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EL DISCURSO PEDAGÓGICO DESARROLLISTA (1955-

1973)
El desarrollismo introdujo una nueva lógica para operar sobre el campo educativo
que produjo innovaciones tanto a nivel conceptual como en el de las prácticas
escolares.

CONTEXTO GENERAL: surgido tras la segunda guerra mundial, y que en nuestro país
fue hegemónico desde el derrocamiento de Perón en 1955 hasta 1973, es la filosofía
que acompaña el período de más fuerte expansión norteamericana y la necesidad de
ampliar sus mercados económicos para su propio crecimiento, mediante la
incorporación a la moderna dinámica capitalista de las naciones latinoamericanas y
comenzando el proceso de trasnacionalización y apertura de sus economías. Dicha
ampliación del mercado requería tanto de nuevos compradores como de nuevas
localizaciones para las unidades productivas norteamericanas, lo cual implicaba una
exportación de capitales. Esto originó en muchos países latinoamericanos, la
segunda etapa de la sustitución de importaciones, basada en inversiones
norteamericanas en los sectores más complejos y rentables de la industria. El
horizonte final comprendía una integración económica a gran escala de las naciones
latinoamericanas, pero subordinada a la dirección de Estados Unidos y las formas
tradicionales de socialización de la cultura, los valores y las prácticas que éstas
involucraban. Allí radicaba una de las principales implicancias culturales-educativas
del enfoque desarrollista.

En nuestro país, en 1955 comienza un proceso de desmonte de lo conseguido por el


peronismo; esta fuerte desperonización constituía un gran interés para los Estados
Unidos. Además de una interna entre los sectores dominantes propietarios de
industrias y tierras.
Otro de los intereses norteamericanos no es ya la compra de materias primas, sino la
instalación de sus empresas. Desde la finalización de la segunda guerra mundial,
Estados Unidos tiene un exceso de capitales que aplica a inversiones en otros países
creando puestos de trabajo que generan un aumento de plusvalía. Pero como
resultado de la política distributiva del peronismo, el costo del trabajo argentino era
el más alto de América Latina, con lo cual una de las primeras intenciones es bajar
ese costo de la mano de obra.
Los capitales norteamericanos se asientan en la década del ’60 a través del planteo
de una concepción de “hermano mayor” que viene a ayudar a América Latina .La
sociología norteamericana plantea, según la “teoría del desarrollo” que existe una
serie de países atrasados y no habían logrado un nivel de progreso como el del
capitalismo norteamericano, auto-caracterizado como progresista y democrático.
Aquellos países comenzaron a ser nominados como “en vías de desarrollo” hacia este
modelo.
La categoría “progreso” había sido ya muy utilizada por la pedagogía reformista de
Mann y Dewey. Ahora, se sustituye el “progreso infinito” por la palabra “desarrollo
prefijado”, lo cual implica una marcada impronta racista: los Estados Unidos se
autodenominan los UAS (blancos y protestantes), a los cuales se limita la civilización
occidental, mientras que los “otros” constituyen una subcultura.
El desarrollismo, que se presentaba como una propuesta demócrata, plantea con
John Kennedy, una pedagogía donde los latinoamericanos son los hermanos menores
que necesitan proyectos que los “envíen” al desarrollo, impulsados por los sectores
medios, ya que la idea que tenían sobre los sectores populares era la de campesinos
muy atrasados. Entonces, los sectores medios se asocian, capitales norteamericanos
mediante, con la vieja oligarquía, fundando empresas modernas acompañadas con
un impacto pedagógico. Estas empresas tienen similitud con el proyecto de Alberdi,
ya que éste pretendía llegar al “desarrollo” importando modelos, capitales y
tecnología.
Uno de los primeros actos de gobierno de Frondizi, a diferencia de su colega
mexicano y en contradicción con sus promesas electorales, es entregar el petróleo a
los capitales extranjeros. El petróleo comienza así a ser materia de lucha y
negociación.
En este período, la educación amplía su ámbito a sectores de la sociedad cada vez
más amplios, ya que las formas de producción demandaban personas formadas y
especializadas en la cada vez más compleja división del trabajo. La educación se
convierte así en motor del desarrollo y del progreso económico. Esta concepción
alcanza su auge con la teoría del capital humano, planteada por Schultz (1960)
* En cuanto a su implementación en el terreno universitario, hay una
vinculación estrecha con el sistema económico, intentando ajustar la educación
superior a las pautas del crecimiento capitalista, mediante la inserción de carreras
“modernas” y los intentos por tornar a los estudios en más técnicos y menos
humanistas en el sentido clásico.
El desarrollismo penetra dominando el espacio de las ciencias sociales, en
especial, la sociología, psicología, y ciencia política. Los discípulos de Mantovani
inauguran el funcionalismo pedagógico, caracterizado por la tecnocracia
(derivación de una revalorización de lo fáctico), la adhesión a la teoría del desarrollo
y la planificación. El grupo más tecnocrático cambió el concepto desarrollista clásico
de “recursos humanos” se cambia por la teoría del capital humano, que es una
teoría de la inversión con mayor solidez científica

El “cientificismo” intentó hacer coherente el proceso de ascenso social de las capas


medias con los requerimientos del sistema productivo. La universidad buscaba así
integrarse al nuevo modelo de acumulación proporcionando recursos humanos aptos
para las exigencias del desarrollo capitalista. La universidad del cientificismo debía
ser la de las “nuevas capas medias”
Pero ese desarrollo económico se caracterizaba por el predominio de la gran
empresa monopólica y por una acentuación de la dependencia, no tanto ya
comercial sino tecnológica. El supuesto era que ese desarrollo iba a requerir
rápidamente un tipo de fuerza de trabajo calificada que la universidad academicista
no podía abastecer. Esto se cumplió solo parcialmente, marcando un aspecto de la
crisis del cientificismo como proyecto. El capitalismo dependiente generó nuevas
funciones sobre todo en el área de servicios complementarios al crecimiento
industrial, pero mucho menos en el sector productivo. La imagen del científico
neutral frente a la realidad social, dedicado en laboratorios universitarios
modernamente equipados a efectuar investigaciones de base, que los técnicos,
también egresados de la nueva universidad, aplicarían luego en el plano de la
producción no pasó de ser un sueño tecnocrático. El capitalismo dependiente no
repite en su desarrollo las pautas de funcionamiento del modelo original, sobre todo
cuando la forma principal de la explotación imperialista es la dependencia
tecnológica.
Así, si la universidad abría nuevas carreras e intentaba proponer al mercado nuevas
profesiones, éste no las absorbía.
Sin embargo, este periodo de la universidad fue considerado por los sectores
desarrollistas como la “época de oro”: producción científica, autonomía, libertad de
cátedra, pero por otro lado, hubo censura hacia la izquierda y el peronismo, estando
prohibida tanto la mención como la difusión de imágenes y símbolos alusivos a esta
ideología. Onganía interviene la UBA en junio del 66, hay muchos presos y cientos de
profesores que, por la represión política, se ven obligados a renunciar y abandonar
el país. Justamente, esta emigración de recursos humanos obstaculizó el desarrollo y
fue uno de los principales factores del “atraso argentino”. Esta intervención
continúa hasta el año 1973, y en septiembre de 1974 vuelve a entrar el ejército,
exteriozando un trabajo sistemático de sectores de las Fuerzas Armadas en el
sistema educativo.
* Volviendo al desarrollismo, se percibe un avance de un
pensamiento antiestatal, aunque también crece un pensamiento político ligado a la
izquierda peronista que reclama mayor presencia del estado. En 1958 estas
tendencias chocan por diferencias antagónicas bajo las consignas “laica o libre”: ¿el
estado es el principal responsable de la educación o no debe intervenir en ella,
dejando libertad a la iniciativa privada? La fuerte discusión ideológica de 1958 se
precipitó a raíz de que el gobierno de Frondizi presentó un proyecto para que las
instituciones privadas quedaran habilitadas para otorgar títulos. La discusión era
cuál debía ser la característica ideológica del sistema educativo en el marco del
sistema dominante del desarrollismo. Los sectores progresistas ansiaban el
desarrollo y una democracia con derechos sociales, luego este espectro se amplía a
la enseñanza libre: libertad de compra venta de la educación Esto genera
enfrentamientos con los sectores conservadores, como la Iglesia, que pretenden
retener su espacio privilegiado en la educación.
* En cambio, dentro de las escuelas, el trabajo pedagógico era el mismo de
siempre:el normalismo que siguió funcionando con el mismo modelo

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