LIDERAZGO LIDERAZGO
CONVENCIONAL IGNACIO
Se refiere a un estilo de liderazgo que sigue las prácticas tradicionales y
establecidas. Este enfoque suele implicar una estructura jerárquica clara,
donde el líder tiene autoridad sobre los subordinados y toma decisiones
importantes de manera centralizada. Los líderes convencionales tienden
a ser directivos, enfocados en el control y la supervisión, y a menudo
emplean un estilo de comunicación más formal.
Centralización del poder: El líder tiene la autoridad central y
toma la mayoría, si no todas, las decisiones importantes.
Jerarquía clara: Existe una estructura organizativa clara y
definida, con niveles de autoridad claramente establecidos.
Enfoque en el control: Los líderes convencionales tienden a
enfocarse en mantener el control sobre las actividades y los
miembros del equipo.
Comunicación formal: La comunicación suele ser formal y
sigue canales establecidos dentro de la organización.
Orientación a la tarea: Se da prioridad a la finalización de tareas
y objetivos sobre otros aspectos como el bienestar emocional
o el desarrollo personal de los miembros del equipo.
Aunque el liderazgo convencional puede ser efectivo en ciertos contextos, también puede tener
limitaciones en entornos más dinámicos y en organizaciones que buscan fomentar la
innovación y la colaboración. En respuesta a estas limitaciones, muchos líderes y
organizaciones han comenzado a adoptar enfoques más flexibles y participativos de
liderazgo.
Se basa en los principios y valores inspirados en la espiritualidad de San
Ignacio de Loyola,. Este enfoque de liderazgo se caracteriza por su
énfasis en el servicio, la discernimiento, la colaboración y el cuidado de los
demás. A menudo se describen los rasgos del liderazgo ignaciano
utilizando las cinco "C"
1.
Conciencia: Implica una profunda reflexión sobre uno
mismo y sobre el entorno en el que se actúa. Los líderes
ignacianos están comprometidos con la búsqueda de la
verdad y la comprensión de las necesidades de los demás.
2.
Competencia: Los líderes ignacianos buscan la excelencia
en sus habilidades y conocimientos para poder servir de
manera más efectiva a los demás y alcanzar los objetivos
de la organización.
Compasión: Se refiere a la capacidad de los líderes para
3.
empatizar y preocuparse por el bienestar de los demás.
Los líderes ignacianos practican la compasión al tratar a los
demás con amor y respeto, y al mostrar interés genuino
por sus preocupaciones y necesidades.
Coraje: Los líderes ignacianos tienen la valentía de actuar
4.
de acuerdo con sus convicciones y principios, incluso
cuando enfrentan desafíos o adversidades. Están
dispuestos a asumir riesgos calculados en beneficio de los
demás y del bien común.
Compromiso: Implica una dedicación total a la misión y
5.
valores que guían las acciones de los líderes ignacianos.
Están comprometidos con el servicio a los demás y con la
promoción de la justicia y la solidaridad en todas sus
actividades.
Estos rasgos se basan en los principios ignacianos de discernimiento, servicio y amor
incondicional a los demás. Los líderes que adoptan este enfoque buscan no solo lograr
resultados tangibles, sino también contribuir al crecimiento y desarrollo integral de las
personas a su cargo y de la comunidad en general