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Facultad de derecho
Licenciatura en Derecho
Ensayo
DERECHOS HUMANOS
• Introducción……… 3
• Desarrollo…………4
• Conclusión………15
• Referencias………16
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INTRODUCCIÓN
En el siguiente ensayo, se hablará sobre los derechos humanos, sus sujetos, sus
características y algunos otros temas que ayudarán a comprender mejor el tema y
con posterioridad, poder aplicarlo a la materia de Derecho Constitucional, en donde
se habla primordialmente sobre los derechos humanos
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Es generalmente aceptado concebir a los derechos humanos como aquellos que
poseemos todas las personas por el simple hecho de existir, independientemente
del espacio geográfico en el que nos encontremos o de la sociedad de la que
formemos parte.
Todas las personas contamos con estos derechos, ya que son inherentes a la
naturaleza humana. Son los derechos que se fundan en la esencia de la persona,
necesarios para el cumplimiento de sus deberes morales e inalienables. Por lo que
todo individuo, por el solo hecho de serlo, goza del derecho a una vida digna; es
decir, una vida con satisfactores económicos, sociales y culturales suficientes que
le permitan realizarse como ser humano y ser útil a su comunidad. Sin embargo,
con el paso del tiempo, diversos autores han creado su propia definición de
derechos humanos, algunos de ellos son:
Hasta la fecha no existe una definición sobre los derechos humanos ampliamente
aceptada; la Declaración Universal de los Derechos Humanos hace referencia a los
derechos que deben ser protegidos, pero no señala concepto alguno.
El que un derecho no esté escrito en forma de una norma jurídica, no significa que
la persona no lo posea, la falta de positividad no implica la falta de dignidad.
Los derechos humanos sólo pueden deducirse de las relaciones sociales de las
que han surgido, las necesidades que en ella se producen y que tomaron la forma
de ley natural al ser presentadas como necesidades eternas.
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La historia de los derechos humanos no es lineal, ni ascendente. Aún y cuando la
historia muestra los avances que las distintas luchas y movimientos han logrado,
otros acontecimientos históricos han representado graves retrocesos.
El propósito del Edicto de Nantes era bastante claro: pacificar las relaciones entre
católicos y hugonotes, garantizando la misma libertad religiosa la misma
participación política y los mismos derechos en general a unos y otros sin distinción.
Su fundamento era la igualdad entre las personas, no considerando la conciencia
religiosa un factor válido de discriminación entre ellos en el ejercicio de sus derechos
“Que todos los hombres son, por naturaleza, igualmente libres e independientes y tienen
ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando ellos entran en el Estado de sociedad, ellos
no pueden, por ningún pacto, estar privados o despojados posteriormente; a saber, el goce
de la vida y la libertad, con los medios para adquirir y poseer propiedades, y la búsqueda y
obtención de la felicidad y la seguridad”
Esa declaración fue hecha por los «representatives of the good people of Virginia»;
sin embargo, al igual que la famosa declaración francesa de trece años después,
está dirigida a toda la humanidad.
Los declarantes de Virginia no sugieren que las personas de aquella colonia serían
libres, iguales y poseedoras de derechos innatos; proclaman que todas las personas
son titulares de derechos que se originan en la propia naturaleza humana, que se
justifican por el propio valor del ser humano. De esta manera, la Declaración de
Virginia es una declaración universal de derechos (humanos, porque son
reconocidos a todos los seres humanos), aunque su eficacia hubiese sido deseada
para los ciudadanos de Virginia.
Son universales. Los derechos humanos alcanzan a todas las personas, sin
exclusión alguna, ni por su nacionalidad, género, color de piel o creencias.
Son interdependientes. No existen derechos más importantes que otros, sino que
están unidos en un mismo nivel de jerarquía, todos tienen el mismo valor y
conforman un todo.
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Finalizada la Segunda Guerra Mundial una vez creada las Naciones Unidas, los
Estados que habían quedado horrorizados con los actos crueles e inhumanos de la
Alemania nazi y el fascismo, alcanzaron un grado de madurez tal, que comenzaron
a aceptar la idea de que debían guiar sus acciones en pro de la defensa y la
protección internacional de los derechos humanos, esto denotó, no sólo la exigencia
a los Estados de cumplir con su obligación primordial y principal de garantizar la
protección interna de los derechos humanos, sino también la creación de una serie
de sistemas de protección internacional de derechos humanos y sus respectivos
mecanismos, basados fundamentalmente, en la dignidad humana.
Los derechos de la segunda generación están constituidos por los derechos de corte
económico, social y cultural; este bloque de derechos también es conocidos como
derechos de igualdad; en los cuales corresponde al Estado una obligación de hacer.
En este ámbito, el Estado debe actuar como promotor y protector del bienestar
económico y social, es decir, tiene que convertirse en garante del bienestar de todas
las personas dependientes de su jurisdicción, para que éstas desarrollen sus
facultades al máximo, individual y colectivamente. Tales derechos han sido
propugnados desde hace varios años por el constitucionalismo social, entre los
cuales tenemos:
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DERECHOS DE SOLIDARIDAD
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libertades, facultades, y atribuciones que tenemos como seres humanos, de manera
intrínseca y universal, por el sólo hecho de existir. Estos derechos han sido
consensuados y aceptados por las distintas naciones como la base mínima para el
disfrute de una vida digna, independiente de la sociedad en que se viva y de los
ordenamientos jurídicos vigentes, es decir son internacionales pues se han
traducido en una serie de documentos normativos globales como la Declaración
Universal de los Derechos Humanos a través de los cuales las distintas naciones
han adquirido el compromiso de respetarlos, protegerlos, garantizarlos y cumplirlos.
Estos textos cumplen con una tarea fundamental que es la de regular las relaciones
Estado-personas entendiendo al primero, precisamente, como la principal
institución encargada de proteger a la sociedad.
En el caso de los delitos, si bien apuntan a una serie de acciones que violan o
transgreden, estos constituyen prohibiciones normativas creadas por el Estado para
regular las relaciones persona-persona; no sólo son dependientes del contexto
social e histórico de cada nación, sino que limitan su vigencia a un determinado
territorio. Las acciones delictivas, además, no son atribuibles al Estado, sino que
son cometidas por particulares. En este sentido, si un privado comete un delito
existe la posibilidad de acudir a las autoridades por apoyo y solución, pero si son
las instituciones justamente las responsables de brindar protección a la ciudadanía-
las que infringen el daño. En síntesis:
1. Los delitos son creación del Estado, puesto que están tipificados en las leyes, y
los derechos humanos son atribuciones inherentes a la persona.
2. Los delitos son atribuibles a particulares, los derechos humanos son universales.
7. Los delitos son cometidos por particulares y la violación de los derechos humanos
se da cuando una autoridad es la que comete la transgresión, amparado por todo el
poder que este le otorga
Es decir, se trata de ofrecer razones que sirven para identificar lo humano de estos
derechos y que justifican la calificación de algo como un derecho humano. La
fundamentación de los derechos no puede hacerse remitiendo al propio
ordenamiento jurídico.
Los pueblos o las grandes colectividades humanas: Estos grupos también son
titulares o sujetos de derechos humanos. Entre tales derechos se pueden mencionar
como ejemplo: el derecho a la autodeterminación de los pueblos; el derecho al
desarrollo humano; el derecho a la paz; el derecho a un medio ambiente sano y el
derecho de protección del patrimonio común de la humanidad.
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Conclusión
La historia nos demuestra que las grandes catástrofes contra los valores
humanistas, contra la dignidad humana, contra los derechos humanos, no fueron
causadas simplemente por la existencia de hombres «malos». Como bien enfatizó
Hannah Arendt, los mayores crímenes contra la humanidad contaron con la
participación de hombres comunes, de personas «ordinarias» que seguían órdenes
aparentemente legales, soberanas.
Se puede afirmar que la resistencia contra el mal y contra los crímenes contra la
humanidad tampoco puede encomendarse solo a los mecanismos formales de
implementación de los sistemas de derechos humanos. Para que los hechos
repugnantes, tales como el holocausto que sufrieron los judíos (o las torturas y la
desaparición forzada de presos políticos, tan comunes en la América Latina de la
segunda mitad del siglo XX), no ocurran nunca más, hace falta, ante todo, una
integración axiológica, es decir, es necesario que la cultura de respeto a los
derechos humanos sea incorporada a la vida cotidiana (incluso en las vidas
familiares, domésticas) de todos los pueblos del planeta, a fin de que las normas de
derechos humanos no sean consideradas normas alienígenas, extranjeras,
impuestas por centros supranacionales de poder, sino que sean estimadas y
cumplidas por todos los pueblos como normas compatibles y adecuadas con sus
propios sistemas culturales y morales, de forma que así se legitimen como normas
jurídicas de los sistemas jurídicos desarrollados por todas naciones.
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Referencias
• ABE, Masao: «The buddhist view of human rights», en Human rights and
religious values: an uneasy relationship?, editado por Abdullahi Ahmed An-
na'im, Jerald G. Dort, Henry Jansen y Hendrik M. Vroom, Amsterdam-New
York, Editions Rodopi, 2004.
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