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El caso 'Oliva, Fabio Omar vs. COMA S.A. s.

Despido' y la eterna discusión


sobre el anatocismo, su pretendida legalidad y los resultados
desproporcionados a los que lleva su aplicación
Autor:
Viale Lescano, Domingo Jerónimo

Cita: RC D 76/2024
Encabezado:

A partir de lo resuelto por la CSJN en la causa 'Oliva, Fabio Omar vs. COMA S.A. s. Despido', que anuló la
aplicación del sistema del Acta 2764/2022 de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, el autor señala
que la doctrina sentada por el cimero tribunal no es nueva, toda vez que, de tiempo en tiempo pone un límite a
resultados que se tornan objetivamente injustos, en materia de intereses, y señala enérgicamente que, aunque
los jueces tienen discreción para determinar los intereses en créditos laborales, esta discreción puede ser
cuestionada si la decisión carece de base legal y produce un resultado desproporcionado que no considera la
realidad económica vigente en el momento del fallo.

Sumario:

A. La decisión de la Cámara. B. Doctrina inveterada de la Corte sobre intereses. C. El vocablo "anatocismo". D.


La decisión de la Corte. E. Conclusión.

El caso 'Oliva, Fabio Omar vs. COMA S.A. s. Despido' y la eterna discusión sobre el anatocismo, su
pretendida legalidad y los resultados desproporcionados a los que lleva su aplicación

A. La decisión de la Cámara

La Sala IX de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo (CNAT) ratificó la sentencia que incluía el pago de
créditos salariales e indemnizaciones laborales, aumentando su total a $ 2,107,531.75. Además, determinó que
se añadieran intereses al capital de condena, siguiendo las disposiciones del Código Civil y Comercial, según el
Acta 2764/2022 de la CNAT.

El Acta CNAT 2764/2022[1] establece las tasas de interés aplicables en el fuero laboral, manteniendo las tasas
establecidas en las Actas CNAT 2601/2014, 2630/2016 y 2658/2017, con capitalización anual desde la fecha
de notificación de traslado de la demanda. Se sugiere que esta tasa de interés se aplique a las causas sin
sentencia firme sobre el punto. Además, se aclara que esta sugerencia es para aquellos créditos que no tengan
un régimen legal en materia de intereses aplicable. La resolución fue adoptada por mayoría de votos.

En resumen, los intereses serían calculados desde la fecha en que los créditos laborales se volvieran exigibles,
utilizando tasas activas, añadiendo que estos intereses se capitalizaran al momento de la notificación de la
demanda y luego anualmente hasta la fecha de liquidación de la condena.

B. Doctrina inveterada de la Corte sobre intereses

En relación al cálculo de los intereses, aunque los argumentos de la apelación federal se refieran a cuestiones de
hecho y de derecho común ajenas al recurso del artículo 14 de la Ley 48, se hace una excepción a esta regla
cuando la sentencia impugnada presenta una fundamentación legal aparente y establece una solución
evidentemente irrazonable que afecta seriamente los derechos constitucionales de propiedad y defensa en juicio.

Específicamente, aunque la determinación de los intereses aplicables a los créditos laborales esté dentro del
ámbito de discreción razonable de los jueces de la causa, se puede apartar de este principio cuando la decisión

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impugnada, además de carecer de sustento legal, conduce a un resultado claramente desproporcionado que
ignora la realidad económica existente en el momento del fallo[2].

Aplica así la doctrina de los casos "Mieres viuda de Rodríguez Roberts, María Luz vs. Ameghino, Eduardo y otro",
del 20/10/1992 (Fallos: 315:2558), "Melgarejo, Roberto René vs. Chacar, Alberto César y otro.", del 07/09/1993
(Fallos: 316:1972), expresamente citados en el fallo, y en el fallo recaído en el caso "Recursos de hecho
deducidos por el Automóvil Club Argentino... en la causa Bonet, Patricia Gabriela por sí y en Rep. Hijos menores
vs. Experta Aseguradora de Riesgos del Trabajo Sociedad Anónima y otros s. Accidente - Acción civil."
(26/02/2019, Fallos: 342:162), en el que La CSJN ha encendido una luz de alarma en relación a los intereses
desproporcionados.

En esa causa, la Sala III de la CNApelTrab., previamente, había confirmado la aplicación de intereses a la tasa
fijada en el Acta CNAT 2601, desde la fecha del siniestro, acaecido el 16 de febrero de 2001, conforme a la tasa
nominal anual para préstamos personales libre destino que otorga el Banco de la Nación Argentina con plazo de
49 a 60 meses.

Además, la CSJN, en la referida causa BONET, estimó que los planteos sobre tasa de interés, aunque remiten a
materias de derecho común y procesal ajenas, como regla, al art. 14 de la Ley 48, cabe hacer excepción cuando:
"... la decisión resulta claramente irrazonable en virtud de la aplicación automática de tasas de interés que arrojan
un resultado desproporcionado que prescinde de la realidad económica existente al momento del
pronunciamiento (Fallos: 316:1972; 315:2558)".

Si el resultado se vuelve objetivamente injusto debe ser corregido, en tanto la realidad debe prevalecer sobre
las abstractas fórmulas matemáticas (Fallos: 323:2562; 319:351; 316:1972; 315:2558; 326: 259, entre otros).

El fallo "BONET" concluye que los magistrados deben ponderar de manera concreta el resultado al que se
arribará, mediante la aplicación de la tasa contenida en los instrumentos que corresponda, recordando que:

a) El desempeño judicial no se agota con la remisión a la letra de los textos.

b) Y que esa Corte ha desechado soluciones notoriamente injustas que no determinan principios acertados para
el reconocimiento de los derechos de los litigantes en causas concretas (Fallos: 253:261; 271:130; 315:672;
318:912 y 320:158).

En suma, en "BONET" (como ahora en Oliva), se resolvió que la aplicación irrazonada del acta (o del convenio),
y la tasa de interés a la cual refiere, genera un importe sin proporción ni razonabilidad, lo que constituye un
apartamiento palmario de la realidad económica.

Es más, tal como resulta de la doctrina sentada por la CSJN, el carácter firme del pronunciamiento que contenía
la condena a pagar intereses capitalizables no resulta argumento válido para sostener la aplicación y validez del
mecanismo de capitalización fijado[3].

No es posible que, so pretexto de preservar la aludida autoridad de lo decidido con carácter firme, se arribe a
resultados que quiebren toda norma de razonabilidad, y violenten los principios establecidos en los arts. 953 y
1071, CC (actuales arts. 279 y 10 del Código Civil y Comercial). No hay en tales casos violación de la cosa
juzgada, sino decisión de preservarla, evitando que ella sea vulnerada mediante la alteración de la significación
patrimonial de la condena dictada[4].

C. El vocablo "anatocismo"

El art. 770 se titula "Anatocismo". En 141 años este vocablo no formaba parte de nuestra codificación, y era sólo
utilizado en doctrina y jurisprudencia.

Explica María Medina Alcoz[5] que el término anatocismo procede de los vocablos griegos anatokós (????o???) y
ana-tokismós (???-?o????o?), que provienen de ana (???, de nuevo, una segunda vez) y tokós-tokismós (?o?o?,

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?o????o?, intereses, acción de dar interés, usura), y por esto significa "intereses de nuevo", esto es, "intereses de
los intereses". Para los griegos, los ?o?o? (intereses) son literalmente partos del dinero (sus frutos).

Según Alfonso Mario VILLAR es un cultismo, una expresión ausente en todas nuestras fuentes jurídicas.

Agregamos nosotros que recién se incorporó al Diccionario de la L.E. (RAE) en su 23ª Ed. (Oct. 2014): "...1. m.
Der. interés compuesto"[6].

D. La decisión de la Corte

La Corte se hace eco de la doctrina que sostiene que el pedido de capitalización periódica y sucesiva, basado en
el Acta 2764/2022 de la CNAT, carece de fundamento en las disposiciones del Código Civil y Comercial que el
tribunal inferior afirmó aplicar.

El artículo 770 de dicho código establece claramente que "no se deben intereses sobre los intereses", lo que
significa que las excepciones contempladas en el mismo son limitadas y deben interpretarse de manera
restrictiva. Según Rodrigo SILVA y Pablo TRÍPOLI, el art. 770, CCC mantiene la prohibición general de la
capitalización de intereses, con excepciones[7]. Conviene recordar que Mariconde, con acierto, puntualizaba que
la norma prohibitiva del anatocismo integra el orden público[8].

PLANIOL-RIPERT[9] ya señalaban que la capitalización de intereses es potencialmente nociva, al aumentar


rápidamente el pasivo del deudor. La realidad de hoy con respecto a esta materia no es diferente de la que
describían los clásicos franceses cómo PLANIOL Y RIPERT, es decir, que la capitalización de los intereses es
peligrosa, porque aumenta con rapidez el pasivo de los deudores[10].

En ese sentido, por nuestra parte, subrayamos que, capitalizando el interés cada 6 meses, se obtiene un 30 %
más que sin capitalización[11].

El artículo 770 Cód. Civ. y Com. mantiene el principio general de prohibición del anatocismo, y contempla una
serie de excepciones[12].

En ese sentido, la excepción mencionada en el inciso "b" se refiere a una única capitalización en el caso
de una obligación de dar dinero demandada judicialmente, especificando que la acumulación comienza
desde la fecha de notificación de la demanda. Por lo tanto, no puede utilizarse, como lo hace el acta en
cuestión, para imponer capitalizaciones periódicas y sucesivas durante el proceso judicial.

Pensamos que la redacción del Código de Comercio era más clara que la del Código Civil y Comercial en el
sentido de que expresaba que la capitalización se producía por la interposición de la demanda y no desde la
interposición de la demanda.

Señala Santarelli[13] que la redacción del inc. b, art. 770, puede generar alguna duda al respecto desde que
indica que "la acumulación opera desde la notificación de la demanda" (la cursiva es nuestra). En tal sentido los
Proyectos de Reforma de 1987 (art. 623, inc. 2) y el de la comisión designada por Decreto 468/1992 (art. 740,
inc. 2) son más claros al respecto, en cuanto expresan que la acumulación se produce "en la fecha" y no "desde
la fecha". En definitiva, las interpretaciones expuestas presentan todas un tropiezo con la literalidad de la norma,
en razón de que si se trata de dos eventos para capitalizar intereses devengados "hasta" allí; el artículo refiere a
"desde" allí. Y a su turno, esta interpretación literal choca con: i) la sinrazón de dos oportunidades, en la cual una
supone a la otra (no habrá intimación de deuda líquida, sin notificación de demanda previa), y la capitalización
correrá desde la notificación de la demanda subsumiendo al supuesto del inciso c); y ii) para esta tesitura, falta la
mención a la periodicidad de la capitalización.

Aun así, es evidente que la única interpretación lógica y racional de este precepto no puede llevarnos a pensar
que la capitalización se va a operar una vez presentada la demanda con relación a los intereses que se
devenguen con posterioridad a ello.

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Bien se ha advertido que si fuese así se confundiría el supuesto del inciso B con el supuesto del inciso c del
artículo 770 del Código Civil y Comercial.

En efecto el inciso c del artículo 770 del Código Civil y Comercial que tampoco es ninguna novedad, pues estaba
previsto en el 623 del Código Civil Argentino Ley 340, el que disponía que operan la capitalización de los
intereses una vez dictada la sentencia, pero, en evidente referencia a los intereses devengados con anterioridad
a dicha resolución.

Pensamos que la redacción del 569 del Código de Comercio era más clara porque no dio lugar a ninguna
discusión lo que si ha sucedido con el muy joven artículo 770, inc. "b", del CCC.

En cuanto a la disposición del Código de Comercio la facultad del acreedor de capitalizar intereses subsiste
hasta el momento de la demanda decía la Cámara Nacional De Comercio en 1979[14]. Pues con ello se cierra su
derecho a seguir acumulándolos dejando a salvo los que se devenguen con posterioridad y hasta que media
liquidación aprobada y mandada a pagar aplicándose, en este caso, el artículo 623 del Código Civil.

Así ha entendido Pizarro[15], que la capitalización de intereses opera desde la mora del deudor hasta la
notificación de la demanda. Si se deduce pretensión ante un tribunal por el cobro de una deuda dineraria o de
valor, la acumulación opera desde la notificación de la demanda [art. 770, inc. b)].

De allí en adelante no hay más capitalización de intereses (salvo aquella que pueda producirse a tenor de lo
pactado por las partes, en los términos previstos en el art. 770, inc. a), hasta el momento en que se produzca la
liquidación judicial de la deuda.

Además, aunque el inciso "a" del artículo 770 permite la estipulación convencional de capitalizaciones periódicas,
es evidente que se refiere únicamente a capitalizaciones expresamente acordadas. En resumen, la decisión
impugnada y el acta que la respalda contradicen el principio general establecido por el legislador y crean una
excepción que no está prevista legalmente.

En esta misma línea de argumentación, y conforme ha establecido previamente este Tribunal, la aplicación de
intereses tiene como objetivo principal lograr una evaluación justa y objetiva de la realidad económica mediante
criterios de legítimo resarcimiento. Sin embargo, si esta aplicación no cumple con dicho propósito, el resultado se
torna objetivamente injusto y debe ser corregido por los jueces[16].

E. Conclusión

No es nueva la doctrina del caso "Oliva". Tal como lo acabo de describir, la Corte, desde hace por lo menos 30
años, de tiempo en tiempo pone un límite a resultados que se tornan objetivamente injustos, en materia de
intereses, y señala enérgicamente que, aunque los jueces tienen discreción para determinar los intereses en
créditos laborales, esta discreción puede ser cuestionada si la decisión carece de base legal y produce un
resultado desproporcionado que no considera la realidad económica vigente en el momento del fallo.

En el caso en cuestión, la aplicación de la capitalización periódica y sucesiva de intereses resultó en un


incremento económico desproporcionado y sin justificación.

En concreto, el capital de condena establecido al 27 de febrero de 2015 ascendía a $ 2,107,531.75, mientras


que, según las actuaciones principales, para el 24 de noviembre de 2023, una liquidación con capitalizaciones
anuales progresivas de intereses elevó la condena a un total de $ 165,342,185.66. Esto representa un aumento
del capital del 7745.30 %.

Las acumulaciones de intereses impugnadas implicaron multiplicar repetidamente el resultado de las tasas
activas efectivas aplicadas, excediendo sin justificación cualquier parámetro de ponderación razonable (ver pauta
del artículo 771 del mismo código).

Por lo expuesto, el fallo recurrido no constituye una derivación razonada del derecho vigente aplicable a las

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circunstancias comprobadas de la causa, por lo que corresponde descalificarlo con arreglo a la doctrina de la
Corte en materia de sentencias arbitrarias.

Por ello, se declara admisible la queja, parcialmente procedente el recurso extraordinario y se deja sin efecto la
sentencia apelada con el alcance indicado, y se dispone que vuelvan los autos al tribunal de origen a fin de que,
por quien corresponda, se dicte un nuevo pronunciamiento con arreglo a la presente.

[1] https://trivia.consejo.org.ar/ficha/510986-acta_cnat_27642022._tasas_de_interes_aplicables_en_el
_fuero_laboral._acta_2601_2630_y_2658. (Consultado el 08/03/2024).

[2] Viale Lescano, Domingo Jerónimo, La deuda de intereses en el Código Civil y Comercial de la
Nación, Segunda Parte, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2021, p. 75, nº 37/39.

[3] Fabiani, Esteban Mario vs. Pierrestegui, Jorge Alberto, CSJN, 16/12/1993, Base de Datos de
Jurisprudencia de la CSJN, F.116.XXIV, Rubiznal Online, www.rubinzalonline.com.ar, RC J
107058/09; Sequeiros, Eduardo Ricardo vs. Miranda, Héctor Alejandro, CSJN, 14/12/1993, Base de
Datos de Jurisprudencia de la CSJN, S. 166. XXIV., Rubinzal Online, RC J 110722/09; Caja de
Crédito Flores Sud Sociedad Cooperativa Limitada vs. Coelho, José y otra, CSJN; 08/02/1994,
Rubinzal Online, RC J 1730/24; Quadrum S.A. vs. Ciccone Calcográfica S.A., CSJN, 06/07/2004,
Rubinzal Online, RC J 5982/20, entre otros.

[4] Citibank N.A. vs. Bruland, Héctor s. Ejecutivo, CNCom. Sala C, 03/12/2020, 20049/1995, Rubinzal
Online, www.rubinzalonline.com.ar, RC J 60/21 Banco del Buen Ayre S.A. vs. Quevedo, Norman
Javier y otro s. Ejecutivo, CNCom. Sala C, 67281/1996, 17/07/2015, Rubinzal Online, RC J
5595/15.

[5] Alcoz, María Medina; Anatocismo, Derecho español y Draft Common Frame of Reference; Revista
Para El Análisis Del Derecho, InDret 4/2011.

[6] http://dle.rae.es/?id=2X4gWZj Dialnet.unirioja.es. (Consultado el 08/03/2024). "Historia de una


Prohibición".

[7] Para Cecilia Danesi está prohibida la capitalización, salvo los supuestos contenidos en la norma. La
doctrina y la jurisprudencia interpretan que la disposición es de orden público, por lo tanto, si las
partes la vulneran mediante una convención, la sanción es la nulidad absoluta del pacto. Código
Civil y Comercial analizado, comparado y concordado Dirigido por Alberto J. Bueres, 1aed., Buenos
Aires, Hammurabi, 2014. Vol. 1, P. 484.

[8] Mariconde, Oscar d., El régimen jurídico de los intereses, Lerner, Buenos Aires 1977, p. 49.

[9] Tratado Práctico De Derecho Civil Francés por Marcelo Planiol y Jorge Ripert, Tomo Séptimo, Las
Obligaciones (Segunda Parte) 1945 Cultural, S.A. Habana (Página 198).

[10] Explica Fumis que la cuestión consiste en la ardua tarea de facilitar la comprensión de la
matemática al ciudadano común, de hacerla amigable con los profesionales del derecho y más
importante aún, de mostrarse como una herramienta útil en los decisorios de la justicia. Hace
hincapié el profesor de la Universidad Nacional del Litoral que para su correcto entendimiento será
necesario valerse de cualquier material de estudio de matemática financiera sobre el que existen
consensos absolutos para transmitir, como lo sostienen Tomas y Yardín, que "Una clara
conceptualización del 'interés' resulta a todas luces necesaria ante confusiones e inequidades
detectadas en la materia especialmente cuando deben aplicarse estos conceptos en el ámbito
judicial, donde existen fallos apoyados en una incorrecta interpretación de los mismos". Ahora bien,
aun estando de acuerdo con Fumis, en cuanto a que el objetivo de la ley debe ser evitar el abuso
que se da por la cantidad de intereses que se deben devolver, consideramos que la comprensión
del interés compuesto por parte del ciudadano común es el futuro, en el caso de que nos ocupemos
de que ese correcto entendimiento llegue algún día.

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[11] Viale Lescano, Domingo Jerónimo; La deuda de intereses en el Código Civil y Comercial de la
Nación, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2019, p. 100, nº 43.1.1.

[12] Cámara 2A de apelaciones en lo civil y comercial de La Plata, Sala I Finanpro S.R.L. c. Mora,
Rodolfo Alberto s/ Cobro ejecutivo- 13/07/2021 Cita: TR L.L. AR/JUR/111780/2021.

[13] Santarelli, Fulvio G., "El anatocismo...", ob. cit., 2018.

[14] L.L. 1979-B-679.

[15] Pizarro, Ramón D., Los intereses en el Código Civil y Comercial, Publicado en: L.L. 31/07/2017 , 1
- L.L. 2017-D , 991, Cita: TR L.L. AR/DOC/1878/2017.

[16] Mieres de Rodríguez Roberts, María L. vs. Ameghino, Eduardo y otro, CSJN, 20/10/1992, Rubinzal
Online, www.rubinzalonline.com.ar, RC J 3455/23; Melgarejo, Roberto René vs. Chacar, Alberto
César, CSJN, 07/09/1993, Base de Datos de Jurisprudencia de la CSJN, M. 272. XXIV, Rubinzal
Online, RC J 111791/09; Arasa S.A. vs. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Sociedad del Estado s.
Cobro de pesos, CSJN, 02/04/1996, Rubinzal Online, RC J 1732/24; Rizzi, Norberto Oscar vs.
Cámara Industrial Gráfica Argentina, CSJN, 14/09/2000, Base de Datos de Jurisprudencia de la
CSJN, R 311 XXXIV, RC J 104268/09; Villaamil, Marcelo Alejandro y otro s. Recurso de hecho en:
Ferro de Goce, Haydée vs. Asencio, Francisco y otros, CSJN, 25/02/2003, Rubinzal Online, RC J
2314/04, 326:259, entre otros.

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