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2. USOS DE LA RAZÓN
La razón siempre persigue algún tipo de interés y Habermas va a diferenciar tres tipos:
3. LA RAZÓN DIALÓGICA
Habermas entiende la razón como fruto del discurso con el que buscamos convencer a otros
de nuestras ideas. Para ello debemos cumplir con cuatro condiciones que Habermas considera
universales:
*La ingeligibilidad
*La verdad
*La rectitud
* La veracidad
El éxito de los actos comunicativos depende de que se den estas condiciones.
Además Habermas considera que los consensos válidos no pueden surgir de la arbitrariedad
ideológica y la manipulación. Esto sólo se consigue si se da una situación ideal del habla que
solo se logra si los participantes en el diálogo actúan con libertad, igualdad, universalidad y
ausencia de coacción. Como su propio nombre indica se trata de un ideal a alcanzar que nos
permite medir la validez de los discursos y la legitimidad de los consensos a los que nos
conducen.
4. LA ÉTICA DIÁLOGICA
Habermas sitúa su ética entre el dogmatismo y el relativismo que quiere evitar. Aunque la
ética dialógica presente sus contenidos como universales es muy consciente, al igual que la
ciencia, de su carácter contingente y aproximativo. Lo importante no son tanto los contenidos
sino el procedimiento que implica:
* una actitud crítica hacia las normas vigentes en la comunidad
* disposición a dar razones de aquellos comportamientos que se considere que las personas de
cualquier cultura deben seguir
* escuchar las razones de esas personas
* aceptar los argumentos más convincentes para todos
En resumen, la ética diálogica se basa en la igualdad de todos los seres humanos y en la
imparcialidad.
Esta concepción de la sociedad tiene repercusiones claras en la política pues considera que el
poder solo se legitima a través de procesos democráticos de forma que la política no quede
absorbida por el aparato estatal y la estructura del mercado. Propone una democracia
deliberativa que exige la creación de formas institucionalizadas de votaciones y de
deliberaciones en las corporaciones parlamentarias, o en la red de espacios públicos políticos
que posibiliten los acuerdos en debates donde se impongan a los intereses del poder del
dinero y el poder administrativo los intereses de una política que recoja los argumentos del
conjunto de la sociedad.
Esto implica una participación activa de todos los ciudadanos y una crítica a la idea del político
profesional: renunciar a la vida política es renunciar a la racionalidad y disminuir la calidad
democrática de la misma.
6. EL PATRIOTISMO CONSTITUCIONAL
En el mundo actual, como consecuencia de la globalización y de la inmigración, coexisten en la
mayoría de los países comunidades étnicas diferentes, con lenguas, religiones y visiones del
mundo distintas. Si esta pluralidad de culturas se desprecia mutuamente la sociedad se
fragmenta y no es posible llegar a acuerdos políticos racionales. Por eso propone que los
ciudadanos tengan que ser fieles no tanto a unas leyes constitucionales que pueden variar,
sino a los principios y valores constitucionales democráticos, la discusión democrática en los
espacios públicos y el respeto a los derechos humanos. Estos constituyen una “moral
universal” que tiene que ser respetada en todos los países y por todas las personas.
Al igual que en el caso de las leyes constitucionales, los derechos humanos no tienen una
validez para siempre sino meramente situacional. Se realizan en un momento histórico y en
unas circunstancias que pueden cambiar al enfrentarse a nuevas situaciones.
respecto de la sociedad económica se corresponde una reconexión del poder administrativo con
el poder comunicativo que dimana de la formación política de la opinión y de la voluntad
común.”
TEXTO 3: “Con ello la razón práctica efectúa, por así decir una operación de repliegue
desde la idea de derechos universales del hombre (liberalismo) o desde la eticidad concreta
de una determinada comunidad (comunitarismo) para quedar situada ahora en aquellas
reglas de discurso y formas de argumentación que no toman su contenido normativo sino
de la propia “base de validez” de la acción orientad al entendimiento y, por tanto, en
última instancia, de la propia estructura de la comunicación lingüística”
TEXTO 5: “La teoría del discurso, que asocia al proceso democrático connotaciones
normativas más fuertes que el modelo liberal, pero más débiles que el modelo republicano,
toma elementos de ambas partes y los artIcula de una forma distinta y nueva. Coincidiendo
con el modelo republicano, concede un puesto central al proceso político de formación de
la opinión y de la voluntad común, pero sin entender como algo secundario su
estructuración en términos de Estado, derecho como una repuesta consecuente a la
cuestión de cómo pueden implementarse los exigentes presupuestos comunicativos del
procedimiento democrático. La teoría del discurso no hace depender la realización de una
política deliberativa de una ciudadanía colectivamente capaz de acción, sino de la
institucionalización de los procedimientos correspondientes.”