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Radiologia Clinica Tema 18 (DESARROLLADO) 23-24
Radiologia Clinica Tema 18 (DESARROLLADO) 23-24
INTRODUCCIÓN
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Deterministas: se producen siempre que se sobrepase una dosis umbral y son raros en
las dosis utilizadas en radiodiagnóstico. Aparecerían tras la exposición a altas dosis,
incluyen la radio dermitis, las lesiones en la placa de crecimiento o las cataratas.
Por tanto, el riesgo es mayor cuanto más joven es el paciente. Los niños, además de ser
más radiosensibles, tienen por delante más años para que se manifiesten los daños -
siempre tardíos- de la radiación y transportan el material genético a las siguientes
generaciones. Por eso la radio protección es especialmente importante en pediatría.
Cualquier radiación puede ser perjudicial para un niño, por lo que a todas las técnicas
que utilicen radiaciones ionizantes, y especialmente al TC, debemos aplicar criterios de
mínima radiación posible basándonos en el principio ALARA (acrónimo inglés de “ as low
as reasonably achievable”.)
La responsabilidad en la radio protección del niño la comparten el médico peticionario y
el especialista (ya sea en radiodiagnóstico o en medicina nuclear). Es interesante
trasmitir al clínico una idea relativa sobre si una exploración radia "poco o mucho”.
Utilizando como unidad relativa la radiografía simple de tórax (0,05 mSv), un estudio
convencional con contraste del abdomen (tránsito, enema, cistografía) equivale a entre
30 y 80 radiografías de tórax, una TC de cráneo equivale a unas 200 y una TC de tórax o
de abdomen, a unas 500. Con los nuevos protocolos pediátricos que van apareciendo
para las nuevas tecnologías (TC espectral, radiología convencional digital), las dosis se
reducen de manera significativa, y con la dosis, el riesgo de cáncer.
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• Hacer sólo las pruebas imprescindibles, evitar en lo posible las radiografías y la
tomografía computarizada; sustituir por ecografía (ultrasonidos) o resonancia magnética
(radiación electromagnética no ionizante) siempre que se pueda. El radiólogo tiene la
obligación de rechazar las peticiones que no incluyan una justificación.
• Hacer sólo las proyecciones imprescindibles.
• Reducir la superficie/volumen irradiado al mínimo imprescindible (colimación).
• Evitar las repeticiones por movimiento: inmovilizar.
• Reducir los parámetros para emitir menos radiación por segundo (kVp y mAs bajos).
Esto hoy día con los nuevos equipos que se están instalando, la dosimetría es automática
y el propio equipo tiene algoritmos que teniendo en cuenta la masa corporal emite una
dosis u otra siempre minimizando la exposición.
• Medios de protección (protectores de plomo o bismuto).
Recientes estudios han demostrado la ineficacia de esta protección externa debido a la
posible interacción del material de protección con el sistema de control automático de
exposición del equipo.
En la actualidad no se aconseja el uso de protectores ya que su uso no supone una
aportación en cuanto a la protección radiológica del paciente.
• Reducir el número de controles o espaciarlos en pacientes crónicos. Para ello es
fundamental la comunicación con el médico peticionario y la elaboración de protocolos
multidisciplinares en patologías crónicas.
La radiografía de tórax sigue siendo la modalidad de elección para el estudio básico del
aparato respiratorio en el niño. En los niños pequeños habitualmente hacemos la
proyección anteroposterior y la lateral se utiliza para confirmar o localizar un hallazgo.
La radiografía de tórax debe abarcar desde la región supraclavicular hasta la totalidad
de la región diafragmática.
Morfológicamente el tórax del niño va cambiando desde el periodo neonatal hasta la
adolescencia.
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El tórax del neonato: se ha comparado con la pantalla de una lámpara, de morfología
trapezoidal y costillas horizontales.
El tórax del niño mayor: va adquiriendo la morfología rectangular típica del adulto,
siendo mayor su diámetro vertical.
2.1 El TIMO
Es la estructura principal del mediastino anterior formada por dos lóbulos asimétricos
con variaciones ilimitadas en cuanto a tamaño y forma que se visualiza en las radiografías
de lactantes y niños pequeños menores de 3 años. En los TAC se puede apreciar hasta la
adolescencia.
En la proyección AP el timo es una densidad de partes blandas que se proyecta a ambos
lados del mediastino superior hasta el cuarto cartílago condrocostal aproximadamente.
El timo es blando y está improntado por las costillas por lo que con frecuencia se aprecia
el signo de la “onda tímica”. Es también muy típico el signo de la vela tímica.
Un lóbulo tímico grande puede simular una masa o una neumonía del lóbulo superior o
incluso una cardiomegalia. El timo se retrae bajo la influencia de la enfermedad sistémica
o el tratamiento esteroideo. Se regenera al desaparecer la enfermedad sistémica o al
suspender el tratamiento esteroideo, y puede recuperar la misma forma e igual tamaño.
Los vasos pulmonares y los bronquios se pueden visualizar a través del timo, lo que
ayuda a diferenciarlo de masas y neumonías. La radiografía lateral ayuda a diferenciar el
timo de la cardiomegalia. Otro signo que nos ayuda a diferenciar timo grande de
cardiomegalia es el signo del hilio tapado, este signo en general nos servirá para el
diagnóstico de masas mediastínicas anteriores.
Signo cérvico torácico: El mediastino anterior termina en las clavículas, mientras que el
mediastino posterior se extiende más arriba. Si una masa mediastínica sobrepasa en una
radiografía AP la altura de las clavículas se encuentra en mediastino posterior (por tanto
no se tratará del timo).
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La fisiología y anatomía del pulmón del niño condicionará las manifestaciones
radiológicas de la patología respiratoria. Por una parte, el tamaño global de las vías
aéreas periféricas del niño es más pequeño que en el adulto, la producción de moco es
mayor, y la ventilación a través de los poros de Khon y los canales de Lambert es menos
eficaz. Por todos estos motivos, junto con el edema de la pared bronquial que provoca
el colapso y cierre de éstos, son frecuentes las atelectasias y áreas de atrapamiento
aéreo, dos de las características típicas de la infección pulmonar en el niño.
La infección pulmonar puede afectar a:
- espacios aéreos periféricos (alveolos) donde se produce el intercambio gaseoso: dará
imagen de neumonía con consolidación segmentaria o lobar, cuyo origen suele ser
bacteriano.
- vías de conducción con reacción inflamatoria de bronquios y bronquiolos. Su origen
suele ser viral, dando lugar a la bronquitis aguda y la bronquiolitis.
- si se afectan ambos espacios estamos ante la bronconeumonía que puede ser de origen
viral o bacteriano.
¿Cuál es el papel del radiólogo ante una infección respiratoria? Confirmar o excluir una
infección pulmonar sospechada clínicamente, localizarla anatómicamente y valorar su
progresión o la aparición de complicaciones.
El radiólogo al menos debe diferenciar si la enfermedad es de origen viral o bacteriano y
saber buscar algunos hallazgos que veremos para intentar saber que agente patógeno
concreto es el causante.
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- Afectación bilateral con áreas focales de opacificación.
- Atelectasias cambiantes por tapones de moco.
- Áreas de atrapamiento aéreo.
- Los derrames y las consolidaciones son raros en las infecciones víricas.
- Covid-19: La Rx de tórax en etapas tempranas puede mostrar pequeñas opacidades
irregulares e infiltrados intersticiales de distribución periférica. Los casos graves pueden
presentar múltiples opacidades bilaterales con tendencia a confluir y consolidaciones. El
derrame pleural es infrecuente.
- Gripe A: Consolidaciones multifocales de distribución peribroncovascular.
La etiología vírica más frecuente es la infección por el virus respiratorio sincitial. Otros
agentes son el virus parainfluenza, virus de la gripe y adenovirus. En el estado actual de
pandemia hay que descartar que los síntomas y signos radiológicos no correspondan al
SARSCov-2
2.2.2. INFECCIONES BACTERIANAS
La infección bacteriana tiende a causar exudados alveolares, consolidaciones lobares y
segmentarias y derrames, causando una importante morbilidad.
El agente etiológico implicado más frecuentemente es el neumococo (streptococo
neumoniae) aunque también puede ser el Haemophilus influenzae tipoB, Staphylococcus
aureus y Chlamydia trachomatis en niños menores de 3 meses.
¿Qué hallazgos vamos a encontrar en la radiografía de tórax en una infección bacteriana?
- Consolidación lobar o segmentaria.
- Frecuentemente broncograma aéreo.
- No suele haber pérdida de volumen.
-Neumonía redonda; Consolidación alveolar que en las primeras horas presenta aspecto
de masa.
Aparecen en niños menores de 8 años y son causadas por el neumococo. Si se repite la
RX a las pocas horas ya se verá una consolidación típica lobar o segmentaria.
- Radiográficamente las consolidaciones bacterianas se resuelven en 2-4 semanas.
En niños no es necesaria la radiografía de tórax de seguimiento o control a no ser que
exista sospecha de complicaciones como abscesos, neumatoceles, neumotórax,
derrame y fístula broncopleural.
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En caso de radiografía de seguimiento sin sospecha de complicaciones ésta se debe
realizar no antes de los 14-21 días de la resolución completa de los síntomas ya que la
resolución del cuadro radiológico es posterior a la sintomatología. Pero insisto, si no hay
empeoramiento clínico no se necesita seguimiento.
Complicaciones de las neumonías bacterianas: Cada vez existen más gérmenes
resistentes a los antibióticos por lo que aparecen con frecuencia, abscesos, derrames
pleurales, empiema, fístulas broncopleurales que son refractarios a los tratamientos
conservadores habituales.
2.2.3. NEUMONÍAS POR MYCOPLASMA
El Mycoplasma neumoniae causa hasta el 30% de las neumonías de los niños mayores
(más de 4 años). Este microorganismo es una bacteria. El curso clínico suele variar desde
una enfermedad indolente con malestar, letargia y disnea hasta una neumonía aguda
con tos, fiebre y mialgias.
Las manifestaciones radiológicas son similares a las producidas por los virus.
El patrón más frecuente es un infiltrado parahiliar peribronquial bilateral.
En niños mayores y adolescentes es frecuente el infiltrado retículo-nodular unilobular,
hay que considerar la infección por Mycoplasma siempre que tengamos este patrón.
El derrame pleural es infrecuente.
Aumento de tamaño de ganglios mediastínicos.
2.2.4. TUBERCULOSIS
Su frecuencia está aumentando, favorecido por la inmigración, la pobreza y los estados
de inmunodepresión.
Tuberculosis primaria: consolidación lobar segmentaria. Se disemina hacia los ganglios
regionales ipsilaterales.
Debemos sospechar TBC si aparece enfermedad del espacio aéreo junto a adenopatías
hiliares o derrame y si el niño presenta un cuadro clínico insidioso.
Si la enfermedad progresa podemos encontrar cavitación y diseminación bronquial. La
clínica será florida y la radiografía patológica bastante típica.
Reactivación secundaria, es más frecuente en el adulto.
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TBC miliar por diseminación hematógena. Suele darse dos meses después de la primo
infección. Cursa con fiebre, astenia y afectación del estado general. En la radiografía
aparece un patrón intersticial micronodular bilateral.
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2.4.1. SENOS PARANASALES
En el momento del nacimiento ya existen senos paranasales rudimentarios, pero no se
desarrollarán completamente hasta la pubertad. Los antros maxilares y las celdas
etmoidales comienzan su neumatización antes de los 6 meses de edad y están
neumatizados por completo hacia los 10 años.
A los 7 años puede evidenciarse una neumatización variable de los senos frontales. El
seno esfenoidal se neumatiza hacia los 10 años.
Los senos paranasales en los niños pequeños están menos aireados, la mucosa es
redundante y los rebordes óseos se marcan menos por eso son más difíciles de estudiar.
Los senos que más frecuentemente se afectan por procesos inflamatorios son los
maxilares, frontales y las celdillas etmoidales anteriores. Todos ellos drenan al meato
medio en la fosa nasal a través del complejo osteomeatal.
Los senos paranasales deben estudiarse en proyección AP (Caldwell), Waters y lateral.
RX AP o Caldwell. Se valorarán:
-Septum nasal central
-Senos etmoidales y frontales
-Fosas nasales
-Senos maxilares
RX Lateral:
Seno esfenoidal por debajo de la silla, por delante los grupos etmoidales y senos
maxilares.
RX Waters o nasomentoplaca:
En ésta proyección se identifican con mucha precisión los senos maxilares y frontales
limitados por un fino contorno correspondiente a la línea mucoperióstica.
La finalidad de los estudios por imagen es confirmar el diagnóstico de sospecha clínica,
caracterizar la localización y extensión de la enfermedad y describir las variantes
anatómicas en caso de que se plantee tratamiento quirúrgico, en cuyo caso se
completará el estudio con TAC.
No obstante, en niños menores de 6 años se aconseja que el diagnóstico de sinusitis
bacteriana aguda se base únicamente en el cuadro clínico y reservar el estudio
radiológico para aquellos pacientes que no mejoran o que se agravan durante el
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tratamiento. En la infancia el diagnóstico de sinusitis no puede basarse en un
engrosamiento mucoso u opacificación sin clínica compatible. La correlación entre la
opacificación de los senos y la clínica infecciosa aumenta con la edad.
La afectación de los senos se caracteriza por una opacificación de estos por
engrosamiento mucoso, quiste de retención o pólipos y también por la presencia de
niveles hidroaéreos, éstos se correlacionan con infección bacteriana (neumococo).
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3.1.2. INVAGINACIÓN INTESTINAL
Se entiende por invaginación intestinal la introducción de un segmento intestinal en la
luz de otro segmento inmediatamente distal.
La mayor parte de las invaginaciones ocurren en niños entre 6 meses y 2 años, la mayoría
son ileocólicas e idiopáticas.
Triada clásica (aparece en < 50% de los casos): dolor abdominal de tipo cólico, masa
palpable y sangre mezclada con las heces.
La ecografía es la modalidad de elección ante la sospecha clínica. Una RX normal no
descarta invaginación. La ecografía además nos da más información sobre la presencia
de masas, adenopatías, líquido libre, etc.
La mayoría de las invaginaciones se sitúan en el ángulo subhepático.
Imagen en Donut en la que se observa un asa externa o receptora y otra interna o
donante.
Tratamiento: El radiólogo realiza la desinvaginación intestinal mediante enema de suero
guiado por ecografía. Si este método falla, entonces se necesitará tratamiento
quirúrgico.
3.1.3. APENDICITIS AGUDA
Es la urgencia quirúrgica más frecuente en la infancia.
Sospecha clínica en un niño con dolor abdominal periumbilical finalmente localizado en
FID, vómitos, náuseas, fiebre y leucocitosis.
Diagnóstico
Mediante ecografía buscaremos el apéndice, que se trata de una estructura tubular
móvil que termina en fondo de saco igual o inferior a 6 mm de diámetro.
El apéndice inflamado aumenta su diámetro (> 6 mm) y no es compresible en la
exploración.
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La asociación entre ITU y reflujo vésicoureteral puede ocurrir hasta el 40 – 50% de los
casos.
El diagnóstico de infección de orina se basa en signos clínicos y análisis bacteriológicos.
El diagnóstico radiológico tiene los siguientes objetivos:
- Detectar pielonefritis
- Identificar factores de riesgo (el más importante, el reflujo)
Ante una infección clínicamente probada:
1º) Ecografía.
Si la ecografía es normal pensaremos que se trata de una cistitis.
Si la ecografía es anormal, valoraremos si hay signos de pielonefritis o si hay signos
de dilatación de la vía excretora.
En cualquier caso, si la ecografía es anormal, realizaremos eco cistografía/CUMS para
descartar reflujo.
3.2.1 REFLUJO VESICOURETERAL (RVU)
Concepto: Paso retrógrado de la orina desde la vejiga al aparato urinario superior:
uréteres, sistemas pielocaliciales o incluso reflujo intrarrenal (más grave).
Es una patología muy frecuente en pediatría.
La lesión renal por reflujo es la causa más importante de insuficiencia renal y de
hipertensión arterial en pediatría.
El diagnóstico de reflujo se hace mediante ecocistografía/CUMS que permite tanto el
diagnóstico como la gradación del reflujo.
Los grados del reflujo son:
Grado I: la orina asciende al uréter.
II: asciende hasta uréter y pelvis.
III: Llega a los cálices y los dilata.
IV: Distiende todo el sistema uréteropielocalicial con uréteres tortuosos y cierto
grado de atrofia parenquimatosa.
V: Dilatación ureteral con grandes bucles, reflujo pielosinusal y parénquima renal
atrófico
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3.3 TUMORES ABDOMINALES
3.3.1 TUMOR DE WILMS
Es el tumor maligno abdominal más frecuente en la infancia.
Ciertos síndromes tienen predisposición a desarrollar tumores de Wilms: aniridia,
Wiedemann-Beckwith, hemihipertrofia, entre otros.
La presentación más frecuente es la de una masa abdominal.
En ecografía y TC la masa renal suele tener un aspecto heterogéneo en relación con la
existencia de hemorragia, necrosis o grasa. Son raras las calcificaciones. Debe estudiarse
con especial interés la invasión de la vena renal, la cava y la aurícula derecha. También
debe explorarse el riñón contralateral en busca de tumor bilateral o de restos
nefrogénicos precursores de malignidad.
El aspecto en la RM es heterogéneo, generalmente hipointenso en T1, salvo focos de
hemorragia, e iso- o hiperintenso en T2. Tras la administración de contraste realza menos
que el parénquima normal. Los métodos de imagen se usan para la estadificación. El
pronóstico es bueno, existen varios planteamientos terapéuticos, que incluyen
quimioterapia y cirugía.
3.3.2 NEUROBLASTOMA
De origen adrenal, es el tumor maligno extracraneal más frecuente en la infancia.
Hay una tendencia creciente a considerar que el neuroblastoma es una enfermedad con
una amplia diversidad biológica más que un único tumor. Se asocia a elevación de
catecolaminas en la orina.
A menor edad y menor estadio al diagnóstico el pronóstico es mejor. La localización
extraadrenal tiene mejor pronóstico.
Diagnóstico: En la radiografía simple se pueden encontrar efecto de masa, calcificaciones
y afectación vertebral o costal.
La ecografía es el método inicial de estudio de una masa abdominal. El neuroblastoma
suele presentarse como una masa retroperitoneal, sólida y heterogénea, con zonas
quísticas y calcificaciones.
La TC o preferiblemente la RM se deben usar para determinar la estadificación, planificar
la resecabilidad y valorar la respuesta al tratamiento quirúrgico o quimioterápico. El
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aspecto típico es el de una masa heterogénea con áreas de iso o hipointensidad en T1 y
áreas iso o hiperintensas en T2. Existe realce tras la administración de contraste.
El tratamiento consiste en cirugía y quimioterapia pero depende de la localización, el
estadio y los marcadores pronósticos.
3.3.3. HEPATOBLASTOMA
Es el tumor hepático más frecuente en niños. Es más frecuente en pacientes con
síndrome de Wiedemann-Beckwith, de Gardner, hemihipertrofia y otros. La clínica más
habitual es la de una masa hepática asociada a niveles altos de a-fetoproteína. Masa
hepática única, grande, heterogénea. Puede presentar calcificaciones y puede ser
multifocal. Tiene tendencia a invadir la vena porta. Las metástasis a distancia más
frecuentes son al pulmón
4.PATOLOGÍA MUSCULOESQUELÉTICA
4.1 PATOLOGÍA DE CADERA
Destacaremos tres procesos específicos de la edad pediátrica, importantes tanto por su
frecuencia como por sus posibles consecuencias y secuelas
4.1.1 DISPLASIA DE CADERA
La displasia congénita de cadera consiste en una alteración del desarrollo de la cadera
previo o posterior al nacimiento, que puede conducir a luxación de esta con graves
secuelas si no se diagnostica y trata adecuadamente.
Parece ser que el sustrato de esta enfermedad es una inestabilidad ligamentaria y
articular que conduciría a algún grado de luxación, y este fenómeno inicial
posteriormente provocará una displasia acetabular.
Es crucial el diagnóstico precoz por lo que la exploración de caderas forma parte de la
exploración clínica habitual del recién nacido.
Estudios de imagen: se realizarán siempre que la exploración sea patológica o existan
factores de riesgo de desarrollar displasia de caderas. La finalidad es detectar de forma
precoz cualquier grado de displasia acetabular.
-Ecografía en menores de 4 meses ya que la epífisis femoral proximal es cartilaginosa y
no será visible en RX.
-RX de caderas por encima de los 4 meses.
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Hallazgos ecográficos:
Es una prueba dinámica que permite estudiar la cadera en reposo y en situación de
stress.
Permite ver la cabeza cartilaginosa femoral, así como su relación con el acetábulo.
Se explora la cadera en posición neutra en flexión o extensión y después se realiza un
Barlow modificado (consiste en intentar movilizar la cadera mientras que se realiza la
ecografía)
-Se pueden detectar:
-Cadera firme sin alteración acetabular.
-Acetábulos más o menos planos que condicionan movilidad articular e incluso falta de
congruencia articular. Se traza una línea desde el ilíaco y debe atravesar la cabeza
femoral y quedar por debajo de ella al menos el 40% de la misma.
Hallazgos radiológicos.
Cuando está establecida es muy fácil.
-Retraso de osificación de cabeza femoral.
-Desplazamiento hacia fuera y arriba del fémur.
-Verticalización del acetábulo.
-Cualquier línea es anómala. La de Perkins es la de más utilidad en el neonato: desde el
borde lateral del acetábulo y debe pasar por la mitad de la metáfisis femoral, si pasa
medial al pico más interno de la metáfisis es anormal.
4.1.2. ENFERMEDAD DE PERTHES
Es una necrosis avascular, del centro de osificación de la epífisis femoral proximal que
produce deformidad progresiva con desplazamiento externo de la cabeza femoral. Es la
osteocondrosis o necrosis aséptica más frecuente. Aparece en niños alrededor de los 4
años. Etiología idiopática.
Radiológicamente presenta hallazgos diferentes en las sucesivas fases de la enfermedad.
Inicialmente las radiografías son normales y posteriormente hay esclerosis y
fragmentación de la epífisis femoral. Según avanza la enfermedad se produce
ensanchamiento del cuello y la cabeza femoral (coxa magna).
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4.1.3 EPIFISIOLISIS DE CADERA
Consiste en una fractura no traumática de la fisis femoral. Se da más frecuentemente en
varones adolescentes con sobrepeso.
En la RX AP de caderas se observa un ensanchamiento de la fisis con desplazamiento
posteroinferior de la epífisis femoral, más evidente en la proyección axial.
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El foco de osteomielitis se presenta como una lesión lítica generalmente en la metáfisis
y que en ocasiones cruza el cartílago de crecimiento
4.3 TUMORES OSEOS MALIGNOS EN LA INFANCIA
OSTEOSARCOMA.
Es la neoplasia maligna primaria más frecuente del hueso. Aparece sobre todo en niños
y adultos jóvenes. Representa el 60 % de las lesiones óseas maligna durante las dos
primeras décadas de la vida.
Los varones se afectan más que las mujeres. La edad de aparición es entre los 10 y 25
años de edad y suele localizarse en la metáfisis de un hueso largo sobre todo alrededor
de la rodilla.
El dolor y la tumefacción del área afectada son datos clínicos habituales.
Los hallazgos en las radiografías son una lesión metafisaria agresiva excéntrica mixta
lítica y esclerótica que penetra en la corteza y se acompaña por neoformación ósea
perióstica generalmente en rayos de Sol.
Puede existir un triángulo de Codman
Hasta el 10 % de estos niños presentan lesiones multicéntricas o metacrónicas.
La resonancia magnética define adecuadamente la extensión en la médula ósea y en los
tejidos blandos tanto antes del tratamiento como después.
El tratamiento incluye quimioterapia, resección y sustitución por aloinjerto.
SARCOMA DE EWING
Afecta a un grupo de edad algo más joven que los osteosarcomas. Es la lesión ósea más
frecuente en la primera década de la vida y la segunda más frecuente después de los
osteosarcomas en la segunda década. La máxima incidencia corresponde a los 15 años.
Sobre todo, se afectan los huesos largos, muy frecuentemente el fémur. Hasta el 25 %
de los casos presentan afectación en la pelvis. Se trata de lesiones agresivas diafisarias
con reacción perióstica en capas de cebolla.
Típicamente presentan gran masa de partes blandas.
4.4 FRACTURAS
La valoración adecuada del esqueleto, especialmente en traumatología, requiere al
menos de dos proyecciones perpendiculares entre sí: AP y L. Los extremos proximales y
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distales de hueso afectado deben ser incluidos en la radiografía recogiendo las
articulaciones próximas.
Las placas comparadas del miembro contralateral no deben formar parte de la rutina,
aunque a veces son necesarias.
Las características del esqueleto del niño condicionan unos tipos de fractura ósea típicos
de la infancia.
Tipos de fracturas:
-INCOMPLETAS Por la mayor elasticidad del hueso del niño son
. Incurvación plástica
. Torus
. Tallo verde
-COMPLETAS
. Transversal
. Espiral
. Oblícuas
-APOFISARIAS PORAVULSIÓN
-FRACTURAS DE STRESS
-FISARIAS fracturas fisarias de Salter-Harris, exclusivas de la edad pediátrica puesto que
afectan al cartílago de crecimiento. El tipo 2 de Salter-Harris es la más frecuente.
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Fracturas metafisarias. Es una fractura paralela a la fisis y perpendicular al eje mayor del
hueso largo. Se produce cuando el niño es zarandeado con violencia con los brazos y
piernas libres.
Son típicas las fracturas “en asa de cubo “ y “fracturas de esquina”
Fracturas costales. De las uniones costo condral y costovertebral por la presión ejercida
con dos manos sobre el tórax del niño
Otras fracturas sugerentes: fracturas escapulares, de esternón, apófisis espinosas
Las fracturas espiroideas en huesos largos de niños que no deambulan son muy
sugestivas de maltrato.
5.NEURORRADIOLOGÍA
5.1 TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO
El traumatismo craneoenfálico (TCE) es una causa frecuente de consulta en Urgencias
pediátricas. La mayoría van a ser banales, pero es el TCE la causa más frecuente de
muerte y discapacidad en niños mayores de 1 año en los países desarrollados. Los TCE
se distribuyen bimodalmente en edad pediátrica. El primer pico que es atendido con
mayor frecuencia es de menores de 2 años. El TCE genera distintos tipos de daño cerebral
según su mecanismo y momento de aparición.
Diagnóstico
Radiografía de cráneo. Las indicaciones de la radiografía de cráneo están muy discutidas,
ya que sus hallazgos no suelen modificar el tratamiento, y además tiene un valor
predictivo muy pobre para detectar lesión neuroquirúrgica.
En lactantes menores de 1 año, se realiza radiografía de cráneo cuando la exploración
neurológica es normal, traumatismo de moderada energía, presencia de hematoma
subgaleal y no pérdida de conocimiento.
En el lactante, la dificultad del diagnóstico de fracturas viene dado por la presencia de
las suturas craneales. Las fracturas se muestran como línea radiolucente sin borde
escleroso, se ensancha a medida que se acercan a una sutura, pueden cruzar las líneas
de sutura, a menudo unilateral, si es bilateral es asimétrica y asociada a hinchazón de
partes blandas.
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Tomografía Computarizada (TC)
Está indicado cuando el traumatismo es de alta energía, pérdida del conocimiento,
exploración neurológica anormal o presencia de fractura. El objetivo es valorar la
existencia de lesiones intracraneales (intra o extraaxiales) para adoptar la medida
terapéutica apropiada.
5.2 CRANEOSINÓSTOSIS
Es importante para avanzar en este apartado el recuerdo anatómico de la bóveda craneal
y su correlación en las diferentes técnicas de imagen. Esto se debe a que los huesos de
la calota no están fusionados ni totalmente osificados al nacimiento dejando espacios
interóseos denominados suturas craneales y fontanelas. El cierre progresivo de las
mismas ocurre a medida que crece el niño.
Suturas craneales
La calota está formada por dos huesos parietales, dos huesos frontales, un hueso
occipital y dos huesos temporales.
Las principales suturas son sutura metópica (interfrontal), sutura coronal
(frontoparietal), sutura sagital (interparietal) y suturas lambdoideas (occipitoparietal).
La fontanela anterior se cierra al 1 año +/- 4 meses y la fontanela posterior se cierra al
nacimiento +/- 2 meses.
Craneosinóstosis
La craneosinostosis es el cierre precoz de una o más suturas craneales, lo que produce
un crecimiento y desarrollo anormal del cráneo. Este crecimiento, que normalmente
tiene lugar en sentido perpendicular a dicha sutura, pasa a realizarse en forma
compensatoria en otros sentidos, ocasionando una alteración en el volumen o en la
morfología del cráneo y la cara. Según la sutura fusionada precozmente se produce una
alteración de la cabeza característica.
Las craneosinóstosis se clasifican en sindrómicas o no sindrómicas. Estas últimas son
más frecuentes.
También se clasifican según la sutura afectada en:
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-Escafocefalia o dolicocefalia. Sinostosis sutura sagital. Aumento del eje
anteroposterior. Es la más frecuente 60%.
-Trigonocefalia: Sinostosis sutura metópica. Craneo en quilla.
-Plagiocefalia: Sinóstosis sutura coronal unilateral o lambdoidea
-Braquicefalia. Sinóstosis sutura coronal bilateral. Aumento eje transverso.
-Oxicefalia. Sinóstosis sutura coronal y sagital. Craneo muy alto y estrecho.
El diagnóstico diferencial principal se debe de realizar con la alteración de la morfología
del craneo de origen postural (plagiocefalia postural), compresión intrauterina del
craneo o traumatismo por forceps.
Diagnóstico
-Radiografía de cráneo
Sirve para confirmar el diagnóstico de sospecha tras la exploración física.
Los hallazgos serán fusión ósea hiperostótica y obliteración de la o las sututras.
-TC helicoidal con reconstrucciones tridimensionales (3D)
Evaluación de la morfología del cerebro
Las reconstrucciones tridimensionales permiten una correcta valoración morfológica
para la intervención quirúrgica.
Son los tumores sólidos más frecuentes en Pediatría y la segunda causa de cáncer
infantil, después de las leucemias.
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(tomografía computarizada) es superior para demostrar calcio y cambios óseos
asociados.
Los hallazgos en la TC y la RM permiten aproximar un diagnóstico inicial de los principales
tumores del SNC en el niño.
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