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Todos esos objetos culturales de los que hablamos, la religión, la tradición, la raza o el pueblo, la
ideología, incluso la razón se han convertido en principios rectores de la vida humana. Los humanos son
capaces de actuar de forma inhumana con tal de seguir estos objetos culturales
Es debido a la observación de la posibilidad de que suceda de nuevo alguna de estas tragedias que nace
la “conciencia humanitaria” que exige la elevación de la vida al más alto rango ético y la consiguiente
subordinación de cualquier otro valor moral
Después de la segunda guerra mundial la ONU creó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Donde afirmaba que la causa del primer acto de barbarie fue el menosprecio de la igual dignidad
humana, pensaban que la vida de los demás valía menos que la suya. En consecuencia solo mediante la
aceptación de que todas las vidas valían lo mismo, podría garantizarse un futuro de justicia, libertad y
paz mundial. Además concretaría una serie de derechos fundamentales que debían identificarse como
bases o garantías para promover lo que cabría llamar una «vida digna» (de ser vivida).
Derechos económicos, sociales y culturales, orientados a igualar las oportunidades y las condiciones de
vida de las personas: derecho al trabajo, a recibir una retribución justa, a la vivienda, a la educación y la
asistencia sanitaria, al acceso a la cultura, etc.
Derechos humanos o derechos basados en la solidaridad: derechos a vivir en una sociedad en paz y en
un medio ambiente sin deterioros irreparables.
Los derechos humanos van surgiendo al mismo tiempo que surgen o se descubren necesidades e
intereses cuya insatisfacción siempre ha generado y seguirá fomentando sufrimiento y odio
Los derechos humanos se van convirtiendo en una auténtica religión civil, por razones muy diversas,
entre las que no conviene olvidar las siguientes:
1- Son normas de convivencia. Somos capaces de provocar el mal a otras personas y otras
personas podrían hacerlo de igual manera con nosotros
2- Somos cada vez más conscientes de que hay un elemento que une a las personas, que se basa
en la dimensión global de las actividades económicas y políticas
3- El gran incremento de información disponible sobre todo tipo de acontecimientos, hechos y
problemas sociales y humanos
¿Por qué no se cumplen los derechos humanos incluso allí donde están reconocidos jurídicamente?
Hay una correlación fuerte entre los derechos humanos, por un lado, y ciertas condiciones sociales
objetivas tales como un nivel aceptable de desarrollo, un sistema democrático consolidado y un
contexto social exento de conflictos armados. Mientras más nivel de desarrollo, un sistema democrático
consolidado y menos armas, más se seguirán los derechos humanos
El derecho surgió para evitar la violencia, ya que el poder se imponía a través de la fuerza (la ley del más
fuerte). Luego se fueron creando normas las cuales eran obligatorias y más tarde la creación de derecho
se fue socializando. Hoy en día el derecho lo dice un órgano como el parlamento, elegido entre todos
En consecuencia, si hay derechos, también hay obligaciones, que tienen relación con el respeto de los
derechos de los otros.
Cualquier concepto de derechos humanos que examinemos debe contener alguna alusión a la dignidad
humana como valor. La dignidad humana está en íntima relación con los principios de igualdad y
libertad, ambas características naturales del ser humano. En cuanto valor, la dignidad humana involucra
también la búsqueda constante de un proyecto de vida digna para todos y todas.
Alusión a derechos de las personas, pero también a "condiciones" mínimas para la satisfacción
de sus necesidades básicas
Derechos, condiciones y oportunidades que el Estado debe proveer a todas las personas sin
ningún tipo de discriminación
Entendimiento de que los derechos humanos son para las personas humanas, no incluyen a
personas jurídicas como sociedades anónimas o corporaciones.
Referencia necesaria a la idea de obtención de "calidad de vida que se obtendría si se
cumplieran todos los derechos
Que contemple no solo derechos sino también obligaciones de las personas con los demás y con
el Estado.
Distintos enfoques de los derechos humanos
La realización de los derechos humanos es la base para lograr el derecho al desarrollo humano. El Estado
deberá proveer los medios necesarios para esos fines. También debe reconocer las necesidades
especiales de aquellas personas que requieran de distintas atenciones y retos
Universales
Indivisibles, interdependientes, integrales y complementarios
Irrenunciables e imprescriptibles
Inalienables e inviolables: no te pueden obligar a renunciar a ellos
No son suspendibles salvo en situaciones muy especiales
Hay una rama del Derecho Internacional que se denomina “Derecho Internacional de los Derechos
Humanos”. Este le da reconocimiento a la persona humana como sujeto de derecho con capacidad de
demandar internacionalmente por violación de derechos.
No existe una separación entre el derecho nacional constitucional y el derecho internacional de los
derechos humanos. Debe haber una integración ordenada entre los tratados internacionales de
derechos humanos y el derecho interno. Aun así en el orden jerárquico pesa más la norma internacional
ya que los estados ratificaron esos documentos de manera soberana. Un estado no puede invocar su
derecho interno para no cumplir una obligación internacional. Aun así en cada caso concreto se debe
aplicar la norma que más favorezca a la persona humana, independientemente de que provenga de un
tratado, de la Constitución o de una ley ordinaria (principio pro homine o por persona).
El papel de la Iglesia en el desarrollo histórico y filosófico de los derechos humanos es una gran
constante. Pero es en el siglo XVIII cuando hay una preocupación social, más allá de los derechos
individuales
Cuando un estado se vuelve demócrata (el pueblo se vuelve capaz de elegir a sus gobernantes, se
independiza) provoca una cadena de reconocimiento de garantías de derechos humanos que es liderada
por la independencia de los Estados Unidos, pero que alcanza un nivel de universalidad con la
Revolución Francesa, por medio de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789). A
partir de este momento deviene el movimiento independista de América Latina con la consecuente
constitucionalización de los derechos humanos y luego, el reconocimiento de un amplio catálogo de
derechos económicos, sociales y culturales, teniendo como abanderada la Constitución mexicana
Carta magna: representó una conquista de “algunos” derechos para “algunas” personas. Consagra la
libertad personal, algunas garantías individuales y ciertas limitaciones al establecimiento de cargas
tributarias. Su valor radica en que, más que principios declarativos universales, estableció previsiones
específicas con medidas reparadoras, donde los barones podían incluso embargar castillos, bienes y
posesiones reales.
Los derechos solo se clasifican para facilitar su reconocimiento histórico, y para facilitar su didáctica. Se
han hecho clasificaciones de derechos humanos por categorías
La persona humana.
Los grupos sociales. Los niños, niñas y adolescentes, las mujeres, etc.
Los pueblos o las grandes colectividades humanas, el derecho a la autodeterminación
El Estado. El Estado es el primer responsable en garantizar y proteger los derechos esenciales de todas
las personas que se encuentren en su territorio
De manera excepcional, un particular puede violar los derechos humanos y generarle responsabilidad al
Estado. Ello ocurre cuando el Estado, por acción u omisión, permite la existencia de grupos o de
actividades que son propias de su competencia y no toma las medidas adecuadas para desarticularlos.
Por ejemplo, la existencia de grupos paramilitares
Los derechos humanos no son solo un conjunto o listado de derechos sino códigos de convivencia
Paralelamente a la legislación interna que cada país tiene en materia de derechos fundamentales,
existen sistemas internacionales de protección de los derechos humanos que actúan cuando los
mecanismos internos de cada Estado no resultan efectivos.
El bien común es esa dimensión que trasciende de los intereses particulares para inclusive restringir, en
casos especiales, el goce y ejercicio de algunos derechos por razones de interés general.
El derecho a la vida no se viola solo cuando el Estado, por medio de sus agentes, provoca la muerte de
una persona; se viola cuando no es capaz de que todas las personas logren participar de las opciones
para alcanzar un proyecto de vida digna.
Este derecho es fundamental porque es la puerta de entrada para accionar procesos administrativos y
judiciales para reclamar la violación de otros derechos humanos.
El Sistema Interamericano, al igual que cualquier otro sistema de protección, requiere de la existencia
de tres componentes centrales para su funcionamiento: las normas, los órganos encargados de
aplicarlas, y el procedimiento previsto para supervisar su cumplimiento.
Hay instrumentos generales de protección de los derechos humanos, estos son aquellos que se refieren
a un conjunto de derechos y se aplican a todas las personas sin distinción de ningún tipo.
Otros instrumentos son específicos, porque se dirigen a un tema puntual de derechos humanos, o a la
protección de determinada categoría, grupo o conjunto de personas.
Las declaraciones no poseen en principio más que obligaciones morales para los gobiernos, y el
incumplimiento de las mismas no genera la responsabilidad del Estado. Con el paso del tiempo algunas
declaraciones han adquirido obligatoriedad: ese es el caso de la Declaración Universal de Derechos
Humanos y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
La Convención es un tratado, sus postulados son de cumplimiento obligatorio para los Estados que lo
ratifican. El Pacto de San José define a la persona como "todo ser humano".
Tiene 24 artículos que expresan derechos y/o libertades, 23 refieren a derechos civiles y políticos y 1 a
derechos económicos, sociales y culturales. La falta de derechos económicos, sociales y culturales es una
de las mayores debilidades que se observan en el Pacto
El pacto, expresa que la totalidad de su contenido debe entenderse de acuerdo resultase más favorable
a la persona, sin importar que se deje de aplicar el propio Pacto de San José
La declaración americana de derechos y deberes del hombre y el pacto de San José son los instrumentos
de protección dentro del sistema interamericano de derechos humanos (dentro de la OEA), la
declaración crea la Comisión interamericana de derechos humanos en la cual se hacen denuncias contra
estados miembros de la OEA. El pacto crea la corte interamericana de derechos humanos en donde se
denuncian los estados que han ratificado el pacto
Una de las fortalezas del Sistema Interamericano, en tanto coexisten en él tres niveles de protección que
varían según el compromiso que haya asumido cada Estado.
Cuando existen violaciones masivas y sistemáticas a los derechos humanos, el sistema ofrece la
posibilidad de un tratamiento general de la situación. La comisión interamericana es la que se encarga,
esta realiza un análisis, hace un informe y saca sus conclusiones. La comisión realiza un seguimiento
después de la publicación del informe, analizando el grado de evolución y cumplimiento de las
recomendaciones
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos cuenta con tres distintas formas de resolver el caso,
a saber: lograr una solución amistosa, preparar y presentar un informe, o remitir el caso a la Corte
La solución amistosa consiste en una etapa del proceso en la cual las partes (los denunciantes y el
Estado) pueden acordar resolver la controversia de manera satisfactoria para ambas, y fundada en el
respeto a los derechos humanos reconocidos en la Convención Americana.
Sólo están habilitados para llevar un caso ante la Corte, la Comisión Interamericana y los Estados partes
del pacto de San José.
La sociedad de las naciones (lo que estaba antes de la ONU) fallo en la protección de los derechos
humanos ya que no existía un órgano promotor y protector de estos. La ONU busca mantener la paz y
seguridad internacionales.
Esta menciona que todos los seres humanos nacen libres e iguales, el principio de no discriminación
o los derechos civiles. Entre los más importantes se encuentran el derecho a la vida, la
libertad, la integridad corporal, la prohibición de la tortura, el reconocimiento de la
personalidad jurídica, la igualdad ante la ley, derecho a la intimidad en la esfera de la
personalidad (en cuanto a sí y a su vida privada) derecho de asilo y derecho a la
nacionalidad.
o La libertad de creencia y religión
o Los derechos políticos: la libertad de expresión, de reunión y de participar en el
gobierno de su país, directamente o a través de representantes libremente escogidos.
o derechos económicos, sociales y culturales (derecho al trabajo, a la educación, etc.).
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966) y Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales(1966)
La Declaración Universal de Derechos Humanos tenía, principalmente, dos dificultades cuando fue
adoptada en 1948:
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos crea el Comité de Derechos Humanos, cuya
función básica es la de supervisar el cumplimiento de las obligaciones que establece el Pacto por parte
de los Estados que lo ratificaron.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
El Alto Comisionado o Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos es el
funcionario o funcionaria de mayor jerarquía en la materia dentro de la organización; centraliza,
coordina y apoya las actividades de promoción y protección. Se encarga de dialogar con los gobiernos
para garantizar la observancia de los derechos humanos e impedir sus violaciones
La Corte Penal tiene naturaleza subsidiaria o complementaria, es decir, asume competencia cuando a
nivel nacional no se ha podido o no se ha querido juzgar a una persona presuntamente responsable de
alguno de los crímenes. La fiscalía tendrá personas especialistas en violencia sexual y violencia por
razones de género para las investigaciones
Esta es la secuencia que han seguido las llamadas “generaciones de derechos humanos”: la primera, fue
la lucha por la conquista de derechos civiles y políticos; la segunda consagro los derechos sociales,
culturales y económicos; por último, la tercera generación o derechos del pueblo.
Es esencial reconocer que siempre se han formulado como respuesta a una determinada situación
histórica, pero luego trascienden y se proyectan más allá de las circunstancias que le dieron origen.
También en sus comienzos pueden estar asociadas a una clase social, pero no por ello constituyen su
patrimonio. Por ejemplo, los derechos civiles y políticos están asociados a la burguesía pero luego se
extendieron a todos los sectores sociales.
Los derechos han nacido asociados a la lucha por superar aquellas situaciones que los contemporáneos
han reconocido como injustas.
Es durante los siglos XVII y XVIII que se produjo el crecimiento acelerado de la conciencia respecto a los
derechos fundamentales del hombre. Este fenómeno está asociado a los cambios económicos y sociales
que estaba afectando a Europa.
La máxima expresión de derechos del siglo XVII se encuentra en la declaración “Bill of Rights”.
Completaba este cuadro el “acta de tolerancia” que permitía la libertad de cultos hacia los que no
profesaban el anglicanismo (doctrina religiosa cristiana).
John Locke desarrolló la teoría contracturalista, es que el poder del estado sale del consentimiento del
hombre libre. Si los gobiernos no aseguran a los hombres la conservación de sus derechos naturales
(vida, libertad, propiedad, y búsqueda de la felicidad), estos tienen el derecho de “resistencia a la
opresión”, es decir de eliminar ese gobierno y sustituirlo por otro.
Rosseau desarrollo la idea de la igualdad natural existente entre los hombres. A su vez concebía al
gobierno como expresión de la voluntad general
Declaración de Derechos de Inglaterra
Se hizo ilegal todo lo que el rey hiciera sin el consentimiento del parlamento, y que la elección de los
miembros del parlamento sea libre
En la declaración de independencia de USA “el pueblo tiene derecho a reformarlo, abolirlo, e instituir un
nuevo gobierno que se funde en dichos principios”. Los principios son los que nombraba Locke de “vida,
libertad, y búsqueda de la felicidad”
Cuándo se estaba formando este país organizó su vida política sabiendo que hay derechos inalienables
que para ellos son “verdades evidentes en sí mismos” y por ser evidentes en sí mismos no requieren
ningún argumento ni nada contra lo que luchar
En Francia la revolución se operó contra una rígida estructura política y social: el antiguo régimen. Todos
los grupos sociales se vieron involucrados, fue una revolución burguesa, pero con intenso protagonismo
popular la declaración consagraba derechos universales del hombre destinados al ciudadano francés y al
hombre en general. Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano
Los representantes del pueblo francés considerando que la ignorancia, olvido o el desprecio de los
derechos del hombre son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los derechos
NATURALES, INALIENABLES Y SAGRADOS del hombre ciudadano.
1) los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales no pueden
fundarse más que sobre la utilidad común
2) el objeto de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescindibles
del hombre
3) el principio de toda soberanía reside esencialmente en la nación. Ningún cuerpo ni individuo puede
ejercer autoridad que no emane expresamente de ella
6) la ley es la expresión de la voluntad general. La ley debe ser idéntica para todos, tanto para proteger
como castigar. Todos los ciudadanos son admisibles a todos los puestos y empleos públicos, según su
capacidad y sin otra distinción que la de sus virtudes y talentos.
11) la libre comunicación de pensamientos y de las opiniones es uno de los más preciosos derechos del
hombre.
La revolución francesa fue prototipo e inspiradora de las grandes revoluciones del siglo XIX
Una propuesta más radical: declaración de los derechos del hombre y del ciudadano
1) El fin de la sociedad es el bienestar común. El gobierno está para garantizar al hombre el goce de
sus derechos naturales e imprescriptibles.
2) Estos derechos son: la igualdad, la libertad, la seguridad y la propiedad
21) los socorros públicos son una deuda sagrada. La sociedad debe la subsistencia a los ciudadanos
desgraciados
22) la instrucción es necesaria para todos. La sociedad debe favorecer con todo su poder los
progresos de la razón pública y poner la instrucción al alcance de la mano de todos los ciudadanos
27) que todo individuo que usurpe la soberanía sea al instante muerto por los hombres libres
33) la resistencia a la opresión es derecho del hombre
34) cuando se oprime a un miembro de un cuerpo social se está oprimiendo a todo el cuerpo
35) cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo
Esta era progresista al poner fin al poder arbitrario del monarca reivindicando las libertades individuales.
Por otro lado era conservadora como respuesta al miedo que le provocaban las demandas, los “excesos”
de los sectores populares. Reivindicaron la no participación del estado en actividades económicas y
sociales. Esta concepción del estado “juez y gendarme” reducía su papel a mantener la libertad
individual y el orden interno.
En los comienzos del siglo XIX estallo en las colonias españolas el proceso revolucionario que derivó en
la independencia política de América.
La vertiente hispánica es muy rica en exposiciones que tendían a poner límites al poder real, y que por
contraste, permiten definir derechos. Por ejemplo la “resistencia a la opresión” se efectúa en el siglo XV
bajo la conocida fórmula de “acatar pero no cumplir”. Las normas podían no ser cumplidas y el rey no
podía castigarlos. La independencia política americana derivo en el plano ideológico de la confluencia (la
reunión de personas de distintos lugares). Estimulados por los sucesos españoles de 1808, y la posterior
lucha de ese pueblo contra el invasor francés, los americanos iniciaron su proceso de independencia. En
México, la sociedad estaba basada en una fuerte desigualdad por origen y por fortuna, son todos ricos o
miserables no había punto medio
Había derechos para indios, las castas y los blancos en menor medida
La oligarquía criolla quería la independencia pero no la justicia social. Asimismo en América del Sur se
destacó el pensamiento y la conducción militar de Simón Bolívar.
Los mexicanos querían establecer un congreso compuesto de representantes de todas las ciudades y
aldeas, en donde dictarían leyes moderadas adecuadas a las circunstancias de cada comunidad. Estos
representantes gobernaran a todos como hermanos, desterraran la pobreza, mitigando la devastación
del país.
“todo hombre es igual en presencia de la ley. Sus virtudes o delitos los hacen amigables u odiosos.”
Artigas
La idea de la independencia nació inspirada en el modelo norteamericano y junto a esta emergió el ideal
de confederación y federación, único sistema que hacia compatible “la soberanía particular de los
pueblos” (cada pueblo tiene su propio gobierno) con una unión más amplia y que tenía como base
económica la igualdad de las provincias. Se establece que el fin del gobierno “debe ser conservar la
igualdad, libertad y seguridad de los ciudadanos del pueblo”. Para garantizar el régimen republicano-
democrático expresado como ideal, se estableció la separación de poderes y el freno al poder militar.
El art 6 decía que iban a favorecer a la población de la campaña. Se les otorgaría terrenos disponibles a
todas las personas con prevención de que los más infelices sean los más privilegiados
Art7) Serán igualmente agraciadas las viudas pobres si contaban con hijos o serán igualmente preferidos
los casados a los americanos y estos a cualquiera extranjero
Tierra y trabajo
Se daban tierras donadas a todo aquel que las pedía y debían poblarla en 4 meses si no lo hacían se les
pasaba al siguiente que las pidiera.
En lo social el artiguismo tenía la novedad de que se le daba importancia a los indios ya que se les daba
la plenitud de sus derechos
Los indios debían tener los mismos derechos que todos ya que su ignorancia e incivilización no es un
delito reprensible. Artigas deseaba que los indios se autogobiernen para escapar del aniquilamiento
Sobre la base republicana, la primera constitución uruguaya recogía los derechos fundamentales
empezando por el derecho a la vida, libertad, igualdad y propiedad (constitución de 1830)
Parte III
nuevos conflictos, nuevas búsquedas
En la revolución industrial el capitalismo se asentaba sobre la explotación de los obreros, estos habían
sido expulsados del medio rural y vivían marginados alrededor de los centro urbanos. La explotación que
había en esta época configuró lo que se denomina “cuestión social”. Constituye una forma de designar
el conflicto entre el capital y el trabajo. Los obreros denunciaban las insuficiencias de la igualdad legal, y
se asumía una lucha por la igualdad social. La igualdad social y económica es necesarias para la igualdad
política.
La ideología con mayor aporte provino de Marx. El marxismo nació tratando de explicar las causas que
provocaban la miseria de la clase obrera y por ello analizo la sociedad y la economía que la
engendraban. En el terreno de la lucha concreta el principal terreno lo ocupo el movimiento sindical (los
sindicatos)
El estado estaba abandonando su papel de “juez y gendarme” para intervenir en materia económica y
social, podía (y debía) intervenir en tareas asistenciales, en la protección del más débil, en ampliar el
acceso de la enseñanza y en amparar a los obreros con una legislación social protectora. En Francia
surgieron los derechos de: reunión, de asociación, de huelga, de libertad sindical, de enseñanza laica,
gratuita y obligatoria, etc. Y en Inglaterra: aumento progresivo del electorado, sufragio secreto,
ampliación de los derechos de las organizaciones obreras, igualdad de derecho de patrones y obreros,
etc.
La nueva conciencia se afirma
Modalidades por las cuales se produjeron las transformaciones, la vía revolucionaria en México y la
reformista en Uruguay.
En México estallo un proceso revolucionario con base en los sectores populares que puso fin a una
dictadura. Al estado le competía un papel esencial en la educación. Se reconoció la propiedad privada
pero limitada y ligada por su función social. A su vez se incorporó el derecho al trabajo, a la vida digna, el
derecho a la huelga, a la sindicalización, la jornada de 8 horas etc.
En el Uruguay del 900 el proyecto modernizador (que tuvo como actor principal el Batllismo) se
proponía una reactivación del papel del Estado mediante la política de nacionalización y estatización
(proceso por el cual una empresa pasa a ser controlada por el estado) que procuraba evitar la fuga de
los capitales, eliminar los monopolios privados, controlar servicios públicos esenciales y dotar al país de
una mayor soberanía económica. En materia social, se legisló sobre la limitación de la jornada laboral,
reglamentación del trabajo de mujeres y niño, accidentes de trabajo etc. En 1919 entraba en vigencia
una nueva constitución que democratizó la vida política del país, estableció el voto universal y secreto
(para las mujeres fue en 1932), la representación proporcional, la elección directa del ejecutivo, etc.
Esta constitución fue modificada en 1934 época de dictadura, en donde se incorporó normas inspiradas
en las constituciones europeas de post guerra (con contenidos económicos y sociales). Se reconoció una
ampliación de los derechos de reunión y asociación, se consagro la igualdad política entre el hombre y la
mujer, se definían obligaciones del estado frente a la educación, y la salud, se declaró el derecho al
trabajo, de huelga, de sindicalización, etc. La propiedad privada regula como derecho individual y como
función social
Para esta los derechos humanos son naturales, innatos, inalienables e imprescriptibles. Se accede por la
razón o por la revelación
Principales características:
1. Los derechos son naturales de los seres humanos, es decir son universales. La contracara: Los
derechos surgieron de las necesidades de las personas en un momento y lugar determinados
debido a esto es difícil volverlos universales
2. Los derechos son anteriores al contrato social, la cara: pre-existen al ser humano y a la sociedad.
La contracara: Como los derechos ya existen no hay que luchar ni organizarse para conseguirlos.
De alguna manera esta condición paraliza a los sectores sociales en sus acciones.
3. Los derechos requieren un estado liberal, la cara: reivindica la libertad humana como derecho
fundamental y le plantea límites al estado en sus actividades. Su presencia queda reducida a
garantizar esa libertad y los restantes derechos civiles y políticos, derechos individuales. La
contra-cara: para defender los derechos civiles y políticos el estado debe actuar y no solo dejar
actuar.
4. Los derechos fundamentales son los civiles y políticos, la cara: prioriza las libertades individuales
ya que presupone la igualdad de todos los seres humanos. La contracara: el supuesto de la
igualdad no se asienta en realidades sociales sino que es un principio abstracto que trajo
aparejado el aumento de las desigualdades reales (ejemplo de obrero-patrón es una relación de
poder asimétrica).
Concepciones positivas
Aparecen cuando los derechos humanos se expanden de la mano de las democracias liberales y sus
ordenamientos jurídicos comienzan a explicitar estos en documentos nacionales e internacionales.
Principal exponente: Norberto Bobbio. En consecuencia los derechos humanos son normas jurídicas
aprobadas por los gobiernos nacionales y por la comunidad Internacional. Son políticos. Son inalienables
e inamovibles en la medida que cada legislación nacional así lo prevea.
Características
1. Los derechos están escritos, la cara: al ser una norma jurídica son una referencia y una garantía
para la población. La contra-cara: la aprobación jurídica del derecho los deja fijos, dificultando
su adecuación a los cambios sociales. La sociedad tiende a cambiar más rápido que las
legislaciones jurídicas.
2. Los derechos son para todos, la cara: una característica de la norma jurídica es su generalidad.
Toda la población es considerada sujeto titular de derechos humanos. La contra-cara: al igual
que en el iusnaturalismo, al generalizar se está desconociendo las realidades particulares de
género, de edad, de etnia, de situación socio-económica, etc. Esto puede favorecer a los
escenarios de injusticia
Concepción Histórico-critica
Para este enfoque los derechos humanos son un conjunto de normas jurídicas y de valores éticos que se
influyen mutuamente en un proceso de cambio constante. Existen en una relación de interdependencia
conflictiva
Características:
1. Los derechos son producto de la lucha. La contra-cara: para que se dé una lucha organizada es
necesario que todos perciban como injusta la situación. Sin que se sienta esa necesidad no va a
darse la búsqueda, ni la denuncia, ni el reclamo
2. Los derechos son culturales, la cara: Estamos frente a una realidad creada culturalmente y que
refleja la diversidad cultural de la humanidad. Todas las culturas han hecho un aporte a los
derechos. La contra-cara: la diversidad cultural (que es uno de los derechos humanos) genera
conflicto con la igualdad de derechos para todos.
3. Los derechos son conflictivos en sí mismos, la cara: Visualizar las contradicciones nos facilita la
toma de conciencia sobre las dificultades en el dialogo, en la lucha, en la confrontación de
intereses, etc. Y por ende nos evita caer en posturas ingenuas. La contra-cara: no siempre se
encuentran soluciones a los conflictos, y menos aún de consenso.
4. Los derechos son interdependientes, indivisibles e integrales, la cara: Los derechos humanos son
una totalidad compleja y se clasifican de manera arbitraria pero no deben jerarquizarse. La
contra-cara: las relaciones reciprocas de unos derechos genera dificultades en sus abordajes, en
sus puestas en práctica, en el diseño de las garantías jurídicas que los protejan.
Concepciones desde culturas no hegemónicas o fundamentación ética
Los derechos humanos aparecen como derechos morales, es decir, como exigencias éticas y derechos
que los seres humanos tienen por el hecho de ser hombres y, por tanto, con un derecho igual a su
reconocimiento, protección y garantía por parte del Poder político y el Derecho
Precisamente es de esta concepción integral de donde se deriva la inveterada expresión de que los
derechos humanos son aquellos “inherentes a la persona humana en su condición de tal
Todas las culturas han desarrollado su código ético. Los derechos humanos son ético-jurídicos. El ser
humano se ponía al mismo nivel que la naturaleza. Todo esto no significa que fueran “perfectas”, en
todas ellas quedaban sectores de la sociedad que quedaban excluidos
La mirada del servicio Paz y Justicia- Uruguay (tendencia histórica-crítica)
1. Se considera imprescindible la participación social. Los derechos humanos son una conquista
que requiere de la intervención de las personas.
2. Fomenta y posibilita el cambio. Se opone a la resignación, denunciando las situaciones de
injusticia del status quo y proponiendo alternativas para su modificación
3. La mirada integradora rompe con la división entre lo público y lo privado. El estado es el
principal sujeto pasivo, titular de todos los deberes frente a la población; pero nosotros también
tenemos deberes para validar nuestros derechos y los de los otros
4. Rompe con todo tipo de fragmentación a nivel del pensamiento (no hay pensamientos
divididos); rompe con toda división de las organización social, hace que la sociedad se integre, se
una ya que así no genera exclusión
5. Devela las coherencias y contradicciones entre el decir y el hacer, entre las declaraciones y la
instrumentación de los derechos
6. Pone en evidencia los poderes que circulan en la sociedad: busca, intenta limitar el poder de los
poderosos y potenciar el de los excluidos (empoderamiento)
7. Como se desprende de todo lo anterior, mira la subjetividad y no solo lo estructural no solo lo
jurídico
En síntesis: de todas las tendencias teóricas la histórica-critica es la que refleja un mayor grado de
coherencia entre lo declarativo (en termino de intenciones) y la realidad de los derechos humanos (en
términos de su materialización)
Vida cotidiana: Incluye lo que el ser humano no se cuestiona y se deja llevar a lo largo de todo su
quehacer. Se nutre de algo repetitivo, obvio, estereotipado, irreflexivo, fijado, automatizado, que puede
conducir a una monotonía, a un conformismo, a un estado que muchas veces no aceptamos pero así nos
conducimos, con el objetivo de satisfacer necesidades biológicas, psicológicas y sociales de la propia
vida. (Martín, Perera y Díaz, 1996)
Las prácticas discursivas son elementos estructurados del lenguaje que permiten visibilizar la postura de
cada joven
Las prácticas, modelos y matrices de relación que predominan en el ámbito privado (familia,
microgrupo). Prácticas y matrices vinculares predominantes a nivel público (instituciones). Criterios de
prohibición y permisibilidad, derechos y obligaciones asignadas al sujeto desde el sistema normativo.
Imágenes, modelos y valores que circulan a través de los medios masivos de comunicación. Estas
"prácticas" y "discursos" operan sobre la producción de subjetividades a través de tres mecanismos
básicos y complementarios:
Los modelos, experiencias y contenidos culturales con que las personas cuentan para alimentar y
sostener su proceso identitario provienen de: las redes sociales, las tradiciones culturales, los niveles de
integración laboral y educativa así como las modalidades de ejercicio de la ciudadanía y las políticas
públicas
Dichos enunciados son juicios de valores provenientes de las figuras parentales y que atribuyen a los
sujetos de las nuevas generaciones un lugar y un destino social. Expresan en forma codificada cuales
deben ser sus valores de referencia y sus comportamientos deseados y esperados por el grupo, lo que
orienta la construcción de un "proyecto de vida" (proyecto parental, proyecto social, proyecto personal).
Asignarse y ser asignado es ocupar un lugar en el conjunto de sus semejantes (Káes 1979).
Trabajo y educación. En nuestra cultura el trabajo y la educación han sido factores de integración social:
articuladores entre el ámbito privado y el público, sostén de vínculos e intercambios sociales, incluyen al
sujeto de un proyecto colectivo que opera como sostén posibilitador de los proyectos personales, ya
que a su vez ese proyecto colectivo es personal para cada persona, el conseguir el objetivo del proyecto
tiene un significado distinto para cada persona, y tienen distintos motivos para conseguir ese objetivo
El trabajo estable, asalariado, socialmente regulado y sindicalizado opera como matriz y soporte en la
construcción de identidades sociales y subjetividad. Este trabajo tiende a desaparecer de nuestra cultura
El trabajo informal, desregulado, sin permanencia a través del tiempo, estimula actitudes individualistas
entre los trabajadores. Esta modalidad de trabajo no tiene la consistencia necesaria para sostener
procesos identitarios ni operar como base de proyectos personales. Estimulan una actitud presentista,
permite “vivir al día”, ayudan a resolver lo inmediato pero no habilitan la futurización
Se desvanece así la imagen del trabajador como sujeto de derecho y actor colectivo pasando a
constituirse en un individuo aislado que actúa desde su necesidad perdiendo capacidad de negociación y
autoestima.
Hay 2 procesos complementarios que tienden a revertir el potencial de integración social de la escuela
Los habitantes de una zona de una ciudad o un pueblo van a la misma escuela. Los habitantes de las
zonas se caracterizan por cierta condición social más o menos homogénea y las escuelas reflejan esto.
Por lo tanto los niños e incluso los padres no pueden interactuar con gente que sea completamente
distinta a ellos y no obtendrán esa experiencia que contribuiría a la construcción de su subjetividad
Por otra parte si bien el acceso a la educación primaria continua siendo casi universal no todos los niños
acceden con similar probabilidad de éxito o fracaso.
Quienes provienen de hogares pobres tienen una probabilidad superior al 50% de fracasar en la escuela
iniciando así una experiencia de rechazo, impotencia y ajenidad en relación a la cultura institucional.
Dicha experiencia marca su subjetividad y opera como inicio de procesos de frágil integración social con
el consiguiente riesgo de caer en la exclusión. Dicha experiencia incluye altos niveles de violencia
simbólica e implica la adjudicación social del rol de excluido, problemático, conflictivo, etc.
Cuando los niveles de inclusión social comienzan a deteriorarse y los sujetos no acceden a resolver sus
necesidades en base a sus propios recursos ingresamos en la “zona de vulnerabilidad”. Se abre un nuevo
espacio de prácticas y relaciones sociales conformado por el entramado de políticas públicas focalizadas.
Podríamos afirmar que las políticas sociales dirigidas a sectores de frágil integración a la cultura
hegemónica forman parte de verdaderas políticas de subjetividad.
Tanto las políticas sociales como sus representantes y efectores participan activamente en la
construcción de su subjetividad. Las intervenciones asignan a esas personas lugares y roles, interpretan
y jerarquizan sus necesidades y proponen metas en términos de un "deber ser" deseado o esperado
desde una determinada perspectiva.
Por otra parte los operadores también reciben y asumen denominaciones con fuertes connotaciones:
educador, asistente, agente, voluntario, juez, fiscal, defensor.... Estos posicionamientos crean y
refuerzan identidades sociales con sus consiguientes subjetividades
La exclusión social
Proceso interactivo de carácter acumulativo en el cual -a través de mecanismos de adjudicación y
asunción - se ubica a personas o grupos en lugares cargados de significados que el conjunto social
rechaza y no asume como propios. Esto lleva a una gradual disminución de los vínculos e intercambios
con el resto de la sociedad restringiendo o negando el acceso a espacios socialmente valorados. Dicho
proceso alcanza un punto de ruptura en el cuál las interacciones quedan limitadas a aquellas que
comparten su condición. De este modo el universo de significados, valores, bienes culturales y modelos,
así como las experiencias de vida de que los sujetos disponen para la construcción de su subjetividad se
ven empobrecidos y tienden a fijarlo en su condición de excluido.
Autoestima. ---> Estas personas se caracterizan por una baja autoestima. Desconociendo sus
potencialidades
El fracaso queda planteado como una responsabilidad personal. Esto genera vergüenza y puede
considerarse como una “privatización de la culpa” en relación a la propia pobreza
Impulsividad - tendencia al acto. -->Los sentimientos y afectos se expresan a través de la acción. Esto
lleva a la predominancia de un código comunicacional basado en el gesto y se pierde calidad en la
expresión verbal. La desvalorización personal llega al extremo de desconocer las consecuencias de sus
acciones, generando actitudes de irresponsabilidad social.
En este contexto todo está marcado por las necesidades inmediatas y la búsqueda de la sobrevivencia.
Los aspectos humanos, afectivos y la reflexión no tienen lugar en esa cotidianidad
Pseudoidentidad. La ausencia de modelos lo suficientemente valorados como para sostener los procesos
identitarios lleva a adoptar pseudoidentidades basadas en la imitación de modelos mediáticos que no
corresponden a su realidad. Estos "vacíos identitarios" explican la escasa autonomía en su
comportamiento, dificultad de sostener posturas propias diferenciadas del grupo de pertenencia y la
consiguiente tendencia a "actuar como los otros" (isomorfismo).
Manejo del tiempo.-->- La ausencia de proyecto (futuro) y de tradición (pasado) lleva a una suerte de
presentismo. Paradojalmente este "presentismo" lleva a la vivencia del tiempo como algo que no pasa,
que está allí detenido. Las motivaciones son solo inmediatas no existiendo posibilidad de un
pensamiento estratégico que dé lugar a proyectos personales ni colectivos a mediano ni largo plazo.
Modalidades vinculares. Los vínculos son inestables existiendo una dificultad de reconocer el "lugar del
otro". Esto puede asociarse a la ausencia de la experiencia de ser considerado por otros. La violencia
irrumpe con frecuencia en estos vínculos como expresión desplazada de la violencia estructural (el
haberlos marginado) introyectada en su experiencia social. Utiliza la violencia en otros ya que esta se
volvió parte de si cuando se relacionaba con otras personas
Violencia estructurada: El término violencia estructural es aplicable en aquellas situaciones en las que se
produce un daño en la satisfacción de las necesidades humanas básicas (supervivencia, bienestar,
identidad o libertad) sin necesidad de formas de violencia directa.
Introyectar: termino psicoanalítico. Mecanismo de defensa del yo mediante el cual los objetos externos
amados u odiados son absorbidos simbólicamente por el sujeto. Pasan a formar parte del sujeto
Ajenidad de la sociedad y la política. ---> Los procesos sociales y políticos son percibidos como algo ajeno
a su mundo. No despiertan interés en la medida que se considera que su vida no va a cambiar en
función de dichos procesos. Esta percepción aparece asociada a la resistencia al cambio, el refugio en la
rutina cotidiana aun cuando ésta esté impregnada de frustración y carencia.
Locus de control externo: se trata de la convicción íntima de que su vida y su realidad no está en función
de factores que él pueda controlar o sobre los que pueda incidir. Motiva la renuncia al protagonismo
social y político.
No se trata de que los sujetos en situación de exclusión no tengan vínculos, ni cultura, ni realicen
trabajos. Se trata de una perdida de sentido de esos elementos como componentes que sostengan un
proyecto personal entrelazado con otros proyectos personales y colectivos socialmente valorados.
En procura de satisfacer sus necesidades ellos se incluyen en redes, grupos y espacios que operan "por
fuera" de lo socialmente aceptado. Se generan así los espacios de socialización en la exclusión
La relación entre exclusión y subjetividad no puede pensarse como relación de causalidad lineal en uno
ni en otro sentido. Proponemos pensarla en términos de causalidad circular o recurrente en la cual la
práctica social genera una cierta subjetividad que a su vez recurre sobre la situación social reforzándola
o abriendo posibilidades de transformación.
Las primeras referencias del género lo tratan como una variable. Hoy entendemos que la variable se
debería llamar “sexo”. La mayoría de los análisis no problematiza las posiciones e identidades de los
sujetos. En los años 80 el género aparece como categoría analítica, permitiendo visibilizar en la
condición de ser hombre o ser mujer las oportunidades y restricciones que esta condición conlleva.
Gayle Rubin (1975) introduce el concepto de sexo-género. “un sistema sexo-género es por qué una
sociedad transforma la sexualidad biológica (sexo) en productos de la actividad humana transformados
(ya que el género es una construcción social).” Visión de género como un sistema que estructura las
sociedades
Rubin tomo de Marx las necesidades de construir una teoría sistemática de la opresión, no solo entre
clases sociales, sino entre categorías de género.
De Freud tomó una visión de la sexualidad, la reproducción y las relaciones familiares como factores que
abarcan la experiencia subjetiva y objetiva de las personas
De Lévi-Strauss, tomó ideas sobre las relaciones de intercambio e interdependencia. Tomó también la
idea de la fuerza creadora de las mujeres
“no hay ninguna teoría que explique la opresión de las mujeres, con algo semejante a la fuerza
explicativa de la teoría marxista de la opresión de clase” (Rubin)
La dificultad de abordar el concepto de género como sistema es porque es difícil definir su contenido y
sus límites. Hoy se puede decir que un sistema de género es un conjunto de elementos que incluye
formas y patrones de relaciones sociales. Practicas asociadas a la vida social cotidiana, símbolos,
costumbres, identidades, vestimenta y otros variados que hacen referencia, a una forma culturalmente
específica de registrar y entender las semejanzas y diferencias entre géneros reconocidos (Anderson
1997)
Las diferencias que marcan un género varían en diferentes culturas y en esta definición presupone la
existencia de múltiples géneros
Que clases de sistemas son estos?
Los sistemas de género parecen admitir asimetrías en sus categorías básicas. Así, hay motivos para
pensar que en muchas sociedades, las categorías masculinas son más vulnerables, más estrechas y
menos estables que las femeninas. Como reacción se instauran prácticas de vigilancia de la masculinidad
que procuran disciplinar sus expresiones (para controlar que se comporten como hombres). Algunos
estudios, sugieren que para las mujeres es más fácil apartarse de su rol tradicional. La niña que se
interesa por el deporte, que es vigorosa, que tiene una personalidad fuerte y no teme la pelea verbal y
física, sufre menos sanciones de sus pares de ambos sexos, que el niño que rechaza los juegos, los
deportes, la jerga y el sentido del humor de los varones de su edad, y que busca amistades entre las
niñas
Sistemas complejos
Estructurados sobre bases dispersas, diversas y variables
Arrastran los signos de accidentes históricos, asociaciones débiles, conexiones temporales,
modas y rumores
Proponen al mismo tiempo múltiples versiones del mundo, contradictorias entre sí, permiten
hacer un uso estratégico de ellas
Sus distintas partes son interconectadas de muchas maneras, con una fuerza variables
Pueden haber fuertes asimetrías en sus categorías y componentes básicos
Están sujetos a vaivenes y etapas sucesivas de calma y turbulencia
Un sistema de genero se aplica en análisis comparativos y cuando se trata de definir los rasgos y
significados asociados al género en diferentes lugares.
Los regímenes de género pueden cambiar gracias a reformas legislativas y a otras decisiones de los
gobiernos y las instituciones que los integran.
Siendo sistemas complejos, cuentan con mecanismos de retroalimentación y aprendizajes que pueden
servir para fines defensivos o propiciar modificaciones.
Igualdad
Todas las sociedades admiten algunas formas de desigualdad. Primitivamente los debates se
concentraban alrededor de la igualdad en el trabajo y se tomaba al hombre como la pauta a alcanzar.
Hoy se vincula más a la ciudadanía y derechos ciudadanos.
Relacionados al concepto de igualdad están los conceptos de equidad y paridad. Equidad refiere a las
situaciones donde el trato a hombres y mujeres puede ser diferente, a partir de diferencias en su
condición, en aras de promover la igualdad. Por ejemplo, en la legislación laboral que da cabida a
licencias por maternidad y lactancia. Paridad (igualdad o semejanza) a la hora de ocupar cargos políticos
Diferencias
Desde hace décadas se debate el problema de las diferencias biológicas entre los sexos y sus
implicancias en los comportamientos y roles sociales (por ejemplo un hombre al torso desnudo
(comportamiento social) una mujer enfermera o ama de casa (rol social)). El riesgo es el esencialismo, es
decir, atribuir a hombres y mujeres cualidades esenciales (que si o si deben tener) por ser hombres o
mujeres (definidos biológicamente). El concepto de diferencia está vinculado a lo que se conoce como
feminismo cultural. Esta corriente celebra y reivindica el valor de lo femenino y de las actividades de las
mujeres.
Elección
En los estudios de género, la elección se vincula con la idea de autonomía y autodeterminación de las
mujeres, más que con el individualismo (que la mujer sea capaz de elegir por ella misma). El
empoderamiento intenta aumentar los niveles de estos
Otra línea de interpretación del concepto de elección, es el de elección racional.
El concepto de elección racional alude a un sujeto concebido como un ente que construye una historia
personal consistente y acumulativa, y que se desarrolla bajo el control de la persona. La elección
racional se contradice con la vida de la mujer controlada ya sea por su marido, padre, hermano etc.
Cuidado
Tiempo
Hay una distinción entre el tiempo del reloj y el tiempo social. El segundo toma en cuenta los ritmos de
la vida de los seres humanos en comunidad. Ejemplo; los ciclos festivos, el año académico, etc. El tiempo
del reloj fluye regularmente en un solo sentido, del pasado al futuro; el tiempo social se detiene, se
acelera, regresa, se acorta y se alarga.
La organización, el significado y la percepción del tiempo pueden variar para personas que ocupan
distintos lugares en la organización social. Varían para hombres y mujeres, para niños y adultos,
trabajadores en diferentes ocupaciones.
Ruddick sostiene la noción de los ciclos largos, asociado a las mujeres y los ciclos cortos asociados a los
hombres. Así la vida de las mujeres suele organizarse alrededor de etapas largas como la creación de un
hogar, la crianza de un hijo. Los hombres organizarían su tiempo y actividades en función de su
educación, formación y carreras laborales, actividades deportivas y reuniones con amigos.
Los ciclos largos de la crianza le llevan a Ruddick a hablar del pensamiento maternal. Este puede
cultivarse en los hombres en circunstancias en las cuales ellos asumen la misma responsabilidad frente
al desarrollo de niños que dependen de ellos. Este fomenta la paciencia y la tolerancia
Más frecuentemente que en el caso de los hombres, las mujeres son trabajadores remuneradas a
tiempo parcial. Sus carreras laborales sufren interrupciones y cambios que escapan a su control.
Además, son “castigadas” con sueldos menores y derechos disminuidos a pensiones y seguros.
En las sociedades modernas, el tiempo se compra y vende, y las poblaciones son disciplinadas a través
del tiempo. El tiempo de las mujeres puede parecer gratuito ya que la invisibilidad e indescriptibilidad de
muchas de tareas domésticas corresponden a la imposibilidad de ubicarlas en tiempo regulares. Debido
a esto no tiene como pagarse porque no existen los parámetros para ponerle precio. La compatibilidad
de la vida familiar y laboral recae con más fuerza sobre las mujeres. La crianza de los hijos y el manejo
del hogar demandan no solo tiempo, sino además presencia.
El tiempo ingresa en los debates sobre el género también en relación con la memoria y la identidad
personal, que depende de un sentido de continuidad y autonomía.
Experiencia
Se trata de reivindicar la subjetividad y la validez de las interpretaciones que las personas hacen de sus
vivencias. Plantean la necesidad de incorporar en las teorías y análisis, los puntos de vista de los actores:
sus intenciones, emociones, afectos y marcos interpretativos.
El conocimiento que se obtiene de la experiencia debe ser transformado mediante la reflexión, la teoría
y la lucha política. Esta teoría constituye una epistemología feminista.
Hoy se observa la difusión de mega narrativas acerca de la experiencia femenina. Estas amenazan en
convertirse en versiones hegemónicas de la vida de las mujeres. Pueden formar la base para nuevas
políticas públicas.
Algunos temas son:
El peligro es que las experiencias de las mujeres que son extremadamente diversas queden reducidas de
una forma simplista. El concepto de la experiencia, tal como es usado en la teoría de género, pretende
combatir tales facilismos y crear fuentes de acceso a la rica variedad de las vidas personales de mujeres
y hombres
El enfoque de género en un momento se trató de los problemas de las mujeres, después incluyó a los
hombres, y en tercer momento se ha analizado la relación entre mujeres y hombres y que sucede en
ambos géneros
Existen 2 niveles de análisis, usamos el enfoque de género para analizar las sociedades, las formas en
que organizan la vida social para que existan esos géneros y no otros.
En otro nivel es posible analizar, problematizar e interpretar la cultura desde el enfoque de género.
El enfoque de género surge como una teoría de la psicología, cuando los psicólogos se preguntaban
porque había personas que tenían comportamientos extraños desde el punto de vista sexual, que no se
ajustaban a la cultura ni a las normas. El género es la unión entre el aspecto psicológico y la sexualidad
¿La condición humana es universal?: Las diferentes sociedades y culturas desarrollaban formas
particulares de ser mujer y ser hombre, a esas formas le llamaron género, no solo tomaron en cuenta los
aspectos psicológicos, sino que existía el reconocimiento de dos sexos, con cualidades específicas en
cada sociedad y en cada cultura. Las sociedades desarrollan los tipos necesarios de mujeres y hombres
que necesitaban para subsistir y reproducirse.
Hoy usamos género para definir el conjunto de características que cada sociedad asigna a las mujeres y a
los hombres, son características vitales que definen la existencia de las personas, dan sentido a la vida.
El género es parte de un proceso pedagógico que se enseña, se aprende y muchas veces se desobedece
Otra característica es que las personas concretas, en sociedades modernas, reunimos características
culturalmente asignadas a nuestro genero pero también al otro.
Los géneros se modifican social y culturalmente. A todos los que cambian actitudes de género,
actividades de género, o afecto de género se les considera anormales; la sociedad no acepta cambios
que incluso se producen por compulsión social, porque la sociedad no cambia al ritmo que cambia la
cultura y la cultura no cambia al ritmo que cambian de género los sujetos.
La primera característica del poder de la dominación es la expropiación. Lo que se expropia a las mujeres
en las sociedades patriarcales es su propia sexualidad, las creaciones y los productos materiales y
simbólicos de las mujeres, el pensamiento y la subjetividad femenina.
Uno de los mecanismos más importante del control de género es la culpa, la propia persona, se acusa,
se evalúa, se enjuicia, se premia, se castiga, pero nunca encuentra el perdón porque este mecanismo
implica que no hay perdón posible. Ninguna persona puede cumplir con todas las normas de género que
estructuran su vida
Existe otro mecanismo, el peor de todos: el legítimo derecho a perdonar, el perdón representa y se
expresa como el máximo poderío de género. Uno no puede perdonarse a si mismo, pero si se puede
perdonar a otros
El poder de la rebeldía
Enfrenta el poder del dominio, todos lo ejercen en algún momento de su vida. Un segundo tipo de poder
que se opone al poder de dominio es el poder subversivo, se hacen las acciones contrarias a las normas.
La transgresión de género es un poder que se opone al poder de dominio y consiste en atravesar sus
normas y construir una nueva normatividad, otra referencia cultural política y ética. Hay transgresión
individual cuando las personas dejan de confrontarse con el esquema de dominación y construyen sus
propias normas de género.
Condición de género: consiste en los deberes, obligaciones y derechos que se asignan a cada uno de
ellos. Esta es cambiante, se transforma según las épocas, las culturas y la dinámica social
Las personas asumen conscientemente lo que son, a esa identidad le llamamos autoidentidad, es la
percepción que tiene el sujeto sobre su propia circunstancia, sobre lo que es. Esto es lo que internaliza a
nivel consciente. La identidad es aquel referente identitario elaborado por las demás personas y
transferido a una persona o grupo. , la autoidentidad siempre es un producto de la identidad asignada,
elaborada a través de lo que se experimenta en la vida.
La identidad asignada también se transforma, pero aquí el cambio se da en función de los nuevos
círculos sociales en los que vive la persona y registra nuevos referentes de identidad. Muchas veces la
autoidentidad está formada por creencias sobre lo que soy, o creencias sobre lo que somos, a eso
llamamos la identidad fantástica, cada persona desarrolla una fantasía de sí misma, la cual es parte de su
identidad.
En el caso de las sociedades patriarcales la identidad de género masculina está valorada positivamente,
de tal manera que las personas que tienen género masculino tienen un piso autoafirmado y positivo
para desarrollar su autoidentidad global, en cambio las personas con género femenino tienen un piso
negativo para empezar a construir su autoidentidad global. Las personas vamos adoptando como parte
de nuestra autoidentidad los aspectos que la sociedad aprueba de nuestra condición.
Nacemos con sexo y construimos nuestro género. Los niños mantienen el comportamiento del sexo en
que son educados.
Un aporte fundamental fue quitarle el calificativo de natural y por lo mismo inmutable al ser mujer y ser
hombre. Si el género es construido socialmente es sin duda susceptible de ser transformado.
Se asume que el ejercicio del poder político está íntimamente vinculado con ser hombre o asumir una
actitud masculina “tener bien puestos los pantalones”.
Walby plantea la interrelación de seis estructuras que constituirían los regímenes de género y ayudarían
a explicar la subordinación y opresión de las mujeres. La desvalorización del trabajo doméstico al punto
de que las trabajadoras de este rubro decían que “no trabajaban” ya que no recibían remuneración, hoy
en día es sub valorado (se les paga menos). La inequidad en el trabajo remunerado (a las mujeres se les
paga menos). El dominio masculino en las entidades estatales que definen la normativa política. La
violencia machista. El control del cuerpo de las mujeres y su sexualidad (en muchos hospitales aún se
exige la autorización del marido para la esterilización femenina). El dominio de los hombres en
instituciones culturales (la propiedad de medios de comunicación es mayoritariamente masculina) que
refuerzan sus representaciones de las mujeres. ´
En los noventa varias feministas sobretodo negras y lesbianas han asumido la tarea de deconstruir el
concepto de mujer, entendido antes como algo estable el cual privilegiaba a las mujeres blancas,
adultas, profesionales, heterosexuales, con recursos económicos, dejando de lado a todas las otras
mujeres.
No existe una definición de género pero existen varios elementos que coinciden en la mayoría
Para este autor el fundamento de los derechos humanos se basa en las transferencias de poder
(derivada de luchas sociales). Los movimientos feministas por los derechos humanos de las mujeres, han
retado a la noción de derechos humanos.
Una primera crítica feminista a los derechos humanos es contra su androcentrismo, demostrando que el
supuesto sujeto universal titular de tales derechos en la práctica tenía como sujeto portador al varón,
blanco, heterosexual y con recursos económicos y por lo mismo excluía a todo el resto, convirtiéndose
en la práctica en no sujetos. En contraste “la teoría feminista permite considerar a los sujetos en sus
contextos y especificidades “
Alda Facio
“cuando el hombre es el modelo de ser humano, todas las instituciones creadas socialmente solo
responden a las necesidades de estos, o como mucho a las necesidades que el varón cree que tienen las
mujeres. Todos los estudios son desde la perspectiva masculina y esta no es sentida como perspectiva
sino como un hecho totalmente objetivo, universal, imparcial”
Si entendemos que el género es una construcción social para diferenciar los sexos y que esta
construcción ha definido relaciones de poder asimétricas entre hombres y mujeres, la igualdad
reconocida en la ley no basta para que se pueda gozar de igualdad.
La tensión entre igualdad y diversidad requiere ser abordada en el intento de desmontar las relaciones
de poder dominación
Víctima: daño o sacrificio a que es sometida una persona por medio de la acción ajena. Señalado por la
ONU que además del daño, una víctima es considerada como tal independientemente de la detención y
enjuiciamiento del perpetrador con independencia de la relación existente entre víctima y victimario.
Víctimas son las personas que individual o colectivamente hayan recibido daños de cualquier tipo (físico,
psicológico, económico, etc.). También se incluye en la expresión de victima a familiares, o personas a
cargo de la victima directa, y a todas las personas que por intervenir a asistir a la víctima en peligro
hayan sufrido algún daño
“victimidad” hace referencia a la concepción o percepción que las personas tienen de su situación de
víctimas, considerando que esta situación presenta las opciones de revictimizar a los sujetos o
proporcionarles elementos para la movilización y organización social con su grupo de victimas con el fin
de acceder a beneficios y situaciones reparatorias a las que consideran tener derecho.
Revictimizar: Las personas victimizadas se aferran a sus pérdidas ya que les permite seguir
identificándose como víctimas y esto les trae ganancias significativas. Esta categoría también trae costos
como la exclusión y el sufrimiento mental emocional; elementos que paradójicamente la refuerzan
Poper señala que el hecho de ser víctima es algo que determina la vida y define la subjetividad,
generando diferenciaciones entre aquellas personas que han sido víctimas y las que no.
Baro: pensar a los sujetos que son o se consideran victimas como débiles se está cometiendo un error,
ya que esta condición puede presentar 2 posibilidades, la de la auto-victimización y la de adquisición de
nuevas formas de acción y relación con los sistemas y discursos del poder
Un elemento fundamental para la verdadera reparación del daño, sea que aquellas actividades que se
emprendan para esto, tengan un sólido componente de des-escencialización de la victimidad,
permitiendo lo anterior, que las personas que hayan sido receptoras de violencia, vayan reconstruyendo
su subjetividad como sujetos sociales, alejándose paulatinamente de la categoría de víctima
Montenegro y Piper: la categoría de victima ha servido como un eje articulador en torno a las luchas de
derechos humanos. Esta categoría se sostiene en dos conceptos centrales, la reparación y la
reconciliación.
derivado de actos de violencia, se genera un trauma social, en el que no solo se ven afectados los
receptores directos, sino la sociedad en su conjunto, el trauma debe ser reparado, partiendo de que
esto permitiría la re-conciliación social, asumiendo que esta favorecería la re-construcción de la
convivencia pacífica.
Staub señala que un elemento fundamental para la reconciliación, es que tanto las víctimas como los
perpetradores, se acepten mutuamente con el fin de generar relaciones constructivas, para que estas
restauren de manera paulatina los efectos de la violencia previa; por lo que la reparación del daño, se
encuentra en el núcleo de la reconciliación.
La reconciliación consiste en la construcción y re-construcción de las relaciones sociales sobre una base
de confianza, siendo esta una actitud general entre las partes, que protege a los involucrados
Para la victima tratándose de un sujeto marcado por efectos de violencia, donde a partir de la
reparación, es que se generan las condiciones que favorezcan la reconciliación. Dicha marca de violencia
constituye un elemento de articulación y construcción de identidad dentro del grupo de experiencias de
víctimas.
Hay una situación de exclusión de aquellas personas que se autoperciben y son percibidas como
víctimas, confirmando la normalidad de aquellos no-victimas, siendo que las victimas representarían una
desviación de la norma; por lo que una de las tareas fundamentales de las acciones de reparación, y los
equipos de intervención, es que desarrollen las habilidades que les permitan transitar de la categoría de
víctima, a la de no-víctima.
Arnoso y Perez uno de los elementos que distinguen a las personas que se han enfrentado a eventos
traumáticos, es que tienen la necesidad de dar un sentido a los hechos, debido a la dificultad para
encontrar explicaciones que compensen la experiencia de cercanía, temor y muerte.
Una de las principales explicaciones en que se enfocan estas personas, son la búsqueda de responsables
y la reflexión sobre la evitabilidad de los hechos.
La reparación por parte del estado debe expresar el reconocimiento a la víctima como persona y
ciudadano cuyos derechos han sido violados, el estado debe reconocer su responsabilidad en las
violaciones, así como el compromiso público de que no se repetirá éste hecho.
Los Derechos Humanos de primera generación o clásicos, son aquellos referidos a la integridad de las
personas; siendo la vida, la libertad y la seguridad jurídica. Los de segunda generación o de bien estar,
son aquellos que tienen que ver con que las personas tengan las mejores condiciones de vida y
desarrollo; siendo estos la seguridad social, el trabajo y sus condiciones, la salud y la educación. Los de
tercera generación o de solidaridad, tienen que ver con aquellas condiciones que posibilitan las
relaciones interpersonales como el uso de la tecnología, poseer un medio ambiente sano, etc.
Desaparición forzada (ONU): “cualquier forma de privación de libertad que sean obra de agentes del
Estado o por personas que actúan con la autorización o el apoyo del Estado, seguida de la negativa a
reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona
desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley”.
Tortura (ONU): “… todo acto por el cual se inflijan intencionalmente a una persona dolores o
sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información
o una confesión, de castigarla o de intimidar o coaccionar, o por cualquier razón basada en cualquier
tipo de discriminación. No se considerarán torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencia
únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas.”
Una forma particularmente violenta y degradante de tortura, es la de naturaleza sexual
Una de las principales secuelas de las VGDH y la violencia, es el terror; que genera miedo, susto, tristeza,
depresión, enfermedades somáticas y psicosomáticas, entre otras. Así como diversas expresiones de
sufrimiento como el alcoholismo, alteraciones de sueño y pesadillos recurrentes, padecimientos
psiquiátricos graves, apatía, suicidio; además de cólera social e ira.
El terror permanece durante largos periodos de tiempo y no es fácil su desaparición del imaginario social
a pesar de la disminución de los niveles de violencia
Lira: el estado detenta (apropiarse de manera legítima) el poder de dar muerte a las personas dentro del
marco legal, situación que puede ser constituyente para la generación de terror y vulnerabilidad en las
poblaciones.
Otro de los efectos de la violencia y las VGDH, son el exilio y la migración forzada, situación que genera
exclusión dentro de su propio país, deteriorando los vínculos sociales y la identidad nacional, al fracturar
los grupos de referencia a los que pertenecían las personas desplazadas. Estas fracturas, rompen el
sentido de “nosotros”, generando desencuentros individuales y la perdida de pertenencia a grupos de
identidad
Amati propone que las amenazas a la vida generadas por el estado o sus agentes, detonan estrategias
psíquicas defensivas contra el horror y la amenaza, llevando al extremo el mecanismo fisiológico de
huida, dado que la respuesta de pelea ante contextos tan avasalladores como las VGDH no resultaría
efectiva; lo que genera que las personas se “instalen en la ambigüedad”, en la que el sujeto recurre a un
mimetismo con el agresor y el contexto violento
La percepción de la realidad social y familiar como algo natural, por ende que no puede ser modificado,
por lo que se desarrolla una “desesperanza aprendida” sobre la posibilidad de que las condiciones de
vida pueden cambiar
La “desesperanza aprendida” sirve como un anestésico contra el “sentido catástrofe”. Generándose una
normalización de las situaciones de violencia o abuso, que permite que las personas funcionen aunque
de manera deficiente o parcial
Ante los contextos de las VGDH y las situaciones de violencia extrema, la ambigüedad se configura como
un mecanismo de adaptación de las personas. Hay una posible alienación psicoafectiva de sí mismos y
sus relaciones interpersonales
Ante una catástrofe, las personas experimentan una aguda y dramática consciencia ante la amenaza, el
shock genera un empobrecimiento en la capacidad de respuesta y un encapsulamiento de la
personalidad que permite un distanciamiento de la situación, propiciando la emergencia de los aspectos
más infantiles de la personalidad, como un mecanismo de protección psíquica.
La violencia reiterada sobre la sociedad, hace que las personas y grupos pierdan los límites entre la
realidad y la fantasía, en particular transformando lo familiar y previsible en amenazante y aterrador,
siendo que la realidad violenta sobrepasa los límites de la fantasía, lo que facilita el desarrollo del miedo
crónico
Aspectos de la vida psicosocial de los grupos y comunidades que se ven impactados después de
acciones de violencia que conllevan VGDH;
A) Es más difícil organizarse y las relaciones dentro del colectivo y con la comunidad tienden a
separarse/romperse
B) Se desarrolla la desconfianza y se imponen modelos y discursos de control social
C) La pérdida de referentes de identidad, culturales, políticos y sociales
D) La instauración del miedo, genera una cultura del silencio que favorece el aislamiento y la
impunidad al limitar la capacidad de respuesta social ante los hechos de violencia
E) La pérdida de la función posibilitadora y reguladora del estado, convirtiéndose en agresor y
victimario
Los grupos sociales no se encuentran aislados del resto del sistema social, sino que se mantienen
conectados por una serie de redes sociales, que se constituyen como canales o conductos por los que
fluyen contenidos comunicacionales, operativos y/o psicoafectivos. Etas redes tienen la cualidad de ser
dinámicas y de ajustarse a las cambiantes condiciones del ambiente donde se encuentra el grupo.
Diversos autores han mencionado que el impacto de las VGDH, alcanza las entrañas más profundas del
sistema socio-cultural, instaurando la presencia del “terror y ambivalencia”, que deriva en el desarrollo
de una cultura del silencio, con el consecuente deterioro de la vida comunitaria y el desarrollo de
diversos padecimientos bio-psicosociales como una respuesta sintomática a la represión de la expresión
social.
El terrorismo constituye una de las más grandes amenazas contra los derechos humanos, este vulnera el
derecho a la seguridad y a la vida de muchas personas, así como restringe o anula las libertades de
expresión y participación política y socava el imperio de la ley y la misma democracia. Para un estado
solo hay terrorismo insurgente y para los insurgentes solo hay terrorismo de estado, nunca se ven a ellos
mismos como terroristas
Para definir una acción como terrorista debería cumplir al menos dos condiciones indispensables:
1) Que implique el uso premeditado de la violencia física sobre ciertos objetos o personas
2) Que esa violencia no tenga un objetivo finalista sino ejemplificador, es decir, que lo que busque
la agresión sea un efecto que exceda los daños físicos, multiplicando su eficacia a través del
terror suscitado por el mismo acto violento sobre otros ciudadanos no agredidos.
Aunque las agresiones que reúnen estos dos requisitos pueden ser planificadas y ejecutadas con
objetivos no políticos (Ku Klux Klan, mafia italiana, carteles de droga), lo cierto es que en la mayoría de
ocasiones, el terrorismo se ejerce con la intención de influir o afectar el equilibrio de poderes.
El perfil psicológico de un terrorista no puede ser psicopatológico. Hay 2 tipos de información relevantes
para conocer más lo que condiciona la actividad terrorista.
Böllinger analizó la biografía de un grupo de terroristas alemanes y encontró que todos habían sufrido
problemas de falta de apoyo familiar y social. Basándose en esta clase de datos expertos trataron de
hacer conjeturas sobre la posible relación causal de ciertas disfunciones familiares (educación deficiente
y/o autoritaria, ausencia de apoyo y calor emocional, etc.) sobre la formación de una personalidad
proclive a la violencia. “Personalidad autoritaria” planteado por Adorno como un supuesto correlato
psicológico del surgimiento y el desarrollo del movimiento nazi.
Groebel señala que comparativamente, entre los integrantes de grupos terroristas se encuentran más
historias de conflictos familiares tempranos de diversos tipos (divorcios de los padres en edades
tempranas, problemas de escolarización, etc.).
Según Crenshaw algunos factores que pueden determinar el ingreso en una organización terrorista.
Serían ciertos fallos de desarrollo que pueden impedir el establecimiento de una autoestima suficiente
los que podrían explicar porque ciertos adolescentes se muestran hostiles y suspicaces y más receptivos
a planteamientos demagógicos (ganarse el favor a base de halagos) y maniqueos como los que
caracterizan las ideologías de la mayoría de las organizaciones terroristas.
Otros tipos de factores que pueden favorecer el ingreso en una organización terrorista tiene que ver con
los agentes y los entornos de socialización primaria y secundaria (familia, grupo de amigos, instituciones
educativas, religiosas, etc.). Los contenidos que puedan predisponer a la militancia terrorista son los que
corresponden a una ideología política y una subcultura de violencia, promueven la identificación con la
cosmovisión (manera de ver el mundo) y los objetivos políticos de un grupo terrorista determinado, y
aportan argumentos que justifican el uso de la violencia para alcanzar los objetivos, estos son
transmitidos a la hora de socializar
El adjetivo más usado para describir la psicología del terrorista es el de “fanático”, lo cual es
comprensible dada la importancia que se ha atribuido a las motivaciones ideológicas. Esta razón explica
en parte el terrorismo pero no solo por razones referidas al contenido de la ideología sino también a la
“mentalidad extremista” con la que el terrorista suele adherirse a aquélla, hasta el punto de concederle
un valor absoluto. El terrorista suele reproducir un estilo cognitivo basado en la rigidez mental, la
exposición selectiva a la información que confirma sus creencias y expectativas, la evitación de la
información que resulta incongruente con aquellas, cierta independencia entre sus creencias y la
realidad, etc. Se aferran a cosas ilógicas para preservar su ideología, suele dar lugar a típicas
racionalizaciones mediante las que los terroristas transfieren la responsabilidad de sus propios crímenes
a sus víctimas.
El origen de las organizaciones terroristas hay que localizarlo dentro de un contexto social e histórico
marcado por profundos conflictos internos (políticos, económicos, de identidad o religiosos) o por un
largo proceso de deslegitimización del orden político establecido (por ejemplo cuando algún gobierno es
ineficaz en la gestión de los asuntos y el dinero público). En ciertos casos, parece evidente que el
terrorismo insurgente contra el estado no es sino un efecto del terrorismo que ese mismo estado ha
ejercido previamente. Ciertos estados afectivos o determinadas experiencias sociales traumáticas
provocadas por las situaciones sociales antes señaladas pudieran haber actuado, en ocasiones, como
factores propiciatorios de la aparición de movimientos políticos violentos. Por lo tanto no es raro hallar
entre los miembros de una célula terrorista víctimas y espectadores de la represión y la discriminación
estatal o de la pobreza extrema. En todos esos casos se revelan las biografías de los terroristas, factores
psicológicos como la frustración, el odio y el deseo de venganza aparecen como motivaciones que
influyen de forma directa en las decisiones que determinan la fundación de una organización terrorista,
el ingreso en ella y también la participación en esta.
En otras ocasiones, los sentimientos y percepciones de injusticia o privación relativa pueden
desempeñar un cometido igualmente importante en el origen de una organización terrorista. Como ya
planteo Tilly, cuando la realidad frustra las esperanzas de un grupo o sector social de resolver alguna
forma de desigualdad o injusticia mediante acciones políticas convencionales, la probabilidad de
implicarse en actividades violentas se incrementa.
En buena medida, la decisión de iniciar una estrategia terrorista dependerá de las expectativas que los
posibles terroristas abriguen respecto a las potenciales consecuencias de sus acciones y del modo en
que valoren dichas consecuencias.
Se organizan en torno a una serie de objetivos (políticos), unas normas básicas de funcionamiento y un
conjunto de roles o funciones especializadas.
La mayoría de las organizaciones terroristas operan según una lógica puramente militar y también en
algunos casos sectarios (ciertas sectas suelen utilizar estrategias terroristas)
En las organizaciones militares y terroristas presentan una estructura compleja, altamente centralizada
y jerarquizada. Como demostró Milgram esta clase de estructuras organizacionales caracterizadas por
una minuciosa distribución de tareas y responsabilidades resulta idónea para fomentar la pérdida del
sentido de autonomía moral, así como la conformidad y la obediencia ciega a las órdenes de los
superiores.
El control de sus miembros es una de las principales claves de la eficacia de una organización terrorista.
Socialización
Comienza con la fase de reclutamiento y suele durar al menos hasta que se produce la participación en
una primera misión terrorista. Este proceso suele implicar un periodo de aislamiento físico y psicológico
de los nuevos miembros en orden de cumplir 3 objetivos fundamentales:
1) Identificación y compromiso con la organización, su ideología y sus objetivos, sus normas. por
ejemplo estar encerrado en una habitación solo con un libro con reglas o ideologías, o que lo
único que escuches sean discursos que respalden estos.
2) Superación de obstáculos psicológicos morales que pudieran entorpecer la comisión de
atentados y otros actos criminales (mediante la culpabilización y deshumanización de las
víctimas potenciales, desensibilización sistemática y progresiva respecto a actos de crueldad
extrema, etc.)
3) Adquisición de las destrezas técnicas y los conocimientos tácticos específicos de la actividad
terrorista
Incentivos y sanciones
El apoyo que en ocasiones reciben ciertos movimientos terroristas por parte de un determinado sector
de la población favorece, dentro de ese mismo entorno, el ingreso y la permanencia en la organización
correspondiente
Liderazgo
Destaca sobre los demás por rasgos tales como su superior experiencia y su intensa identificación con
los objetivos y la ideología de la organización. Por tales razones, estos líderes desempeñan un papel
decisivo en el adiestramiento y el adoctrinamiento ideológico del grupo.
La toma de decisiones
Por mucho de que las decisiones de los terroristas pretendan ser racionales, no siempre lo consiguen.
Varias de las posibles causas de ello residen en la propia estructura y dinámica de las organizaciones, así
como en las condiciones reales en las que aquellas operan: clandestinidad, aislamiento, fuertes
presiones a la conformidad con las directrices de los superiores, etc. Tales condiciones han de generar
sus propias consecuencias a nivel psicosocial, efectos como la disminución de la distancia crítica
respecto a los criterios del grupo (aceptas los criterios del grupo sin criticarlos), una alta
interdependencia y cohesión social entre sus miembros y elevados niveles de estrés, etc. Los anteriores
efectos psicosociales fomentan determinados sesgos en los procesos de toma de decisiones en grupo.
El primero de estos sesgos conocido como “polarización grupal” tiene lugar como consecuencia de lo
habitual y promueve a las personas a asumir posturas y decisiones más extremas y arriesgadas (por
ejemplo, el inicio de una nueva serie de atentados más brutales que los anteriores) cuando dichas
decisiones se toman en un grupo y no en solitario. Existe una variedad de factores que pueden facilitar
la aparición de este efecto. En muchos casos la clave es el deseo de aprobación social de sus
compañeros, por lo cual tratan de adherirse a la opinión “promedio” o de radicalizar dicha actitud en esa
misma dirección mayoritaria. Por último la polarización también puede ser provocada por la influencia
(persuasiva) de los mismos argumentos que surgen en la discusión para reforzar e intensificar la posición
mayoritaria del grupo, especialmente cuando esos argumentos apelen a ciertos valores compartidos por
el grupo ya sean valores “finales” que en parte definen la propia ideología (dios, el pueblo, la patria, etc.)
u otros valores de tipo “instrumental” pero de gran predicamento entre los terroristas ejemplo la
valentía, el riesgo o incluso la violencia y crueldad
El “pensamiento de grupo” es el segundo tipo de sesgo que podría perjudicar también la toma de
decisiones dentro de una organización terrorista. Síntomas del pensamiento de grupo:
La dimensión ideológica
Por ideología entendemos cualquier sistema de creencias que sean compartidas por los miembros de un
grupo u organización social, incluidas terroristas.
función interpretativa: La ideología proporciona una imagen comprehensiva del mundo social y
una lectura moral del mismo
función de identidad social: Además, por el hecho de ser compartida por todos los miembros de
un grupo, la ideología refuerza la identidad colectiva de aquellos
función directiva: la ideología orienta la actividad del grupo en orden a satisfacer las
necesidades y los intereses comunes a las personas que lo integran.
función de preservación: Por último, en la medida en que confiere sentido (significado y
dirección) a sus actividades, la ideología puede justificar la existencia del grupo ante sus propios
miembros
Ninguna organización terrorista podría sobrevivir si no contara con el apoyo externo de uno o varios
agentes o sectores sociales. Por lo tanto los terroristas necesitan persuadir a esos mismos grupos y aquí
es donde la ideología cumpliría una de sus principales funciones.
Además de convencer a otros los terroristas necesitan persuadirse a sí mismos o a sus compañeros de la
conveniencia y la legitimidad de sus propias agresiones.
El contenido identitario por un lado permite la identificación mutua entre los terroristas y su comunidad
de referencia, lo cual permite que aquéllos se vean a sí mismos como auténticos representantes y
servidores ejemplares de una patria, un pueblo, etc.
En segundo lugar, la ideología promueve también la identificación entre los miembros de la
organización, dando así lugar a los habituales y numerosos efectos derivados de una identidad social
bien definida: alta cohesión, solidaridad y amplia disposición a cooperar, mayor conformidad con las
normas y las consignas de los superiores, aparición de diversos sesgos perceptivos y cognitivos que
retroalimentan el sentido de pertenencia grupal (percepción homogénea de los miembros de la
organización, sesgos de atribución favorables a aquélla, tendencia a la polarización social, formación de
prejuicios devaluatorios respecto a los oponentes ,etc.). Algunos de estos sesgos suelen influir en la
radicalización de las organizaciones y en la eliminación de las barreras psicológicas que suelen impedir
que las personas realicen actos de violencia extrema.
La situación crítica en la que el terrorista cree vivir cobra pleno sentido para él si su ideología le permite
distinguir un culpable: un estado o una elite social opresora.
El discurso terrorista
La ideología da forma a la acción. El discurso constituye una vía para la expresión, la reproducción y la
evolución de las ideologías
Aspectos característicos de los discursos legitimadores del terrorismo y los principales recursos
argumentativos que la ideología terrorista aporta a su construcción.
Los argumentos destinados a la justificación de los propios actos de violencia terrorista; el tipo de
“lenguaje social” que dicho género “privilegia”
Los terroristas usan frecuentemente términos jurídicos y militares, ambos lenguajes son “lenguajes de
justificación”. Por ejemplo Cuando unos terroristas capturaron a una persona dijeron que había sido
“capturado, juzgado, condenado y ejecutado”, como si realmente aquella actuación hubiera seguido el
procedimiento jurídico convencional. Esto para justificar su actuación
El lenguaje militar lo utilizan ya que los terroristas suelen verse a sí mismos como soldados de un
ejército y porque interpretan sus acciones dentro de una “lucha armada” o una guerra convencional. En
definitiva, los argumentos a los que el terrorista recurre para justificar sus acciones de fuerza siguen en
la mayoría de los casos la lógica jurídico-militar de la “guerra justa” (o “guerra santa”), la legítima
defensa o el “tiranicidio”. Tales razonamientos cobran mayor solidez argumentativa cuando quedan
articulado dentro de una “estructura problema solución” (ejemplo de Alemania nazi: los judíos eran el
problema de Alemania, la solución: exterminarlos). La solución debe ser planteada como necesidad y no
como opción entre varias posibilidades.
Son los derechos humanos relacionados con el lugar de trabajo, la seguridad social, la vida en la familia,
la participación en la vida cultural y el acceso a la vivienda, la alimentación, el agua, la atención de la
salud y la educación
Lista básica
Al igual que otros derechos humanos, contienen dos tipos de libertades: la libertad frente al Estado y la
libertad a través del Estado. Por ejemplo, el derecho a una vivienda adecuada abarca el derecho a no ser
sometido a un desalojo forzoso ejecutado por agentes del Estado (libertad frente al Estado) y el derecho
a recibir asistencia para acceder a una vivienda adecuada en determinadas situaciones (libertad a través
del Estado).
Instrumento internacional que incluye estos derechos: Convención Americana sobre Derechos Humanos
(1969) y Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de
derechos económicos, sociales y culturales (Protocolo de San Salvador) (1988)
El desplazamiento o el desalojo forzoso puede dar lugar a una situación de falta de vivienda, a la
pérdida de los medios de subsistencia y a la destrucción de las redes sociales, y produce efectos
psicológicos devastadores. La malnutrición tiene una clara repercusión en la salud,
deshidratación
Violaciones graves: Por ejemplo, la discriminación en el acceso al empleo, la utilización de la
enseñanza como medio de propaganda, el desalojo forzoso de comunidades de sus hogares, la
denegación de asistencia alimentaria a los oponentes políticos y el envenenamiento de los
recursos hídricos constituyen violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales que
han impulsado conflictos en el pasado.
puede dar lugar a violaciones de otros derechos humanos. Por ejemplo, frecuentemente resulta
más difícil para las personas que no saben leer ni escribir encontrar trabajo, participar en una
actividad política o ejercer su libertad de expresión. La falta de protección del derecho de la
mujer a una vivienda adecuada (como la falta de la seguridad en la tenencia) puede dar lugar a
que la mujer sea más vulnerable a la violencia en el hogar, ya que podría tener que escoger
entre mantener una relación toxica o quedarse sin hogar
¿Son nuevos derechos los derechos económicos, sociales y culturales?: no las leyes nacionales y los
tratados internacionales ya habían codificado muchos de los derechos humanos que ahora
denominamos económicos, sociales y culturales
Si, al igual que otros derechos humanos, son derechos que tiene todo ser humano desde que nace. Un
niño excluido de la enseñanza primaria a causa del costo de la matrícula, una mujer que recibe una
menor remuneración que los hombres que trabajan con ella por el mismo trabajo, una persona en una
silla de ruedas que no puede entrar en un teatro porque no hay ninguna rampa, una embarazada a la
que se le deniega el ingreso en un hospital para que dé a luz porque no puede pagar, un artista cuya
obra se ve alterada, distorsionada o mutilada públicamente.
La confusión acerca del carácter individual o colectivo dimana en parte del hecho de que la satisfacción
de los derechos económicos, sociales y culturales frecuentemente requiere un esfuerzo colectivo
mediante el suministro de recursos y la formulación de políticas basadas en derechos. Para impedir que
se deniegue a los niños su acceso a la enseñanza primaria porque no pueden pagar los derechos de
matrícula, un Estado tendría que establecer un sistema para garantizar una enseñanza primaria gratuita
para todos los niños. Sin embargo, esa circunstancia tampoco impide que cada niño reclame
individualmente su derecho a la enseñanza.
¿Son los derechos económicos, sociales y culturales totalmente diferentes de los derechos civiles y
políticos?
No. ¿Por qué entonces solemos hablar de "derechos civiles y políticos" y de "derechos económicos,
sociales y culturales" como categorías separadas de derechos?
En primer lugar, la distinción se hizo inicialmente por razones históricas. Ésta apareció en el contexto de
la intensificación de las tensiones de la guerra fría entre el Este y el Oeste. El oeste hacía mas énfasis en
los derechos civiles y políticos, y el bloque oriental destacaban la importancia de los derechos
económicos, sociales y culturales.
En segundo lugar, se considera que los derechos económicos, sociales y culturales requieren un mayor
grado de inversión, en tanto que los derechos civiles y políticos requieren que el Estado se abstenga de
interferir en las libertades individuales. No obstante, los derechos económicos, sociales y culturales
también exigen que el Estado se abstenga de interferir en las libertades individuales, como las sindicales
o el derecho a elegir el trabajo que se desee. Paralelamente, los derechos civiles y políticos, aunque
abarcan libertades individuales, también requieren inversiones para lograr su plena efectividad. Por
ejemplo, los derechos civiles y políticos exigen ciertas infraestructuras, como un sistema judicial que
funcione
En tercer lugar, los derechos económicos, sociales y culturales en ocasiones se consideran vagos o poco
claros por comparación con los derechos civiles y políticos.
Por último, en realidad todos los derechos humanos están relacionados entre sí.
La educación en todas sus formas y en todos los niveles debe tener las siguientes cuatro características
interrelacionadas y esenciales
¿Cuáles son las obligaciones de los Estados respecto de los derechos económicos, sociales y culturales?
El derecho al trabajo
El derecho a la educación
Respetar. El Estado ha de respetar la libertad de los padres de elegir la escuela a la que han de
asistir sus hijos.
Proteger. El Estado ha de velar por que las terceras personas, incluidos los padres, no impidan
que las niñas asistan a la escuela
Realizar. El Estado ha de adoptar medidas positivas para velar por que la educación sea
culturalmente apropiada para las minorías y las poblaciones indígenas y para que sea de buena
calidad para todos.
¿En qué consiste la "realización progresiva" de los derechos económicos, sociales y culturales?
La obligación básica es la de adoptar medidas apropiadas con miras a lograr la plena efectividad de los
derechos económicos, sociales y culturales hasta el máximo de los recursos de que se disponga. La
referencia a la "disponibilidad de los recursos" es una forma de reconocer que la efectividad de tales
derechos puede verse obstaculizada por la falta de recursos. Los tratados imponen una obligación
inmediata de adoptar medidas apropiadas con miras a lograr la plena efectividad de los derechos
aunque el estado tenga escases de recursos.
¿Qué tipo de obligaciones deben cumplirse de inmediato en relación con los derechos económicos,
sociales y culturales?
Si bien los Estados pueden dar efectividad de manera progresiva a los derechos económicos, sociales y
culturales, también han de adoptar medidas de inmediato, independientemente de los recursos de que
dispongan, en cinco esferas
1) Eliminación de la discriminación
2) Derechos económicos, sociales y culturales no sujetos al logro progresivo de la efectividad.
Algunos derechos económicos, sociales y culturales no requieren recursos importantes. Por
ejemplo, las obligaciones de garantizar el derecho a formar sindicatos y afiliarse a ellos y a la
huelga, así como la obligación de proteger a los niños y jóvenes frente a la explotación
económica y social no requieren recursos importantes y deben observarse de inmediato
3) Obligación de "adoptar medidas": aun cuando los Estados tengan la obligación de lograr
progresivamente la efectividad, han de hacer esfuerzos constantes para mejorar el disfrute de
los derechos económicos, sociales y culturales. Esto significa que, si bien su plena efectividad
puede lograrse progresivamente, con miras a alcanzar ese objetivo han de adoptarse medidas
dentro de un período razonable de tiempo
4) Prohibición de medidas regresivas. Los Estados no deben permitir que empeore el sistema
existente de protección de los derechos económicos, sociales y culturales a menos que esté muy
justificada la adopción de una medida regresiva. Por ejemplo, el establecimiento de derechos de
matrícula en la enseñanza secundaria, que anteriormente era gratuita, constituiría una medida
deliberadamente regresiva
5) Obligaciones mínimas esenciales. Según el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
hay una obligación inmediata de satisfacer los niveles mínimos esenciales de cada derecho. Se
denominan obligaciones mínimas esenciales. Si un Estado no cumple tales obligaciones porque
carece de recursos, ha de demostrar que ha hecho todo lo posible para utilizar todos los
recursos disponibles a fin de satisfacer con carácter prioritario tales obligaciones básicas
Ejemplos de obligaciones mínimas esenciales en relación con los derechos económicos, sociales y
culturales
¿Tiene importancia el género en relación con los derechos económicos, sociales y culturales?
Si. En primer lugar, las mujeres y los hombres pueden experimentar de manera diferente los derechos
económicos, sociales y culturales. La falta de regulación de las condiciones de trabajo para el trabajo
manual duro, como el que se realiza en las minas o en la construcción, afecta tradicionalmente más a los
hombres que las mujeres, en tanto que la falta de protección de los derechos de los trabajadores en el
sector no estructurado, incluido el trabajo domestico, afecta más a las mujeres que a los hombres. En
algunos países las tasas de deserción escolar son más elevadas entre los niños que entre las niñas, ya
que los padres esperan que los muchachos ayuden económicamente a la familia. En ocasiones, hay más
niñas que niños que abandonan la escuela debido a los matrimonios y embarazos precoces, a la
violencia y al abuso sexual en la escuela o al hecho de que los padres esperan que las niñas les ayuden
en el hogar. Cuando las estrategias, la legislación, las políticas, los programas y los mecanismos de
supervisión soslayan tales diferencias, pueden dar lugar a un disfrute desigual de los derechos
económicos, sociales y culturales.
En segundo lugar, cuando la discriminación contra las mujeres y las niñas está profundamente
enraizada, el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales también se ve afectado. En
muchos países, la preferencia por los niños respecto de las niñas en la familia da lugar a que las niñas
reciban menos alimentos o educación. En la mayoría de los países, se tiende a pagar sueldos más bajos a
las mujeres por un trabajo de igual valor.
El género se refiere a las diferencias socialmente establecidas entre las mujeres y los hombres cuando: *
¿Obligan los derechos económicos, sociales y culturales a los gobiernos a proporcionar bienes y servicios
de manera gratuita?
Por regla general, no. Los Estados están obligados a garantizar que las instalaciones, los bienes y los
servicios requeridos para el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales están disponibles
a precios asequibles.
Esa afirmación está sujeta a dos condiciones. En primer lugar, en algunos casos el hecho de garantizar la
igualdad de disfrute de los derechos puede exigir que se presten servicios subvencionados o gratuitos a
quienes, de no ser así, no podrían disfrutar de ciertos derechos
En segundo lugar, han de proporcionarse gratuitamente algunos servicios necesarios para lograr la
efectividad de ciertos derechos económicos, sociales y culturales. Por ejemplo la enseñanza gratuita y
obligatoria
¿Los derechos económicos, sociales y culturales dan lugar a que la gente dependa de la asistencia
social?
Si la asistencia del Estado hace dependientes a los beneficiarios, se plantea la cuestión de si se han
adoptado las políticas adecuadas.
Toda persona tiene derecho a la seguridad social en caso de desempleo, enfermedad, vejez y otros casos
de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. La
seguridad social debe impedir que las personas vivan en situaciones desesperadas y debe ayudarlas a
recuperarse con miras a brindarles oportunidades para que sean miembros libres de la sociedad y
realicen aportaciones a ésta. El suministro por los gobiernos de bienes y servicios en caso de necesidad
es, por consiguiente, un medio de garantizar el disfrute de los derechos económicos, sociales y
culturales
¿Son los derechos económicos, sociales y culturales una consecuencia natural de la democracia o del
crecimiento económico?
No, no necesariamente. La verdad es que, a menos que se adopten medidas concretas (por ej luchas,
manifestaciones, etc.) con miras a lograr la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y
culturales, rara vez, por no decir nunca, podrá lograrse su plena efectividad, ni siquiera a largo plazo. Por
ejemplo, el crecimiento económico no se plasma automáticamente en una mejora del nivel de vida de
los grupos más excluidos y marginados, a menos que se adopten medidas o políticas especiales en
beneficio de tales personas
¿Es lo mismo alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio que dar efectividad a los derechos
económicos, sociales y culturales?
Los ODM y las normas de derechos humanos se complementan entre sí en gran medida, pero los
derechos humanos van más lejos
el alcance de las cuestiones que abarcan los derechos económicos, sociales y culturales es más amplio
que el de las cuestiones abarcadas por los ODM. Para dar efectividad a los derechos económicos,
sociales y culturales deben hacerse esfuerzos para alcanzar los ODM de una manera que integre
plenamente una perspectiva de los derechos humanos, así como ir más allá.
¿Pueden hacerse valer ante los tribunales los derechos económicos, sociales y culturales?
“un enfoque basado en la perspectiva de género reconoce que los factores biológicos y socioculturales
ejercen una influencia importante en la salud del hombre y la mujer.“
se define la salud reproductiva como un estado general de bienestar físico, mental y social en todos los
aspectos relacionados con el sistema reproductivo. Ello implica el derecho del hombre y la mujer a
obtener información y tener acceso a métodos de su elección seguros, eficaces, aceptables y
económicamente asequibles en materia de planificación de la familia. Asimismo, la salud sexual y
reproductiva incluye el derecho a elegir métodos para la regulación de la fecundidad que no estén
legalmente prohibidos y el derecho de la mujer a tener acceso a servicios de atención de la salud que
combatan los riesgos en embarazos y partos. La salud sexual y reproductiva implica, entonces, la
capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos, la capacidad de procrear y la libertad
para decidir hacerlo, cuándo y con qué frecuencia.
Las relaciones igualitarias entre la mujer y el hombre respecto de la integridad de la persona, exigen el
respeto y el consentimiento recíprocos y la voluntad de asumir conjuntamente la responsabilidad de las
consecuencias del comportamiento sexual.
El derecho a la atención de la salud reproductiva debe incluir la promoción de una maternidad sin
riesgos, la atención a las personas con VIH y otras infecciones de transmisión sexual, el manejo del
aborto como problema de salud pública, la provisión de tratamientos contra la infertilidad y el
suministro de anticoncepción de calidad
Los contextos estructurales de pobreza y violencia obstaculizan la garantía del derecho a la salud
La mala salud lleva a la pobreza al eliminar los medios de ganarse la vida, reducir la productividad de los
trabajadores, rebajar los logros de la educación y limitar las oportunidades. Puesto que la pobreza
puede hacer que disminuya el acceso a los cuidados médicos, que aumente la exposición a los riesgos
ambientales y que aparezcan las peores formas de trabajo infantil y de malnutrición, muchas veces la
mala salud llega también como consecuencia de la pobreza. En otras palabras, la mala salud es al mismo
tiempo causa y efecto de la pobreza: los enfermos tienen más probabilidades de hacerse pobres y los
pobres son más vulnerables a la enfermedad y la discapacidad.
Rumanía las políticas a favor de la natalidad durante el periodo comunista, restringían el acceso de la
mujer a métodos anticonceptivos y respaldaban económicamente a las mujeres que tenían familias
numerosas. Este tipo de políticas derivaban en un elevado número de mujeres que recurrían a abortos
ilegales
Liberalismo y patriarcado
Los liberales acostumbran a considerar la sociedad civil como privada. La oposición entre las esferas
pública y privada constituye una oposición desigual entre mujeres y hombres
Fue Locke en su Segundo Tratado quien sentó el fundamento teórico de la separación liberal entre lo
público y lo privado, Locke sostuvo que el poder político es convencional y que sólo se puede ejercer
justificadamente sobre individuos adultos, libres e iguales, y con el consentimiento de éstos. El poder
político no se debe confundir con el poder paternal sobre los hijos en la esfera privada y familiar, que es
una relación natural que llega a su fin con la madurez y, por tanto, con la libertad e igualdad de los hijos
(varones). Una persona subordinada por naturaleza no puede ser al mismo tiempo un ser libre e igual.
Por tanto, las mujeres (las esposas) son excluidas del estatus de «individuos» y, por tanto, de la
participación en el mundo público de la igualdad, el consenso y la convención.
Puede parecer que la separación lockeana entre el poder paternal y el poder político puede
caracterizarse también como una separación entre lo privado y lo público. Y ello es así en un sentido, si
se considera que la esfera pública abarca toda la vida social, a excepción de la vida doméstica. La teoría
lockeana demuestra también cómo las esferas privada y pública se basan en principios de asociación
antagónicos, que se manifiestan en el distinto estatus de mujeres y hombres; la subordinación natural es
contraria al libre individualismo.
La participación en la esfera pública se rige por criterios de éxito, intereses, derechos, igualdad y
propiedad universales, impersonales y convencionales; es decir, por los criterios liberales aplicables
únicamente a los hombres. Una de las consecuencias importantes de esta concepción de lo privado y lo
público es que la teoría liberal (y de hecho, prácticamente toda la teoría política) conceptualiza y trata el
mundo público, o la sociedad civil, haciendo abstracción como algo separado de la esfera doméstica
privada.
Era doméstica privada. Llegados aquí conviene subrayar que la crítica feminista contemporánea a la
dicotomía entre lo público y lo privado se basa en la misma perspectiva lockeana de las dos categorías;
al igual que (en esta interpretación de) la teoría lockeana, las feministas consideran que la vida
doméstica es privada por definición. Sin embargo, rechazan el supuesto en virtud del cual la separación
entre lo privado y lo público se sigue inevitablemente de las características naturales de los sexos y
sostienen, por el contrario, que sólo resulta posible una correcta comprensión de la vida social liberal
cuando se acepta que las dos esferas –la doméstica (privada) y la sociedad civil (pública) –
presuntamente separadas y opuestas están inextricablemente interrelacionadas. Dicho de otra forma,
que son las dos caras de la misma moneda, el patriarcalismo liberal.
el liberalismo conceptualiza la sociedad civil prescindiendo de la vida doméstica, esta última sigue
siendo «olvidada» en las discusiones teóricas.
El patriarcalismo recurre a la naturaleza y al supuesto de que la función natural de las mujeres consiste
en la crianza de los hijos/as, lo que prescribe su papel doméstico y subordinado en el orden de las cosas.
Mary Wollstonecraft las que se entienden por características naturales de las mujeres en realidad son,
como dijo Wollstonecraft, «artificiales», un producto de la educación de las mujeres o de su carencia de
ella. Aún así estas tienen la capacidad natural y biológica de tener hijos. Los argumentos que se centran
en la oposición naturaleza/cultura pertenecen a dos grandes categorías: el feminismo antropológico y el
feminismo radical
En una de las argumentaciones antropológicas más influyentes, Ortner sostiene que, las mujeres y la
vida doméstica simbolizan la naturaleza. La naturaleza siempre se considera como algo de orden inferior
a la cultura. La cultura se identifica con la creación y el mundo de los hombres porque la biología y los
cuerpos de las mujeres las acercan más a la naturaleza. Por tanto, las mujeres y la esfera doméstica
aparecen como algo inferior a la esfera cultural y a las actividades masculinas, de manera que las
mujeres se consideran como seres necesariamente subordinados a los hombres
en las obras de las feministas radicales sostienen que la naturaleza es la única causa del dominio de los
hombres. Firestone reduce la historia de la relación entre naturaleza y cultura, o entre privado y público,
a una oposición entre femenino y masculino. Los hombres, al confinar a las mujeres al espacio de la
reproducción (a la naturaleza), se liberaron a sí mismos «para los negocios del mundo» y de esta forma
crearon y controlaron la cultura. La solución propuesta consiste en eliminar las diferencias naturales
(desigualdades) entre los sexos, introduciendo la reproducción artificial. El supuesto de Firestone reduce
los conceptos sociales de «mujeres» y «hombres» a las categorías biológicas de «hembra» y «varón»,
negando así toda importancia a la compleja historia de las relaciones entre hombres y mujeres, o entre
las esferas privada y pública. Se basa en una concepción abstracta de un individuo femenino natural,
biológico, con una capacidad reproductora que la deja a merced del individuo masculino, quien se
supone que tiene un impulso natural para someterla
Moralidad y poder
Existe un cierto desacuerdo sobre si el movimiento sufragista (el voto de las mujeres) sirvió para reforzar
la separación sexual de la vida social o si, pese a todo, fue uno de los medios que contribuyó a socavar
dicha separación. A mediados del siglo diecinueve, cuando surgió el feminismo como movimiento
político y social organizado se afirmaba que mujeres y hombres tenían, por naturaleza, un lugar social
separado pero complementario e igualmente valioso. La diferencia más notable entre las primeras
feministas y sufragistas y las feministas contemporáneas es que, en el siglo diecinueve, casi todo el
mundo aceptaba la doctrina de las esferas separadas.
Uno de los principales argumentos de las sufragistas fuera que el voto era un medio necesario de
proteger y fortalecer el ámbito concreto de las mujeres. Los antisufragistas defendían,
consecuentemente, que conceder el derecho al voto a las mujeres debilitaría al Estado, puesto que éstas
no podían empuñar las armas o emplear la fuerza; las sufragistas contraargumentaban afirmando que la
mayor moralidad y rectitud de las mujeres transformaría el Estado y marcaría el comienzo del imperio
de la paz. Lejos de desafiar la separación de lo público y lo privado, pura y simplemente «perpetuaron
las mixtificaciones y los supuestos no cuestionados que sirvieron para armar el sistema en su contra»
Según DuBois la reivindicación del voto negaba que las mujeres solo sirviesen por naturaleza para la vida
doméstica. Por tanto, lograr el voto significaba que, al menos en un aspecto, las mujeres deberían ser
aceptadas como «individuos». De ahí que DuBois sostenga que cuando las mujeres reclamaron un
estatus público e igual al de los hombres «desenmascararon y desafiaron el supuesto de la autoridad
masculina sobre las mujeres». Las mujeres lograron una practica legal y política en igualdad con los
hombres.
Mill demostró teóricamente, al igual que el movimiento feminista reveló en la práctica, que ambas
esferas están íntegramente relacionadas y que la plena e igual participación de las mujeres en la vida
pública es imposible sin que se produzcan cambios en la esfera doméstica.
Mill sostiene que la relación entre hombres y mujeres, o más específicamente entre maridos y mujeres,
constituye una injustificada e injustificable excepción a los principios liberales de libertad e igualdad
individual, libre elección, igualdad de oportunidades, en tanto se concebía al marido y a la mujer como
amo y esclava respectivamente. Cuando una mujer se casa escoge su “carrera”
Las mujeres, en tanto esposas, estarán básicamente confinadas al pequeño círculo familiar, de manera
que no les resultará nada fácil emplear su voto para proteger sus intereses. Las mujeres no serán
capaces de aprender cuáles son sus intereses si carecen de experiencia fuera de la vida doméstica.
Mill considera a la familia moderna como la verdadera escuela de la libertad. La familia igualitaria no
puede, por si misma, sustituir la participación en una amplia gama de instituciones sociales
(especialmente el lugar de trabajo) que Mill, en sus otros escritos políticos y sociales, considera
necesarias para la educación de la ciudadanía.
La incapacidad de Mill para cuestionar la «natural» división sexual del trabajo socava su defensa de un
estatus público igual para las mujeres.
La consigna más popular del movimiento feminista actual es «lo personal es político», lo que no sólo
rechaza explícitamente la separación liberal de lo público y lo privado, sino que implica también que no
puede ni debe trazarse distinción alguna entre los dos ámbitos
Las feministas han hecho hincapié en que los problemas «personales» sólo se pueden resolver a través
de medios y de acciones políticas.
Hoy en día se considera que lo privado o personal y lo público o político son independientes e
irrelevantes entre sí. Si bien son independientes hay una conexión entre estas esferas
La forma en que se produjo la inclusión de la mujer en la vida pública se basó, con la misma firmeza que
su posición en la esfera doméstica, en creencias y prácticas patriarcales. La vida pública, aunque no
totalmente exenta de mujeres, sigue siendo el mundo de los hombres y sigue estando dominada por
ellos.
Las investigaciones feministas han mostrado que las mujeres trabajadoras se concentran en unas pocas
áreas ocupacionales («trabajos propios de mujeres») y en empleos poco remunerados, de bajo estatus y
consideración auxiliar. Y si ésta es también una trabajadora asalariada, tiene que dedicar una jornada
complementaria a estas actividades «naturales» (fregar, lavar y atender a los hijos).
Debido a lo anterior, el poder del Estado presupone y mantiene el estatus subordinado de las mujeres
Desde una posición favorable al feminismo, Wolff ha afirmado recientemente que superar la separación
de las dos esferas presenta un problema intrínsecamente insoluble. «Luchar contra la división no tiene
sentido», lo máximo que se puede lograr son ajustes ad hoc del orden existente. Argumentar que en el
ámbito público todo el mundo debiera ser tratado como si los factores del sexo, raza, color, edad y
religión fuesen irrelevantes, es insistir en que deberíamos negar las realidades humanas más básicas
sobre nosotros mismos, acentuando así la deshumanización y la alienación del presente.
Las feministas están intentando desarrollar una teoría de la práctica social – basada en la interrelación, y
no en la separación y oposición –de la vida individual y la colectiva, o de la vida personal y la política–. a
la conclusión más clara de las críticas feministas: si las mujeres han de participar plenamente, como
iguales, en la vida social, los hombres han de compartir por igual la crianza de los hijos/as y otras tareas
domésticas. Mientras a las mujeres se las identifique con este trabajo «privado», su estatus público
siempre se verá debilitado. Esta conclusión niega el supuesto patriarcal de que como las mujeres son las
que dan a luz solo ellas pueden criarlos.
El feminismo persigue un orden social diferenciado dentro del cual las diversas dimensiones son
distintas pero no separadas u opuestas, basado en una concepción social de la individualidad, que
incluye a mujeres y hombres como seres biológicamente diferenciados pero no como criaturas
desiguales. Sin embargo, mujeres y hombres, y lo privado y lo público, no están necesariamente en
armonía
Rousseau y Hegel excluyeron explícitamente a las mujeres de esta empresa, confinando a estos seres
políticamente peligrosos a la oscuridad del mundo natural de la familia; Marx tampoco logró librarse –ni
él ni su filosofía– de supuestos patriarcales.
La violencia hacia las mujeres es un problema social y esta debe ser combatida mediante políticas y
programas de Estado.
La mayoría de las encuestas sustituye el objeto “violencia hacia las mujeres” por el objeto “violencia
hacia las mujeres en la pareja”; y abordan, además el problema de la violencia de pareja como un
atributo de los individuos (que solo pase en cierto tipos de parejas), antes que como un problema
interaccional (un problema del tipo de interacciones dentro y fuera de la pareja), antes que como un
rasgo de ciertas mujeres y sus parejas en un determinado momento (es algo que puede pasar en
cualquier pareja en un momento determinado no en cierto tipo de estas), que como un fenómeno social
de carácter dinámico cuyas variaciones deben explicarse sociológicamente
Al adoptar un enfoque de género, puede pensarse en violencia hacia las mujeres a nivel estructural, en
un extremo, y en violencia hacia las mujeres a nivel interaccional, en el otro extremo, con la categoría de
violencia institucional mediando entre ambas opciones
Hablamos de violencia estructural hacia las mujeres porque en todos y cada uno de los ámbitos de la
sociedad se ejerce y se reproduce la dominación sobre ellas y porque el origen de las diversas formas
concretas de violencia (física, sexual, emocional y patrimonial) contra ellas se pueden rastrear hasta este
nivel de realidad (instituciones, religión, cultura, etc.) (Risman, 2004). En otras palabras, la noción de
violencia estructural hace referencia a una lógica que produce y reproduce la violencia, y que es
constitutivo de la propia estructura social. Esta violencia se encuentra a nivel macro del sistema de
dominación masculina
Dos dimensiones para delimitar el concepto de violencia. La primera es diferenciar las formas de
dominación u opresión, y lo que son expresiones concretas de violencia. La segunda dimensión se
refiere a la necesidad de diferenciar, en cualquiera de esos planos, la violencia de género de otras
formas de violencia que tendrían una motivación independiente del género
Una de las principales complicaciones presentes en el campo de la investigación sobre violencia hacia las
mujeres se refiere a la existencia de fundamentalmente dos tipos de definiciones de violencia —en
general y hacia las mujeres— en ocasiones se usan definiciones jurídicas, y en otras ocasiones se usan
definiciones de salud pública. Y sólo en ocasiones algunas de esas definiciones, pueden adoptar un
enfoque de género.
La Ley General de Acceso de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia, identifica en su artículo 6°, cinco
tipos de violencia contra las mujeres: psicológica, física, patrimonial, económica y sexual.
1) Que son formas de violencia que también se pueden ejercer contra víctimas diferentes de las
mujeres propiamente tales;
2) que enfatizan el daño como el atributo fundamental que debe identificarse para poder
acreditarse que se trata, efectivamente, de violencia.
las definiciones de salud pública no tienen como objetivo fundamental perseguir y castigar conductas
delictivas, sino prevenir, atender y erradicar los daños a la salud de las personas, tanto reales como
potenciales. Por ello, la Organización Mundial de la Salud establece que se entiende por violencia:
El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno
mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar
lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones
Desde la perspectiva jurídica, una conducta no intencional que resulte en daño de todas maneras es
tipificable como violencia, mientras que a la inversa, desde la perspectiva de la salud pública una
conducta que tenga intención de dañar aunque no cause daño puede ser considerada como violencia.
Para la jurídica solo lo que cause daño es violencia
Dos discusiones académicas muy importantes que han influido decisivamente en la investigación sobre
el problema de la violencia hacia las mujeres. La primera de ellas se refiere al debate que llevan a cabo
los defensores del enfoque de la violencia familiar con las defensoras del enfoque feminista (Kurz). El
segundo se refiere al debate que sostienen quienes defienden que es necesario diferenciar varios tipos
de violencia hacia las mujeres, con quienes sostienen que el uso de conceptos como patriarcado sólo
oscurece las cosas
Los autores parten de la premisa de que todos los integrantes de la familia son potenciales víctimas de la
violencia, pero también potenciales victimarios. Postularon la existencia de una tolerancia cultural al uso
de la fuerza física, bien para “educar” a los hijos, bien para resolver problemas de pareja. No es violencia
hacia la esposa por ser mujer sino por ser parte de la familia. Por tanto, señalan, la unidad de análisis
para el problema de la violencia debe ser la familia, y no la pareja (Straus)
Postula que la violencia de pareja hacia las mujeres debe estudiarse y compararse en el marco de las
otras formas de violencia que existen al interior de la familia. Muestra que los niños que atestiguan o
sufren violencia en la infancia tienen muchas más probabilidades de sufrir y ejercer violencia en sus
relaciones de pareja en la vida adulta.
El enfoque feminista
Se centra en la construcción de una sociedad con equidad de género, donde todas las formas de
subordinación femenina sean eliminadas. Lo importante a destacar es que justamente esta perspectiva
lleva a las autoras de este enfoque a postular que la violencia de pareja hacia las mujeres debe
estudiarse en sus vinculaciones con otras formas de violencia hacia las mujeres (y no con otras formas
de violencia familiar), tales como la violencia que sufren en la calle, en el trabajo, y en la escuela,
además de en sus relaciones afectivas. En este caso, entonces, la unidad de análisis no es la familia, sino
las mujeres en sus diferentes relaciones, en diferentes contextos
A partir de esta consideración, el enfoque feminista formula varias críticas muy importantes al enfoque
de la violencia familiar. El enfoque feminista argumenta que las violencias hacia las mujeres son de
muchas modalidades, tales como la violencia sexual, emocional, verbal, patrimonial, etc., y que todas
ellas deben ser consideradas como expresiones particulares de la violencia en general hacia las mujeres.
¿Y el género?
La definición más conocida de violencia hacia las mujeres, que tiene un enfoque de género y que ha sido
adoptada por la comunidad de naciones es la propuesta en el marco de la Asamblea General de las
Naciones Unidas en 1993 y dice que la violencia de género es:
todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como
resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de
tales actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública
como en la vida privada
Presenta un problema fundamental: supone que sólo puede ejercerse contra las mujeres. De ser el caso,
tendríamos que preguntarnos: ¿son lo mismo la violencia contra las mujeres y la violencia de género?
Para la respuesta dice “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino”, es decir, todo
acto de violencia que se ejerce contra las mujeres por ser mujeres. Toda violencia hacia la mujer que la
causa no sea por ser mujer no es violencia de genero
Es la definición de Ward (2002) la que ofrece una salida al problema de si toda violencia de género
necesariamente tiene como víctimas a las mujeres, o si es posible que haya violencia de género contra
los varones. Ward propone definir violencia de género como:
cualquier daño a otra persona perpetrado contra su voluntad, que tiene un impacto negativo sobre su
salud física o psicológica, sobre su desarrollo y sobre su identidad, y que es el resultado de las
desigualdades genéricas de poder que explotan la distinción entre hombres y mujeres, en hombres y
mujeres […] Aunque no se dirige exclusivamente contra las mujeres y las niñas, la violencia de género las
afecta principalmente a ellas en todas las culturas. La violencia puede ser física, sexual, psicológica,
económica o sociocultural. Los perpetradores pueden ser miembros de la familia, miembros de la
comunidad, y aquellos que actúan en nombre de instituciones culturales, religiosas, o de estado
Planteada así, esta definición supone un avance en al menos dos sentidos: por una parte, enfatiza que se
trata de violencia que explota la distinción culturalmente establecida entre hombres y mujeres, es decir,
es violencia que se ejerce para reforzar dicha diferencia, o para restablecerla, o para imponerla. Por otra
parte, señala que el efecto de dicha explotación puede darse por igual en hombres y en mujeres; por
tanto, las víctimas pueden ser también varones, y las victimarias pueden ser también mujeres. Así por
ejemplo, una agresión física contra un hombre homosexual, que se lleva a cabo con el fin de “castigar”
su preferencia sexual y “para que se haga hombre”, cae perfectamente dentro de la definición de
violencia de género, independientemente de que la lleve a cabo un hombre o una mujer. Y a la inversa,
al menos teóricamente cabría la posibilidad de que algunas agresiones sufridas por mujeres, aunque
provengan de sus parejas masculinas, podrían no quedar clasificadas como violencia de género.
Las diferencias entre el enfoque de la violencia familiar y el enfoque feminista se deben a que, están
analizando fenómenos distintos. El autor propuso que es posible diferenciar dos tipos de violencia al
interior de las parejas: la primera la llamó terrorismo patriarcal, y la definió como:
el producto de las tradiciones patriarcales sobre el derecho de los hombres a controlar a ‘sus’ mujeres,
una forma de control terrorista de las esposas por los esposos que incluye el uso sistemático no sólo de
la violencia, sino también de la subordinación económica, amenazas, aislamiento y otras tácticas de
control
La segunda forma de violencia la llamó violencia común de pareja, y se trata de una forma de violencia
que ocurre más ocasionalmente, que es producto de situaciones de tensión que “se salen de control”, y
que resultan normalmente en formas “menores” de violencia. Es más accidental y espontánea, no se
basa en el sistema patriarcal
Las encuestas, dice, son un instrumento adecuado para medir la violencia común de pareja pero no lo
son para medir el terrorismo patriarcal. Para esta última forma de violencia, son los registros
institucionales la fuente de datos más adecuada y ciertamente es la que ha privilegiado el enfoque
feminista.
Dutton
Ha presentado datos estadísticos que demuestran, desde su punto de vista, que no existe una relación
clara ni directa entre patriarcado y violencia hacia las mujeres en la pareja. Señala que la disparidad por
sexo en el número de lesiones derivadas de la violencia de pareja es menor a lo que postula el enfoque
feminista. Los hombres sub-reportan la violencia de que son objeto por parte de sus parejas femeninas,
debido a que no consideran dicha violencia como un crimen. Critica el llamado del enfoque feminista a
privilegiar los estudios cualitativos pues, dice, ello tiene como finalidad básicamente evadir las
evidencias duras que ofrecen los datos estadísticos.
De hecho, propone que en todo caso la relación entre patriarcado y violencia, algunas psicopatologías,
dice, pueden llevar a algunos hombres a adoptar una ideología patriarcal con el fin de justificar y
racionalizar su propia psicopatología (y no al revés, como sugiere el enfoque feminista: que la estructura
patriarcal lleva a algunos hombres a ejercer violencia contra las mujeres). las críticas de Dutton
constituyen lo que Weber (1979) llamaba “hechos incómodos”, es decir contraargumentos al paradigma
feminista que por honestidad intelectual es necesario conocer para, en todo caso, poder refutarlos con
evidencias científicas.
desde una perspectiva de género, se postula que el patriarcado (o la dominación masculina, o el sistema
sexo/género) es la causa última de todas las formas de desigualdad, dominación y violencia que se
observa contra las mujeres. Así por ejemplo, a partir de las variables disponibles se construyen
mediciones sobre desigualdad en el nivel educativo entre las mujeres y sus parejas; o sobre desigualdad
en la distribución de las labores del hogar; Y después se correlacionan dichas variables con el riesgo de
sufrir violencia. Dichas variables sólo pueden asumirse como resultado del patriarcado, pero no
constituyen indicadores propios de ese fenómeno. Si hay patriarcado se encontraran estas variables,
pero si están estas variables no quiere decir que haya patriarcado
Frías
La desigualdad de género a nivel estructural influye en la probabilidad de que las mujeres sufran
violencia por parte de su pareja. Encontró que, efectivamente, a mayor igualdad de género a nivel
estatal, menor el riesgo de que las mujeres sufran violencia física y económica. Frías mostró que
también existen interacciones entre el nivel estructural y algunas de las variables individuales de las
mujeres medidas a través de la encuesta. Por ejemplo, se sabe que las mujeres con una ideología de
roles de género conservadora (tendiente a apoyar la ideología patriarcal), están en mayor riesgo de
sufrir violencia que aquellas que tienen una visión más igualitaria. Sin embargo, la autora demostró que
este riesgo no es homogéneo para todas las mujeres: aquellas que viven en un estado con mayor índice
de desigualdad de género tienen un mayor riesgo que aquellas que viven en un estado con menor
desigualdad de género.
Es claro que no son triviales las diferencias entre violencia doméstica y familiar; o entre violencia hacia
las mujeres y violencia de género; o entre violencia estructural e interaccional pues se trata de
fenómenos diferentes que requieren de políticas específicas para su eliminación
MULTICULTURALISMO Y GÉNERO. APORTES DE LA DEMOCRACIA DELIBERATIVA
MULTICULTURALISMO
Surgió en la década de los ochenta como una corriente ético-política que representaba los reclamos de
las culturas minoritarias a la cultura hegemónica de las democracias liberales. Los ciudadanos
pertenecientes a grupos no hegemónicos eran objeto de discriminación e injusticias. La crítica general
es, entonces, que las sociedades liberales les plantean a ciertas personas exigencias mayores que a las
que integran la cultura mayoritaria, hay intolerancia respecto de la diversidad cultural.
Las demandas que estos grupos plantean al estado liberal, son derechos idiosincráticos tendientes a
proteger a las culturas minoritarias, tales como, el derecho a ser educado en la propia lengua ya que se
les impone la lengua del estado hegemonico), el derecho a la propia cultura es el referente principal.
Basada en una igualdad sustantiva y sensible tanto a las cuestiones feministas y de género, como a la
categoría de reconocimiento, pilar del multiculturalismo
1) Cultura y multiculturalismo
A los fines de este trabajo adoptaremos la definición que propone Leciñana Blanchard: «formas de vida
diferentes, conservadoras de tradiciones particulares y derechos de las minorías sean estas sexuales,
culturales o de otros grupos sociales que anteriormente eran invisibles como tales». La ventaja de esta
definición es que es convincentemente descriptiva y también prescriptiva
Seyla Benhabib dio con la clave de dónde reside la dificultad para realizar una definición unívoca de
multiculturalismo: el concepto de cultura.
Las culturas no están fijadas ni diferenciadas. Así, los defensores del multiculturalismo de uno u otro
signo suelen identificar a las minorías con los oprimidos, sin tener en cuenta que las demandas de
autonomía cultural pueden reflejar tanto las aspiraciones de las nuevas élites como la agonía de un
pueblo discriminado y no reconocido. Pero aun en este último caso, un grupo puede someter y
discriminar a algunos de sus propios miembros, por ejemplo, a las mujeres. Ejemplo: lo aporta el poder
judicial argentino. Recordemos el caso de una niña wichí de doce años, embarazada de su violador, a la
que no se le permitió un aborto terapéutico, contemplado por la ley, y a cuyo violador se lo eximió de
culpa y cargo bajo el recurso de haber apelado a su identidad cultural.
Este tipo de situaciones lleva a algunas teóricas a afirmar que el multiculturalismo es perjudicial para las
mujeres, ya que la gran mayoría de las culturas y las tradiciones son patriarcales y discriminan o
excluyen a las mujeres.
2) Reconocimiento
Sin embargo, en los años noventa del siglo XX, la categoría de justicia fue desafiada por la de
reconocimiento. Sin abandonar las demandas redistributivas, las minorías étnicas, sexuales o nacionales,
no sólo reclamaron derechos universales sino también su reconocimiento identitario público y
diferenciado. La distribución igualitaria de los derechos civiles y políticos fue interpretada como que da
una identidad cosificada a quienes integran grupos subalternos: es decir, los varones proyectan sobre las
mujeres, los blancos sobre los negros, los heterosexuales sobre los homosexuales, imágenes devaluadas
de los mismos.
Para Honneth, esto ocurre porque la autocomprensión positiva de la propia identidad requiere de dos
formas de reconocimiento. La primera hace abstracción de nuestras diferencias, porque busca que se
respete nuestra dignidad como personas, la segunda favorece la estima de sí, entendida como la opinión
buena y la confianza que tenemos en nosotros mismos.
Si el Estado, en lugar de garantizar iguales oportunidades a todos los ciudadanos para que persigan sus
propias concepciones de lo bueno, impulsara políticas que privilegian a unas sobre otras, incurriría en la
violación del principio de igual trato, y correría el peligro de anteponer preferencias valorativas a
consideraciones de justicia. Además, como señalamos antes, ¿todas las minorías culturales merecen ser
reconocidas por igual? Las hay xenófobas y violentas, como los skinhead o el Ku-Kux-Klan.
Es importante tener en cuenta que la doble identificación étnica y genérica puede producir fuertes
tensiones: es frecuente que una mujer sea discriminada de la cultura hegemónica (racismo) y que sea
vista como inferior dentro de su propia cultura
Lo que caracteriza a la injusticia de género es el androcentrismo, que devalúa todo lo codificado como
mujer, femenino o feminizado. Las mujeres han recibido históricamente un reconocimiento degradado,
que lesiona su autoimagen y necesitan como reparación una redistribución diferenciada de las bases
sociales del respeto de sí
3) Identidad/diferencia
la segunda se vincula con la lucha por la afirmación de la propia identidad. En términos dialécticos este
aspecto puede presentarse así: por un lado, el oprimido niega su identificación con una identidad vacía,
por ejemplo, la identidad política de la ciudadanía libre e igual (no se identifica libre ni igual). Por medio
de esa negación, busca afirmar aquello que considera propio, su pertenencia, por ejemplo, la negritud,
el indigenismo. Por el otro, por su lucha en la esfera política busca que vean que su negritud
(pertenencia a la raza negra) vale lo mismo que pertenecer a la raza blanca, o que aunque sea
homosexual vale lo mismo que alguien heterosexual. La autoafirmación identitaria es siempre grupal;
facilita que las personas pertenecientes a los grupos depreciados se organicen políticamente y consigan
trasmutar en positivos aquellos mismos rasgos que históricamente se habían internalizado de modo
negativo.
Tal como lo muestra Benhabib, las culturas son heterogéneas y cambiantes, de manera que es imposible
darles un significado fijo y unívoco. Además, pretender que la identidad de las personas se determine
exclusivamente por la cultura es desconocer que nadie se constituye de una vez y para siempre sino que
constantemente se reconstruye discursivamente en contextos sociales complejos, plurales y que varían
con el tiempo
cabe preguntarse si, desde un punto de vista normativo la mejor opción es hacer del enfoque
identitario-cultural el criterio último de validación de toda demanda. Esta opción acarrea varios
problemas; uno no menor, ya señalado, es que conduce a anteponer los reclamos de los grupos, a la
distribución igualitaria de derechos que define a la democracia
Es importante reconocer, no obstante, que la identificación con un determinado grupo puede favorecer
la autoestima de las personas y ayudar a que se organicen políticamente, ganen el espacio público y así
se hagan visibles. Pero, como contra cara, también es cierto que esas identificaciones grupales pueden
ejercer coacción y coartar la libertad individual de sus propios miembros
Según Elster, las preferencias adaptativas son endógenas; es decir, no son ni fijas ni estables, sino que se
adaptan a una amplia gama de factores, tales como el contexto en el cual se expresan, las reglas legales
existentes de una cultura
Al respecto, las mujeres en tanto que individuos desaventajados en sociedades estratificadas )se
presenta en capas), las minorías en las sociedades intolerantes, los trabajadores explotados en las
economías explotadoras, tienden a aceptar sus privaciones como resultado de su necesidad de
sobrevivencia.
Para que la elección identitaria fuera una opción genuina, se requeriría que las mujeres pudieran realizar
un examen crítico de su propia cultura, y debería conllevar, obviamente, la posibilidad de no elegirla.
4) Derechos grupales/individuales
R. Dworkin, los derechos constituyen las cartas de triunfo de las personas frente a eventuales abusos del
gobierno o de las mayorías. Los defensores del multiculturalismo vienen desafiando este modelo al
entender que es falso que el reconocimiento normativo de los derechos individuales sea suficiente para
proteger a todos los ciudadanos por igual.
Kymlicka
para solucionar los conflictos que se producen entre derechos individuales y colectivos, el autor propone
distinguir dos tipos de derechos colectivos. Por un lado, los de restricción externa (intergrupales),
destinados a proteger a la comunidad contra las presiones externas; que amparan determinadas
protecciones especiales de una cierta comunidad frente al resto de la sociedad (por ejemplo, derechos
de autogobierno, derechos lingüísticos, entre otros). Por otro lado, los derechos colectivos de restricción
interna (intragrupales), destinados a proteger a la comunidad contra la disidencia interna de aquellos
miembros que se niegan a observar las prácticas tradicionales. Es claro que un Estado liberal debe
reconocer los primeros derechos pero no los segundos. Sin embargo, si aceptáramos esta distinción y la
aplicáramos a los ejemplos que hemos descrito, queda claro que los sistemas jurídicos han avalado
derechos de restricción interna, en defensa de alegaciones culturales. Ese tipo de respuestas,
desprotege altamente a las mujeres de sus derechos individuales, pongamos por caso, su integridad
sexual, su patrimonio o la libre elección de su proyecto de vida. Debido, entre otras, a cuestiones de ese
tipo, la solución de Kymlicka no resulta enteramente satisfactoria. La admisión de los derechos
intergrupales no puede hacerse sino a costa de los derechos individuales
no encontramos ninguna razón suficiente para admitir derechos colectivos. Además de producir
superpoblación en el conjunto de los derechos y acarrear no poca confusión conceptual, no hallamos un
buen argumento que muestre que los derechos colectivos superan el test de género o test de la
situación de las mujeres. Las personas integrantes de esos grupos no gozan de igualdad de
oportunidades y de reconocimiento porque están en inferioridad de condiciones
La democracia deliberativa
Hay tres características distintivas de la teoría deliberativa en su versión habermasiana, que tomamos
especialmente en cuenta: la primera es la idea de esfera pública. Situada en la sociedad civil, constituye
el espacio de formación de la opinión y de la voluntad. La segunda es la idea de legitimidad proveniente
de la ética del discurso. La tercera es la idea de la doble vía política, que la distingue sustancialmente de
la propuesta de la democracia liberal
Por una parte las instituciones formales, tales como la legislatura y el poder judicial, por la otra, el
espacio informal de la esfera pública, donde se incluyen los discursos de la sociedad civil en sus distintas
variantes. La idea es que la democracia se fortalece y profundiza mediante la interacción de esta doble
vía. Ahora bien, se ha objetado que la teoría deliberativa propone un ideal normativo que posee un
sesgo elitista. Por tanto, a fin de no amparar un elitismo, la concepción deliberativa debe tener especial
cuidado en evitar lo que J. Bohman ha definido como pobreza política: todos los grupos de ciudadanos
deben participar en los métodos democráticos
La introducción del punto de vista de la democracia deliberativa permite, a nuestro entender, no quedar
atrapadas entre la Escila de discriminar, y a veces criminalizar, las costumbres de culturas no
hegemónicas, como se le critica a la democracia liberal, y la Caribdis de la tolerancia a ultranza de un
multiculturalismo sin matices.
CONCLUSIONES
Consideramos que la versión de la teoría deliberativa de la democracia, que perfilamos en este artículo,
da respuesta a las demandas del multiculturalismo en general y a las de las mujeres en particular. En el
marco de la democracia deliberativa intentamos aportar conceptos comprensivos que favorecen la
deconstrucción de operaciones de dominio, intra e intergrupales.
Estudios de género
Teoría Queer.
FEMINISMOS Y MODERNIDAD
Una de las diferencias entre las feministas y los posmodernistas como Lyotard y Rorty, es que estos
últimos han desechado cualquier epistemología por considerar que una teoría del conocimiento sólo
sirve para racionalizar y legitimar las creencias de los poderosos. Sin embargo, las feministas, ante el
contexto de dominación que enfrentan, necesitan de estas epistemologías para defenderse tanto del
objetivismo como del relativismo o interpretacionismo
El objetivismo parte de la premisa de que el conocimiento científico sólo se puede producir desde una
perspectiva neutral, libre de valores e intereses, por lo que la investigación desarrollada desde una
perspectiva feminista nunca llenará los “requisitos” de la ciencia. Pero en el otro extremo, el
interpretacionismo o relativismo ve la interpretación de las feministas sobre el mundo como una
opinión más, igual de defendible que las posturas patriarcales.
El pacto de género
El pacto de género de la sociedad industrial del siglo XX que “ordenó” las relaciones entre hombres y
mujeres; lo masculino y femenino; lo privado y lo público. Este se sustenta en el sexismo, el
heterosexismo y la homo-transfobia; la heteronormatividad. Al menos tres procesos, ponen en cuestión
este orden de la sociedad industrial
1) el hombre como proveedor único o principal, autoridad indiscutida del espacio privado, “dueño
de su” mujer e hijo/a/s; dominador del espacio público.
2) movimientos de mujeres y feministas a partir de los ‘70, que logra articular la defensa de los
derechos humanos y la democracia con las demandas históricas de las mujeres bajo el slogan
“democracia en el país y en el hogar”; en un contexto de su incorporación masiva al mercado de
trabajo. Ello tiene fuerte impacto, en el sexismo y el heterosexismo, afectando su hegemonía,
especialmente en la caracterización de los espacios privado y público.
3) El tercer proceso, se genera en los cuerpos, la corporeidad y su visibilidad, tanto de mujeres,
desde los ‘50 —con la revolución sexual y los anticonceptivos masivos— como de hombres
homosexuales. Este proceso empodera a las mujeres de su propio cuerpo, y crecientemente a
mujeres lesbianas, hombres gay, personas bisexuales y transgénero; poniendo en jaque la fobia
contra los cuerpos diferentes y desarticulando el tinglado de la hegemonía de la
heteronormatividad y del heterosexismo, así como de sus recursos de represión hacia las
personas diferentes
diversos/as autores/as describen cómo estos sistemas de sexo/género se reproducen en los distintos
espacios de la vida de las personas en países de la región: a nivel de la propia subjetividad, en la
interpretación y construcción de los cuerpos de hombres y mujeres; en las relaciones e interacciones al
interior de la familia; en la escuela, que reafirma la socialización y entrena en las relaciones definidas
como apropiadas para hombres y mujeres; en el sistema político y económico, que hegemoniza e
impone el orden de género a través de la organización del trabajo
Según Norma Fuller (1998) estos estudios se enfocaron en el fenómeno del machismo, entendido como
la obsesión de los varones por el dominio y la virilidad, la posesividad de la propia mujer, la agresión y la
jactancia con otros hombres y sus consecuencias negativas para las relaciones padre-hijo. En los años
ochenta comienza, de manera sistemática y acumulativa, la investigación sobre los hombres en las
ciencias sociales. Sus cuerpos, subjetividades, comportamientos y aquello denominado “lo masculino”
se vuelve objeto de estudio; se comienza a “de-construir” la masculinidad, a “desnaturalizarla”
Género, identidades, subjetividad y masculinidades
La masculinidad no se puede definir fuera del contexto socioeconómico, cultural e histórico en que
están insertos los varones, y que ésta es una construcción cultural que se reproduce socialmente. Esta
forma de ser hombre se ha instituido en norma, toda vez que señala lo que estaría permitido y
prohibido, y el como relacionarse con las mujeres y otros hombres. Delimita, en gran medida, los
espacios dentro de los que se puede mover un varón, marcando los márgenes que le aseguran su
pertenencia al mundo de los hombres. Los atributos que distinguen a los varones forman parte de sus
identidades, señalándoles —tanto a hombres como a mujeres— lo que se espera de ellos y ellas.
Los varones para “hacerse hombres” tienen que someterse a una ortopedia; deben superar ciertas
pruebas: conocer el esfuerzo, la frustración, el dolor; haber conquistado y penetrado mujeres; hacer uso
de la fuerza cuando estimen que es necesario; actuar valientemente en situaciones que así lo requieren
y que los/as otros/as puedan constatar de alguna manera; trabajar remuneradamente; ser padres/tener
hijo/s. Como fruto de lo anterior, podrán ser aceptados como “hombres” por los otros varones que “ya
lo son”, y ser reconocidos como hombres por las mujeres. La competencia de un hombre es contra otros
hombres
Las mujeres son las que validan su orientación heterosexual y sus capacidades en este campo; pueden
fortalecer o debilitar/desprestigiar dicho reconocimiento. La mujer y lo femenino representan el límite,
la frontera de la masculinidad; lo prohibido e inaceptable. El hombre que pasa el límite se expone a ser
estereotipado como no perteneciente al mundo de los varones, siendo marginado y tratado como
inferior, como mujer.
Para los varones la transición más importante estaría entre la niñez/adolescencia y la adultez; ese
período llevaría al varón a alcanzar su mayor expresión, para luego ir perdiéndola, a medida que se
interna en la vejez.
Si bien hay varones que tratan de diferenciarse de este referente, ello no es sencillo, ya que, así como
representa una carga, dicho referente también les confiere poder y les permite gozar de mejores
posiciones en relación a las mujeres y a otros hombres que tienen una jerarquía inferior. Esta manera de
ser hombre se ha transformado en lo “natural” (“los hombres son así”), hegemonizando una forma de
ser hombre, una masculinidad. La diferencia se construye en torno a los cuerpos: tener o no pene. El
resultado es la invisibilidad del poder de los varones sobre las mujeres, y de algunos hombres sobre los
otros.
La adolescencia es quizás una de las etapas de la vida de los varones donde estas encrucijadas en donde
deben afrontar su propia masculinidad se presentan con mayor fuerza, porque es el período de las
pruebas iniciáticas que les permiten el paso a la adultez. Los comportamientos “responsables” permiten
a los varones una gran maleabilidad en sus conductas, aunque para un/a observador externo sean
contradictorias, impredecibles y, al fin, una demostración de arbitrariedad masculina.
La hipótesis aceptada es que ha entrado en crisis no sólo la masculinidad, sino que las formas en que se
estructuró la vida entre hombres y mujeres durante gran parte del siglo XX.
El orden de género predominante durante gran parte del novecientos entra en crisis por los procesos
sociales y culturales que se generan a partir del último cuarto del siglo. Estos procesos —y las actorías
que tratan de condicionarlos a sus intereses— han tenido y tienen un fuerte impacto, en la forma en
que se relacionan hombres y mujeres; en las relaciones e identidades de género. Sus consecuencias se
observan especialmente:
El orden social que entonces se anunció trató de instaurar un tipo de familia distinta a la
prevaleciente en la sociedad agraria y tradicional: la familia conyugal (nuclear patriarcal) donde el
varón, como autoridad paterna y guía, proveía y dominaba sin contrapeso la vida cotidiana,
distinguía entre lo público y lo privado: el trabajo, la política y la calle para los hombres, y la crianza,
acompañamiento de los hijos y cuidado del hogar para las mujeres; establecía la división sexual del
trabajo: los hombres en la producción y las mujeres en la reproducción. Ello fue acompañado de una
legislación, que le daba la autoridad al varón dentro de la familia y exigía obediencia de la mujer, y
de una organización del trabajo que permitiría a los hombres ser proveedores principales o únicos
mientras las mujeres criaban y cuidaban de sus hijos y del hogar. La organización que permitió este
tipo de relaciones entre hombres y mujeres, se basó en el contrato de trabajo para los asalariados,
mayoritariamente hombres.
Este orden de género, estaba y está profundamente asociado a la subjetividad e identidad de las
personas. Se sostuvo y sostiene en los espacios y relaciones interpersonales, en la vida íntima y se
legitima al nivel más profundo de la conciencia de todos y todas. Interpreta sus identidades de
género como parte de la naturaleza, de la biología. ser hombre requiere de un aprendizaje
Las relaciones de género que se consolidaron durante el siglo XX tuvieron y tienen un importante
componente institucional —originado en la sociedad civil y en el Estado— que las hizo posibles y
permitió su desarrollo, legitimación y reproducción.
Globalización y masculinidades
La globalización absorbe a los países y a sus habitantes en procesos culturales que son profundamente
contradictorios. Por un lado, la globalización crea nuevos vínculos y espacios sociales transnacionales,
afirma derechos universales, como los derechos humanos, y los amplía a poblaciones históricamente
desprotegidas, reconociéndolos también como seres humanos; revaloriza, asimismo, culturas locales, y
pone en un primer plano terceras culturas. Por otro lado, la globalización ha generado que surja un
nuevo orden, también global, una lógica y una estructura de dominio nuevas. La globalización implica
una perceptible pérdida de fronteras en el quehacer cotidiano, que modifica la vida y fuerza a adaptarse
y a responder a esta nueva realidad. El dinero, las tecnologías, las mercancías, las informaciones, las
identidades y relaciones de género, las masculinidades, todo traspasa las fronteras, como si no
existieran. Quienes gobiernan son hombres que, en términos de poder y masculinidad hegemónica
Sexualidad
presente desde el nacimiento (o incluso desde la vida intrauterina) hasta la muerte. Las personas se
construyen como sujetos sexuales a lo largo de sus trayectorias vitales, aprendiendo a vivir, sentir y
ejercer su sexualidad desde los diferentes espacios de referencia, pertenencia y socialización. A lo largo
del ciclo vital, la sexualidad presenta manifestaciones, intereses, expresiones, sentimientos y
características diferentes.
Hay tres dimensiones fundamentales que aportan al análisis de la sexualidad: significaciones, discursos y
prácticas. Esa tensión entre las dimensiones se evidencia cuando no existe una armonía entre lo que una
persona desea hacer, hace y dice hacer. La relación entre estas tres dimensiones debe ser analizada
como producto de relaciones de poder: de clase, género, raza/etnia, etc.
El concepto de sexualidad está en constante construcción y transformación. En su repercusión concreta
en la vida se manifiesta a través del deseo, del placer, generalmente vinculadas a uno de los dos fines de
la sexualidad: el erótico placentero y/o el reproductivo. Estas manifestaciones están condicionadas por
lo que cada sociedad va definiendo como lo permitido y lo prohibido, lo público y lo privado. Asimismo
la sexualidad, como “parte constitutiva de la personalidad”, está expuesta a todos los avatares de la
subjetividad y puede ser fuente de placer y/o de angustia.
Foucault (1991), la sexualidad (en especial la sexualidad de los adolescentes y jóvenes) ha sido
construida como una “amenaza a controlar” por los Estados, instaurándose como uno de los objetivos
primordiales del sistema educativo y el sistema sanitario disciplinar los cuerpos, normalizar las
conductas e inclusive controlar la reproducción.
La sexualidad es eje de las relaciones humanas, implica a las relaciones y procesos sociales, a las
instituciones, a las políticas, así como a las concepciones del mundo y la subjetividad
Enfoques de sexualidad
Esencialista: Este enfoque considera la sexualidad como algo inmutable, producto de una esencia
humana, cual impulso interior irrefrenable a ser reprimido o condicionado por la cultura. Desde esta
perspectiva, las expresiones de la sexualidad no son producción social, sino que son moldeadas
socialmente para ser encauzadas hacia una vida social aceptable. Cuando se piensa la sexualidad desde
un determinismo biológico, no es posible concebir variantes, y las desigualdades sociales son justificadas
desde la naturaleza.
Construccionista: Este enfoque, explica las actitudes, prácticas sociales en relación al cuerpo y la
sexualidad como un hecho político, que depende de lo histórico y es influenciado por lo socio-cultural.
Foucault aportó al concebir la sexualidad como una construcción socio-histórico- cultural.
Modelo hegemónico de sexualidad
Se trata de un modelo construido como el más válido. El modelo es aprendido y aprehendido por las
personas, éste produce y reproduce desigualdades, a su vez, es productor de subjetivad. Se trata de un
modelo heterocentrado, reproductivo, falocéntrico, coitocéntrico, productivista, genitalizado y
adultocéntrico.
Heterocentrismo Desde esta concepción, la heterosexualidad es la norma. Desde allí se piensa al
mundo, y se determina que es lo esperable y deseable socialmente.
Heterosexualidad obligatoria: en tanto régimen social que plantea a la heterosexualidad como el
modelo hegemónico de relacionamiento sexual y de parentesco, impuesto por el patriarcado
Heteronormatividad: refiere a una institución social. Es el poder normalizador de la heterosexualidad y
las normativas que garantizan y fortalecen su legitimidad social. Este poder atraviesa tanto las
representaciones sociales, como la subjetividad, el ámbito de lo jurídico y los reglamentos en las
instituciones públicas y privadas.
Este poder normalizador hace vivir como no problemático y natural una construcción social que legitima
la heterosexualidad, y que condena a todos aquellos que escapan a esa norma a un lugar de
subordinación social, en donde se vuelven algo meramente abyecto y a lo sumo burdas copias de lo
considerado natural, bueno, necesario y sano
Sexo
El concepto de sexo refiere a lo que nuestra sociedad ha dado en identificar como las diferencias
biológicas y genéticas entre varones y mujeres. Hasta no hace mucho tiempo se pensaba que el sexo era
innato, universal y no se podía cambiar. Actualmente, algunos autores afirman que el sexo también es
una construcción social y no es universal.
Laqueur (1994), a través de un minucioso estudio de fuentes históricas, explica cómo durante
aproximadamente dieciocho siglos se mantuvo vigente la concepción de un cuerpo y sexo únicos, que
no distinguía fisiológicamente entre varón y mujer estaban vinculados por una anatomía común: un
sexo/una carne. Los genitales de las mujeres se veían como distintas versiones de los genitales del
hombre
Actualmente, se comienza a entender al sexo biológico asignables a la categoría macho, hembra, y
personas intersexuales.
Intersexualidad
El término intersexual o intersex hace referencia a personas cuyos cuerpos no coinciden con lo esperado
para una de las categorías clásicamente descriptas (macho o hembra), sino que tienen una o más
características de uno u otro sexo biológico. Esto puede hacerse visible en el momento del nacimiento, o
más adelante en la vida.
Términos como “hermafroditismo” o “hermafrodita incompleto” son considerados incorrectos,
imprecisos e incluso insultantes para la comunidad intersexual. Se desaconseja intervenir
quirúrgicamente los cuerpos de las personas con el fin de hacerlos “más normales”, hasta que ellas/os
no tengan la edad suficiente para tomar la decisión.
Cabe mencionar que la intersexualidad en ocasiones es invisibilizada por distintos actores de la
sociedad, no se registra en el momento de nacimiento, y tampoco en Uruguay existe una organización
que los agrupe o nuclee. Por esto es difícil determinar el número de personas intersexuales en nuestro
país.
tipos de intersexualidades
Intersexualidad 46, XX: La persona tiene los cromosomas de una mujer, los ovarios de una mujer, pero
los genitales externos con apariencia masculina. Los labios mayores se fusionan y el clítoris se agranda
para quedar con apariencia de pene. Estas personas generalmente tienen un útero y trompas de Falopio
normales
Intersexualidad 46, XY: La persona tiene los cromosomas de un hombre, pero los genitales externos no
se han formado completamente, son ambiguos o claramente femeninos. Internamente, los testículos
pueden ser normales, estar malformados o ausentes
Intersexualidad gonadal verdadera: La persona tiene tanto tejido ovárico como testicular. Incluso se
podría producir en la misma gónada (un ovotesticulo) o podría tener un ovario y un testículo. Podría
también presentar cromosoma XX, XY o ambos. Asimismo los genitales externos pueden ser ambiguos,
apariencia masculina o femenina.
Intersexualidad compleja o indeterminada: La persona presenta muchas configuraciones de
cromosomas distintos a las combinaciones simples
Género
Posteriormente, en la década del 50 los estudios de Stoller y Money con niños/as intersexuales, llevaron
a la introducción de los conceptos de género y de identidad de género dado el peso atribuido a la
crianza. En los 60 los Estudios de la Mujer avanzaron en las reflexiones sobre la construcción de la
feminidad y dieron paso a los Estudios de Género en los 70. Posteriormente se desarrollaron los
Estudios de las Masculinidades. No existe un único significado sobre “género”
De forma muy general podría decirse que el género es el conjunto de características, atributos, marcas,
permisos, prohibiciones y prescripciones, asignados diferenciadamente a las personas, en función de su
sexo. Es una construcción social que establece también, pautas de relacionamiento y ejercicio de poder
diferenciado para varones y mujeres
Teresita de Barbieri (1995) define al sistema sexo/género como: Los conjuntos de prácticas, símbolos,
representaciones, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a partir de la diferencia sexual
anátomo-fisiológica y que dan sentido a la satisfacción de impulsos sexuales, a la reproducción de la
especie y en general al relacionamiento entre las personas
Este sistema influye y condiciona los relacionamientos entre varones y mujeres. Va configurando los
psiquismos y repercuten en la vida social, reforzando las identidades y coartando la libertad. Son
transmitidas por las diferentes instituciones por las que circulan los sujetos -incluyendo las de salud- y
esas mismas instituciones son productoras de subjetividad y reproducen cierto orden social.
La socialización de género es el proceso mediante el cual desde que nacemos, aprendemos en un
continuo intercambio con el exterior a desempeñar el rol de género que nuestra cultura y nuestra
sociedad nos asigna en función de nuestro sexo biológico. Por más fuertes que sean los mensajes y las
prescripciones, el sujeto construirá su propia masculinidad o feminidad,
Los roles de género son lo que se espera de una mujer, lo que se espera de un varón. Si alguno de ellos
no cumple con su rol de género se le reprocha, discrimina y estigmatiza
Los modelos hegemónicos de feminidad y masculinidad son construidos socio-culturalmente. Ninguna
persona cumple tácitamente con todas las características de cada modelo. Estos modelos generan
presión social a través de distintos mecanismos, que procuran evitar que las personas se desvíen de lo
esperado socialmente.
El género es una categoría relacional, no sólo se ocupa de entender cómo “llegamos a convertirnos en
varones y mujeres” sino que estudia también qué pautas sociales de relacionamiento se establecen para
vincularse entre sí y también con las personas de su mismo sexo.
Ser diferentes no debería ser sinónimo de desiguales, es decir, no deberían usarse la diferencias para
justificar las injusticias en la distribución de poder y recursos. Negar aquello que la cultura nos ha hecho
creer que es natural.
Resulta necesario comprender la categoría de género en interacción con otras.
Queer: aquella persona que no acepta las normas instauradas por la sociedad sobre el sexo y el
género, por lo que no se encasillan en una identidad.
Diversidad sexual
Reconocer la existencia de la diversidad sexual no es el punto de llegada sino de partida para nuevas
interrogantes a develar, donde detrás de todo se esconde la lucha por la libertad sexual. Posicionarse
desde la diversidad sexual, “reta a mirar un mundo sin categorías, donde las expresiones de la
sexualidad, todas, tengan cabida y sean plenamente disfrutadas”
Existen dos posturas acerca de quienes integran la diversidad sexual:
1) Una postura define la diversidad sexual como las formas de expresar, vivir y ejercer la sexualidad
que escapan a lo hegemónico y heterosexual, o sea solamente en referencia a las personas
homosexuales, bisexuales, trans e intersexuales.
2) La segunda posición la define en un sentido más amplio y de mayor unidad. En ese modelo
también sería parte de la diversidad sexual la heterosexualidad, ya que hay diversidad incluso en
los modos de ser heterosexual.
Algunos conceptos importantes a tener en cuenta
Normalidad: Como señalan López y Ferrari (2006) estudios sustentan sobre una ideología y un discurso
hegemónico, convirtiendo la normalidad en lo “sano”, lo “natural” y por lo tanto lo “esperado”; el resto
serán desviaciones a estudiar, clasificar y controlar
Estigma: Según Goffman (1988) el estigma es un atributo negativo que recae sobre los individuos y
produce un deterioro identitario. El concepto permite captar una verdadera relación de desventaja, de
desigualdad y es, ante todo, un proceso social.
Orientación sexual
La orientación sexual refiere hacia qué sexo orienta la persona su deseo erótico afectivo. La clasificación
más clásica describe tres categorías: la orientación homosexual, bisexual y heterosexual. La orientación
sexual no es fija e inmutable, por el contrario, como concepto dinámico puede variar y modificarse en el
tiempo. Es pertinente aclarar que las prácticas sexuales no definen la orientación sexual, dado que la
orientación sexual da cuenta de procesos mucho más profundos. Así, por ejemplo, una persona puede
autodefinirse como gay o lesbiana y nunca haber mantenido relaciones sexuales con varones o mujeres
respectivamente. O una persona que siempre ha mantenido relaciones sexuales de tipo heterosexual
puede tener prácticas homosexuales, y no definirse como tal
La orientación sexual no es una opción, pues cuando se habla de opción implica un poder de decisión
consciente y racional por parte de la persona
Historia de la homosexualidad
La categoría homosexual tal como se conoce hoy en día es una invención de la modernidad. Esa
categoría precisamente como señala Foucault (1991) no hace solo mención a las prácticas sexuales si no
que refiere a la identidad constitutiva de los sujetos. Ese ser homosexual requiere de ciertos elementos
simbólicos, representacionales y relacionales.
Según Giraldo (2001) el término gay proviene del catalán provenzal “gai” siendo usado desde el siglo XIII
o XIV como sinónimo de homosexual. En cambio otros autores afirman que la palabra gay es de origen
inglés y significa “divertido”, “alegre”, impulsada por un grupo de homosexuales que reivindicaban sus
derechos. Escogieron esa palabra para opacar todos los adjetivos negativos que recaían sobre ellos y
virar la mirada hacia un tinte más positivo, ya que en un comienzo la homosexualidad se asociaba a
enfermedad, patología y perversión.
La psiquiatría como disciplina incidió fuertemente en el S XIX para que la homosexualidad femenina y
masculina pasase de ser condenada socialmente a ser tratada médicamente. Algunos de sus métodos
fueron el ingreso a manicomios, aplicación de electroshock, lobotomía, extirpación del clítoris,
violaciones a lesbianas perpetuadas por varones, terapias de reorientación sexual, etc
Sobre el lesbianismo
Se creía que era una condición transitoria, que esas mujeres que profesaban amor por otras mujeres,
cambiarían sus sentimientos luego de contraer matrimonio y asumir una “vida real”. Aun así, Ellis
admitía la existencia de auténticas “invertidas” que pasarían toda su vida manteniendo relaciones
eróticas con otras mujeres. Ese tipo de mujeres, eran conceptualizadas como un tercer sexo, que
rechazaba el papel subalterno, femenino y doméstico del resto de las mujeres
Identidad y expresión de género
Identidad de género: Sentimiento psicológico de ser hombre o mujer y adhesión a ciertas normas
culturales relacionadas con el comportamiento femenino o masculino. En el caso de las personas
transexuales, la identidad de género no concuerda con el sexo biológico
Transgénero: Persona cuya identidad o conducta escapa a las normas y los estereotipos de género,
incluyendo a las personas que desean cambiar de sexo, ya sea a través de tratamiento hormonal o
cirugía, para hacer concordar sus características físicas con su identidad de género. Igualmente no todas
las personas transgénero sienten la necesidad de modificar sus genitales
Hasta hace unos años era frecuente diferenciar personas travestis, transexuales y transgénero. Esta
clasificación actualmente está en desuso y se habla de personas trans.
Más recientemente diversos autores han comenzado a referirse también a identidades de género cis,
como antónimo de trans. Este término puede, entonces, usarse para nombrar a personas que se
identifiquen como mujeres cis (aquellas que habiendo nacido “hembras” se autoidentifican como
mujeres). La intención de que la identidad trans no se perciba como diferente a la “norma”, sino como
una de las identidades posibles.
Expresión de género: Son los modos de expresar “masculinidad” y/o “feminidad” en concordancia con
las normas preestablecidas culturalmente en un determinado contexto socio-histórico. Esas formas de
expresar la identificación personal con los género (manera de hablar, caminar, moverse, vestirse, etc.)
Esto no tiene por qué estar relacionado con la orientación sexual, la identidad de género y el sexo
biológico de la persona. Es únicamente un dato de cómo esa persona se presenta ante el mundo. Puede
suceder, y de hecho sucede, que una mujer cis género heterosexual tenga actitudes, ademanes y
vestimenta, en general asociada con lo masculino
Es un error establecer un vínculo causal entre la identidad de género y la orientación sexual. Más allá de
la identidad de género, una persona trans en cualquiera de su variables puede tener tanto una
orientación sexual heterosexual, bisexual u homosexual.
Actualmente las identidades trans se encuentra en la lista de patologías psiquiátricas
Principales estereotipos sobre la diversidad sexual
solo generan más violencia y vulnerabilidad social.
Breve reseña del movimiento de la diversidad sexual en Uruguay y el mundo
El grupo Escorpio, el primer grupo de la diversidad sexual en nuestra historia. Otra fecha cercana que se
tuvo en cuenta es el nacimiento del poeta y docente Juan José Quintans un militante gay visible que
lucho en forma temprana contra la opresión y a favor de liberación de la sociedad
Violencia homo/lesbo/transfóbica
Esas acciones pueden incluir:
Violencia física
Violencia psicológica (burlas, amenazas, ridiculizaciones, apodos ofensivos, etc)
Violencia social (aislamiento y exclusión)
Violencia sexual (intentos de abuso sexual y/o abusos consumados)
Violencia patrimonial (en relaciones afectivas es el controlar lo que la otra persona puede gastar
o no darle dinero suficiente para las necesidades básicas del mantenimiento del hogar; en caso
que sea en los centros educativos puede ser: ruptura de materiales, robo de merienda, robo de
objetos, extorsiones monetarias, etc.)
Las propias personas LGBT, que crecen y se desarrollan en la misma sociedad donde la diferencia es vista
como algo amenazante y que es necesario ridiculizar, pueden llegar a internalizar
homo/lesbo/transfobia. Esta puede dificultar la propia aceptación y la salida del armario
Estos hechos y procesos incluyen no solo al/los agresor-es y al agredido/a, sino también a los
espectadores, que desde el silencio y la no intervención cooperan con la reproducción de la situación de
violencia y/o acoso.
Alguno de los efectos que han detectado las investigaciones sobre la problemática son:
Cuadros depresivos
Cuadros de ansiedad
Trastornos del sueño
Estrés post- traumático
Afectación en la autoestima
Baja en el rendimiento intelectual
Intentos de autoeliminación
Suicidios consumados
Algunos ejemplos prácticos de violencia y acoso homo/lesbo/transfóbico
A nivel familiar:
No aceptación de la orientación sexual/identidad de género de su hijo/a
Humillación constante por este motivo
Ser expulsado/a del hogar
Rechazar a los amigos LGBT de su hijo/a
Someter a su hijo/a a un tratamiento psicológico por causa de su orientación sexual o identidad
de género
A nivel de la comunidad:
Violaciones a personas LGBT
Homicidios de personas a causa de orientación sexual y/o identidad de género
Brutales golpizas
Insultos en la vía pública
Negación de admisión en distintos lugares de esparcimiento
A nivel de instituciones educativas:
No permitir que estudiantes que se identifican como trans hagan uso de baños y otras
instalaciones de acuerdo a su identidad de género o que vistan ropas que no correspondan a su
sexo biológico.
A nivel de la salud
Considerar a las personas LGBT como enfermas
No nombrar a las personas o asignar camas de acuerdo a la identidad de género
sistemas de opresión o “violencias epistémicas”. Las mujeres como colectivo, junto con otros grupos,
han sido desacreditadas como autoridades cognitivas, se les ha considerado estratégicamente como
ignorantes o incompetentes. La historia de la psicología está narrada desde el relato repetido de
mentes masculinas que conocen naturalezas o psicologías femeninas. Es decir, las mujeres son
construidas como objetos de estudio.
La presencia de las mujeres ayudó a transformar la disciplina, haciéndola más objetiva y justa
socialmente. Nancy Tuana lo ha descrito como el paso de “las epistemologías de la ignorancia a las
epistemologías de la resistencia”.
Para Harding: “ciencia y sociedad se coproducen mutuamente”; esto es, sociedades sexistas y racistas
tenderán a promover ciencias sexistas y racistas. Por ello, “la norma social de la diversidad y la norma
epistémica de la objetividad pueden apoyarse mutuamente” (2015: 23) y promover conocimiento y
justicia social. La investigación que parte del punto de vista de colectivos externos a las comunidades
científicas dominantes (grupos oprimidos) puede maximizar la objetividad.
EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO DE LAS PIONERAS PSICÓLOGAS COMO RESISTENCIA FEMINISTA
Universidades prohibían la presencia de mujeres en sus aulas, o entraban de forma excepcional como
“estudiantes especiales” u oyentes, no reconocían sus doctorados o que ponían todo tipo de trabas
para que pudieran desarrollar su carrera profesional desde la academia. La psicología que se daba en la
universidad masculinizada se consideraba “pura”, y legitimada, y la psicología “aplicada” que se daba
desde los ámbitos de reforma, feminizada, era desprestigiada y excluida de los mecanismos de
reconocimiento oficial.
Se pasó del no pueden las mujeres estudiar (por cráneos más pequeños o cerebros de menor peso),
al no deben, ya que su presencia en las aulas desmontaba el argumento de la incapacidad.
hipótesis de la “inversión útero-cerebro”: la fecundidad intelectual acarrea esterilidad corporal y el
consecuente suicidio de la raza (Hall o Cattell). tesis, vía Darwin, de la menor variabilidad de las
mujeres: las mujeres son menos variables, más mediocres, que los varones, por eso no hay mujeres
genios y por eso es un error invertir en ellas en educación superior (tesis defendida por Thorndike).
La queja ya no es que la mujer se perjudicará a sí misma por el excesivo esfuerzo mental y físico que
supone la formación intelectual superior, sino que perjudicará a la sociedad reduciendo su propia
actividad reproductiva
Psicóloga, Leta Stetter Hollingworth, desmontó el mito de la disminución del rendimiento mental y
motor de las mujeres durante la menstruación
Margaret Rossiter la mujer científica se había construido como una “contradicción en sus propios
términos”: ser mujer y responder a las normas de lo femenino, y ser científica y responder a las normas
masculinizadas. Como mujeres, eran poco científicas; como científicas, poco mujeres.
Psicoanalista francesa Joan Rivière escribió “la feminidad como mascarada”: “las mujeres que desean la
masculinidad tienden a ponerse una mascara de feminidad para evitar la ansiedad y la temida condena
de los varones”.
“epidemia de la histeria” en el siglo XIX. La mujer histérica estaba a un paso de la mujer ideal romántica:
un ser que debía ser frágil, dependiente, pasivo, sin deseo sexual, domestico y ocioso. Según Taft
transformaron la histeria en militancia.
Es en la década de los 70 junto con la segunda ola del feminismo que las psicólogas adquieren
conciencia de grupo en situación de desigualdad. Llevaron a cabo investigaciones de denuncia sobre su
discriminación en la academia para promover cambios legales. Impulsaron “grupos de concienciación” y
realizaron análisis críticos sobre el sexismo y el androcentrismo en la disciplina.
A partir de la década de los 90, los diferentes desarrollos de las epistemologías feministas junto con la
emergencia del socioconstruccionismo en psicología social, posibilitaron una “psicología feminista” que
entendía la objetividad
en la década de los 70 el punto de vista feminista transformó la disciplina y actuó como correctivo
epistémico.
Ellen Herman: “A los ojos de muchas feministas la psicología era poco más que sexismo disfrazado de
ciencia”
Como ha señalado Herman, si bien la psicología ayudó a “construir la feminidad”, también provocó en
parte la nueva ola del feminismo. “la psicología construye la feminidad” y “la psicología construye a la
feminista” ya que estas usaban conceptos psicológicos en sus movilizaciones.
Para explicar el comportamiento de las mujeres es necesario comprender las condiciones y
expectativas sociales bajo las cuales viven las mujeres. Centrarse en las diferencias sexuales
oscurecía el análisis sobre las semejanzas y sobre los determinantes situacionales de la conducta.
Las mujeres blancas de clase media que se habían recibido habían sido convertidas por la sociedad en
“amas de casa” sin proyectos propios.
Algunas autoras han interpretado la histeria como expresión de lucha feminista y a las “histéricas” como
heroínas feministas. De esta forma, se ha interpretado la histeria y sus síntomas como la única forma
posible de protesta
Parte de las mujeres en psiquiátricos no están locas. Lo que se llamaba locura podía estar causado por la
injusticia y crueldad dentro de la familia y la sociedad.
psicólogos y psiquiatras varones habían construido la locura y la feminidad de forma “especular”: “la
locura, tanto si aparece en hombres como en mujeres, es o bien la ejecución del rol femenino
devaluado o el rechazo de los estereotipos de rol de género” (Chesler). El estereotipo femenino ha sido
visto como psicológicamente enfermo.
No se tenían en cuenta los efectos del patriarcado en la psique de las mujeres.
En un momento en el que no pocos terapeutas (masculinos) consideraban que ofertar relaciones
sexuales podría beneficiar a la paciente o lo justificaban apoyándose en que era la paciente la que les
seducía.
Para muchas feministas, la psicoterapia era un agente del patriarcado, un “opio” para las mujeres;
para Mary Daly (1979), representaba un tipo de “violación mental” donde se infectaba a las mujeres, no
se las curaba. Construcción social de enfermedades mentales a través de prejuicios sexistas, racistas,
políticos y homófobos.
LOS GRUPOS DE CONCIENCIACIÓN COMO HERRAMIENTAS FESMINISTAS PARA POLITIZAR
“MALESTARES” LO PERSONAL ES POLÍTICO
Se luchaba contra esta situación a través de los grupos de concienciación donde las mujeres hablaban de
su propia opresión, para tomar conciencia de ella y generar acciones para transformarla. La liberación
implicaba no solo cambiar instituciones sociales sino también conciencias. Las mujeres tenían problemas
pero no estaban enfermas.
Se tomo los grupos de toma de conciencia como modelo de nueva forma de terapia. El rol de la
terapeuta tenía que ser mas horizontal, menos autoritario y mas facilitador. Base de las terapias no
sexistas o feministas. Las vidas cotidianas de las mujeres repercutían en sus modos de enfermar.
LAS CRÍTICAS FEMINISTAS A LAS VIOLENCIAS DE LOS DUALISMOS EN PSICOLOGÍA
dos tipos de sesgos en psicología: los “sesgos alfa”, o la exageración de las diferencias y la polarización
de género; y los “sesgos beta”, cuando las diferencias de género son minimizadas y se considera lo
masculino como referente universal. Se trata de dos sesgos aparentemente paradójicos: si se rompe
el androcentrismo, se marcan las diferencias y se corre el riesgo de fijarlas; y si no se marcan las
diferencias para romper el dualismo, se corre el androcéntrico de que lo masculino quede como
representante de lo genérico. Su manejo dependerá de las necesidades de cada contexto.
En la década de los 30, surge el primer test psicológico que medía masculinidad y feminidad. con el
objetivo claro de detectar de forma temprana “desviaciones sexuales” (varones femeninos y mujeres
masculinas) para posteriormente tratarlos. La psicología del momento estaba obsesionada con las
“desviaciones” (para modificarlas) y confundía género con preferencia sexual.
“la cuestión sobre las diferencias sexuales no era una cuestión feminista”.
Las psicólogas feministas el olvido de que el género está subjetiva y culturalmente situado
el paradigma de la identidad de género de los años 60 presuponía el dualismo sexual (solo existen dos
sexos), la monosexualidad (cada persona solo puede tener un único sexo), pero también la existencia de
una única, constante e irreversible identidad de género. Identidades no binarias no tenían cabida
La sociedad a partir del sexo a través de vías no sólo cognitivas, sino afectivas, emocionales y
conductuales, a lo largo de los siglos, creó el genero
En mayor o menor medida, las variables sexo y género ejercen un determinado efecto en todo el
sistema psicológico del individuo
el término «sexo» se introdujo en el tesauro de la base de datos psicológica PsycLit en 1967, siendo
definido en ésta como «término conceptualmente amplio, referido a las características estructurales,
funcionales o conductuales de machos y hembras en determinadas especies». En cambio, género e
identidad de género no se introdujeron hasta 1985, asociándolo a otros términos tales como
«personalidad», «desarrollo psicosexual», «autoconcepto».
como categoría social el género describiría todos aquellos componentes del sexo que son resultado de
prescripciones culturales sobre lo adecuado para hombres y mujeres respectivamente, reforzando de
este modo las categorías masculina y femenina, así como el sistema de roles de género. El género
recoge, así, lo biológico, lo sociocultural y lo psicológico
Cómo ha sido entendido el género desde diferentes enfoques psicológicos. Para la psicología diferencial
ha sido una respuesta estable, propia de hombres versus mujeres, fomentando un enfoque de medición
de características y comparación entre grupos basado en las medias grupales y la significación
estadística de sus diferencias. Esta perspectiva ha reforzado una visión de igualdad intragrupo y
diferenciación entre grupos que ha contribuido a mantener la desigualdad jerárquica tradicional entre
hombres y mujeres
Otros enfoques, influidos por la psicología cognitiva, lo han considerado un proceso psicológico, referido
a los procesos cognitivos y afectivo-emocionales que intervienen en la construcción activa del género
La psicología social, por su parte, destacó el aspecto de un sistema de clasificación social ya comentado
anteriormente y que tiene especial relevancia a la hora de analizar la realidad sociocultural en áreas
como el trabajo, el estatus social, el liderazgo, el poder o la propia estructuración social. En este ámbito
destaca el análisis de estereotipos y roles de género
. Pero también la psicología evolutiva, ocupada del estudio del desarrollo psicológico desde el
nacimiento hasta la vejez, ha aportado datos sobre la influencia del género y su desarrollo, en especial
con relación a la construcción de la identidad de género aportando conceptos como el de identificación;
o las teorías del aprendizaje social y el desarrollo cognitivo.
los enfoques de carácter más psicobiológico, que al analizar el sexo desde el desarrollo ontogénico en
adelante, ha contribuido a entender la relación entre el determinismo biológico y el género,
especialmente en el análisis comportamental de las personas afectadas de síndromes sexuales, o del
colectivo transexual, de especial interés en el estudio del desarrollo de la identidad de género y de los
factores biológicos y socioculturales
Todos nacemos con un sexo asignado, en concordancia con los genitales externos, y esa asignación
implica automáticamente otra, la de género. Desde ese momento, el individuo recién llegado al mundo
adquiere una marca masculina o femenina que, a medida que se desarrolle su capacidad cognitiva, irá
construyendo ya no pasiva sino activamente, recibiendo los contenidos de los estereotipos de género y
aprendiendo los roles correspondientes, a través de la influencia decisiva de los agentes socializadores,
encargados de vigilar el normal desarrollo de la identidad de género
el género se entendiera como una variable asociada a la manera de ser de hombres y mujeres, capaz de
inducir características estables y consistentes, rasgos de personalidad, definitorias del comportamiento
respectivo, lo que los clásicos denominaran «masculinidad» y «feminidad».
Deaux y Lewis señalaron cuatro grandes áreas de estereotipos: rasgos de personalidad, roles,
profesiones y apariencia física, que determinan distintos roles de género y apoyan una división desigual
del espacio público.
La actualidad, en definitiva, responde a una sociedad en plena transformación, que mantiene vigente el
género como un instrumento de diferenciación entre hombres y mujeres, pero que va variando sus
contenidos en función de las necesidades sociales, inexorablemente dirigidas por el desarrollo
tecnológico, la mejora de las condiciones de vida en el mundo occidental, y la cada vez mayor
integración de la mujer al espacio público, lo que ha promovido, por una parte, la disminución de
algunas de esas diferencias consolidadas históricamente pero, por otra, la aparición de otras que
afectan directamente a las identidades tradicionales de la masculinidad y feminidad