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El proteccionismo se produce cuando un país intenta proteger sus propias industrias de

la competencia internacional. Históricamente, el proteccionismo se ha asociado con


países que intentan desarrollarse para convertirse en economías ricas.
El argumento más común para el proteccionismo es que antes de que un país pueda
competir internacionalmente, necesita tiempo para desarrollar sus propias industrias. A
este tipo de razones se las conoce como el argumento de la industria naciente
cuando un país cierra sus fronteras para comerciar, tiene tiempo para aprender cómo
producir cosas para sí mismo que de otro modo habría importado del exterior, una estrategia
llamada «sustitución de importaciones». Si todo va de acuerdo al plan, eventualmente la
industria protegida se volverá realmente buena en lo que hace y podrá enfrentarse a la
competencia extranjera sin la ayuda del gobierno.
EJEMPLO DE PROTECCIONISMO: TOYOTA EN JAPÓN
Toyota es ahora una de las compañías de automóviles más grandes del mundo, en gran parte
debido al proteccionismo. La compañía en sus inicios se dedicaba a la fabricación de
maquinaria textil y no comenzó a fabricar automóviles hasta el año 33.
Durante décadas, el gobierno japonés protegió a Toyota de la competencia extranjera,
expulsó a General Motors y Ford en 1939 y otorgó subsidios generosos. La economía
japonesa es ahora un líder mundial en la fabricación de automóviles.
Pero, ¿se trata de una forma inteligente de desarrollarse? Para algunos expertos en
Economía, limitar el comercio desde el principio es una parte clave del desarrollo de
un sector, aunque también existen ejemplos de fracaso, como algunos de los intentos
menos exitosos de sustitución de importaciones en América Latina o en el continente
africano.
Actualmente, las economías desarrolladas también recurren al proteccionismo para proteger
a las empresas y los trabajadores de la competencia extranjera. Algo que reaviva el debate
sobre el libre comercio hoy día.
En conclusión, el proteccionismo, en forma de aranceles incrementados y similares, no
puede detener la globalización. Sus beneficios generales lo convierten en una tendencia
más profunda y más fuerte que se está produciendo en casi todo el país en forma de
interacción de los deseos del consumidor y el desarrollo digital, algo de lo que son
conscientes muchos startups, que muestran gran confianza y confían en un futuro
brillante para las exportaciones.

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