Está en la página 1de 4

Clase 1: El aprendizaje, un duro trabajo

Es importante comprender que el aprendizaje es un proceso atravesado por factores


subjetivos, socioculturales, biológicos, institucionales.
Es un reencuentro reflexivo de multiplicidad de sentidos y no un proceso lineal y
consciente. Los factores mencionados se articulan en un diálogo y tensión que
singularidad los modos de relación que ejercemos con nuestros objetos de
conocimiento.
El aprendizaje es un complejo trabajo que incluye como motor al Deseo y la
Curiosidad.

Texto Silvia Schlemenson


Cap. 2: el aprendizaje: un duro trabajo para disfrutar del mundo.
El aprendizaje, desde el punto de vista psicológico, es un trabajo complejo que incluye la
curiosidad por aquello que se ignora y el deseo de búsqueda y conquista de novedades
atractivas. El ser humano es singular, está cargado de sentidos y asociado a las
oportunidades de resolución de conflictos que se atraviesen en los distintos momentos del
desarrollo, para que este proceso pueda concretarse, es necesario que el sujeto se
conmueva (trate de cambiar efectivamente algo). Este proceso de cambio de lo conocido a
lo novedoso resulta psíquicamente significativo cuando se acompaña de placer, de
atractivo.
El aprendizaje define un tipo de trabajo subjetivo en cuya dinámica singular cada sujeto
interpreta y conoce el mundo de acuerdo con las experiencias afectivas que le resultaron
históricamente cercanas y emotivas. Las modalidades singulares de aprender de cada
sujeto se concretan en sus cuadernos, escritos y comportamientos.
Desde el punto de vista psicológico, el aprendizaje responde a un movimiento de la energía
psíquica en búsqueda de satisfacción, en el cual el niño se relaciona con algunos objetos en
forma preferencial y evita inconscientemente aquellos que pudieran producir algún tipo de
convocatoria traumática o amenazante. Si alguno de estos movimientos se selectividad o
evitación de conocimientos se rigidizan, se constituye una modalidad de relación del sujeto
con el mundo que lo empobrece. La falta de ductilidad es uno de los problemas de
aprendizaje que se establece en niños que, siendo inteligentes, tienen pocos recursos
psíquicos para incorporar novedades a sus modalidades de comportamiento. Por causas
psicológicas o sociales, muchos de los temas del mundo, se constituyen en los sujetos en
temas que se deben evitar y producen en el niño movimientos de retracción psíquica
alrededor de ellos. La evitación de un sufrimiento conocido o la búsqueda de reedición del
placer habido se transforman en el tipo de movimiento alrededor del cual se organiza el
aprendizaje humano que se caracteriza por tener áreas de mejores y peores dominios de la
realidad.
Las tendencias positivas y negativas para relacionarse con los objetos del mundo son las
que marcan ejes afectivos y dúctiles hacia el conocimiento, la rigidez limita su despliegue,
así el proceso de aprendizaje sería asimilable a la diversidad de movimientos de la energía
psíquica alrededor de los objetos sociales existentes.
Las estrategias docentes son psíquicamente satisfactorias cuando respetan las
modalidades singulares de producir conocimientos y relacionarse con la realidad que
caracteriza a cada uno de los alumnos. Respetar las modalidades particulares de
producción de cada sujeto en la escuela podría ser considerado, desde el punto de vista
psíquico, como elemento significativo en la constitución y profundización del deseo de
aprendizaje en los niños.
El gusto y el disfrute por lo que se domina suele ser difícil de cambiar en las situaciones
escolares, por lo que se trata de respetarlo y maximizar desde allí, las oportunidades para
su enriquecimiento, porque la disposición psíquica para el aprendizaje tiene una relación
activa con el DESEO más que con el potencial de intelectual para concretar. La posibilidad
de activar el deseo por incorporar conocimientos novedosos incluye aspectos
multidisciplinares a tener en cuenta en el duro trabajo de aprender.
La lectura multidisciplinar de las dificultades de aprendizaje posibilita realzar las prioridades
de cada una de las disciplinas que inciden en sus problemas, poniendo en relevancia los
factores que en cada situación, permiten expandir la comprensión de sus peculiaridades en
forma compleja. Edgar Morín presenta la noción de PENSAMIENTO COMPLEJO, como un
desafío para conquistar en el cual convergen varias disciplinas y ejes de análisis en tensión
permanente. El paradigma de la COMPLEJIDAD permite, frente a un niño con dificultades
escolares, abandonar la ilusión positivista de encontrar relaciones “causa – efecto#, lineales
y directas en la caracterización de sus maneras de relacionarse con el mundo para tratar de
entender la diversidad de factores que pueden incidir en el aprendizaje.
Para poder pensar en forma compleja, es necesario focalizar en una disciplina que
interviene en la definición del objeto, pero sabiendo que nunca es el disparador único ni
definitivo.
El primer paso para empezar a conocer la complejidad de los problemas de aprendizaje de
un niño es poder definirlo en forma disciplinar, es decir, recortar sus dificultades desde un
solo marco teórico, para luego confluir en intercambios dialógicos con otras disciplinas.
Para organizar el conocimiento en forma compleja se hace necesario realzar el peso de la
disciplina teórica que consideramos como la de mayor influencia en el problema de un niño
determinado y desde dicha disciplina entrar en diálogo con cualquiera de las otras que no
pudieron compensar las dificultades existentes, como para que el aprendizaje se concretara
en forma satisfactoria.
Comprender un problema de aprendizaje en un niño lleva a buscar la multicausalidad de él
y realzar diálogos interdisciplinares que nos permitan evitar la causalidad única que
empobrece los análisis y reduce los comportamientos psíquicos a relaciones causa – efecto
que no existen en el psiquismo sino en los mecanismos de objetos muy sencillo. Al analizar
un problema de aprendizaje de un niño, no incluimos exclusivamente los factores psíquicos
sino de la convergencia de aspectos neurológicos, antropológicos, económicos y sociales
que organizan la singularidad de sus modalidades de aprender, en activas relaciones
interdisciplinares.
Morín considera que las relaciones interdisciplinares dialógicas posibilitan la reorganización
de prioridades de cada una de las disciplinas que confluyen en un sistema multidimensional,
en el cual el aprendizaje deja de ser vivo desde una sola de las ópticas para incluir a todas
las otras. Se tratará de realzar los diferentes caminos desde las distintas disciplinas que
permiten mantener el deseo por el conocimiento.
El diálogo entre las diferentes disciplinas que comprometen en aprendizaje y sus problemas
convocan enunciados de la psicología, la neurología, la sociología y la antropología, que
sostienen argumentos que se complementan o contraponen. Desde este punto de vista, los
problemas de aprendizaje dejan de ser psíquicos para conversar con las disciplinas y tratar
de entender que ocurre en el cerebro, que opinan los neurocientistas o los antropólogos
sobre alguna de las restricciones psíquicas y cómo inciden cada una de ellas en la
definición de un problema.
Para trabajar sobre las particularidades singulares que presenta el aprendizaje humano, se
hace necesario profundizar en las relaciones interdisciplinares dialógicas existentes entre
las distintas disciplinas confluyentes.
Abrir, ligar, desentrañar sentidos, acompañar las situaciones de aprendizaje con interés y
afecto se ha convertido en uno de los requisitos necesarios para interesar a los alumnos por
el conocimiento, que no radica en aceptar el nivel de desarrollo madurativo de los niños sino
las confluencias de particularidades psíquicos, neurológicas y culturales. Cuando las
diferencias psíquicas se conjugan con tolerancia y permeabilidad de parte de los docentes,
los procesos de simbolización del sujeto se enriquecen y ofrecen nuevas oportunidades
dinámicas de circulación del afecto alrededor del aprendizaje escolar.
Las funciones docentes que favorecen el desarrollo psíquico de un niño serían aquellas que
permiten soportar la historia íntima de cada uno de sus alumnos sin juzgarla, sus lugares de
origen y sus predisposiciones genéticas, neurológicas y madurativas. La aceptación de
dichas modalidades de parte del docente y la contraposición de ellas con la de cada uno de
los semejantes, con quienes se comparten largas horas de clases, le posibilita a cada niño
potenciar o inhibir sus deseos de inclusión activa en la escuela. El docente es quien realza
las diferencias individuales que orientan y promueven la expresión de las singularidades
para que la actividad psíquica de cada sujeto pueda encontrar en la escuela nuevas
oportunidades para transformarse, esta situación no se alcanza en todos los niños, algunos
de ellos suelen manifestar desinterés y rigidez en sus modalidades de aprender con el
consecuente sufrimiento que dicha situación genera y para ellos el aprendizaje se
transforma en un problema.
Definiremos los problemas de aprendizaje (desde el punto de vista psíquico) como aquellos
que muestran un modo rígido de aprender y relacionarse con el campo social, que no da
cabida a la circulación del afecto y el deseo por buscar el conocimiento.
El proceso de aprendizaje puede ser considerado en su complejidad cuando confluyen
factores diversos (subjetivos, socioculturales, biológicos, institucionales) que articulados en
diálogo y tensión permanente singularizando las formas de acceso de un sujeto al
intercambio con los objetos sociales y del conocimiento, visualizarlos en las forma de cada
niño de comportarse en el aula, de escribir, pensar o dibujar. Para poder
capturar las modalidades de simbolización selectivas propias de cada sujeto, se
hace necesario encontrar algún referente productivo (actividad escrita, discursiva,
gráfica) a partir del cual se conceptualicen y descubran dichas modalidades como
representativas de cada sujeto.El modo de leer, de escribir o de pensar se transforman en
los referentes que le permiten al docente hipotetizar sobre las particularidades que tiene el
proceso de aprendizaje de cada sujeto, e inferir, a partir de ellas, aspectos distintivos
de la subjetividad de los niños que inciden en sus modalidades actuales de comportarse en
la escuela, muchas de las formas de aprender que caracterizan a los niños con problemas
de aprendizaje interfieren sus posibilidades de disfrutar y compartir con los adultos y sus
semejantes el deseo por en conocimiento.Aprender alude a un conjunto de variables y
determinaciones múltiples entre el sujeto y los objetos con los cuales se opera, que
incluye modalidades singulares de relacionarse e interesarse en forma dinámica y afectiva
con los conocimientos que muchas veces pueden presentar restricciones e
interferencias.André Green nos permitió incluir a los adultos como un factor de resguardo
del psiquismo como para que cada sujeto pueda desplegarse en forma original y
creativa. Nos ofrece el concepto de “estructura encuadrante” como articulador
teórico referido al lugar del adulto en la constitución del psiquismo de un niño o de un
adolescente. Refiere este concepto la necesidad de la existencia de adultos
estables, psíquicamente coherentes y afectivos queresguarden sin invadir, el
psiquismo de los niños y jóvenes a su cargo, ofreciendo espacios de autonomía para
construir intimidad y novedades sin ser avasallados ni permanentemente sancionados. Si
en lugar de creatividad e invención surgen elementos de repetición de modelos y rigidez en
las formas de operar con la realidad, el sujeto no se aventura, no juega ni se divierte, con lo
cual, clausura su actividad imaginativa que resulta ser el factor de mayor relevancia en el
aprendizaje humano.“ el que no habla nunca, el que golpea siempre… deja el
cuaderno en blanco, solo trabaja en la casa, a escondidas o con sus papás al lado,
que no puede escribir , que solo raya todo lo que hace y no busca nuevas propuestas en
forma autónoma, transforma su modalidad de aprendizaje en un problema”. Se trata de no
interpretar el aprendizaje como un proceso lineal y consciente, sino de producir sobre dicho
proceso un reencuentro reflexivo de multiplicidad de sentidos.“tratar de encontrar una
multiplicidad de sentidos en el aprendizaje es reconocer que este no se circunscribe a la
construcción acumulativa de conocimientos. Aprender es mucho más que saber porque se
instituye como una forma de abrirse hacia el mundo, participar de sus novedades, progresar
y enriquecerse.”El ser humano a diferencia de los animales construye sus
aprendizajes en forma reflexiva, se cuestiona, se modifica y no necesita de extensas
ejercitaciones para concretar sus novedades. El respeto y el realce de las diferencias que
tiene cada niño para incorporar sus novedades, encuentra en la escuela, un espacio
significativos y protegido de puesta a prueba de sus pareceres.El aislamiento, las
inhibiciones y las fuertes tendencias a producir situaciones socialmente destructivas pueden
teñir en forma permanente las posibilidades de aprendizaje de un niño, que requerirá en
estos casos de una ayuda especializada. En este sentido, podemos suponer que el
trabajo docente es agotador porque no solo queda comprometido en la transmisión
de la cultura y el conocimiento, sino que tiene que estar atento a las distintas maneras de
aprender de cada niño, a su disponibilidad psíquica, neurológica y al tipo de herramientas
que despliega cada uno de sus alumnos para alcanzar los conocimientos que desea.

SÍNTESIS:
★ La calidad de aprendizaje parecería estar determinada por la disponibilidad psíquica
para concretarlo, más que por el caudal intelectual genéticamente heredado.
★ La disponibilidad psíquica para aprender revela la existencia de un deseo que activa
y dinamiza los procesos de construcción y apropiación de conocimientos.
★ El tipo de relaciones primarias de cada sujeto condiciona la calidad de las relaciones
con el conocimiento que este despliega en la escuela.
★ La calidad de las relaciones de origen encuentra en la escuela
multiplicidad de sentidos y oportunidades para su transformación y
enriquecimiento.
★ Las diferencias individuales en la modalidad y deseo de aprendizaje de un sujeto
marcan las formas predominantemente satisfactorias o evitativas que potencian o
restringen la relación del afecto con el mundo y el conocimiento.
★ El proceso de simbolización característico de los niños y adolescentes requiere de
docentes que puedan respetarlo.
★ La escuela es uno de los espacios de oportunidad para modificar las
tendencias originarias siempre que el maestro las respete cuando intente
conocerlas.

También podría gustarte