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Nueva ley general de intereses de Mendoza

Autora:
Castillejo, Olga

Cita: RC D 182/2024
Encabezado:

La ley provincial fija -a falta de interés convenido o ley especial- un interés moratorio que corresponde a la tasa
nominal de interés para préstamos de libre destino a 72 meses del Banco de la Nación Argentina. La autora
critica la norma porque esa tasa es inexistente en la práctica y además porque lleva inevitablemente a la
licuación del crédito reclamado judicialmente.

Sumario:

1. Una nueva ley de intereses. 2. Una salvedad inicial - La norma podría ser inaplicable en el ámbito laboral
judicial mendocino. 3. La anterior Ley 9041 continuará aplicándose a los supuestos acaecidos durante su
vigencia. 4. La nueva norma establece como moratorio un interés que en realidad ni siquiera es compensatorio.
5. La tasa nominal no es la tasa real que aplican los bancos. 6. La tasa de interés moratoria es siempre superior
a la tasa compensatoria. 7. Cuando los números importan. 8. Conclusiones.

Nueva ley general de intereses de Mendoza

"Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y
olvidar los caminos que nos llevan siempre a los mismos lugares. Es el momento de la travesía. Y, si no osamos
emprenderla, nos habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos".
Fernando Pessoa.

1. Una nueva ley de intereses

Desde el 08/04/2024 la Provincia de Mendoza tiene una nueva Ley de intereses 9516, su artículo 1: dice: "De
conformidad con lo establecido en el artículo 768 del Código Civil y Comercial de la Nación, la presente ley tiene
por objeto establecer la tasa de interés moratorio para las obligaciones de dar dinero. A falta de acuerdo entre las
partes o ausencia de otra ley especial aplicable al caso, las obligaciones de dar dinero tendrán una tasa de
interés moratorio equivalente a la Tasa Nominal Anual de préstamos de libre destino hasta setenta y dos (72)
meses para personas que no son clientes del Banco de la Nación Argentina, la que se calculará desde la fecha
de mora y hasta el efectivo pago".

Mendoza registra una larga historia en materia de leyes provinciales que regulan intereses aplicables a los
créditos reclamados judicialmente[1]. A pesar de que resulta cuestionable la constitucionalidad de leyes
provinciales que establecen intereses judiciales, la Suprema Corte de Justicia de la provincia, se pronunció a
favor de su constitucionalidad en el plenario "Amaya"[2]. La postura contraria fue adoptada por la Suprema Corte
de Buenos Aires quien declaró la inconstitucionalidad de la Ley provincial 14399 por cuanto la norma local
objetada se encuentra en pugna con la Constitución Nacional (art. 31, 75, inc. 12, 126 y ccs.) en tanto legisla
sobre materia de derecho común cuya regulación exclusiva es competencia del Congreso de la Nación. (SCBA,
13/11/2013, "Abraham, Héctor Osvaldo c. Todoli").

2. Una salvedad inicial - La norma podría ser inaplicable en el ámbito laboral judicial mendocino

A) La Ley 9516 se aplica supletoriamente, en ausencia de acuerdo de partes o de ley especial. En el caso de
riesgos del trabajo, la Ley 27348 resulta ser especial y ésta establece en el art. 12, inc. 2 que "desde la fecha de
la primera manifestación invalidante y hasta el momento de la liquidación por determinación de incapacidad
definitiva, deceso u homologación el monto del ingreso base devengará un interés equivalente al promedio de la

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tasa activa cartera general nominal anual vencida a treinta (30) días del Banco de la Nación Argentina". Fija
también la capitalización de intereses de conformidad con el art. 770 Código Civil y Comercial a la misma tasa
hasta la efectiva cancelación.

Para los casos anteriores, en los que resulte aplicable la Ley 26773, los intereses se fijan conforme al fallo
plenario de la Suprema Corte de Mendoza dictado en "Galeno ART en j: Cruz, Pedro Juan"[3] que fijó la siguiente
doctrina legal: la tasa prevista por la Resolución SRT 414/99 resulta inconstitucional por insuficiente y, en
consecuencia, se dispone la aplicación de la tasa para préstamos de libre destino a 36 meses informada por el
Banco de la Nación Argentina.

B) En cuanto al resto de los créditos laborales (indemnizaciones por despido, preaviso, salarios, etc.) hay que
tener en cuenta que el DNU 70/2023 modifica el art. 276 de la Ley del Contrato de Trabajo que queda redactado
en la parte pertinente de la siguiente forma: "Los créditos provenientes de las relaciones individuales de trabajo
serán actualizados y/o repotenciados y/o devengarán intereses.

La suma que resulte de dicha actualización y/o repotenciación y/o aplicación de intereses en ningún caso podrá
ser superior a la que resulte de calcular el capital histórico actualizado por el Ìndice de Precios al Consumidor
(IPC) con más una tasa de interés pura del 3 % anual.

La presente disposición es de orden público federal y será aplicada por los jueces o por la autoridad
administrativa de oficio o a petición de parte incluso en los casos de concurso del deudor, así como también,
después de la declaración de quiebra".

Dejo a salvo los cuestionamientos sobre la constitucionalidad del DNU 70/2023 porque no resultan motivo de
este análisis de los cuales existe abundante doctrina y jurisprudencia que puede compulsarse en cualquiera de
las publicaciones jurídicas del país. También hago la salvedad respecto a la suspensión cautelar del mismo y de
los fundamentos por los que pueda ser aplicada o no, esa suspensión a las provincias[4].

3. La anterior Ley 9041 continuará aplicándose a los supuestos acaecidos durante su vigencia

Resulta relevante reseñar lo que disponía la Ley 9041 (B.O. 02/01/2018) ahora derogada que continuará
aplicándose a los casos anteriores a la nueva ley y en los tramos de tiempo ya transcurridos hasta sanción de la
nueva (art. 7, CCC).

El art. 1 de la citada ley disponía la aplicación de "una tasa de interés moratorio equivalente a la evolución de la
Unidad de Valor Adquisitiva que publica el BCRA".

Más allá de su confusa redacción en cuanto establecía una tasa de interés equivalente a la variación de un índice
de actualización, lo cierto es que esa ley que comenzó su vigencia el 2 de enero de 2018 se aplicó sin objeciones
hasta que los índices UVA comenzaron a registrar un alza muy importante como consecuencia del aumento del
ritmo inflacionario en el país y cuyo incremento resultó ser muy superior al de las tasas bancarias nominalmente
consideradas.

A esa altura, la ley fue cuestionada por los deudores por cuanto -sostenían- que se trataba de un aumento
desproporcionado.

Por otra parte, los acreedores de prestaciones dinerarias o indemnizaciones originadas en riesgos del trabajo
reclamaron su aplicación por la diferencia notoria entre la tasa de interés nominal que se les aplicaba (Ley
27348) y pidieron la actualización por el índice UVA que regía para los créditos laborales comunes.

En este escenario aparece la Ley 9516.

4. La nueva norma establece como moratorio un interés que en realidad ni siquiera es compensatorio

Sólo para tenerlo presente reitero el nuevo texto legal: "un interés moratorio equivalente a la Tasa Nominal Anual

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de préstamos de libre destino hasta setenta y dos (72) meses para personas que no son clientes del Banco de la
Nación Argentina".

Resulta innecesario recurrir a las definiciones civilistas sobre las distintas funciones de los tipos de interés
compensatorio y moratorio[5] que considero ampliamente conocidas, por lo que sólo destacaré que los intereses
compensatorios son el costo del dinero, en tanto, el interés moratorio repara los daños y perjuicios sufridos por el
acreedor en la demora de recibir el crédito.

Como analizaré a continuación a pesar de que la norma dice que fija un interés moratorio remite a una tasa que,
en el mejor de los casos sería compensatoria en tanto se refiere al interés que cobra el banco cuando presta el
dinero. Se trata del costo de usar o disfrutar el dinero ajeno[6], que se conviene entre las partes y resultan del art.
767 del CCC pero están lejos de los que abonará el deudor si incumple el pago.

Los intereses que acarrea el incumplimiento son los intereses moratorios, que indemnizan el daño que produce el
no pago en tiempo oportuno y lo mínimo que deben cubrir es la inflación.

De lo contrario al acreedor le conviene no cumplir, lo que no puede ser una conducta alentada desde el derecho
positivo.

5. La tasa nominal no es la tasa real que aplican los bancos

No sé cuándo fue que las leyes comenzaron a remitirse a las tasas "nominales" de los bancos para fijar intereses
moratorios. Siempre se dijo que los intereses moratorios se referían a los que cobren los bancos (art. 565 del
antiguo Código de Comercio), el art. 275, LCT se refiere a los intereses que cobran los bancos oficiales, el mismo
Código Civil y Comercial en el art. 552 cuando se refiere a los alimentos remite a la tasa de interés más alta que
cobren los bancos.

Sin embargo, hace tiempo que se da por sentado que el uso de la tasa "nominal" bancaria, puede ser una tasa
moratoria, sin recibir mayores cuestionamientos.

Es hora de revisar eso. Es el momento de la travesía.

Lo primero que hay que distinguir es que la tasa nominal se opone a la tasa efectiva y ésta última es la que
realmente cobran los bancos.

Según el Diccionario Financiero del Banco Central de la República Argentina[7]:

La tasa nominal anual "Es un valor de referencia que se utiliza para las operaciones financieras. Lo que una
persona realmente paga en los préstamos o cobra en los depósitos, es la tasa efectiva, que se calcula a partir de
la tasa nominal, siempre que no existan otros costos adicionales".

En tanto con relación a la tasa efectiva anual dice: "Con el objeto de conocer con precisión el valor del dinero en
el tiempo es necesario que las tasas de interés nominales sean convertidas a tasas efectivas. La tasa efectiva es
aquella a la que efectivamente está colocado el capital".

A partir de lo que explica el Banco Central surge con claridad que la tasa nominal anual es sólo una tasa de
"referencia" y no indica el "costo real" en intereses de una operación.

Destaco que me estoy refiriendo a intereses y no a otros costos que suelen llamarse "escorias" y se cobran
aparte de los intereses tales como comisiones, seguros, etc. y que integran el llamado Costo Financiero Total
(CFT).

Los bancos están obligados a informar las tasas efectivas y el Costo Financiero Total, además de las tasas
nominales. Estas últimas, reitero son sólo un valor de referencia.

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Resulta de gran utilidad para ver cómo funciona esto en la práctica, ingresar a la web en página del Banco
Nación y simular un préstamo[8].

Realizamos, por ejemplo, la simulación de un préstamo por cualquier suma de las que permite el banco de libre
destino para personas que no son clientes del BNA a 72 meses. Lo primero que se advierte es que el plazo
máximo para este tipo de préstamos es de 60 meses. La tasa a 72 meses no existe. Luego, en la misma página
se solicita que el interesado manifieste si adhiere o no al paquete de servicios "Cuenta Nación". Entiendo que
corresponde no adherir porque la Ley 9516 se refiere a "personas que no son clientes del Banco de la Nación
Argentina".

Si no se adhiere al paquete de servicios, la tasa nominal anual es de 119 %, la tasa efectiva anual de 211 % y el
Costo Financiero Total (CFT) de 289,56 %. El banco aclara que el Costo Financiero Total (CFT) incluye capital,
interés, mantenimiento del paquete de servicios cuenta nación simple e IVA sobre intereses.

Destaco que entre las condiciones para acceder a este préstamo se informa que se debe percibir un sueldo, en
el que la cuota no supere el 30 % del haber mensual. Condición imposible de cumplir para quien fue despedido y
se encuentra desempleado o en un trabajo no registrado.

6. La tasa nominal no es real y por lo tanto no representa el costo del dinero

El costo medio del dinero al que hace referencia el art. 771 del CCC, en las tasas que estamos analizando, es sin
duda el costo financiero total.

Esto es porque aún la tasa efectiva es sólo compensatoria del uso del dinero, lo que el banco percibe por otorgar
el préstamo regularmente cumplido, no la sanción ante su incumplimiento.

Podría objetarse que las tasas de interés efectivas son tasas capitalizadas y en consecuencia no permitidas por
el art. 770 del CCC en tanto se dispone que no se adeudan intereses de intereses y que se encuentra prohibido
el anatocismo[9].

Sin embargo, entiendo que se trata de cuestiones diferentes. La prohibición del anatocismo que estaba en el
Código Civil de Vélez en el art. 623 se mantiene en el nuevo CCC en el art. 770 pero tiene excepciones que
están en el mismo artículo y también resulta una excepción indirecta cuando el art. 768, CCC se refiere a las
"tasas que se fijen según las reglamentaciones del Banco Central". Y por esas reglamentaciones los bancos
cobran tasas efectivas. No las nominales que -reitero- son sólo tasas de referencia y eso es lo que explica el
mismo Banco Central, la forma de liquidación es publicada en la web de cada uno de los bancos. De conformidad
con la norma los jueces pueden fijar cualquier tasa a condición de que se encuentre entre las reglamentadas por
el BCRA[10].

6. La tasa de interés moratoria es siempre superior a la tasa compensatoria

La Corte Suprema de Justicia de Mendoza ha dictado cuatro fallos plenarios en materia de intereses[11]. En el
primero de ellos "Triunfo" (1993) el voto preopinante de nuestra querida jurista Aída Kemelmajer de Carlucci,
analizó extensamente el tema de los intereses moratorios y dijo: "el acreedor tiene derecho a ser compensado
del mayor daño sufrido si se acredita que la tasa no cubre como mínimo, la desvalorización de la moneda más la
tasa pura del 5 % prevista por la Ley 4087. Tratándose de deudas reclamadas judicialmente debe existir un plus,
por mínimo que sea que "desaliente el aumento de la litigiosidad".

Y en el plenario "Amaya" (2009) reiteró "la tasa debe ser positiva, ya sea activa o pasiva u otra, debe manera de
mantener incólume el contenido económico del crédito. Que no resulte inferior a la inflación. El juez deberá
realizar la múltiple operación de comparar la aplicación de diferentes tasas de interés a fin de determinar si se
produce un efecto negativo en el contenido económico de la sentencia".

Y eso resulta especialmente aplicable a lo dispuesto en el art. 768 en cuanto se refiere a "las tasas que se fijen
según las reglamentaciones del Banco Central". Nadie puede creer que un banco otorgue préstamos a pérdida,

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por eso informan las tasas nominales y cobran las tasas efectivas y otros costos que se incluyen en el CFT.
Generalmente la tasa moratoria de los bancos es del 50 % de la tasa efectiva.

Tampoco hay duda que las tasas a las que remite el art. 768 del CCC no pueden ser otras que las tasas
moratorias desde que dice "A partir de su mora el deudor debe los intereses correspondientes". En tal sentido la
Corte Interamericana de Derechos Humanos ha dicho reiteradamente que los intereses que deben abonarse son
los intereses moratorios. Cito en primer término un caso en el que Argentina fue condenada "Bulacio" (18/09/03)
y que sólo resulta reiteración de antecedentes anteriores, también ratificados posteriormente[12]. Y no creo que
se necesiten mayores argumentos para sostener que no puede ser lo mismo cumplir que no cumplir y que el
incumplimiento acarrea consecuencias a cargo del responsable.

7. Cuando los números importan

Como he anticipado conviene revisar conceptos que damos por sabidos como que la tasa nominal es la tasa que
cobran los bancos, lo cual no es verdad. Como dice el plenario "Amaya" de la SCJM corresponde examinar los
números en concreto para determinar si una tasa es o no positiva.

Si tomamos el año 2023 (sólo para tomar un año completo) puede verse que el aumento según el Índice de
Precios al Consumidor fue del 211,4 %, en tanto la tasa de interés nominal para préstamos de libre destino
(36/72 meses) fue de 135 %. La variación del índice UVA 150,05 %. La diferencia se amplía al considerar un
tiempo más extenso, lo que se advierte si se compara el período que va desde el 2/02/2018 (fecha en que entró
en vigencia la ley 9041) al 31/12/2023.

Esa simple comparación resulta suficiente para advertir que la tasa nominal para préstamos es ínfima y produce
la licuación del crédito por el transcurso del tiempo.

Si bien pueden parecer extravagantes las diferencias. Podemos verlo con los salarios vigentes tomando algunos
como ejemplo:

Ahora veamos. Si a un empleado de comercio categoría Administrativo "A" le adeudaban en enero 2018 un
salario de $ 18.496,69 y se lo liquidan en diciembre 2023. Por el IPC resulta $ 496.133,02. Por UVA resulta $
405.264,33. Tasa Nominal Préstamos $ 79.064,10, Ahora comparemos con el sueldo real a esa fecha que era $
362.415.

Claramente, la demora en el pago terminó licuando el crédito.

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8. Conclusiones

La tasa de interés "nominal" no es una tasa de interés que sancione la mora, resulta insuficiente y en gran parte
confiscatoria del crédito. Permite la mora, la consiente y hasta la premia acompañándola de una licuación en el
tiempo que es mayor cuánto más demore el juicio.

En consecuencia, cuando corresponda fijar la tasa de interés moratoria, ésta debe aplicarse conforme las
reglamentaciones del Banco Central, eso es lo que dice el art. 768, inc. c) del CCC. No puede tomarse una tasa
nominal cuando ésa no es la que cobran los bancos de acuerdo a esas mismas reglamentaciones. Debe
liquidarse la tasa efectiva que es mínimamente compensatoria y a su vez aplicar un adicional que repare el daño
que produce la mora.

Esto permite una forma más equitativa de restablecer el equilibrio perdido por el incumplimiento de una deuda.

[1] La primera de ellas fue la Ley 3939 (B.O. 06/10/1973), luego sucesivamente rigieron las siguientes:
Ley 4087 (B.O. 10/09/1976), Ley 7198 (B.O. 26/04/2004), Ley 7358 (B.O. 1/05/2009) y la Ley 9041
(02/01/2018).

[2] Fallo plenario en: Amaya, Osfaldo Dolores vs. Boglioli, Mario s. Despido, SCJ, Mendoza,
12/09/2005, Rubinzal Online, www.rubinzalonline.com.ar, 80131, RC J 645/06.

[3] Galeno ART S.A. s. Recurso de inconstitucionalidad en: Cruz, Pedro J. vs. Mapfre ART S.A. s.
Accidente, SCJ, Mendoza, 15/05/2017, Rubinzal Online, www.rubinzalonline.com.ar, RC J 4241/20.

[4] DNU 70/2023 fue suspendido cautelarmente hasta tanto se dicte sentencia definitiva por la CNAT,
Confederación General del Trabajo de la República Argentina vs. Poder Ejecutivo Nacional s.
Incidente, CNTrab. Sala de Feria, 03/01/2024, Rubinzal Online, www.rubinzalonline.com.ar, RC J
147/24.

[5] Excluyo del análisis los intereses punitorios por ser ajenos a la norma analizada.

[6] Bueres, Alberto J., Código Civil y Comercial de la Nación. Analizado, comparado y concordado,
Tomo 1, pág. 483, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2017.

[7] www.bcra.gob.ar.

[8] https://www.bna.com.ar/Personas/NacionDestinoLibre.

[9] Romualdi, Emilio, "Intereses en el Código Civil y Comercial y dilemas en su aplicación al proceso
laboral - Un largo camino de inequidades", Rubinzal Online, www.rubinzalonline.com.ar, RC D
153/2024.

[10] Existen una multiplicidad de tasas de tasas. Todas las tasas y variables estadísticas pueden
consultarse en: https://www.bcra.gob.ar/PublicacionesEstadisticas/Principales_variables.asp.
(Consultado el 25/04/2024).

[11] Fallo plenario en: Triunfo Cooperativa de Seguros Ltda. s. Recurso de inconstitucionalidad en:
Peñaloza, Nicanor vs. Monteverdi Construcciones Civiles S.A. s. Ordinario, SCJ, Mendoza,
01/12/1993, Sumarios Oficiales Poder Judicial de Mendoza, www.rubinzalonline.com.ar, RC J
8686/14, Fallo plenario en: Amaya, Osfaldo Dolores vs. Boglioli, Mario s. Despido, SCJ, Mendoza,
12/09/2005, Rubinzal Online, 80131, RC J 645/06; Fallo plenario en: Aguirre, Humberto por sí y por
su hijo menor s. Inconstitucionalidad - Casación en: Aguirre Humberto vs. Obra Social de
Empleados Públicos Mendoza (OSEP) s. Ejecución de sentencia, SCJ, Mendoza, 28/05/2009,
Rubinzal Online, 93319; RC J 16847/10) y Citibank (2017).

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[12] Caso "Hilaire, Constantine y Benjamin y otros Vs. Trinidad y Tobago", 21/6/02; Herrera Ulloa vs.
Costa Rica s. Supervisión de cumplimiento de sentencia, CIDH, San José, Costa Rica, 02/07/2004,
Rubinzal Online, RC J 5995/16; Chaparro Álvarez y otro vs. Ecuador, CIDH, San José, Costa Rica,
21/11/2007, Rubinzal Online, RC J 6282/22; Cesti Hurtado vs. Perú, CIDH, San José, Costa Rica,
29/09/1999, Rubinzal Online, RC J 6268/22; Mack Chang, Myrna vs. Guatemala, CIDH, San José,
Costa Rica, 25/11/2003, Rubinzal Online, RC J 7488/19; Sánchez, Juan Humberto vs. Honduras,
CIDH, San José, Costa Rica, 07/06/2003, Rubinzal Online, RC J 2610/16.

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