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No.

Carné 202250654 , Heidy Noemí López Yos

Curso: E 410 Práctica Sociocomunitaria

Lic: Gustavo Ramiro Tellez Mora

FUENTES DE LOS DERECHOS HUMANOS

Universidad de San Carlos de Guatemala


Facultad de Humanidades
Departamento de Pedagogía

Zunilito, 30 marzo 2024


INTRODUCCIÓN
El reconocimiento de los derechos humanos en leyes nacionales e internacionales
ha significado un importante cambio de paradigma en las relaciones de poder
entre actores sociales y Estado y entre los pueblos de la región y del mundo. Su
conquista es el producto de luchas sociales que se reiteran a través del tiempo, y
significa una garantía legal para asegurar la plena inclusión social, política y
cultural de todos los hombres y mujeres a la dinámica cotidiana de una sociedad.
No obstante, la historia reciente de violaciones a derechos por el Estado y también
por particulares así como el reto de asegurar la plena justicia social e igualdad
entre todas las personas evidencian que el logro de sociedades respetuosas de
los derechos humanos es una exigencia vigente para los Estados y para el
conjunto de nuestros pueblos.
La doctrina hegemónica liberal de derechos humanos, la más difundida y
consolidada, parte de una visión estática y legalista de los derechos. No obstante,
las luchas de poder que se expresan en derechos humanos implican procesos
bastante más complejos que la mera acumulación de conquistas jurídicas. Esta
doctrina se pretende además imponer como verdad universal aplicable a todos los
pueblos, a pesar de que se legitima a partir de un relato eurocentrista de la historia
que excluye las visiones y realidades de los pueblos del Sur.
Las realidades que enfrentan las mayorías empobrecidas del mundo y los abusos
de poder que cruzan la historia de los pueblos, evidencian la insuficiencia de un
discurso de derechos humanos que no parta de un análisis de las relaciones de
poder. Por ello, asumir el potencial de liberación presente en el discurso de
derechos humanos requiere optar por una perspectiva crítica, de manera tal que
podamos trascender el significado de su consagración formal y las limitaciones de
una visión unidimensional de la historia de los pueblos de la humanidad. Sólo así
es posible enfrentar y superar la instrumentación de los derechos humanos como
herramientas para mantener las inequidades e injusticias existentes. Todavía
estamos lejos de la construcción de una cultura crítica de derechos humanos que
favorezca su apropiación popular.
Las visiones hegemónicas todavía subyacen en el imaginario de buena parte de la
población que participa en la búsqueda de nuevas formas de organización social,
política y económica en diversos países.
FUENTES DE LOS DERECHOS HUMANOS

Los Derechos Humanos son la herencia histórica que le pertenece a cada persona humana y a cada
pueblo. Nadie debe ser desposeído de la proteccián-i-tanto nacional como internacional-e- de sus
Derechos Humanos. Hablar de Derechos Humanos es referirse a un mensaje de alegria, de
optimismo y esperanza. Es creer en la posibilidad de un mundo en donde las sonrisas infantiles
sean el sol de cada día. En este sentido la educación en Derechos Humanos es la primera piedra en
la construcción del edificio del respeto a éstos. Educación es prevención. Los guatemaltecos
debemos demostrar que comportarnos fraternalmente es posible y que la unidad hace la fuerza.

De esta manera, también mencionamos que para la promoción y respeto a los Derechos Humanos
de cada quien, es necesaria la solidaridad y unidad de cada pueblo y de la comunidad
internacional. Hace cientos de años, aparecía el pensamiento de que todos los seres humanos
fuimos hechos a imagen y semejanza del Creador, lo que implica que todos somos iguales. Nadie
es superior en materia de Derechos Humanos. Luego aparece el principio "No hagas a otro lo que
no quieras para ti", lo que se corona con el pensamiento más bello de la historia de la humanidad
que nos da fuerza a cada instante: "Amaos los unos a los otros". Mensaje de amor y ternura que
nacen de nuestra religión cristiana.

Cada definición sobre Derechos Humanos está cargada con el fundamento filosófico del autor.
Veamos algunos ejemplos. El maestro Antonio Truyol y Serra nos indica: Decir que Derechos
Humanos o Derechos del Hombre en el contexto histórico-espiritual que es el nuestro--, equivale a
afirmar que existen derechos fundamentales que el hombre posee por el hecho de ser hombre,
por su propia naturaleza y dignidad; derechos que le son inherentes, y que, lejos de nacer de una
concesión de la sociedad política, han de ser por ésta consagrados y garantizados. Esta
justificación racional implica la consideración de los Derechos Humanos como derechos naturales,
a este fundamento lo denominan iusnaturalista racionalista (ius =vínculo). Los naturalistas porque
poseen un vínculo con la naturaleza propia del ser humano y racionalista porque está basado en
las concepciones filosóficas de los racionalistas del Siglo XVII. Anteriormente a este fundamento,
encontramos que los Derechos Humanos (llamados Derecho de Gentes), provenían directamente
de los derechos divinos; esta concepción filosófica fue la que orientó a la conquista de América."
Todo esto significa que el iusnaturalismo racionalista es un avance cualitativo sobre el fundamento
del Derecho Divino.

Los Derechos Humanos aparecen como un conjunto de facultades e instituciones que, en cada
momento histórico, concretan las exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad humanas, las
cuales deben ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel nacional e
internacional," Esta es una fundamentación histórica, ya que considera que los Derechos Humanos
son derechos históricos. Para el fundamento iusnaturalista racionalista los Derechos Humanos son
inmutables, universales y absolutos; para el fundamento histórico, los Derechos Humanos son
históricos, variables y relativos. Según los defensores de esta fundamentación: El concepto y
formulación de los Derechos Humanos se han ido decantando a través de la historia, a partir del
núcleo teórico más amplio de humanidad, entendida ésta no en su apoyo sentimental, sino como
un proceso de autoconciencia, mediante el cual se ha objetivado la esencia del hombre como un
concepto unitario y abstracto.

Es decir, que no se fundan en la naturaleza humana sino en las necesidades humanas y en la


posibilidad real de satisfacerlas dentro de una sociedad, por lo que la temática de los Derechos
Humanos estará en función de los valores constituidos en una sociedad histórica concreta y de los
fines que ella pretende realizar, siempre que se respete como principio básico la esencia de la
dignidad humana como el fin de sí misma.

Los Derechos Humanos nacen con la humanidad misma, siempre se han encontrado presentes en
la historia del ser humano, estos derechos han evolucionado de acuerdo a cada época. Si
pensamos-por ejemplo- en la sociedad griega de hace 2,500 años, vamos a encontrar que existían
los ciudadanos griegos que gozaban de determinados derechos y que éstos estaban protegidos
por las leyes griegas: sin embargo, existían personas que no gozaban de estos derechos y estaban
privados de su libertad, a éstos se les denominaba esclavos. Los romanos conquistaron a los
griegos y continuaron con la esclavitud. La lucha de los esclavos por gozar de esos derechos es una
historia tan larga como la esclavitud misma, recordemos los ejemplos de Espartaco y de Antonio.
Todo este proceso de lucha forma parte de la actual dignidad humana.

Este ejemplo nos indica que cada uno de los Derechos Humanos que actualmente están
protegidos por el Derecho Internacional han sido como producto de luchas de miles de personas,
de pueblos y naciones enteras; gracias a ellos, ahora podemos abrir una Constitución y encontrar
una efectiva protección a tales derechos a nivel nacional, como una protección mediante
convenciones internacionales. Es muy importante que conozcamos cómo han evolucionado los
Derechos Humanos, eso nos dará oportunidad de saber toda la importante labor de nuestros
antepasados y valorar esa herencia maravillosa y -al mismo tiempo-, sabremos que ese proceso no
ha acabado y que nos corresponde un papel responsable como miembros de la comunidad
mundial en la promoción, respeto y reconocimiento de los Derechos Humanos a nivel mundial.
Para conocerá profundidad esa evolución, tendríamos que estudiar la historia de cada pueblo, sus
costumbres y sistemas jurídicos; sin embargo, en razón a la necesidad de síntesis, nos remitiremos
a los principales instrumentos o documentos que históricamente se han referido a 10que hoy
conocemos como Derechos Humanos.

Naturaleza de los derechos humanos


Como derechos naturales Esta concepción se apoya en el pensamiento liberal a
partir del cual se consideró la existencia de derechos naturales inherentes a todas
las personas y previos a la celebración de un contrato social, así pues, se tenía el
derecho a la resistencia cuando el contrato era roto por el gobernante –cuando
había violaciones sistemáticas a los derechos naturales reconocidos y protegidos
en el contrato–.
Como derechos morales Al considerar a los derechos humanos como derechos
morales, no sólo se piensa en el individuo aislado, sino en la construcción de
principios y de valores compartidos.
Como derechos positivos Tanto Norberto Bobbio –desde la filosofía jurídica– como
Luigi Ferrajoli –desde el positivismo crítico– dieron por hecho que con la emisión
de la Declaración Universal de Derechos Humanos podía solventarse el problema
del sustento de los derechos humanos: están ahí y están positivados. En la
medida en que ya entraron al sistema jurídico positivo, la problemática es otra (por
ejemplo, cómo hacerlos eficientes o efectivos), pero la fundamentación ya no es
una problemática.
Como derechos históricos Esta concepción permite observar el proceso de
nacimiento de los derechos, los grupos que los apoyaron, los objetivos, los
procesos de cambio y exclusión en su institucionalización, entre otros aspectos, lo
que enriquece los contextos de creación del derecho para una mayor
interpretación política y jurídica. Más aún, mantiene abierta, y explícita, la
posibilidad de reinterpretación del derecho a partir de cambios de contexto, así
como la aparición de nuevos derechos.

Los derechos humanos son fundamentales para el funcionamiento de una


sociedad justa y equitativa. Tienen varias dimensiones de importancia:

Protección individual: Los derechos humanos protegen a las personas frente a


abusos y violaciones por parte del Estado o de otros individuos. Garantizan la
seguridad y la dignidad de cada persona, y proporcionan mecanismos legales para
buscar justicia y reparación en caso de violaciones.

Igualdad y no discriminación: Los derechos humanos promueven la igualdad de


todas las personas ante la ley y prohíben cualquier forma de discriminación.
Establecen que todas las personas tienen los mismos derechos y deben tener las
mismas oportunidades, sin importar sus características personales.

Desarrollo humano: Los derechos humanos están estrechamente vinculados al


desarrollo humano. Garantizar el acceso a la educación, la salud, la vivienda
adecuada y otros derechos fundamentales contribuye al desarrollo integral de las
personas y las sociedades.

Paz y justicia: Los derechos humanos son fundamentales para promover la paz y
la justicia. La protección de los derechos individuales y colectivos ayuda a prevenir
conflictos y a construir sociedades más justas y pacíficas.

Los derechos humanos son un pilar fundamental de la sociedad contemporánea.


Estos derechos, basados en la dignidad y la igualdad de todas las personas, son
universales e indivisibles. Su importancia radica en la protección de los individuos,
la promoción de la igualdad y el desarrollo humano, y la construcción de
sociedades justas y pacíficas. Cumplir con los estándares y principios de los
derechos humanos es un desafío constante para los Estados y para todos los
actores sociales, pero es esencial para construir un mundo en el que los derechos
de todos sean respetados y garantizados.
La Constitución
La Constitución es la norma básica del ordenamiento jurídico de un Estado,
encargada de establecer la regulación jurídica del poder político.
En este orden de ideas, definimos Estado como la entidad jurídica ubicada en un
ámbito físico determinado y que ejerce poder respecto de un conjunto de
personas. Dicho Estado a su vez posee un conjunto de deberes establecidos
constitucionalmente.

Ahora bien, el concepto de constitución puede determinarse desde un punto de


vista material y desde un punto de vista formal. En el primer caso, la Constitución
consiste en la organización, estructural y material, del Estado en cada realidad
concreta. Todo estado, entonces, posee una constitución. Este es un concepto
político, que proviene del ser.
Por otro lado, el concepto formal de constitución define a esta como una norma
jurídica, que permite regular el poder político, concepto que se enfoca en el deber
ser. En este orden de ideas, mientras mayor semejanza exista entre la
constitución en sentido material y la constitución en sentido formal de un país,
mayor será el nivel de constitucionalismo del mismo y a su vez, mayor el respeto
por el Estado de Derecho. Este es el sustento de la llamada clasificación
ontológica de las constituciones.
La Constitución opera entonces como la norma que justifica, limita y organiza el
poder estatal, estableciendo parámetros al accionar del Estado, definidos por
los derechos fundamentales de las personas y por un conjunto de principios,
conceptos e instituciones. A la vez, la norma constitucional determina la
organización del Estado, en particular, respecto a las atribuciones y funciones de
los diversos entes que lo componen.
La Constitución asegura además la existencia de un Estado de Derecho, que
consiste en aquel Estado en el cual los derechos fundamentales de las personas
se encuentran debidamente garantizados, por lo cual resulta indispensable para la
subsistencia de la sociedad. Si bien ello implica que el Estado se someta al
ordenamiento jurídico, esto no constituye un fin en sí mismo, sino más bien el
medio para obtener dicha protección.
En este orden de ideas, la Constitución es fuente de derecho en el ámbito formal y
en el ámbito material. En el ámbito formal en tanto define como es que el Estado
puede válidamente crear el derecho, es decir, como nacen las expresiones
normativas. La constitución señala cuales son los órganos legítimos para gobernar
y para legislar, su estructura, la competencia, así como el procedimiento que
dichos órganos deben seguir para la generación del ordenamiento jurídico. Ergo,
si una norma no es aprobada según la constitución, es inválida, siendo
inconstitucional por su forma.
Además, en un ámbito más bien material, la Constitución establece los parámetros
o estándares respecto de los cuales debe encuadrarse las normas. La constitución
contiene principios y derechos que no pueden ser vulnerados por normas de
inferior jerarquía. Ejemplos de ello son conceptos como la familia, la salud, la
educación, el Estado, la propiedad, la economía social de mercado y otras más.

En general, dichos conceptos constituyen lo que se denomina instituciones


constitucionalmente garantizadas, siendo los más importantes los derechos
fundamentales, respecto de los cuales se establece además un conjunto de
mecanismos de protección denominados procesos constitucionales. Todo ello
constituye un límite para el comportamiento de los poderes públicos, que
constituye la eficacia vertical de la constitución, así como para el comportamiento
de los particulares entre sí, que implica la llamada eficacia horizontal. Los
derechos fundamentales, en particular, son plenamente eficaces entre los
ciudadanos.
Tratados Internacionales
Los tratados internacionales son instrumentos que no tienen que seguir un patrón
común en cuanto a sus partes o estructura, puesto que debe recordarse que un
tratado es un acuerdo de voluntades entre los sujetos del derecho internacional
público ..., de allí que se considere que son estas partes las que de mutuo acuerdo
pueden diseñar la contextura del mismo, tomando en cuenta patrones indicadores
como el objeto, la materia a la cual se refieren, cláusulas especiales que las partes
quieran convencionalmente aplicar, etc., y así puede configurarse un diseño propio
e incluso innovador de este tipo de documento internacional. No obstante, en la
gran mayoría de los casos, los tratados internacionales responden a un modelo de
estructura común, compuesto por distintas partes, siendo éstas:
a) Invocaciones preliminares: En tiempos remotos, los tratados solían iniciarse
haciendo invocaciones de carácter religioso" ya fuera en nombre de la divinidad,
de Diostodopoderoso y único, etc., todo ello de acuerdo con los patrones de
creencias religiosas predominantes entre los sujetos signatarios de dicho
instrumento. Sin embargo, en la actualidad esa costumbre ha disminuido
considerablemente, e incluso esta práctica ha pasado a ser inobservada por la
gran mayoría de los tratados internacionales celebrados en las últimas décadas -
época contemporánea-, y ha quedado reservada más que todo para los
concordatos celebrados con el Estado del Vaticano (la Santa Sede). b) Preámbulo:
En la parte preambular se exponen diversos temas que pueden ser útiles cuando
surge la necesidad de la interpretación del tratado, aunque carezca del valor
jurídico que puede tener el texto en sí de dicho instrumento (parte dispositiva). En
esta parte se encuentra: La enumeración de las partes contratantes: Esto
resultaría ser lo más racional, puesto que son los sujetos del derecho internacional
público (estados y organizaciones internacionales) los que adquieren las
obligaciones de respetar y cumplir con dicho acuerdo. No obstante, esta práctica
actualmente es poco empleada. Igualmente dentro del preámbulo se encuentra la
Exposición de Motivos; en esta parte, los sujetos signatarios de dicho acuerdo
internacional deben expresar con suficiente claridad los motivos o la causa que
dieron lugar a la realización de ese instrumento (las consideraciones); igualmente
debe indicarse con claridad y precisión el objeto o finalidad que se persigue
obtener con el mismo. Esto debe ser así debido a que la exposición de motivos
contenida en el tratado puede servir en el momento que se le necesite para aclarar
las dudas que surjan con respecto a la interpretación del acuerdo, ayudando a
precisar el sentido y alcance de éste.
c) Parte sustantiva o dispositiva: Esta parte comprende las normas en sí -
disposiciones normativas-, y generalmente está configurada por capítulos que se
subdividen en artículos. Eso dependerá de la mayor o menor extensión del texto y
del acuerdo de voluntades que exista entre los signatarios del mismo; en pocas
palabras, ésta constituye el verdadero cuerpo del tratado. En esta parte, al igual
que en todo lo que conforma el cuerpo del tratado, se debe utilizar una técnica de
redacción fácil y sencilla al plasmar las disposiciones acordadas, para evitar
conflictos futuros por errónea o dudosa interpretación de los mismos.
d) Disposiciones finales: Consiste en precisar las disposiciones formales que
regulan la vida del tratado: su entrada en vigor, formas de prestación del
consentimiento, eventuales disposiciones transitorias o de relación con otros
tratados. En la mayoría de los tratados, estas disposiciones finales o transitorias
son integrante: de la misma parte dispositiva.
En las disposiciones finales o transitorias generalmente se hace mención a la
ratificación, es decir, a cuántas ratificaciones son necesarias para que el tratado
entre en vigor, puede hacerse referencia a la duración del tratado, las formas de
extinción, lo atinente al canje o depósito de las actas de ratificación, según
proceda, o si se permite o no la adhesión de terceros estados.
Legislación Interna
Los derechos fundamentales de la persona han sido incorporados en las
Constituciones que han regido al Estado guatemalteco desde que surgió a la vida
independiente en 1821. Esta incorporación se aprecia en dos direcciones: la
primera, cuando da a conocer el carácter abierto de los catálogos y declaraciones
individuales que contienen esos derechos, incluidos la protección a la vida y a la
integridad personal, la libertad, el asilo, la prohibición de discriminaciones y
torturas; y la segunda, cuando constitucionaliza los derechos sociales: educación,
familia, seguridad social, salud y asistencia y trabajo. En los textos
constitucionales, a partir de 1945 se incorporó un catálogo, bastante desarrollado
para la época, de derechos fundamentales; tanto derechos civiles y políticos,
como derechos sociales, bajo la nomenclatura de garantías individuales y sociales
(1945 y 1956) y garantías constitucionales (1965). Tales Constituciones agruparon
los derechos fundamentales en tres apartados: en el primero se consagran los
derechos de libertad o derechos individuales, hoy conocidos como derechos
civiles, que tienden a proteger la vida, la libertad, la igualdad, la seguridad, la
dignidad y la integridad física, psíquica y moral del ser humano; el segundo está
compuesto por los derechos políticos o de participación política, por medio de los
cuales se reconoce y garantiza la facultad que corresponde a los ciudadanos de
participar en los asuntos públicos y en la estructuración política del Estado,
mediante el sufragio; el tercero, conformado por una fórmula genérica de derechos
sociales, incluyó el derecho a la protección y asistencia para la familia, las madres,
menores y ancianos, a la educación, la salud, seguridad y asistencia social, al
trabajo, y a un nivel de vida adecuado. La Constitución Política de 1985, vigente
en la actualidad, posee un contenido altamente humanista y un pleno
reconocimiento de los derechos inherentes a la persona. En su preámbulo afirma:
la primacía de la persona humana como sujeto y fin del orden social,
reconocimiento a la familia como génesis primaria y fundamental de los valores
espirituales y morales de la sociedad y al Estado como responsable de la
promoción del bien común, de la consolidación del régimen de legalidad,
seguridad, justicia, igualdad, libertad y paz decididos a impulsar la plena vigencia
de los derechos humanos dentro de un orden institucional estable, permanente y
popular, donde gobernados y gobernantes procedan con absoluto apego al
derecho.
La doctrina ha distinguido entre fuentes materiales y fuentes formales. Las fuentes
materiales están constituidas por los factores económicos, sociales, políticos,
religiosos, históricos, que han dado lugar a los preceptos constitucionales y que
constituyen lo que Pablo Lucas Verdú denomina “realidad constitucional”.1 La
fuente del Derecho más importante es la Constitución, la norma jurídica suprema
que implica que tanto los ciudadanos como los poderes públicos se encuentran
sujetos a la misma. Actualmente, se reconoce en la doctrina la fuerza normativa
de la Constitución y su eficacia directa.2 Las fuentes formales están formadas por
la Constitución y las distintas categorías de leyes, incluyendo las orgánicas, las
estatutarias, las marco etc. De igual manera, en este estudio se afirma que el
Derecho Internacional ha llegado a ser una fuente del Derecho Constitucional. Las
fuentes no formales están constituidas por la costumbre constitucional, los
principios y valores constitucionales. Por otra parte, cabe anotar que se suele
mencionar como fuente auxiliar la doctrina constitucional. En cuanto a la
jurisprudencia constitucional, se ha considerado como fuente principal por gran
parte de la doctrina.3 El objeto de este trabajo es demostrar que el Derecho
Internacional, ya sea consuetudinario o convencional, ha llegado a ser fuente del
Derecho Constitucional, aunque con distinto valor y con diferentes modalidades,
según lo previsto en el ordenamiento jurídico respectivo.
CONCLUSIONES
 En materia de tratados muchos Estados proclaman en sus Constituciones
que prevalecen sobre el ordenamiento jurídico nacional. Pero, otros
Estados subordinan esta preeminencia a la “reciprocidad”. Sin embargo,
hay Estados que en sus constituciones recientes han abandonado dicha
superioridad.

 Si bien algunos Estados en sus Constituciones son favorables al Derecho


Internacional, otros prefieren hacer referencia a la Carta de las Naciones
Unidas, a Organizaciones Regionales o a principios de Derecho
Internacional elaborados por Naciones Unidas.

 Los derechos fundamentales de la persona han sido incorporados en las


Constituciones que han regido la vida del Estado guatemalteco desde su
independencia en 1821. Sin embargo, a partir de la promulgación de la
Constitución de 1985 (actualmente en vigencia) se evidencia el nacimiento
de un Estado constitucional de derecho, con la inclusión de un catálogo
muy desarrollado de derechos humanos y de tres instituciones de primer
orden para velar por su plena eficacia: el Procurador de los Derechos
Humanos, el Tribunal Supremo Electoral y la Corte de Constitucionalidad.

 Los tratados internacionales constituyen en la era actual, sin lugar a dudas,


la «base de la diplomacia mundial», puesto que permiten que una sociedad
globalizada, en la que encontramos marcados intereses contrapuestos,
pueda convivir conforme a un orden internacional establecido, siendo
mecanismos que ayudan y fortalecen la lucha constante por el
mantenimiento de la paz, el orden público y la resolución de conflictos
internacionales.

 Estos instrumentos internacionales tienen una doble regulación jurídica: la


internacional enmarcada en la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados (1969) y la interna diseñada por cada uno de los miembros de
la comunidad internacional; de allí que cada uno de éstos (estados,
organizaciones internacionales) sean responsables de crear un
ordenamiento jurídico interno claro y preciso para la regulación de los
tratados internacionales como ejes de la diplomacia mundial.
RECOMENDACIONES
 No es necesario desempacar todos los elementos que integran un derecho,
basta con desempacar aquéllos que serán necesarios para el diseño de
política pública, analizar posibles violaciones, elaborar diagnósticos,
construir indicadores o cualquier otra cosa que tenga en marcha.

 Además, como la o el lector seguramente ya se lo está imaginando, el


contenido específico de cada una de estas obligaciones variará
dependiendo del derecho al que sea aplicado; así, unas serán las
obligaciones en torno al respeto, protección, garantía y medidas que se
deben tomar y que cumplan con los criterios de disponibilidad,
accesibilidad, calidad, adaptabilidad y aceptabilidad en materia del derecho
a la salud, y el contenido será distinto –aunque la categorías de las
obligaciones serán las mismas– para hacer efectivo el derecho a la
educación, el derecho al agua o el derecho a votar y ser votado.

 La creación de una teoría de las obligaciones del didh tiene muchas


aplicaciones: es elemental para poder realizar una política pública con
perspectiva de derechos humanos (esto es, identificar las fronteras y
núcleos del derecho para planificarlo)para poder trabajar en torno al análisis
de violaciones de derechos humanos ya sea por una política específica,
una ley, un presupuesto, un reglamento, un acto de gobierno, etc., (es
decir, identificar la obligación específica que fue violentada); para realizar
diagnósticos (el desempaque previo del derecho para poder diagnosticarlo);
para construir indicadores (aunque antes de crear indicadores, para medir
el derecho es preciso preguntarnos ¿qué se quiere medir?, esto conlleva el
desempaque del derecho con el fin de determinar con cuál indicador
medimos qué obligación, con cuál qué elemento esencial, con qué otro qué
principio de aplicación, etc.)
BIBLIOGRAFÍA
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No. Carné 202250654 , Heidy Noemí López Yos

Curso: E 410 Práctica Sociocomunitaria

Lic: Gustavo Ramiro Tellez Mora

ENSAYO: FUENTES DE LOS DERECHOS HUMANOS


Universidad de San Carlos de Guatemala
Facultad de Humanidades
Departamento de Pedagogía

Zunilito, 30 marzo 2024

FUENTES DE LOS DERECHOS HUMANOS


Los derechos humanos son una parte fundamental de la sociedad moderna. Son
los derechos inherentes a todas las personas, sin importar su origen étnico,
nacionalidad, religión, género, orientación sexual o cualquier otra característica
personal. Estos derechos son universales, indivisibles e inalienables, y están
consagrados en numerosos instrumentos internacionales y en las constituciones
de muchos países. En este artículo, exploraremos los fundamentos de los
derechos humanos, su importancia y su impacto en la sociedad actual.
Los derechos humanos son garantías y libertades básicas que todas las personas
tienen simplemente por el hecho de ser humanos. Estos derechos incluyen el
derecho a la vida, la libertad, la igualdad, la dignidad, la seguridad, la no
discriminación y muchos otros. Se basan en principios éticos y valores
universales, y se consideran esenciales para el desarrollo y la convivencia pacífica
de las sociedades.
Los derechos humanos se fundamentan en la idea de la dignidad inherente de
cada persona. Reconocen que todos los seres humanos tienen un valor intrínseco
y merecen respeto y protección. Además, los derechos humanos se basan en la
igualdad y la no discriminación, afirmando que todas las personas deben ser
tratadas con igualdad y tener las mismas oportunidades, sin importar sus
características personales.
La historia de los derechos humanos es larga y compleja, y se remonta a
diferentes períodos y culturas en todo el mundo. A lo largo de los siglos, ha habido
avances significativos en la conceptualización y protección de los derechos
fundamentales de los seres humanos.
La Revolución Francesa, que tuvo lugar en 1789, fue un hito importante en la
historia de los derechos humanos. La Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano proclamó la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, la libertad
de expresión y el derecho a la propiedad. Sin embargo, estos derechos todavía se
aplicaban principalmente a los hombres y no a las mujeres ni a las minorías.
A finales del siglo XIX y principios del XX, surgieron movimientos sociales y
políticos que lucharon por la expansión de los derechos humanos. El movimiento
sufragista, por ejemplo, buscaba el derecho al voto para las mujeres, mientras que
los movimientos obreros luchaban por mejores condiciones laborales y protección
social.
Después de la Segunda Guerra Mundial, con los horrores del Holocausto y otras
atrocidades cometidas durante el conflicto, se reconoció la necesidad de
establecer un marco internacional para proteger los derechos humanos. En 1945,
se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, en 1948, se adoptó la
Declaración Universal de Derechos Humanos, que sentó las bases para la
protección global de los derechos humanos.
Desde entonces, se han establecido numerosos tratados y convenios
internacionales para proteger y promover los derechos humanos en diferentes
ámbitos, como los derechos civiles y políticos, los derechos económicos, sociales
y culturales, los derechos de las mujeres, los derechos de los niños, entre otros.
A lo largo de las décadas, ha habido avances y desafíos en la implementación de
los derechos humanos en todo el mundo. Aunque se han logrado importantes
avances en la promoción y protección de los derechos humanos, aún persisten
desigualdades, discriminación y violaciones en muchos lugares.
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los
unos con los otros.” Hasta el momento podemos hacer un recuento respecto de lo
que son los derechos humanos, en orden a preparar el terreno para recorrer su
itinerario histórico. Implican mecanismos jurídicos que defienden la dignidad
humana, en la esfera de la relación de supraordenación entre gobernante y
gobernado. Se han plasmado de manera escrita, con la finalidad de otorgar
seguridad jurídica. Y como se ha visto en los documentos citados, implican la
igualdad esencial de todos los seres humanos, en consecuencia, su universalidad.
Justamente, estas últimas características (igualdad y universalidad), como
conquistas jurídicas, son las que han implicado las más duras batallas en la
historia del derecho.
Cuando se habla de los derechos humanos, se hace referencia a aquéllos que son
inherentes a la persona. Esto implica considerarla como un fin en sí misma, nunca
como un medio. A su vez, no basta con conocer tal elenco de derechos, su
reconocimiento y formalización en el derecho positivo es indispensable para su
protección eficaz. Desde tal perspectiva es importante precisar que los derechos
humanos son un producto jurídico de la modernidad, especialmente del
iusnaturalismo racionalista. Esto no quiere decir que el hombre no haya sido
valorado jurídicamente como ser digno que es antes del siglo XVIII, sino que la
existencia de una serie de derechos desglosados y sistematizados lógicamente en
un instrumento positivo con carácter universal, es más bien un fenómeno
relativamente reciente. En efecto, el concepto “derechos humanos” se ha
desarrollado junto con el surgimiento del moderno estado de derecho y su causa
formal: la constitución. Esto nos obliga a hacer algunas precisiones.
los derechos humanos, de manera general se puede decir que son aquellos que el
hombre tiene por el sólo hecho de ser humano y no porque el estado los otorgue.
Y precisábamos que esta postura más bien se refiere a los derechos naturales,
definidos por Javier Hervada como “aquel sector del orden jurídico constituido por
normas, derechos y relaciones cuyo origen y fundamento es la naturaleza del
hombre.” Es decir, un orden jurídico meta positivo. Otra postura concibe a los
derechos humanos como derechos subjeti vos de todo gobernado. Su validez
estaría supeditada a la positivación hecha por parte de quien ejerce la potestas.
En realidad, los derechos humanos implican ambas posiciones. De ahí lo que dice
Javier Sádaba “Los derechos humanos tienen su historia. Y la historización de
tales derechos hace difícil tratarlos, puesto que los cambios a los que han estado
sometidos hacen fluctuar los conceptos a ellos referidos.” Desde luego, si se trata
de derechos inherentes a la naturaleza humana, no son producto de ninguna
modificación o declaración humana, siempre han existido.

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