1) La triangulación en comercio internacional, tal y como muestra el documental con
el ejemplo de las bicicletas, es cuando intervienen tres o más actores en las operaciones. Tomando el caso de las bicicletas, la triangulación se da cuando China (fabricante), se encarga de fabricar los cuadros para enviarselos a Taiwan (intermediario), en donde se ensambla la bicicleta, para finalmente llegar a Alemania (cliente final), y ser vendidas en el país. El fin de esta operación es evitar medidas proteccionistas que impongan recargos arancelarios para la entrada de los productos, en este caso las bicicletas procedentes de China, lo cual le permite ingresar sus bicicletas a otros países a un bajo costo, y seguir siendo competitivos en el mercado.
2) Caso contrario sería si EEUU aumentará el arancel a las importaciones de
bicicletas procedentes de China, ya que tendrían que pagar más para poder entrar al país, encareciendo el producto, y por consecuencia exportar menos bicicletas, al menos de forma directa. Esto podría incentivar a la industria nacional de EEUU, recuperando así los empleos perdidos por culpa de dicha competencia, pero también implicaría un aumento en los precios, por lo que las bicicletas terminarían siendo más caras. Y Brian, el dueño de la tienda de bicicletas ya no podría ofrecer al público bicicletas a menos de US$400, cosa que sí puede hacer cuando estas provienen de China.
3) Ahora bien, el proteccionismo no es del todo beneficioso, no al menos para
países menos desarrollados, ya que estos al no ser tan industrializados no pueden competir con la superproducción de los países industrializados. Estos inundan los mercados de los países más pobres con sus productos de especialidad, los cuales están respaldados mediante acuerdos que los protegen.
4) Es por eso que Holanda es ampliamente más competitivo que Camerún en el
caso de las cebollas. El acuerdo que tienen ambos países le impide a Camerún defender su producción nacional poniendo el arancel para las cebollas, lo que hace que tengan que importar grandes cantidades desde Holanda, país que ya tiene desarrollada la industria y puede inundar los mercados del mundo con su producto.
5) Si seguimos un enfoque clásico del comercio internacional, el proteccionismo ya
no sería tan importante, puesto a que si fomentamos un libre comercio sería el mercado, productores y consumidores los cuales regularán el comercio en base a sus necesidades, y la manera de poder competir sería en la calidad del producto que se especialice el país, por ejemplo Uruguay con la carne. El estado uruguayo se encargaría especialmente de facilitar la salida al mercado mundial de su producto estrella.