudición filosófica superficial, se pueda por un tiempo eludir el problema del mal en la
humanidad, pero solamente será una solución momentánea; en los tiempos de
acallamiento, el problema resurgirá en la conciencia humana y la mejor forma de
solucionarlo, es enfrentarlo con humildad y aceptar la solución que tenemos a la mano.

¿Es real la naturaleza pecaminosa del ser humano? La respuesta definitiva es sí, es algo
real, es algo con lo que debemos lidiar a lo largo de nuestra existencia. ¿Qué es el pecado
original? Es cuestión de sexo, es cuestión de desobediencia, es cuestión de que se
apartaron el cielo y la tierra, es cuestión de que en Adán fuimos expulsados del paraíso
al cual fuimos destinados o simplemente es la vacuidad de sentirnos alejados del Creador
y no encontramos el Camino para llegar de nuevo a Él.

En el siguiente ensayo, trataremos de responder a este cuestionamiento, que creo es


muy importante conocer, para enfrentar el desafío cristiano con la fuerza, el
entendimiento y la certeza de que Dios es totalmente justo y veraz. Dios no ha imputado
una responsabilidad ajena al ser humano.

3
El Pecado Original
En diversos grados, cada ser humano percibe en el mundo el mal natural (catástrofes,
enfermedades, muerte) y en la sociedad, el mal moral (robos, abusos, explotación,
miseria, hambre, violencia, guerras y tantos otros matices del mal provocado por el mismo
hombre). Y ese mal moral, no solamente se ensaña contra el mismo hombre, sino que
también contra la naturaleza o creación. Es increíble, pero totalmente real, el mal ha
deformado completamente lo que debería ser, una creación extremadamente bella y
perfecta.

Pero también se denota un quiebre moral, porque advierte el ser humano la falta de
rectitud y debilidad cuando frecuentemente se contradice y obra contra su propia
conciencia o los mejores propósitos que todos conocemos; “¡Miserable de mí! ¿quién me
librará de este cuerpo de muerte?” (Broadman & Holman Publishers, 1,998), exclama
Pablo en Romanos 7:24, impotente ante un conocimiento interno de querer hacer el bien
y a veces fallar, esa es, la realidad de la vida del ser humano, aunque hay sus
excepciones, en aquellos que sólo buscan hacer daño.

En la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis se denota una dialéctica entre la


incomparable Gloria de Dios y la depravación humana; es interesante que Dios no
minimiza u oculta el pecado del ser humano, sino que, por el contrario, lo representa con
una crudeza casi ofensiva al lector, pero siempre buscando el arrepentimiento del
humano, para restituirlo a la imagen original. De eso se trata La Escritura, de exponer la
tolerancia divina ante una humanidad rebelde, incrédula y esclavizada por el pecado.

A Imagen de Dios
Las Escrituras en términos figurados y simbólicos, habla de una relación especial entre
Dios y el primer hombre, Adán – en hebreo, esta palabra tiene relación con “dam” que
significa “sangre” y “adama” que significa “tierra/suelo” (Eyzenberg, s.f) – creado a su
imagen y semejanza (Génesis 1:26-27). Con esta condición, el hombre fue creado con
facultades especiales y diferentes al del resto de la creación; la libertad, la capacidad de
razonamiento y la responsabilidad de administrar la creación, están unidas a esa primera
relación personal con Dios.

4
¿Cómo es posible después de está imagen idílica el estado de la humanidad? Es la
pregunta de las preguntas. Si Dios es bueno, eterno y perfecto, ¿cómo fue posible que
permitiera el mal? La filosofía, la teología desde tiempos antiguos han tratado de darle
una respuesta satisfactoria al problema del mal; hoy en día con los conocimientos
científicos tan avanzados y la aparición de otras ciencias como la psicología y la
psiquiatría, también se ha intentado dar respuestas a esto que nos parece tan
contradictorio.

“Algunos creen que el pecado y la maldad no son reales, sino simples ilusiones que se
pueden vencer por medio de una percepción correcta. La ciencia cristiana, el hinduismo,
el budismo, el pensamiento positivo de cierto cristianismo popular, buena parte de la
psicología y diversos aspectos del movimiento de la Nueva Era, resuenan con este punto
de vista” (Horton, 1,996, pág. 271). Una de las características más elocuentes del ser
humano caído es precisamente negar la realidad, lo podemos ver claramente en Adán
que señaló la culpa a Dios por haberle dado esa mujer, y la mujer señaló a la mítica
serpiente por engañarla.

Y eso es lo que ha hecho la posmodernidad precisamente, relativizar las opiniones de las


personas y darles valor, aunque sean puras patrañas. Hoy puedo llamar bueno a lo malo
y el mundo debe respetar mi opinión o viceversa, porque si no, hay consecuencias incluso
penales. Por eso es que hoy en día, la humanidad niega el pecado, pero vive en una
miseria tal, pero nadie dice nada.

“La fe cristiana ha tomado de la Escritura la definición del hombre como «imagen de


Dios», haciendo de ella una categoría central en su lectura de lo humano. Pero una
antropología de la imagen no puede concebir ésta de modo estático y atemporal. El
concepto imagen de Dios es dinámico, procesual, histórico, tanto en el plano individual
como en el colectivo. El hombre —la persona singular y la comunidad humana— realiza
este destino icónico, deiforme, a lo largo de una secuencia cuyos hitos, según la Biblia,
son: la imagen formada (doctrina de la creación), la imagen deformada (doctrina del
pecado), la imagen reformada (doctrina de la justificación y de la gracia), la imagen
consumada (escatología)” (Ruiz de la Peña, 1,991, pág. 19).

5
Este proceso secuencial o evolución cósmica que tiene la Voluntad Divina para el hombre
– individuo y humanidad -, tiene como propósito la “divinización” del hombre, pero no al
estilo griego muy en boga en algunas iglesias cristianas neoliberales, sino como lo explica
el apóstol Pedro en 2 Pedro 1:3-4, para que “llegaseis a ser participantes de la naturaleza
divina”. Y como lo explica De La Peña: “sea cual fuere la concreta situación en que se
encuentra el ser humano frente a Dios, nunca dejará de ser lo que Dios ha querido que
fuese: imagen suya” (Ruiz de la Peña, 1,991, pág. 19). El destino del hombre está
encerrado teológicamente en la Voluntad del Hacedor y en una decisión personal.

Concepto de Pecado Original


Por qué buscar una definición de lo que entendemos por pecado original. La razón es
muy sencilla, la humanidad no se ha puesto de acuerdo en este sentido, tenemos
diferentes concepciones de lo que este concepto tan importante significa para nuestra
realidad cotidiana. Unos piensan que es “al haberse comido una manzana” y que se le
quedó trabada a Adán en la garganta y por eso los hombres tenemos una protuberancia
en la garganta. Otros están convencidos que el pecado original fue el que Adán y Eva
tuvieron sexo entre ellos, estas personas están influenciadas por el pensamiento “estoico-
asceta” de que la relación sexual ordenada es mala.

Otros quizá pensemos que el pecado original es “la desobediencia” a las instrucciones
que Adán recibió directamente de Dios. Hay miles de teorías que tratan de explicar este
momento/edad en que el ser humano decidió tomar el camino de la separación con su
Creador.

Según el Catecismo menor de Westminster es: “Lo pecaminoso del estado en que cayó
el hombre consiste en la culpabilidad del primer pecado de Adán, la falta de justicia
original, y la depravación de toda su naturaleza, a la cual se llama comúnmente pecado
original, con todas las transgresiones de hecho que de ella dimanan” (Buswell, 2,005,
pág. 32).

Charles Hodge lo define de la siguiente manera: “…por pecado original se signifique todas
las consecuencias malas subjetivas de la apostasía de nuestro primer padre…Esta
corrupción inherente en la que nacen todos los hombres desde la caída es propiamente

6
llamada pecado original, (1) Porque es verdaderamente de la naturaleza del pecado. (2)
Porque brota de nuestros primeros padres como el origen de nuestra raza. (3) Porque es
el origen de todos los otros pecados; y (4) Porque en su naturaleza se distingue de los
pecados de comisión” (Hodge, 2,010, pág. 453).

Comentando del carácter esencial y material del pecado original, Berkhof lo define así:
“La esencia de aquel pecado consiste en el hecho de que Adán se colocó en oposición a
Dios, en que rehusó someter su voluntad a la de Dios, en impedir que Dios determinara
el curso de su vida; y en que activamente intentó quitar el asunto de las manos de Dios
y determinar el futuro por sí mismo” (Berkhof, 2009, pág. 264).

Para la cristiandad, el legado de Agustín de Hipona es muy importante, por ello, coloco
acá el concepto que tuvo él sobre el pecado original y sus consecuencias: “Dios, autor
de las naturalezas y no de los vicios, creó al hombre recto; pero él, pervertido
espontáneamente y justamente castigado, engendró hijos pervertidos y castigados.
Todos, en efecto, estuvimos en aquel hombre único cuando todos fuimos aquel único,
que fue arrastrado al pecado por la mujer, que había sido hecha de él antes del pecado.
Aún no se nos había creado y distribuido a cada uno la forma en que habíamos de vivir,
pero existía ya la naturaleza seminal de la cual habíamos de nacer. Y viciada esta
naturaleza por el pecado, encadenada a la muerte y justamente condenada, no podía
nacer del hombre un hombre de distinta condición” (Agustín, 2,009, pág. 519).

Como podemos observar en los cuatro anteriores conceptos de igual cantidad de


teólogos, se señala a Adán como el primer hombre, como el primer padre, como el primer
rebelde y como el primer semen. Y la centralidad del pensamiento se basaba en una
herencia pecaminosa dada a toda la humanidad, que no sabía nada todavía del asunto,
que no pidió nacer y que no se imaginaba que, al nacer, iba a nacer con una desventaja
ante el reto de la vida y lo más negativo, es que por sí solo, el ser humano no puede
escapar de esta debilidad, necesita la ayuda de “Otro”.

“En sus obras, Flick y Alzseghy definen el PO como incapacidad para amar a Dios sobre
todas las cosas, independientemente del pecado cometido al principio de la historia, se

7
refieren a él como “una alienación dialogal con Dios”. El intercambio y el diálogo por parte
del hombre hacia Dios está imposibilitado, hay un obstáculo” (Molina, s.f)

Aquí, creo, se muestra un giro copernicano al tema del pecado original, porque se hace
una separación entre un hecho histórico en Adán, que viene a ser como un representante
de la humanidad, pero no se imputa la “responsabilidad” del mismo a todos los demás,
sino que, la gran desgracia del ser humano a partir de allí, es tener el destino de nacer
sin el privilegio de dialogar con Dios.

Razones para pensar que el hombre es un ser caído


Existen razones bíblicas, teológicas, axiológicas, filosóficas e incluso ontológicas del ser
humano, que nos hacen pensar que el hombre es un ser caído o en términos más
filosóficos de Martín Heidegger, el hombre es un ser arrojado al mundo. No quiero caer
en la concepción platónica de la inmortalidad del alma, al definir una caída de algo más
elevado y llegar a una cárcel, para luchar toda la vida por librarse de ese castigo; sino
más bien a la idea que el ser humano tiene el “destino” de crecer a lo largo de su
existencia.

Observamos a nivel biológico que el hombre como tal, nace y tiene la necesidad de crecer
en peso, estatura y dimensiones cósmicas. Pero paralelamente al aspecto biológico,
sabemos también, que el “kronos” exige un crecimiento espiritual, un crecimiento
psicológico, un crecimiento religioso, un crecimiento sociológico, un crecimiento
académico. En conclusión, la tarea más grande del hombre en este mundo es “crecer”,
“superarse”, porque, debemos decirlo cruentamente, el hombre no es lo que debe ser.

Argumento Axiológico
Independientemente de dónde provenga la necesidad que tiene el ser humano de ser un
ente moral, algo que no podemos negar, “es que la humanidad universalmente tiene un
sentido del bien y del mal” (Buswell, 2,005, pág. 2). Los estudios etnológicos realizados
confirman la posición de que todas las culturas que han existido hasta hoy, han tenido o
tienen expresiones del pensamiento de lo que debe ser, estando más o menos en
contraste con lo que es. O dicho de una manera más coloquial, todos los seres humanos
sabemos que podemos ser mejores personas y la gran mayoría nos esforzamos

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día tras día por lograr ese cometido, salvo algunos seres, que están tan alienados del
bien moral, que perdieron esa capacidad.

¿Cómo podría un mero proceso evolucionario naturalista dar origen al sentido de


obligación moral, no el mero deseo, obligación a normas morales que deben ser
realizadas independientemente del deseo personal? (Buswell, 2,005, pág. 2) Es claro,
que esa necesidad humana de crecimiento en el aspecto ético, no tiene génesis en la
evolución darwinista, sino en una creación diseñada para un propósito muy especial.
Fuera de nuestra capacidad de cumplir normas morales, el ser humano es un ente
axiológico que debe llegar a “ser” alguien mejor.

Argumento Escatológico en el Cosmos


“Otra razón para creer que el hombre ha caído de un estado más alto es el hecho de que
el hombre tiene capacidades muy superiores a sus ideas o a sus hechos presentes.
Vivimos en un mundo altamente tecnológico. Sin embargo, es posible tomar individuos
de las llamadas sociedades primitivas, en donde las complejidades de nuestro día nunca
se han pensado, y en una generación, adaptarlos a tipos de trabajos altamente técnicos”
(Buswell, 2,005, págs. 2-3)

Muchas veces quizá hemos pensado en que logramos algo que al inicio ni siquiera nos
imaginamos que íbamos a ser capaces de concluir. En mi vida personal, esto lo he
llegado a pensar en un par de ocasiones, hubo proyectos que se iniciaron con una idea
primitiva y con el paso de los años llegaron a ser resultados mucho más amplios de los
imaginados. La humanidad desea conocerlo todo y es el principal motor que nos ha
llevado a explicar de manera científica muchos de los hechos naturales.

El hombre ha escalado la montaña del conocimiento, no se llega todavía al final y quizá


nunca se llegue, pero eso no impide que día a día, se siga expandiendo el conocimiento
y la capacidad humana de dar solución a los principales retos del hombre arrojado en el
mundo. Es esa miseria humana la que propone las fuerzas para salir de ella y llegar a ser
lo que creemos que podemos ser, porque no solamente “somos” porque podemos pensar
en ello, sino que “somos” porque podemos pensar en el futuro y trazar una meta de lo
que podemos llegar a ser.

9
Argumento del Desequilibrio
“Según el punto de vista cristiano del hombre, la humanidad, como originalmente fue
creada, tenía sus exigencias e impulsos en perfecto equilibrio. Los deseos de alimento,
de autopreservación, y de amor estuvieron en armonía con la voluntad de Dios y el bien
del hombre” (Buswell, 2,005, pág. 4)

El ser humano tiene en desequilibrio en sus exigencias, impulsos y deseos que muchas
veces nos hacen abusar de las circunstancias. En el tema del alimento, podemos abusar
del mismo y caer en la glotonería, esto causa muchas veces problemas serios a la salud
y es necesario regularla con medicamentos. Hoy en día, la comida chatarra, las coca
colas y los alimentos empacados están provocando una crisis sanitaria sin igual en
nuestra historia. La vida posmoderna exige inmediatez en los resultados y no tenemos
tiempo para preparar un alimento sano y nutritivo.

El desorden alimenticio es glotonería, el desorden en la autopreservación lleva a alguien


a asesinar para preservar la vida y el desorden en el amor conlleva la lujuria. Estos
impulsos o exigencias del hombre, están fuera de todo “orden” y se constituyen en fuerzas
que lo impulsan a lo que moralmente es malo. Estos impulsos que han de ser frenados,
es una evidencia de que el hombre ha caído de un estado original, en cuyo estado estos
impulsos innatos en el ser humano eran lo que debe ser.

Argumento Comparativo
“Fue cuando Isaías vio “al Señor … alto y sublime” (Isaías 6:1), que clamó: “¡Ay de mí!...
porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene
labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos” (Isaías 6:5). Muchos
más que la visión de su propia miseria, la visión de la santidad de Dios, reveladas
soberanamente en Nuestro Señor Jesucristo, trae la convicción al hombre de que él es
un ser caído. No todos podemos tener la visión sobrenatural que tuvo Isaías, pero todos
podemos leer la narración de la vida terrestre del eterno Hijos de Dios, quien nos dejó el
ejemplo “para que sigamos sus pisadas” (1 Pedro 2:21)… Cristo asumió en sí mismo
todos los atributos esenciales de la humanidad sin pecado que el hombre tenía antes de
su caída. Jesús en la historia es la mejor evidencia de que el hombre es un ser caído,
muy lejos de alcanzar su modelo” (Buswell, 2,005, pág. 8)

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Desarrollo Histórico del Pensamiento Sobre La Maldad del Hombre
En el siguiente cuadro comparativo, intentaré plasmar una síntesis del desarrollo histórico
del tema sobre el pecado original en el pensamiento de la humanidad, tanto bíblico como
extra bíblico. El objetivo de esto es, obtener una idea clara de cuáles han sido las
inquietudes del hombre y como ha intentado responder al problema del mal, algo real que
experimentamos día tras día y que ha dejado consecuencias apocalípticas en nuestra
historia.

Línea de Pensamiento Línea de Pensamiento Línea de Pensamiento


Bíblico 1 Bíblico 2 Extra Bíblico

Características y Características y Características y


Postulados: Postulados: Postulados:
(1) El pecado original es (1) El pecado original es (1) El mal en el Cosmos es
real. real. real, pero no hay tal cosa
como la naturaleza
(2) El pecado original “es” (2) El pecado original no es pecaminosa, estamos
heredado de padres a hijos heredado de generación en todavía en evolución
(traducianismo). generación (Creacionismo) moral.
(3) El ser humano “es” (3) El ser humano “no” es (2) Si hay salvación
culpable del pecado de culpable del pecado de (algunos creen que no
Adán y está condenado a la Adán, solamente comparte existe también la vida
destrucción, si no es su naturaleza, por la eterna), esta se logra
encontrado por la “Gracia”. separación de Dios con la haciendo cosas buenas.
humanidad.
(4) El humano es incapaz (3) Dios no existe, somos
de “buscar a Dios”, debe (4) El ser humano en su producto de la evolución al
haber una “Gracia condición de caído, todavía azar.
Preveniente” que lo conserva la capacidad de
convenza de pecado. aceptar la Gracia Divina a
través de Jesús.

(1) Pablo de Tarso (Siglo I) (1) Clemente de Alejandría (1) Entre las ideas más
toda la exposición de su (Siglo III). Para Clemente, antiguas sobre el pecado,
teología será expuesta en Adán fue creado con una se halla el dualismo, la
el título “La idea Bíblica del inocencia infantil, pero con creencia de que existe una
pecado”. su caída – cuya causa es el lucha entre unas fuerzas
ejercicio de las funciones preexistentes (virtuales o
(2) Tertuliano (Siglo II y III) sexuales antes de lo que reales) e iguales, o dioses
Influyó en los siglos Dios había ordenado – éste del bien y del mal. Estas
posteriores por sus quedó sujeto al pecado y a fuerzas cósmicas y su
tendencias estoicas, esto la muerte. “Cuando un niño batalla causan la
lleva a concebir el alma nace, no está bajo la pecaminosidad en la esfera

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como a Dios mismo como maldición de Adán. Pero, a de lo temporal. La materia
seres corporales, y esto le fin de cuentas, todos es mala y el alma buena.
lleva a afirmar que el alma pecamos, y todos venimos Aparece en las religiones
surgía de las almas de los a ser como Adán. Entonces del Medio Oriente como el
padres, al igual que el quedamos sujetos al gnosticismo, el
cuerpo surge de los diablo, y somos esclavos maniqueísmo y el
cuerpos de los padres del pecado y la muerte” zoroastrismo. En muchas
(traducianismo). “A partir (González, 2,009, pág. versiones del hinduismo y
del traducianismo se llega a 179). Para Clemente, la el budismo, y en su
entender el pecado original libertad humana no queda derivación de la Nueva Era.
como una herencia que se completamente destruida,
traspasa de padres a hijos, porque cuando Dios a (2) El ateísmo sostiene que
juntamente con el cuerpo” través del Verbo ofrece la el mal no es más que parte
(González, 2,009, pág. fe, es el humano quien en de lo que sucede al azar en
165). Se ha arraigado tanto su propia libertad ha de un cosmos sin Dios.
en la mente del decidir aceptarla. Rechaza el pecado, la ética
pensamiento occidental, sólo es cuestión de
que esto es lo que viene a (2) Orígenes (Siglo III). preferencias, y la salvación
nuestra mente cuando Discípulo de Clemente, era consiste en el auto avance
pensamos en el pecado dicotomista, y fue influido humanista.
original. profundamente por el
pensamiento de Filón. (3) Apoyándose en el
(3) Agustín de Hipona Creyó en las existencialismo de Soren
(Siglo IV-V). “Agustín encarnaciones y en la Kierkegaard, sostienen que
aceptó y desarrolló la teoría platonista del los humanos tienen
interpretación del pecado regreso a la Unidad. Fue capacidades limitadas
original como una herencia universalista, ya que inadecuadas para
que Adán ha traspasado a pensaba que aun el Diablo satisfacer sus posibilidades
sus descendientes” “El iba a salvarse. Pensaba y decisiones personales.
pecado de Adán consistió que nacemos en este Esta situación produce
en su soberbia e mundo, porque tensión y ansiedad.
incredulidad, que le anteriormente pecamos.
(4) Otros han entendido
llevaron a hacer mal uso “…tenemos el impedimento
que, el pecado es un
del buen árbol que Dios de que nuestra caída ha
remanente sin evolucionar
había plantado en el centro sido tal que hemos
de unas características
del huerto” (González, quedado imposibilitados de
animales primarias, afirman
2,009, pág. 345). Agustín contemplar las cosas de
que Edén es un mito acerca
no logró concluir la Dios por nuestros propios
del desarrollo “evolutivo”
dialéctica del traducianismo medios. Y, puesto que en
del entendimiento moral y
y el creacionismo nunca en tal contemplación está la
de la conciencia y no una
su vida. Para Agustín, el salvación, nos hallamos
caída.
resultado del pecado imposibilitados de ejercer
original, que nos envuelve nuestra libertad de tal modo (5) La teología de la
a todos de tal modo que que podamos librarnos de Liberación ve el pecado
somos una “masa de la condición en que como la opresión de un
perdición”, es que estamos estamos, y regresar a grupo social por otro. Es
sujetos a la muerte, la nuestro estado anterior una combinación de Marx y

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ignorancia y la intelectual” (González, temas bíblicos, pero desde
concupiscencia. En Agustín 2,009, pág. 193) el punto de vista social
entonces, es justo decir presente. Ellos proponen
que el humano tiene (3) Pelagio (Siglo IV-V). Al que se eliminaría el pecado
libertad para pecar, pero no leer a Agustín, reaccionó al hacer desaparecer las
tiene libertad para no violentamente contra el condiciones sociales que
pecar. En cuanto a la pensamiento agustiniano causan la opresión.
respuesta que el humano de depender
da a la Gracia, Agustín es completamente de la gracia (6) Parte de la teología
claro en su propuesta: “El de Dios y no dejar espacio moderna ve a “dios” finito, e
fundamento de la doctrina al esfuerzo y la incluso en plena evolución
agustiniana de la gracia es participación del humano, moral. Mientras nos se
que el humano caído no porque veía en la “Gracia” llegue a controlar el lado
puede hacer bien alguno una amenaza a la libertad y oscuro de la naturaleza
sin el auxilio de la gracia” responsabilidad humanas. divina, el mundo sufrirá
(González, 2,009, pág. “El pecado de Adán no es mal. Esto es típico de la
347). Agustín influyó en modo alguno el pecado mezcla que hace la
notablemente con su de la humanidad – pues teología del proceso entre
pensamiento la Edad sería absurdo e injusto que la física y el misticismo
Media, la Reforma del siglo por el pecado de unos oriental.
XVI y hasta nuestros días. todos fueran hechos
culpables – y tampoco (7) Buena parte del
(4) Anselmo de Canterbury destruye la libertad de no pensamiento popular, el
(Siglo XI-XII). “Anselmo pecar que tienen todos los cristianismo mal informado,
presenta el pecado original descendientes de Adán” el islam y muchos sistemas
como la culpa de la “En cuanto al bautismo, moralistas sostienen que el
naturaleza (…de toda la afirma Pelagio que los pecado sólo consta de
raza humana), pecado niños pequeños son acciones voluntarias. Las
contraído por un simple inocentes y no lo necesitan” personas son moralmente
acto de Adán, y la (González, 2,009, pág. libres y, toman decisiones
resultante corrupción 334). Pelagio desvincula la libres, no hay nada que se
inherente de la naturaleza “voluntad” de la parezca a una naturaleza
humana transmitida a la “moralidad”, para él, no hay de pecado; solo sucesos
posteridad y que se naturaleza pecaminosa, reales de pecado. La
manifiesta en una porque Dios le ha dado al salvación consiste
tendencia al pecado. Este hombre la capacidad para sencillamente en ser mejor
pecado se vuelve también hacer lo bueno. y hacer el bien.
la pérdida del poder de la
(4) “El semipelagianismo Aunque muchas de estas
propia determinación en
reaccionó en contra de lo teorías parezcan tener
dirección de la santidad
absoluto del concepto de cierta profundidad, ninguna
(libertad material de la
Agustín. Admitió que toda considera a la Biblia como
voluntad), y convierte al
la raza humana está una revelación plenamente
hombre en esclavo del
envuelta en la caída de inspirada.
pecado” (Berkhof, 2009,
pág. 292) Adán, que la naturaleza
Las Escrituras enseñan
humana está infectada por
que el pecado es real y
el pecado hereditario y que
personal; se originó en la

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(5) Tomás de Aquino (Siglo todos los hombres son por caída de Satanás, quien es
XIII). Aunque me hubiera naturaleza inclinados al mal personal, malvado y activo;
gustado mucho colocarlo y no pueden, sin la gracia y a través de la caída de
en la “segunda columna” de Dios, ejecutar algo Adán, el pecado se
después de Pedro bueno; pero negó la “total” extendió a una humanidad
Abelardo, decidí colocarlo depravación del hombre, la creada buena por un Dios
en esta, debido a que culpa del pecado original, y totalmente Bueno.
Charles Hodge en su la pérdida de la libertad de
Teología Sistemática la voluntad” (Berkhof, 2009, (Horton, 1,996, págs. 270-
comenta que Tomás se pág. 292). Se hereda una 272)
aproximó mucho a Agustín incapacidad natural, pero
de Hipona. Conocido como no se es responsable de
el “Doctor Angélico”, ella.
propone que la rectitud
original fue proporcionada (5) Pedro Abelardo (Siglo
a Adán como un don XI-XII). “No habría
sobrenatural, el cual perdió corrupción hereditaria
para sí mismo y su inherente, ni carácter
posteridad (la humanidad moral, bueno o malo. No se
completa) por su les podría imputar como
transgresión en Edén, y pecado la ausencia de un
como consecuencia de ello, don sobrenatural no
hay una aversión de “mi perteneciente a la
voluntad” con respecto a naturaleza del hombre, y
Dios – en otras palabras, el que debería ser otorgado
humano después de la como un favor. Así, el
caída no quiere buscar o pecado original en la
tener que ver con Dios – o posteridad de Adán no
sea que, tenemos una podría consistir en otra
disposición corrompida y cosa que en la imputación a
desorden o deformidad de los mismos de la primera
los poderes del alma. transgresión que él
“Finalmente, el pecado cometió. Ellos sufren el
original es una mal penal. castigo por aquel pecado,
La pérdida de rectitud castigo que es la pérdida
original y el consiguiente de la rectitud original”
desorden de nuestra (Hodge, 2,010, pág. 417).
naturaleza son la pena por
(6) Duns Escoto (1266-
la primera transgresión de
1308). “Hizo que el pecado
Adán” (Hodge, 2,010, pág.
original consistiera sólo en
419). La diferencia de
la pérdida de la rectitud
Tomás de Aquino con
original, y como ésta era
Agustín estriba en el
puramente un don
grado de daño recibido
sobrenatural, no
por la apostasía de Adán,
perteneciente a la
ya que, “como
naturaleza del hombre, su
consecuencia de la caída,

14
los hombres son totalmente pérdida dejó a Adán, y a su
incapaces de salvarse a sí posteridad después de él,
mismos, ni de hacer nada precisamente en el estado
verdaderamente bueno a la en que el hombre había
vista de Dios sin la ayuda sido creado originalmente”
de la gracia divina. Pero (Hodge, 2,010, pág. 419).
siguen teniendo la Para los escotistas, se
capacidad de cooperar con mantiene el libre albedrío,
aquella gracia” (Hodge, aunque debilitado y
2,010, pág. 419). rodeado de dificultades.
(6) Martín Lutero (Siglo (7) La doctrina católico
XVI). Lutero, monje romana, definida en Trento
agustiniano, fue define las siguientes
completamente influido por posiciones: (a) Adán por su
la obra de Agustín. La trasgresión perdió de
Reforma protestante del inmediato la santidad y
siglo XVI, no nació rectitud en que había sido
exclusivamente de Lutero, constituido, como
pero su pensamiento consecuencia de ello
influyó hasta nuestros días quedó afecto a la ira de
en cuanto al pecado Dios, la muerte y la
original. “Lo primero que ha sujeción al diablo, (b) los
de decirse acerca del ser efectos del pecado de Adán
humano en su estado fueron: (1) la pérdida de la
presente es que es rectitud original, (2) la
pecador. Esto no quiere muerte y el cautiverio de
decir sencillamente que ha Satanás, y, (3) el deterioro
pecado, ni siquiera que de toda su naturaleza tanto
sigue pecando, sino más en alma como en cuerpo,
bien que toda su naturaleza (c) creen que el pecado de
ha recibido el sello del Adán dañó también a toda
pecado” (González, 2,009, su posteridad, (d) creen
pág. 629). Para Lutero, que el pecado original es
tomando el Salmo 51 como comunicado por
ejemplo, los padres propagación, que es
heredan a los hijos la inherente a cada hombre y
pecaminosidad. El pecado que no puede ser quitado
está tan arraigado dentro por otro medio que por la
del ser humano, que le sangre de Cristo, (e)
resulta imposible insisten en que el pecado
descubrirlo por sí mismo, original es removido por el
debe tener ayuda bautizo de infantes, (f)
sobrenatural para poder Promulgan que el ser
entender el humano su humano no perdió el libre
condición caída. “El ser arbitrio por la caída y (g)
humano no puede hacer “están en contra de la

15
más que mal. Sus mejores doctrina agustiniana de la
virtudes, por admirables total incapacidad humana
que parezcan desde el para hacer nada
punto de vista de la ley civil, espiritualmente bueno”
no le acercan a Dios. Esto (Hodge, 2,010, pág. 422).
no es porque su voluntad “Los católicorromanos y los
sea restringida, sino porque arminianos empequeñecen
está tan llena de maldad la idea del pecado original y
que libremente decide luego desarrollan doctrinas
hacer el mal. No queda tales como las de lavar el
cosa alguna en la persona pecado original (aunque no
que le permita agradar a solamente eso) por medio
Dios, ni siquiera moverse del bautismo, y la de la
hacia Dios mismo. La gracia suficiente por medio
voluntad humana es como de la cual la gravedad del
una bestia que se pecado actual queda en
encuentra entre dos jinetes, gran manera oscurecida”
es decir, Dios y el diablo. (Berkhof, 2009, pág. 299)
En la persona natural, el
diablo ha venido a ser el (8) Jacobo Arminio (1560-
jinete, y no hay nada que el 1609). La doctrina
ser humano pueda hacer arminiana se encuentra hoy
para deshacerse de él” en diversos grupos:
(González, 2,009, pág. luteranos, metodistas,
630). Para Lutero episcopales, anglicanos,
entonces, el hombre no pentecostales, bautistas
puede hacer nada para del libre albedrío y la
salvarse, ni siquiera mayoría de creyentes
emprender el camino a carismáticos y de la
Dios; tiene que ser la obra santidad. “Los arminianos
“previniente” o preparatoria enseñaban la doctrina del
del Espíritu Santo, la que pecado original; éste afecta
nos permita ver nuestra a todo el hombre; destituye
condición y pedir perdón. al hombre de todo bien
La fe no es obra humana, la positivo y, alejado de la
fe es obra de Dios. La fe me gracia de Dios, el hombre
es “regalada” para poder comete el mal
“ver a Cristo” y como continuamente. Por el
consecuencia de ello, me pecado de Adán entraron al
es imputada la “justicia de mundo el pecado y la
Cristo”. muerte. La pena de muerte
cayó sobre toda la
(7) Juan Calvino (1509- humanidad por un estado
1564). Es Calvino el que le del corazón humano (no
da el carácter a la teología por la imputación).
reformada. Calvino acentúa Además, todas las
que el ser humano fuimos personas heredaron la

16
creados con integridad por naturaleza corrupta por ser
Dios. Pero, con la caída, descendientes de Adán. No
podemos entender nuestra obstante, esto no sugiere
miseria y necesidad de un una imputación legal del
Salvador. Para Calvino, el pecado. La apología de los
pecado original es remostrantes declara: “No
heredado por toda la hay base legal para
humanidad, pero no aseverar que el pecado de
significa una corrupción del Adán se imputó a su
cuerpo (transmitida como posteridad en el sentido de
los genes físicos). “Es más que Dios la haya declarado
bien, “una corrupción y culpable y la acuse del
perversión hereditarias de mismo pecado y crimen
nuestra naturaleza, cometidos por Adán”
difundidas en todas las (Enns, 2010, pág. 510). Los
partes del alma; lo cual cinco puntos de la
primeramente nos hace Remostrancia arminiana,
culpables de la ira de Dios contrarios y como
y, además, produce en respuesta al calvinismo, se
nosotros lo que la Escritura resumen así: “(a) la
denomina “obras de la predestinación condicional
carne”. Esto quiere decir, con base en la presciencia
por lo tanto, que aunque el de Dios, (b) la muerte
pecado original se hereda y universal de Cristo: Él
ya existe en la matriz, la murió por todos, pero su
razón por la que se muerte sólo es efectiva en
transmite no es la los creyentes, (c) la fe
sensualidad en el acto salvadora es imposible sin
mismo de la concepción, la regeneración del Espíritu
sino más bien el hecho Santo, (d) la gracia de Dios
mismo de ser hijos de es resistible y (e) aunque
Adán. Lo que es más, no es Dios da gracia para que los
solamente la culpa de Adán creyentes perseveren, las
lo que se transmite, sino Escrituras no son claras en
también el pecado, que a cuanto a que los creyentes
su vez engendra en no puedan perderse”
nosotros más pecado” (Enns, 2010, pág. 508)
(González, 2,009, pág.
703). Calvino insiste en la
doctrina de la depravación
de la naturaleza humana e
insiste en que, con la caída,
los dones sobrenaturales
que Adán disfrutaba, se
han perdido, y los dones
naturales, se han
corrompido, pero no a tal

17
grado de que se
destruyeran
completamente; el hombre
después de la caída tiene
una imagen “deformada”.
Finalmente, la única forma
en que podamos escuchar
a Dios, es mediante unos
oídos y una mente que
solamente el Espíritu de
Dios puede proporcionar.
“Los cinco puntos del
calvinismo enfatizan: la
depravación total de la raza
humana, la elección
incondicional de Dios sobre
algunas personas para
salvación y otras para
perdición, Dios determina
que Cristo muera por los
elegidos, aboga por la
gracia irresistible y
finalmente, quienes han
sido elegidos y atraídos a
Dios por el Espíritu Santo,
perseverarán en la fe”
(Enns, 2010, pág. 495)

(8) Karl Barth (1886-1968). (9) Maurizio Flick – Zoltan


De tendencia calvinista, Alszeghy. Los coloco
estudió en Berna, Tubinga aparte y, por último, porque
y Marburgo. “Barth fue creo que es una posición
influenciado por Calvino y que hay que meditar
otros reformadores; por lo mucho, pero que tiene
tanto, Barth enfatizaba la futuro. “El pecado de un
soberanía (y la hombre no podría constituir
trascendencia) de Dios. Él pecadores a los demás,
es absolutamente Otro y el aunque privados del uso de
hombre sólo puede razón, si no hubiera en
conocerlo porque se le da a ellos cierta convivencia
conocer…Barth enfatizó la involuntaria en aquel
elección de Cristo en lugar pecado, que consiste en un
de la del hombre. Barth desorden de la voluntad,
estableció que todos los orientada hacia pecados
individuos son elegidos en personales” (Molina, s.f,
Cristo, pero rechazó la pág. 4) Pablo en Romanos
noción del universalismo. 5:12-21 considera los

18
Dios, en su gracia, eligió a pecados personales como
Cristo y, a través de Él, el consecuencia y
hombre es elegido y manifestación del pecado
reconciliado con Dios. Esto transmitido por Adán a toda
incluye a quienes no creen la humanidad. “Esta
en Cristo, pero están incapacidad de realizar la
determinados para oír y ley del Espíritu, se puede
creer” (Enns, 2010, págs. describir como “una
588-590) situación en la que el
hombre se encuentra
alienado de Dios en la
medida en que se ve
irresistiblemente llevado
por el dinamismo de su
realidad a resistir a la
invitación divina,
cerrándose al pecado”
(Molina, s.f, págs. 4-5). Hay
una incapacidad en el ser
humano para “dialogar” con
Dios y con el prójimo, esto
es algo nuevo, porque
ahora el prójimo también es
parte fundamental de la
caída. “La posibilidad o no
del dialogo con Dios,
depende de la posibilidad o
imposibilidad de tomar esta
actitud con la que el
hombre acoge a Dios y
acepta vivir como su hijo. Al
afirmar, entonces, que el
hombre caído es incapaz
de hacer la opción
fundamental por Dios,
confirman los autores, que
se descubre la incapacidad
dinámica, que realiza en sí
misma el aspecto óntico y
personalista del mal, que
aflige a toda la humanidad,
desde el nacimiento de
cada hombre, que no es
querido por el Creador, y
que sólo desaparece en la
incorporación a Cristo”
(Molina, s.f, pág. 5). Para

19
Flick y Alszeghy, el ser
humano no está imputado
con el pecado de alguien
más, sino solamente
conserva en su óntica-
natural ese mal, ya que
existe en el hombre con
anterioridad a la razón
personal que toma
libremente. Es muy
importante el concepto de
“alienación” en su
pensamiento que “es la
experiencia de ser un
forastero, “lejos del hogar”,
enajenado de otros y de
uno mismo” (Sinclair B.
Ferguson, 2,005, pág. 49),
en conclusión, para ellos el
pecado original es “que se
apartó el cielo y la tierra por
el pecado de Adán, pero no
somos imputados de la
culpabilidad, sino por ser
hijos de Adán, no tenemos
de nacimiento el privilegio
de participar de la
Presencia de Dios”.

Línea de Pensamiento Línea de Pensamiento Línea de Pensamiento


Bíblico 1 Bíblico 2 Extra Bíblico

La Idea Bíblica del Pecado


El problema del mal es real en la historia de la humanidad y en nuestra realidad presente,
en cada uno de los seres humanos que habitamos este planeta, y aun saliendo fuera de
este planeta, el tema no es geográfico, sino inherente al ser humano. Las Sagradas
Escrituras también presentan su respuesta a este problema y la respuesta es categórica:
“el problema del mal mundial es causado por el pecado del hombre”; hay una
responsabilidad entre lo que Dios creó perfecto y la condición actual del ser humano.

20
“Dice un antiguo escritor cristiano, Taciano: “No hemos sido hechos para la muerte,
morimos por nuestra culpa. Nos perdió nuestra autonomía. Siendo libres, nos
convertimos en siervos al ser derrotados por el pecado. Nada malo fue hecho por Dios,
la maldad se produjo por nosotros. Pero, aunque nosotros la provocamos, somos
incapaces de quitarla” (Discursos contra los griegos, 11).” (Lorda, 2009)

La enseñanza de la Biblia respecto del pecado original, de la universalidad del pecado


dice: “Hay afirmaciones directas de la Escritura que señalan a la pecaminosidad universal
del hombre, por ejemplo, 1 Reyes 8:46; Salmos 143:2; Proverbios 20:9; Eclesiastés 7:20;
Romanos 3:1-12, 19, 20, 23; Gálatas 3:22; Santiago 3; 1 Juan 1:8, 10. Varios pasajes de
la Escritura enseñan que el pecado es la herencia del hombre desde el momento de su
nacimiento, y está presente, por tanto, en la naturaleza humana desde tan al principio
que no es posible considerarlo como resultado de la imitación, Salmo 51:5; Job 14:4;
Juan 3:6.” (Berkhof, 2009, pág. 287)

“En Efesios 2:3 Pablo dice de los efesios que “Eran por naturaleza hijos de ira lo mismo
que los demás”. En este pasaje, el término “por naturaleza” señala a algo innato y original,
para distinguirlo de lo que es adquirido subsecuentemente. El pecado, pues, es algo
original del que todos los hombres participan, y que los hace culpables delante de Dios.
Además, según la Escritura, la muerte tiene que visitar aun a aquellos que nunca
ejercitaron una elección consciente y personal, Romanos 5:12-14. Este pasaje implica
que el pecado existe en el caso de los niños antes de que tengan conocimiento moral”
(Berkhof, 2009, pág. 287)

“Por último, la Biblia enseña también que todos los hombres están bajo condenación y,
por tanto, necesitan la redención que hay en Cristo Jesús. Los niños nunca quedan
exceptuados de esta regla, compárese los pasajes precedentes y también Juan 3:3, 5; 1
Juan 5:12. Esto no se contradice por aquellos pasajes que atribuyen cierta justicia al
hombre, tales como Mateo 9:12, 13; Hechos 10:35; Romanos 2:14; Filipenses 3:6; 1
Corintios 1:30; puesto que esto puede ser o una justicia civil, una justicia ceremonial o de
pacto; la justicia de la ley, o la justicia que es en Cristo Jesús” (Berkhof, 2009, pág. 287)

21
El comentario más extenso sobre el pecado de Adán que podemos encontrar en la Biblia
está en Romanos 5:12-21. Aquí se afirma que, por la decisión razonada y responsable
del representante de la humanidad – Adán -, todos los hombres descendientes suyos por
generación natural somos constituidos pecadores y como consecuencia de esto, estamos
sujetos a la muerte. “Aunque la doctrina del pecado original pueda parecer dura e
irracional, y el corazón inconverso del hombre natural pueda rechazarla, sin embargo, el
hecho de que se me ofrece el privilegio de elegir otro representante y repudiar al primero
hace menos difícil para mí aceptar la enseñanza clara de Romanos 5:12-21” (Buswell,
2,005, pág. 43)

Existen muchas teorías del ¿cómo? se imputa o se hereda la condición pecadora al ser
humano. Muchas de ellas han sido desechadas, porque atentan o se contraponen a la
enseñanza de la Biblia, otras son todavía utilizadas para explicar lo que todo ser humano
vive a diario: una lucha contra esa naturaleza pecaminosa inherente a mí ser. Lo
importante de todo esto, es que “en la perspectiva de la revelación de la descripción de
la miseria humana no es una “doctrina pesimista”, destinada a deprimir al hombre, sino
sirve de contraste para resaltar con mayor viveza la luz de Cristo. El hombre alienado por
el pecado, no es más que el prólogo que servirá para mostrar que este estado de
alienación es superado por la redención de Cristo” (Molina, s.f, pág. 3)

La Pecaminosidad es parte de la naturaleza humana después de la caída


Mateo 12:33-35: Si tienen un buen árbol, su fruto es bueno; si tienen un mal árbol, su
fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto. Camada de víboras, ¿cómo pueden
ustedes que son malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca.
El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es
malo, de su maldad saca el mal.

“A la luz de estas palabras de Jesús, tan sencillas y tan profundas, ¡qué completamente
superficial parece ser toda la noción pelagiana de la voluntad y el pecado! Según Jesús,
las acciones malas proceden de un corazón malo, y tanto las acciones como el corazón
del que proceden son pecaminosos” (Machen, s.f, pág. 242)

22
“Esta idea es la idea de toda la Biblia. Desde el principio hasta el fin de la Biblia no hay
ni la más mínima sombra de consuelo para la superficial noción de que el pecado sólo se
da en las acciones personales y de que un hombre malo puede, sin ser cambiado por
dentro, realizar de repente acciones buenas. No, la Biblia halla siempre las raíces del mal
en el corazón, y por corazón entiende no sólo los sentimientos sino también toda la vida
interior del hombre. El corazón del hombre, nos dice, es engañador por encima de todo
y desesperadamente perverso, y debido a esto el hombre es pecador ante los ojos de
Dios” (Machen, s.f, pág. 243)

¿Qué significa entonces la doctrina de la depravación total? Significa, en primer lugar,


que la corrupción del hombre caído afecta todas y cada una de las partes de su
naturaleza. Sus facultades subsisten, es cierto; sigue siendo hombre, y por serlo es
también responsable. Pero todas sus facultades, todas las partes de su naturaleza, están
minadas por la corrupción en la que ha caído. El pecado no reside tan sólo en el cuerpo;
ni reside tan sólo en los sentimientos, ni en la inteligencia, ni en lo que a veces por error
se ha separado del resto de la naturaleza humana bajo el nombre de la voluntad. Reside
en todo esto. Toda la vida del hombre, y no solamente una parte de la misma, están
corrompida.

“En segundo lugar, la doctrina bíblica de la depravación total significa que nada de lo que
el hombre caído y no regenerado haga es realmente agradable a Dios. Muchas cosas de
las que hace pueden agradarnos a nosotros, con nuestra normal imperfecta, pero nada
de lo que hace puede agradar a Dios; nada de lo que hace puede resistir la luz
escrutadora de su tribunal. Algunas de sus acciones pueden ser relativamente buenas,
pero ninguna de ellas es realmente buena. A todas ellas las afecta la honda depravación
de la naturaleza humana caída de la que proceden” (Machen, s.f, pág. 249)

23
Conclusiones
Es pecado original es tan real como nuestra misma existencia, algunos han intentado
negarlo o esconderlo detrás de una cortina de humo, pero no lo logran, está allí como
león agazapado buscando a quién destruir. El misticismo oriental lo ha intentado con éxito
relativo, la filosofía lo ha incluso llegado a negar y mediante silogismos lo ha tratado
dominar – en la segunda parte del siglo XIX y principios del siglo XX incluso se llegó a
pensar que el ser humano era bueno -, las religiones en general han intentado todo tipo
de sacrificios rituales y pagos incluso humanos para sentirse con la paz en la conciencia.

La teología tiene unos diez y nueve siglos de estar discutiendo el por qué del pecado y
cómo es que todos hemos sido heredados, imputados o hemos imitado la pecaminosidad.
La Biblia es más directa y sin ningún tipo de protocolo lo endilga a la humanidad, sin más
ni más. Pero no es algo que a Dios le sorprenda, en la economía de Él, estaba previsto.
Me gusta este pensamiento de Juan Luis Ruiz de la Peña: “sea cual fuere la concreta
situación en que se encuentra el ser humano frente a Dios, nunca dejará de ser lo que
Dios ha querido que fuese: imagen suya” (Ruiz de la Peña, 1,991, pág. 19).

Si algo es claro para el hombre, es la certeza de que todo en esta vida debe ser un
crescendo continuo. La imagen de Dios en el ser humano también está diseñada también
según Ruiz de la Peña para tener ese crescendo y básicamente postula cuatro etapas:
imagen formada, imagen deformada – tema que nos ocupa -, imagen reformada o
doctrina de la Gracia y por último la imagen consumada o la esperanza escatológica.

La doctrina del pecado original está lejos de llegar a ser definida para todos los seres
humanos, creo que, en esto, nunca nos pondremos de acuerdo; dadas las culturas, las
concepciones teológicas, la formación religiosa o filosófica de cada persona, sumado a
quiénes han afectado positiva o negativamente nuestra forma de pensar. Debemos estar
claro que el ser humano está influido por su entorno, por su cultura, por la cantidad de
información que hoy tenemos a la mano debido al internet y a la WEB.

Debo hacer varios enunciados en la doctrina del pecado original que son ciertos siempre:
(1) Dios es Bueno y no es el motivador del mal, (2) El ser humano es “responsable” porque

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tiene libre albedrío y capacidad de razonamiento, (3) la muerte física no es la
consecuencia del pecado y (4) el bien y el mal son “necesarios” por la libertad y la razón.

Me resisto a pensar en un Dios que “hace” personas destinadas a la muerte. A lo largo


de la Biblia observamos a un “Ser” ocupado en los negocios de la Vida, preocupado por
la Vida. Esos dioses que se dedican a la muerte, destruyen, acaban, finalizan, son
pesimistas y desesperanzadores. Dios es totalmente contrario a ello, es Vida, es
esperanza, es optimismo. Por ello, me niego a pensar que fui arrojado a este mundo para
morir, un mundo al cual no pedí venir, una vida que no solicité y encima de ello, debo
cargar con una “culpa” y con una “naturaleza” de la cual no soy directamente responsable,
sino que, alguien más, tomó por mí y con ello, definió el futuro de la humanidad.

Pero también debemos ser honestos y decir que la Biblia es muy clara en su posición
respecto del pecado original. Dios decidió hacer a Adán como cabeza responsable de la
humanidad. También decidió darle “libre arbitrio” y una voluntad propia para tomar
decisiones ayudadas por la capacidad de razonamiento. Dios le proporciona al hombre
todas las herramientas necesarias para obedecer el llamado innato de la moralidad
humana y además de ello, desde el vientre de nuestra mamá, Dios está hablándonos
para salvarnos.

Quizá nuestra renuencia a aceptar la Voluntad Divina, todavía no nos permite entender
la imputación del pecado que Dios hace sobre la humanidad completa, pero si lo
experimentamos en la praxis diaria de la vida.

Puedo concluir lo siguiente: Que el ser humano es creado bueno y no naturalmente


propenso al pecado. También que somos imputados del pecado de Adán y eso provoca
como consecuencia la pérdida de la justicia original y la depravación total de toda nuestra
naturaleza. Al no tener la capacidad de solucionar esta condición existencial – la no
existencia de un canal de comunicación entre el Ser Supremo y el hombre -, necesitamos
de la Gracia Reformativa de Dios a través de Cristo Jesús, necesitamos definitivamente
Un Salvador, pero no cualquiera, sino Él Salvador.

25
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26
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